jueves, 8 de junio de 2017

,

El lugar al que regresaron


Traducción:
Pretinaverse

Corrección y edición:
Carlos (Primera corrección)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

—El grisáceo brillo del cielo reflejaba el estado de ánimo de Subaru.

En frente de la mansión de Crusch, seis carruajes de dragón se encontraban alineados en fila. Aquellos que habían escapado de las tierras de Roswaal, los aldeanos de Arlam, se encontraban todos arriba. Sólo el último carruaje era especial, pues estaba reservado únicamente para Subaru y Emilia.

El camino sería largo. Así que, a diferencia de cuando llegaron, no irían acompañados de los niños, porque quería decirle a Emilia un montón de cosas. Además, tampoco quería ponerlos en un aprieto al pedirle a los chicos que fueran junto a ella.

Me sentiré bastante sola ahora.

Mientras miraba en silencio los carruajes de dragón, Subaru escuchó una voz detrás de él.
Girándose para ver, se encontró a Crusch observándole, con su largo y verde cabello, suavemente acariciado por el brumoso viento. Ella cerró los ojos y alcanzó con su mano el cabello de Subaru, desordenándolo.

Subaru: No es como si fuera a pasar algo quedándome aquí. Además, me siento mal aprovechándome de tu hospitalidad… Siendo honesto, debería tomarme un tiempo para recuperarme, pero es lo que hay.

Abriendo y cerrando las manos, Subaru pensó en su propia salud, sonriendo avergonzado.
En aquel entonces, había ido a la mansión de Crusch para recuperar su salud en primer lugar. Roswaal había apoyado aquella decisión, pero aun así le molestaba ver que los deseos de ese payaso se fueran cumpliendo a la perfección. Como una cuestión de principios, incluso si él ayudaba a cumplir los deseos de ese sujeto, debía ser a base de pisotearlos constantemente.

Crusch: Natsuki Subaru-sama, usted sabe que es bienvenido a aprovecharse de mi hospitalidad todo lo que quiera… aunque sea algo difícil de decir en voz alta.

Subaru: Gracias por la oferta… Pero, a pesar de que me gustaría, todavía quedan un montón de cabos sueltos que necesito revisar. Está el tema de la Ballena Blanca, Pereza, y todo el asunto con el gremio de mercaderes.

Rechazando la oferta de Crusch, Subaru sacudió la cabeza. Estaba pensando en Julius y Anastasia.

De las tres facciones que unieron fuerzas contra la Ballena Blanca y Pereza, sólo Anastasia se benefició completamente.

Por el lado de Crusch, al derrotar a la Ballena Blanca, lograron una gloriosa hazaña que nadie más había podido llevar a cabo en 400 años —pero la amnesia de Crusch fue un golpe devastador.

En cuanto al grupo de Subaru y Emilia, a pesar de haber derrotado a Pereza, la completa ausencia del supuestamente bien informado Roswaal no parecía ser un muy buen augurio.

En términos de pérdidas, a pesar de que ni ellos ni el grupo de Crusch sufrieran grandes daños, para Subaru, lo que él perdió fue mucho más de lo que podía soportar.

En comparación, dejando de lado una pequeña porción de mercenarios y provisiones, las fuerzas de Anastasia estaban prácticamente intactas. Y, a pesar de que ella no protagonizó ninguna de las dos batallas, sus fuerzas fueron una importante contribución, sufriendo mínimas pérdidas. Una inversión altamente lucrativa.

A pesar de que el daño en sus fuerzas hizo que las dos facciones dudaran sobre si hacer pública o no su victoria, eso no fue para nada un problema para Anastasia.

Si querían frenar el continuo ascenso de Anastasia, sería necesaria una fuerte coordinación entre las facciones de Emilia y Crusch.

Viendo a Subaru perdido en sus pensamientos, Crusch bostezó perezosamente. Subaru frunció el ceño al ver esto y, Crusch, con una expresión avergonzada en su rostro, agitó sus manos como diciendo Lo siento .

Subaru: Lamento ser tan sentimental… pero me avergüenza no ser capaz de recompensar tu amabilidad.

Crusch: Aquellos que buscan devolver los favores inmediatamente no son dignos oponentes. No se preocupe por ello después de todo lo que ha hecho. Además, ya hemos recibido bastante a cambio.

Escuchando las atentas palabras de Crusch, Subaru observó el carruaje especial. Comparado con los otros, parecía un carruaje VIP de clase alta, excesivamente decorado. Y el honor de tirar de él fue para—

Crusch: Qué petición tan poco ambiciosa. ¿Desea hacerse cargo de la dragona y cuidar de sus heridas?

Subaru: Le debo mucho a esta dragona de tierra. A pesar de que ha sido por un corto período de tiempo, corrimos al borde de la muerte más veces de las que puedo contar. Además, es muy probable que debamos pasar por muchas más adversidades juntos, por lo que no considero a Patrasche como un simple juguete.

Crusch: —En ese caso, me quedo tranquila.

La dragona de tierra —Patrasche— miraba a Subaru mientras hablaba y, demostrando cierta molestia ante sus palabras de admiración, se giró hacia Wilhelm. El viejo espadachín, que hasta ahora había estado revisando los carruajes antes de su salida, asintió frente a su conversación.

Wilhelm: Diana es la raza de dragones de tierra más difícil de contentar. Que ella protegiera a su jinete con su propio cuerpo significa que Subaru debe ser bastante adorado por esta dragona de tierra.

Subaru: A pesar de que no tengo idea de por qué, antes de ir a la batalla contra la Ballena Blanca, decidí quedarme con ella.

Había una conexión verdadera entre ellos. Aquello fue más que simple suerte, ya que, si se hubiera quedado con cualquier otro dragón de tierra, ya sea contra la Ballena Blanca o contra Petelgeuse, probablemente no habría salido con vida. Como sea,

Subaru: Ya no puedo estar satisfecho con ningún otro dragón de tierra que no seas tú… Ah, ¡Patrasche seductora!

Tocando, con la palma de su mano, la suave textura de un lado del estómago de Patrasche, Subaru demostraba su cariño a una Patrasche cuya mirada denotaba bastante irritación ante tal acto en particular.

Ante el abuso íntimo de Subaru, la dragona de tierra reaccionó con un profundo disgusto desde el fondo de su corazón y sacudió bruscamente su cuerpo como si intentara romper los dedos de Subaru.

Subaru: ¡Auch! ¡Estás sobreactuando de esa manera para ocultar tu pena! ¡Pero con todas las ventanas que tuve que limpiar en secundaria, mis dedos no se romperán tan fácilmente!

Wilhelm: Bromeando con un dragón de tierra de esa manera… Una comunicación tan amistosa indica una confianza inquebrantable entre ustedes dos.

Subaru: ¿Eso te pareció comunicación? ¡Pues para mí, se sintió más como si yo le ofreciera todo mi amor unilateral y Patrasche lo rechazara con todo su cuerpo!

La confianza implícita que habían tenido en el campo de batalla… lamentablemente parecía no encontrarse en estos momentos. Ahora sólo quedaba una actitud malhumorada… Pero al final, pese a su frío comportamiento, Patrasche le permitió acariciarle.

En cualquier caso,

Subaru: Mi nombre aparece en los créditos por derrotar a la Ballena Blanca, logré salvar a Emilia matando a Pereza. Y ahora, conseguí a mi querida dragona de tierra. La recompensa es bastante buena, ¿no?

Wilhelm: Matar a la Ballena Blanca… ciertamente fue algo admirable y de gran importancia, cuestión en la que Subaru-dono no parece haber caído en la cuenta. Quizás algún día el mundo le agradecerá como corresponde por este gran logro. Espero ansioso ese día.

Subaru: ¡Sí, yo también lo creo! Espera… ¿Acaso lo único que hice fue correr de lado a lado ante las narices de la Ballena Blanca como carnada?

Ante las palabras más que humildes de Subaru, Wilhelm le miró con una cálida sonrisa. El interior de Subaru hormigueaba ante tal calidez, por lo que sacudió su cabeza intentando deshacerse de aquel sentimiento.

Subaru: Dejando de lado todo aquello… No nos veremos por un tiempo Wilhelm-san. Cuida de tu herida.

Wilhelm: Lamento haber hecho que se preocupara. Parece que la distancia se ha agrandado, ya que el sangrado se detuvo. Pero tarde o temprano, llegará el día en que pelee de nuevo al lado de Subaru-dono. Hasta entonces…

La herida de Wilhelm —la incurable herida causada por la anterior generación de Santo de la Espada, Theresia van Astrea. Al mencionarla, la mirada de Wilhelm se agudizó. Su mente divagó hacia los Arzobispos del Pecado que asaltaron a Crusch, Codicia y Glotonería.

Si la muerte de la esposa del Demonio de la Espada hubiese sido causada por alguien diferente a la Ballena Blanca, entonces esos dos serían los principales sospechosos.

Subaru, al igual que Wilhelm, odiaba profundamente a Glotonería. Pase lo que pase, tarde o temprano deberá encontrarse cara a cara con ese Arzobispo del Pecado. Pese a que el Culto de la Bruja es algo que deberían evitar, en el caso de Glotonería es todo lo contrario, ya que es esencial que lo derroten para recuperar aquellas cosas más preciadas… Los recuerdos de Crusch y, mucho más importante—

Subaru-kyun, Rem-chan ya está lista. ¿Quieres mirar?

Diciendo esto, una cabeza con orejas de gato se había asomado desde la ventana del carruaje—Ferris. Al ver bajar a Ferris del carruaje especial de Patrasche, Subaru fue a revisar. Mirando en aquel espacioso interior, algunos asientos habían sido reemplazados por una cama improvisada en la que una joven se encontraba durmiendo.

Ya no llevaba el típico uniforme de sirvienta, sino un vestido de dormir azul suave, que hacía juego con el color de su pelo. Una chica en un sueño eterno, olvidada por todo el mundo. Ella amaba a Subaru y Subaru la amaba a ella. Quizás, ese era el tipo de chica que ella era.

Subaru: Esa cosa es segura, ¿verdad?

Ferris: Ey, tuve mucho cuidado… soy un sanador, nyan. Aunque sus heridas físicas ya están curadas, por lo que ya no es una paciente, nyan.

Silenciosamente, Subaru observó su rostro durmiente. Las palabras de Ferris sonaron algo bruscas, pero su cara se veía algo diferente a su usual expresión bromista. Quizás, Ferris estaba sintiendo el dolor de su propia impotencia, claramente no en lo relativo a Rem, sino más bien, en consideración a su irremplazable líder, Crusch.

Ferris: ¿De verdad quieres llevarla contigo?

Subaru: Sí, la llevaré conmigo. Quedándose aquí no le va ayudar a ponerse mejor… no, no quise insinuar que fuera tu cul—

Ferris: —Lo sé, nyan. Subaru-kyun no es tan malo, nyan

Viendo lo avergonzado que estaba Subaru después de haber dicho aquello, Ferris sonrió incómodamente.

Ferris: De hecho…

Señalando a Subaru con el dedo,

Ferris: Además de Rem, Subaru-kyun tiene otra gran preocupación, ¿verdad?

Subaru: ¿Yo?

Ferris: No te hagas el tonto, nyan. Tu puerta está excesivamente desgastada, nyan. Mientras te sanaba tuve que inyectar forzosamente una gran cantidad de maná a través de ella. Parece que incluso está dañada. ¿Te sientes débil o cansado, física o mágicamente?

Ante la pregunta de Ferris, Subaru giró la cabeza y sus hombros. Dando una vuelta, no pudo encontrar nada malo. Dio un par de saltos, pero no parecía haber nada de qué preocuparse.

Subaru: Ningún problema. Tanto las partes que uso como las que no, están en perfecto estado. Dejando la puerta de lado, no suelo usar magia de todos modos.

Ferris: Después de todo no eres un mago. En el caso de Ferris… Ferris debería evitar usar magia salvo en casos de emergencia, nyan… En fin, eso es bueno nyan.

Viendo a Subaru completamente indiferente ante su crítico estado de salud, Ferris se rindió. Con sus amplios y redondos ojos, Ferris miró el cuello de Subaru y lo tomó del cuello de la camisa.

Ferris: Pero nada de sobre exigirse. Aunque Ferris puede exprimir hasta la última gota de toxina del cuerpo de Subaru, si tu puerta se rompe en miles de pedacitos no seré capaz de arreglarlo, nyan. Así que tómate el tiempo necesario para que se recupere… unos dos meses, nyan.

Subaru: Dos meses sin magia… ¡Para alguien que no ha usado magia por 17 años, dos meses no es nada!

Bromeando después de oír el diagnóstico… ahora que lo pensaba, Subaru ni siquiera había estado en este mundo más de dos meses, aunque, desde su perspectiva, habían sido como cuatro. Le parecía que había pasado mucho tiempo.

Pensando en todo lo que había ocurrido desde que llegó a este mundo, ¿será posible descansar por lo menos dos meses?

No estaba seguro de eso.

Subaru: Eh, a pesar de que siempre me las arreglo para meterme en problemas… Espera, ¿acabo de llamar a la mala suerte? ¡¡Hasta creo haber escuchado un efecto de sonido!!

Ferris: Lamentablemente Ferris no es experto tratando problemas mentales, nyan.

Subaru aparentemente horrorizado ante sus propias afirmaciones, era mirado desinteresadamente por Ferris.

Afectado por esta reacción, Subaru decidió que esta conversación había llegado a su final. Después de pensarlo, extendió su mano a Ferris.

Ferris: ¿Nyan?

Subaru: Debería agradecerte por todo lo que has hecho hasta ahora para ayudarme. Por sanarme y, cuando peleamos contra la Ballena Blanca y contra Pereza, si no hubiese sido por ti, habría sido un desastre… Y también por Rem, gracias.

Ferris: …Nyan. No pareces estar tomándome el pelo, así que supongo que está bien.

Subaru: ¡Oooh! ¡Mi habilidad Not Air Reading se ha activado! ¡Tengan cuidado!

Una torpe expresión de agradecimiento, pero a Ferris pareció agradarle. En cualquier caso, sus sentimientos le habían llegado. Ferris sujetó la mano extendida y se dieron un apretón de manos.

Subaru: Qué dedos tan suaves y delgados… No puedo ni imaginar cómo serías con manos más masculinas.

Ferris: ¿No sería eso un desperdicio en el lindo y perfecto Ferris? Ya sea vello corporal o piel, todo en Ferris es completamente natural, nyan.

Ferris levantó su mano con orgullo. Subaru pudo ver de reojo unas impecables y blancas piernas bajo la falda de Ferris. Observando la belleza pura de su figura, los hombros de Subaru cayeron desanimadamente.

Subaru: Pero lamentablemente, eres un chico.

Ferris: Sip, Ferris es un hombre en cuerpo y alma, nyan

Subaru: ¿Cómo puedes presumir de eso? ¿Qué parte de ti es la de un hombre?

Vestido como una preciosa chica, decir que Ferris era un hombre era demasiado.
A pesar de que Subaru no era prejuicioso, incluso él sabía que la forma de ser de Ferris era completamente opuesta a lo que uno llamaría un hombre.

Ante la pregunta de Subaru, Ferris puso su dedo en el borde de su labio y, con un encantador movimiento de cintura,

Ferris: Debido a que Crusch-sama dijo que esta forma se acomodaba a Ferris, soy lo que soy, lo cual se acomoda mejor al resplandor del alma de Ferris. —Las palabras de Crusch-sama, Ferris las retribuirá con todo su ser.

Subaru: Pero…

La actual Crusch no recuerda eso… pero Subaru se calló aquellas palabras. Sin embargo, a pesar de no haberlas dicho, Ferris ya lo sabía. Aun así, de haberlo dicho, sólo le habría lastimado.

Subaru, más que cualquier otro, odiaría hacer algo así. Si alguien más hablara de Rem, Subaru no podría soportarlo. Quizás Ferris también sabía eso.

????: —Me da igual lo que le ocurra a la Casa Karsten.

Subaru: ¿—?

Inesperadamente, aquella voz atravesó los oídos de Subaru.

Calmada y fría, una voz carente de emociones.

El dueño de esa voz… aun después de haberlo escuchado, seguía siendo algo difícil de asimilar.

Con su cabeza agachada, la expresión de Ferris era imposible de determinar debido al cabello que cubría su frente.

De aquella manera, Ferris sujetó firmemente la mano de Subaru.

Ferris: Crusch-sama es la única persona a la que protegeré con mi vida.

Subaru: …¿Ferris?

Ferris: Es… por eso… que…

Frente al estupefacto Subaru, la cabeza de Ferris inesperadamente se levantó, sonriente y con una voz alegre. Pero comparado con la usual mirada juguetona y traviesa que Subaru estaba acostumbrado a ver, en ese momento, sus ojos parecían estar mintiendo.

Ferris: Recuerda nuestro acuerdo, Subaru-kyun. Si no lo haces, todo el maná de tu cuerpo se saldrá de control friendo tu cerebro hasta que mueras, nyan.

Subaru: ¡¿Pero qué cosas dices con una sonrisa en tu rostro?! ¡¿Y por qué estás amenazando a un aliado?!

Ferris: ¿Amenazando? Es más bien una sentencia de muerte, nyan.

Subaru: ¡Eso es peor!

Soltando la mano de Ferris, Subaru se dio la vuelta. Por un instante pensó,

tenía una vaga esperanza de que Rem pudiera haber reaccionado a todo ese alboroto.

Suspirando suavemente, descartó sus esperanzas destrozadas de su mente.

Cerca del equipaje, afuera del carruaje, encontró a Emilia y a Crusch conversando.

Emilia: Ah, Subaru. ¿Está lista la cama de Rem?

Subaru: Sip, Ferris lo arregló todo perfectamente. ¡Ahora podréis observar la magnífica combination de Patrasche y yo, y que ni siquiera el Gran Circo Kinoshita sería capaz de mostrar!

Emilia: Aunque no tengo ni idea de qué estás hablando, me da muuuy mala espina. Mejor no hagamos lo del Gran Circo, ¿vale?

Subaru: ¡El cielo! ¡Es tan desafortunado! ¡Pero mi corazón ya latía a mil de antemano esperando las indiferentes palabras de Emilia-tan!

Subaru llamó a este plan autodirigido el «En este carruaje sin frenos, mi vida está en peligro. ¿Podría ser que este aumento de mi frecuencia cardíaca sea AMOR?!».

Era su manera de lidiar con Emilia al pronunciar las palabras «Rem-san». Un dolor agudo, de niveles desproporcionados, permanecía en el corazón de Subaru, negándose a desaparecer.

Por un instante, los ojos de Emilia se fijaron en la boca de Subaru que, inesperadamente, dejó de moverse. Pero antes de que pudiera decir algo, Ferris apareció por detrás de Subaru.

Ferris: Bueno, el carruaje de dragón está listo, nyan. Disculpen la tardanza. Es triste decir adiós, pero —Crusch-sama, ¿tiene algo que decir?

Crusch: Eh, sí.

Ferris se puso al lado de Crusch. Subaru fue con Emilia. Teniéndolos a ambos a la vista, Crusch tomó un profundo respiro y colocó su mano en el pecho.

Crusch: Primero, aunque debo haberlo dicho muchas veces antes, tienen mi más profunda gratitud. Aunque soy incapaz de recordar, sé que antes de perder los recuerdos quería que cooperáramos y que fuéramos amigos. Se los agradezco otra vez.

Emilia: No, yo… Crusch-sama, no tiene nada que agradecerme. Estos días me he mantenido en la oscuridad y no he hecho nada.

Subaru: Eh, es verdad que Emilia-tan no hizo nada. Pero me hice cargo de todo, así que no te preocupes. ¡Después de todo, mis logros son los logros de mi Emilia-tan también!

Al ver cómo Emilia se encogía de la vergüenza, Subaru golpeó su pecho mientras decía esto. Mirando de reojo a Subaru, Emilia asintió levemente.

Emilia: Gracias Subaru. Aunque no recuerdo haberme vuelto tu Emilia.

Subaru: ¡¿M-Mi plan de «subconscientemente crear en otros la impresión de que existe una relación romántica entre nosotros» ha sido descubierto?!

Emilia: Eso es porque estaba escuchando atentamente… oh, disculpen esto.

Subaru se hundió mientras su pecho en alto se desinflaba ante aquellas palabras, y Emilia se disculpó con Crusch, que observaba silenciosamente su amistosa interacción.

Crusch: No, la relación entre ustedes dos me parece maravillosa. Debo apresurarme en regresar a como era antes con Ferris y con Wilhelm.

Ferris: ¡Ferris siempre estará disponible para Crusch-sama en cuerpo y alma, nyan!

Ferris, cubriendo sus mejillas con ambas manos, se giraba de lado a lado. Mientras Ferris se movía como un pulpo detrás de ella, Crusch pareció aceptarlo con una cálida e incluso femenina sonrisa en su rostro.

Crusch: Nos veremos de nuevo muy pronto, o eso creo, Emilia-sama y Subaru-sama. Espero que seamos amigos para siempre.

Aquello no era mentira. Debían ser sus verdaderos sentimientos… O por lo menos, eso pensó Subaru.

A pesar de perder sus recuerdos, jamás perdió la nobleza en su corazón. La honestidad ilumina su conducta. Falsos elogios y mentiras no son compatibles con eso.

Quizás porque expresó su sentir tan claramente, los ojos de Emilia se abrieron en sorpresa, con sus labios temblando levemente.

Emilia: Soy… Para Crusch-sama, soy su oponente como candidata. La alianza… algún día tendremos que volver a competir entre nosotras.

Crusch: Eh, eso es verdad. Con Emilia-sama como oponente, procuraré no quedarme atrás, así que yo también daré lo mejor de mí.

Emilia: Pero aun si dejamos eso de lado, soy una semielfa de cabello plateado… ¿Acaso no le asusta?

Subaru: Emilia-tan, eso…

No era necesario que preguntara eso —pensó Subaru mientras intentaba detenerla. Viendo la desesperada determinación en el rostro de Emilia, lo mejor era que aquella conversación no continuara.

Emilia hablaba en serio al preguntar eso. La parte emocional de ella sabía que jamás podría tomar su identidad a la ligera.

Pero, sobre todo, decir aquello en frente de Crusch Karsten. Subaru sabía que si dejaba que esta conversación continuara…

Crusch: El alma es la que determina el valor de nuestra propia existencia. Para mí y también para los demás. Vivir con un alma radiante, libre de remordimientos, es como debemos pasar nuestros días.

Emilia: …

Crusch: De alguna manera, se siente como si ya hubiese dicho esto muchas veces antes. Cómo podría explicarlo… Ahora que me escuché decirlo, sonó bastante sofisticado, ¿verdad?

Crusch se cubrió la boca incapaz de aguantar la risa. Oyendo esto, Emilia se quedó estupefacta y no dijo ninguna palabra.

Crusch: Emilia-sama, ¿está avergonzada de cómo ha vivido la vida?

Emilia: …N-no, no lo estoy. Incluso si los demás no me aceptan, mientras no me odie a mí misma, puedo seguir viviendo de esta manera.

Crusch: Entonces, no se arrepienta de nada, perfecciónese, dé lo mejor de sí y manténgase fiel a su propio yo. —Tiene una hermosa alma.

Sonriendo, Crusch extendió la mano que tenía en su pecho, en dirección a Emilia.

Crusch: En cuanto al hecho de haberla conocido, me siento feliz. ¿Miedo? Ni siquiera un poco.

Mordiéndose el labio, Emilia talló aquellas palabras en su memoria, con su pecho adolorido de la emoción. Miró la mano extendida de Crusch, que pacientemente le esperaba. Entonces, los dedos de Emilia alcanzaron la palma de Crusch, e intercambiaron un suave apretón de manos.

Crusch: Pase lo que pase, espero que nos veamos pronto de nuevo.

Emilia: Y-yo… No, yo también. Esta vez debería mantener la frente en alto delante de Crusch-sama, ¿verdad? Hasta entonces, le deseo buena salud.

De esta manera, ambas candidatas de la Selección Real sellaron su promesa de dar lo mejor de sí mismas.

Mirando desde un costado, el corazón de Subaru se llenó con una sensación de logro. Ese era uno de los objetivos por los que Subaru se esforzaba tanto día a día. Aunque, al final, era imposible que todo saliera perfecto.

Subaru: Después de todo lo que hemos logrado, ¿por qué no puedo quitar esta triste expresión de mi rostro? No quiero culparte… No quiero…

Mirando hacia el carruaje de dragón, quien se reflejaba en los ojos de Subaru, era la joven durmiendo en su interior.

En una ocasión tan alegre como ésta, Rem no me perdonaría por estar así… Rem no querría verme así… Soy demasiado egoísta, ¿verdad?

Crusch: Natsuki Subaru-sama, por favor cuídese. Esperaré ansiosamente por sus futuras actividades… y por la recuperación de ella.

Subaru: Más actividades para mí… No creo que sea una buena idea. Para ser honesto, soy el tipo de chico que corre por todos lados tratando de hacer todo a última hora y que, al final, termina siendo completamente inútil. En cuanto a Rem… la señorita Crusch no es una desconocida. No importa cómo, ella se recuperará. Lo prometo, lo hará.

Crusch extendió su mano a Subaru. Pero un apretón de manos en su estado, ¿no sería un poco embarazoso? Por lo que, para disimular su vergüenza, Subaru decidió chocarle los cinco.

Un pequeño sonido se escuchó y, el breve contacto entre las manos de Subaru y Crusch terminó. Con su mano siendo golpeada, Crusch pestañeó ligeramente.

Crusch: Ciertamente nos encontraremos de nuevo.

Con estas palabras, la líder y el sirviente se inclinaron, viendo cómo Emilia y Subaru por fin se marchaban.

    

Camino a casa, una extraña y sofocante melancolía se mantenía en el interior del carruaje de dragón.

El propio carruaje había sido un regalo de Crusch para Subaru, junto con Patrasche, como otro signo de gratitud. Incluso sin los ornamentos, estaba claro que se trataba de una costosa pieza de artesanía. Pero desde la suavidad de los asientos hasta el glamour interior, todo se sentía un poco excesivo.

El espacioso interior podía resguardar a 10 personas y aun así tener espacio para más, por lo que era normal que no supieran qué hacer estando sólo los 3 en su interior.

En el carruaje, Emilia, Subaru y Rem se mantenían en silencio. Rem, por supuesto, estaba durmiendo. Sentado junto a ella, Subaru esperaba, sin siquiera pensar en moverse del lugar. Quizás por consideración a la inconsciente Rem, Emilia no se atrevía a hablar.

Subaru: …mm.

Esto pinta mal, pensó Subaru cruzándose de brazos. Aunque sería imperdonable tener una conversación alegre bajo aquellas circunstancias, tenían que hablar de muchas cosas. Tenían que decidir su posición en cuanto a la Selección Real, ponerse al día sobre la alianza con la facción de Crusch y ni siquiera habían podido hablar todavía sobre lo que había ocurrido en los últimos días.

Pero también estaba Rem. ¿Cómo iban a cuidarla en la mansión si nadie más que Subaru la recordaba? Aunque sabía que era inevitable, el solo pensar en lo que diría Ram cuando viera a la inconsciente Rem, le daban escalofríos en la espalda.

Emilia: Sé que estás preocupado, pero creo que el ambiente habría sido mejor si los niños hubieran venido con nosotros.

Naturalmente, los niños también iban de vuelta a los terrenos de Roswaal; pero esta vez iban con sus padres. Si hubiesen preguntado acerca de Rem, habría sido difícil de explicar. Ni qué decir lo que hubiese ocurrido si los aldeanos hubiesen creído que se trataba de alguna enfermedad. Desafortunadamente, el resultado es el actual silencio.

¿Qué hago ahora?

Era inusual para Subaru sentirse tan cohibido. Miró el techo mientras pensaba.

????: No sé sobre qué, ¡¿pero no podrías pensar en algo de qué hablar?! ¡Aaah, no puedo soportar este incómodo silencio por más tiempo!

Subaru: ¡¿Pero qué diablos dices metiéndote así de la nada?! Espera, ¿estuviste ahí todo el tiempo?

Otto: ¡Pero que grosero! ¡Por supuesto que estaba aquí! ¿Si quiera recuerdas las condiciones bajo las cuales acepté ayudarte?

Otto habló con un tono bastante exagerado mientras metía la cabeza en el carruaje a través de la abertura del frente, salpicando un poco de saliva al tiempo que su voz resonaba. Otto manejaba el carruaje, sentado en el asiento del conductor. Había metido la cabeza por el agujero que conectaba con el interior del carruaje sólo para comentar acerca del exasperante silencio que había ahí dentro.
Frente a las objeciones de Otto, Subaru inclinó la cabeza murmurando Ah, ah .

Subaru: Lo recuerdo, lo recuerdo. Es verdad, recuerdo que me pediste que te ayudara a conocer a Roswaal, ¿verdad? Ah, pero, cómo decirlo…

Otto: ¡¿Qué cosa?!

Subaru: Bueno, si te interesan los hombres, está bien, pero si se trata de Roswaal… En todo caso que sepas que soy hetero, y además ya tengo a Emilia, así que ni se te ocurra ir detrás de mí.

Otto: ¡¡No es por eso que quiero hablar con él!! ¡¿Qué diablos crees que soy?!

Subaru: ¿Un comerciante en busca de algo excitante?

Otto: ¡¿Por qué me tratas como a un pervertido?!

Mirando a Otto como si le compadeciera desde el fondo de su corazón, Subaru sacudió la cabeza tristemente de lado a lado. Emilia, que había estado silenciosamente observando su conversación, abrió grande los ojos con una expresión de sorpresa.

Emilia: Ustedes dos… se llevan muuuy bien, ¿no es así? Estoy sorprendida.

Subaru: Oye, oye, Emilia-tan. Por favor deja de bromear. Poniéndome al mismo nivel que este codicioso mercader… ¡Yo lo único que codicio es tu amor!

Otto: ¡Pues tú también eres un codicioso! Ah, espera. ¡Nunca he sido codicioso!

Subaru: Otto, cállate.

Suspirando ante el mercader ambulante, Subaru se levantó y cerró la ventana que daba al asiento del conductor.

Otto: Ah, espera, ¡no me trates como si fuera un entrometido!

Subaru: Vale, ya está bien.

Tirando de la solapa con un «clap», la cara del hombre intentando hablar hasta el último momento, finalmente desapareció. Entrejuntando sus dedos y estirando sus brazos como alguien que acababa de completar una dura tarea, Subaru se dio la vuelta para ver a Emilia que le miraba fijamente.

Subaru: Ju…
Emilia: ¡Jijaja!

Mirándose a la cara, repentinamente comenzaron a reír.
Por un rato se dejaron llevar por sus risas hasta que, pasado un momento, las risas se fueron apagando, hasta que el silencio llenó de nuevo el carruaje.
En ese instante,

Subaru: Dejar que la atmósfera se vuelva tan pesada, realmente no es mi estilo, ¿verdad?

Emilia: Tienes razón, no es tu estilo. El Subaru que conozco es más enérgico, poco razonable y animado. Tanto así que, no importa cómo me sienta yo, él es capaz de alejar de golpe todas mis preocupaciones.

Subaru: Creo que eso es lo mismo que decir que soy un cabeza hueca incapaz de leer el ambiente.

En cualquier caso, la intromisión de Otto había logrado mejorar la atmósfera enormemente. Agradecerle por esto, probablemente le haría enojar, sin embargo, Subaru le agradeció en su mente mientras se levantaba para ir a sentarse junto a Emilia como si fuera la cosa más natural del mundo. Al ver esto, una sonrisa juguetona apareció en el rostro de Emilia.

Emilia: Siempre te sientas como si nada a mi lado, ¿no es así, Subaru?

Subaru: Bueno, es natural querer sentarse al lado de la chica que a uno le gusta, por lo que quiero sentarme lo más cerca de ti que pueda, respirando incluso el aire que exhalas.

Emilia: La primera mitad de esa oración fue bastante embarazosa, pero la segunda mitad me dio muuucha grima.

Oír a Subaru confesar de aquella manera sus sentimientos, había hecho que el rostro de Emilia se pusiera rojo, pero la perversión de aquella segunda parte le hizo fruncir el ceño. Dirigiendo su cabeza hacia ella ante su reacción, Subaru dijo,

Subaru: No, es que… sólo intentaba actuar como siempre.

Emilia: Ahora que lo dices, siempre has sido así. Es por eso que se me hace tan difícil tomar en serio todo lo que dices.

Mientras Emilia lo miraba, su voz se fue convirtiendo en un murmullo hasta desaparecer completamente. Subaru se rascó la cabeza pensando en si debía o no continuar el hilo de la conversación.

Subaru: Los chicos tienen dificultades a la hora de expresar sus sentimientos, por lo que suelen bromear siempre en este tipo de situación. Yo queriendo a Emilia-tan, yo mirando a Emilia-tan de forma pervertida, yo queriendo ayudar a Emilia-tan, son todos mis verdaderos y honestos sentimientos. Puedes creer en eso, ¿sabes?

Emilia: Lo creo, pero creerlo y aceptarlo son dos cosas distintas.

Subaru: Por mí está bien. Mientras me creas, seguiré esforzándome hasta que algún día aceptes mis sentimientos.

Pensando en ello, era una proclamación bastante agresiva. De hecho, al oírle decir eso, el rostro de Emilia se había ruborizado.

Luchando por no parecer nerviosa, sus mejillas y orejas se volvieron aún más rojas de lo que su expresión podía demostrar. Probablemente nunca nadie le había confesado antes su amor incondicional por ella. Por supuesto que, Subaru, intentando ligar con ella, tampoco tenía nada de experiencia, por lo que su cara también estaba completamente roja.
Aun así,

Subaru: En vez de andar por ahí con una expresión cabizbaja, esto se parece más a mí, ¿verdad, Rem?

Emilia: …¿Dijiste algo?

Subaru: Sólo estaba pensando en lo bueno que sería poder levantar tu cabello y observar tu cuello de forma pervertida.

Emilia: Justo ahora… estás intentando distraerme de nuevo. Te preocupas un montón por Rem-san, ¿no?

Subaru, intentando salir de aquel embrollo, fue bloqueado por las incisivas palabras de Emilia. Aceptando la derrota, Subaru sonrió amargamente y observó a Rem que dormía en la cama.

Subaru: Lo hago, sí. Inmensamente… me preocupo por ella. Siempre estoy pensando en que debería haber algo que pudiera hacer y continúo pensando en ello. Aunque me gustaría que Emilia fuera la principal persona en mis pensamientos, esto no se puede comparar. Lo siento.

Emilia: No soy una niña muuuy mala que armaría un berrinche. No me molestaré sobre algo tan importante. Es evidente que ella es importante para Subaru.

Al igual que Subaru, Emilia se quedó mirando a Rem mientras dormía. Sus labios temblaban, pero después de un momento de duda, preguntó

Emilia: Tú… la quieres, ¿verdad?

Subaru: La quiero. La amo. La amo tanto como te amo a ti.

Emilia: No sé cómo debería sentirme ante eso, pero… Subaru, ¿Eres el tipo de chico que anda por ahí coqueteando con todas?

Subaru: Siempre me he considerado a mí mismo como alguien leal. Pero, teniendo a una chica tan devota hacia uno… un chico cuyo corazón no se emocione frente eso, no creo que alguien así pudiera tener una gota de sangre o lágrimas en su interior.

Pensando en las repeticiones que tuvo que vivir en los últimos días, recordó todas aquellas veces que recibió el amor incondicional de Rem. Después de recibir todo eso, ¿cómo podría no sentirlo en su interior? Para cuando se había dado cuenta, su existencia había crecido de tal manera en su corazón, que era imposible de ignorar.

Emilia: Aun habiéndome dicho que me amas…

Subaru: Sólo para dejarlo claro, amo a Rem un montón, pero Rem me ama a mí MUCHO más, ¿sabes? Está completamente enamorada de mí y no puedo entender por qué.

Levantando los hombros, se preguntaba cómo era posible que ella lo amara tan desinteresadamente. Ser tan amado por una chica como Rem, ¿de verdad lo merecía?

Todavía no podía evitar preguntárselo. Aun así… como el hombre de quien ella se enamoró, lo mínimo que podía hacer era vivir a las expectativas que ella tenía de él.

Viendo la expresión alicaída de Subaru mientras se autoanalizaba, los labios de Emilia se relajaron.

Emilia: Creo que la entiendo.

Subaru: ¿Eh?

Emilia: La razón por la cual Rem-san llegó a amarte muuucho. Estoy segura de que fue debido a que pudo ver el lado bueno de Subaru desde cerca y una gran cantidad de veces. Eres como una enfermedad que de pronto hace cosas muuuy increíbles.

Subaru: ¿Una enfermedad? Yo… no puedo negar eso.

Subaru rascó su mejilla e hizo pucheros demostrando su disconformidad. Emilia, sin ser afectada, mantuvo una expresión severa que decía Es verdad, ¿sabes? , entonces, cerrando sus ojos

Emilia: No me enamoraré de ti tan fácilmente, ¿sabes?

Subaru: ¡Eso hace que el esfuerzo valga la pena! Algún día haré que Emilia-tan sea toda melosa conmigo y que se enamore de mí. Despertaré a Rem de su sueño y resolveré esto de la mejor manera. ¡Aaah, no puedo dejar de sonreír de sólo pensarlo!

Tener a Emilia y a Rem tomadas de la mano, mientras se pelean por su único e inigualable cuerpo. Esa sería una maravillosa e increíble imagen.
Por eso es que, definitivamente, definitivamente algún día—

Subaru: ¡Las tendré tirando de mí hasta que me rompa en miles de pedacitos!

Emilia: No tengo ni idea de en qué estás pensando, pero creo que debo decirte que no pienso hacerte pedacitos.

    

Después de aquella conversación, la discusión dentro del carruaje continuó sin problemas.
Después de todo, habían esperado la mayor parte del día para poder hablar. Pero debido a la gran cantidad de cosas de las que tenían que hablar, tuvieron el tiempo justo para hacerlo.
Compartiendo todo lo que ocurrió en los últimos días con Emilia, finalmente Otto también se unió a la conversación e, incluso, tomó parte en sus planes para el futuro.

Para resumir,

Subaru: Básicamente, mientras no nos reunamos con Roswaal, no podremos decidir qué hacer, ¿verdad?

Después de todo, la conclusión seguía siendo la misma que al principio de la conversación.
Roswaal era la única persona que sabía el alcance total de la fuerza y capacidades de la Facción de Emilia, así que nada se podía hacer sin él.

Subaru: Bueno, ya que Ram fue al Santuario a reunirse con Roswaal, puede que ya hayan regresado a la mansión. Sin embargo, le daré un buen golpe en el rostro antes de hablar con él. [1]

Otto: Eres bastante agresivo con tu jefe, ¿eh, Natsuki-san?

Subaru: ¡Creo que tengo derecho a comportarme así después de todo lo que ese tipo ha hecho! ¡Se merece esto y más!

Pensando en todo el estropicio que Roswaal dejó de lado y que Subaru tuvo que arreglar, aquella era, más o menos, una respuesta apropiada. De hecho, Emilia parecía no tener ninguna intención de detener a Subaru, como si dijera que «por esta vez está bien».

A medida que la discusión avanzaba, llegando a tratar los asuntos del dominio de Roswaal, el carruaje de dragón salió del bosque y entró a la aldea.
—Inmediatamente supieron que algo andaba mal.

La aldea que Subaru estaba acostumbrado a ver, ahora se encontraba tan desolada y triste como justo después de la batalla contra Petelgeuse. Ni siquiera había signos de los soldados de la expedición que se habían quedado atrás.
Dicho de otro modo, parecía que ninguno de los aldeanos que se habían ido con Ram habían regresado.

Otto: No veo a nadie Natsuki-san. No parece que el lugar haya sido atacado ni nada. Simplemente no hay nadie aquí.

Bajándose del carruaje de dragón, Otto expresó sus pensamientos mientras miraba alrededor de la aldea, junto a los aldeanos que volvieron con ellos. Incluso Subaru llegó a la misma conclusión.
En aquel sombrío silencio, los recuerdos de repeticiones anteriores —donde los aldeanos eran masacrados y descuartizados por los dedos de Petelgeuse— golpearon a Subaru como una pesadilla que regresaba. Sin embargo, estaba seguro de que estaba dándole demasiadas vueltas.
Pero entonces, eso generaba otra pregunta,

Subaru: Ram dijo que el Santuario estaba sólo a 7 u 8 horas de aquí… Pero entonces, ¿por qué no han llegado antes que nosotros, si estuvimos en la capital por 3 días?

Otto: ¿Quizás todavía no saben que derrotaron al Culto de la Bruja, por lo que sólo están siendo precavidos?

Subaru: ¿Roswaal abandonando sus tierras? Creo que es correcto asumir que, si Roswaal se enfrentara a Pereza, probablemente le ganaría. Aunque Pereza no fuera el tipo de persona que se enfrenta directamente a sus oponentes, Roswaal podría, por lo menos, haber venido a revisar.

Roswaal, que incluso puede volar, podría fácilmente haber regresado a su territorio. Si hubiese querido, podría haber revisado los perímetros de la mansión en busca de alguna amenaza que haya quedado atrás y asegurarse de que fuera seguro regresar. Pero no lo hizo.

Subaru: O está siendo demasiado precavido o…

Emilia: …¿Ocurrió algo en el Santuario?

Tanto Emilia como Subaru pensaron lo mismo. Mirándose el uno al otro, ambos asintieron.
No importa qué, debían descubrir cuál era la situación en el Santuario.

Además de ellos, los aldeanos también estaban preocupados.
Después de todo, cerca del 60% de los aldeanos se habían ido al Santuario. Los que regresaron de la capital (los niños que decidieron acompañar a Emilia, sus padres y los jóvenes de la milicia) sólo conformaban un 40% de los aldeanos. Sin el resto, las funciones de la aldea se verían seriamente afectadas.

Además, la mente de las personas tiende siempre a pensar lo peor.

Subaru: En cualquier caso, tenemos que hacer algo. Por ahora, regresemos a la mansión. Quiero acomodar a Rem primero. Además, Otto, no tienes dónde quedarte, ¿verdad?, así que ven a la mansión con nosotros.

Otto: ¡¿Qué?! ¡¿Importunar al margrave pidiéndole alojamiento?! ¡Si me encontrara en la situación de hacer algo así, preferiría dormir en el mismo carruaje de dragón!

Subaru: Cállate, que ya estás involucrado en esto. ¡Mejor acostúmbrate porque planeo utilizarte hasta el día en que mueras!

Ignorando las objeciones de Otto, Subaru se despidió de los aldeanos y le pidió a Patrasche que se dirigiera a la mansión.

A una distancia de 15 minutos a pie y a 5 minutos en carruaje, se encontraba la nostálgica Mansión Roswaal.

La vez anterior, no tuvo la oportunidad de apreciar el paisaje, por lo que, al tener la oportunidad ahora, había algo emotivo en todo ello.

Subaru: Bueno, nada parece haber cambiado. Parece que Ram y el resto tampoco han regresado.

Emilia: Pero, Beatrice debería estar adentro. Espero que ella sepa dónde está el Santuario.

Subaru: ¿Pero q— en serio? Mierda… Pensé que Emilia sabía dónde estaba el Santuario. ¿Cómo vamos a descubrir entonces si Roswaal está bien?

El pilar fundamental de su plan había colapsado. Subaru frunció el ceño ante la oscuridad que tenían por delante.

El precioso rostro de Emilia también mostró colores de lamento. Otto, incapaz de unirse a la conversación, sólo miró hacia arriba, cautivado por la gran mansión y sus alrededores, como si estuviera en un sueño.

Subaru: Tch. Mierda. Bueno, sólo nos queda esperar que Beatrice sepa algo al respecto.

Otto: Ey, ¿por qué chasqueas la lengua mientras me miras a mí?

Subaru: Tch. Es sólo tu imaginación. Nadie se preocupa tanto por ti como tú crees.

Otto: ¡Wow, pero qué cosa más horrible has dicho!

Ignorando al parcialmente deprimido Otto, Subaru dejó el carruaje de dragón en el patio frontal y se dirigió directo a la entrada.
Primero, encontrar a Beatrice, después revisar la mansión, luego asegurarle una cama a Rem, a continuación, pensar en lo que tendrían hacer de nuevo—

Subaru: ¡Estoy de vuelta, Mansión Roswaal! Aquí viene mi nostálgico…

Diciendo eso, al abrir la gran puerta, la voz de Subaru se cortó. Debido a que, lo que había ahí era algo completamente distinto a lo que él esperaba.

La entrada estaba cubierta de maravillosas alfombras, las esquinas de las escaleras que llevaban a los pisos superiores, tenían costosas vasijas llenas de coloridas flores.
En el tejado, colgaban hermosas lámparas de cristal que debían ser como los candelabros de este Mundo Paralelo.
La entrada tan familiar… era completamente diferente a lo esperado.

Subaru: No es que hayan robado… ¡¿sino que redecoraron todo?!

El felpudo de la entrada estaba completamente derecho y sin ni siquiera un pliegue. Las flores de las vasijas en los bordes de las escaleras, estaban vívidamente florecidas. Los candelabros habían sido cuidados delicadamente, brillando con elegancia, incluso más de lo normal.

Paralizado por una escena tan surrealista, Subaru enmudeció, completamente perplejo.
Debido a su asombro, su reacción fue demasiado lenta.

Subaru: ... ¡¿Quién anda ahí?!

Un pequeño, débil, casi inaudible sonido. Subaru frenéticamente miró en aquella dirección.
Pero, cuando vio la silueta, ya era demasiado tarde.
La silueta se le acercó rápidamente por detrás y entonces—cuando Subaru miró hacia atrás y la silueta ocupó todo su campo visual, Subaru lo vio.

Sus ojos reflejaban claramente aquella silueta… cuya boca estaba llena de colmillos blancos como los de una bestia.

—Y, en el siguiente instante, antes siquiera de que pudiera darse cuenta… la consciencia de Subaru y su percepción del mundo fueron arrastrados a la oscuridad.




[1] En el capítulo 24 del anime, en el minuto 6, Wilhelm le dice a Emilia que en la aldea hay demasiada gente como para transportarlos a todos a la capital. Entonces, Ram dice que ella se llevará la mitad del pueblo al Santuario (una pequeña aldea a 7 u 8 horas de Arlam) y que Roswaal ya se había ido antes para allá.