jueves, 8 de junio de 2017

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Reencuentro y desencuentro


Traducción:
Inglés: Translation Chicken
Español: Pretinaverse

Corrección:
Carlos

※ ※ ※ ※ ※

Lentamente, y centrándose solo en girar la manilla de la puerta, Subaru contuvo el aliento.
 
Tenía la sensación de que aquella era la correcta.
Caminando tranquilamente por la mansión, notó una puerta que particularmente llamaba su atención.

Dejando a Emilia y a los demás en la sala de estar, quienes le dieron un poco de tiempo a solas, Subaru comenzó a pasear por la mansión hasta encontrar lo que buscaba justo al llegar al pasillo del segundo piso.

El instante en que tocó la manilla de la puerta, sus sospechas se convirtieron en seguridad y, mientras abría la puerta, las dudas de su mente se dispersaron totalmente.
Y, aceptando la existencia de aquella habitación en ese lugar y en aquel mismo instante, se dispuso a entrar.

『 Subaru: Ey, cuánto tiempo. 』

La Biblioteca Prohibida, tal cual como la recordaba, ahora se encontraba en frente de sus ojos.
La pequeña niña, guardiana de esta tenuemente iluminada habitación, tampoco había cambiado en absoluto. —Sentada en su taburete, como si fuera una silla hecha a la medida, se encontraba a la mitad de hojear un libro.

『 Beatrice: —Había bastante bullicio en la mansión hoy, así que me imaginé que habías regresado, supongo. 』

Sus ojos se elevaron un momento para mirar a Subaru. Sin embargo, después de murmurar como si estuviera aburrida, inmediatamente perdió el interés, regresando su vista al libro que estaba leyendo.

『 Beatrice: Si estás de vuelta, significa que Nii-cha también debe haber regresado, de hecho. También puedo sentir a esa niña y a otros insectos molestos, supongo. 』

『 Subaru: Puck todavía no se ha presentado. Debe estar recargando sus baterías, creo. ¡Ah, y no me gusta cómo hablas de Emilia, poniéndola en la misma categoría que a los demás! Aunque me da igual que hables así de Otto. 』

『 Beatrice: Eres bastante ruidoso, de hecho. 』

Beatrice resopló con su nariz frente a las palabras sin importancia de Subaru, reacomodando sus piernas bajo su extravagante vestido. Viendo esto, Subaru continuó acercándose mientras hablaba.

『 Subaru: Pero de verdad que ha pasado bastante tiempo desde la última vez que te vi. Creo que desde aquella vez que Petel… Ah, espera, eso nunca pasó… La última vez fue antes de irme a la capital, ¿verdad? Ya deben haber pasado unos diez días. 』

『 Beatrice: No el suficiente tiempo, supongo. Mientras Betty se encuentra en esta habitación, el flujo del tiempo en el exterior no importa demasiado, de hecho. 』

『 Subaru: Y ahora estás diciendo cosas extrañas de nuevo. Además, no deberías tener tu nariz metida en un libro mientras hablas con alguien. Viéndome después de diez largos días, entiendo que te hayas puesto tan feliz que necesitas esconder tu rostro ruborizado, pero aun así… 』

『 Beatrice: Si quisiera podría hacerte escupir sangre en vez de palabras, hasta que tu rostro se quedara completamente pálido, de hecho. 』

Frente a la visible irritación de la chica, el rostro de Subaru se relajó.
Cada vez que venía a hablar con esta niña que protegía la Biblioteca Prohibida, Subaru no podía evitar meterse con la terca actitud e inexpresivo rostro de ella.
Lanzándole bromas y haciéndose el payaso, molestándola hasta realmente hacerla enojar y luego continuar fastidiándola hasta que ya no aguante más y lo lance fuera del lugar.
Una parte de él disfrutaba mucho aquella interacción entre ellos. Pero, en cuanto a por qué se sentía así cuando estaba junto a ella… no estaba muy seguro de ello.

『 Beatrice: Que hayas regresado significa que los disturbios alrededor de la mansión han cesado, supongo. 』

『 Subaru: Así que lo notaste. Bueno, supongo que es natural, ya que Emilia y Ram recorrieron toda la mansión buscándote, ¿sabes? Sería bueno que te disculparas con ellas más tarde. 』

『 Beatrice: ¿Betty? ¿Disculparse? ¿Ante quién y por qué? Ni siquiera puedo imaginar por qué tendría que hacer algo así, de hecho. 』

Resoplando con su perfecta nariz, Beatrice cerró el libro con un sonoro clap, y se bajó del taburete. Entonces, después de poner el libro de vuelta en su estante, se estiró con todas sus fuerzas para alcanzar el que estaba justo al lado ese.
Viendo lo difícil que era para ella poder sacarlo, Subaru caminó hasta quedar detrás de ella.

『 Subaru: ¿Éste? —Toma. 』

『 Beatrice: …No, es el que está al lado, supongo. Si vas a ayudar alguien sin que te lo hayan pedido, al menos intenta hacerlo bien, de hecho. 』

『 Subaru: Pero qué loli taaan agradecida. Oye, ten cuidado de no tirarlo. Te harás daño si ese ladrillo de libro cae sobre tus pies. 』

Al sacar el libro del estante, Subaru lo encontró sorpresivamente pesado. Cuando por fin se lo entregó cuidadosamente a Beatrice, ella lo abrazó como siempre hacía. Subaru intentó leer el título, pero siendo alguien que apenas podía entender nada más que el alfabeto Yi, fue incapaz de comprender lo que ahí decía.

『 Beatrice: No creo que deba agradecerte, supongo. 』

『 Subaru: Esa es una respuesta típica de los personajes tsundere, pero francamente, para mí, que digas eso equivale a que digas «gracias». 』

Por lo menos, el hecho de que haya pensado que sus acciones podrían merecerse un «gracias», era en sí mismo una muestra de su buena voluntad.

En respuesta a las palabras de Subaru, Beatrice frunció el ceño y giró la cabeza hacia otro lado. Al ver la obstinada actitud de ella, Subaru se rascó la cabeza.

『 Subaru: No me importa que no me agradezcas nunca nada, pero por lo menos asegúrate de agradecerle a esas dos, ¿vale? Estaban terriblemente preocupadas de dejarte sola en la mansión. 』

『 Beatrice: No es como si se los hubiera pedid

『 Subaru: No digas algo tan penoso como eso. Ninguna persona le pidió a nadie haber nacido y aun así nacieron. Del mismo modo, no necesitas pedirle a los demás que se preocupen por ti, ya que aun así se preocuparán. Y seguirá siendo así mientras te rodees de gente con buen corazón. 』

Obviamente Emilia y Ram eran esa clase de personas. A juzgar por cómo vivía el día a día, a Emilia le darían cien puntos de cien como buena persona, y aunque el puntaje de Ram probablemente sería un número negativo, lo más importante era su forma de ser en el interior.
Sin embargo, Beatrice no mostraba ninguna señal de estar de acuerdo con él. En vez de eso, girándose hacia el otro lado, se mordió suavemente el labio y dijo...

『 Beatrice: Pero al final, aun así se fueron de la mansión, supongo… sin Betty. 』

『 Subaru: ¿Qué significa eso? ¿Acaso intentas decir que no querías ser dejada atrás? Te encerraste con ese hechizo de Puerta Hikikomori, lejos de todos los demás. ¿Tanto te costaba salir por tu propia cuenta? 』

『 Beatrice: Se llama Cruce de Puertas, de hecho. No vayas por ahí poniéndole nombres ridículos a las habilidades de los demás, supongo. Además, una sugerencia como esa es insultante para Betty, de hecho. 』

Sin aceptar las palabras de Subaru, Beatrice continuó mirando hacia otro lado con su actitud obstinada intacta. Al sentir algo diferente esta vez en sus palabras… algo peligroso en su comportamiento actual, Subaru frunció el ceño sin saber qué hacer.
Con ella actuando de esa manera, antes siquiera de poder preguntarle aquello de lo que realmente quería hablar, se preguntaba cómo podría sacar el tema ahora. Aun así, quizás todavía tuviera un último truco bajo la manga para mejorarle el estado de ánimo.

『 Subaru: Oh, bueno. Si vas a ser así de obstinada, le diré a Emilia-tan que no parabas de repetir «gracias» con lágrimas derramándose de tus ojos. 』

『 Beatrice: No deberías inventar mentiras, de hecho. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que dejé caer una lágrima, supongo. 』

『 Subaru: ¿Qué? ¿Estás diciendo que te avergüenza demasiado llorar? Si dices ese tipo de cosas todavía siendo una niña, entonces cuando crezcas se te hará mucho más difícil expresar lo que sientes, ¿sabes? Los niños no deberían preocuparse por lo que los demás puedan pensar. Si están tristes, solo tienen que llorar. 』

『 Beatrice: Tengo sentimientos encontrados al escucharle decir eso a alguien que es capaz de llorar a moco tendido sobre el regazo de la chica que le gusta, de hecho. 』

『 Subaru: ¡¿Podrías por favor olvidarte de eso?! 』

Quizás Emilia evitó adrede recordarle aquel momento tan vergonzoso durante el regaño que recibió hace un rato.
Aquella vez, actuaba como un idiota para distraerse del temor que venía acumulando en su corazón. Sus sentimientos reprimidos habían aumentado tanto que estaban a punto de desbordarse.
Al final terminó colapsando sobre el regazo de Emilia y, todas esas emociones que se había estado guardando desde el momento en que fue convocado a este mundo, fluyeron en un mar de lágrimas que salieron de sus ojos.

Al recordar ese momento, su rostro parecía estar al rojo vivo. Aunque, junto a ese calor, también pudo sentir, en el fondo de su corazón, una radiante luz emanando de aquel recuerdo.

Rascándose la mejilla mientras intentaba volver a sellar ese recuerdo concreto, Subaru dio un rápido vistazo a Beatrice. 
Luciendo igual de aburrida que siempre, se volvió a sentar en su taburete con el libro que Subaru le había ayudado a sacar antes. Lentamente había reanudado la lectura de su contenido.
Claramente estaba intentando terminar ahí la conversación, pero si le dejaba salirse con la suya, entonces no tendría sentido haber venido aquí en primer lugar.

『 Subaru: De todas formas, dejando de lado el tema de llorar o no… Tengo algo que quiero preguntarte, si eso te parece bien. 』

『 Beatrice: Eres libre de preguntar, supongo. 』

En su respuesta, acompañada por el sonido de pasar una página en su libro, había un mensaje implícito que decía «si contesto o no, esa es otra historia». No había ninguna intención de cooperar por parte de ella, pero por lo menos, le había dado permiso para preguntar. Subaru murmuró en voz baja 『 Me parece bien 』 y se dispuso a preguntar por el tema que lo había traído ahí en primer lugar.

『 Subaru: Ahora que lo pienso, a pesar de todo lo que estaba ocurriendo afuera, tú estuviste en plan NO-REACTION, ¿no? 』

Sin embargo, lo que salió de su boca, no era para nada lo que había ido a preguntar y solo sirvió para reanudar la conversación que hasta ahora había intentado terminar.

Al escuchar las palabras de Subaru, Beatrice levantó la mirada de su libro. Viendo su propio reflejo en aquellos claros e inmaculados ojos, Subaru tragó una pequeña bocanada de aire.

『 Subaru: Mien… mientras estabas aquí sentada como si nada, afuera era un verdadero caos, ¿sabes? Ese extraño grupo de personas tenían completamente rodeada la mansión y

『 Beatrice: Detente, de hecho. 』

『 Subaru: si no hubiese logrado, de alguna manera, traer refuerzos conmigo desde la capital, no tienes ni idea de lo que podría haber pasado. Y tampoco es como si hubiese sido fácil para mí hacer el viaje de regreso. 』

『 Beatrice: Detente ya, supongo. 』

『 Subaru: De hecho, el viaje de vuelta fue tan duro, que si te contara todo lo que ocurrió, los dos estaríamos llorando ahora. Pero después de haber logrado superar ese obstáculo— ¡gh!

Con un fuerte y estruendoso ruido, la verborrea de Subaru se cortó de golpe.
Buscando el origen de ese sonido, descubrió que Beatrice había cerrado con tremenda fuerza el libro que sostenía en sus manos. Subaru intentó comprender la expresión de Beatrice y sus intenciones, pero ella, en cambio, se giró hacia él con una agresiva mirada sin misericordia.

『 Beatrice: Ve al grano, de hecho, cobarde indeciso. 』

『 Subaru: …Sí. 』

No podía negarlo.
Ella tenía razón y, claramente, había visto a través del intento de escapar de Subaru… Escapar de la respuesta a la pregunta que había venido a hacer.

『 Subaru: ¿Tú…? 』

Tragando un poco de saliva, cerró con fuerza sus ojos mientras escuchaba el latido de su corazón.

Detrás de sus párpados cerrados, aún podía ver su dulce sonrisa, sonriéndole de vuelta.

『 Subaru: ¿Tú… recuerdas a Rem? 』

Su pregunta se convirtió en sonido y, habiéndose convertido en realidad, era imposible volver atrás.


※ ※ ※ ※ ※


En las repeticiones que vivió luego de derrotar a la Ballena Blanca, Subaru había hablado tan solo una vez con Beatrice en la Biblioteca Prohibida.

El propósito de aquella conversación era convencerla para escapar del Culto de la Bruja, a lo cual ella se rehusó. Al final, la chica fue dejada sola en la mansión.
A pesar de que era imposible recordar cada detalle de aquella conversación, había una sola cosa en la que no podía dejar de pensar.

Beatrice, en ese momento, me preguntó por Rem, quien se suponía que había ido conmigo a la capital.

Para ese entonces, ya hacía bastante tiempo de que, la carta que Rem había escrito a mano, había llegado en blanco a la mansión.
Lo cual significaba que la conversación sucedió después de que Rem fuera atacada por los Arzobispos del Pecado, y Beatrice, quien nunca se había preocupado mucho por Rem que digamos, inesperadamente había preguntado por ella.

『 Subaru: Respóndeme. ¿Recuerdas a Rem, quien solía vivir en esta mansión? 』

Él quería que ella la recordara. Debía recordarla. Pensando en esto, la voz de Subaru se había distorsionado al final.
Las profundidades de su memoria lo confirmaban; y su debilitado corazón, tan cerca de hundirse, de ahogarse, luchando por sobrevivir, no quería negarlo.

Beatrice miraba silenciosamente a Subaru.
En sus ojos no demostraba ningún sentimiento o emoción. Lo que sea que estuviera pensando, era imposible de saber.
Normalmente era una chica con emociones fáciles de entender, pero en este momento, Subaru era incapaz de entenderla. Sus dientes comenzaron a rechinar. El tiempo parecía haberse detenido y el corazón de Subaru se consumía en cenizas por la impaciencia.

『 Subaru: Ey… 』

¿Por qué no dice nada?
O la recuerda o no. No es una respuesta difícil de decir.
 
Naturalmente, Subaru sólo quería escuchar una respuesta: que Beatrice recordaba a Rem y que se reiría ante una pregunta tan estúpida.

Sus recuerdos engullidos y su nombre tragado, removidos del mundo. Qué estúpido sonaba todo aquello.

Que ella se sienta igual que él. Que sintiera la misma indignación ante la enorme crueldad de este mundo. O incluso si no se sintiera así, con el solo hecho de recordar la realidad de su existencia, podrían trabajar juntos para encontrar una solución. Solo eso era suficiente para él.

Así que, dime que la recuerdas. No me digas que también has olvidado a Rem, como Emilia, Crusch, Wilhelm y los demás.

Esperando escuchar su respuesta… Temiendo escuchar su respuesta… Agitación, contradicción, sus emociones eran un lío.
Entonces, frente al corazón vacilante y agitado de Subaru, Beatrice habló.

『 Beatrice: —No quiero responder, de hecho. 』

Miró hacia otro lado sin contestar ni sí, ni no.
Perdiendo el aliento en un 『 ¿Cómo? 』, por un instante la mente de Subaru dejó de pensar. Y entonces, moviendo salvajemente sus brazos en el aire,

『 Subaru: ¡E-espera! ¿Qué quieres decir con que no quieres responder? ¡Solo tienes que decir YES o NO! 』

『 Beatrice: No sé a qué te refieres con «yes o no», supongo. Y mi respuesta no va a cambiar, de hecho. No quiero responder. 』

『 Subaru: ¡ESA NO ES UNA RESPUESTA! 』

Dejando caer sus brazos, Subaru pisoteó el suelo con rabia.
La niña sentada en el taburete ni siquiera prestó atención a su violenta reacción. Tan solo apretó firmemente sus labios. 
Viendo su obstinada actitud, llamas de furia envolvieron su pecho, imposibles de detener.

『 Subaru: ¡Esas no son las palabras que quería oírte decir! 』

『 Beatrice: ¿Y por qué Betty tendría que responder con las palabras que quieras oír, supongo? Deja de hacer tanto alboroto, de hecho. La Biblioteca se desordenará de ese modo, supongo. 』

『 Subaru: ¡Tú…! 』

Subaru se abalanzó sobre Beatrice.
Aquel rostro que no quería mirarlo, Subaru quería forzarlo para poder preguntarle cara a cara cómo podía ser tan fría. Pero...

『 Subaru:   』

—justo antes de poder tocarla, Beatrice miró a Subaru.
Y entonces, en ese instante, con sus ojos llenos de olas de emoción, las manos de Subaru se detuvieron. Parecía que ella por fin…

『 Beatrice: Esa pregunta que hiciste, es como si preguntaras por alguien comido por Glotonería, de hecho. 』

『 Subaru: ¡—! ¡Entonces tú…! 』

『 Beatrice: Algo como eso es fácil de deducir si se conoce la Autoridad de Glotonería, supongo. Roswaal, Nii-cha, Shaula, cualquiera podría haberlo adivinado. 』

『 Subaru: ¡¿Ros…?! 』

Un inesperado nombre había salido a colación. La garganta de Subaru se bloqueó.

Roswaal conoce la Autoridad de Glotonería. ¿No significa eso que a lo mejor él también recuerda a Rem? No, pero antes de eso

『 Subaru: ¿Cuánto saben ustedes realmente sobre el Culto de la Bruja? Incluso Roswaal tenía que saber que, cuando Emilia se identificara públicamente como una semielfa, el Culto de la Bruja no se quedaría de brazos cruzados. ¡Sin embargo, si no hubiese sido por todo lo que hice, la mansión y la aldea hubiesen sido destruidas! ¡¿Qué diablos ocurre aquí?! 』

『 Beatrice: … 』

『 Subaru: Es imposible que no tuviese un plan. Eso fue lo que Rem y Crusch-san dijeron. Sin embargo, me parece a mí que no tenía preparado nada en absoluto; porque, de haber planeado algo, las cosas no habrían llegado a un punto tan catastrófico. 』

『 Beatrice: Betty no sabe lo que pasa por la cabeza de Roswaal, supongo. Pero… no creo que Roswaal ignorara la posibilidad de que algo así ocurriera, de hecho. 』

Al escuchar las palabras de Beatrice, Subaru frunció el ceño intentando encontrar en sus recuerdos alguna indicación de que Roswaal tuviera algo planeado durante la batalla contra Petelgeuse. Sin embargo, sin importar cuánto lo intentara, no podía recordar nada por el estilo.

『 Subaru: ¿Será alguna clase de error? ¿O estamos sobrestimando sus capacidades? Si Roswaal hubiese hecho algo, ¿entonces por qué tuve que pasar por tantos problemas? 』

『 Beatrice: Si no lo sabes tú, entonces seguramente nadie lo sabe, de hecho. 』

Un suspiro desilusionado escapó de Beatrice, quien parecía haberse rendido ante su falta de entendimiento. Aunque estaba molesto por su actitud, Subaru notó que la conversación se había desviado del tema.

『 Subaru: Espera, dejando eso de lado, si sabes algo sobre el Culto de la Bruja, deberías decírmelo todo. Acerca de los Arzobispos del Pecado, acerca de Glotonería Hay un montón de cosas que quiero saber… y también sobre esto. 』

Una tras otra, las preguntas de Subaru seguían aumentando.
Puck esquivó las preguntas sobre el asunto, así que Subaru esperaba que Beatrice le respondiera, ya que ella parecía saber algo.
Puso una mano en el bolsillo de su chaqueta y sacó un libro con una cubierta completamente negra.
El libro, ensuciado con sangre ya oscurecida tanto en su cubierta como en su interior, era el botín que había obtenido de un formidable oponente con el que había luchado unos días atrás.

『 Subaru: Sé que esta cosa es realmente importante para el Culto de la Bruja. No puedo leer lo que tiene escrito, pero como guardiana de la Biblioteca Prohibida, deberías saber algo sobre este lib

『 Beatrice: —Un Evangelio. 』

Mirando el libro en las manos de Subaru, los ojos de Beatrice se abrieron completamente.
Sus labios color durazno temblaban mientras miraba fijamente el Evangelio.
Les dio una mirada a las palabras ilegibles en su portada y, con una expresión de incredulidad...

『 Beatrice: ¿Por qué tú, de entre todas las personas, tiene…? 』

『 Subaru: Lo robé, pero no porque realmente lo quisiera o algo así. Como dije antes, el Culto de la Bruja tenía rodeada la mansión. Así que tomé esto de su líder… su dueño que ya dejó de existir en este mundo. 』

『 Beatrice: Lo tomaste… pero, eso… 』

La voz de Beatrice temblaba mientras acercaba sus manos al Evangelio sostenido por Subaru.
A pesar de que dudó un momento, al ver los pequeños dedos de Beatrice temblando, Subaru lentamente le entregó el Evangelio en sus manos. Recibiendo el libro, como si se cerciorara, arrastró su dedo sobre las misteriosas letras de la portada, y...

『 Beatrice: Su dueño… ¿dijiste que murió, supongo? 』

『 Subaru: …Sí, murió. Fue arrastrado por las ruedas del carruaje y… yo lo maté. 』

Estrictamente hablando, Subaru no mató directamente a Petelgeuse. Sin embargo, todo lo que había ocurrido, las razones, las circunstancias, los eventos que habían llevado a su muerte, etc. habían sido el resultado inevitable de sus propias acciones.
Subaru quería matar a Petelgeuse, tanto así que, si no hubiese logrado quitarle la vida, jamás habría sido capaz de perdonarse a sí mismo.

Por esa razón, Subaru no tenía ninguna intención de ocultar su intención de asesinar a Petelgeuse.
Aunque no le importaba admitirlo, tampoco podía decir que no le hubiera afectado ensuciarse las manos de aquella manera, sin remordimientos. No podía pretender que no le había afectado. No era como si pudiera mentirle a su propio corazón.
El hecho de haber matado a Petelgeuse y de haber sido asesinado también por Petelgeuse, eran cosas que jamás sería capaz de olvidar.
Durante todo el tiempo que le quede de vida, llevará consigo la vida de aquel hombre que mató —pero estos sentimientos, no salieron de la boca de Subaru.
Petelgeuse merecía morir, y Subaru, creyendo firmemente eso, lo asesinó.
Eso fue todo.

Pero, frente a todos esos sentimientos incrustados en sus palabras, Beatrice no mostró ninguna reacción.
Ella solo murmuró 『 Ya veo… 』 mientras miraba el Evangelio en sus manos.

『 Beatrice: Así que incluso tú, Geuse, abandonaste a Betty, supongo. 』

『 Subaru: ¿? ¿Quién? 』

『 Beatrice: No necesitas saberlo, de hecho.  ¿Qué ocurrió con el Gen de Bruja después de que mataras a Pereza, supongo? 』

『 Subaru: ¿Gen… de Bruja? 』

Ante la pregunta de Beatrice, Subaru levantó las cejas, ladeando la cabeza.

Viendo aquel gesto por parte de Subaru, la expresión de Beatrice se llenó de desconcierto. Entrecerró los ojos como si intentara leer las emociones de Subaru a partir de su rostro, pero por más que buscó, no pudo encontrar lo que buscaba.
Irritado, Subaru chasqueó la lengua.

『 Subaru: Tch, no uses terminología profesional en un tipo que no sabe nada. ¿Qué es eso? Gen de Bruja… Ese nombre me da mala espina. 』

『 Beatrice: ¿No lo sabes? Espera, ¿en serio? ¿Entonces, por qué mataste a Pereza, supongo? No lo entiendo, de hecho. 』

『 Subaru: ¡Sólo me protegía de las chispas que saltaban hacia mí! ¡¿Qué quieres decir con eso?! 』

La conversación, que no parecía llegar a ningún lado, estaba colmando la paciencia de Subaru, pero a pesar de que él intentaba mantener el hilo, Beatrice poco a poco comenzó a guardar silencio. Poniéndose el dorso de la mano sobre los labios como si pensara profundamente, continuó mirando la portada del libro...

『 Beatrice: Sobre eso… no sé. Esto va más allá de la capacidad de Betty para decidir, de hecho. 』

『 Subaru: ¿Qué estás intentando decidir por tu cuenta—uoh. 』
 
Sacudiendo la cabeza, Beatrice lanzó de vuelta el Evangelio a Subaru.
Al atrapar el libro en el aire rápidamente, Subaru soltó un pequeño suspiro de alivio y...

『 Subaru: ¿Qué crees que haces tan repentinamente? No estoy diciendo que sea peligroso, pero aun así es un libro extraño. ¡Trátalo con más cuidado! 』

『 Beatrice: Deberías quedarte con él, supongo. Lo que el Gen de Bruja elija o no elija… Sea como sea, tarde o temprano tendrá que decidir, de hecho. Cuando ese momento llegue, si ese libro te sirve de ayuda al decidir, quizás Geuse también sea capaz de descansar en paz, supongo. 』

『 Subaru: ¿Eh? ¿«Juice»? ¿Jugo? ¡¿Cómo puede un jugo descansar en paz?! ¡¿De qué estás…?! 』

Nada de nada, Subaru no pudo comprender ninguna de aquellas incoherentes palabras. Pero antes de que Subaru pudiera decir algo, sintió algo extraño formándose detrás de él.

—Era el sonido del espacio torciéndose de forma antinatural. Subaru instintivamente se dio cuenta de esto, aunque no estaba seguro de cómo podía saberlo,

『 Subaru: ¡¿Me vas a echar así como así?! Todavía no me has respondido nada. ¡¿Quieres que me vaya así?! ¡¿En serio?! 』

『 Beatrice: Las respuestas que buscas y las palabras que quieres oír ¿por qué Betty debería decirlas, supongo? Egoísta… Deja de ser tan orgulloso. 』

『 Subaru: ¡Orgu…! —¡Solo dime! ¡Necesito saber! ¡No te preguntaré nada más! Así que, por favor… 』

『 Beatrice: Betty está… 』

Los cabellos de su nuca se erizaron completamente al ser jalados por una fuerza misteriosa junto con el resto del cuerpo de Subaru.
El espacio se distorsionaba; y al girar su cabeza para mirar, se dio cuenta de que la puerta que antes estaba cerrada, ahora estaba abierta de par en par. Sabía que aquel espacio de absoluta oscuridad pronto lo absorbería.

Ningún viento soplaba, ni sus piernas ni sus brazos eran sostenidos por nada.
Solo había una increíble presión por todo su cuerpo que lo empujaba por delante, como una fuerza gravitacional invisible que lo envolvía completamente.
—Absoluta y poderosa, era la verdadera fuerza del Cruce de Puertas.

『 Subaru: Beako… ¡Beatrice! 』

『 Beatrice: Lo que está siendo empujado es tu cuerpo y tu alma, de hecho. 』

『 Subaru: ¿Qué crees que haces—? 』

『 Beatrice: En el fondo, no quieres escuchar la verdad; debido a tu debilidad, tu mirada evita la realidad, y tu mente egoísta no es capaz de advertir tus propios pecados. Todo esto, distancia más y más a tu cuerpo de la Biblioteca Prohibida, supongo. 』

Quería refutar las estupideces que estaba oyendo, pero no le salía la voz.
Porque era consciente de que tenía miedo de escuchar la respuesta; porque era consciente de que temía darse de bruces otra vez contra la realidad; y porque era consciente de que no podría compensar su pecado de intentar obtener todo.
Aun así...

『 Subaru: Yo  』

『 Beatrice: Betty no es… una herramienta conveniente que te pertenezca, supongo. 』

『 Subaru: ¡¿?!  』

『 Beatrice: Lo que quieres oír, cuando quieres oírlo, con las palabras que quieres escuchar, como deseas oírlo… no soy alguien tan conveniente, de hecho. 』

Ante las palabras que acababan de salir de la boca de Beatrice, Subaru fue incapaz de decir nada.
Aquellas palabras penetraron profundamente dando en el clavo y, completamente desprevenido, Subaru fue dejado sin palabras y totalmente sorprendido.
Y entonces, como si un vacío hubiese aparecido de la nada, la resistencia del cuerpo de Subaru colapsó y...

『 Subaru: Mierd... 』

De esta manera, absorbido por la puerta detrás de él, el cuerpo de Subaru fue arrastrado hacia el Cruce de Puertas.
Si lo atravesaba, abandonaría la Biblioteca Prohibida. En el último momento, agarró el borde de la puerta y, mientras la mitad de su cuerpo ya se encontraba fuera, logró detenerse.
Jadeando y apretando sus dientes con fuerza, miró hacia arriba—donde, frente a él, había una niña con una expresión llena de pena.

『 Beatrice: Si hay algo que quieras saber, entonces pregúntale a Roswaal, supongo. —Ni Nii-cha ni Betty te diremos nada, de hecho. 』

『 Subaru: … ¿Por qué parece que estés a punto de llorar? 』

Ante la última pregunta de Subaru, Beatrice bajó la mirada y no respondió.
Al final, la chica extendió sus dedos y los puso encima de los dedos de Subaru, quien estaba agarrado a la puerta, y deshizo su agarre.

Succionado. Absorbido. Tirado.
Por la puerta de la Biblioteca Prohibida—por el corazón de una niña llamada Beatrice.

『 Subaru: …  』

Deslizándose a través de ella, la puerta lo vomitó, mandándolo a volar hasta el pasillo.
En frente de sus ojos, la puerta que acababa de lanzarlo se cerró violentamente. Al ver esto, Subaru rápidamente volvió a abrirla, pero era demasiado tarde.

『 Subaru: Esa loli con tirabuzones… 』

El otro lado de la puerta ya no era la Biblioteca Prohibida, sino una habitación vacía de invitados.
Buscó por toda la mansión, pero fue incapaz de sentir ese sexto sentido que lo conectaba con la Biblioteca Prohibida.

—Parece que, como mínimo, hoy no podré volver a verla.

Esta conclusión cayó sobre el corazón de Subaru.
Aquello que quería oír, aquello que quería saber más que nada… En vez de eso, sólo terminó con más preguntas debido a las desconcertantes palabras de la chica, quien lo echó del lugar antes de poder obtener nada.

『 Subaru: ¡Pero qué diablos! ¡Si sabías algo sólo tenías que decirlo mocosa tacaña! ¡Tú, antisocial depresiva, hikikomori! ¡¿Qué clase de hija de la familia Natsuki eres?! 』

Subaru pateó la puerta que hasta hace unos momentos estaba conectada a la Biblioteca Prohibida, y dejó salir un suspiro.
Sacudiéndose la cabeza, intentó alejar esa última imagen en su cerebro. Lo último que vio antes de ser lanzado la expresión que Beatrice tenía en aquel momento no quería irse de su mente.
Pero, seguramente ella estaba…

『 Subaru: Deja de encerrarte completamente sola con esa cara de estar a punto de llorar, estúpida. 』

Pensando que había sido su culpa que ella tuviera esa expresión en su rostro, y sin haber logrado nada, no podía culparla del todo.