domingo, 12 de enero de 2020

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Las demandas del Culto de la Bruja


Traducción:
Jair

Corrección y edición:
Carlos (Primer corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

Mientras tenía la mirada fija en esa cosa, Subaru estaba tan perplejo que olvidó respirar durante un momento.

『 Echidna: Generalmente una reacción como esa sería esperable, pero me parece un tanto abrumador que te sorprendas tanto. Aunque luzca así, sigo siendo, por género, una mujer… bueno, como espíritu, es complicado determinar si poseo o no un género. ¿Tal vez debería decir que simplemente me identifico como mujer? 』

Cabello blanco como la nieve, unos afilados ojos negros, voz neutral y frases innecesariamente complicadas.
Esas características coincidían con las de aquella bruja de blanco y negro. Pero…

『 Subaru: No tiene… ninguna gracia. ¿ eres Echidna? 』

Su primer encuentro con la Bruja de la Codicia había sido un año atrás, durante las Pruebas en la tumba del Santuario, cuando ella lo atrajo a sus fiestas del té.
Ella había seducido a su invitado con palabras agradables en un intento de convertirlo en una marioneta, bailando al ritmo que ella impusiera. Y, para colmo, ella quería usarlo para buscar todas las respuestas que ella misma no había podido atestiguar. Podía decirse que ella era la curiosidad encarnada.
Subaru jamás imaginó que volvería a encontrarse con ella.

『 Subaru: Tú… ¿en serio te has convertido en un zorro? Deja de bromear. Y para colmo, apareces justo en un momento de crisis como éste; ¿qué estás tramando esta vez? 』

『 Anastasia: Espera un momento; deja ya de asumir cosas y escusha. 』

Subaru se había recuperado ligeramente de su sorpresa inicial, listo para cobrárselas todas a este zorro blanco frente a él que decía ser Echidna. Sin embargo, el reproche de Anastasia lo detuvo.

『 Subaru: No te atrevas a joderme de esa manera. Tú… ¿y además estás con ella? ¿Qué rayos hacen juntas? Ella debería estar en el Santuario. 』

『 Anastasia: No sé de qué hablas, pero ha pasa’o ar menos una déca’a desde que conocí a Echidna… y desde entonces apenas nos hemo’ separa’o. ¿No descuadra eso un poco con tu historia? 』

『 Subaru: ¿Una década…? 』

Tan solo pensar que aquella bruja había planeado desde hace tanto tiempo pasearse libremente por el mundo exterior indignaba a Subaru.

Según dijo la propia Echidna, ella no era capaz de salir de aquel Castillo de sueños. Así que, si antes de haber estado en ese lugar ella ya había planeado algo como esto…

『 Subaru: Siempre has sido así… ¿Acaso te complace observar a la gente vagar en completa oscuridad mientras te burlas de su ignorancia? 』

『 Echidna: …Santo cielo, parece que estoy siendo víctima de una considerable cantidad de rencor. Parece un malentendido difícil de resolver, pero gracias a eso hay una cosa clara. 』

『 Anastasia: Eso parece. Opinamo’ lo mismo, Echidna. 』

En contraste con la furia de Subaru hacia Echidna, Anastasia y el zorro blanco intercambiaban una tranquila mirada de entendimiento.
Cuando Subaru frunció el ceño, el zorro blanco sacudió la cabeza con un inesperado parecido a la expresión humana.

『 Echidna: Aunque no conozco en lo más mínimo la razón de tu desconfianza hacia esa otra Echidna, puedo decir que esos problemas no tienen relación alguna conmigo. 』

『 Subaru: ¿Qué quieres decir? 』

『 Echidna: Es bastante simple. No sé nada de nada sobre ninguna Echidna que no sea yo, dado que nací sin saber nada más que mi nombre, Echidna, y mi raza: espíritu artificial. Esas son todas las pistas que tengo sobre mi origen. 』

『 Subaru: …¿Qué? 』

Subaru había estado esperando alguna clase de explicación, pero el zorro blanco habló de manera distinta a la Echidna que Subaru conocía. O más bien, si ella de verdad fuera Echidna, entonces cualquier cosa que dijera muy posiblemente serían palabras para engañar a Subaru.

Afirmando ser Echidna y, al mismo tiempo, un espíritu artificial, este espíritu decía no tener recuerdo alguno de Subaru, previo a esta conversación; pero Subaru no podía simplemente creerle.

『 Anastasia: ¿Qué ocurre, Natsuki-kun? Tu expresión no muestra na’a má’ que sospesha. 』

『 Subaru: Pues claro. Para mí, que conozco la verdadera naturaleza de Echidna, es una reacción totalmente natural. Y tú también deberías… ah, es cierto, mi error. Echidna dice que no recuerda nada, ¿verdad? 』

『 Anastasia: No parece que tengas intención alguna de creerle. Y, en esta situación donde trabajamo’ con un límite de tiempo, eso es un gran problema. 』

A diferencia de Subaru, que estaba alerta, Anastasia hablaba con el mismo tono de voz de siempre.

Echidna estaba trabajando con ella — solo eso era suficiente para que Subaru comenzara a dudar de Anastasia. Y aunque respetaba a Julius y a Ricardo, quizás también reduciría su confianza en ellos.
Subaru no podía permitirse tener mucha esperanza en que esos mismos subordinados opinaran distinto a su líder con respecto a esto.

『 Subaru: ¿Por qué me dirías tu nombre si no recuerdas nada? Creías que yo conocía a Echidna, ¿verdad? No se me ocurre otro motivo. 』

Ella le había dicho su nombre y un poco de su origen. ¿No demostraba eso que ella era la Echidna de la Fiesta del Té? Lo cual significaba que ella no era la Echidna del Ataúd, a quien Roswaal anhelaba. No había duda de que ella era la que Subaru había conocido. Y en ese caso, había una gran cantidad de preguntas que quería hacerle a ella. Pero, él comprendía que éste no era el momento para hacerlo.

Ante el impaciente Subaru, Anastasia suspiró con cansancio.

『 Anastasia: Si no te hubieras perdi’o la transmisión, nos habríamo’ ahorra’o este alboroto. Qué molesto. 』

『 Subaru: ¿La transmisión? ¿Qué tiene que ver con esto la transmisión del Culto de la Bruja? 』

『 Echidna: —Tiene que ver porque una de sus demandas fue «entreguen sus espíritus artificiales». 』

El zorro blanco respondió la pregunta, yendo al grano.
El contenido de esa demanda dejó la mente de Subaru en blanco mientras trataba de comprender las implicaciones de ello.
La transmisión, el Culto de la Bruja, los espíritus artificiales. Todo esto significaba que…

『 Subaru: Quieren decir que… 』

『 Echidna: Por complicado que sea de creer, ellos quieren que entreguemos nuestros espíritus artificiales… es decir, yo («boku») o la niña que te acompaña. Así que, ¿no crees que era obvio que íbamos a querer tener una charla contigo? 』

『 Subaru: ¿Cómo supiste que Beatrice es un espíritu artificial? 』

『 Echidna: Lo noté en el momento en que la vi, no soy capaz de expresarlo de otra manera. No estoy muy segura de cómo lo sé; pero creo que ella también podría notar lo mismo de mí si me viera moverme y hablar. 』

Con una actitud más cautelosa, el zorro blanco respondió las preguntas de Subaru una por una.

Por lo menos, Beatrice no había mencionado nada sobre el manto de zorro blanco cuando se encontró con Anastasia por primera vez en el ryokan. No obstante, también era posible que Beatrice hubiera notado algo pero que, insegura de cuán acertada pudiera ser su percepción, decidiera no declarar sus preocupaciones.

¿Por qué tenía que llevar ella sola todo ese peso sobre sus hombros?
Cuando Subaru se decidió a preguntarle eso a Beatrice, sintió que le terminarían respondiendo de vuelta con la misma pregunta.

『 Echidna: Que la niña que estaba a tu lado no pudiera detectarme adecuadamente era inevitable. A pesar de ser un espíritu, poseo muchos defectos, y no puedo establecer un contrato decente con nadie. Ni siquiera puedo usar magia de combate con pericia. Aunque, para compensar por todo eso, confío en mi habilidad para ocultar mi presencia, y esa confianza sigue sin menoscabar hasta la fecha. 』

『 Subaru: No puedes formar un contrato… entonces, tú y Anastasia… 』

『 Anastasia: Esta shiquilla y yo no compartimo’ la relación de espíritu y contratista. A nuestra relación le farta argo esenciar pa’ ser ese tipo de relación… En vez de eso, podrías considerarno’ cómplices. 』

『 Echidna: Deseo presenciar el futuro de esta niña, es por ello que la he seguido todo este tiempo. Habiendo estado con ella por ya algunos años, nos hemos convertido en algo así como compañeras de conversación. De vez en cuando, ella incluso discute sus asuntos de negocios conmigo. 』

El zorro blanco habló con una breve sonrisa, y Anastasia se rascó ligeramente el cuello. Su relación parecía armoniosa, y Subaru asumió que ellas compartían cierto nivel de confianza.

『 Subaru: ¿Por… por qué me revelarías tus asuntos internos que no tienen nada que ver con la batalla que nos ocupa ahora mismo? 』

『 Echidna: ¿No sería lo más normal que te reveláramos algunos de nuestros asuntos si queremos ganar tu confianza? Además, con las vidas de toda la población de la ciudad en juego… en este momento tan crítico, recae sobre nosotros el tomar medidas. No nos serviría de nada entrar en un conflicto con nuestros aliados por esconder un pequeño y relativamente insignificante detalle. 』

『 Anastasia: Yo rearmente quise detenerla, pero… esta shiquilla no hace caso a los consejos de los demá’ después de haberse decidi’o, así que… ar menos por er momento, me gustaría que aceptaras escusharla. 』

Echidna estaba siendo inusualmente franca y honesta, y las palabras complementarias de Anastasia sonaban muy convincentes.

Apenas ahora, Subaru se dio cuenta de la razón de la frialdad de Anastasia de hace un rato: se había portado de esa manera para crear un ambiente en el que pudiera estar a solas con Subaru. Y para eso, con tal de poder persuadir a Subaru exitosamente, había sacado a Julius y Garfiel de la habitación deliberadamente.

『 Anastasia: Naturarmente, no pretendo cumplir con las demandas der Culto de la Bruja; pero para eso será necesario que Natsuki-kun, ar iguar que yo, hagamos las veces de no entender a qué se refieren con «entreguen sus espíritus artificiales», pa’ que los demá’’ tampoco entiendan a qué se refieren con esa demanda. Si no hacemo' eso, aunque reshacemo’ su demanda, no to’os podrían aceptar nuestra postura tan fácirmente. 』

『 Subaru: No tengo intención alguna de escuchar lo que sea que tengan que decir esos terroristas, así que estoy completamente de acuerdo contigo… Pero eso no significa que todas mis dudas respecto a esa Echidna con forma de zorro se hayan despejado. 』

『 Anastasia: Sí que te molesta ese nombre. ¿Acaso la Echidna que conoces era tan mala persona, Natsuki-kun? Si es así, me parece argo problemático verte tratar a mi shiquilla de esa manera. 』

『 Subaru: Me disculparé si se trata de alguien completamente diferente, pero su actitud e incluso sus patrones del habla son casi idénticos. Además… 』

『 Anastasia: ¿Ademá’? 』

Subaru estaba tratando de buscar las palabras adecuadas para explicarle a la confundida Anastasia.

Subaru aún no tenía claro qué eran exactamente los espíritus artificiales, pero lo que sí sabía era que Beatrice y Puck habían sido creados por la bruja Echidna.
Por lo que era de esperarse que, si ese zorro blanco de verdad se trataba de un espíritu artificial, entonces ella también debió haber venido de las manos de Echidna.

En su búsqueda por alcanzar la vida eterna, Echidna había diseñado un mecanismo para crear réplicas de cuerpos.
Muchas de sus palabras no eran particularmente confiables; pero si todo lo que dijo era verdad, entonces era razonable concluir que Echidna pudiera haberse convertido a sí misma en un espíritu artificial.

Ciertamente, aquella Bruja de la Codicia que anhelaba la omnisciencia sería capaz de hacer algo como convertirse en un espíritu —separándose de la carne, liberándose del concepto de «esperanza de vida»— con tal de poder alargar su propia existencia.

Por lo tanto… no había ninguna duda de que este zorro blanco fuera un espíritu artificial que se llamaba a sí misma Echidna. Sin embargo, ella afirmaba no tener recuerdos; ¿era esto cierto o falso?
Anastasia dijo que habían estado juntas por más de una década; pero eso no era razón suficiente para creerle. No sería de extrañar que ella tuviera todo planeado por más de una década.
Subaru incluso pensaba que ella podría haber planeado todo lo ocurrido únicamente para tenderle una trampa en este momento—

『 Anastasia: Oye, esto no va bien. Parece que nos ‘tá mirando con musha agresivida’. 』

『 Echidna: Un odio tan intenso hace que despierte mi curiosidad por esta otra Echidna… pero dejemos ese asunto por ahora. Me da igual que no me creas; no me importa que ignores lo que digo. Ana, ¿podrías decirle lo que está pasando? 』

Ante el silencio y la firme desconfianza de Subaru, el zorro blanco habló como si se hubiera rendido. Y Anastasia, teniendo prisa, se encogió de hombros y dio una pequeña palmada con sus manos, recuperando el hilo de la conversación.

『 Anastasia: Bueno, ahora que ya se resorvieron tus du’as, er asunto de má’ importancia es er Culto de la Bruja. Hicieron otras tres demandas. 』

『 Subaru: Otras tres… entonces, ¿son cuatro en total? 』

『 Anastasia: Sí; er cuár es er número de arzobispos que se han presenta’o. Da’o que er conteni’o de la mayoría de sus demandas sonaba má’ que na’a a una burla… trata de no sentirte ofendi’o. 』

Demandas burlonas… una vez más, habían ido demasiado lejos.
El Culto de la Bruja había desafiado la creencia de Subaru de que su impresión de ellos no podía empeorar más.
Anastasia acarició la cola del zorro blanco que tenía en sus manos.
Y entonces, remojándose los labios…

『 Anastasia: La primera demanda es «entregar nuestros espíritus artificiales», de parte de Glotonería. 』

『 Subaru: Glotonería… 』

『 Anastasia: Aunque tengo musho que decir al respecto, me guardaré mis comentarios pa’ después. La siguiente, vino de Ira… Ella quiere er Libro de la Sabiduría que fue traí’o a esta ciuda’. 』

『 Subaru: ¡¿—hk?! 』

Y así llegó otra sorpresa inesperada, ante la cual Subaru involuntariamente abrió sus ojos por completo.
Al ver esa reacción, Anastasia entrecerró sus ojos color turquesa.

『 Anastasia: A juzgar por tu expresión, parece que sabes argo sobre eso, ¿verda’, Natsuki-kun? 』

『 Subaru: … 』

『 Anastasia: Menos mal. Me quitas un peso de encima. Ni Echidna ni yo sabíamo’ na’a ar respecto, y tampoco Julius y los demá’. 』

『 Subaru: ¿…Ese zorro blanco de verdad dijo que desconoce el Libro de la Sabiduría? No me lo creo. 』

Anastasia, que antes de hablar con Subaru estaba preocupada por algo que no tenía ni idea de cómo averiguar, sonrió al encontrar ahora un pequeño rayo de esperanza. Pero, como era de esperar, esa sonrisa no contenía ni una pizca de lindura.

『 Echidna: No, me temo que no poseo información al respecto… Entonces, si me permites especular… la Echidna que tú conoces guarda relación con este Libro de la Sabiduría, ¿es esa una aseveración correcta? 』

『 Subaru: Sí, es exactamente eso. 』

『 Echidna: Siendo ese el caso, voy a tener que preguntarlo incluso aunque no quiera. ¿Qué clase de persona era la Echidna que conoces? ¿Posee ella alguna clase de conexión con el Culto de la Bruja? 』

Aunque Subaru creía que ella no estaba fingiendo ignorancia, sintió que Anastasia y su zorro blanco estaban hablando de Echidna como alguien que tenía una relación poco común con uno de sus clientes.
Pero, dada la forma de pensar de ambas, era algo inevitable.

Si él creyera lo que ese zorro blanco decía, entonces para ella el nombre Echidna se refería únicamente a su propia existencia. Únicamente Subaru conocía a la creadora de ese espíritu artificial, Echidna. Y, aún más importante, esto demostraba que, a excepción de la Bruja de la Envidia, los nombres de las brujas habían sido prácticamente olvidados por todo el mundo.
El motivo por el que ese nombre le daba muy malas vibras era porque únicamente los miembros de la facción de Emilia conocían detalles de la existencia de Echidna.

『 Subaru: —Echidna… es el nombre de una bruja de mucho tiempo atrás. Además de la Bruja de la Envidia, existieron otras brujas; Echidna era una de ellas. A pesar de que ella murió hace mucho tiempo, su alma perduró y por eso pude tener un encuentro espiritual con ella. Desde entonces, soy muy cauteloso con todo lo que tenga que ver con ella. 』

『 Anastasia: Oye, Natsuki-kun, ¿tienes fiebre o argo? ‘Tás diciendo cosas rearmente extrañas. 』

『 Subaru: No lo he soñado y tampoco estoy loco. Esas brujas son existencias retorcidas e incomprensibles. Podían incluso crear espíritus artificiales, por lo menos acepten eso. 』

『 Echidna: Si ese es el caso… entonces podría decirse que esa Echidna me creó. 』

La respuesta de Subaru estaba infestada de implicaciones, y el zorro blanco logró darle significado a palabras que sin duda sonaban atrevidas. Aunque él no estaba tratando de esconder nada, Subaru sintió una pizca de remordimiento por no haber dicho las cosas sin rodeos.
Como si los pensamientos de Subaru se hubieran manifestado en su rostro, el zorro blanco emitió una risa a través de su pequeña garganta.

『 Echidna: Descubrir el secreto detrás de mi nacimiento en un momento tan inesperado es indudablemente uno de los muchos placeres de la vida. Si tienes oportunidad, cuéntame todos los detalles. 』

『 Subaru: …Aunque tú misma seas un espíritu, es evidente que no sabes absolutamente nada sobre la existencia de los espíritus artificiales. Nuestra Beatrice parece saber mucho más que… espera, ahora que lo pienso, ella jamás me ha mencionado nada sobre ti. ¿De dónde viniste? ¿Y qué se supone que debías hacer? 』

『 Echidna: Lamentablemente, desconozco tanto las circunstancias de mi nacimiento como el propósito por el que fui creada. Ahora mismo, lo único que hago es seguir el camino de esta relativamente interesante niña. 』

Ante los cuestionamientos de Subaru, el zorro blanco le lanzó una significativa mirada a Anastasia, quien lentamente dirigió su mirada hacia Subaru.

『 Anastasia: La conexión entre Echidna y esa bruja también despierta mi interés. Y seguramente… también haya una conexión con er Culto de la Bruja. En fin, vorvamo’ ar tema der Libro de la Sabiduría… 』

『 Subaru: El Libro de la Sabiduría es el artefacto en el que está basado el evangelio del Culto de la Bruja… en otras palabras, es la versión original y completa. Las capacidades proféticas con las que escribe el futuro operan bajo los mismos principios que la “Piedra de la Historia” del Dragón. 』

『 Anastasia: Iguar que la “Piedra de la Historia” del Dragón… siendo así, su credibilida’ sería increíblemente arta. ¿Sería posible que la bruja haya crea’o er libro ella misma? 』

『 Subaru: Eso es lo que insinuó, pero las dos copias existentes debieron haberse quemado. Desconozco si fueron creadas más copias. 』

Echidna le había dado copias de su Libro de la Sabiduría a Beatrice y Roswaal. Y ambas copias, sin duda alguna, habían sido destruidas un año atrás.

El Libro de la Sabiduría de Beatrice había quedado hecho cenizas junto con la Biblioteca Prohibida. Y Ram había quemado el Libro de la Sabiduría de Roswaal, rechazando el futuro escrito en él.

『 Anastasia: Pero eso es sólo lo que escushaste de la bruja Echidna. ¿Sus palabras rearmente reflejan la verda’ de la situación? 』

『 Subaru: …Exacto. 』

Aunque no le hacía mucha gracia que Anastasia simplemente negara sus afirmaciones, Subaru también entendía que la credibilidad de tales declaraciones no era muy alta. Sin embargo, él no pensaba que Echidna hubiera mentido sobre eso.
Podría decirse que sólo Subaru, que había hablado con la bruja frente a frente, podía sentir algo así.

『 Subaru: … 』

『 Anastasia: No confiar en la persona, sino en sus palabras. Debe ser una persona rearmente problemática pa’ ti, Natsuki-kun. 』

『 Subaru: Yo también lo creo. Sí; a pesar de no tener ninguna intención de confiar en ella, confié en sus palabras; qué contradictorio. 』

Toda acción de Echidna había sido un medio muy astutamente pensado para engañar a Subaru y convertirlo en su marioneta.
No obstante, eso no significaba que todo hubiera sido una mentira. ¿Subaru creía eso porque quería? ¿O se encontraba todavía bajo la influencia de esa bruja?

『 Anastasia: Dejando de la’o tus sentimientos personales, por er momento sólo podemo’ concluir tres posibilida’es respecto a este Libro de la Sabiduría. La primera es que la bruja mintió, y se hicieron más copias. 』

『 Subaru: La segunda es que el Culto no sabe que el Libro de la Sabiduría ya no existe, y únicamente hacen ruido… supongo. Pero, ¿cuál es la tercera? 』

『 Anastasia: A menos que haya menti’o, sólo hay una manera en la que er Libro de la Sabiduría aún podría existir. Y esa es, que una de las copias no se haya quema’o por completo, y quedaran restos de ella. 』

『 Subaru: —¿Qué…? 』

Subaru no había considerado en absoluto que hubieran quedado restos del Libro de la Sabiduría.
Anastasia apuntó con un dedo hacia Subaru, que estaba anonadado.

『 Anastasia: Aunque no es una certeza totar, er libro fue hesho por una bruja, ¿no? ¿No crees que tar vez… sea difícir de quemar o que incluso sea capaz de regenerarse? 』

『 Subaru: C-ciertamente, no puedo decir que sea imposible… pero entonces, la pregunta sería «¿quién pudo haber encontrado y resguardado una versión restaurada?» 』

『 Anastasia: Arguien capaz de verlo arder y resguardarlo… Tar vez le ‘toy dando demasia’as vuertas, y tar vez la segunda hipótesis es musho má’ probable. En cuarquier caso, no vamo’ a aceptar su demanda. 』

Ante las posibilidades que inferían las palabras de Anastasia, Subaru comenzó a reflexionar llevándose una mano a la boca.

¿Quién podría haber recogido uno de los Libros de la Sabiduría cuando se quemaron?
El que estaba en la Biblioteca Prohibida sin duda ya estaba perdido: ardió junto con la Biblioteca Prohibida y la mansión.
Pero, ¿qué había del libro de Roswaal? Escuché que Ram lo quemó con magia… pero entonces sus cenizas deberían haber quedado esparcidas y enterradas bajo la nieve de la magia de Emilia.
Si quedaron restos de él después de quemarse, y además tuviera la capacidad de regenerarse… entonces cabe la posibilidad de que alguien pudiera haberse hecho con él, pero…

『 Subaru: Si alguien lo hubiera traído aquí, sería alguien de mi facción, y cualquiera de ellos me lo habría dicho. Por lo tanto, tengo la certeza de que el Libro de la Sabiduría no está en esta ciudad. 』

『 Anastasia: Ya veo; entonces no le daré má’ vuertas. No necesito preocuparme musho por un libro der que no sé na’a. 』

«Certeza». —aunque Subaru dijo eso, tal vez sus sentimientos se acercaban más a «querer creer».
Sin embargo, Anastasia no abordó ese punto, ni tampoco tenía la intención de indagar más sobre los detalles del Libro de la Sabiduría. Sino que—

『 Anastasia: Entonces, las siguientes demandas vienen de Codicia y Lujuria. Simple y directo, no hay absolutamente na’a que varga la pena discutir sobre lo que dijeron; pero… 』

『 Subaru: Ellos… no. No son distintos de Glotonería e Ira. Así que, ¿qué pasó? ¿Qué dijeron? 』

Capella de la Lujuria y Regulus de la Codicia eran quienes peor impresión habían causado a Subaru.

Justo antes de encontrarse con Capella, Regulus había secuestrado a Emilia; así que Subaru albergaba emociones muy negativas respecto a él.

Tanto el aspecto nuevo que tenía su pierna derecha como no tener noticias acerca de cómo estaba Emilia preocupaban de tal manera a Subaru que sentía una opresión en el pecho.

『 Anastasia: Espero que no te molestes musho cuando te lo diga. 』

『 Subaru: Depende de lo que digas. 』

Subaru respondió inmediatamente a la incómoda introducción de Anastasia al tema.
Con una expresión de «si tú lo dices…», Anastasia suspiró como si se hubiera resignado.

『 Anastasia: La demanda de Lujuria no era iguar a las de los demá’, y parece ser una simple burla. Decía algo así como «envíen a veinte parejas de hombres y mujeres que se amen a la torre de control. —No serán lastimados bajo ninguna circunstancia». 』

『 Subaru: ¡Esa perra mentirosa! ¡¿Que no serán lastimados?! ¡¿Acaso se le olvidó que fue ella quien convirtió gente en moscas y dragones por puro placer?! 』

Como era de esperarse, Subaru se enfureció al escuchar las malignas demandas de Capella.
«Veinte parejas que se amen»— tan solo pensar en lo que les haría ese monstruo que predicaba un amor asqueroso era aterrador.

『 Anastasia: Por lo que entendí, esa arzobispa no considera que cambiar la forma de arguien cuente como «lastimar». «No lastimaré a nadie~» se acerca má’ a lo que dijo exactamente; casi pu’e sentir como si la hubiera esta’o viendo hablar. En fin, la úrtima demanda es de Codicia… 』

『 Subaru: … 』

Subaru decidió permanecer en silencio, esperando enojado a que Anastasia continuara.
Sin embargo, al ver esa actitud, a Anastasia le pareció complicado continuar, dudando durante demasiado tiempo.
Y entonces,

『 Echidna: La demanda del hombre que se hace llamar Codicia fue «deseo celebrar una boda con mi prometida de cabello plateado; por lo que, durante los preparativos de la boda, ¡no me interrumpan!». 』

『 Anastasia: Echidna… 』

『 Echidna: Ana parecía estar teniendo dificultades para decirlo, así que espero que haya estado bien de mi parte el continuar. 』

En lugar de la titubeante Anastasia, el zorro blanco que resguardaba su cuello respondió primero.
No obstante, el intercambio de pensamientos que se estaba produciendo entre ellas dos era completamente ignorado por Subaru ahora mismo.

—Celebrar una boda con su prometida de cabello plateado.

Era obvio quién sería la prometida de Regulus de la Codicia.

『 Subaru: —¡Y UNA MIERDA, HIJO DE PERRA! 』

La explosión de furia de Subaru era completamente razonable.
Anastasia no pudo evitar fruncir el ceño, y el pelo del zorro blanco se levantó por completo.
Así de puro y directo era el enfado de Subaru.

En su mente, la imagen de un hombre de cabello blanco tomó forma.
Ese hombre, de poder e ignorancia sobrenaturales, había capturado a Emilia e insistido en que su único valor yacía en su rostro.
Pero ese poderoso hombre no era más que un tipo terriblemente mal de la cabeza. ¿Qué clase de sinsentido estaba escupiendo ahora?

『 Subaru: ¡¿Dicen que quieren a Beatrice, el Libro de la Sabiduría y a Emilia?! ¡JA! ¡El Culto de la Bruja no le va a poner ni un dedo encima a ninguno de los tres! ¡Les mostraré lo que pasa por ponerse a jugar con sus estúpidas demandas! 』

『 Anastasia: …Ya anticipaba una reacción así, pero escusharte decirlo tan claramente de verda’ es reconfortante. 』

Al ver el fervor con el que Subaru dijo eso, Anastasia no pudo evitar sonreír.
Pero no era porque estuviese de buen humor, sino porque ese mismo fervor estaba comenzando a crecer en ella.

『 Anastasia: Nuestros espíritus artificiales… Pues yo no tengo intención arguna de entregarles a Echidna. Y me niego a permitir que er Culto de la Bruja me intimi’e. Yo traje a Crusch-san y a Emilia a esta ciuda’, y er Culto de la Bruja se atrevió a hacerlas sufrir… ¡Así que no seré capaz de mirarlas a la cara otra vez si no saco a to’os nosotros de ésta! 』

『 Echidna: Qué combativa estás, Ana. 』

『 Anastasia: Y eso es precisamente porque sé cómo igualar er campo de juego pa’ que podamo’ reclamar la victoria. Ahora mismo no podemo’ escapar. Porque nos vamo’ a asegurar de aplastar a ese Culto y les haremo’ pagar por to’o. 』

Haciendo cálculos sobre las desgracias, la reputación, las victorias y las pérdidas.
Sus astutas palabras lo disimulaban un poco, pero el espíritu de Anastasia no mostró ni la más mínima señal de querer escapar de la batalla.
A diferencia de Julius, Garfiel, Wilhelm o incluso Ferris, a ella sólo podía criticársele que fuera capaz de decir eso tan a la ligera debido a que todavía no había experimentado de primera mano los horrores de los Arzobispos del Pecado.

No obstante, Subaru no la criticó.
En este momento, había que evitar decir algo que bajara la moral de los aliados. Y más importante que eso, su presencia, por vengativa que pudiera parecer, era indudablemente confiable.

『 Anastasia: To’os tienen que ‘tar de acuerdo con ese sentimiento, aunque sólo sea un poco. Aunque aún nos farta dar argunos pasos, ¡terminar así es inaceptable! ¡Buscaremo’ excusas pa’ haber fracasa’o cuando nos manden ar reino de los muertos! 』

『 Subaru: … 』

『 Anastasia: Mientras sigamo’ con vida, aún tendremo’ oportunida’es. ¡No podemo’ abandonar nuestras vidas de ninguna manera! Eso sería demasia’o trágico. 』

Una gentil sonrisa apareció en el rostro de Anastasia mientras declaraba su voluntad de hierro.
La presión que emanaba de su pequeña y esbelta figura podría hacer olvidar a cualquiera que ella no era ninguna guerrera, que ella no tenía experiencia alguna en exponerse al campo de batalla… aunque eso era incorrecto; ya que ella, de hecho, era una guerrera con miles de batallas en su haber.
Habiendo escogido el ingenio como su campo de batalla, ella era una guerrera muy curtida.

『 Anastasia: Ya sea Crusch-san o la gente que perdió su forma humana, si logramo’ capturar a Lujuria, ella debería ser capaz de deshacer to’o lo que hizo. Y Natsuki-kun, tu ama’a princesa te fue roba’a. Eso no es argo que pue’as aceptar, ¿verda’? 』

『 Subaru: ¡La duda ofende! ¡Emilia será mi esposa! ¡Le daré una paliza a Glotonería para recuperar los recuerdos de Rem! ¡Encontraré a esa habladora de Sirius y le arrancaré los dientes! ¡Arrastraré a Capella hasta aquí y la obligaré a disculparse y a devolver a todos a la normalidad! ¡Y finalmente los expulsaremos! 』

『 Echidna: Ana y el joven Natsuki están considerando lo imposible como si fuera tarea fácil. Pero es justo eso lo que más me gusta de ustedes. 』

Al ver que Subaru hacía lo propio ante la agresiva declaración de Anastasia, el zorro blanco asintió con satisfacción.
Gracias a la voluntad de luchar de Anastasia, Subaru olvidó temporalmente la sensación de desilusión que le inundó nada más despertar.

La primera y segunda batalla habían terminado en derrota. Pero aún tenían otra batalla por delante. Nadie moriría, y no dejarían a nadie morir.
Al final, sobrevivirían, victoriosos. Ese sería el triunfo de Subaru y los demás.

『 Anastasia: Ricardo ‘tá vigilando los alrede’ores, y Joshua ‘tá buscando a los demá’ niños perdi’os. Debería vorver pronto. Y entonces, nuevamente, tendremo’ una auténtica reunión estratégica. 』

『 Subaru: También tendremos que reconfirmar la situación en todos los refugios y en las cercanías de las demás torres de control. 』

『 Anastasia: No se me orvidará. Oye, parece que mi mente ya ‘tá vorviendo a funcionar. 』

Dado que ya habían decidido hacer lo que fuera necesario, sus corazones se llenaron de determinación.

Asintiendo a las palabras de Anastasia, Subaru dirigió su mirada hacia el exterior del Ayuntamiento.
A través de la ventana, sólo podía ver un lado de la ciudad; y en ese paisaje se erigía una de las altas torres de control.

Subaru no sabía si esa era la torre este, oeste, norte o sur.
Así que cada torre podría contener en su interior a Emilia, los recuerdos de Rem, una enemiga jurada, o un detestable monstruo.

—La batalla para salvar a la ciudad y a todos los seres queridos, continúa.