sábado, 25 de enero de 2020

,

Caballerosidad y el hombre que llegó tarde


Traducción:
Kolo

Corrección y edición:
Jagaro y Carlos (Primer corrector)
Carlos (Segundo corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

Después de esa conversación en la que renovaron su determinación, Subaru y Anastasia se dirigieron escaleras abajo del Ayuntamiento.
Subaru había estado recostado en una gran sala del tercer piso —exactamente el piso de en medio del edificio formado por cinco pisos— que aparentemente alguna vez fue una sala de reuniones.

『 Anastasia: Ya que er piso má’ alto ha si’o quema’o por er aliento der dragón, ahora er cuarto piso es er úrtimo piso. To’as las víctimas de Lujuria ‘tán ahí. 』

『 Subaru: …Si el quinto piso ha sido quemado, entonces ¿qué ha sido del dispositivo mágico de transmisión? 』

『 Anastasia: Tranquilo, ‘tá a salvo. Ha si’o desmonta’o y guarda’o. Er dispositivo mágico es como una caja metálica que pue’e ser transporta’a de un lugar a otro. Parece que los soni’os recogi’os por la caja eran recibi’os por otros dispositivos instala’os por to’a la ciudad. 』

Antenas… ¿o más bien altavoces?
Lo que significaba que el dispositivo mágico consistía en una caja metálica y altavoces. El hecho de que habían rescatado a los rehenes y recuperado el dispositivo mágico de forma segura eran unas muy necesitadas buenas noticias.

『 Subaru: Dijiste que todas las víctimas afectadas están reunidas en el cuarto piso, ¿verdad? 』

『 Anastasia: A pesar de haber si’o transforma’os en moscas y dragones, aún mantienen su consciencia humana; así que pue’en entendernos y seguir nuestras instrucciones… Aunque no sabría decir si eso es bueno o no. 』

『 Subaru: … 』

Conservar la consciencia tras lo sucedido… Subaru no sabría decir con seguridad si eso era ser afortunado o no.
Si sus consciencias también se hubieran convertido en las de unos insectos, no podrían estar deprimidos por haberse convertido en una forma de vida completamente diferente. Pero entonces, también se habría perdido para siempre sus yos interiores.
Pero igualmente quizás pierdan sus yos interiores después de varias horas de haber perdido sus propios cuerpos; pero eso tal vez sólo pueda ser confirmado por quienes lo hayan experimentado.

『 Anastasia: Aún pue’en seguir moviendo sus cuerpos; con lo cuar es una suerte que nadie haya atenta’o contra sí mismo. To’o pasó tan rápido, que argunos todavía no han acepta’o la situación actual… Sería perfecto si pudiéramo’ mantenerlos a salvo hasta que to’o se calme. 』

『 Subaru: ¿Con «atentar contra sí mismo» te refieres a suicidarse? Algo así… 』

『 Anastasia: ¿No crees que es argo para preocuparse seriamente? 』

『 Subaru: … 』

No era una pregunta que Subaru pudiera responder a la ligera.
Pero, comparado con Subaru, a Anastasia se le daba mucho mejor considerar tranquilamente cómo contrarrestar estas circunstancias extraordinarias.

『 Anastasia: Mientras haya vida, hay esperanza. Pero, aunque er cuerpo permanezca intacto, si er corazón se rompe en pedazos, la esperanza también lo hará. Así que, mantenerse con vida no es suficiente. Deben tener la voluntad de vivir sin importar las circunstancias. 』

Manteniendo sus ojos al frente mientras caminaba, Subaru la escuchó sin ver su rostro.
Subaru estuvo de acuerdo de todo corazón con la imagen de Anastasia sobre la perseverancia en lo que respectaba a la vida y la muerte.
Había que sobrevivir.
Si estabas vivo, podrías encontrar la manera de resistir.
Y por eso—

『 ???: Anastasia-sama. 』

Escaleras abajo, siendo el primero en ver a Anastasia y Subaru bajar al primer piso, Julius pronunció el nombre de su líder.
Para Subaru, el vestíbulo del primer piso era sólo un lugar por el cuál había pasado brevemente. Pero, incluso ahora, el rastro de la desesperada batalla que tuvo lugar en aquella habitación lo dejó con una impresión tan profunda, que podía sentir vívidamente el feroz combate que tuvo lugar aquí.

Los escritorios, las sillas e incluso las paredes estaban cubiertas de golpes de espadas y ataques mágicos. Y por todo el suelo se podían ver manchas de sangre pisoteadas que afirmaban la existencia de dicho combate.
Todos estos signos mostraban que Julius intentó impedir que Glotonería escapara del combate, aunque lamentablemente sí logró huir.

『 Julius: ¿Cómo fue la conversación con Subaru? 』

『 Anastasia: Duró má’ tiempo de lo espera’o, pero terminó bien, supongo. Ar iguar que nosotros, Natsuki-san ‘tá lleno de motivación, así que... 』

Afirmando juguetonamente a la pregunta de Julius, Anastasia se giró para ver el fondo de la sala.
En dirección opuesta a las escaleras por donde Subaru y Anastasia acababan de bajar, estaba la enorme silueta de Ricardo en la entrada del vestíbulo. Justo como Anastasia había ordenado, él había estado afuera tratando de contactar con otros supervivientes.

『 Anastasia: Bienveni’o, Ricardo. ¿Cuár es la situación afuera? 』

『 Ricardo: Parece que ‘tás de buen humor, señorita. La situación no podía ‘tar peor; y probablemente se pondrá peor aún. Desde luego, a esos bastardos se les da muy bien acosar a los demá’. 』

Frunciendo el ceño con disgusto, Ricardo resopló ante el resultado infructuoso de su búsqueda.
Habiéndole dicho eso a Anastasia, se rascó fuertemente la cabeza e hizo gestos a los miembros de Colmillo de Hierro que estaban reunidos alrededor suya para que fueran de nuevo al exterior, mientras que a otro grupo les dijo que se quedaran a descansar en el pasillo.

『 Subaru: ¿El Culto de la Bruja sigue acosando a la gente? …No, es que, ya sé que estamos en la peor situación, pero… ¿aún hay más problemas? 』

『 ???: Se refiere a la transmisión, Capitán. ‘Stá hablando sobre esas malditas transmisiones. 』

Viniendo de las escaleras, Garfiel respondió a la pregunta de Subaru, quien había ladeado la cabeza.
Escuchando a Garfiel chasquear sus colmillos en frustración, Subaru preguntó.

『 Subaru: ¿La transmisión? ¿Te refieres a la transmisión donde hicieron sus demandas? Aparte de eso, ¿dijeron alguna otra cosa? 』

『 Julius: Nada destacable. Sólo dijeron que habían lidiado con todas las fuerzas que trataron de recuperar el Ayuntamiento. La Arzobispa del Pecado de la Lujuria debió ser quien hizo la transmisión. Las palabras que dijo eran verdaderamente despreciables. 』

『 Ricardo: Gracias a ella, las pocas personas que había en los refugios que visité apenas les quedaba espíritu. No será fácir convencerlos pa’ que se levanten y recuperen su ciudad. 』

Julius cerró firmemente sus ojos, mientras que Ricardo empezó a rascarse la nariz.
Al escuchar sus respuestas, Subaru comprendió más o menos lo que significaba aquel comentario de «Acosar a más gente».

Junto a sus demandas, Capella había anunciado la derrota del grupo de Subaru cuando trataron de recuperar el Ayuntamiento.
Naturalmente, para los civiles que no podían ni levantar una espada, escuchar esa noticia les destruyó sus pocas esperanzas que les quedaban; mientras que aquellos que poseían la fuerza para luchar se darían cuenta de la importancia de recuperar el Ayuntamiento y el motivo por el que el grupo de Subaru se arriesgó con un ataque precipitado.
Al mismo tiempo, se darían cuenta de que ese ataque requería una fuerza considerable, y que, incluso con ese poder, habían fracasado.

En otras palabras: independiente de si la gente que estaba en los refugios tenía o no alguna determinación para seguir resistiendo, Capella hizo transmisiones para romper sus esperanzas.

『 Ricardo: Gracias a los registros der Ayuntamiento, sabemo’ actuarmente las ubicaciones de to’os los refugios. Pero, tras visitar los má’ cercanos uno por uno… bueno, ya pue’en imaginar los resurta’os. 』

Ricardo movió sus brazos y rápidamente confirmó los peores temores de Subaru.
Era solamente la naturaleza de los humanos. No tenía sentido culpar a Ricardo por fallar en convencerlos. Cuando se trataba de ser depravados, el Culto de la Bruja no tenía rival.
Al lado del afligido Subaru, Anastasia se puso la mano en la mejilla y murmuró:

『 Anastasia: Sin determinación para pelear y sin coraje para resistir. En ese caso, lo que vendrá después será musho peor. 』

Al ver a Subaru levantar la mirada ante su voz, Anastasia ladeó la cabeza.

『 Anastasia: Tengo razón, ¿verdad? Una vez que una persona piense «no puedes ganar incluso si peleas», perderá su voluntad pa’ seguir lushando. ¿Y qué crees que hará la gente a continuación? 』

『 Subaru: Caer en desesperación y sentirse asustados… esa es la respuesta que buscas, ¿verdad? 』

『 Anastasia: Bueno, sería encanta’or si solamente mantuvieran sus rodillas dobla’as mientras lloriquean; pero no será er caso. Si pierden su voluntad para lushar, aún les quedará su voluntad para vivir. En ese caso, ¿qué opción les que’a? 』

『 Subaru: …No querrás decir… 』

Subaru empezó a entender a dónde quería llegar Anastasia.
Al mismo tiempo, un abrumador disgusto surgió dentro de él por los oscuros planes del Culto de la Bruja.

Como si hubiera podido leer el pensamiento actual de Subaru, Anastasia juntó ambas manos de una palmada y,

『 Anastasia: Les han puesto en bandeja las condiciones pa’ que sobrevivan. Más bien en forma de demandas. Así que, es razonable pensar que habrá quienes traten de cumplir esas demandas sumergi’os por la desesperación, «entregando» a los espíritus artificiales, al dueño del Libro de la Sabiduría o incluso a las parejas de amantes como sacrificios.

『 Subaru: ¡¿Crees que la gente podría llegar a ese extremo?! 』

『 Anastasia: Tar vez no o tar vez sí. O tar vez habrá quienes reshacen sacrificar a los demá’ sólo para su propia supervivencia. O aquellos que traten de escapar de la ciudad a to’a costa… En cuarquier caso, er caos será inevitable. 』

Una vez que cunda el pánico, todas las fichas de dominó caerán estrepitosamente en un instante.
Era aterrador imaginar lo que haría el Culto de la Bruja una vez empiece el caos por las calles. Habían obtenido el poder definitivo capaz de destruir todo.
Era como imaginar un interruptor controlado por un tirano que podría inundar toda una ciudad con sólo el movimiento de un dedo.

『 Subaru: Sólo tenemos que motivar a toda esa gente antes de que eso ocurra, ¿no? 』

『 Anastasia: Eso es demasia’o utópico. 』

『 Subaru: ¡Pero… tu conclusión es demasiado pesimista! 』

Cuando las personas tienen miedo, el pánico se apodera de ellos. Y cuando eso ocurre, la única manera de combatirlo es dándoles esperanza.

『 Subaru: Si les decimos que estamos preparando un contraataque, al menos podríamos darles algo de esperanza y mantener el pánico a raya, ¿no crees? 』

『 Anastasia: Creo que, como mínimo, tenemo’ que ‘tar prepara’os pa’ las pérdi’as que podrían acontecer. No me agrada pensar en ello, pero debemo’ pensar en lo que tendremo’ que hacer cuando esas personas se vuervan irracionales. 』

『 Subaru: Espera, Anastasia-san. ¿Por qué tengo el presentimiento de que no estamos hablando de lo mismo? 』

Teniendo un mal presentimiento de a qué se refería Anastasia, Subaru apretó sus dientes. Al verlo, Anastasia dejó salir un suspiro de cansancio.

『 Anastasia: El reshazo de Natsuki-kun a sacrificar cuarquier persona… aunque es admirable, no es na’a realista. Desde er momento en que recibimo’ semejantes pérdidas ar inicio de esta contienda, se vorvió imposible ganar sin dolor o sacrificar argún peón por er camino. Debería ser obvio incluso pa’ ti. 』

『 Subaru: En las dos primeras ocasiones… eso es lo que ha pasado. Pero eso es totalmente distinto a prepararse para sacrificar personas por el camino como estás sugiriendo. De hecho, es justo lo contrario de evitar peligros, ¿¿no crees?? 』

『 Anastasia: Si lo que dices pue’e guiarno’ a una victoria absoluta, ‘taré de acuerdo contigo. Pero la realidad dicta que es imposible lo que dices. Cuando una nave se hunde, sólo aquellos con er coraje pa’ nadar sobrevivirán… mientras que aquellos que se que’en dentro y se dejen hundir como piedras nunca lograrán sobrevivir. 』

『 Subaru: ¡—! ¡Ganar o perder es…! 』

『 Anastasia: ¡Si perdemo’, to’os terminaremo’ en er fondo der mar! ¡Si no te gusta ganar o perder, ¿entonces prefieres vivir o morir?! Si crees que pue’es sarvar a to’os, entonces eres demasia’o ingenuo, Natsuki-kun. 』

Anastasia gritó al alborotado Subaru.
Justo cuando Subaru estaba a punto de dar un paso hacia ella, Julius se interpuso y le impidió avanzar. Sin embargo, Julius no estaba mirando a Subaru, si no a Anastasia. Como si estuviera de parte de Subaru, Julius entrecerró sus ojos hacia ella.

『 Julius: Anastasia-sama; comprendo sus sentimientos; pero también estoy de acuerdo con Subaru. Asumo que sus preocupaciones están justificadas y que deberíamos tomar medidas para prevenirlo. Pero lastimar de forma cruel a los civiles le provocaría un gran dolor… y estaría haciendo exactamente lo que quiere el Culto de la Bruja. 』

『 Subaru: Julius… 』

Oponiéndose abiertamente a su líder, Julius afirmó su ideal de virtud mientras declaraba su apoyo a Subaru. Además de sorprendido por el comentario de Julius, Subaru sintió que sus convicciones se habían fortalecido.
Si Julius —la constante personificación de los ideales de los Caballeros— estaba de acuerdo con Subaru, entonces no había nada equivocado en todo lo que dijo Subaru.
Sin embargo, Anastasia acarició su piel de zorro blanco en frente de Julius y contestó.

『 Anastasia: ¿Crees que he sugeri’o abandonar a to’a esa gente porque me gusta? Claro que he pensa’o que no to’os los que ‘tán en los refugios se vorverán locos y empezarán a provocar disturbios. Es sólo una posibilidad. ¡Pero es una posibilidad que no podemo’ ignorar! 』

『 Julius: Pero… 』

『 Anastasia: No soy una niña, ¿me oyes? Debemo’ usar totarmente los recursos que tenemo’. Debemo’ atacar de nuevo ar Culto de la Bruja. Y haremo’ to’o lo que esté dentro de nuestra responsabilidad. Pero si extiendes esa responsabilidad a to’os los que están en la ciudad, entonces perderíamo’ nuestra capacidad de hacer lo que somo’ capaces de hacer. Quien mucho abarca, poco aprieta. 』

Para Julius, que estaba mordiéndose el labio con abatimiento, las palabras de Anastasia fueron frías e implacables. Pero no sólo estaban dirigidas a Julius, sino que también iban dirigidas a Subaru por su desconsideración.
Naturalmente, Subaru entendía lo que Anastasia estaba tratando de decir: salvar a alguien es una gran carga.

Es muy difícil salvar a más de una persona a la vez. Cuanto más ancho es el territorio que se quiere salvar y más elevado es el número de personas que se quiere salvar, el resultado esperado se vuelve menos realista y la balanza se inclina hacia un resultado insatisfactorio. Es una lógica que incluso un niño podría entender.

Cuantas más monzanas trates de sostener, más probabilidades hay de que se caigan de tus manos. Y eso sin contar la posibilidad de que puedas tropezar, o que tus brazos se cansen y dejes caer todas las monzanas.

『 Anastasia: Nuestra máxima prioridad es discutir cómo ganar esta batalla. No se enfaden como niños. ¿Llevas tu insignia de caballero tan a la ligera que ni siquiera pue’es notar la diferencia? 』

『 Julius: … 』

Al escuchar a Anastasia decir todas esas palabras como si lo estuviera provocando, Julius cerró los ojos fuertemente.
Detrás de él, viendo los puños cerrados de Julius y su cabeza bajando lentamente, Subaru entendió que Julius estaba a punto de retirar su objeción.
Pero,

『 Subaru: Si cedes ahora, serás incluso menos merecedor de ser llamado un Caballero. 』

『 Anastasia: …Natsuki-kun, ¿has entendi’o argo de lo que dije? Si no es así, entonces no has cambia’o en absoluto desde aquella vez en el Palacio Real. Después de to’o lo que has pasa’o y de ser condecora’o como Caballero, esperaba más de ti. 』

『 Subaru: Sí. Ahora soy un Caballero. Y es debido a que soy un Caballero que no puedo ceder. Absolutamente no puedo. 』

Cuantas más monzanas sostienes, más probabilidades hay de que se te caigan. Pero, tanto Subaru como Julius, eran Caballeros, y en sus manos no estaban sosteniendo monzanas, sino algo mucho más valioso.
Estas no eran frutas que no recibirían daño si se caían al suelo, sino que podían llorar y sentirse tristes—eran vidas humanas.

『 Subaru: Rendirse desde el principio y dejar que el prejuicio se apodere de ti; eso… no lo permitiré. Lo siento, pero no soy tan susceptible al sentido común de este mundo. 』

『 Anastasia: De nuevo, dices cosas incomprensibles… Fue lo mismo con la Ballena Blanca y con er Culto de la Bruja. Aun sabiendo que to’as las guerras tienen víctimas, ¿piensas oponerte a perder a arguien por er camino? 』

『 Subaru: No los menosprecies, Anastasia. Quienes pelearon y murieron en ese entonces estaban decididos a morir si hacía falta. Cuando alguien muere, es triste; pero aunque no quisieran morir, tenían la voluntad para luchar. Si una persona tiene o no la resolución para luchar aun sabiendo que podría morir—eso es lo que marca la diferencia. 』

Subaru sabía que sólo era un argumento superficial para salir del paso, y que no había lógica en todo lo que estaba diciendo.
Aun así, ese era un hecho. Meterse en una lucha de vida o muerte siempre implicaba cierta resolución.

『 Subaru: La gente de esta ciudad no tenía por qué hacer esa clase de resolución; pero esos bastardos literalmente convirtieron este lugar en un campo de batalla. Y estaría mal si dejásemos el futuro de sus vidas a su suerte. 』

『 Anastasia: Aunque no te guste, ellos podrían atacar a la gente sin importar si tienen resolución o no. Cuando eso ocurra, ¿qué diferencia habrá entre los que sí la tengan y los que no? 』

『 Subaru: Hay una diferencia. Lo más justo es que una persona con dicha resolución, sea quien se enfrente a otra persona con la misma resolución. Ser un Caballero consiste en mantener esa resolución para proteger a quienes no la tienen. Esa es mi definición de Caballero, y eso es lo que he fanfarroneado a los niños de la aldea. 』

Tras ser condecorado como Caballero y recibir algunos cumplidos aquí y allá, ese pensamiento surgió con naturalidad en la mente de Subaru.
Y cuando hizo alarde de esa frase ante los niños y sintió sus alabanzas y brillantes ojos, Subaru decidió no decepcionarlos.
Obviamente, también tenía algo que ver con los brillantes ojos de Emilia mientras lo escuchaba decir todo eso.

『 Subaru: Soy el Caballero de Emilia. Y quiero pelear por Emilia. Pero eso no significa que sólo vaya a proteger a Emilia mientras ignoro a todos los demás. Anastasia-san, Julius es tu Caballero. Él quiere pelear por ti más que por nadie en este mundo; pero eso no es suficiente. Las presumidas criaturas llamadas Caballeros somos terriblemente codiciosas, ¿sabes? 』

『 Anastasia: … 』

『 Subaru: Seguiremos posando hasta el día de nuestra muerte; y eso obviamente incluye a Julius. Si preguntas por qué, es debido a que este tipo es el «Más Perfecto de los Caballeros»; lo que significa que este tipo ama posar más que cualquiera de nosotros. 』

Dejando a Anastasia estupefacta y sin palabras, Subaru le dirigió a Julius unos pulgares arriba. Inmediatamente, Julius, que había estado escuchando en silencio, hizo un gesto de consternación.
Al ver esta rara expresión de estupefacción en los rostros de Anastasia y Julius, los labios de Subaru esbozaron una sonrisa más bien inapropiada.

『 Subaru: Es claro y simple el por qué vamos a matar a esos bastardos, pero si debemos asumir la culpa de abandonar a alguien con tal de conseguirlo, entonces eso es simplemente estúpido. Salvaremos a todos, y aniquilaremos a esos bastardos. Aunque terminemos perdiendo por culpa de nuestras convicciones, así es como lo haremos. 』

Renunciar a una posibilidad desde el principio no era lo mismo que fallar tras haberlo intentado.
Era evidente para todos que eso era una mera auto-satisfacción, pero—

『 ???: —Vivir por satisfacción propia, esa debe ser la forma de vivir más humana que hay. En esto, estoy de parte del colega. 』

『 Subaru: ¡—! 』

Mientras Subaru estaba ocupado tejiendo su ingenuo idealismo, una voz completamente nueva se mezcló en la conversación.
Sorprendido por la adición de esa nueva voz, todos miraron simultáneamente hacia la entrada del vestíbulo. Parado allí, la persona bajo el fuego cruzado de las miradas de todos se encogió de hombros incómodamente.

『 ???: Ey ey, si todos ustedes siguen mirándome tan intensamente, me preocuparé, ¿saben? Sé que no luzco tan bien; así que estoy seguro de que no voy a cumplir con sus expectativas. 』

『 Subaru: —Al. 』

Un hombre usando un casco de negro azabache hizo sus típicas bromas y gestos para mostrar que no tenía intenciones de hacer daño—Era Al, una de las personas con las que se llevaba mejor y que, desde que se separaron en el ryokan esta mañana, había estado en paradero desconocido.

Vistiendo sus ropas usuales y su habitual aire, Al miró alrededor de la habitación.

『 Al: ¿Éstas son todas las caras conocidas que hay en el Ayuntamiento? Pensé que habría más. 』

『 Subaru: … Están con Crusch-san escaleras arriba. Pero más importante que eso… ¿dónde has estado? 』

『 Al: ¿Yo? Ah, sí, corrí como loco y encontré un rincón donde esconderme cuando el problema comenzó. Cuando vi que la situación se había calmado un poco, salí a dar un vistazo. Luego también escuché la transmisión, y vine al Ayuntamiento esperando encontrar a mi colega o a alguien que sepa lo que está sucediendo. 』

Mostrando su increíble optimismo despreocupado, Al respondió mientras hacía crujidos metálicos jugando con su casco. Al escuchar sus palabras, ninguno de los presentes pudo evitar sentirse desanimado por su respuesta.
Era la clase de desdén dirigida a alguien que decidió salvar su propio pellejo aun a pesar de que sus amigos estaban en apuros.

『 Al: Ey, no me miren así. ¿No es como si fuera mi culpa llegar tarde? Quiero decir, siento no haber estado allí, pero era totalmente un caso de mala suerte, ¿saben? Además, dudo que un tipo como yo hubiese marcado la diferencia. 』

『 Garfiel: Oye, Capitán. ¿Quién demonios es ‘ste tipo? ¿’Stá jugando con nosotros? 』

Viendo a Al decir eso encogiéndose de hombros, Garfiel, que ya estaba irritado desde el principio, estaba rozando su límite.
Ahora que lo pienso, Garfiel y Al aún no se habían conocido. Cuando Priscilla apareció en el ryokan y destrozó la atmósfera amigable de todos, Garfiel no estaba presente.
Así que para él, Al debía ser un hombre extraño que simplemente se había mostrado desde ninguna parte.

『 Subaru: Espera Garfiel. Ese tipo es Al. Él es el Caballero de la candidata de la Selección Real, Priscilla. No te lo he dicho aún, pero las cinco candidatas están todas reunidas en la ciudad ahora mismo, y— 』

『 Al: —Corrección, colega. Soy simplemente el lacayo de Princesa-san, no su caballero. No me gustaría estar atrapado con un título tan tenso como ese. Oh, sin ofender, colega. 』

Mientras Subaru hablaba para detener a Garfiel, Al lo corrigió con un toque de ironía. Ver esa actitud no hacía otra cosa que provocar que Garfiel apretara sus colmillos y sobresalieran las venas azules de su frente.

『 Anastasia: ¡Vale, suficiente! ¡Basta! ¡Esto se ‘tá vorviendo confuso, así que cállense! 』

Antes de que sus bromas pudieran escalar a algo más, Anastasia dio una palmada para regresar a la atmósfera anterior.
Luego, con sus redondos ojos mirando directamente a Al,

『 Anastasia: Apareces repentinamente y enseguí’a arruinas la atmósfera; eres como tu líder, ¿eh? Hacer alarde de tus defectos de personalidad sólo empeorará aún má’ la impresión que la gente tiene de ti. Detente. 』

『 Al: Auch… tu advertencia me ha dolido; pero lamentablemente soy así. La gente siempre dice que les pongo de los nervios. Supongo que alterar el ritmo de la gente también puede ser considerado una técnica de supervivencia. 』

Metiendo el dedo a través de la abertura entre su casco y su cuello, Al dijo esto mientras se rascaba la parte trasera de su cabeza.
Recibiendo su refutación con un suspiro, Anastasia miró hacia Subaru.

『 Anastasia: Las cosas se complicaron má’, pero mi postura no cambiará. Debemo’ aceptar la premisa de que tendremo’ que hacer sacrificios, y partiendo de ahí, podemo’ empezar a planear cómo obtener la victoria. Si no quieres que haya víctimas civiles, Natsuki-kun, entonces empieza a pensar en cómo lo lograrás. Aunque digo esto, yo tampoco quiero ver má’ muertes. 』

『 Subaru: Entonces, no te importaría si voy a revisar los refugios, ¿no? 』

『 Anastasia: …Eres libre de usar tu tiempo como te plazca. En cuarquier caso, nuestra necesidad de aumentar nuestras fuerzas no ha cambia’o. Si encuentras a arguien en los refugios que pueda pelear, tráelos pa’ que nos acompañen. 』

Reaciamente, Anastasia dejó de oponerse a Subaru. Tener su completa aprobación sería simplemente esperar demasiado; así que en esta ocasión, Subaru no tenía quejas.

『 Anastasia: Llévate er Espejo de Comunicación. ’Taremo’ en contacto, pero por ahora, vamos a fijar tu tiempo límite pa’ vorver en seis horas desde ahora. Ten cuida’o, no debemo’ cometer ningún error má’. 』

『 Subaru: Tiempo límite, ¿eh? …Olvidé preguntar, pero, ¿qué hora es? 』

『 Julius: Sigue siendo el mismo día, aunque se aproxima la medianoche. Contando desde ahora, sólo tenemos nueve horas. 』

Julius le dijo el tiempo límite en lugar de Anastasia.
Si la siguiente reunión estratégica era dentro de seis horas, en la práctica, Subaru sólo tendría tres horas para usar libremente a partir de entonces. Tenía que encontrar una manera de convencer a Anastasia en ese lapso.
Entonces, tendrían que arreglárselas para conseguir la fuerza y un plan necesarios para derrotar al Culto de la Bruja y destruirlos antes de que el tiempo se agotara. Sólo entonces, la ciudad sería salvada—No, eso no sería suficiente.

Tenía que recuperar a Emilia. Arrebatar a Glotonería los recuerdos de Rem. Devolver sus formas normales a la gente transformada por Lujuria. Y sólo entonces, su victoria sería completa.

『 Subaru: No tenemos mucho tiempo. ¿Tienes un mapa de la ubicación de los refugios? 』

『 Anastasia: Sí. Toma tantas copias como necesites. Marcamo’ los refugios donde Ricardo y los niños de Colmillo de Hierro ya visitaron, así como argunos revisa’os ahora. 』

Anastasia le hizo un gesto a Ricardo, quien le dio a Subaru el mapa de su ruta. Por las marcas del mapa nuevo, Subaru podía ver que el Colmillo de Hierro había empezado por los más lejanos e hicieron su camino hacia atrás.
Considerando el estado de la pierna de Subaru, era de gran ayuda que sólo los refugios más cercanos fueran los que quedaran.
Era casi como si lo tuvieran planeado de antes, y le hubieran dejado estos de antemano.

『 Julius: Subaru, iré contigo. 』

『 Subaru: Julius… no, mejor tú no. Aunque sería bueno tener más gente, sería un problema si no dejamos suficiente fuerza de combate en el Ayuntamiento. 』

Subaru rechazó la oferta de Julius porque dejaría al Ayuntamiento demasiado vulnerable.
Ricardo volvería a patrullar, y Subaru ya tenía la intención de llevarse a Garfiel con él. Wilhelm seguía escaleras arriba, pero sería una carga muy pesada dejarle la protección del Ayuntamiento a él solo.
Además, ya había una amenazante nube negra sobre la facción de Crusch en este momento.

Al escuchar la respuesta de Subaru, Julius, con pesar, asintió estando de acuerdo.
A Subaru siempre se le hacía raro ver a Julius perder su compostura de esta manera; así que Subaru le dio a Julius unas palmaditas en el hombro y sacudió su barbilla hacia Garfiel.

『 Subaru: Garfiel vendrá conmigo. Y veremos si podemos encontrar a algún otro combatiente en los refugios. Intentaremos contener el pánico mientras estemos allí. 』

『 Garfiel: S-Sí, ‘ntendido. Yo me ‘ncargo. 』

Tardando un poco en notar la invitación de Subaru, Garfiel rápidamente levantó su barbilla y asintió.
Al recibir esta confirmación, Subaru extendió el mapa en sus manos y, con el Ayuntamiento en el centro, comenzó a preguntarse por cuál lado de Priestella debía comenzar.
Su primera prioridad debería ser asegurar sus fuerzas de combate—es decir, averiguar qué pasó con Reinhard.

『 Al: Si es posible, ¿podemos mirar en los refugios cercanos al ryokan primero? Creo que Princesa-san no pudo haber ido más lejos de ahí. 』

『 Subaru: En ese caso, estará más cerca si vamos a través de esta… espera un momento. 』

Con su dedo en el mapa, Subaru de repente se detuvo para mirar a Al, quien se había metido en la conversación. Viendo a Al ladear la cabeza y mirarle confundido, Subaru lo apuntó con el dedo.

『 Subaru: ¿También… vienes? 』

『 Al: Sí; ir solo sería un problema. Y también sería un problema no encontrar a Princesa-san. Después de todo lo que ha pasado, no harás que yo vaya de un lado a otro solo, ¿no? Con las cosas como están, me asusta que algo pueda pasar si no la encontramos pronto. 』

『 Garfiel: …Un perfecto amor ‘ntre amo y sirviente, ¿eh, tú? 』

Era un sentimiento improductivo, pero Subaru estaba encantado de que una persona más se les uniera. Al escuchar que Al también les acompañaría, Garfiel hizo una expresión de disgusto; pero, llegados a este punto, estaba listo para dejar de lado su desconfianza por ahora.
Por mucho que los irritara, no había duda de que querían salvar a Priscilla.

『 Subaru: En cuanto a Priscilla… la vi en el parque en la Primera Calle unos quince minutos antes de que el caos iniciara. En ese caso, ella debería estar en un refugio cercano. 』

『 Al: ¿De verdad? ¡Esa es una poderosa información, colega! ¡Vamos a empezar desde ahí! 』

Encantado ante la nueva información, Al violentamente palmeó la espalda de Subaru. Y así, acompañados por un alegre Al y un ceñudo Garfiel, los tres salieron del Ayuntamiento en su expedición hacia los refugios.

Todo el tiempo, mirándolos desde atrás mientras se iban—

『 Echidna: Parece que nos hemos convertido totalmente en los malvados. 』

『 Anastasia: Silencio, pier de zorro. Y no es como si no lo haya pensa’o bien… pero si Natsuki-kun sigue diciendo lo mismo cuando vuerva, entonces eso significará que ér es totarmente incapaz de pensar. 』

Con una expresión de cansancio en su rostro, Anastasia suspiró, mientras que la piel de zorro se encogió de hombros ligeramente.
Y nadie más notaría esta breve interacción entre ellas.