viernes, 23 de septiembre de 2022

,

Loser


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Tobías

Corrección y edición
Carlos
Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

——Había subido corriendo la larga, larga escalera para alcanzarlo, pero para cuando lo hizo, ya era demasiado tarde.
 
???: …
 
Forzó un grito a pesar de su fuerte jadeo, haciendo trabajar en exceso sus ya fatigados pulmones.
Pero ni su voz ni sus palabras tenían el poder de cambiar la situación. La ausencia del poder de las palabras se estaba convirtiendo en un problema, especialmente ahora que los dos estaban enfrentando sus técnicas de espada.
Aunque ni siquiera sabía si podía llamarlo «enfrentando sus técnicas de espada».
Debido a que las cosas habían sido tan unilaterales, y por mucho que lo adornara, las armas que uno de ellos empuñaba no eran más que palillos.
 
——La luz blanca se extendió, tiñendo el ya blanco espacio de un blanco más brillante.
 
Cuál era la causa no estaba claro. Independientemente de si se trataba de algo derivado de la naturaleza de esta aberración de espadachín o si se trataba de un golpe que, según presumía, podía incluso cortar la luz, el golpe trajo consigo una onda expansiva que se extendió por todo el espacio.
El individuo atrapado en la línea de fuego también fue engullido por la luz y salió volando sin poder hacer nada al respecto.
 
Y entonces, literalmente en un parpadeo, la luz se desvaneció y la alta figura del hombre pelirrojo de una sola manga llenó la habitación——junto con la figura del espadachín de pelo violeta que había colapsado como un cadáver.
 
???: ¡Anda, pero si has venido, mierdecilla!
 
El pelirrojo llamó despreocupadamente a Subaru, que se había quedado sin palabras ante lo que acababa de presenciar. Sin vacilar, el pelirrojo le sonrió como un tiburón, como si se hubiera olvidado del duelo que acababa de tener.
Y entonces apuntó al espadachín caído——a Julius.
 
???: Llegas tarde, mierdecilla. Ya he limpiado todo aquí, y tengo el presentimiento de que seredes molestos, así que apresúrate, levántalo y sacad vuestros traseros de aquí.
 
Subaru: … Reid Astrea.
 
Reid: Demonios, mierdecilla. No vayas metiendo la nariz en los nombres de otras personas, oye. No me agües la fiesta, es mucho más genial no dar nombres, mierdecilla.
 
El humor del Palillero —Reid— empeoró mucho tras ser llamado por su nombre.
Aunque Subaru se sentía molesto por lo completamente fuera de lugar que eran sus comentarios, no se atrevió a tomar ninguna acción precipitada. En su lugar, apartó lentamente su mirada de Reid hacia el todavía derrumbado Julius.
 
Reid: No es menester que me mires tanto, mierdecilla; no voy a agarrarte y engullirte.
 
Subaru: Lo siento, pero, de donde vengo, es de sentido común no mirar hacia otro lado cuando te encuentras con un oso. Y en cuanto a Julius…
 
Con su mirada aún puesta sobre Reid y con su guardia en alto, Subaru se agachó y se aseguró de que Julius aún estuviera respirando. Había perdido la consciencia, pero podía sentir su respiración cuando colocó la palma sobre su boca.
Parecía que aún estaba vivo a pesar de haber recibido de lleno ese golpe de espada. Subaru se sintió aliviado por eso.
 
Subaru: Esto es bastante amable de tu parte, considerando que dijiste que la próxima vez no nos lo pondrías fácil.
 
Reid: No realmente. Oye, ser derrotado por palillos y escabullirse a casa es más lamentable que ser asesinado por palillos, ¿no crees? Eso es lo que pienso. Preferiría morir que mostrarme ante otros de manera tan miserable. Así que los derroto con mis palillos y dejo que se escabullan de vuelta a casa.
 
Subaru: Déjame retirar lo que dije acerca de que eras amable, escoria.
 
Reid: ¡Jah! Nunca me impresionarás, sin importar lo que digas, mierdecilla. Además, no tengo ninguna intención de probaros más hoy. Mas
, si quieres probarme, apalizárete. Como a ese chico debajo de ti.
 
Reid se rascó los abdominales con su mano derecha y apuntó a Subaru y Julius respectivamente con los palillos en su izquierda.
A pesar de lo enfadado que estaba con la actitud de Reid en ese momento, Subaru no tenía ninguna manera de hacer que se retractara de su grosería.
 
Subaru: Maldita sea.
 
Reid: Sí, sigue ansí. No te quedes en silencio mientras cargas a tu camarada, sigue comportándote como un mal perdedor. Eso es lo más inteligente y fácil que puedes facer si ansí te sientes mejor. Aunque sea irritante.
 
Reid entrecerró su frío ojo azul y escupió eso mientras se sentaba con fuerza. Mientras tanto, Subaru se las había arreglado para levantar al colapsado Julius mientras era sometido al deleite del vencedor.
Subaru fue forzado a cargar a Julius en su espalda justo como lo había hecho una hora antes. Su cuerpo inconsciente era bastante pesado, sin mencionar que era más alto que él. Era un completo desastre, pero en tiempos difíciles debían hacerse algunos sacrificios.
Porque dejar a Julius atrás, por su cuenta, no era una opción.
 
Reid: ——La próxima vez, trae a una desas mujeres atractivas, mierdecilla. Como esa fermosísima chica, por ejemplo.
 
Sin mencionar ninguno de sus nombres ni una sola vez, Reid se despidió de ellos.
Ante la actitud displicente de Reid, Subaru no pudo hacer nada más que retirarse sin decir nada.
 
 
    
 
 
Subaru: ……hah… hah…
 
Un pie tras otro, paso a paso, Subaru bajó por la escalera mientras cuidaba donde iba a pisar.
Aunque la escalera era considerablemente ancha, aún se sentía algo claustrofóbico al estar rodeado por paredes de piedra. Era la segunda vez que subía y bajaba esta escalera en particular, pero aún no tenía pistas que lo ayudaran a esclarecer la antinaturalidad de la estructura de la escalera en lo referido a por qué no salía de la torre a pesar de ser recta.
 
Subaru: ¿Por qué siquiera pensaste en hacer algo tan estúpido? … Estoy por llegar a mi límite.
 
Obviamente era duro llevarle a cuestas por la larga escalera.
Especialmente habiendo 444 escalones en esta larga escalera (contados por Emilia). No es como si Subaru guardara ningún resentimiento con Emilia por haberle dicho eso, pero en momentos como estos donde el número de escalones seguía apareciendo en su cabeza, sentía el impulso de querer regañarla y pellizcar sus mejillas.
Desde luego, Emilia definitivamente se vería linda si él tratara de pellizcar sus mejillas.
 
Subaru: Si no me apresuro y lo llevo de vuelta, Emilia y Beako se preocuparán.
 
Tras notar la ausencia de Julius en la Sala verde, Subaru y los demás se separaron para buscarlo por todo el interior de la atalaya. Habían ido al tercer piso, así como a las habitaciones en el cuarto piso, mientras Shaula fue a los pisos inferiores para revisar a Gyan y el carruaje de dragón, entre otras cosas.
Todos estaban preocupados por Julius. Preocupados por lo que estaba sintiendo en su corazón debido a su derrota ante Reid y haber desaparecido dejando atrás su rota espada de caballero.
Por supuesto, ellos eran todos del tipo que se preocuparían hasta enfermarse con el peso de la ansiedad en ellos.
 
Subaru: Pero, sabes…
 
——Sin embargo, sólo Subaru difería de ellos. Sólo Subaru había sido capaz de entender inmediatamente lo que ocurría en su corazón.
¿Dónde había ido Julius sin su Espada de Caballero, y con qué propósito?
Seguramente sólo Subaru…
 
Julius: … Todo está temblando.
 
Subaru: ¡——Gh! ¡¿Recién te diste cuenta?!
 
Subaru se detuvo a mitad de camino cuando oyó la voz que provenía de su espalda. Al oírle, Julius, que estaba siendo cargado por él en sus hombros, dijo Aah… y se movió.
 
Julius: ¿Dónde estamos?
 
Subaru: Vagamente hablando, estamos a la mitad de unas escaleras; y para ser un poco más precisos, estamos a la mitad de una larga escalera; y aún más precisamente, estamos huyendo en la mitad de la escalera entre el segundo y el cuarto piso.
 
Julius: Estás siendo bastante vago acerca de eso, no es cierto… ¿Me estás llevando en tu espalda?
 
Subaru: Exacto. Y déjame decirte que es la segunda vez que esto ha pasado en un corto período de tiempo. Y estoy haciendo esto solo treinta minutos después de haber pensado que nunca más me gustaría hacerlo de nuevo; ¿cómo crees que me siento acerca de esto?
 
Julius: No es de extrañar que el viaje haya sido tan agitado…
 
Subaru: ¿Acaso quieres que te arroje?
 
Subaru pudo sentir la entrecortada risa de Julius viniendo de su espalda. Ignoró el sarcasmo en sus palabras y se destensó un poco.
 
Sinceramente, Subaru no tenía ni idea de cuáles serían las primeras palabras de Julius cuando despertara. No estaría exagerando si dijera que incluso había estado temiendo lo que diría, realmente.
Era por eso que Subaru se sintió aliviado cuando la clase de conversación que surgió con las primeras palabras de Julius, luego de que se despertara, no era del tipo llena de desesperación.
 
Subaru: ¿Recuerdas lo que sucedió?
 
Julius: … Triste como es, lo recuerdo. Fui fácilmente derrotado por nuestro enemigo, y al final, todavía se me mostró compasión, causándote problemas a ti, a Anastasia-sama y a todos los demás.
 
Subaru: … No soy alguna clase de demonio que te culparía por perder contra un oponente como ese.
 
Julius sonaba terriblemente como siempre, y por eso Subaru dejó escapar un suspiro y reanudó su descenso por la escalera.
Habiendo recuperado la consciencia, Julius era mucho más fácil de cargar que antes. También había despejado algunas de las preocupaciones que habían estado ralentizando su paso, así que gracias a eso pudo abordar los escalones restantes con renovado vigor.
 
Julius: … Anastasia-sama está fuera de peligro, ¿verdad? Vi que se había desmayado y que después fue llevada a la sala del espíritu para recibir tratamiento.
 
Subaru: El diagnóstico actual para ella es que su vida está fuera de peligro. Tú, por otro lado, estuviste bastante cerca de morir. Ese bastardo con el parche… te llevarás una sorpresa cuando sepas quién es.
 
Julius: ——Reid Astrea.
 
Subaru: …
 
Su voz rebosaba con confianza en su respuesta. Subaru se sorprendió tanto que por un segundo tanto sus pies como su respiración se detuvieron. Sin embargo, rápidamente volvió a poner en movimiento tanto sus pies como su respiración para no dejarle caer por su sorpresa.
Subaru eligió cuidadosamente sus palabras para que Julius no percibiera su confusión.
 
Subaru: ¿Así… así que lo supiste todo este tiempo? Él es esa cosa. Shaula dijo que lo conocía, lo cual tiene sentido al ser alguien de hace 400 años… Pero, parece que estaba diciendo la verdad cuando aludió que es alguien difícil de tratar. Lo digo porque se desmayó justo después de ver su rostro.
 
Julius: Qué dices; había un montón de cosas que hacían sospecharlo. Su flamante pelo rojo y ojos azules. Su técnica con la espada realmente destacaba… si es que se le puede llamar a eso técnica con la espada. Ni siquiera se permitió blandir la espada contra mí. Simplemente debería decir que es una persona poderosa. Incluso el término Palillero es uno que lo denota por lo que he visto en la literatura.
 
Subaru: ¿Así que ha sido llamado Palillero desde la antigüedad porque pelea con esos palillos?
 
Julius: En realidad, hace referencia a que no eligió un arma con la que se especializara. Tuve mis pensamientos sobre él cuando se presentó como un Palillero… pero, no estaba seguro. Me disculpo por no habértelo mencionado.
 
Subaru no sabía qué responder a la disculpa de Julius.
Aunque había dicho que había habido montones de cosas que lo habían hecho sospechar, Subaru pensó que estaba exagerando demasiado.
 
Reid Astrea, el hombre conocido como el primer Santo de la Espada, debería haber muerto hace 400 años.
Sólo porque algunos de sus rasgos coincidieran, no significaba que se pudiera llegar fácilmente a la conclusión de haber encontrado a ese héroe de antaño cuyo nombre había pasado a los cuentos de hadas y a las leyendas.
 
Si hubiera existido la posibilidad de que se diera cuenta de eso, entonces Subaru debería haber sido capaz de llegar a esa conclusión. Después de todo, él y Emilia habían estado de acuerdo en que los Exámenes que habían sido propuestos por esta atalaya eran similares a las Pruebas que habían tomado en la Tumba de Echidna.
Con eso dicho, Subaru debería haber reflexionado más a fondo sobre el contenido de los Exámenes establecidos por esta torre y planteado tantas posibilidades como pudiera.
Su negligencia los había llevado a la derrota en el segundo piso, Electra.
 
Julius: Mmm. ¿Cómo es que acabamos encontrándonos a este espadachín de leyenda traído del pasado? En un principio, me habría encantado que me concedieran esta bendición, pero considerando la situación…
 
Subaru: Entiendo cómo te sientes. A estos héroes de leyenda se les da bien ser decepcionantes en realidad. La atalaya está repleta de decepciones como Shaula, que había sido juzgada como Sabio.
 
Julius: … ¿Entiendes… cómo me siento?
 
Su voz se quebró y se sintió llena de autodesprecio.
Cuando escuchó de cerca lo que Julius había gemido, Subaru apretó los dientes por lo desconsiderado que fue lo que él mismo había dicho. Pero prefirió no tocar ese tema, optando en cambio por decir Aun así… para cambiar de tema.
 
Subaru: Si recuerdo correctamente, el primer Santo de la Espada está grabado en las monedas de oro, pero hay una diferencia bastante grande entre eso y el tipo real. En el caso de Shaula, era inevitable, ya que se trataba de la persona equivocada; pero, en el caso de la moneda de oro y Reid, también hay una diferencia considerable entre ellos dos. El tipo de la moneda de oro parecía más bien un tipo de mediana edad.
 
Julius: Soló un pequeño dato histórico; fue cuando era mayor que Reid realizó sus hazañas que le llevaron a ser contado como uno de los Tres Grandes Héroes. La figura representada en las monedas de oro es probablemente correcta. El de arriba es más joven que el de la historia registrada.
 
Subaru: Ahora que lo mencionas, no parecía que Reid reconociera a Shaula.
 
Había planeado cambiar el tema, pero por casualidad acabaron tocando otro detalle interesante.
Teniendo en cuenta lo que Julius había dicho, definitivamente había habido demasiada diferencia de reacción entre Reid y Shaula a pesar de supuestamente conocerse de hace tiempo. Si asumía que este tipo era el Reid de antes de conocer a Shaula, entonces habría algunas partes con las que podía estar de acuerdo en cuanto a las diferencias de los dos a la hora de reconocerse.
Pero, cuando consideró la sobrerreacción de Shaula y la alta probabilidad de que Reid no recordara su nombre o su rostro debido a como es, la base de la hipótesis se debilitaba.
 
Subaru: Si tomamos eso como correcto, ¿No significa eso que ellos habrían luchado contra la bruja después de su época dorada? Lo que significa que tendríamos que derrotar a Reid en su mejor momento.
 
Julius: Me parece que eso va a ser muy difícil, o casi imposible.
 
Subaru: Sí, seguro que va a ser agotador. Pero estoy seguro de que habrá alguna manera de superar esto si se nos ocurre un plan. Como están las cosas…
 
Subaru dudó mientras buscaba cualquier cosa que pudiera ayudarles contra Reid.
En ese momento, le estaba diciendo a Julius lo que pasaba por su mente, pero su corazón lo detuvo en seco.
 
Sin embargo, había sido demasiado lento.
 
Julius: Como están las cosas… ¿Qué quieres decir?
 
Subaru: Eh, no es nada…
 
Julius: Subaru.
 
Si se inventaba alguna excusa diciendo que había observado a Reid y que había notado una grieta en su defensa, sería descubierto inmediatamente. De hecho, en ese momento, no había encontrado nada que les permitiera superar a Reid ni nada que pareciera un punto débil; eso era seguro.
Así pues, Subaru se resignó cuando Julius lo llamó secamente por su nombre.
 
Subaru: … Emilia superó el Examen después de que tú y Anastasia quedaran inconscientes.
 
Julius: …
 
Subaru: Eso es todo. La razón por la que ella venció a ese tipo no fue debido a que ella fuera más fuerte que él. Digamos que la suerte estuvo de su lado. Porque Emilia es… única en eso.
 
Era difícil llamar al resultado final una mera victoria.
Emilia apenas había conseguido que su determinación y habilidad fueran reconocidas por el examinador, Reid, en el Examen. Sin embargo, las circunstancias que la habían llevado a conseguirlo eran difíciles de explicar para cualquiera que no las hubiera presenciado.
Porque, aunque intentaran ganarle de la misma manera, no sería posible para nadie más que para Emilia.
 
Subaru: De todas maneras, como resultado de que varias cosas complejas encajaron en su sitio para ella, Emilia superó el Examen. A pesar de eso, el tipo dijo que sólo dejaría pasar a aquellos que superaran el Examen, así que todos tendremos que ganarle para subir… Bastante retorcido de su parte.
 
Julius: …
 
Subaru: Así que tendremos que preparar un plan de batalla. Independientemente de la dignidad de la lucha, si no le convenzo de que Beatrice y yo sólo luchamos como un dúo, él ni siquiera me dirigirá la palabra. Y en cuanto a Meili, ella no tiene razón para tomar el Examen en primer lugar. Supongo que lo entenderá después de que hablemos sobre eso… Aunque supongo que estará desanimada.
 
Julius: …
 
Subaru: Es por eso que, bueno, tú tampoco irás a ciegas cuando vayamos por la revancha. Ya sé qué haremos. No lo enfrentaremos como lo hicimos esta vez. Desarrollaremos un plan y cómo lidiar con él después de que tengamos una imagen mucho más clara de él. Esta vez, uno que sea de mi estilo…
 
Julius: …
 
Subaru: … Ey, ¿estás escuchando? Ey, ¿Julius?
 
Subaru notó que Julius no había respondido a ninguna de sus rápidas explicaciones. Cuando Subaru llamó a Julius, quien seguía colgado de su espalda, éste se quedó totalmente quieto un momento, y entonces…
 
Julius: S-sí, estoy bien. Estoy escuchando, por supuesto. ——Ya veo, Emilia lo logró.
 
Subaru: Bueno, mencioné eso un poco antes… pero sí. Que eso sucediera significa que pasar el Examen no es imposible. ¿No estás siendo demasiado duro contigo mismo?
 
Julius: ¿Demasiado duro conmigo mismo? Vaya, realmente no necesitas preocuparte tanto. ——Todo es exactamente como dices. Si Emilia pudo pasar el Examen entonces él… el Santo de la Espada, Reid, no es un obstáculo insuperable. Que sepamos eso es increíblemente beneficioso.
 
Subaru: S-sí, exacto. Así es. ——Me alegra que lo entiendas.
 
Julius inesperadamente había aceptado el hecho de que Emilia había pasado el Examen de manera flexible. Subaru se lo había explicado nerviosamente, pero sintió que Julius estaba eludiendo sus preguntas por su reacción… No, las cosas estaban bien.
 
Julius había sido informado de que alguien había superado el obstáculo contra el que él se había estrellado de bruces.
Pero era inútil que Julius se entristeciera por eso. Subaru pensó que estaba dándole una mirada muy ingenua. O por su propia medida, supuso que no debería haber sacado conclusiones sobre el caballero llamado Julius Euclius.
 
Cuando Subaru se vio envuelto por estos profundos sentimientos, Julius dejó escapar un largo suspiro y dijo En fin… con normalidad.
 
Julius: ¿No es hora de que me bajes? Me voy a marear si sigo en tu espalda. No es como si tuvieras la Protección Divina de la Evasión del Viento como los dragones de tierra, ¿cierto?
 
Subaru: Ten paciencia con la brisa y los temblores, y agradece que te esté llevando. Sin duda es un trabajo agotador, pero no puedo ser tan frío como para hacerte caminar por ti mismo cuando estás herido. Emilia-tan me regañaría.
 
Subaru negó con la cabeza ante la propuesta de Julius y sacudió su cuerpo para reacomodar a Julius sobre su espalda.
Julius no estaba en buen estado en ese momento. Por muy hábil que fuera el espíritu de aquella habitación, y por mucho tratamiento que Julius —cuyo cuerpo entero había sido golpeado— hubiera podido recibir, sólo había pasado unas decenas de minutos en la Sala verde.
Eso, y que además no había podido recibir ningún tratamiento por su segunda derrota.
 
Si estuviera sufriendo de cosas como cortes o fracturas, entonces Subaru podría poner sus habilidades a trabajar con las técnicas de primeros auxilios de Clind; pero, desafortunadamente, Julius no tenía ninguna de esas obvias heridas.
 
Los golpes de Reid eran del tipo diseñado para despedazar el corazón de Julius.
Por supuesto, no parecía haber ninguna duda de que había acumulado daño que no era visible en la superficie, pero eso no era excusa para obligarle a hacer cualquier cosa que supusiera un esfuerzo.
 
Era por eso que Subaru había resuelto bajar la escalera entera con Julius en su espalda, aun faltando la mitad——probablemente unos 200 escalones más
Pero, aun así…
 
Julius: ——No, no puedo seguir causándote problemas. Estaría bien si siguiera desmayado, pero afortunadamente recobré la consciencia. Puedo bajar el resto de las escaleras por mí mismo.
 
Subaru: No seas tan ridículamente terco. Aunque insistas, es demasiado tarde. Si dices que te avergüenzas de estar siendo cargado en mi espalda, todos los que estaban conmigo ya vieron eso… excepto Shaula y Anastasia, ya que estaban desmayadas.
 
Julius: Entonces, por eso. No debo mostrarme así ante ellas dos; especialmente ante Anastasia-sama. Te ruego que me bajes.
 
Subaru: No digas cosas tan forzadas. Para empeza——
 
Julius: ——¡Te he pedido que me bajes!
 
——Su arrebato fue bastante abrupto.
 
Subaru: ¡¿Whoa?!
 
El hombro de Subaru golpeó la pared de la escalera justo después de que la tensa voz de Julius le golpeara el lóbulo de la oreja.
Eso fue debido a que Julius se desprendió por la fuerza de su espalda. Subaru se había girado inmediatamente hacia la pared para mantenerse a salvo, pero no hubiera sido improbable que acabara casi cayendo por las escaleras.
Sin embargo, había evitado ese destino gracias a su rapidez mental.
 
Julius: ——guh.
 
Subaru: Tú… ¡Imbécil! ¡¿Qué demonios estabas pensando?!
 
Se apoyó contra la pared y, cuando se dio la vuelta, encontró a Julius tumbado unos escalones más abajo. Se había caído de la espalda de Subaru y se deslizó por ellos.
Estaba tumbado boca abajo, apoyándose en sus codos, resoplando de dolor y con una profunda mirada de agonía. Evidentemente no sólo por haber caído por las escaleras.
 
Subaru: ¡Déjalo ya! Ey, quédate donde estás, idiota. Enseguida te ayud——
 
Julius: ¡——No hace falta que lo hagas!
 
Subaru: …
 
Julius: … Puedo levantarme por mí mismo. Tu ayuda es… innecesaria para mí.
 
Subaru trató de correr hacia él tan rápido como pudo, pero se detuvo en su camino.
Con sus codos apoyados en el suelo, Julius estiró la mano en frente de él para detener a Subaru. Todavía jadeando fuertemente, tensó su rostro y consiguió levantar el cuerpo.
Se apoyó en la pared y lentamente levantó la parte baja de la espalda, estiró las rodillas y se puso de pie, aunque todavía usando la pared para apoyarse.
 
Julius: Tal como dije, ¿lo ves? Puedo pararme por mí mismo.
 
Subaru se quedó sin palabras ante lo que había dicho Julius, que en cierto modo sonaba como si lo estuviera dejando todo de lado. Julius se dio la vuelta y, con el lado derecho de su cuerpo presionado contra la pared, comenzó a bajar lentamente las escaleras a la misma velocidad que lo haría un bebe gateando por el suelo.
Un paso a la vez, como si se estuviera forzando a sí mismo.
 
Julius: Parece que me va a tomar un poco más de tiempo, pero así no te causaré ningún problema. Es más, las chicas abajo están preocupadas. Te agradezco que dejes a un lado lo que he hecho, pero… no eres el único que salió a buscar mi paradero, ¿verdad?
 
Paso a paso.
 
Julius: Si fuera posible, ¿podrías bajar antes que yo y explicarles lo que sucedió? Aunque pienso que es mejor que me dejes la historia completa y las disculpas a mí. Sólo tienes que decirles que me encontraste y hacer que se sientan menos preocupadas.
 
Lentamente, lentamente, un paso a la vez.
 
Julius: … Admito que disculparse va a ser bastante deprimente, pero evitarlo es un camino que no puedo caminar. Después de que calmes las aguas, aunque sea sólo un poco, tendré contigo una gran deuda de gratitud. De hecho, puedes incluso pensar en añadirla a la deuda que ya tengo contigo.
 
Julius continuó hablando sin mirar atrás mientras intentaba bajar las escaleras por sí mismo. De hecho, había empezado a distanciarse del inmóvil Subaru a pesar de lo lento que estaba yendo.
Subaru podría acortar la distancia entre ellos inmediatamente si lo quisiera. Si fuera a concederle su deseo, tendría que pasar por delante de él una vez. ——Así que Subaru puso sus pies en movimiento.
 
Subaru: Supongo que sería mejor hablar con Emilia y el resto primero.
 
Julius: … Sí, cierto. Si cuando vuelvas te encuentras a Anastasia-sama despierta… no, mejor no. De todas maneras, quiero que hagas lo que te he pedido.
 
Subaru se apuró a bajar las escaleras y fácilmente alcanzó a Julius. Éste dejó escapar un suspiro que parecía de alivio cuando escuchó los pasos de Subaru resonando en la escalera y le animó a adelantarse.
——No, más que animarle a adelantarse, le presionó para que no le esperara.
 
Subaru: …
 
Subaru podía entender un poco lo que había en los pensamientos más íntimos de Julius con lo que había dicho.
La razón por la que pudo fue la misma por la que sólo él, y nadie más, había tenido inmediatamente la corazonada de que Julius había ido a desafiar a Reid.
 
Sin duda, había algo en común entre lo que Subaru había sentido entonces y este incidente algo similar.
Por eso, en ese momento, Subaru…
 
Subaru: ——¡Tch! ¡Ah, maldita sea! ¡Mierda mierda mierda! ¡Imbécil! ¡Los dos somos unos enormes imbéciles! ¡JODER!
 
Subaru escupió sus frustraciones, pateó la escalera y fue hacia Julius.
No iba a pasar por delante de él —ahora nervioso, apoyado en la pared—, sino que le agarró el brazo izquierdo y lo apoyó echándose sin contemplaciones su brazo por encima del hombro.
 
Julius: ¿Qu—? … Subaru, ¿qué estás…?
 
Subaru: ¡Cállate! ¡¿Que estás haciendo, parándote por ti mismo?! ¡Es obvio que te cuesta ponerte de pie! ¡Como si yo fuera capaz de dejar a un tipo en tu estado aquí! ¡Seré la primera persona en decir lo asqueado que estoy de mí mismo antes de que Emilia tenga la oportunidad de regañarme!
 
Julius: Pero yo…
 
Subaru: ES DE MÍ DE QUIEN ESTAMOS HABLANDO, no te daría una mano si no la necesitaras realmente. Incluso en circunstancias normales, mis manos siempre están ocupadas con esto, aquello y lo otro. Si seriamente no quieres tomar prestada mi fuerza, deja de cojear tan miserablemente, ¡está poniendo a prueba mi paciencia!
 
Julius: …
 
Julius permaneció en silencio mientras Subaru le gritaba con saliva que salía volando de su boca.
En cuanto Subaru vio que Julius había dudado en ir contra él y que, por ahora, había perdido las fuerzas para sacudírselo de encima como había estado haciendo, empezó a caminar de nuevo sin dejar de prestarle el hombro a Julius, le gustara o no.
Julius no tenía tiempo para ir contra él, ahora que había marcado el ritmo de esa manera.
 
Subaru: No voy a actuar como si supiera o entendiera lo que está ocurriendo en tu corazón.
 
Julius: …
 
Subaru: Pero, ahora mismo, no necesitas bajar estas escaleras, estas larguísimas escaleras, completamente solo. Te prestaré mi hombro y tampoco lo consideraré una deuda.
 
Hablar de prestar, tomar prestado y deudas era ridículo.
Si lo pensara de esa manera, entonces, ¿cuánto le debía a Julius?
Seguramente su primera deuda con él comenzaría en la zona de entrenamiento del Castillo Real.
 
——Él sabía la razón por la que Julius había desafiado a Reid aun sabiendo que no podía ganar.
 
Él había actuado de la misma manera que Subaru aquella vez.
Aquella vez, Subaru había desafiado a Julius, aunque sabía que no podía ganar. Sin importar cuantas veces fue derribado, sin importar cuantas veces fue golpeado, el siguió levantándose sin aprender la lección y siguió desafiándolo.
Porque esa fue la única manera que tuvo de desahogarse.
 
Y, por aquel entonces, Subaru había terminado solo en ese lugar donde todo había terminado para él, en ese lugar donde había discutido con Emilia y ella se había despedido de él. Eso fue muy doloroso. Eso le dio ganas de llorar.
 
——Así que, ¿cómo podría dejar a Julius solo en esta escalera?
 
Subaru: …
 
Su corazón debía estar irritado. Igual que él en ese entonces.
Pero, a diferencia de él, aún no sabía dónde podía desahogarse.
 
Julius: ——Subaru.
 
Subaru: ¿Qué sucede?
 
Julius: … Lo siento.
 
Subaru: Cállate.
 
Respondió Subaru al mismo tiempo que deseaba no haber sonado furioso.


Y así, los dos bajaron lentamente las escaleras y volvieron al cuarto piso.
 
 
——Cuando Emilia los encontró unos diez minutos después, ella se llevó la mano al pecho con alivio.