sábado, 23 de septiembre de 2023

,

A ti, el definitivamente defectuoso


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Miguel

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Juan David
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Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

Al oír esa fría voz, Subaru sintió cómo su corazón parecía congelarse literalmente.
 
Subaru: …
 
Echando la vista atrás, Subaru vio a Ram de pie en la entrada de la habitación, cuyos ojos color cereza albergaban una frialdad feroz mientras observaba en silencio a Subaru.
Aunque Subaru sólo había tenido contacto con ella pocas veces antes, raramente la había visto expresar emociones de esa manera en su rostro; en esta Ram había un fervor que rompía fácilmente aquella impresión.
 
Subaru: Qu… uh…
 
Ram: ¿Por qué estás tan alterado? Ram te hizo una pregunta. Tú que te haces pasar por Barusu, respóndeme de una vez.

Subaru: Y-yo sólo estoy…
 
Ram: ¿Sólo qué?
 
De pronto, la mente de Subaru comenzó a ir a toda velocidad mientras intentaba explicarse.
Necesitaba mover su lengua de algún modo. Maldijo a su mente perezosa por su respuesta inicial y por enfrentarlo a esta situación con esa pobre elocuencia.
Sin embargo, además de verse arrojado a una situación que no esperaba en absoluto, Subaru ni siquiera había sido capaz de procesar completamente el shock de lo que ocurrió justo antes: la desaparición del cadáver de Meili.
No había preparado las palabras para salir impune, y ni siquiera era capaz de comprender lo que sucedía ante sus ojos.
 
Lo único que podía hacer era abrir y cerrar su boca de manera extraña, mientras intentaba con todas sus fuerzas no decir nada inapropiado.
Pero, ese gesto sólo resaltó su ya extraño comportamiento más de lo que cualquier frase pudo haberlo hecho.
 
Subaru:
 
Ante el silencio de Subaru, Ram entrecerró los ojos. Su mirada fría, que Subaru creía que ya se encontraba al nivel del cero absoluto, se enfrió aún más. Casi parecía que hubiera sido asaltado por una intensa nevada que congelaba hasta los huesos.
Mientras intentaba evitar desesperadamente que sus rodillas temblaran, Subaru comenzó lentamente a entender, aunque ya era demasiado tarde.
 
¿Me han tendido una trampa?
 
La reunión en la cena fue un engaño ideado al no encontrarse el cuerpo de Meili.
Cuando informaron que el cuerpo de Meili no había sido descubierto, Subaru se sintió aliviado porque no podrían culparlo de ello.
Buscando desesperadamente en vano, no habían descubierto el cuerpo torpemente oculto de la pequeña. Subaru había aceptado la conveniente verdad: su mala suerte había prevalecido incluso bajo estas circunstancias, alejando de este modo cualquier duda exasperante que le hubiera preocupado en ese momento.
Y como resultado, le habían pillado en este burdo acto.
 
¿No lo había visto repetidamente en varias series de televisión?
Esa escena final donde el asesino, que meticulosamente había llevado a cabo el plan perfecto, se delataría a sí mismo volviendo a la escena del crimen mientras la policía y los detectives lo vigilaban. Y, de esa manera tan estilosa, muchos telespectadores encontrarían cómico que el asesino cometiera semejante error justo al final, cuando ya lo tenía todo atado.
 
En algún lugar de su mente, Subaru había pensado que, de estar en esa posición, nunca habría hecho semejante estupidez.
Cualquier conocedor de misterios notaría la gran estupidez del lerdo criminal que lo haría tropezar al final.
Y, aun así, había actuado de la misma manera——o incluso peor. La sorpresa por haber sido pillado hizo que se viera patético.
 
Ram: ——Impostor.
 
El murmuro silencioso de Ram salió disparado hacia él, aún abrumado por sus propias acciones defectuosas.
Con una sola palabra, el frágil corazón de Subaru se había derrumbado y hundido en su pecho, como si hubiera sido impactado por una bala de cañón. Tan pronto como escuchó aquellas palabras, su rostro se volvió blanco como la nieve, y sus labios temblaron. Ram dejó escapar un suspiro.
 
Ram: Así que no tienes nada que decir en tu defensa. Supongo que es prueba de que tú mismo eres consciente de la chapuza de actuación que estás haciendo. No te preparaste lo suficientemente bien para disfrazarte de él. ¿No crees que debe haber un límite para la negligencia?
 
Sin ocultar el desprecio en su voz, Ram comenzó a explicar por qué había sospechado de Subaru.
Ella estaba reprochándole sus mentiras, su pobre actuación y su baja comprensión de «Natsuki Subaru». Subaru no sólo se quedó sin palabras, sino que su corazón parecía que fuera a romperse, y el flujo de sangre dolía con cada latido.
De hecho, Subaru se mordió el labio inferior, y la sangre comenzó a brotar junto a un dolor punzante.
 
—Un impostor, impostor, impostor, impostor, impostor, impostor, impostor, impostor, impostor, impostor, impostorUna burda imitación de «Natsuki Subaru», un impostor…
 
Ese pensamiento se había asentado en el fondo de su estómago como si fuera barro negro y espeso.
Una masa asquerosa que le cubría desde la cabeza hasta los pies, un peso tal que hizo que sus rodillas dejaran de temblar. En las profundidades de sus ojos, una llama empezaba a arder bajo un combustible compuesto de oscuras emociones.
Uno podría llamarlo hostilidad, agresividad, maldad——o quizás intención asesina.
 
Ram: Es imposible no notar un comportamiento tan poco natural; bueno, quizás a excepción de aquellos que no te presten atención. Puede que ese sea el caso de Julius, Anastasia-sama… o, mejor dicho, Echidna.
 
Subaru: … ¿Crees que puedes dar rienda suelta a tu lengua simplemente porque estoy escuchándote pacientemente sin decir ni una palabra?
 
Ram:
 
Subaru: ¿Un impostor? ¿No crees que estás cruzando la línea de las falsas acusaciones? ¿Quién demonios te crees que eres?
 
Ram: Conque falsas acusaciones, ¿eh?
 
Por doloroso que fuera, Subaru intentó expresar sus objeciones en respuesta a la fulminante lengua afilada de Ram.
Por supuesto, el razonamiento de Ram era completamente correcto. Aunque no estuviera de acuerdo con ser descrito cruelmente como «defectuoso» por Ram, ciertamente había un vacío irremediable entre Subaru y «Natsuki Subaru».
Aun así, ella no debería poder notarlo. De lo contrario, le sería imposible escabullirse de esta situación.
No podía permitirse parar aquí, a medio camino.
 
Subaru: Una falsa acusación tras otra. Mis oídos están cansados de escucharlas, ¿sabes? No aguanto más.
 
Encogiéndose de hombros y frunciendo sus mejillas, Subaru habló mirando fijamente a Ram.
Aunque incluso él creía que esas mentiras eran demasiado descaradas, las estaba dramatizando como si fueran la verdad absoluta.
 
Subaru: Como sea, qué hay de malo en que quiera deambular en mitad de la noche. Sólo quería estirar mis piernas y pensar un poco sin nadie cerca. Por eso me fui deliberadamente a algún lugar donde no estuviera cerca de tu hermana… Rem, ni cerca de la presencia de Patrasche…
 
Ram: ——¿De verdad crees que nadie ha visto nada?
 
Sin inmutarse, Ram le preguntó esto a Subaru mientras él seguía soltando excusas.
Sus palabras fueron breves, pero afiladas. Diseñadas para perforar sus puntos vitales.
 
Subaru:
 
Conteniendo la respiración al oír su pregunta, Subaru retorció su cerebro intentando descubrir a qué se refería exactamente con aquellas palabras.
Ver, visto, no ser visto, no poder ser visto.
 
¿A qué se refiere Ram con «ver»? ¿Se refiere al cadáver de Meili? ¿O quizás a Meili, antes de que se convirtiera en un cadáver? ¿O le había visto ocultando el cuerpo sin vida de Meili? O quizás…
 
Ram: Nada… Aunque tu plan fuera que nadie viera nada, la dragona de tierra estuvo vigilando diligentemente tu extraño comportamiento. Y por eso, Ram fue también capaz de «verte» de la misma manera.
 
Llevándose un dedo a los labios, Ram mostró a Subaru un gesto que no encajaba en esta escena.
 
Subaru: … ¿Qué demonios estás diciendo?
 
Sin comprender el significado detrás de su gesto, Subaru verbalizó su desconcierto.
Sin embargo, tenía un recuerdo reciente de este gesto en particular. No era otro que el gesto que Subaru le había hecho a Patrasche antes de salir de la sala del espíritu.
Ahora mismo no podía entender por qué Ram hacía aquel gesto en esta situación, pero
 
Ram: Necesitas estudiarle aún más, «defectuoso».
 
La decepción que portaba aquel adjetivo convenció a Subaru de que era un último aviso.
 
Subaru:
 
Hasta ahora, aunque se había mostrado fría e implacable, Ram había mantenido la postura de querer hablar, aunque si su intención de intercambiar palabras con Subaru fuera a desaparecer en cualquier momento…
Y cuando Subaru vio la mirada en sus ojos, se dio cuenta de que sus excusas no servirían.
 
Ram haría oídos sordos a cualquier excusa que se le pudiera ocurrir.
Habiendo llegado a esta situación, a Subaru no le quedaba nada más que usar la fuerza bruta.
 
——En este momento, Subaru empezó a considerar cómo matar a Ram.
 
Subaru:
 
Ahora que había llegado al punto de pensar en cómo matarla, ya no se oponía a hacerlo.
 
—Ya había matado a una persona. Una o dos, no había mucha diferencia. Hace un tiempo, «yo» tenía mucha experiencia arrebatando las vidas de un gran número de personas.
 
Después de esto, ya no habría obstáculos para poner en marcha su plan de los Libros de los difuntos.
 
Meili: ——Esa onee-san, sin embargoo…
 
Múltiples opciones dentro de Subaru se cayeron a pedazos estrepitosamente. Y cuando únicamente quedaban en su mente las opciones más peligrosas, el fantasma de la pequeña que había estado callada hasta ahora sonó en su cabeza.
 
Aunque invisible, la presencia a su lado era tan fuerte que prácticamente podía sentirla respirar. Abrazó el cuerpo de Subaru desde atrás, susurrando suavemente en su oído y tentándole.
Y lo que aquella dulce y empalagosa tentación le decía era
 
Meili: ——Seguramente esté en muy mala CONDITION, ¿no creees? Su centro de gravedad está a la izquierda, por lo que está desequilibradaa.
 
Aquellos dulces susurros le habían mostrado la debilidad de la impresionante y aún terrorífica chica——diciéndole cómo podría matarla.
 
Era más pequeña que él, era más débil que él, y tenía menos experiencia en matar.
 
—Con el conocimiento que «yo» he acumulado pasando tanto tiempo con la asesina de negro, debería ser fácil matar a esta mujer.
 
Meili: Golpéala hacia su izquierda, y estampa su cabeza contra la pared. Eso bastaráá.
 
Mientras tenía en cuenta la diferencia de fuerza entre ambos, «yo» dio un buen consejo.
Si lo seguía, el cráneo de la chica se rompería, y flores de un profundo tono escarlata florecerían en la pared de piedra.
 
Flores escarlata que combinarían maravillosamente con el adorable pelo rosa de la chica
 
Subaru: ¡——gh!
 
Sin previo aviso y sin ver despiste alguno, Subaru se encaró hacia su oponente en un parpadeo y se lanzó hacia delante.
Sin un atisbo de duda y siendo animado por ese fantasma, Subaru se lanzó hacia Ram, quien se puso ligeramente tensa. Estaba yendo hacia su lado derecho.
Así, empujaría a Ram contra la pared, y luego
 
Ram: Ya que te quedaste sin palabras, recurres a la violencia. Qué conclusión más aburrida y barbárica.
 
En aquel momento de ataque y defensa, Ram abrió la boca y dijo aquellas palabras antes de que el brazo de Subaru pudiera alcanzarla.
Cuando sus miradas se cruzaron, la respiración de Subaru se cortó al ver los fríos ojos de Ram.
 
Ram: ——¿De verdad pensaste que la pobrecilla y débil Ram desafiaría a un hombre tan bárbaro ella sola?
 
Más que reírse de él, las palabras de Ram parecían llenas de lástima por él. Al mismo tiempo que ella hablaba, Subaru oyó un crujido en el aire.
Y eso no había sido una alucinación auditiva. Era la humedad en el aire, en sus últimos momentos antes de congelarse y cristalizarse abruptamente.
 
Subaru: Qu… gh.
 
El crujido que había percibido provenía del propio pie de Subaru contra la barra de hielo que se alzaba a sus pies, deteniéndole y causándole dolor.
 
Subaru: ¡¿Hi-hielo?!
 
Rebotando por el duro y frío impacto, Subaru apenas podía creer lo que veía.
Pero la cristalización no se detuvo ahí. Las barras de hielo no sólo se materializaron donde sus pies habían estado, sino que también surgieron a su alrededor——convirtiéndose en una jaula que lo encerraba.
 
Subaru: No puede ser… gh. ¡Esto es… ¿magia?!
 
En un parpadeo, la jaula de hielo se materializó, quedando Subaru completamente atrapado dentro de la misma.
Al tocar las barras de hielo con sus propias manos, Subaru intentó violentamente agitarlas en un intento por liberarse; pero sus esfuerzos sólo lo dejaron asombrado por la fortaleza del hielo. Las barras no se movieron ni un milímetro. Aunque las golpeara con toda su fuerza, no creía que pudiera romperlas.
Y así, estando Subaru capturado dentro de esta jaula de hielo…
 
???: ——Ojalá Ram se hubiera equivocado.
 
Mirándolo con unos tristes ojos amatistas, Emilia apareció detrás de Ram.

  

    
 
 
Lo que le había pasado era sorprendente; Subaru se encontraba pasmado como un mono dentro de una jaula.
 
Subaru:
 
Ram y Emilia se habían unido para contenerlo, lo cual era obvio.
A diferencia de Subaru, tenían la opción de cooperar juntas. Las condiciones para ellas eran diferentes de las de Subaru, forzado a pelear en soledad.
Desde el principio, intentar ir contra una persona peligrosa en solitario no era una buena opción para ellas.
Al final, Subaru todo el tiempo estuvo bailando en las palmas de sus manos.
 
Ram: De esta manera, no podrás enaltecerte fácilmente, sin importar las bobadas que parlotees. Eres peor que un actor de tercera; no engañarías a nadie.
 
Ram escupió eso, cruzándose de brazos y mirando a Subaru sentado en su jaula.
Al mirarla, notó que no se había movido ni un solo paso de donde había hecho su entrada. De hecho, ni siquiera había cambiado de postura.
Entre ella y Subaru, aquello era lo que los diferenciaba como actores.
 
Ram: Con tal actuación, sólo un rotundo necio podría ser engañado. Supongo que ni siquiera consideraste quién era la persona más fuerte mentalmente.
 
Emilia: Por lo que estás diciendo… ¿me estás alabando? Gracias.
 
Ram: … De nada.
 
Al lado de Ram, que había reaccionado con leve dureza, el pelo plateado de Emilia onduló mientras avanzaba.
A juzgar por la actitud de Ram, esta jaula de hielo había sido hecha por Emilia——lo que significaba que esto era un tipo de magia que ella era capaz de usar.
 
De no haber estado atascado en esta situación, Subaru se habría quedado fascinado por su encantadora magia de hielo, que encajaba perfectamente con el bello y místico rostro de su usuaria.
Pero, al verse cautivo y ser testigo de lo fuerte que era la jaula de hielo, inmediatamente entendió la diferencia de fuerza entre ambos, y lo inferior que era él.
 
El nivel de dificultad de su plan de los Libros de los difuntos había cambiado demasiado.
Pero, antes de eso…
 
Emilia: ——Subaru, ¿qué intentabas hacer a estas horas? ¿No se supone que deberías estar descansando en la habitación?
 
Subaru: Es…
 
Con preocupación, Emilia preguntó a Subaru qué había estado haciendo aquí en este momento.
Una mirada de profunda preocupación yacía en sus ojos; pero, en esta situación, la única conclusión a la que Subaru llegaba era que ella estaba siendo tan ingenua que rayaba la estupidez. Estaba equivocada al pensar que detrás de todo podría haber una buena razón.
 
Incluso Subaru habría tenido algo que decir al respecto.
Ciertamente había una razón para cómo había acabado así. Sin embargo, decírsela habría sido como intentar agarrar aire; ¿quién habría creído en sus palabras?
 
Ram: Emilia-sama, es inútil preguntarle. Dudo que responda honestamente. Dudo incluso de que sea Barusu.
 
Emilia: Pero Subaru es Subaru. Ram, lo entiendes, ¿verdad?
 
Ram: Es sólo una falsificación inferior con una apariencia similar… así es como Ram lo ve.
 
De hecho, el argumento con el que Ram había refutado a Emilia se parecía bastante a uno de los pensamientos que Subaru tenía sobre sí mismo.
Seguramente hubiera sido Ram quien sospechó primero de Subaru y también quien propuso vigilar lo que haría durante la noche. Emilia debía haberse quedado a su lado como retaguardia, sólo en caso de emergencia.
 
En otras palabras, la respuesta para tratar con el Subaru que no era «Natsuki Subaru» ya había sido ideada por Ram hacía tiempo.
Y después de aquello, todo lo que quedaba por hacer era confirmar ese hecho y las consecuencias que lo acompañaban.
 
Ram: Gracias a Emilia-sama fuiste capturado sin ningún rasguño. ¿Bastará con un poco de dolor para decirle a Ram y a los demás lo que queremos oír?
 
Subaru: Dolor… ¿te refieres a torturarme? Eso no sólo es demasiado sádico, sino que también necesitas conocimiento avanzado.
 
Ram: Haré lo que sea necesario. Además, no me gusta infringir dolor a otros… pero es una de mis especialidades.
 
Ram no se lo estaba poniendo fácil a Subaru al meterlo en una jaula de menos de dos metros cuadrados.
Aunque sus dedos eran pálidos y delgados, la modesta afirmación de «infligir dolor es mi especialidad» sonó demasiado convincente para Subaru.
 
Si seguía así, sin hacer nada… Si la oportunidad de llevar a cabo un contraataque no se presentaba, terminaría en un escenario donde no importaría lo dura que fuera buscando sus secretos, él mismo acabaría confesando su miserable comportamiento.
 
Emilia: ——Espera. No le hagas daño. No dejaré que se lo hagas.
 
Sin embargo, Emilia, que le había hecho prisionero, fue quien detuvo a Ram antes de que tomara medidas tan extremas.
Le dio la espalda a la jaula en la que estaba Subaru y se encaró hacia Ram.
 
Ram: … Emilia-sama, ¿no estaba de acuerdo con Ram?
 
Emilia: Apoyé tu decisión de interrogarle porque también creí que Subaru estaba actuando de manera extraña. Pero es porque pensé que esto podría pasar… que decidí permanecer aquí.
 
Ram: No quería que algo como esto pasara; por eso le pedí a Beatrice que le hiciera compañía a Julius y al resto. Pero no pensé que Emilia-sama fuera a ser tan poco razonable… Qué ingenua.
 
Sin ocultar la irritación que le producía su diferencia de opiniones, Ram señaló a Subaru, oculto tras la espalda de Emilia. Y diciendo ¿Está segura? despectivamente…
 
Ram: Le faltan demasiadas cosas en comparación con Barusu. He oído que en Priestella, la Ciudad de las Compuertas, se encontraron a un Arzobispo del Pecado que podía cambiar de forma.
 
Emilia: … Sí. Una de las razones para venir aquí era recuperar a la gente que ese Arzobispo del Pecado ha transformado.
 
Ram: Entonces, ¿cuáles son las posibilidades de que ese Arzobispo del Pecado se haya transformado en alguno de nosotros?
 
Emilia:
 
Ram: Y aunque no sea ese Arzobispo del Pecado, si es capaz de cambiar libremente de forma de otros, no podremos guiarnos por las apariencias. Su conducta normal, la manera en la que habla… Si todas esas cosas son diferentes…
 
Ram respondió con lógica, reteniendo su furia hacia la postura emocional de Emilia.
Aquellas no eran más que deducciones y acusaciones sin base hacia Subaru, pero no había tampoco razones para negarlas.
Y cabía remarcar que Subaru… o, más bien, «yo» sentía rechazo por ese tema.
 
Subaru: ——gh.
 
Recuerdos; recuerdos blancos.
No provenían de Natsuki Subaru, sino de pequeños fragmentos de los recuerdos que había visto en el Libro de los difuntos. Los recuerdos de cuando «yo» había sido «yo».
 
Entrenamiento; así era como llamaban a lo que me hacían a «». Aunque la muerte había sido tallada en mi ser muchas veces, lo más terrorífico que me ocurrió fue cuando mi cuerpo fue transmutado en múltiples ranas. Mi consciencia sólo existía en un cuerpo, pero mi consciencia infinitamente fragmentada era independiente, saltando cuando quería, corriendo cuando quería. El terrible pensamiento de no ser capaz de volver a mi ser original me hizo darme cuenta de que, para empezar, había olvidado qué era mi ser original. La razón de mi existencia como ser vivo se fue a pique, así que agradecí desde lo más profundo de mi ser a Madre cuando volví a la normalidad. Y, al mismo tiempo, se me quedó grabado en el alma que —bajo ninguna circunstancia— debería ir en contra de sus órdenes.
 
Subaru: ——Uh.
 
Al recordar aquel pavor directamente —casi como si lo hubiera vivido en persona—, la visión de Subaru se volvió borrosa.
La apariencia de uno mismo era algo que estaba íntimamente unido a la identidad y el sentido del yo. Manipularla y alterarla como uno quiera en un parpadeo… sólo podría ser considerado como una blasfemia a su propia identidad.
El acto más repudiable de todos.
 
Emilia: ¡Eso es demasiado extremo, tú no eres así, Ram! ¡Parece que quieras forzarme a contenerlo!
 
Ram: ¿De verdad puede decir que no ocurre nada raro? Antes de que ese hombre detrás de…
 
Emilia y Ram continuaban discutiendo mientras Subaru, ensimismado, se ahogaba en angustia, sintiendo cómo su estómago se revolvía.
Sin embargo, la afirmación de Ram parecía la llamada probatio diabolica. Podrías demostrar que algo era algo, pero nadie podría demostrar que no lo fuera.
 
Este Natsuki Subaru no era el «Natsuki Subaru» que ellas querían.
Para explicar dicha teoría, un poder del tipo cambiaformas resultaba bastante útil. Lo hacía simple——y al mismo tiempo, era profundamente insoportable para este Subaru.
Sobrecogido por las emociones hostiles de su interior, Subaru resoplaba con dificultad.
 
Ram: ¡Necesito hacerle hablar ahora mismo! Para poder saber dónde están Meili y el verdadero Barusu.
 
Subaru: ——¿Eh?
 
Esa queja de Ram, como si fuera un ataque sorpresa, sobrecargó la consciencia de Subaru.
Fue como un rayo salido de la nada, un comentario realmente inesperado.
 
Subaru:
 
Alzando la mirada, Subaru miró a Emilia y a Ram en su continuo debate. Al observarla de espaldas, no podía ver las emociones de Emilia, pero la cara de Ram le era claramente visible.
Los ojos de Ram, ardiendo con rabia, no contenían conspiraciones para engañar a Subaru. Al menos, lo que acababa de afirmar era lo que de verdad sentía.
 
En otras palabras, Ram y los demás no habían descubierto los restos de Meili.
Lo único que se debatía, intentando denunciar a Subaru, era su comportamiento sospechoso, ya que le era completamente imposible hacer el papel de «Natsuki Subaru».
Ahora entendía por qué Ram le había interrogado de forma tan confusa. Pero al mismo tiempo, no lo entendía.
 
Si no había sido Ram o Emilia, ¿quién había movido el cadáver de Meili?
Si no había sido Ram o ninguno de los demás, y tampoco Subaru… debía haber alguien más en movimiento.
 
Emilia: Real, falso… ¡Esa no es manera de decidirlo! ¡Ya que, el Subaru que está aquí ahora mismo es…!
 
Subaru: ——¡¡TENGO AMNESIA!!
 
Ram: ¿Qu…?
 
Agarrándose a las barras de la jaula de hielo, el grito de Subaru cortó la discusión de ellas dos.
 
Al oír su grito, Ram abrió los ojos de par en par, pareciendo sorprendida y confusa. Ese ataque, que venía de una dirección inesperada, dejó la mente de Ram en blanco.
De haber sido un truco, con el fin de atacar los vacíos en su lógica e interrumpir sus pensamientos, entonces habría sido un éxito. Pero no era esa la intención, este había sido Subaru gritando la verdad.
 
Ram: —gh.
 
Ni siquiera Subaru sabía por qué había gritado esto justo ahora.
En esta repetición, Subaru había ocultado el hecho de que había perdido sus recuerdos, y había intentado imitar al antiguo «Natsuki Subaru». Por eso, su vida no le había sido arrebatada aún.
Y aunque eso no había pasado, ¿acaso no hubo otras alarmantes situaciones que quizás rivalizaran con ésta que habían perseguido y jugado con Natsuki Subaru una y otra vez?
 
Pero, en realidad, ocultar su amnesia había complicado todo lo demás en esta repetición.
¿Qué pasaría ahora, después de esta gran revelación?
 
Ram: ¡¿Después de todo, aún estás haciéndote el tonto…?!
 
En realidad, cuando sus paralizados pensamientos se reanudaron, la expresión de Ram se tiñó de furia.
La chica probablemente pensaba que el grito de desesperación de Subaru no era más que una mentira desesperada, que no era más que un sinsentido.
Pero, aunque Ram lo viera así…
 
Emilia: ¡Ram! ¡Escucha lo que está diciendo Subaru! ¡Después de todo había una explicación!
 
Ram: ¡¿Lo dice en serio, Emilia-sama?! ¡Algo así es imposible de creer!
 
Con los brazos extendidos, Emilia se detuvo frente a Ram, confiando en las palabras de Subaru.
Si ella hubiera creído que Subaru sólo intentaba tomar ventaja de la situación usando una excusa absurda, era mejor que él desistiera de seguir hablando.
Sin embargo, al enfrentarse a Ram, que sólo deseaba rechazar aquellas palabras por completo, Emilia seguía enfrentándola con decisión.
 
Emilia: ¡Vale la pena creerle! ¡¿Acaso no lo hemos hecho hasta ahora?!
 
Ram: ——Tsk.
 
Las mejillas de Ram se tensaron ligeramente tras la apelación de Emilia.
Por un segundo, un rastro de duda cruzó los ojos color cereza de Ram. Varios pensamientos parecían dar vueltas en su inteligente cabeza. Y cuando empezó a abrir sus labios duramente cerrados…
 
Emilia: Ram, escuchemos a Subaru y…
 
Ram: ——¿Qué hay de Rem?
 
Emilia: ——Ah.
 
En un instante, el pequeño cuerpo de Ram, con sus ojos cerrados y húmedos, giraron y se fijaron en Emilia.
Decidiendo en ese momento retractarse, Emilia se había preparado para retener a Ram. Pero, los movimientos de Ram demostraron ser más rápidos, y la mano izquierda de Emilia fue atrapada por la mano derecha de Ram.
 
Ram: ¡No se interponga en mi camino!
 
Emilia: ¡Kyaa!
 
Mientras Emilia hablaba, Ram movió ágilmente los pies y el cuerpo, lanzando el cuerpo de Emilia a un lado mediante maniobras sutiles de muñeca y hombro, demostrando una eficacia máxima.
El cuerpo de Emilia dio una voltereta en el aire mientras era lanzada a un lado. En mitad de la sorpresa y de cómo el resto del mundo parecía girar a su alrededor, rápidamente entendió la situación e intentó girar sus largas piernas hacia el suelo bajo sus pies.
 
Emilia: ——gh.
 
En el punto donde Emilia pisó yacía uno de los zapatos de Ram, quien se lo había quitado y lo había dejado ahí adrede. Tropezando con él, Emilia perdió su equilibrio y aterrizó apoyando sus manos en el suelo.
En esa pelea, Emilia fue abrumada por la técnica de Ram, y Ram se escabulló en la abertura que había creado. Y entonces, introdujo su varita entre las barras de la jaula de hielo, hacia la punta de la nariz del aterrorizado Subaru.
 
Ram: Atrévete a volver a decir eso.
 
Subaru: No es… lo que…
 
Ram: Con esa cara… y con esa voz… Como digas que olvidaste a Rem una sola vez más…
 
Apretando los dientes, Ram estaba acumulando algo en la punta de su varita temblorosa, y Subaru sabía lo que era.
Un poder invisible al ojo que probablemente podría ser llamado maná se estaba acumulando frente a sus ojos; pero Subaru no pudo decir nada más.
 
No sabía qué decirle a Ram——a esta chica frente a él que estaba a punto de llorar.
Natsuki Subaru no pudo lograrlo, ¿pero habría sido posible para «Natsuki Subaru»?
 
Emilia: ¡No lo hagas, Ram! ¡¡Detente!!
 
Levantándose, Emilia gritó en un intento de detener a Ram.
Sin embargo, no llegaría a tiempo.
 
Emilia:
 
Una luz blanca brilló a través de las barras de la jaula de hielo, y el golpe engulló a Subaru.
El impacto estrelló su cuerpo contra el lado opuesto de la jaula, y la nuca chocó contra las barras de hielo.
 
Subaru: ——Gah.
 
Su cabeza se agitó violentamente, y su consciencia se nubló.
Sin haber tenido tiempo para explicarse, la consciencia de Natsuki Subaru se apagó.
 
 
    
  
 
  Subaru: … ¿Uh?
 
Dejando salir un débil y distante gemido, su consciencia comenzó a resurgir.
Poco a poco, su consciencia se alzó hacia la superficie desde el fango de oscuridad. Sintiendo que estaba quieto en un sitio amplio, acelerando lentamente, alcanzando la realidad, y finalmente…
 
Subaru: ——¡¿GAAH?! ¡Qué dolor!
 
Cuando su consciencia estaba a punto de despertar, fue tirado por una fuerza que parecía como si le hubiera agarrado de la bufanda en su cuello. Un dolor afilado ardía en la mente de Subaru.
Gimiendo y temblando de dolor, Subaru despertó en el frío y duro suelo.
 
Subaru: Ay, ay, ayay, ¿qué… qué es esto?
 
Su cuerpo se levantó palpitando de dolor y Subaru llevó una mano al hombro izquierdo. Cuando lo tocó, un dolor ardiente volvió a atravesar su mente. No podía mover su brazo izquierdo.
 
Subaru: ¿¿El hombro se salió?? ¿Está dislocado? Nunca había sentido esto antes…
 
El brazo de Subaru no se movía desde el hombro hacia abajo, quedando colgando. Y cuando lo tocó y movió con el otro brazo, sintió un dolor agudo. Así pues, Subaru se puso en pie con mucho cuidado.
Observó sus alrededores. Vio que no había nadie cerca. Y esta habitación era…
 
Subaru: La habitación donde oculté a Meili…
 
En otras palabras, estaba en la misma habitación donde estaba justo antes de perder la consciencia.
Como prueba de ello, detrás de Subaru estaba la jaula de hielo que Emilia creó con magia. Era extraño que Subaru se hubiera encontrado inconsciente fuera de la jaula. Al observarla, no daba la impresión de que hubiera sido abierta, y tampoco creía que hubiera sido capaz de salir de ella por medios normales.
 
Subaru: —¿Eso significa que mi hombro fue…?
 
Cuando su mente llegó a este punto, Subaru notó la relación entre su hombro dislocado y su fuga de la jaula.
Los espacios entre las barras de hielo eran tan pequeños que le habría sido imposible atravesarlos a menos que fuera del tamaño de un niño. A la fuerza, debería ser posible salir con su hombro dislocado.
La pregunta era, ¿cómo había logrado Natsuki Subaru aquello estando inconsciente? Además…
 
Subaru: —¿A dónde han ido Emilia y Ram?
 
En la habitación, las chicas que habían estado discutiendo entre sí no hace mucho, y que incluso parecía que fueran a matarse, estaban ausentes.
Esta situación era demasiado extraña—no, más bien parecía una situación terrorífica.
 
Subaru se había quedado inconsciente, y por eso no sabía nada sobre su hombro dislocado o sobre el paradero de Emilia y Ram, ni de ninguno de los demás que tendría que haber estado aquí.
Preguntándose qué habría pasado mientras estuvo desmayado, Subaru empezó a buscar por la habitación, esperando ver si algo extraño había pasado——y entonces lo vio.
 
«Natsuki Subaru estuvo aquí».
 
Subaru:
 
Aquellas palabras estaban grabadas por toda la pared.
Talladas en la piedra, las palabras fueron grabadas toscamente como si hubieran sido garabateadas en un cuaderno.
 
¿Fue hecho con el fragmento de piedra que había junto a la pared? Parecía un fragmento de lo que originalmente fuera la piedra con la que ocultó el cuerpo sin vida de Meili en el fondo de la habitación. 
Usando ese fragmento, la frase «Natsuki Subaru estuvo aquí» había sido grabada en la pared——de haber sido sólo eso, el impacto no habría sido tan grande como cuando las mismas palabras fueron grabadas en su brazo.
 
Bajo la influencia de la sorpresa y el asombro que se habían mantenido con él todo el tiempo, debería haberse reído como si no fuera importante.
No obstante…
 
Natsuki Subaru estuvo aquí.
 
Natsuki Subaru estuvo aquí. Natsuki Subaru estuvo aquí.
 
Natsuki Subaru estuvo aquí. Natsuki Subaru estuvo aquí. Natsuki Subaru estuvo aquí.
 
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  Subaru: ——u… ah.
 
Empaquetadas juntas, y de una manera anormal, las palabras habían sido talladas para que cubrieran por completo la habitación.
Parecían tan naturales que, al principio, Subaru no supo a qué se debía el desasosiego que sentía. Las palabras habían sido grabadas de una manera tan extraña y con tanta insistencia que parecían una ilusión óptica, debido al exceso de patrones en las paredes.
 
Y mientras se preguntaba con qué propósito habrían sido grabadas dentro de esta habitación…
 
 
 
???: ——¿Eh? ¿Qué mierda es esto? Qué habitación tan desagradable. Oye tú, mierdecilla, ¿qué es esa mierda que decora las paredes?
 
Subaru:
 
Esa voz que inspiraba miedo provenía de detrás de Subaru, quien temblaba y permanecía completamente quieto.
No se debía al hecho de no haber detectado su presencia. Después de todo, la atención de Subaru se encontraba en ese momento firmemente centrada en lo que había sido escrito en las paredes. No habría notado a nadie que se acercara.
 
Así pues, no fue aquello lo que le sorprendió, sino que aquella tosca voz le resultaba familiar.
Le evocaba recuerdos terribles que quería olvidar.
 
???: Oye, tú, ¿qué demonios estás faciendo tan pálido, mierdecilla? ¿Qué face un mierdecilla tan lejos de su grupo? ¿Estás pidiendo a gritos ser la presa de un depredador más grande?
 
Habiendo dicho eso, un hombre pelirrojo sonrió como un tiburón detrás de Subaru, quien no se atrevía a darse la vuelta.
Oh, cómo se reía este hombre que, de ningún modo, debería estar aquí presente.