miércoles, 22 de septiembre de 2021

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Un recipiente sin llenar


Traducción:
Español: Jair

Corrección y edición:
Carlos (Primer corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

El menú que se estaba sirviendo durante la cena era tan grande que costaba imaginar que la ciudad entera se encontrara en labores de reconstrucción debido al ataque de múltiples Arzobispos del Pecado. La amplia variedad de comida listada hacía que el estómago de Garfiel rugiera con expectación, pero también lo hizo cuestionarse si podían permitirse semejantes lujos en su situación.

『 Wilhelm: A pesar de que la mayoría de la ciudad se encuentra afectada de alguna manera, la mayoría de los daños se centran en unas pocas áreas específicas. Con lo motivada que está la gente tras la derrota de Codicia e Ira, el señor Kiritaka cree que la ciudad quedará restaurada en poco tiempo. Naturalmente, esto excluye las vidas que se perdieron. 』

Dijo el viejo espadachín a Garfiel, quien fruncía el ceño mientras observaba la comida que tenía delante.
Habían terminado sentados frente a frente, compartiendo mesa, y se encontraban comiendo en silencio. Al oír la afirmación del viejo espadachín, Garfiel abrió en sorpresa los ojos, mientras imaginaba a ese delgaducho hombre en su mente.

Con toda honestidad, Garfiel no tenía una gran opinión sobre Kiritaka. No obstante, había escuchado sobre todos sus esfuerzos para proteger la ciudad mientras el Culto de la Bruja llevaba a cabo su ataque.
No era algo que se notara a simple vista, pero Kiritaka se esforzaba mucho. Razón por la cual le recordaba a Subaru. Ambos daban la impresión de ser decepcionantes y torpes, pero en tiempos de crisis, trabajarían incansablemente para resolver la situación.

『 Mimi: ¡Mmm! ¡Está riquísimo! ¡Y la comida rica hace feliz a cualquiera! La Señorita también dice que la comida gratis siempre será la más sabrosa. 』

『 Wilhelm: Jaja, encuentro agradable que tengas tanta energía. Además, tus modales con los utensilios… son impecables. Hasta podría pedir que me enseñaras. 』

Junto a Garfiel, Mimi sonreía alegremente mientras comía lo que había en su plato y hacía uno que otro comentario. Sorprendentemente, la manera en que Mimi movía sus manos demostraba gran educación sobre los modales que uno debería tener en la mesa, manipulando el tenedor y el cuchillo con finura.
Garfiel ya sabía que Mimi podía hacer eso, pero para Wilhelm fue algo tan inesperado que sus ojos estaban completamente abiertos de la impresión.

『 Wilhelm: En cuanto a Garfiel-dono… 』

『 Garfiel: No ‘speren mucho de mí. He ‘stado tratando de corregir mis modales durante el último año porque mi hermana no deja de insistir. 』

『 Wilhelm: La perseverancia es una actitud sabia, o lo es por lo menos si la mantienes hasta que rinda frutos. 』

Dijo mientras asentía con la cabeza, añadiendo la segunda parte de su oración al ver el resultado de los esfuerzos de Garfiel.
En sus manos, sostenía el tenedor y cuchillo de una manera no muy refinada. Cuando vivía en el Santuario eso no le importaba mucho, pero durante el último año, ya que ha estado viviendo en la Mansión Roswaal, Garfiel ha empezado a sentirse avergonzado de lo poco educado que se ve en todo aspecto de su vida diaria. No sólo se refería a los modales en la mesa, sino que ha estado tratando de corregir toda clase de hábitos. Sin embargo, no podía declarar con certeza que sus esfuerzos hubieran tenido éxito. 

『 Garfiel: Parece que todavía no soy tan bueno como tú, renacuaja. 』

『 Mimi: Pues he estado practicando desde que era chiquita. A la señorita y al Jefe les encanta comer, ¡gracias a eso ahora soy una porfesional! 』

『 Garfiel: Ahora que lo pienso, los de mi facción también ‘stán muy bien educados. Y no me refiero sólo a los que tuvieron que ‘studiar modales y etiqueta; hasta el Capitán y Otto tienen buenos modales. 』

Tenía sentido que todos los que habitaron la anterior Mansión Roswaal hubieran dominado toda formalidad y finura, incluido el propio Roswaal. Incluso Emilia y Beatrice, a pesar de sus orígenes, tenían ya habilidad en ello. Con la suficiente práctica, no debería haberles costado mucho. Pero esa explicación no terminaba de cuadrar con Subaru y Otto. Podría decirse que Otto lo aprendió debido a que viene de una familia respetable de comerciantes, pero Subaru era un completo misterio. Aunque también era cierto que, por alguna razón, poseía una serie de habilidades extrañas, así que puede que le haya dado por aprender etiqueta en algún momento.

『 Garfiel: El Capitán incluso puede comer perfectamente con esas dos varitas, ¿cómo las llamaban…? ¿Palillos? 』

『 Mimi: ¡Ah, los palillos son muy conplicados! Los ves por todos lados en Kararagi, pero a mí me cuesta mucho usarlos porque tengo las manos muy chiquitas. 』

『 Wilhelm: Los palillos, eh. Qué recuerdos... Ciertamente son complicados de manejar. 』

Incluso Wilhelm admitía que esos misteriosos utensilios tenían cierta dificultad en su manejo.
Desde la perspectiva de Garfiel, se trataba de un utensilio misterioso, pero Subaru, por ejemplo, los manejaba con naturalidad para poner comida en su boca, y Ram también podía. 
Aunque, en su caso, probablemente se debía a lo extrañamente buena que era para actividades que requerían de observación y delicadeza.

『 Garfiel: Parece que el viejo Wilhelm tampoco ‘stá muy acostumbrado a usar los palillos. 』

『 Wilhelm: He visitado Kararagi unas cuantas veces, y usé los palillos en esas ocasiones. Pero, sigo pensando que es un utensilio demasiado complicado de manejar como para usarlo diariamente. 』

『 Garfiel: Kararagi… 』

『 Wilhelm: Sí, estuve ahí algunas veces. —Cuando cazaba a la Ballena Blanca, por ejemplo. 』

『 … 』

Los ojos de Wilhelm se entrecerraron con nostalgia, y Garfiel se sintió incapaz de contestar.
Garfiel sabía sobre la conexión que existía entre Wilhelm y la Ballena Blanca, una de las Tres Grandes Mabestias, aunque no conocía todos los detalles.
Sabía que el viejo espadachín había recorrido el mundo en busca de información sobre esa bestia para poder vengar a la anterior Santa de la Espada, su esposa.

Luego de superar tantas adversidades, Wilhelm finalmente fue capaz de derrotar a la Ballena Blanca. Posteriormente, durante la batalla para proteger Priestella, el experimentado espadachín se puso en marcha para derrotar a un enemigo formidable, sólo para acabar reencontrándose con la susodicha esposa a la que creía fallecida. Se vio obligado a cruzar espadas con ella en una danza que viviría por siempre en su memoria.

『 Wilhelm: Garfiel-dono, ¿de verdad sólo querías preguntar sobre cómo se usan los palillos? 』

『 Garfiel: ‘S-’sto… 』

『 Wilhelm: Entenderás que hay algunas cosas de las que no puedo hablar, pero estoy en deuda contigo por permitirme ver a mi esposa una última vez. Si hay algo que quieras preguntar, trataré de responder de la mejor manera posible. 』

『 … 』

Ya era de conocimiento general que los dos cadáveres que estaban bajo el control del Culto de la Bruja eran nada más y nada menos que la anterior Santa de la Espada, Theresia van Astrea, y el héroe legendario de Vollachia, Kurgan de los Ocho Brazos. Por medio de alguna magia desconocida, el Culto de la Bruja había profanado a los guerreros usando sus cuerpos como peones para sus planes, logrando únicamente que, el odio que el mundo le tenía a ese grupo, se acrecentara. Pero esa furia tendría que esperar.
Porque lo que Garfiel realmente quería preguntar era…

『 Garfiel: ¿De verdad era Kurgan de los Ocho Brazos contra quien luchó mi asombroso ser? 』

『 Wilhelm: …Mmm. ¿A qué te refieres exactamente? 』

『 Garfiel: ¿No pudo haber sido simplemente alguien que se parecía mucho a él? Quiero decir, no pudo haber sido él, ¿o sí? 』

『 Wilhelm: Hay algo que te está desconcertando. —Ya veo, entiendo el sentimiento. 』

Wilhelm asintió ante las palabras de Garfiel y dejó de comer.
Luego, lo miró directamente con sus tranquilos ojos azules.

『 Wilhelm: ¿El hecho de que ganaste la batalla es lo que te hace dudar? 』

『 Garfiel: …Mi asombroso ser quiere ser el más fuerte. Toda mi vida he ‘ntrenado para serlo, y seguiré ‘ntrenando hasta que lo sea. Se lo debo al Capitán, y es mi más grande objetivo. Pero, ahora mismo, sé que no lo soy, no puedo serlo. No pude haber ganado así. 』

El famoso Dios de la Batalla, Kurgan de los Ocho Brazos.
El héroe más poderoso y legendario del Sacro Imperio Vollachia.

Durante su batalla, hubo múltiples ocasiones en las que Garfiel creyó que sin duda perdería, ocasiones en las que pensó que su muerte era inevitable.
Pero, a pesar de todo eso, Garfiel sobrevivió.
Desafió a Kurgan en un duelo uno contra uno y emergió victorioso.

Garfiel sabía que haber sobrevivido a esa batalla era algo de lo que estar orgulloso.
A su vez, los ciudadanos tenían una opinión positiva de él, ya que, aunque no se trataba de un Arzobispo del Pecado, era una fuerza que no podía ser ignorada y Garfiel lo había vencido solo, contribuyendo en gran manera a la defensa de Priestella.
Pero, los hechos y lo que Garfiel creía no terminaban de coincidir.

『 Garfiel: Viejo Wilhelm, ‘scuché que el Demonio de la ‘Spada se ‘nfrentó alguna vez a Kurgan de los Ocho Brazos. Desde tu perspectiva ¿qué opinas? ¿De verdad era él? 』

『 Wilhelm: … 』

Observando al envejecido espadachín, Garfiel decidió confiar en los recuerdos de Wilhelm sobre una batalla del pasado.
No estaba seguro de qué clase de respuesta quería escuchar. ¿Estaría satisfecho si Wilhelm dijera que ese no era el verdadero Kurgan?
Incluso si decía que era el verdadero ¿seguiría Garfiel dudando de haber derrotado a un guerrero legendario?

『 Wilhelm: Ciertamente conocí a Kurgan hace casi treinta años. Nos enfrentamos un total de cuatro veces. Yo le corté un brazo y él me apuñaló en el estómago. Podría decirse que nuestra relación se basaba en luchar a muerte. 』

No hace mucho, la relación entre el Reino de Lugnica y el Imperio Vollachia estaba en su peor estado en siglos, con numerosos enfrentamientos tomando lugar en una ciudad cercana a la frontera entre ambas naciones.
Para evitar un contraataque por parte del Dragón Divino Volcánica, Vollachia invadió esa ciudad con sólo un puñado de soldados. Wilhelm, el líder de la guardia real en aquel entonces, fue quien se enfrentó a estas fuerzas enemigas.
Dicha batalla fue justa y muy cerrada. Se dice que, luego de cuatro enfrentamientos entre ambas fuerzas, el conflicto terminó con la retirada del ejército de Vollachia.

『 Wilhelm: Tenía una pericia impresionante, con ocho brazos y cuatro Cuchillas Demoníacas, Kurgan las manejaba con tanta precisión que, si uno solo de sus ataques hubiera acertado, yo habría acabado muerto. 』

『 Garfiel: Sí, eso no te lo cuestiono. Yo mismo ‘stuve a nada de morir. 』

『 Wilhelm: Siendo que cada uno de los ocho brazos podía desplegar un ataque diferente, tenía que decidir entre reducir el número de sus ataques cortándole los brazos uno por uno o vencerlo con un único ataque mortífero esquivando los ocho brazos. 』

『 Garfiel: …Eh, no pregunté cómo vencerlo. 』

En circunstancias normales, a Garfiel le hubiera interesado una discusión sobre tácticas de combate, pero ahora mismo no era el momento. Su necesidad por conocer la respuesta a su pregunta superaba a su interés. Ante la interjección de Garfiel, Wilhelm dijo 『 Mil disculpas 』y se detuvo.

『 Wilhelm: Con la edad uno empieza a tener más oportunidades para recordar el pasado. Me he encontrado haciéndolo con más frecuencia en los últimos días. 』

『 Garfiel: No me gusta dar vistazos al pasado. Aunque puede que eso sólo me pase a mí. 』

『 Wilhelm: Más que sólo dar vistazos, es más como inspeccionar todos los pasos que has dado para ver cómo es que has llegado hasta donde estás. No obstante, es verdad que hacer eso constantemente puede hacerme ver como un anciano sentimental. Como sea, hablemos un poco más sobre Kurgan. 』

Dijo Wilhelm con una expresión seria, respondiendo a las palabras de Garfiel.
Por la expresión del joven guerrero, el viejo espadachín podía ver las preocupaciones que lo afligían.
Era completamente normal; la duda era un muro contra el que todo guerrero chocaba al menos una vez
Y la respuesta a estas preocupaciones era…

『 Garfiel: … 』

『 Wilhelm: Lamento decirlo, pero no tuve la oportunidad de hablar con Kurgan durante la batalla. No podía permitirme desviar mi atención en ese momento. Por ello, me temo que no puedo decir con certeza total que el hombre multibrazos al que te enfrentaste era Kurgan de los Ocho Brazos. 』

『 Garfiel: No hay certeza… 』

『 Wilhelm: Creo que en el fondo ya sabes la respuesta, Garfiel-dono; pero entiendo que no estés convencido. Así que te diré lo que pienso; sólo es mi opinión personal, pero… las dos personas que vimos no eran ni mi esposa ni Kurgan, pero a la vez lo eran. 』

Ante lo que dijo Wilhelm, Garfiel no pudo evitar fruncir el ceño con confusión.
Lo que dijo fue demasiado abstracto como para que pudiera entenderlo sin mayor explicación.
Al notar esa expresión, Wilhelm procedió a explicar mejor sus palabras.

『 Wilhelm: No tengo duda de que aquellos contra los que luchamos eran cadáveres usados por el Culto de la Bruja con el máximo descaro y sin una pizca de respeto, manipulados como meras marionetas. No obstante, también creo que, en sus momentos finales, ambos fueron capaces de recuperar el control de sí mismos y pudieron transmitirnos sus verdaderos pensamientos. 』

『 Garfiel: … 』

En sus últimos momentos, cuando la batalla ya estaba decidida, Kurgan había recibido una herida mortal por parte de Garfiel luego de que éste lograra esquivar los ocho brazos del Dios de la Batalla.
Lo último que Kurgan le dijo antes de desaparecer aún resonaba en sus oídos.

« Kurgan: —Extraordinario. »

Dejando detrás una única palabra, el Dios de la Batalla se convirtió en cenizas dispersadas por el viento.
En ese momento, Garfiel no sintió el dolor de sus heridas, en su mente solo existía la inmensa alegría de haber sido reconocido por una leyenda.

Sin embargo, con el paso del tiempo, algunos pensamientos negativos empezaron a acumularse en su mente.
¿Cómo era posible que derrotara al legendario Dios de la Batalla, cuando ni siquiera había alcanzado su máximo potencial ni se había enfrentado aún a su tigre interior?

Era cierto que se encontraba en una situación extrema en la que estaba arriesgando su vida para proteger la vida de los hermanos menores que recién conoció. 
¿Fue esa la razón de su victoria?

『 Wilhelm: Kurgan era un hombre de pocas palabras, no me sorprendería si incluso en sus últimos momentos no haya hablado mucho. 』

『 Garfiel: Sí, sólo dijo una palabra. Sólo una… 』

『 Wilhelm: Pues no me digas esa única palabra. Ese es el reconocimiento que Kurgan de los Ochos Brazos le otorgó al guerrero que lo venció, una muestra de máximo respeto. No es algo que un tercero deba saber, sólo tú debes saberlo. 』

『 Garfiel: … 』

Cuando Wilhelm lo interrumpió, Garfiel cerró la boca.
Del Dios de la Batalla para el guerrero. ¿De verdad era digno de semejante reconocimiento?

『 Garfiel: Eso que dijiste antes, no lo ‘ntendí. 』

『 Wilhelm: Mmm. 』

『 Garfiel: Me refiero a eso de que no eran ellos pero a la vez sí. Preferiría no jugar a los acertijos, sólo dime lo que piensas, ¿eran ellos o no? 』

『 Wilhelm: … 』

Garfiel expresó su inconformidad, completamente consciente de lo grosero que estaba siendo.
En lo profundo de la mirada de Wilhelm podía notarse una expresión de aflicción. Garfiel lo observó con atención para ver si Wilhelm lograba dar con la respuesta a sus tribulaciones.
Pero…

『 Mimi: ¡Garf, te estás portando muy mal! 』

『 Garfiel: ……¿Eh? 』

『 Mimi: El señor Wilhelm tenía una expresión triste que no entiendo bien. Y la mirada de Garf era horrible. ¡Así no se mira a la gente! 』

Mimi, que estaba sentada junto a Garfiel, dijo eso mientras picaba a Garfiel en su costado con uno de sus dedos, haciendo que reaccionara. Sólo entonces se dio cuenta.

『 Garfiel: … 』

Los ojos de Wilhelm expresaban una gran calidez mientras observaba y escuchaba las cosas que decía Mimi; la misma calidez con la que se dirigió a Garfiel hasta hace unos momentos. A pesar de ello, Garfiel había ignorado el dolor del espadachín. Sin darse cuenta, había abierto las heridas de Wilhelm.

『 Garfiel: …Perdón, no me di cuenta de lo que ‘staba  haciendo. 』

Garfiel bajó la cabeza profundamente y se disculpó por su desconsiderado comportamiento.
Wilhelm había tenido un inesperado reencuentro con su esposa, a quien creía fallecida, y se vio obligado a enfrentarse a ella. Luego, con un corazón lleno de pesar, pudo hablar una última vez con ella antes de que se la volvieran a arrebatar. 
Wilhelm negó con la cabeza ante el avergonzado chico cabizbajo que estaba frente a él.

『 Wilhelm: No, es mi culpa por andarme con rodeos. Cuando tenía tu edad, solía responder justo como lo hiciste, pero con la edad uno empieza a olvidarse de cosas así. 』

『 Garfiel: …Me cuesta imaginarme al viejo Wilhelm hablando así. 』

『 Wilhelm: No me enorgullece decir que, durante mi juventud, era mucho más necio e impaciente que la mayoría de la gente de mi edad. 』

Incluso luego de que Wilhelm tratara de reconfortarlo, Garfiel seguía sintiéndose mal.
El Demonio de la Espada era famoso por su mortífera habilidad con la hoja, pero Garfiel nunca había escuchado historias que mencionaran que tenía una personalidad altanera. La autorreflexión de Garfiel provenía justamente de la calidez y amabilidad del viejo espadachín.
Dejando eso de lado,

『 Wilhelm: Ambos eran los verdaderos, pero a la vez no. No estoy tratando de hacerlo sonar como acertijo, simplemente no encuentro otra manera de expresarlo. 』

『 Garfiel: Pues es ‘xactamente esa forma de ‘xpresarlo lo que no ‘ntiendo. 』

『 Wilhelm: Durante sus últimos momentos, mientras estaba al borde de la muerte, estoy seguro de que Kurgan fue capaz de recuperar el control de su cuerpo y voluntad. Pero antes de eso, los cultistas lo estuvieron usando para sus enfermizos objetivos, impidiéndole demostrar las máximas capacidades de su pericia en combate. 』

『 Garfiel: … 』

『 Wilhelm: Es decir, que ni la anterior Santa de la Espada ni Kurgan de los Ocho Brazos lucharon con el poder y fuerza que tenían en su auge. 』

Le dijo Wilhelm al perplejo Garfiel.
No era fácil aceptar que el oponente al que venciste en un duelo a muerte no había mostrado su máximo potencial.
Sin embargo, ahora ya tenía la respuesta a la pregunta de si se había enfrentado o no al verdadero Kurgan.
Pero—

『 Wilhelm: Si me hubiera enfrentado en mi estado actual a mi esposa en su máximo poder, habría perdido en cuestión de sus primeros ataques. La única manera en que alguna vez alcancé el nivel de los Santos de la Espada y la vencí, fue al abandonar todo lo que no fuera la espada misma, así llegué a mi auge. Que la haya podido derrotar ahora sólo puede significar que ella no estaba en su auge. 』 

『 Garfiel: Eso quiere decir que… 』

『 Wilhelm: Las habilidades de Kurgan tampoco estaban en su máximo nivel, sólo una sombra de lo que solían ser. Por más que me duela decirlo, creo que si te hubieras enfrentado a Kurgan en su auge, habrías acabado como un pedazo de carne regado en el suelo. 』

『 Garfiel: Así que incluso mi asombroso ser perdería… 』

『 Wilhelm: No seas tan orgulloso, jovencito. 』

En el lapso de un instante, todos los vellos de Garfiel se erizaron al percibir el filo de una espada aproximándose, por lo que empujó su silla hacia atrás por puro instinto y saltó hasta la entrada del comedor.
Todos los presentes en el lugar reaccionaron con sorpresa ante aquel evento, pero la única escena rara que se podía ver era Garfiel con sus cuatro extremidades en el suelo y con respiración entrecortada, pues Wilhelm y Mimi seguían comiendo con normalidad.

『 Garfiel: Fuu… ¡¿EH…?! 』

『 Wilhelm: Garfiel-dono es como un gran recipiente, pero el recipiente aún no está lleno. Puede que ya sea un anciano, pero aún puedo ver el potencial donde lo haya. Si puedes reconocer ese potencial en ti, todo esto habrá valido la pena. 』

Habiendo dicho eso, Wilhelm limpió su boca con su pañuelo y se levantó
Su plato vacío y su actitud demostraban que ya había dicho lo que tenía que decirse.
Lo que faltara, ya no se encontraba en las palabras de Wilhelm, sino en el corazón de Garfiel. Si un recipiente que está siendo llenado tiene un agujero, sus contenidos acabarán por derramarse y sería un completo desperdicio.

『 Wilhelm: Esa convicción tuya es esencial para volverte más fuerte. Nunca la pierdas de vista. 』

『 Garfiel: No lo olvidaré, pero… ¿hacía falta atacarme? 』

『 Wilhelm: ¿Debo recordarte que nuestras facciones no son precisamente aliadas? Nunca está de más permanecer alerta. 』

Habiendo terminado de comer y preparándose para salir, Wilhelm miró a Mimi, que estaba tarareando alegremente mientras tomaba comida del plato de Garfiel. Habiendo notado la mirada de Wilhelm, Mimi levantó la mirada.

『 Mimi: ¿Mmm? ¿Pasa algo? 』

『 Wilhelm: Bien hecho. No muchos son capaces de notar en instantes la ausencia de hostilidad en un ataque. 』

『 Mimi: Es que el señor Wilhelm no tiene motievos para hacernos daño. 』

『 Wilhelm: Tienes buen ojo. Serías una aliada muy valiosa en el campo de batalla. 』

Asintiendo a Mimi, que le respondió como si se tratara de algo obvio, Wilhelm se dirigió a la salida. Pero, justo antes de salir, volteó en dirección a Garfiel y apuntó su dedo hacia Mimi.

『 Wilhelm: Harías bien en cuidar de ella. Con el paso de los años, empezarás a valorar al sexo opuesto. 』

『 Garfiel: ¡——! ¡Qué ‘stás diciendo! ¡Yo ya ‘stoy ‘namorado de alguien! 』

『 Wilhelm: Sea lo que sea que decidas hacer, asegúrate de no perderte a medio camino. No seas como este envejecido demonio. 』

Diciendo esto último, Wilhelm salió del comedor.
Incapaz de responderle, Garfiel chasqueó la lengua con frustración debido a las palabras del espadachín. Regresó fastidiado a su asiento y comió el resto de su comida de un bocado.

『 Mimi: ¡Ah, Garf, así no se come! 』

『 Garfiel: No quiero ‘scuchar eso de alguien que ‘staba robando comida de mi plato hace solo unos segundos. ¡Ah mierda! ¡Ahora ‘stoy más molesto que antes de preguntar nada! 』

En vez de sentirse aliviado por la resolución de sus dudas, ahora se sentía más atribulado. Puede que el Demonio de la Espada le haya iluminado el camino, pero Garfiel seguía siendo incapaz de reunir todas las piezas para poder seguir avanzando.

La razón por la que no podía avanzar ni un paso más, la razón de su frustración, era que seguía sin creer en su propia fuerza.

『 Garfiel: Rayos, ¿qué se supone que debo hacer? 』

『 Mimi: ¿Qué te pasa, Garf? ¿Algo te molesta? 』

Garfiel dijo sus pensamientos en voz alta mientras tocaba la cicatriz de su frente, haciendo que Mimi pusiera una expresión de preocupación. La chica se limpió las manchas de comida de su boca con su manga antes de seguir hablando.

『 Mimi: Si algo te causa problemas, dímelo. ¡Mimi te responderá rapidísimo! 』

『 Garfiel: …Es que, mi asombroso ser no sabe qué debería hacer ahora. 』

『 Mimi: ¡Cuando acabas de comer debes regresar los platos a la concina! ¡Mira, te enseño! 』

『 Garfiel: Créeme cuando te digo que esa era la última de mis preocupaciones. 』

Aun habiendo dicho eso, ambos regresaron sus platos a la cocina y salieron del comedor.
Tenían el estómago lleno. Estando así, se preguntó si debería continuar las labores de reconstrucción de la ciudad por la tarde. Trabajando podrían evitar pensar en todo eso.

『 Mimi: ¡Bien, vamos allá, Garf! 』

『 Garfiel: Andas muy alegre, renacuaja. ¿A dónde irás ahora? 』

『 Mimi: ¿No es obvio? ¡Iré a ver a la nueva familia de Garf! 』

『 Garfiel: … 』

Garfiel se encontraba caminando detrás de Mimi hasta que su cerebro procesó lo que la pequeña chica acababa de decir, fue entonces que se detuvo de golpe. Sus ojos se abrieron por completo y alejó la mirada tratando de ocultar las emociones que su rostro estaba expresando.

『 Garfiel: ¿Perdón? 』

『 Mimi: ¡A partir de ahora, voy a estar visitando a la familia de Garf! ¡Eso es lo que Garf necesita en este momento! 』

Por alguna razón, Mimi puso la cabeza y su cola bien en alto con una expresión de orgullo. Luego apuntó con el dedo al atónito Garfiel y procedió a exclamar.

『 Mimi: ¡Lo mejor siempre será que hables de todo con tu familia y pases tiempo con ellos! ¡Esas son las enseñanzas de Loshi! 』
(NdT: Loshi es el nombre del hombre que crio a los trillizos antes de que Anastasia y Ricardo los encontraran)