sábado, 27 de mayo de 2017

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Para ambos, una promesa


Traducción:
Pretinaverse

Corrección y edición:
Carlos (Primer corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

—Tendida en la cama, su expresión era serena. Para Subaru, parecía como si ella estuviera durmiendo.

Sus pestañas son tan largas... pensó aturdido, mientras observaba sus ojos cerrados. Normalmente ella intentaba mantenerse inexpresiva, pero, mientras dormía, una suavidad propia de su edad aparecía en sus mejillas. Ahora que lo pensaba, Subaru nunca la había visto dormir.

Ella siempre despertaba antes que él y se dormía después de él. Subaru sabía que, para mantener su determinación, ella siempre había intentado enterrar su lado infantil. Pero esa fachada obstinada había colapsado numerosas veces frente él.

Ya sea sorprendida o avergonzada. Disgustada o a punto de llorar. O después de haber abierto sus corazones, su sonrisa reluciente bajo sus lágrimas. Debería haber tantas otras, tantas otras oportunidades para verlas otra vez—
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¡Vamos a comer!


Traducción:
Pretinaverse

Corrección y edición:
Carlos (Primer corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

Mientras el carruaje de dragón se balanceaba de lado a lado, Rem sólo podía pensar en él. Su nombre había aparecido de la nada en su cabeza.

Suavemente alzó la mirada, entrecerrando los ojos frente al radiante brillo del sol. Delante de ella iba una larga fila de carruajes llena de soldados heridos tras la batalla contra la Ballena Blanca.
Solo las heridas más urgentes habían sido tratadas y más de alguno todavía estaba seriamente malherido. Pero, a pesar del dolor, una leve sonrisa podía verse en sus rostros, propia de una sensación de regocijo al haberse cumplido un largo sueño.

Después de tantos años, ver su deseo hecho realidad era mucho más importante que cualquier lesión o incluso que la propia muerte. Y ahora, después de haber logrado su objetivo, regresaban triunfantemente a la Capital.

Al ver todo esto, Rem se odiaba a sí misma al no ser capaz de soportar el dolor en su corazón.

『 Crusch: Pareces inquieta, Rem. ¿Todavía estás preocupada por él? 』

『 Rem: …Crusch-sama. 』

En el lugar del que provenía la voz que acababa de escuchar, se encontraba Crusch, sentada directamente al lado de Rem.

Envuelta completamente en vendajes, era increíble que Rem pudiera actuar como si nada hubiera pasado a pesar de lo serias que eran sus heridas; sin embargo, no era capaz de ocultar su falta de energía. El hecho de que fueran en un carruaje en vez de haber montado directamente en un dragón, fue también porque a Crusch no le parecía bien pedirle a Rem que se montara en uno de ellos en su estado actual, así que decidió acompañarla, por lo menos hasta que pudieran ver la Capital.

Sintiendo la mirada inquieta de Rem, Crusch se encogió de hombros.

『 Crusch: Comparado con esto… 』 dijo moviendo su cabeza,

『 Crusch: Él tiene a Wilhelm y a Ferris, los élites de la expedición, y también a Ricardo y su compañía de mercenarios, para ayudarle. Además, Anastasia debe haber predicho este giro de acontecimientos, por lo que, aunque la fuerza del adversario fuese preocupante, creo que no perderán. 』

『 Rem: Aun así, no puedo evitar preocuparme. 』

『 Crusch: Todavía no puedes eliminar ese desasosiego, ¿eh?… Cuando el obstáculo se encuentra frente a uno, es posible esforzarse para superarlo. Pero cuando el obstáculo está frente a otros, no hay mucho que podamos hacer… Ah, supongo que no se me da bien consolar a los demás, mis disculpas. 』

Viendo que Rem se hundía aún más en su desasosiego, Crusch se dio cuenta de lo contraproducente que fueron sus palabras y bajó la mirada al suelo.

Al observar a la normalmente seria y fría Crusch actuar de manera tan distinta a la esperada, las comisuras de Rem no pudieron evitar formar una sonrisa. Al ver esa reacción, Crusch asintió alegremente con la cabeza.

『 Crusch: Sí, así está mejor. Natsuki Subaru ya lo dijo antes, «una sonrisa le queda mejor a Rem», ¿no? Aunque en el momento que lo dijo no tenía mucho sentido, no por eso deja de ser menos cierto. 』

『 Rem: Crusch-sama… ¿Sabía que cuando sonríe da una impresión completamente distinta? Normalmente luce bastante severa, pero cuando se ríe se vuelve… 』

『 Crusch: Ya me lo habían dicho antes, pero me sigue molestando. Aunque supongo que, al evitar sonreír por cualquier cosa, a los demás se les hace bastante difícil apreciarme… 』

Rem no estaba segura de tomar ese comentario como una broma o no, pero al ver la suave sonrisa de Crusch, ella también terminó sonriendo. «Coraje y orgullo». Para Rem, a quien siempre le había faltado confianza, Crusch era la mujer ideal. Pero claro, en el corazón de Rem, el más alto honor siempre estaría reservado para únicamente su hermana Ram.

『 Crusch: Se están enfrentando al Culto de la Bruja… Aunque su aparición era más o menos predecible considerando la identidad de Emilia, hay que tener mucho cuidado hasta que sepamos más de ellos. Natsuki Subaru sabe eso, pero seguramente Lord Mathers también tendrá algún plan, ¿no? 』

『 Rem: La profundidad de los pensamientos de mi maestro… es imposible de conocer para mí. Aunque me lo preguntes, no sabría qué responder. 』

『 Crusch: Qué mal. Ahora que somos aliados, un poco de información no me vendría nada mal. 』

Puede que aquella conversación haya sido para evitar que Rem se hundiera en pensamientos negativos… De hecho, gracias a Crusch, Rem no se había quedado sola y hundida en preocupaciones. Aun así, lo que había dicho, era un muy buen punto. Un hombre como Roswaal L. Mathers debería haber tenido un grandioso plan para todo esto. Obviamente las acciones de Subaru servían para promover los objetivos de su maestro al mismo tiempo que restauraba su reputación perdida.

De hecho, al derrotar a la Ballena Blanca, su reputación ya había sobrepasado con creces a la que tenía antes.

—Héroe Natsuki Subaru

Para Rem, cuyo corazón y futuro habían sido salvados por él, ese título era más que acertado. Considerando además el brillante futuro que aún podía llegar a traer, también estaba sobradamente justificado.

Y así, estar junto al radiante héroe, desde algún lugar cercano, donde él se voltease ocasionalmente para asegurarse de que ella siguiera a su lado… Si Rem pudiera estar en un lugar así, entonces ella sería feliz y no desearía nada más en ese mundo.

Cuando Subaru aparecía en su mente, el corazón de Rem se llenaba siempre de confusión. Se volvía cálido, y quizás calmado. Y, aun así, se llenaba también de dolor, ansiedad, anhelos y preocupaciones.

Darle a su corazón tanta felicidad y sufrimiento al mismo tiempo, era algo que sólo Subaru podía hacer.

Con una sonrisa en sus labios, los pensamientos de Rem viajaron hacia el futuro… El futuro de ella y Subaru.

Mirando de reojo el rostro de Rem, Crusch suspiró aliviada. Acariciando la funda de su espada con sus dedos, sus ojos se fijaron en silencio sobre el camino frente a ellas. Sus pensamientos eran sobre el largo viaje a la Capital.

『 Crusch: ………¿eh? 』

『 Rem: ¿………? 』

Crusch entrecerró sus ojos al mismo instante que Rem oyó un ruido y alzó la cabeza.

Lo que Crusch vio fue algo extraño acerca del carruaje de dragón que iba delante. El ruido que Rem oyó venía de la misma dirección. De hecho, aquello que a ambas les llamó la atención era lo mismo.

Ante los ojos de Crusch, el carruaje de dragón frente a ella se había «desintegrado». A los oídos de Rem, el preludio del «colapso» resonaba como el ruido de la lluvia al caer.

Una niebla de sangre pulverizada. La imagen del carruaje de dragón en frente de ellas, de pronto se había convertido en un lamentable borrón.

El dragón de tierra, el carruaje y todos los heridos que iban adentro, habían sido completamente arrancados del suelo y destrozados sin ninguna misericordia por una abrumadora devastación.

『 Crusch: ¡—! ¡ATAQUE ENEMIGO! 』

Su sorprendida garganta se retrasó solo unos instantes antes de que Crusch lanzara el grito de guerra. Con Crusch al frente, el resto de los carruajes sintieron la crisis y se prepararon para la batalla.

Rem, ignorando toda sensación de daño y cansancio, se puso de pie enseguida con su lucero del alba[1] en mano— al otro lado de la niebla de sangre se veía la sombra vertical de un hombre.

Se preguntaba quién era ese hombre, que de pronto apareció ante sus ojos, de pie en medio del camino.

Sin ninguna arma ni armadura, sin ninguna clase de miedo. Sin demostrar ni compasión ni malicia ni intención alguna.

『 Crusch: —¡¡APLÁSTALO!! 』

La orden de Crusch se escuchó a toda fuerza desde la plataforma del conductor. Inmediatamente el caballero a cargo del dragón aflojó las riendas en respuesta. Con un solo grito, el dragón de tierra comenzó la embestida con el carruaje, con una fuerza capaz de triturar a cualquier víctima que tocase.

Sin desviarse del objetivo, iban directo a un choque frontal con la figura de pie frente a ellos. El hombre no demostraba ninguna intención de hacerse a un lado. Y así como así, los dos objetos colisionaron. Un cuerpo delgado a punto de ser hecho trizas por el—

『 Rem: ¡Crusch-sama! 』

Mientras gritaba, Rem tomó a Crusch por la cintura a la vez que saltaba con ella fuera del carruaje. No había tiempo para alcanzar al conductor, pensó Rem al caer, mordiéndose los labios.
Y entonces, un instante después,

『 Hombre: Cielos, basta ya. Ni siquiera había hecho nada y ya intentaron aplastarme hasta la muerte. Pero bueno, una persona no debería hacer eso. No señor. 』

Habló con un tono relajado propio de un hombre que tranquilamente pasea por un parque, que está tomando el sol o algo por el estilo.

Si no fuera por los escombros destrozados de lo que solía ser el carruaje de dragón, Rem no habría encontrado esta escena tan extrañamente horripilante.

No importaba cómo lo miraran, aquel hombre no se veía para nada fuera de lo ordinario.

Su cuerpo era largo y delgado, y su ordenado cabello blanco no era ni muy largo ni muy corto… ni siquiera tenía algo raro en él. Sus ropas negras no eran ni extravagantes ni lamentables y su rostro ni siquiera era de los que destacaban. Tenía una apariencia tan normal que, sin importar dónde lo pusieras, no se vería nunca fuera de lugar y, si te lo encontraras por la calle, probablemente lo olvidarías a los 10 segundos de haberlo visto.

Pero el hecho era que, después de entrar en contacto con este hombre, el dragón de tierra había sido partido en dos, antes siquiera de poder dar un paso más y, entonces, junto con el conductor y el carruaje, fueron destrozados en un sinfín de pedacitos imperceptibles.

Lo más escalofriante de todo fue que, a pesar de que Rem nunca le quitó la mirada de encima, todo lo que vio fue a ese hombre simplemente parado ahí.

Sin hacer nada, simplemente parado ahí, el hombre había sobrevivido a la colisión contra el carruaje de dragón que lo había embestido, y todavía continuaba de pie como si nada.

『 Crusch: Gracias Rem por salvarme, pero… parece que la situación sigue igual de mala. 』

Aún sobre los brazos de Rem, Crusch le agradeció, se puso de pie y, en ese mismo instante, desenvainó su espada. En cuanto al caballero que conducía el carruaje bajo sus órdenes y que había sido destrozado en miles de pedacitos, Crusch sintió un fuerte dolor en su corazón, y entrecerró sus ojos.

『 Crusch: Después de asesinar cruelmente a mis súbditos, no creas que esto va a terminar fácilmente… ¿Quién eres tú? 』

Con su espada desnuda, reluciente de instinto asesino, lanzó aquellas palabras al hombre, quien, al escucharla, se tocó la barbilla y comenzó a asentir con la cabeza, como si hubiera entendido.

『 Hombre: Ah, ya veo, ya veo… sí, sí. No sabes quién soy. Pero yo sé quién eres. La Capital entera lo sabe… de hecho, todo el país te conoce… En estos momentos eres el principal tema de conversación. Después de todo eres candidata para ser la nueva Gobernante. Incluso yo, que suelo estar desconectado del mundo, puedo imaginar lo que significa ese gran peso. 』

『 Crusch: Tus palabras triviales terminan ahora. Responde a mi pregunta o, la siguiente vez, te mataré. 』

『 Hombre: ¡Eso es bastante extremo! Pero si no fuera así, no serías capaz de gobernar un país. Sí, este sentimiento, de verdad que no lo entiendo para nada… El deseo de llevar una corona, y todas las responsabilidades que ello conlleva. ¿Cómo podría alguien entenderlo? Ah, ah, pero, aunque no lo comprendo, no discreparé contigo. No soy tan arrogante como para eso. No como tú… 』

Sin prestar ninguna atención a Crusch, el hombre continuó hablando sin parar.

Y entonces,

『 Crusch: —Como dije antes, esa fue tu última oportunidad. 』

Cuando Crusch fríamente pronunció aquellas palabras, su brazo blandió con fuerzas una espada de viento.

La magia de viento de Crusch, combinada con su esgrima, era capaz de liberar un corte invisible. Conocido como «el corte de los cien hombres». Se trataba de un poderoso corte de ultra largo alcance que podía cortar el cuerpo de un hombre sin que éste pudiera siquiera notar desde dónde provino el ataque ni de quién.

En el pasado, cuando la mabestia «Gran Conejo» apareció en las planicies del condado de Karsten, ella cortó a todas las mabestias bajo las órdenes del Gran Conejo en la que fuera su primera batalla.
Desde ese momento, la condesa Crusch Karsten, se adjudicó el título de «el corte de los cien hombres».

Incluso la piel de adamantino[2] de la Ballena Blanca fue abierta por su espada, lo cual jugó un importante papel en la caída de aquella colosal mabestia. Y, comparado con la Ballena Blanca, ese pequeño y frágil cuerpo no tenía ninguna oportunidad de poder resistirlo…

Sin embargo,

『 Hombre: Atacar a alguien que todavía no termina de hablar… ¿Dónde están sus modales? 』

Ladeando la cabeza, como haciendo alarde de no haber tomado ningún daño, el hombre simplemente seguía estando ahí.

Su existencia no había sido afectada en absoluto por un corte que había sido capaz de atravesar la armadura de la Ballena Blanca. El cuerpo de ese hombre —No… incluso sus ropas estaban indemnes. No se defendió del ataque, más bien fue algo completamente diferente y desconocido.

Crusch no podía hacer nada más que contener el aliento, mientras que Rem había quedado completamente atónita luego de ver algo tan fuera de todo ámbito de la comprensión. En frente de ellas, el hombre suspiró por primera vez, y procedió a hablar en un tono lleno de disgusto.

『 Hombre: Oye. Estaba hablando. ¿No es verdad que estaba hablando justo ahora? ¿Es que acaso me equivoco? Tengo todo el derecho a hablar… No creo que sea necesario que diga esto, pero, no interrumpir a alguien cuando está hablando… ¿no es algo de sentido común? Son completamente libres de escuchar o no lo que estoy diciendo, eso no me importa, pero ¿qué es lo que intentan hacer al no dejarme hablar? 』

Mientras despotricaba, el hombre ocasionalmente pisoteaba con fuerza el suelo con una expresión de desagrado en el rostro. Y así como así, apuntó con su dedo a las dos enfrente de él, que ahora estaban completamente sin habla.

『 Hombre: Y ahora están calladas. ¿Qué es esto? Están escuchando. Estaban escuchando, ¿verdad? ¿Acaso no les pregunté algo? Entonces denme alguna respuesta, eso sería lo normal, ¿verdad? Ni siquiera harán eso, no quieren hacerlo. Ah, ah, libertad. Esa es su libertad. Me ven regañando y quieren matarme, y cuando les hago una pregunta, me ignoran como al viento. Entonces, ¿así será? ¿así es? Bueno, son libres de hacer lo que quieran. Muy bien, digamos que así es como es. Pero entonces, ¿qué se supone que significa eso? 』

Mirando a las dos enfrente suyo completamente calladas, preparadas para un ataque, ladeó la cabeza mientras las observaba con sus agudos ojos y entonces, con una voz ahogada,

『 Hombre: Están ignorando mi Derecho —Una de mis pocas posesiones, ¿verdad? 』

Un escalofrío subió por la espalda de Rem. El hombre dio un paso al frente, mientras levantaba uno de sus brazos, creando una leve brisa.

Entonces, en la misma línea en que su brazo se levantó —la tierra, el aire y el mundo, se partieron en dos.

Girando, girando y girando, el brazo cercenado de Crusch voló por los aires…

Todavía sujetando la vaina de su espada, el brazo cayó acompañado de un rocío de sangre. Crusch, incapaz de mantenerse en pie debido al impacto, cayó sobre el suelo, convulsionando del dolor y de la inmensa pérdida de sangre.

『 Rem: ¡Crusch-sama! 』

Aturdida por unos segundos, Rem corrió junto a Crusch. Colocó sus manos sobre la herida y, con lo poco que le quedaba de maná[3], usó todas sus fuerzas para detener el sangrado.

El hombro de Crusch estaba cubierto en un brillante carmesí. Su carne, huesos, nervios y arterias habían sido perfectamente cortados. Un ataque limpio y experto. Rem suspiró con una, más bien, inapropiada admiración.

『 Crusch: Ferris… oh… ¿Tú? 』

Bajo las curativas manos de Rem, Crusch miraba con los ojos desenfocados, murmurando algo inentendible y, con su brazo derecho restante, sujetaba firmemente la rodilla de Rem. Prueba de que aun poseía fuerzas para vivir.

Crusch apretó los dientes, soportando el dolor.

Rem observaba todos los movimientos del hombre. No tenía ninguna manera de defenderse de sus golpes. Ante el más mínimo signo de ataque, lo único que Rem podría hacer era alejarse de un salto con Crusch.

En ese momento, se dio cuenta de algo extraño: por alguna razón Crusch y Rem estaban completamente solas. ¿Por qué no había venido nadie a ayudarlas? En esta crítica situación, con su lord gravemente herida, ¿por qué los caballeros que no se acobardaron ni siquiera ante la Ballena Blanca—

『 Joven: Ah, de verdad… ¡Comí y comí, pero todavía no es suficiente! ¡Es gracias a eso que seguimos viviendo! ¡Comer, masticar, morder, destrozar, moler, mascar, chupar! ¡BEBER GLOTONAMENTE! ¡COMER GLOTONAMENTE! AH— ¡TERMINÉ! 』

De repente, por detrás, vino la voz estridente y desgarradora de un adolescente.

Al igual que el primer hombre, la voz del joven envió escalofríos por toda la espalda de Rem. Su cuerpo rígido se giró para poder mirarle. El joven estaba de pie entre varios carruajes vacíos, cubierto de sangre, de pies a cabeza.

Su largo cabello café oscuro se extendía hasta sus rodillas. Su cuerpo era corto, más o menos de la misma altura de Rem y, quizás, 2 o 3 años más joven —probablemente no mucho más viejo que los niños de la aldea cercana a la mansión.

Bajo su cabello, solo un delgado andrajo empapado de sangre, cubría su delgado cuerpo. Cada porción de su piel estaba cubierta de sangre. Naturalmente, ni una sola gota de esa sangre era de él. Era de los caballeros que yacían a sus pies.

Mientras Crusch y Rem se encontraban en un punto muerto con el hombre en frente de ellas, los caballeros se habían enfrentado al enemigo que tenían detrás. Al final, antes de que Rem fuera capaz de sentir cualquier combate, la batalla ya había terminado.

『 Rem: Tú, eres… 』

Su voz temblaba. Con Crusch en sus brazos, Rem retrocedió hasta que ambos enemigos se encontraron en su campo de visión. La sangre del hombro de Crusch había teñido el suelo de rojo. Ahora, el aire se tornó frío, como burlándose de su debilidad, de su miedo.
Al escuchar la pregunta, el hombre y el joven se miraron el uno al otro.

Como si lo hubieran practicado, asintieron entre ellos y, entonces, con la misma sonrisa trastornada de violento placer, anunciaron su nombre:

『 Hombre: ¡Arzobispo del Pecado del Culto de la Bruja «Codicia», Regulus Corneas! 』

『 Joven: ¡Arzobispo del Pecado del Culto de la Bruja «Glotonería», RAY BATENKAITOS! 』


『 Ray: Cuando sentimos que nuestra mascota había sido asesinada vinimos a echar un vistazo. Pero entonces, ¡AH! — ¡QUÉ COSECHA TAN DELICIOSA! ¡Es buena, es bastante buena, es muy buena, es genial, es maravillosa, es increíble, es asombrosa, es extraordinaria! ¡Es ESPECTACULAR! ¡Pasión! ¡Amor! ¡Odio! ¡Cortesía! ¡Oh ALEGRÍA! ¡Y TRISTEZA! Eso es, ¡eso es! ¡ESO ES COMPLETAMENTE MERECEDOR DE SER COMIDO! 』

«Culto de la Bruja» —y «Arzobispo del Pecado».

Cuando esas palabras alcanzaron los oídos de Rem, se quedó paralizada en el lugar.

Con una expresión de regocijo, el joven golpeó fuertemente el suelo mientras se reía a carcajadas con extraños ruidos.
Girando, como si danzara, sus brazos apuntaron a los caballeros caídos y luego los miró como demostrando una abrumadora compasión.

『 Ray: ¡Qué MARAVILLOSO! Venir personalmente a alimentarme. Últimamente ha sido bastante difícil encontrar personas con carácter. Pero ahora, ¡he redescubierto la GRATIFICACIÓN LARGAMENTE PERDIDA de mi hambre! 』

『 Regulus: Eso es lo que no entiendo de ti, Batenkaitos. Tu hambre no es hambre de verdad, y el que se llena ni siquiera eres tú. ¿Por qué no puedes estar satisfecho con tu forma de ser? Lo único que de verdad poseemos es aquello que podemos sostener con ambas manos y llevar con nuestros dos brazos. Si fueras capaz de entender eso, serías capaz de controlar tus deseos, ¿no? 』

『 Ray: No necesitas sermonearme, viejo. No me gustan los sermones. Tampoco es que esté en desacuerdo con lo que acabas de decir, es solo que no me interesa. Para ser honesto, mientras no pase hambre — ¡NO ME IMPORTA NADA MÁS! 』

«Glotonería» Batenkaitos sucumbió ante un ataque de risa trastornada, mientras que «Codicia» Regulus se encogió de hombros desinteresadamente.

Dos Arzobispos del Pecado apareciendo en un mismo lugar al mismo tiempo. Rem se hundió en sus pensamientos.

En términos de fuerza, derrotar a esos dos era imposible. Aunque había logrado detener el sangrado de Crusch, todavía se encontraba en una situación crítica. Y, ya sea que los caballeros estén muertos o comatosos, tampoco podían pelear. Para sanar a Crusch, Rem tuvo que usar más maná del que le quedaba… Si entraba en modo ogro, sería capaz de absorber maná de la atmósfera y dar algo de pelea. Pero contra ellos dos, la victoria era algo inconcebible.

Por un lado, estaba la perfecta ofensiva y defensa de «Codicia». Conocido por ser capaz de capturar una ciudad entera por su cuenta, completamente desarmado. Era imposible conocer el alcance completo de su poder. Y, por otro lado, estaba «Glotonería», quien era igual de formidable. A pesar de que sus habilidades eran desconocidas, había sido capaz de eliminar un ejército entero en cuestión de segundos. No importaba qué, Rem era incapaz de vislumbrar la victoria.

Rápidamente escaneó el campo de batalla. Los carruajes tirados por raigars[4] no se veían por ninguna parte.

Los mercenarios demihumanos[5] eran los encargados de transportar a los soldados heridos —y la cabeza de la Ballena Blanca.

Puede que se hayan escapado durante el caos y se retiraran a toda velocidad camino a la Capital. Quien los comandaba probablemente era el vicecapitán de Colmillo de HierroHetaro—, brillante e ingenioso, con un gran sentido común y juicio…

Si se le diera el tiempo suficiente, a lo mejor podría regresar con refuerzos.

Pero, aunque ese fuera el caso —jamás llegarían a tiempo para Rem.

『 Rem: La Ballena Blanca… 』

『 Regulus: ¿Oh? 』

『 Ray: ¿Eh? 』

Ella murmuró suavemente y ambos Arzobispos del Pecado ladearon sus cabezas.

Mantuvo el aliento un instante. Había encontrado una forma de ganar tiempo.

Antes de que ellos perdieran el interés, continuó.

『 Rem: ¿Quieren la Ballena de vuelta? Porque nosotros estamos transportando su cabeza cercenada camino a la Capital justo ahora. 』

『 Ray: ¿Cabeza? Ah, estaba empezando a preguntarme qué era ese extraño olor. Lo que ocurra con la cabeza de todas formas no me importa. Está muerta, puedes traerla, ¿pero de qué va a servir? Si quisiéramos, siempre podemos hacer otra… Demoraría más o menos la misma cantidad de tiempo en criarla. 』

Diciendo esto, Batenkaitos chasqueó su cuello y rechinó los dientes,

『 Ray: Comparado con eso… 』 dijo forzosamente,

『 Ray: Comparado con una Ballena muerta, estamos más interesados en LA GENTE QUE LA MATÓ. Después de 400 años, POR FIN alguien mató a esa cosa. Y a pesar de que nosotros estábamos esperando un banquete… ¡AH! ¡ESTO FUE MÁS ALLÁ DE NUESTRAS EXPECTATIVAS! 』

Su cabeza se sacudía de arriba abajo, su largo cabello se balanceaba salvajemente, el joven reía con saliva volando de su boca, chasqueando sus dientes mientras lo hacía.

『 Ray: ¡Amor! ¡Cortesía! ¡Odio! ¡Obsesión! ¡Logro! ¡Reunidos, llevados a ebullición y tragados enteros! ¡LA GRATIFICACIÓN! ¿Acaso hay alguna otra cosa en el mundo más DELICIOSA? No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no lo hay, no lo hay, ¡NO LO HAY! ¡BEBER GLOTONAMENTE! ¡COMER GLOTONAMENTE! ¡Entonces! ¡Mi Corazón! ¡Mi Estómago! ¡¡Mi ALEGRÍA y GRATIFICACIÓN se ESTREMECEN!! 』

Incomprensible.

Perdiendo el control, Batenkaitos rompió en una estridente y convulsiva risa. Lentamente, Rem fijó la mirada en Regulus, y Regulus le saludó con su mano.

『 Regulus: Lamentablemente, a diferencia de él… Yo estoy aquí por pura coincidencia… No fue mi intención para nada… Por supuesto, ¿tengo un hambre y deseos como él? Pensar en tener tales deseos egoístas y sin sentido… ¡A diferencia de su estómago insatisfecho que lo tortura, yo, por otra parte, estoy completa y absolutamente, contento conmigo mismo! 』

Extendiendo sus brazos como una cruz, Regulus permaneció enfrente de Rem con una expresión absolutamente refrescante.

El brazo izquierdo de Crusch había sido cercenado y, sin embargo, los dos brazos de aquel hombre eran todavía capaces de doblarse y girar. Era un acto de hacer alarde de su propia existencia.

『 Regulus: Conflicto, odio eso… Para mí, simplemente disfrutar de la calma y seguridad de una vida normal es suficiente. No tengo ninguna otra necesidad más que esa. El estático, inmutable tiempo y yo, son lo mejor. Debido a que mis manos son pequeñas y débiles, para mí, solo por mí, para proteger las escasas posesiones que tengo, debo usar toda mi fuerza. Esa es la clase de frágil existencia que tengo. 』

Regulus enfatizó sus dichos formando un puño con su mano. Una mano que había reclamado incontables vidas y el brazo de una mujer. Tal explicación había ido demasiado lejos.

Ya sea Ray, un lunático en el éxtasis de una risa trastornada, o Regulus, un hipócrita autocomplaciente y charlatán, ciertamente ambos eran del Culto de la Bruja.

Una tormenta de furia hirviente se creaba en su corazón.

Rem recostó a Crusch, que aún respiraba con dificultad, sobre la planicie cubierta de césped. Forzó sus temblorosas piernas a ponerse de pie. En su mano, sostenía su lucero del alba y, exprimiendo la última gota de su agotado maná, lanzas de hielo se formaron en el aire a su alrededor.

Al ver esto, las expresiones de Ray y Regulus cambiaron.

『 Regulus: ¿Es que nadie estaba escuchando? ¿Acaso no dije que no quería pelear? Si vas a tomar una actitud como esa, entonces, entonces, estás ignorando mis deseos… Eso es violar mi Derecho. Una de las pocas posesiones que se me ha permitido tener… Mi propiedad. Tomada de mí. —Para mí, que tengo pocos deseos, esto es imperdonable. 』

『 Rem: Ya basta, Cultistas de la Bruja. 』

Levantando su cabeza en dirección a Regulus, Rem pronunció estas palabras con firmeza y resolución.

Hacia la decepcionada mirada de Regulus, Rem sacudió sus cadenas de hierro.

『 Rem: Tarde o temprano un héroe aparecerá. Y todo el dolor y sufrimiento que su autocomplacencia y engreimiento han causado al mundo, será bien sabido por él. Quien Rem ama profundamente, el único e inigualable, héroe. 』

『 Ray: Eh, un héroe. ¡Estaremos esperando ansiosamente a ese tipo! ¡Si tanto crees en él, eso quiere decir que debe estar DELICIOSO! 』

Aplaudiendo con sus manos, y su cuerpo inclinado hacia adelante, Ray Batenkaitos sacó su lengua en dirección a Rem. Sus ojos no eran los de un hombre viendo a un enemigo, mucho menos a una mujer. Eran los ojos de una bestia hambrienta mirando su comida.

Los caballeros caídos detrás de Batenkaitos comenzaron a borrarse hasta volverse indistinguibles.

Su existencia, su posición, nada de esto era comprensible por Rem. ¿Por qué estaban ahí tirados, quiénes eran y qué relación tenían con ella?

Igual que la pesadilla de la existencia de alguien siendo borrada por la niebla de la Ballena Blanca. Lo que significaba que el maestro de la Ballena, "Glotonería", poseía la misma Autoridad.

Sirvienta Jefa de la mansión del Margrave Roswaal L. Mathers, Rem.

Intentando proclamar su identidad, Rem sacudió su cabeza.

En este momento, el nombre que ella en verdad quería decir era,

『 Rem: Solo soy alguien que es querida por la persona que ama. Compañera del Héroe, a quien amo más que a nada en este mundo, sin importar qué. La compañera de Natsuki Subaru, Rem. 』

Un puro y blanco cuerno surgió de su frente, y una gran cantidad de maná se dirigió hacia su cuerpo desde la atmósfera.

Su cuerpo lleno de nuevas fuerzas, la cadena de su lucero del alba retorciéndose y traqueteando, las lanzas de hielo alrededor de ella repiqueteando en anticipación.

Abrió los ojos, asimilando el mundo y sintiendo la atmósfera. En su mente, ella podía ver su rostro.

『 Rem: Prepárense Arzobispos del Pecado. ¡El héroe de Rem traerá el castigo sobre ustedes! 』

Levantando su lucero del alba, al mismo instante que sus lanzas de hielo salieron disparadas, el cuerpo de Rem se lanzó a toda velocidad.

En respuesta, la boca de Batenkaitos se ensanchó completamente abierta y llena de colmillos.

『 Ray: ¡¡Qué maravilloso!! —Ah, ¡tal PASIÓN! ¡¡VAMOS A COMER!! 』

Choque contra choque, y en ese instante ella pensó—

Ojalá que, al darse cuenta de que ya no estoy, pueda causarle aunque sólo sea una pequeña marca en su corazón.

—Solo eso, fue lo que Rem deseó en su último momento.


[1] El Lucero del alba es un arma, con forma de maza, cuya característica principal es que su cabeza armada se compone de una esfera ferrada o plomada de donde parten clavos o púas. De ahí su similitud con el símbolo de un lucero.
[2] El adamantino es un mineral mitológico, prácticamente indestructible.
[3] El maná es la fuente de energía de la magia.
[4] Los raigars eran los animales que usaban de montura los mercenarios demihumanos bajo el mando de Ricardo. Son como una especie de lobos grandotes.
[5] La palabra «demihumano» no se encuentra aceptada actualmente por la RAE. De todas formas, será utilizada por nosotros para referirnos a aquellas personas que, en esta novela, poseen rasgos de otras especies. La razón por la que no usamos «semihumano», es porque «semi» indica mitad, y no todos los demihumanos tienen mitad y mitad de sangre humana y otra especie. La cantidad puede variar.
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Un momento en el carruaje de dragón


Traducción:
Pretinaverse

Corrección y edición:
Carlos (Primer corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

El carruaje de dragón emitía un leve traqueteo mientras bajaba por el camino. Se encontraba bajo protección divina, por lo que, cualquier ruido o balanceo que hiciera, era apenas perceptible.
Subaru dejó que su cuerpo se relajara en aquella calma que había. En retrospectiva, probablemente era la primera vez que montaba en un carruaje tan tranquilo.

Si lo obligaran a elegir, aquella primera vez en que se dirigieron a la Capital desde la Mansión Roswaal podría haber sido la mejor, pero, en ese momento, debido a su propia torpeza, el viaje fue bastante más movido y hubo pocos momentos para disfrutar del paseo. Sin embargo, gracias a ese mismo viaje en carruaje, algunas cosas[1] le salieron bien a Subaru más adelante, por lo que tampoco podía considerar que aquella hubiera sido una mala experiencia.
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