domingo, 27 de febrero de 2022

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La audible voz llorosa


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Miguel
Carlos
Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

——Lo único visible fue aquel brillo, nada más que eso.

Él recordaba haber inclinado su cuello hacia arriba.
Y justo después, una sección de la torre frente a él brilló de color blanco, deslumbrándolo y provocando que él entrecerrara los ojos.
Sin embargo, lo que quedaba en sus recuerdos abarcaba sólo hasta ese punto. No recordaba nada después de aquello.

No sintió terror, ni impacto, ni dolor. 
Para Natsuki Subaru, todo eso acompañaba sin falta el advenimiento de la muerte.
Sin dolor que le hiciera llorar y hundirse en sus lágrimas, ni un impacto que esparciera su cuerpo en miles de fragmentos, ni el terror de perderlo todo.

Quizás aquella muerte fue la más amable que Subaru haya experimentado.
Pero por encima de todo, Subaru, que había muerto al evaporarse su cerebro, no tuvo tiempo para pensar en ello o rememorarlo.

Como en un abrir y cerrar de ojos, inmediatamente tras pensar que su campo de visión había sido cubierto en la oscuridad, y la vida perdida de Subaru Natsuki sería resucitada, regurgitada y, una vez más, arrojada a la realidad.

——Él fue arrojado.


※ ※ ※ ※ ※


『 ???: ——Tch tch tch. 』

『 Subaru: ——Gh. 』

Por un sólo momento, sintió una opresión sobre sus cinco sentidos, como si obstruyera su respiración, y entonces Subaru abrió los ojos.
Al oír el ruido que hacía su sangre mientras ésta recorría todo su cuerpo, los músculos que contrajo gritaron de dolor. Se estaba aferrando tan fuerte a las riendas, que sus uñas estaban clavándose en las palmas de sus propias manos; y, estando así, sintió el calor que radiaba el cuerpo de Beatrice.

『 Subaru: ……¿Eh? 』

Dentro de su débil y oscurecido campo de visión, miró hacia la parte posterior de la cabeza de Beatrice desde muy cerca.
El dulce y fuerte aroma deslizándose por sus fosas nasales era, de nuevo, diferente al de cuando abrazaba a la jovencita. El aroma de Beatrice era como el de dulces recién hechos, pero lo que ahora flotaba en el aire, como si de un vapor nocivo se tratase, era un ambiente de dulzura asertiva.
Tenía recuerdos de esta dulzura. Era natural. Era lo que, hasta hacía poco, había seguido oliendo continuamente.
Más bien, aunque fuera sólo por unos escasos minutos, lo especial del momento era que había sido interrumpido.

『 ???: Tch tch tch tch. 』

La oscurecida consciencia de Subaru lograba oír un rítmico sonido como el chasquido de una lengua.
Frente a sus ojos estaba una rígida Beatrice, e incluso Patrasche contenía el aliento y observaba atentamente el carruaje de dragón que llevaba a Emilia y Rem. Y de pie, delante del carruaje, había una repulsiva mabestia.

Con unas finas raíces que se extendían por todo su cuerpo, la atroz mabestia sedienta de sangre——era un Oso cortesano.

En ese instante, una vívida sensación de realidad incapaz de ser descrito como un déjà vu volvió a Subaru.
No tenía ninguna duda sobre esta sensación. Se trataba del Retorno por Muerte.

Justo ahora, Natsuki Subaru acababa de experimentar la muerte y había vuelto a este momento.

『 Subaru: ——Gh. 』

——Pero, ¡¿tenía que ser justo a este momento de entre todas las posibilidades?!

Más que el momento cuando sucedió su muerte, maldijo lo desfavorable que había sido el momento del Retorno por Muerte.
Meili intentaba apartar pacíficamente a la mabestia que había frente al carruaje atrayendo su atención con el chasquido de su lengua. Ese plan apenas tuvo éxito; pero, al final, acabó por fallar.
La razón de aquel fracaso fue el dragón de tierra que tiraba del carruaje——Gyan fue incapaz de soportar la presión ejercida por la mabestia.

『 … 』

Aun sabiéndolo, Subaru dudó en tomar una decisión rápidamente.
El estado real de Gyan no era visible desde la retaguardia. Pero Julius, quien agarraba a las riendas, no prevería la acción inusual del dragón de tierra. Simplemente no hacía nada en especial como para que se girara hacia allá.
Cada uno de los presentes en el carruaje de dragón estaba rezando para que el contacto de Meili con los Osos cortesanos tuviera éxito. 
Pero desafortunadamente…

『 Meili: Tch tch tch… tch~. 』

La voz de Meili estaba cargada con una tenue sensación de estrés, y su dedo señalaba hacia el lado derecho del carruaje. Atraído por ese movimiento, el Oso cortesano lentamente se puso en marcha hacia esa dirección.
Una sensación de alivio surgió en el interior del carruaje, y también en Beatrice. Sin embargo, Gyan sucumbió ante el fino hilo de la tensión.

『 Subaru: Juli—— 』

『 ……¡¡ϠϠ!! 』

Incapaz de tomar la decisión adecuada, su llamada fue obstruida por el rugido de Gyan.
Subaru se vio en la misma situación una vez más, en la que Gyan rugió y pisó fuertemente el suelo, y, ante tal estruendo, todos los Osos cortesanos regresaron en sí mismos a la vez.

Exponiendo aún más sus ojos inyectados en sangre, los Osos cortesanos saltaron hacia ellos con baba goteando de sus hocicos. Un resplandor blanco y azulado perforó sus cráneos, el flujo de los acontecimientos había sido totalmente igual hasta la explosión.

『 Emilia: ¡¡El Hyuma!! 』

De pie sobre el techo del carruaje, Emilia giró ambas manos como si revoloteara con el viento, y creó un torbellino de cuchillas de hielo en el cielo, con movimientos parecidos a las de una elegante danza. Las cuchillas giratorias de hielo fueron disparadas sucesivamente, apuntando por encima del suelo, y como si se trataran de las notas circundantes de una sierra musical, la apatía de los Osos cortesanos fue engullida entre las letales cuchillas de hielo, mientras entonaban sus lamentos de muerte y sus extremidades eran rebanadas.

『 Subaru: ¡¡Co-corre corre corre corre corre corre—— Gh!! 』

Tirando de las riendas y acelerando a Patrasche, el carruaje se desplazó a la par cuando Subaru alzó la voz.
Miró de reojo a la conductora, Ram, quien había aparecido repentinamente intercambiando el lugar de conductor con Julius, y a Julius, empuñando su espada y lanzando cortes a los Osos cortesanos que se aproximaban junto a un aluvión de patadas, o eso es lo que él pudo entender.

——Completamente igual.

Al ver que la situación se estaba desarrollando del mismo modo, Subaru apretó fuertemente sus molares.

Decir que su conciencia fue incapaz de reaccionar debido al reciente Retorno por Muerte no serviría como excusa.
El corazón de Subaru se llenó de un remordimiento que superó el impacto de su más reciente deceso.

Se podría decir que, desde que fue consciente de su Retorno por Muerte hasta ahora, ésta era la primera vez que Subaru había desperdiciado su Retorno por Muerte.
Había habido algunas ocasiones en las que no logró aprovechar correctamente la información recibida mediante Retorno por Muerte, y eso lo llevó irremediablemente hacia otra muerte. Pero ésta era la primera vez que seguía el mismo camino que le llevó al Retorno por Muerte anterior sin ninguna clase de as bajo la manga. La propia perplejidad de Subaru era ajena a sus intenciones; pero mientras pensaba en eso, el carril del destino seguía siendo el mismo.

『 Beatrice: ——¡Subaru! ¡No es momento de andar en las nubes, de hecho! 』

『 Subaru: ¡——Gh! 』

Beatrice golpeó con su espalda el pecho de Subaru, quien se hallaba cabizbajo con remordimiento y agarrándose fuertemente a las riendas. Levantando la mirada hacia el frente por el ligero impacto y el sonido de la voz, fue capaz de ver a las feroces mabestias avanzando velozmente.
Al mismo tiempo, tomando la pequeña palma que se extendía hacia él y haciendo que Beatrice se pusiera encima del dragón, dio comienzo al contraataque.

『 Beatrice: ¡Minya! ¡Minya! ¡Una vez más, Minya, supongo! 』

A través de su mano, el maná sin rumbo dentro del cuerpo de Subaru fue absorbido y procesado en poder para Beatrice. Los cristales materializados de un color violeta penetraron los cuerpos de las mabestias que obstaculizaban su avance, cristalizando sus cuerpos y fragmentándolos, y luego Patrasche pisaba firmemente los fragmentos dispersos mientras avanzaba.

『 Meili: ¡¡Mi as bajo la mangaa, Gusano de arena!! 』

Al escuchar el grito de Meili, quien acababa de caer en la desesperación, Subaru vio por el rabillo de su ojo cómo la arena empezó a subir.
Apareciendo desde las profundidades del desierto lleno de Osos cortesanos, el Gusano de arena arrojó dentro de sus enormes fauces a varias de esas mabestias; y, reincorporando su gigantesco cuerpo lo suficiente como para que uno tuviera que mirar hacia arriba, procedió a aplastar a sus enemigos.

Era la segunda gran batalla de monstruos, pero Subaru era consciente de que esa batalla no acabaría a su favor.

『 Ram: ——¡Barusu! ¡Corre hasta que mueras; si no quieres morir! 』

Una voz aparentemente reprensiva fue dirigida hacia Subaru, quien sentía que una inquietud sin identificar lo estaba quemando por dentro.
Ram era quien llevaba las riendas desde el asiento del conductor, manejando al agitado Gyan. Ella conducía el carruaje de dragón con pleno control, su manejo de las riendas no era inferior al de Rem; pero, si seguían así, las cosas no terminarían bien.

『 Subaru: ¡Esto no acabará bien si sigues avanzando en línea recta! ¡Ram, cambia de dirección! 』

『 Ram: ¡——Gh! ¿Qué intentas decir? ¡La torre está ahí enfrente, los alrededores son todos territorios de mabestias! 』

『 Subaru: ¡Aunque eso suena plausible, no acabará en nada bueno! 』

Patrasche agachó su cabeza y perforó el torso del Oso cortesano que se hallaba al frente. Con la mabestia retorciéndose delante de sus narices, la dragona de tierra negro azabache se precipitó hacia delante con furia mientras usaba el cuerpo de la mabestia como escudo. Los continuos tajos que eran lanzados desgarraron el cuerpo de la mabestia, sus danzantes pétalos caídos y la sangre fresca empaparon el mar de arena.

『 Ram: ¡¿Barusu, de qué te percataste?! ¡Dilo claramente! 』

『 Subaru: ¡Si pudiera explicarlo claramente, ya lo habría hecho! ¡En cualquier caso, cambiaremos de rumbo! 』

Ante las palabras de Ram que desprendían un tono de irritación, Subaru sólo pudo devolverle otro grito violento. Él mismo se dio cuenta de que era una respuesta terriblemente absurda, pero era la única réplica que podía dar.
Después de todo, Subaru aún no era consciente de la causa de su muerte anterior.

Su Retorno por Muerte era incuestionable, y aun así, él no podía recordar la causa de su muerte.
Notó que, con respecto al punto de guardado, esta vez su sensación era similar a cuando murió por primera vez en la mansión Roswaal.
Para resolver el problema, primero debía averiguar la causa de su muerte.

『 Subaru: ¡¡No hay tiempo para eso!! 』

Alguna mabestia podría haberlo alcanzado, y él haber caído preso de sus tajos. Tal y como había advertido el barman, él se habría convertido en un desafortunado cebo al que le sorbieran cruelmente los intestinos. O quizás se cayó inadvertidamente de Patrasche y se fracturó el cuello. Era un pensamiento realmente, verdaderamente difícil, pero cabía la pequeña probabilidad de que quizás desfalleció debido a que Beatrice utilizó su maná en exceso. 

『 Subaru: Lo que sea que haya podido ser, hasta ahora jamás había tenido un corte tan abrupto en mis recuerdos. 』

Aunque le abrieron las tripas, aunque fue congelado, aunque su cabeza fue machacada por un mangual, aunque fue devorado furiosamente por conejos, aunque fue consumido por entrelazarse con una absurda Autoridad,… Subaru usó Retorno por Muerte.
E, independientemente de la causa, los acontecimientos anteriores a su muerte le habían servido para identificar la situación en la que se encontraba atascado y así, poder superarla.

Pero esta vez, esa frágil cuerda del destino no era visible por ningún lado.
Y el tiempo para buscar esa fina cuerda no le fue concedido a Subaru y a los demás.

——Ésta era, simple y llanamente, la peor trampa de Retorno por Muerte.

En este escenario, si él falleciera de la misma forma, sería un reinicio completamente desperdiciado.
Antes de que eso ocurriera…

『 Subaru: ¡Muévete de aquí! ¡Por lo que más quieras, no te acerques a la torre! 』

『 Ram: De nuevo, ¿por qué—? 』

『 Subaru: ¡—Porque la torre brillará! ¡Quizás esa luz sea peligrosa! 』

『 Ram: ¡¿Ee~h?! 』

En una situación en la que habían sido más que arrinconados, ni siquiera Ram tuvo tiempo de empapar sus palabras con veneno. Mientras soportaba el franco tono de repudio que poseía la voz, Subaru tiró de las riendas y transmitió su mensaje a Patrasche.
Que no siguiera de frente, sino que desviara su rumbo en cualquier caso.

『 Subaru: ¡Aunque veas la torre ahí delante—! 』

Justo en medio del mar de arena donde los numerosos Osos cortesanos estaban avanzando, la atalaya frente a sus ojos se hacía claramente más cercana. Sin embargo, lo que les aguardaba si realmente se acercaban más sería la misma calcinación de antes.
Para que eso no ocurriera, lo que Subaru tenía que decidir era…

『 Subaru: ¡—vuelve atrás! ¡Será mejor atravesar el Lapso de arena una vez más! ¡Volvamos a las dunas de antes! 』

『 Ram: ¿Pero qué disparates estás—? 』

『 Emilia: ¡—Ram! ¡Haz lo que te dice Subaru! 』

Determinada a pensar que él había perdido la cabeza, Ram empezó a pronunciar su repudio, pero Emilia la interrumpió. Mientras neutralizaba a las mabestias con innumerables fragmentos de hielo, ella asintió hacia Subaru.

『 Emilia: ¡Porque es imposible que Subaru diga algo raro sin haberlo reflexionado antes! 』

『 Ram: Barusu vive de forma ordinaria pronunciando todos y cada uno de los delirios y absurdidades que se le ocurren. 』

『 Emilia: ¡Porque es imposible que Subaru diga algo raro en una situación de peligro sin haberlo reflexionado antes! 』

『 Subaru: ¡¡Muchas gracias por esforzarte en reformularlo!! 』

Tendría que dejar para más tarde un momento de introspección y engreimiento provocados por lamentar que lo traten como un joven lobo en la piel de un cordero y por estar complacido de que sea un hombre en el que se pueda confiar en momentos de apuro.
Patrasche, moviéndose según las intenciones de Subaru, clavó sus pies en el suelo arenoso y se dio la vuelta de repente. Con su cola atravesando el aire, Patrasche destrozó el abdomen de una mabestia, y pateando a otro de los Osos cortesanos con su pata, corrió hacia atrás.

『 Ram: ¡——Gh! ¡Los dos arriba y al costado! ¡¡Asegúrense de no caer!! 』

Al ver que dieron un giro repentino, Ram también hizo que Gyan diera la vuelta manejando hábilmente las riendas. Naturalmente, el carruaje de dragón, al tener que soportar la fuerza centrífuga en ese momento, se inclinó mucho y giró hacia un lado, pero…

『 Julius: ¡Emilia-sama! ¡El punto de apoyo! 』

『 Emilia: ¿Eh? Ah, ¡es verdad! ¡Sí! 』

Clavando su espada ferozmente en la carrocería del vehículo y apoyando su cuerpo, Julius llamó la atención de Emilia sobre el inclinado carruaje de dragón. Emilia abrió los ojos como platos al oír esas palabras, y su poder mágico se dirigió inmediatamente hacia la parte inferior del carruaje. Como para ayudar a la rueda que se había hundido debido a la inclinación, una pendiente de hielo se formó por debajo y el carruaje, el cual dibujaba un semicírculo, se salvó de volcar de lado.
A su vez, al mismo ritmo y con la misma intensidad, una carrera en sentido contrario comenzó, con Patrasche a la cabeza.

——E inmediatamente después…

『 Subaru: ¡¿Qu…….?! 』

Justo después de comenzar a correr en sentido contrario, un sonido agudo como *kin* resonó en los tímpanos.
Inconscientemente, Subaru se encogió de hombros. Detrás de él había surgido un repentino vendaval.

『 Subaru: Eso de ahora era… eh, ¡oyeoyeoyeoye! 』

『 Beatrice: ¿Qué, supongo…….? ¡¿Pyigh?! 』

Al percibir que algo extraño surgía detrás, Subaru y Beatrice se giraron al mismo tiempo y expresaron su asombro.
Encima del carruaje de dragón que avanzaba a toda velocidad detrás de ellos, Emilia y Julius también abrieron los ojos sorprendidos.

『 Meili: El Gusanito de arena está… gh. 』

Meili inclinó su cuerpo sobre el asiento del conductor, con su garganta estremeciéndose del asombro. 
Frente a sus ojos, un gigantesco Gusano de arena se alzaba como si estuviera protegiendo la parte trasera del carruaje de dragón. Con una longitud de más de diez metros, y con un grosor corporal que ni dos hombres podrían envolverlo en sus brazos. Con su cabeza sobresaliendo del suelo, observaba a sus presas como si fuera el gobernante del mar de arena—

—sólo que, el cuerpo de ese mismo Gusano de arena, había sido volado en pedazos tras recibir un impacto directo de algo.
Aquella piel viscosa sufrió mil punzadas y el grueso cuerpo de gran longitud fue espléndidamente dividido en dos. El cuerpo decapitado se desplomaba hacia un lado, mientras que la cabeza, sin soporte alguno, goteaba y caía lenta, lentamente hacia ellos.

『 Subaru: ¡¡APÁRTENSE, ESQUÍVENLOOOO!! 』

La decapitada cabeza del Gusano de arena tenía una masa tan titánica, que podría aplastar el carruaje de dragón con su presión.
Ya habiendo dejado atrás los llantos agónicos de las mabestias siendo aplastadas bajo la presión del enorme cuerpo, Subaru y Ram transmitieron, subsecuentemente, instrucciones a los dragones de tierra, desviando sus rutas y escapando del rumbo de un golpe directo del Gusano de arena.

『 ———Gh. 』

Entonando un estridente y desgarrador llanto, la cabeza del Gusano de arena cayó sobre la arena con gran fuerza.
La arena se arremolinó, los huesos de los Osos cortesanos que fueron heridos al escapar se desmoronaron en fragmentos y cayeron, y sus miembros, al quedar atrapados en el impacto, salieron volando. Al mismo tiempo, la cabeza del Gusano de arena rebotaba y retumbaba mientras se enlazaba con el inevitable futuro de las demás mabestias. Al final, la cabeza sufrió innumerables tajos, convirtiéndose rápidamente en fragmentos de carne.

『 Subaru: ¡Po-po-por los pelos de un calvo! 』

『 Beatrice: ¡Subaru, esto fue un error, de hecho! 』

Se había sentido aliviado de evadir la crisis del momento, pero Beatrice desestimó ese alivio inmediatamente.
Observando a la joven en su pecho y preguntándose qué había sucedido, ella limpió los revoltosos pétalos con una expresión de preocupación y, asegurando la retaguardia,

『 Beatrice: ¡Debido a eso de ahora, el carruaje se ha extraviado por el otro lado, supongo! ¡Sólo estamos tú y Betty, de hecho! 』

『 Subaru: ¡¿Qué dijiste?! 』

Con pánico, Subaru siguió su mirada y confirmó la ausencia del carruaje de dragón en los alrededores.
Sólo eran apreciables en la lejanía el resplandor azul pálido del maná y los rugidos de las mabestias; además de descubrir un lugar ligeramente expuesto al vendaval de arena, pudo comprender, desde su vista a través de la inmensa distancia, la dura lucha que estaban librando Emilia y la nueva seguidora de Subaru, Meili.

Sin embargo, aunque trataran de reunirse al otro lado, el espacio entre ellos estaba repleto de innumerables Osos cortesanos. Y para Subaru y el resto, con la reducción en el número de sus movimientos, no había indicios de que el feroz ataque de las mabestias se hubiera mermado.

『 Subaru: ¡Simplemente dividamos la fuerza de combate! ¡El número de enemigos es el doble! 』

『 Beatrice: ¡Comparado a antes, su número se ha incrementado cuatro veces, supongo! 』

Un Oso cortesano alzó sus zarpas para atacarlos, pero entonces la punta del látigo le dio de lleno en el rostro, provocando que rugiera y se irguiera.
El impacto, afortunadamente, aplastó los ojos de la mabestia, y Patrasche arremetió atravesando a otra que se retorcía en un intenso dolor. Sin embargo, estaban yendo en una dirección distinta a la del carruaje de dragón de Emilia y los demás.

『 Subaru: ¡Patrasche! Por ahí no… 』

『 Beatrice: Es juicio propio de la dragona de tierra sobrevivir de esta manera, de hecho. ¡Sería mejor dejarlo a sus instintos en lugar de a Subaru o a Betty, supongo! 』 

Interrumpiendo el reclamo de Subaru, Beatrice apartó a patadas y con magia a las mabestias que se interponían en su camino. Patrasche identificó los puntos menos poblados del enjambre de mabestias, y se abrió paso a través de ellos, arriesgando su propia vida para proteger a los dos en su lomo.

『 Subaru: ¡Mierda! Esto otra vez… ¡Así que otra vez así! ¡¿Qué demonios estoy haciendo?! 』

Agitando su látigo, golpeó el rostro de la mabestia que se le acercaba de frente. Sin embargo, con esto no sería capaz de parar el ímpetu de la mabestia, cuya expresión reflejaba haber perdido el raciocinio.
Usar una espada para infligir heridas fatales, o usar magia para entorpecer sus movimientos. ——El poder que Subaru había elegido se encontraba muy por debajo de esas dos opciones. Su astucia sería completamente demolida ante un poder abrumador.

Pensó que las cosas se volverían ligeramente más fáciles habiendo hecho lo que podía y mejorado cualquier cosa que pudiera hacer; pero el destino sólo suspiraba hilarantemente ante los esfuerzos de las pequeñas manos de Subaru, aplastándolos y pisoteándolos.

『 Subaru: ¡De algún modo, me las arreglé mucho mejor contra ese bastardo de Regulus! 』

『 Beatrice: ¡No es momento de reflexionar en eso, de hecho! ¡¿Hay alguna forma de—?! 』

『 Subaru: ¡—Beako, Murak en Patrasche! ¡Aligera su peso, así podremos cruzar a través del enjambre! 』

『 Beatrice: ¡—! ¡Murak! 』

Acatando las órdenes de Subaru, Beatrice usó Murak en Patrasche——magia que reduce el efecto de la gravedad y que aceleró aún más la velocidad a la que corrían. Ya avanzando a toda velocidad, la distancia se duplicó, Patrasche usó a las mabestias como punto de apoyo para saltar e intentó retirarse de la retorcida pradera de flores.
Pero…

『 Subaru: ¡¿La lu—?! 』

Vio una luz blanca por el rabillo del ojo y, cuando su voz empezó a pronunciarlo, eso surcó rápidamente el cielo.
La luz blanca avanzaba sobre la superficie, barriendo el mar de arena con una fuerza terrorífica. Allá por donde pasaba la luz, los cuerpos de las mabestias eran desgarrados y expulsaban columnas de sangre, mientras que ellos saltaban, saltaban y saltaban.
Las consecuencias también alcanzaron a Patrasche: la presión del viento generado por eso que se acercaba agitó el gran cuerpo de la dragona de tierra y lo volcó con facilidad.

『 Subaru: ¡Beatrice! ¡¡Sujétate fuerte!! 』

『 Beatrice: ¡¡Subaru, tú también asegúrate de abrazarme firmemente, supongo!! 』

『 Patrasche: ¡———Ϡ! 』

Patrasche rugió, y Subaru se aferró con un abrazo al cuerpo de Beatrice.
Dando varias vueltas en el aire, el gran cuerpo de Patrasche rebotó por encima de los Osos cortesanos. Y, como si fuera en búsqueda de Patrasche, la luz blanca caía incesantemente.
La arena reventó, las mabestias que se vieron envueltas en eso también reventaron, y Patrasche, que aparecía y desaparecía rápidamente, vociferó con angustia.
En pleno ataque, la Protección Divina de la Evasión del Viento falló, y Subaru recibió el impacto de lleno.

『 Subaru: ¡¿Uwaaaaa~h?! 』

Agarrando las riendas y a Beatrice, había interpuesto firmemente sus dos pies en la montura de Patrasche, pero, presionado por la fuerza y con varias partes de su cuerpo siendo golpeadas fuertemente, apenas consiguió mantenerse consciente.
Sin embargo, pese a la situación, la persecución de las garras de los Osos cortesanos siguió su rumbo frente a sus ojos.

Engullido por el terrorífico ataque, se esforzó desesperadamente para no salir despedido. Si cayera ahora, no se salvaría de ninguna manera. Seguía vivo de milagro gracias a que no se había rendido.

『 Subaru: Pero a este ritmo… 』

『 Beatrice: No es bueno, de hecho—— ¡gh! 』

『 Subaru: ——¡¿Patrasche?! 』

Habiendo recibido un impacto considerable, el rugido de angustia de Patrasche se prolongó.
Era visible que el costado de Patrasche, quien estaba movida ligeramente por el efecto de Murak, había quedado expuesto a las garras de los Osos cortesanos y había sido desgarrado por éstas. Con las visiblemente dolorosas cicatrices de las garras grabadas en las escamas de color negro azabache, sangre fresca fluía y se derramaba desde el profundo corte.

『 Subaru: ¡Conti— ¿ah?! 』

Volcándose a ese ritmo, Patrasche finalmente colapsó sobre el campo desértico. Al mismo tiempo, Subaru y los demás fueron arrojados sobre la arena y dejados dentro de la zona de caza de los Osos cortesanos que los rodeaban.
Tras sacudirse la cabeza, Subaru se levantó sin dejar de sostener la mano de Beatrice. Ella también se levantó, limpió el polvo del dobladillo de su vestido y observó rápidamente los alrededores minuciosamente. Sin embargo, su desventaja era innegable.

『 Subaru: ¡Bastardos! ¡No se atrevan a poner ni un dedo sobre Patrasche! 』

『 Beatrice: ¡Minya! 』

Herida, Patrasche gimió de agonía mientras la magia atravesaba a las mabestias que se acercaban a ella. Subaru tiró de la mano de Beatrice y corrió hacia Patrasche, y arrodillándose, tocó la herida.
Las garras no habían alcanzado sus órganos internos, pero si Patrasche se presionara, éstos podrían salirse. No debía esforzarse demasiado. Y también necesitaban tiempo para curarla.

『 Subaru: ¡Beatrice! ¡Shamak! ¡Distorsiona la perceptibilidad de las mabestias a nuestro alrededor! 』

『 Beatrice: ¡¿Ahora?! ¡Aunque lo use, no hará más que ganarnos tiempo, de hecho! ¡Además—! 』

『 Subaru: —¡Necesitamos ese tiempo ahora! ¡Rápido! 』

Inclinándose con los ojos inyectados en sangre, las mabestias aguardaban hasta encontrar una abertura para abalanzarse.
Enfrentarse a ellas sería imposible si atacaban de todas las direcciones. La primera mabestia que perdiera la paciencia y se lanzara sobre ellos, desencadenaría el ataque de todas las demás, algo que podía ocurrir en cualquier momento.

『 Beatrice: ¡——gh! ¡El Shamak! 』

Beatrice juntó sus dos manos y algo se desprendió del interior de Subaru.
Rodó hacia el remolino dentro de la mano de la chica a su lado, convirtiéndose en poder que arrasó el mar de arena a su alrededor, y con Subaru y el resto como el centro, decenas de metros en su radio fueron envueltos en niebla negra.

Esa era la base de la magia Yin, la activación del gran justiciero Shamak.

Produciendo discordia en la percepción, la extensión de Shamak paralizó la conducta de los Osos cortesanos. La concepción se desvaneció más allá de la comprensión, e incluso su instinto de caza fue olvidado.
Naturalmente, no surtió efecto en Subaru y los demás, quienes lo habían ejecutado. Sin embargo, no duró mucho.

『 Beatrice: Si los que están más allá del campo de eficacia consiguen entrar, eventualmente se echará a perder, supongo. ¡Escapa junto a esa dragona de tierra antes de que eso pase, de hecho! 』

『 Subaru: ¡Lo sé! El efecto de Murak aún persiste, ¿verdad? Si es así, entonces cargaré a Patrasche en mis hombros, en todo caso, lanzar continuamente Shamak y unirnos con los del carruaje de dragón al otro lado es lo que deberíamos—— 』

Retirarse del campo de juego——tomó eso como prioridad y extendió sus manos hacia Patrasche.
Normalmente, su gran cuerpo pesaría varios cientos de kilos; pero, mientras estuviera adherido al Murak de Beatrice, ese cuerpo era ligero como una pluma—— sería una exageración, se había vuelto ligero, pero no lo suficiente como para poder cargarlo en sus hombros y correr.
Sus ojos amarillos miraban intensamente a Subaru. Las emociones que pasaban por esos ojos eran complejas, y con una elocuencia que nadie podría imaginar que fuera la expresión de un dragón de tierra.

Esos ojos le decían «——Por favor, vete».

『 Beatrice: ——¡Subaru! 』

Justo después de que sus ojos quedaran absortos en el brillo de los ojos de Patrasche, Beatrice alzó su voz tajantemente.
Apresurándose hacia Subaru y extendiendo su palma hacia él, ella manifestó el poder mágico con forma de un escudo, y justo al lado de Subaru surgió un muro mágico de color violeta que repelió la luz blanca disparada.

『 Subaru: ¡¿Gho~ah?! 』

Un agudo sonido reverberó como si se tratara de un intercambio de golpes de acero, y el cuerpo de Subaru, al recibir el impacto, salió volando hacia atrás. Cayendo con las extremidades extendidas sobre la arena, tosiendo violentamente, Subaru notó algo tras intentar levantar su cuerpo.
Sangre goteaba de su lado derecho, el lado que había sufrido el impacto, y tenía su pierna derecha densamente empapada.

『 Subaru: ¿Qué… me dio? 』

Agarrándose el costado rebosante de sangre, Subaru exhaló por reflejo y se arrodilló con una sola rodilla.
En ese momento, el impacto que había arrasado sus órganos internos le provocó el vómito, y los jugos gástricos y la sangre brotaron incesantemente del borde de su boca.
El aire salió de su abdomen hendido, y un sonido bobo como el de un pedo se filtró junto con la sangre espumosa.

『 Subaru: A… guh… 』

『 ???: ¡——baru! ¡Subaru! 』

Al exhalar roncamente, su campo de visión se inclinó simultáneamente con él.
Al caer de lado, comprendió que había perdido la capacidad de mover su cuerpo. Lo había comprendido, pero no podía hacer nada más que eso. La herida de su costado se calentó, allí yacía el dolor, como si su cuerpo se derritiera.
Desesperadamente, escuchó la voz que lo llamaba.

『 ???: ¡Subaru! ¡Subaru, no te… supongo! No… no mu… no mueras… ¡No me dejeees… gh! Detenteee… gh. 』

Su hombro estaba siendo sacudido. Quiso estirar su mano a la audible voz llorosa, pero no podía moverse.
Sus tejidos cerebrales ardían, era incapaz de recordar a la joven que tenía delante de sus ojos.
Un rostro adorable, pero lloroso; ella no debería llorar, fue lo que pensó.

『 … 』

Al otro lado, un gran lagarto yacía desplomado.
Era de color negro y tenía una hermosa apariencia. Algo blanco, largo y estrecho de procedencia desconocida sobresalía de ese cuerpo totalmente inmóvil y, sin duda, muerto.

Quizás, a mí también me alcanzó ese mismo algo, fue lo que pensó.

『 ???: ¡No abandones a Betty, nooo…… gh! 』

Sollozando, la joven abrazó desesperadamente el cuerpo de Subaru.
Para ese cuerpo tan pequeño, el cuerpo de Subaru, que había perdido su fuerza, sería demasiado pesado.

Las lágrimas corrían por sus mejillas. Él quería, al menos, secar esas lágrimas.
Buscó una parte que aún fuera móvil en su cuerpo, pero no pudo encontrar nada. Por eso sacó algo que pudiera mover de otro lugar, no de su cuerpo.

『 Subaru: ——uh. 』

『 ???: …¿Subaru? 』

Invisible a los ojos, la mano que solo él podía ver limpió las lágrimas en las mejillas de la joven.


Dedos negros limpiaron gentilmente sus lágrimas, y la chica lo miró como si se hubiera percatado de algo. No tenía fuerzas para sonreír y consolarla.

『 ???: Suba—— 』

Por solo un instante, la joven intentó decir algo.
Sin embargo, fue interrumpida por el resplandor blanco que venía volando detrás de ella desde la distancia.

『 … 』

El segundo ataque atravesó el pecho de Subaru.
Girando lentamente su mirada hacia eso, notó que había perforado la espalda de la joven, y que además de perforar su pecho, también había salido por su propia espalda.

『 ???: Ah. 』

Dejando atrás un difuso suspiro, la figura de la joven que abrazaba a Subaru desapareció. La forma de la joven se hizo invisible, como si no perteneciera a este mundo.

Al perder su apoyo, Subaru se derrumbó en el lugar. No podía moverse. No tenía motivos para moverse.

『 Subaru: Ko… o. 』

Sus débiles dedos arañaron la arena, sólo eso.

Habiendo desaparecido quien la conjuró, la niebla que se interponía entre el entorno y los alrededores se dispersó a causa de la brisa.
Una vez desprendida la magia que engañaba a la percepción, lo único que quedó fue el cadáver de un dragón de tierra y un joven al borde de la muerte. Relamiéndose los labios, la manada de mabestias se acercaba cada vez más a su presa.

『 … 』

Su respiración se detuvo y el enfoque de sus ojos se nubló.
La pérdida excesiva de sangre no era lo que sentía. Algo se derramó sobre él que sí se sentía fatal.

No podía entender nada.
Muy cerca de él, los Osos cortesanos blandían sus garras justo encima de él, y podía oír sus rugidos.

Aquellas garras descendieron, y su cráneo fue aplastado.
O quizás fue debido a eso, que vio brillar débilmente por el rabillo de su ojo, justo antes de que su visión se desvaneciera.

Pese a no saber cuál de las dos fue la causa, la vida de Natsuki Subaru llegó a su final.