Traducción:
Pretinaverse
Corrección y edición:
Carlos (Primera corrección)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)
※ ※ ※ ※ ※
—Ey, Subaru, morir aquí sería bastante miserable.
Aun confundido y recostado, mientras sacudía su
cabeza, Subaru se enderezó y miró a su alrededor.
Normalmente no le costaba tanto despertar, pero
la razón por la cual le estaba resultando más difícil esta vez era porque no
estaba exactamente durmiendo. Intentó con todo su esfuerzo recordar lo que
había ocurrido antes de perder la consciencia, pero la primera cosa que se le
vino a la cabeza fue que estaba en una habitación familiar.
『
Subaru: Ésta es la sala de estar de la mansión…
¿verdad? 』
Subaru murmuró eso como si intentara
asegurarse, y justo entonces la puerta se abrió y el rostro de Emilia se asomó
por ella.
『
Emilia: Oh, Subaru, ¿estás despierto? 』
Su plateado cabello estaba trenzado y la
expresión en su rostro era ligeramente brillante mientras caminaba hacia Subaru
en el sofá. Se inclinó sobre él y sus miradas se cruzaron. Al ser mirado con tanta
intensidad por aquellos amplios y redondos ojos, Subaru se encogió un poco.
『
Subaru: Uhm, Emilia-tan, ¿qué ocurrió? 』
『
Emilia: Tan pronto como entraste a la mansión,
te escuchamos gritar. Otto y yo quedamos bastante sorprendidos. Entonces,
cuando entramos corriendo… 』
『
Subaru: Yo… ¿estaba durmiendo? 』
『
Emilia: Diciéndolo de esa manera, suena un poco
engañoso… pero técnicamente no es incorrecto, ¿creo? 』
Emilia puso un dedo en su labio, ladeando
ligeramente la cabeza. No había ningún sentido de urgencia en sus respuestas.
Después de luchar para despertarse a toda
prisa, al ver la expresión relajada en ella, Subaru se dio cuenta de que no
había ningún peligro inmediato. Aun así, no podía quitarse de la cabeza que
algo raro pasaba ahí.
Estaba seguro de que, antes de perder la
consciencia, alguna clase de animal con afilados colmillos había—
『
Señorita Emilia, ¿puedo molestarla un momento? 』
Alguien golpeó la puerta desde afuera, seguido
por la voz de una mujer que llamaba a Emilia.
Mirando en dirección a la voz, ella asintió con
un breve 『
Claro 』, y la puerta se abrió lentamente.
Al ver la puerta recién abierta, Subaru no pudo
evitar sentirse desconcertado.
—No recuerdo haber escuchado esa voz antes.
Sus dudas fueron pronto confirmadas cuando vio
a la persona que apareció por la puerta.
『
Traje unas bebidas y toallas adicionales —Oh,
veo que ya despertó. 』
Los ojos de Subaru se quedaron clavados en la
figura de esa mujer que sonreía.
Era una mujer con cabellos largos de un rubio
casi transparente. Su espalda mantenía una postura perfecta. Su apariencia y
comportamiento eran completamente refinados y, en sus fluidos movimientos, no
había ni una pizca de movimientos innecesarios.
Llevaba puesto el mismo y familiar traje que el
resto de las sirvientas de la Mansión Roswaal —el lindo y práctico uniforme de sirvienta—
sin siquiera un pliegue o arruga visible.
La bandeja en sus manos, con una jarra de agua
y toallitas de mano, que dejó suavemente en la mesita de centro de la
habitación, no provocó ningún ruido. —Si la estuvieran evaluando,
definitivamente pasaría con las mejores notas.
…o eso sería si no tomaras en cuenta su feroz
apariencia física y su diabólica sonrisa.
El uniforme estaba siendo usado de manera
perfecta, pero la persona que lo llevaba era levemente más alta que Subaru, con
una constitución física similar a la de él. Si ella hubiese sido un hombre, se
hubiese visto sano y fuerte, pero como era una chica, todo aquello colapsaba.
Y para colmo, la sonrisa al final de sus
fluidos movimientos… era completamente arruinada por una fila de afilados
colmillos que se dejaba entrever entre sus labios. Mirando más de cerca, esos
ojos verdes ligeramente entrecerrados tenían algo especial y una chispa como la
de una bestia felina, carnívora, que miraba a su presa.
『
Frederica: Es un placer conocerle. Soy una
sirvienta de la mansión del margrave Roswaal L. Mathers, Frederica Baumann. 』
『
Subaru: ¡—Qué miedo de cara! 』
Su respetuosa presentación había sido
interrumpida por las palabras demasiado honestas que resbalaron de la boca de
Subaru. Al oír esto, la expresión de la mujer se quedó inmóvil y, después de
que sus diabólicos ojos pestañearan un par de veces —lágrimas empezaron a
salir.
『
Frederica: …snif, snif… 』
『
Subaru: ¿Qu…? 』
『
Emilia: ¡¡Subaru, tú, burro!! 』
Sin decir ni una palabra, la mujer miró a otro
lado, e incluso Subaru estaba perplejo. Justo después de haber sido asaltado
por una voz enojada y la dolorosa sensación de que tiraban de su oreja, dejó
salir un 『
¡Auch, auch! 』
y se giró para ver a Emilia cuyo rostro,
usualmente gentil, ahora tenía el ceño completamente fruncido en señal de
disgusto.
『
Emilia: ¡Eso es algo espantoso que decir a una
chica! Frederica hizo tanto para poder cuidarte y tú… 』
『
Frederica: L-le pido que le perdone, señorita
Emilia. No hay problema. Fui… fui yo quien se equivocó después de todo. Estaba
tan feliz de haber regresado a la mansión, que me emocioné demasiado… y olvidé
que mi apariencia es normalmente desagradable para muchas personas. 』
Tirando del dobladillo de la manga de Emilia, la
mujer llamada Frederica sacudía la cabeza. Con su otra mano se cubría la boca.
『
Frederica: Me disculpo por haberle alarmado. Nuevamente,
hice algo bastante inapropiado hace algunos momentos. No debería haber
confundido a Natsuki Subaru-sama con un intruso. 』
『
Subaru: ¿Intruso? …Ah, espera un momento. Creo
que ahora entiendo lo que pasó. 』
Liberado del castigo de Emilia por el momento,
Subaru masajeaba su oreja al escuchar aquellas palabras. De hecho, logró
comprender más o menos lo que había ocurrido.
Básicamente, la misteriosa figura con la que se
encontró inmediatamente después de haber entrado a la mansión fue—
『
Subaru: Cuando entré a la mansión, Frederica
pensó que era un intruso e intentó echarme. Pero entonces, Emilia-tan llegó y
aclaró el malentendido, lo que nos lleva a este preciso instante… ¿verdad? 』
『
Frederica: Eso es exactamente lo que pasó. Ya
veo que procesa las cosas con bastante rapidez, ¿verdad? 』
『
Subaru: Aunque hay cosas que no puedo saber sólo
con haberlas mirado… No, antes que eso… 』
Las palabras de Frederica habían confirmado sus
pensamientos. Subaru entonces miró a Emilia que ahora estaba de pie justo detrás
de Frederica apuntando con su barbilla hacia ella. Sabía lo que Emilia estaba
tratando de decirle, por lo que se puso de pie y, mirando a Frederica, dijo,
『
Subaru: Un gusto conocerte. Lamento mucho haber
dicho algo tan irrespetuoso de buenas a primeras. Sé que podría excusarme
diciendo que estaba medio dormido o que sólo bromeaba esperando que me
perdones, sin embargo, lo que dije no estuvo bien, por lo que es tu decisión si
quieres hervirme o freírme… aunque, si pudiera elegir, preferiría algo que no
involucrara demasiado dolor. 』
Decir que había actuado como hombre era,
quizás, demasiado. Más bien parecía que hubiese sumergido su cabeza en una
disculpa demasiado pobre.
Definitivamente empezaron con el pie izquierdo,
pero a diferencia de ella, que sólo atacó a un sospechoso intruso, las palabras
de Subaru habían sido definitivamente groseras. Así que, tal y como dijo, con
tal de disipar su grosería, estaba dispuesto a aceptar cualquier tipo de
castigo.
Preferiblemente sin dolor físico, por lo que sus esperanzas iban dirigidas hacia un castigo puramente
emocional.
Eso era todo el compromiso al que aquel hombre,
Subaru, estaba dispuesto en su disculpa más bien afeminada.
『
Frederica: —Jaja, de verdad que eres gracioso. 』
Con aquellas palabras, y su sonrisa cubierta
por su mano, Frederica dejó salir su risa.
Frente al signo de interrogación flotando sobre
la cabeza de Subaru, Frederica inclinó la cabeza, junto con su translúcido
cabello dorado fluyendo por su rostro.
『
Frederica: Debería ser yo quien se estuviera
disculpando. Por lo que dijo la señorita Emilia, te estaba poniendo a prueba.
』
『
Subaru: ¿Poniendo a prueba? 』
Al escuchar las palabras de Frederica, Subaru y
Emilia ladearon sus cabezas. No tenían ni idea de qué estaba hablando.
Era esperable que Subaru estuviera confundido,
pero si lo que dijo ella era verdad, entonces no tenía sentido que Emilia
mostrara la misma expresión de confusión que él. Mirando sus respuestas
sincronizadas, Frederica sonrió profundamente.
『
Frederica: Aunque estaba actuando de acuerdo a
mi sentido del deber protegiendo la mansión, lo que hice a Subaru-sama no deja
de ser grosero. Estaba preparada o, mejor dicho, no tenía más opción que ser
relevada de mi posición luego de tal comportamiento. 』
『
Subaru: No… creo que te apresuraste demasiado
en llegar a esa conclusión. Soy del tipo de persona que sabe entender las cosas
cuando se conversan apropiadamente, ¿sabes? 』
『
Frederica: Eso, fue lo que la señorita Emilia
intentó decirme tan firmemente. Se esforzó tanto en hacérmelo entender, que
incluso mi rostro se enrojeció ante las floridas palabras que dijo sobre Subaru-sama.
』
『
Subaru: ¡¿Qué?! 』
Perplejo ante lo que acababa de escuchar,
Subaru dejó salir un gritito ahogado mientras miraba a Emilia. Mientras tanto,
Emilia intentaba con todas sus fuerzas ocultar su rostro de un profundo
escarlata.
『
Emilia: ¡Fre-de-ri-ca! 』
Con sus manos en la cintura, Emilia gritó con
una voz histérica, impropia de ella, observando severamente a la sirvienta.
Ante todo eso, Frederica calmadamente respondió,
『
Frederica: Oh, cielos, qué miedo… Veo que la
señorita Emilia no ha cambiado nada, todavía le falta lindura. Lo normal sería
que, independientemente de si lo que digo sea verdad o no, con sólo ponerse roja
y avergonzada hubiese sido una bonita respuesta. 』
『
Emilia: Eh, ¿en serio? ¡Espera, no me engañarás
esta vez! ¡Incluso alguien como yo, si siempre me están engañando, aprenderé a
darme cuenta! ¡Eso es, sé cuándo estás mintiendo porque te pones bizca! 』
『
Frederica: No sabía eso. Por cierto, señorita
Emilia, ¿sabía que cada vez que miente, sus orejas se alargan un poquito? 』
『
Emilia: ¡¿En serio?! 』
La expresión de victoria de Emilia, con su
brazo estirado y su dedo apuntando a Frederica, fue interrumpida regresando
ambas manos para tomar sus orejas. Con aquella respuesta, la victoria de
Frederica estaba completa.
Todavía avergonzada, Emilia no parecía haberse
dado cuenta de que había perdido, pero Subaru, quien la había estado observando
intensamente, dejó salir un suspiro y se encogió de hombros.
『
Subaru: Parece que he sido completamente
derrotado… Mi nombre es Natsuki Subaru y… ¿acaso vale la pena presentarme? 』
『
Frederica: Sí, por supuesto. Me encantaría
escucharlo. Empecemos de nuevo y presentémonos apropiadamente esta vez. 』
Con esas palabras, Frederica retiró la mano que
cubría su boca, revelando una sonrisa llena de colmillos puntiagudos. Esta vez,
viendo aquella arma de sonrisa, todo el aire abandonó los pulmones de Subaru.
※ ※ ※ ※ ※
『
Subaru: Ahora que lo pienso, creo que ya había
oído hablar sobre ti… una sirvienta que renunció un tiempo antes de que yo
llegara, ¿verdad? Llegué a la mansión hace como un mes… ¿por lo que ya deben de
ser unos tres meses desde que te fuiste? 』
『
Frederica: Creo que más o menos así es.
Renuncié a mi posición por razones personales y aún recuerdo lo dolorosamente sola
que me sentí al irme de aquí. Pero por lo visto fui capaz de regresar mucho
antes de lo que esperaba. 』
Cubriéndose la boca con su manga, Frederica
sonrió. Mientras se cubriera la boca, su hermoso cabello dorado y su fría y
apenas elegante mirada, se combinaban en algo ligeramente cercano a la belleza
femenina. Pero su personalidad traviesa y su boca llena de colmillos tendían a
negar esa belleza sin importar cómo.
En la sala de estar de la Mansión Roswaal,
Subaru y Frederica acababan de intercambiar algo de información básica sobre
ellos mismos, más allá de sus nombres. Escuchando su presentación otra vez,
Subaru recordó haber escuchado sobre ella antes.
『
Subaru: Tres meses atrás, eso significa que
estás familiarizada con Emilia-tan, ¿verdad? 』
『
Emilia: ¡Recórcholis!
Es correcto, sí. 』
『
Subaru: ¿Quién dice «recórcholis» hoy en día?
En todo caso, quejarse de esa manera es algo lindo, sabes. 』
Ante la pregunta y mirada de Subaru, Emilia se
sentó en el sofá apartando la mirada como si no quisiera unirse a la
conversación, a pesar de que estaba claramente escuchando atentamente. Se había
puesto así desde que se dio cuenta, demasiado tarde, de que Frederica la había
engañado. Pero dejando eso de lado…
『
Subaru: Sólo han sido unos dos o tres días
desde que regresaste, ¿verdad? Salimos de la aldea hace tres días… cuatro si
cuentas el tiempo de viaje. Parece una gran coincidencia. 』
『
Frederica: Yo también estaba sorprendida cuando
regresé a la mansión y la encontré vacía. Por suerte, había una carta en la
oficina del Amo explicando las cosas, así que mi confusión no duró mucho. 』
『
Subaru: ¿Una carta? 』
『
Frederica: Sí, de Ram. Ella fue la que me pidió
que volviera a la mansión, aunque no se le da bien explicar las cosas… Sé que
es consentirla demasiado el dejarlo pasar como parte de su personalidad, pero
así es como me siento. 』
A través de la sonrisa medio incómoda de
Frederica, Subaru pudo notar el lazo forjado en el tiempo que debían compartir
ella y Ram y todos los maravillosos días que debían haber pasado juntas. Al
mismo tiempo, borrada de sus recuerdos, el tiempo que había pasado con Rem
debía de ser igual de largo.
『
Subaru: ¿Puedes decirme por qué Ram te pidió
que volvieras? 』
『
Frederica: No pude entender muy bien la razón.
Pero la señorita Emilia estaba ahí, por lo que seguramente ella debe saber. 』
Al mismo tiempo, ambas miradas se posaron sobre
Emilia en forma de pregunta. Pero incluso ahora, Emilia continuaba manteniendo
su actitud de «Todavía estoy superenojada», mirando hacia otro lado. Pero, debido
a que poco a poco fue volviéndose incapaz de soportar las miradas de atención
sobre ella, intentó mirarlos sutilmente. Solo que, terminó siendo una mirada
más que obvia.
『
Subaru: Emilia-tan, anímate… o, de hecho, esta
vez no fui yo quien te enfadó. Frederica, discúlpate como corresponde, ¿vale? 』
『
Frederica: Le pido su perdón, señorita Emilia.
Lo que hice hace unos momentos no fue agradable y me disculpo. Estaba tan feliz
de volverla a ver después de tanto tiempo, que mi lado malo se dejó ver sin
querer. 』
『
Emilia: …¿No volverás a tomarme el pelo de ese
modo de nuevo? 』
『
Frederica: No, por supuesto que evitaré hacerlo
de nuevo. Que el mundo sea testigo de que no volveré a tomar el pelo a la señorita
Emilia de aquella forma de nuevo. 』
Subaru no pudo quitarse de encima la sensación
de que las palabras de disculpa de Frederica tenían algunas lagunas de
interpretación en ellas. Sin embargo, nuestra Diosa Emilia pareció creer en
aquellas palabras sin pensarlo dos veces y, su hasta ahora expresión molesta,
se relajó en una que parecía decir «Qué
remedio».
『
Emilia: Entiendo. Ya no estoy molesta. ¿Te
parece bien? 』
『
Frederica: Sí, siento mucho lo de antes
señorita Emilia. —Demasiado fácil. 』
De alguna manera, sólo Subaru escuchó la última
parte. Giró bruscamente la cabeza para mirar a Frederica, pero ella se hizo la
tonta. Emilia, que no tenía idea de que la consideraban «demasiado fácil», puso
un dedo en su mejilla y se dispuso a hablar.
『
Emilia: Veamos… La razón por la que Ram llamó a
Frederica de vuelta a la mansión, ¿verdad? 』
『
Subaru: Sí, sí. Apurarse en llamar a alguien que
acababa de renunciar hace poco, debe significar que había alguna clase de
emergencia… aunque creo que tengo una idea sobre eso. 』
De hecho, es verdad que había habido una
emergencia. Sólo hace algunos días la mansión y la aldea de Arlam habían sido
el objetivo del Culto de la Bruja.
Considerando la habilidad demostrada al dejar inconsciente a Subaru en un instante,
Frederica debía ser otra sirvienta peligrosa de la Mansión Roswaal con unas
locas habilidades de combate; lo que significa que Ram debe haberle pedido que
volviera para aumentar las defensas de la mansión durante—
『
Emilia: Fue porque las habilidades de Ram para las
tareas domésticas son catastróficas, y la mansión terminó en un inimaginable
estado de desorden. Sólo fueron unos pocos días, pero se seguía haciendo cada
vez más difícil vivir aquí. 』
『
Subaru: ¡Esa es una razón bastante fuerte! De
hecho, es verdad que ella era pura palabrería y nada de… esperen, Ram sabía que
era una inútil, ¡incluso ella misma lo dijo! ¡A pesar de que tenía toda la
razón al decirlo, podría haber puesto algo de esfuerzo en mejorar! 』
El pecho de Subaru parecía que iba a explotar
al darse cuenta de la potente razón que tenían, a diferencia de lo que él se
había imaginado.
Emilia dejó salir una sonrisa juguetona
mientras miraba a Subaru despotricar, y luego se quedó mirando la habitación —o
más bien, la mansión entera, como si pudiera ver a través de las paredes.
『
Emilia: Pero, ahora que Frederica regresó, de
verdad que la mansión se ha vuelto bastante ordenada. Creo que Ram tomó la
decisión correcta al dejarlo en manos de alguien capaz, en vez de empeorarlo haciendo como si no pasara nada. 』
『
Subaru: Emilia-tan, no creo que lo hayas hecho
a propósito, pero ese comentario ¡fue como una bofetada en el rostro! Y, bueno,
no creo que esa haya sido una buena razón
para darse por vencida tan pronto. 』
『
Frederica: Dejando a un lado la evaluación de
Ram por ahora, había pasado tanto tiempo desde que tuve la oportunidad de
realizar un trabajo que de verdad valiera la pena, que por suerte no había
nadie alrededor, ya que pude pasar el tiempo limpiando a fondo la mansión. 』
Escuchando a Frederica hablar tan
diligentemente sobre las tareas del hogar, Subaru contuvo el aliento, incapaz
de ignorar el dolor en su corazón. Después de todo, ésta era la manera que
tenía el mundo de compensar la erradicación de Rem por la Autoridad de Glotonería.
『
Subaru: Supongo que, como era imposible para
Ram cuidar la mansión ella sola, la solución obvia era llamar a alguien más. 』
Entonces Ram contactó a Frederica, que había
renunciado, pidiéndole que regresara a la mansión. Sin Rem, la propiedad de Roswaal no podía seguir funcionando como siempre,
por lo que, el reemplazo de Rem, Frederica, había llegado.
Sin embargo, la única persona en el mundo que
sabía sobre esta triste verdad, era Subaru. Ram sólo había hecho lo que la
necesidad le demandaba, sin ponerse a pensar en por qué de pronto necesitaba la
ayuda de Frederica o cómo se las había arreglado para manejar la mansión hasta
ahora. Eso era todo.
Pero,
『
Subaru: Disculpa por ponerme tan serio de
pronto, pero… ¿es un requisito para todas las sirvientas de la Mansión Roswaal
ser tan raritas? 』
『
Frederica: ¿—? Considerando quién es nuestro Amo,
¿qué sentido tiene preguntar eso? 』
『
Subaru: ¡Qué poder de persuasión tan
desagradable! 』
En este momento, todas las dudas de Subaru
habían sido respondidas. Viendo la respuesta que dio, Frederica asintió
felizmente y, volviendo a poner una postura perfecta, se quedó mirando
fijamente a Subaru. Entonces, calmadamente, dijo en voz baja,
『
Frederica: Por cierto, el conductor del
carruaje de dragón ya lleva casi una hora fuera de la mansión… ¿está eso bien? 』
『
Subaru: ¿Mmm? Oh, te refieres a Otto. Ya veo,
ha pasado casi una hora… Bueno, no creo que sea un gran problema. Es verdad que
me gustaría apurarme y dejar a Patrasche descansar en el establo, pero no
necesitas prestarle mucha atención a ese tal Otto. 』
『
Otto: ¡Para hablar así de un compañero con el
que compartiste una experiencia cercana a la muerte, eso es bastante cruel
Natsuki-san! ¡Nunca pensé que valdría menos que un dragón de tierra! 』
Justo a tiempo, Otto abrió dramáticamente la
puerta de la sala de estar. Sus hombros levantados del enojo, y sus ojos
mirando a Subaru mientras respiraba con desapruebo por sus fosas nasales. Ante
su entrada, Subaru se levantó calmadamente, sacudió la cabeza y suspiró.
『
Subaru: No, Otto, estás equivocado. 』
『
Otto: ¿En qué estoy equivocado? Es demasiado
tarde para retirar lo que acabas de decir. 』
『
Subaru: No es que valgas menos que un dragón de
tierra. Es que vales mucho, pero mucho menos que un dragón de tierra. 』
『
Otto: ¡Eso es dos veces menos! ¡Es mucho peor! 』
Feliz con la reacción de Otto mientras pateaba
el suelo, Subaru miró por la ventana, hacia donde estaba aparcado el carruaje
de Patrasche.
Otto observó su mirada, y pareció entender su
significado. Todavía con un rostro amargo, dijo,
『
Otto: Ya dejé a Patrasche en los establos. Ella
es orgullosa y un poco difícil de tratar, pero no quería causar ningún problema
a Natsuki-san, por lo que fue bastante dócil. 』
『
Subaru: Escuchar eso de ti, me hace dudar sobre
tu Protección Divina del Lenguaje del Alma[1]. Si fuera humana, Patrasche sería
una completa kuudere[2], por mucho que sea amable en su
interior. Así que, ¿cuándo fue que eso cambió? 』
『
Otto: ¿Cómo podría saber eso? Pero, más
importante que eso… 』
Mientras Subaru se esforzaba en entender por
qué Patrasche se había vuelto tan devota por él, Otto procedió a cambiar la
conversación a otro tema referido al carruaje.
『
Otto: ¿Qué vamos a hacer con la joven dormida
en el carruaje? Me da bastante pena dejarla ahí todo el rato. Si estás ocupado,
puedo llevarla yo mismo a una habitación… 』
『
Subaru: —Ni se te ocurra tocar a Rem. 』
No había ni una pizca de malicia en la
propuesta de Otto. Pero la voz de Subaru sonó fría como el hielo.
Al ver a Otto retroceder, el propio Subaru
quedó sorprendido ante lo extremadamente amenazante que salió su voz. Era algo
bueno que las chicas no le hubieran escuchado, pero, aun así, Subaru estaba
genuinamente preocupado por la anormalidad del sonido que había escapado de su
garganta.
『
Subaru: … Yo la traeré, así que no tienes que
hacer nada. De todas formas, tu espalda estaría gritando si tuvieras que cargar
con una chica. 』
『
Otto: Que sepas que los mercaderes solemos
cargar objetos pesados cuando trabajamos. No somos tan débiles como crees,
Natsuki-san. 』
Subaru intentó cubrir su última frase con un sarcasmo,
y se sintió agradecido ante la respuesta conciliadora de Otto, la cual vino
después de un momento de duda, por lo que dejó salir un suspiro.
Independientemente de todo lo demás, su
reacción había sido demasiado extrema. Aunque no fuera intencional —o, mejor
dicho, precisamente por no haber sido intencional— era preocupante. Sus nervios
se habían mantenido al límite, por lo que, cualquiera que intentase interferir
con Rem, independientemente de sus intenciones, eran vistos por él como
enemigos.
『
Subaru: Éste no es un buen comportamiento.
Maldición, me siento tan patético. ¿Por qué tengo que ser siempre tan…? 』
Se suponía que ya debería
haber superado esto y, sin embargo, aquí estoy, tropezándome con la primera
piedra en mi camino. ¿Por qué no puedo tener la suficiente fuerza para mantener
la frente en alto?
Si Rem estuviera aquí… si Emilia hubiese estado
mirando… Si las dos estuvieran aquí con él, probablemente tendría una fuerza
inquebrantable.
『
Subaru: Me lo tengo merecido. Es mi culpa que Rem
pagara ese precio. 』
Tendría que haber habido una mejor manera, una
forma más perfecta.
Hasta ahora había creído que había hecho todo lo
posible. Al final de la última repetición, estaba muy seguro de eso. Sin
ninguna duda, debería haber habido una manera de lograr un resultado mucho
mejor y perfecto. Pero Subaru perdió la oportunidad de encontrarlo, en su
complacencia, en su cobardía, se comprometió en un futuro imperfecto. Y el
sacrificio de Rem fue el precio.
Si hubiese sido más inteligente, se habría dado
cuenta.
Antes de evacuar a Emilia y Ram de la mansión,
la carta escrita a mano que le había dado al mensajero de Crusch se había quedado
en blanco. Pensó que alguien del Culto de
la Bruja acompañando al mensajero había cambiado la carta para causar
confusión, pero eso era ridículo.
Era imposible que el Culto de la Bruja supiera de sus movimientos en esos momentos. Y
aunque así fuera, ¿quién pensaría que el Culto
de la Bruja se tomaría la molestia de utilizar un método tan rebuscado sólo
para plantar semillas de desconfianza entre ambos bandos? Pero incluso si de
verdad se tomaran la molestia de hacer algo así, ¿no hubiese sido más efectivo
alterar el contenido de la carta?
¿Entonces por qué, por qué estaba la carta en
blanco? Si no era obra del Culto de la
Bruja, sólo había una respuesta posible.
『
Subaru: Rem escribió la carta. Fui yo quien
pidió que fuera enviada. Y Crusch fue quien se la entregó al mensajero. Por lo
que, la realidad de haberla entregado se mantenía, y únicamente el contenido fue
borrado. 』
Esa era la Autoridad de Glotonería y el
destino de aquellos cuyo nombre y recuerdos eran comidos. Una existencia
borrada del mundo, dejando sólo una compleja
telaraña de incongruencias detrás. Si no eres consciente de esto, nunca
sentirás extrañeza, por lo que jamás te darías cuenta de lo que habías perdido.
Si ese fuera el caso, entonces para quién o
para qué aquella existencia—.
Si hubiese prestado más atención al hecho de
que la carta estaba en blanco, investigando apropiadamente, profundizando más
en ello, ahondando en la verdad, quizás podría haberlo logrado.
Ahora que lo pensaba, en ese momento Emilia
dijo que la carta había llegado la tarde anterior al último día. En ese
momento, los contenidos de la carta ya se habían borrado, lo que quería decir
que Rem había sido atacada antes de llegar la carta. Si eso era verdad,
entonces había pasado muy poco tiempo desde que Subaru y Rem se habían
separado. Las posibilidades de alcanzarla eran minúsculas, pero no por ello
imposible.
Pero Subaru había dejado escapar esa
posibilidad, y no entendía por qué.
Ahora se preguntaba si de verdad no se había
dado cuenta de que algo estaba fuera de lugar.
A pesar del complejo
de hermana de Ram y de que Emilia sabía que Rem se había quedado conmigo en la
capital, ninguna de las dos había mencionado a Rem para nada; ¿por qué—?
『
Subaru: —Ah. 』
Por fin se había dado cuenta.
En ese momento, Subaru dejó salir un estúpido
llanto, llevando ambas manos sobre su frente. Moviéndose temblorosamente, se
deslizó hasta la pared, golpeando su cabeza tan fuerte como pudo contra ella.
Conmoción y dolor. Pero una vez no era
suficiente, así que lo repitió dos veces más.
『
Emilia: ¡¿Qu… Subaru?! 』
Ante tal inexplicable acto, los tres se habían
quedado perplejos y sin habla. Pero Emilia fue la primera en recuperar sus
sentidos y le gritó aturdida. Lo tomó de los hombros por detrás y lo giró.
『
Emilia: ¿Qué es lo que ocurre? No es la primera
vez que haces algo extraño así de la nada, pero esto es… Oh— mira, ¡tu frente
está toda roja! 』
『
Subaru: Me sorprende profundamente lo estúpido
que soy, en serio. 』
Sintiendo los dedos helados de Emilia en su
frente, Subaru sacudió la cabeza en un arrebato de autoaborrecimiento. Como
había dicho antes, era incapaz de soportar ser consciente su propia idiotez.
Entonces, acercándose repentinamente a Emilia,
Subaru se quedó mirándola a los ojos.
『
Subaru: Emilia-tan, tengo un favor que pedirte.
』
『
Emilia: ¿Qu, qué—? Espera un momento, Subaru,
tu cara está muy cerca y tus ojos me están asustando. 』
『
Subaru: Mi estupidez sin arreglo… ¿podrías
insultarme un poco? 』
『
Emilia: ¿Eh? 』
Sorprendida, Emilia abrió ampliamente los ojos.
Viendo rechazo en su respuesta, Subaru colocó ambas manos sobre los hombros de
Emilia, evitando así que saliera corriendo. Entonces, acercó su cara incluso
más que antes.
『
Subaru: Por favor. No me perdones, sólo
insúltame. 』
『
Emilia: N-no puedo hacer eso. No creo que hayas
hecho nada malo o algo así… 』
『
Subaru: ¡SÓLO HAZLO! 』
『
Emilia: Aunque me lo pidas… 』
『
Subaru: ¡Por favor! ¡Si haces esto por mí, te
daré incluso mi alma! 』
『
Emilia: ¡Diciendo algo tan grave como eso, lo
único que logras es hacerme sentir más incómoda! Cielos; supongo que no tengo
otra opción. 』
Emilia dudó agonizantemente frente a la
desesperada y perversa petición de Subaru, pero finalmente asintió con
resignación. Aclaró su garganta y miró a Subaru.
『
Emilia: ¡Subaru eres un estúpido! 』
『
Subaru: Ugh— 』
『
Emilia: ¡Tú, travieso, obstinado, egoísta,
granuja, malhumorado y que te exaltas demasiado rápido! 』
『
Subaru: Ugh… ugh… 』
『
Emilia: ¡Nadie te lo pidió, pero aun así te
preocupas demasiado por los demás sin siquiera conocer tus propios límites!
¡Eres un blandengue que apoya a una semielfa! ¡Cuando soy reprendida y me
siento deprimida, te pones en mi lugar y te comportas precipitadamente! ¡Debido
a eso, eres maltratado y haces cosas peligrosas! 』
『
Subaru: Ugh… ¿Eh? 』
『
Emilia: ¡Eres un miedoso que escucha pero no
responde apropiadamente, diciendo cosas ambiguas y malinterpretables para huir!
¡Eres un idiota que corre a salvar a alguien con quien acaba de tener una
discusión fuerte! ¡Eres un cobarde que dice lo que quiero oír cuando necesito
solucionar algo pero no sé cómo hacerlo! ¡Eres un holgazán que duerme mientras
los demás van por ahí resolviendo cabos sueltos! ¡Tú, zoquete! 』
『
Subaru: ¿Quién dice zoquete hoy en día? —Oye,
Emilia-tan… 』
Él estaba esperando una reprimenda, pero los
insultos que recibió fueron distintos a lo que esperaba. Las palabras no
hirieron su corazón ni dejaron horribles cicatrices. En cambio, eran profundas
y amables, dejando una marca en ambos corazones, tanto en el suyo como en el de
Emilia.
Ante las palabras de Subaru, Emilia continuó
mirándole mientras apretaba sus labios.
『
Emilia: ¿Qué? 』
『
Subaru: Cómo decirlo… ¿Eso piensas de mí? 』
『
Emilia: Lo sé, es como si mis sentimientos
simplemente se hubieran desbordado. Entonces, simplemente me dejé llevar y, al
final, no tenía ni idea de lo que estaba diciendo. Subaru, ¿crees que eso es lo
que pienso de verdad? 』
『
Subaru: Quizás. Cuando uno se deja llevar,
suele sacar a relucir sus verdaderos pensamientos… aunque no sabría decir si éste
fue el caso. 』
Por lo menos, Subaru tenía experiencia en
arrepentirse de cosas que había dicho por dejarse llevar por la agitación del
momento.
¿Serían sentimientos reprimidos que finalmente
escaparon de su corazón, o sólo una sarta de palabrerías sin sentido que soltó
dejándose llevar por la emoción?
Pensó que nadie sabría la respuesta a esa
pregunta.
『
Subaru: Gracias, Emilia-tan. 』
『
Emilia: Lo único que hice fue decir cosas malas
sobre ti. Agradecerme por algo como eso… Subaru, eres anormal, ¿no? 』
『
Subaru: Anormal, pero sólo para Emilia-tan.
Mientras me lo digas tú, aunque sea un insulto, una calumnia o una ley de
seguridad vial, estimulará mi sentido del placer. 』
『
Emilia: Lo último que dijiste no lo entendí,
pero parece muuuy innecesario saberlo, así que lo olvidaré. —Entonces, ¿estás
mejor ahora? 』
Intentó responder reprimiendo una sonrisa, pero
al final, sus ojos estaban teñidos de tristeza.
Era injusta la expresión pura que ella le
mostraba de vez en cuando, razón por la cual, no podía dejarla sola.
En respuesta a su expresión, Subaru sonrió con
una amplia sonrisa que mostraba sus dientes.
『
Subaru: Sí, ahora estoy mejor. Pensándolo
mejor… todavía no estoy del todo bien. Pero si recibiera un beso de Emilia-tan
para romper mi maldición, debería ser capaz de encontrar el coraje que necesito…
』
『
Emilia: Lamentablemente, la oficina de peticiones
acaba de cerrar por hoy. 』
『
Subaru: ¡Goddamn!
¡Lo eché a perder! ¡Por qué es que siempre… llego demasiado tarde… ah! 』
Como si estuviera lleno de arrepentimientos,
Subaru se derrumbó. Viendo esto, Emilia dejó salir una sonrisa traviesa.
Después de permanecer un rato luciendo
miserable, Subaru finalmente se levantó y miró alrededor de la habitación.
『
Subaru: Dicho eso, me temo que tengo que ocuparme
de algunas cosas. Me sabe mal alejarme de Emilia-tan y los demás, pero necesito
un poco de tiempo. En todo caso, no creo que tome demasiado, pero… ¿Por qué
pones esa cara, Otto? 』
『
Otto: Siento que debería cobrarte por las
reparaciones después de ver una escena tan incómoda, pero dejaré las
negociaciones para después. ¿Qué harás? 』
Otto, de quien se habían olvidado
completamente, dejó salir su descontento, ante lo cual Subaru se cruzó de
brazos y ladeó la cabeza en contemplación. Ahora que lo pensaba, Otto aún no
sabía nada sobre la otra persona que había en esta mansión.
En ese caso, para decirle a Otto dónde iría a
continuación, ¿qué palabras serían las más apropiadas?
Después de pensar seriamente sobre ese problema
por un instante, Subaru descruzó los brazos y dijo,
『
Subaru: Pues, voy a encontrarme con una loli con
tirabuzones y que está atrincherada en una habitación mohosa. 』
Y con esas palabras, abandonó completamente la
responsabilidad de explicar la situación, dejando a Otto en un estado total de
confusión.
[1] Otto tiene la
protección divina de Kotodama (言霊) o «Lenguaje del Alma», lo que le permite
hablar con todo tipo de seres y criaturas.
[2] Kuudere
(クーデレ) es un término japonés referido a
un estereotipo de personalidad que describe una actitud indiferente o fría por
fuera, pero amable y llena de emociones por dentro.