domingo, 9 de abril de 2023

,

Restos rotos


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Krry

Corrección y edición
Miguel
Carlos
Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

Repetidamente, una y otra vez, un calor abrasador llenaba su existencia misma.
 
Su cráneo, sus extremidades, su torso, sus órganos, su carne, su sangre… Al recibir un fuerte impacto, absolutamente todo en su cuerpo fue triturado, destrozado, retorcido y roto. El dolor que eso le produjo hizo que su mente se friera, sus nervios fueran rasgados, su alma ardiera y explotara.
Esta inimaginable sensación de pérdida y ardor hizo que se filtrara un grito.
 
Dolor, dolor, dolor, dolor, dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor dolor.
Había dolor.
 
Solo existía el dolor. Únicamente había dolor. El mundo que lo rodeaba estaba lleno de dolor. E incluso el mero hecho de pensar en esto último le causaba dolor que nublaba su mente.

Sus pensamientos y su propia existencia estaban teñidas por el dolor.
Ansiedad, confusión, estrés, pena, ira, desesperación… todas estas emociones eran insignificantes frente al dolor.
 
Eran insignificantes.
Sí, eran insignificantes.
 
Pensamientos, acciones, reflexiones, opiniones, esperanzas, recuerdos… todo era igual de insignificante.
Cuando se trataba de todas esas cosas que eran la personificación misma de la inutilidad, ¿qué tenían de valor, cuando al final habían sido trituradas, destrozadas y perdidas?
 
Solamente el infinito dolor grabado a fuego en su alma le hacía ser consciente de su propia existencia.
Y entonces, de repente, el interminable dolor comenzó a desvanecerse…
 
Subaru: ¡¡UAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!!
 
Se despertó gritando.
El hecho de que su vociferante garganta hubiera sido destrozada y de que se ahogara con su propia copiosa cantidad de sangre, ahora no era más que un recuerdo.
 
Subaru: ¡¡AAAAAAAAAH!! ¡¡UAAAAAAH!!
 
Gritando, movió violentamente los brazos y las piernas para tratar de proteger su cuerpo de ser aplastado. Con las articulaciones aplastadas, sus brazos y piernas deberían estar completamente inservibles——pero se movieron.
Aunque se movían, perdió el equilibrio mientras su cuerpo seguía sobrecogido por la sensación de ingravidez; y así, cayó golpeándose contra el suelo.
 
Subaru: … ¡Cof cof cof!
 
Trató de hablar, pero nada parecido al habla salió de él mientras rodaba sobre el suelo.
La sensación del suelo era extraña; y, mientras sentía como si una gruesa cuerda estuviera contra su cuerpo, su garganta que no hacía más que gritar se infló buscando oxígeno, resultando en que inmediatamente sintiera un dolor punzante que le hizo tener un ataque de tos.
Incapaz de soportarlo, vomitó. Su estómago se encontraba casi vacío. Amarillos jugos gástricos de olor nauseabundo atravesaron su sedienta garganta y fueron derramados al piso desde su acre boca.
 
Subaru: ¡U… buegh! ¡Gueeeegh! ¡Geooogh! ¡Gaogh!
 
Mientras tosía violentamente y escupía un poco de jugos gástricos, su cara se cubrió de lágrimas y mocos. Encogido de miedo y cubriéndose la cara, golpeó débilmente su frente contra el suelo una y otra vez. Repitiendo este movimiento, por fin se dio cuenta.
 
——Aquel dolor sobrecogedor que asaltó su cuerpo mientras era machacado se había desvanecido.
 
Subaru: … Ah.
 
Estaba tan sorprendido de que hubiera desaparecido tan repentinamente, que no se había dado cuenta hasta ahora de que alguien estaba acariciándole suavemente la espalda con la palma de la mano.
 
???: ¿Te has calmado?
 
Reflejada sobre sus ojos llenos de lágrimas se encontraba la persona que le había estado acariciando la espalda.
A pesar de su borrosa visión, la reconoció fácilmente: era una chica de hermoso cabello plateado y con ojos amatistas con cara de preocupación mientras le acariciaba la espalda. Y al verla, Subaru…
 
???: Suba—
 
Subaru: ¡¡—UAAAAAAAAAAH!!
 
Retorciendo su cuerpo, se quitó de encima la pálida mano que le había estado tocando la espalda.
Al hacerlo, un rastro de sorpresa cruzó los ojos de la chica que le había estado acariciando. Pero había sido su alma la que más había sido dañada de gravedad.
 
—Mi… espalda. Me tocaron la espalda.
 
En este momento y justo antes, alguien le había tocado la espalda; y después de eso, esa agonía…
 
Subaru: Hii
 
Sintiendo cómo se le erizaba el vello de la espalda, Subaru dio un salto hacia atrás, en un intento de escapar de ella. Pero, naturalmente, sus piernas se derrumbaron antes de llegar a estar de pie, haciendo que se cayera de espaldas.
Al caer, el golpe fue suavizado por una presencia áspera y negra debajo de él.
 
Subaru: …
 
Mirando hacia abajo, vio los ojos de la criatura reptiliana devolviéndole la mirada mientras él reaccionaba aterrorizado. Observando los largos y afilados colmillos que alineaban su boca, repentinamente se dio cuenta de que podrían fácilmente ser usados como un arma letal para devorarlo.
 
Subaru: ¡¡UAAAAAAAH!!
 
Una vez más, gritó. Intentó huir hacia delante esta vez. Frente a él, podía ver la pierna de alguien; no se atrevió a mirar hacia arriba y, en su lugar, empujó a la pequeña silueta que bloqueaba su camino.
 
???: ¡Beatrice!
 
Con un agudo chillido, la voz que recordaba a una campanilla de plata gritó algo; pero, al cubrirse los oídos, no entendió lo que dijo.
Inmediatamente, se dirigió hacia el hueco entre el follaje de la sala. Con sus piernas temblando, saltó fuera de la habitación. Al entrar sin detenerse en el pasillo de piedra, su cuerpo se estampó contra la pared. Y entonces, el dolor recorrió su cuerpo, su vista se tiñó de rojo, y oyó una alucinación auditiva de sus huesos rompiéndose.
 
Subaru: Hiii
 
Su brazo derecho, que había impactado, se movía como siempre. Golpeó la pared para comprobar si realmente se movía como siempre. Volvió a sentir dolor. Volvió a gritar.
Apoyándose contra la pared, salió corriendo tambaleándose.
 
Subaru: ¡Hah… hih… aih… gh!
 
Sin aliento, babeando por la boca, con la frente completamente sudada——continuó corriendo por el pasillo tan rápido como pudo.
Creía que alguien le estaba siguiendo, y se resistió a mirar hacia atrás muchas veces. Si hubiera mirado y hubiera confirmado que alguien le estaba siguiendo, su corazón —que parecía a punto de estallar— no podría soportarlo.
 
Sentía que su corazón iba a partirse, que la sangre en su cuerpo se estaba pudriendo y que su cuerpo iba a hacerse añicos de arriba a abajo como si fuera una escultura de cristal.
Tanto si fuera una premonición como si fuera la realidad, algo estaba claro: la certeza absoluta de que, si seguía así, moriría.
 
Al nacer, la gente está destinada a destruirse.
Cada segundo envejece, cada segundo se dirige hacia la muerte, cada segundo cae hacia el fin.
Aunque, ahora mismo, este significado metafórico de la muerte no significaba nada para él.
De una manera extrema, la muerte se le aproximaba con paso firme, arrinconando a la versión más patética y fea de sí mismo que se esforzaba por escapar, como si estuviera burlándose de él.
 
Corría, huía. En cualquier caso, estaba huyendo.
 
—La muerte me está siguiendo. Me van a matar. Me van a matar. A este ritmo, acabaré siendo asesinado.
 
A pesar de que ya había sido asesinado, sería asesinado otra vez. ¿O acaso era posible no morir simplemente por aquel inimaginable dolor? ¿Sería un misterio de la vida? De serlo, sería algo enfermizo.
Embellecerlo con la palabra «misterio» estaba bastante fuera de lugar. Era una fijación repulsiva e impropia.
 
Además, ¿no debería estar muerto?
 
Subaru: —Gh.
 
El latido de su corazón parecía una explosión que azotaba sus tímpanos; su visión titilaba entre nítida y borrosa. Incluso su respiración parecía la de un bebé cuando exhala su primer aliento. Era completamente absurdo como se veía mientras escapaba de su miedo a la muerte. Pero, aunque resultase cómico, no le daba risa. Para él, todo a su alrededor era algo que podría causarle pavor.
 

 
Todos los pasillos de piedra por los que estaba pasando le parecían iguales, hasta el punto en que perdía el rastro de por dónde estaba corriendo.
Si algo entendía, era que no debía volver por donde había venido. Pero, si continuaba huyendo sin ninguna dirección, acabaría perdiéndose.
Si se perdía, alguien podría alcanzarlo. Si alguien fuera a alcanzarlo, perdería la vida.
 
—¿Por qué? ¿Por qué mi vida?
 
Esa pregunta ahora no tenía sentido.
 
No tenía tiempo de preguntarse si seguir por la izquierda o por la derecha.
Mientras escapaba de la muerte, la cual podría atraparle incluso en este mismo instante, colocó su mano derecha en la pared, apoyándose en ella mientras jadeaba frenéticamente en busca de aire, completamente sin aliento.
 
Se sentía como si se estuviera ahogando.
Se sentía como si estuviera luchando por intentar salir del agua, aunque no hubiera nada de agua donde él estaba.
 
Ahogándose, ahogándose, luchando mientras se ahogaba, dirigiéndose hacia la superficie, pateando y luchando, pateando y luchando, pateando y luchando, forzándose, forzándose, forzándose; hasta que finalmente…
 
???: Tú, qué coño faces aquí tan temprano, oye.
 
Subaru: …
 
Al sentir una presencia monstruosamente gigantesca justo frente a sus ojos, detuvo sus pasos… No, sus pies no fueron lo único que se detuvo.
 
Su respiración también se había detenido; sus ruidosos latidos habían parado; y sus rodillas, que habían estado temblando del dolor y la fatiga, se habían detenido. Parecía que todos sus signos vitales se habían detenido, agarrados por el pescuezo.
 
——Ante sus ojos se encontraba un ser que daba la ilusión de ser gigante.
Pero, tras unos cuantos segundos, lentamente comenzó a comprender que, a pesar de su estatura, era imposible que la persona ante él tuviera una constitución que trascendiera a la de los humanos.
Al mismo tiempo, también estaba el hecho de que existiera un ser humano que pudiera revestirse de un aura tan feroz y demoníaca.
 
???: Ey, ¿sólo una persona? No eres más que un gusano solitario que no merece ni que le fablen, oye. Tratándose de un gusano, en vez de decir «sólo una persona» debí decir «sólo un animal»; y siendo un animal, no mereces ni consideración. Vete a reunir a aquellos con los que estabas ayer, y a esa fermosísima, oye. Ey, ¿estás escuchando? Oye, ey, oye tú.
 
La silueta que estaba quieta frente a él parloteaba sin parar. Mostraba indicios de ser una persona extremadamente violenta, golpeando a Subaru con palabras carentes de simpatía.
Su respiración, la cual se había detenido antes, se inició de nuevo de repente, al igual que sus silenciados latidos y sus rodillas temblorosas.
 
——Había entrado dentro de la jaula de una bestia feroz, justo el lugar que no debía pisar.
 
Solamente había seguido corriendo y corriendo por su vida.
Había corrido a través de los pasillos de piedra, y había tratado de mantenerse alejado de cualquier lugar que le hubiera resultado familiar. Había seguido unas escaleras que había encontrado en una extraña sala, las cuales le habían guiado hacia el piso de arriba.
Quizás le habían hablado sobre las escaleras el día anterior, o lo que parecía el día anterior, ¿tal vez unas horas antes? Todo se había perdido en el olvido de su memoria.
 
Había subido las largas, largas, increíblemente largas escaleras, sin aliento, subió, y entonces… Cuando alcanzó el final, se encontró a sí mismo siendo observado por la más terrible bestia.
 
???: ¿Estás escuchándome o qué?
 
Subaru: Hiii
 
De repente, el rostro de esa bestia apareció justo delante de sus ojos, arrebatándole a Subaru el poco aire que le quedaba en sus pulmones.
Tenía el pelo largo y rojo, con un parche negro cubriendo su ojo izquierdo. Vestía un kinagashi que dejaba ver uno de sus hombros y parte del pecho, bajo esa ropa llevaba una banda blanca que lo envolvía. Con un delgado palillo de madera, aquel hombre pinchaba a Subaru justo por debajo de la nariz.
Aunque la punta no estaba en absoluto afilada, Subaru también lo percibió como muerte.
 
Subaru: ¡—Gh!
 
???: Oye, no me ignores, joder.
 
Subaru: Qu… ah… ¿eh?
 
Sin vacilar, había obedecido a sus instintos y había tratado de huir de él.
Pero, justo cuando intentó salir corriendo de la habitación volviendo por donde vino, se estampó contra el pecho del hombre. Entonces, el hombre le empujó usando su palillo de madera, causando que cayera hacia atrás.
Su nuca golpeó contra el suelo, y su visión se llenó de destellos brillantes. Lágrimas de dolor brotaron de sus ojos.
El dolor de haberse golpeado contra el suelo, el dolor de su cabeza contra el suelo… le recordaron el dolor de ser aplastado.
 
Subaru: Ah… a… aaa
 
???: Oye oye, venga ya, ¿en serio estás plorando? Ey tú, ¿por qué has comenzado a plorar? Ey tú, ¿peleaste con tus compañeros allá abajo? Ey tú, ¿estás plorando porque humilládote he?
 
Subaru: ¡Gh… hiii… uu… uuuu…!
 
???: Joder… Eres un caso perdido, mierdecilla.
 
Tumbado con su espalda contra el suelo, lágrimas habían comenzado a brotar de sus ojos mientras lentamente revivía el horror que había experimentado. Viendo tal espectáculo, el hombre de pelo largo se rascó la cabeza violentamente.
Y entonces, poniéndose de cuclillas junto a su cabeza…
 
???: Venga, cuéntame qué ha acontecido. Si quisieres pedirme algo, entonces soy todo oídos.
 
Subaru: … Uh, ¿ah?
 
???: Has corrido todo el camino fasta aquí. Ha debido de ser algo gordo, oye tú.
 
Pronunció esas palabras con un suspiro. Su significado le resultaba incomprensible a Subaru, y simplemente reaccionó parpadeando rápidamente.
En ese momento, creyó que, el ser que parecía un salvaje sin igual, lentamente adoptaba un contorno más definido. No sólo tomó la forma de una persona, sino también las emociones de una persona y su quintaesencia, hilando así una imagen real.
En su visión borrosa por las lágrimas, la cara del hombre que le miraba desde arriba se volvió gradualmente más clara.
 
???: Sin importar lo que digas, eres un imbécil.
 
Subaru: Gh——gha——¡¿aaaAAAAAA?!
 
——Con una apariencia cruel que recordaba a la de un tiburón sediento de sangre, el hombre había empujado el palillo justo contra su pecho.
 
Había deslizado entre sus costillas el extremo más fino de sus palillos. Hurgó y toqueteó los delicados órganos internos detrás de sus huesos como si se estuviera burlando de él.
Una pura agonía penetró en todo su cuerpo, haciéndole querer vomitar sangre.
 
???: Qu… Ey tú, ¿qué coño faces fuyendo? Peor aún, ey tú, ¿qué tratabas de facer, si ya habiaste encontrado conmigo antes de salir fuyendo? Ey tú, no soy tu guardián ni tu compañero. Ey tú, ¿no eres quien elige con quién te juntas? ¿Quieres morir, joder?
 
Subaru: ¡Guih… gah… aggh… guguiaagh!
 
???: No es de mi saber que tengamos el tipo de relación en la que nos caemos en gracia por fablar entre nosotros, oye tú. Es más: si eso fuera lo único menester para arreglar las cosas, entonces yo no habría sido llamado a este lugar. Ven a por mí como si quisieres matarme. Jugaré un rato contigo. Al fin.
 
Con una irritación y hostilidad evidentes, el grado de su furia se incrementaba con cada palabra que pronunciaba. Las manos del hombre que estaba jugueteando con sus órganos tenían cierta delicadeza, y presumían de una precisión excepcional.
Le había enseñado la importancia y el valor de sus órganos con un afilado e inaguantable dolor, así que Subaru lo comprendió muy bien: si el hombre hubiera sido alguien fácilmente irascible y con tendencia a dejar que las emociones se apoderaran de él, o si sus brazos no hubieran sido tan precisos y cuidadosos, sus entrañas hubieran explotado hace mucho tiempo.
 
Que no hubieran acabado así se debía al horrible talento del hombre.
Su apabullante capacidad como alguien que oprime, siendo extremadamente bendecido con violencia, junto con el talento necesario para ejecutarla.
Fue solo gracias a eso, que aquel acto barbárico fue capaz de ser ejecutado correctamente.
 
——No. Este lugar era muy diferente del que él conocía.
 
???: Vete a la mierda, mierdecilla.
 
Subaru: Gah——
 
La sensación en sus entrañas de ser toqueteadas se desvaneció, seguida rápidamente por el pie del hombre pateando violentamente su costado.
En vez de patearle con la planta del pie, le había pateado con el empeine como si se tratara de una pelota. Su cuerpo rotó y dio una vuelta en el aire, y fue expulsado de la sala en la que se encontraba.
Sin embargo, lo que le esperaba por salir disparado de la habitación era…
 
Subaru: ¡No… OTRA VEZ NOOOOOO…gh!
 
Al prever que caería rodando por las escaleras, instintivamente clavó las uñas en el suelo.
Con un horrible chirrido, las uñas de los dedos corazón y anular de su mano derecha fueron arrancadas de cuajo. Los nervios fueron expuestos y sangre roja manchó el suelo; pero, de alguna manera, consiguió detener su caída.
 
Subaru: ¡GH… GHGHHH…!
 
Tuvo un breve momento de alivio al haber escapado de la caída, pero justo después fue asaltado por una sensación de calor abrasador en la base de sus uñas. Cuando observó el punzante dolor en su mano, vio que sus uñas habían sido arrancadas como si fueran la tapa de una caja; y la uña en su meñique también se estaba soltando. El dolor que le produjo verlo hizo que su cerebro entrara en un estado frenético.
 
Subaru: Duele… duele, duele, duele…
 
Agarrando su mano izquierda con la derecha, desprovista de uñas, aplicó presión para aliviar el dolor, aunque sólo fuera un poco. Goteando, la sangre que fluía de su mano caía por sus muñecas, dejando tras de sí un rastro de sangre sobre las escaleras mientras él se ponía en pie.
 
Ya no le quedaban agallas para mirar atrás.
No había indicios de que aquella bestia feroz fuera a posar su atención sobre él. Si lo estuviera observando lo más mínimo, Subaru caería por las escaleras incapaz de soportarlo.
 
Había evitado experimentar la peor situación por los pelos, pero ahora había alcanzado el segundo peor caso posible. Así que, ¿qué podía hacer ahora?
 
Subaru: ¿Por… qué?
 
—¿Por qué estoy en un lugar así?
 
Había olvidado cómo huir, sus latidos habían sido engullidos por el miedo y se habían paralizado, y finalmente, su mente se enfocó en las preguntas y los sinsentidos de por qué se encontraba en este lugar.
 
A pesar de que debería haber sido despedazado, estaba aquí.
Aunque tendría que haber sido engullido por un calor abrasador y haberse desvanecido, todavía estaba aquí.
 
Habría estado bien si todo esto hubiera sido un sueño o una ilusión o algo parecido.
 
Subaru: Sueños… premonitorios…
 
Había asumido que eso era lo que había experimentado.
Lo que había visto, las personas que había conocido, las conversaciones que habían procedido exactamente como las recordaba, los sucesos que deberían haber ocurrido… todo lo había visto con sus propios ojos.
Así pues, creyó que podría elaborar una teoría sobre por qué había ocurrido, a su propia manera.
Naturalmente, en ciertos sentidos, lo había pensado con tal vaguedad, como si no tuviera nada que ver con él, como si no le afectara.
 
Sin saber que la recompensa por tal insolencia e imprudencia sería experimentar semejante dolor tan intenso.
 
Subaru: …
 
Al notar que se había puesto de cuclillas, pudo ver las gotas de sangre cayendo y mojando de un tono rojizo la escalera de piedra sobre la que se encontraba.
 
Una sensación de esfuerzo desperdiciado, una sensación de pérdida, una sensación de consternación… en general, muchos pensamientos negativos rondaban su cabeza, y al final todos resultarían en el mismo pensamiento: no sabía por qué había experimentado tales cosas.
 
Subaru: …
 
Tan solo hace unas pocas horas, había estado viviendo su aburrida vida diaria.
En ella no había peligro, y como mucho, se preocupaba por su futuro. No había nadie que le amenazara, nada que hubiera que tomarse realmente en serio.
 
——Lo más duro que tenía que hacer en el lugar donde estaba antes, era evitar que las miradas de su madre y su padre le vieran la cara.
 
Se preguntaba si aquello había sido tan malo.
Había seguido siendo un inconveniente para su madre y su padre. Había seguido decepcionándoles. No había sido un buen hijo.
Y por ello, había probado el dolor de la muerte. No obstante, había sido empujado a una situación en la que no había muerto. Las uñas que habían sido arrancadas y le dolían, había sido torturado por un hombre extraño, había sido abandonado en aquellas escaleras… ¿estaba llorando?
 
En retrospectiva, si lo hubiera sabido… Habría actuado de una manera más apropiada.
 
Subaru: … Ojalá hubiera dicho «hasta luego».
 
Había sido una vida llena de arrepentimientos.
Todo había salido mal, resultando únicamente en fracaso. Pensando en ello, ahora quería rehacer tantas cosas, que sería imposibles contarlas con los dedos de las manos y de los pies… de las cuales, la primera que le vino a la mente fue…
 
—Cuando salí de casa, oí la voz de mamá diciendo Ten cuidado y no contesté. ¿Por qué?
 
—Porque no fregué las tazas que había dejado en el fregadero de la cocina.
 

Subaru: Gu… uh… gh.
 
—No fregué las tazas. No me molesté en limpiar las manchas marrones que se quedaban pegadas tras beber el chocolate caliente. Si hubiera respondido a la voz de mamá, hubiera empezado una conversación con ella y quizás me habría dicho que lavara las tazas.
 
—Ignoré las palabras de mi madre porque no quería lavar las tazas. No dije nada. Salí de casa sin decir nada, y fui a la tienda y gasté un dinero que no me había ganado. Y después acabé en este lugar.
 
—No les dije nada a mamá o papá, no fregué las tazas, y luego acabé aquí.
 
—Seguramente muera aquí, sin limpiar las tazas y sin siquiera haber dicho una palabra a mi bondadosa madre. Moriré, habiendo causado siempre problemas, sin devolver nada, sin siquiera fregar unas tazas.
 
—Morir, voy a morir. Moriré. Definitivamente moriré. Si caigo desde esta altura, no sobreviviré. Definitivamente, voy a morir.
 
Subaru: … Voy a morir.
 
—Moriré. Todo lo que vive, al final muere, y yo voy a morir aquí. Solo, en este lugar. Sin mi madre ni mi padre, rodeado de completos extraños, acabaré como un bulto asqueroso y sucio y moriré.
 
Subaru: Voy a morir. Voy a morir. Voy a… morir. Morir, morir, morir…
 
Murmuró. Mientras murmuraba, aunque era extraño, creía que se volvía un poco más distante.
No era más que una paz mental temporal. Estaba distraído. Expresarlo en palabras no cambiaría nada drásticamente.
 
La muerte no cambiaría, holgazaneando con una sonrisa, enredado con su destino.
En este momento, parecía incluso estar adoptando la forma de una persona. Una oscura sombra se alzaba, riéndose como si se estuviera burlando de él.
La sombra tenía un rostro que le parecía familiar. Y cuando se preguntó de quién era ese rostro que le resultaba familiar en este lugar, se dio cuenta inmediatamente: era su propio rostro.
La muerte, portando su propio rostro, se estaba riendo de él y le señalaba mientras Subaru temblaba.
 
Subaru: No te rías.
 
Dijo con un odio oscuro, mirando a la sombra.
La sombra continuó sonriendo. No había dejado de señalarle con el dedo.
 
Subaru: No te rías. No te rías de mí. ¡No tiene graciaaaa!
 
Poniéndose de pie y apretando los dientes, se acercó a la sombra apoyándose en la pared.
La sombra seguía sonriendo. Todavía seguía apuntándole con el dedo.
 
Subaru: No te rías, basta. Voy a morir. Pero no por ti. Tú no me vas a matar.
 
La expresión facial de la personificación de la muerte cambió por primera vez.
Parecía que se había enfadado porque él no se encontraba a su merced.
Parecía que ese era el punto débil de la sombra, ahí es donde arremetería incesantemente contra ella.
 
Subaru: No seré asesinado por ti. Moriré. ¡Por supuesto que voy a morir! ¡Voy a morir! ¡Estoy muerto! ¡Ya estoy muerto! He muerto y he vuelto, pero yo…
 
—No seré asesinado por ti.
 
Fue justo cuando iba a pronunciar aquellas palabras en alto.
 
Subaru: …
 
Sus labios dejaron de moverse a voluntad. A continuación, percibió que sus ojos, los cuales habían estado observando a la sombra, parecían inmovilizados, y la sensación de estar completamente separado de su cuerpo.
Incluso su habilidad para cuestionarse el por qué había quedado inutilizada; simplemente había sucumbido ante esta repentina transformación en su cuerpo.
 
No se podía mover. Su cuerpo… no, no era su cuerpo el que había dejado de moverse. Había sido el mundo a su alrededor.
La sombra negra que se erguía frente a él también había dejado de moverse, su expresión distorsionada de rabia permanecía congelada en su cara.
 
En este mundo en el que no era capaz de moverse, solo había una cosa que se movía.
Y eso era…
 
???: … Te amo.
 
——Parecía una mujer de negro.
 
Oscuridad, era una mujer con extremidades delgadas cuyo cuerpo estaba completamente teñido de negro.
No sabía si la figura de aquella mujer también estaba hecha de oscuridad misma, o si era una mujer vestida de negro. No estaba seguro de cual era, y tampoco parecía tener sentido elegir una.
En cualquier caso, era una mujer de negro. Era como si estuviera llevando un traje de novia negro, con un velo negro que le hacía imposible ver, a la vez, desde dentro y desde fuera. Aquel velo negro ocultaba completamente su rostro.
 
???: … Te amo.
 
Sin embargo, las palabras que salieron de los labios de la mujer envuelta en oscuridad contenían una emoción inimaginablemente fuerte.
Cuántas emociones tendría que concentrar en su interior para acercarse a dicha fuerza con la que aquellas palabras escaparon de los labios de la mujer.
 
Había una calidad, había una cantidad, había una sensación de tiempo, había peso, había valor… y todo eso era únicamente el concepto general.
Subaru no sabía aproximadamente cuántas personas en el mundo habrían pronunciado Te amo ——pero incluso si se pudiera juntar todos aquellos Te amo , seguramente nunca equivaldrían al Te amo de esta mujer.
 
Y lentamente, la mujer que había estado susurrando gentilmente sus palabras de amor dirigió su negro brazo hacia el pecho de Subaru.
Unos dedos delgados atravesaron su pecho, su piel, su carne y sus huesos, y acariciaron su corazón palpitante.
 
Subaru: …
 
Pasaron varios minutos, docenas de minutos, no sabía cuánto tiempo había pasado. Su corazón había sido consciente de su presencia desde que despertó——pero nunca había sido tan consciente de ello como en este momento… de que nunca la odió.
Porque…
 
???: … Te amo.
 
Ella había acariciado su corazón con la misma pasión que había en sus susurros.
Pero de repente, un gran impacto le recorrió; y su cuerpo, temiendo al dolor, sucumbió completamente. Su cuerpo siendo destrozado por su caída, su alma ardiendo y siendo abrasada fuera de la existencia, e incluso el dolor de su corazón que se sentía culpable mientras recordaba a su madre——todos aquellos dolores parecían insignificantes comparados con este dolor.
 
Subaru quería que ella le dejara gritar.
Si hubiera podido gritar hasta quedarse ronco, podría haber aliviado el dolor un poco. En vez de enfrentarse únicamente al dolor, podría haber sido capaz de escapar un poco pensando en otras cosas aparte del dolor que estaba sufriendo.
Pero ahora era incapaz de hacerlo. Solo podía enfrentarse a su dolor.
 
???: … Te amo.
 
Su amor no soltaría el corazón de Subaru.
Como si tuviera el deseo inacabable de exclusividad, sin permitirle a él centrar su atención en cualquier otra cosa que no fuera ella.
——Como si ella tuviera envidia de todo lo que le rodeaba.
 
Subaru: … Haa.
 
De repente fue liberado.
 
Subaru: …
 
Jadeando, se derrumbó allí donde estaba.
Con lágrimas derramándose de sus ojos, no pudo mantener el control de su continencia. Sintió una sensación caliente y húmeda alrededor de la entrepierna, y la orina comenzó a gotear por las escaleras.
La oscura silueta que se había detenido seguía señalando al vergonzoso espectáculo frente a ella, y se reía ruidosamente.
 
Mientras observaba a la figura que se estaba riendo, Subaru se dio cuenta de que había sido engañado.
Ya que había mostrado un comportamiento que indicaba debilidad, le engañaron para que él agitara el avispero.
 
Subaru: Por favor…
 
No pudo continuar con sus palabras.
Se sostuvo la cabeza, completamente al límite de sus capacidades. La sangre aún fluía de las heridas de sus uñas peladas. Incluso sus lágrimas y la orina que goteaba parecían un castigo por su debilidad y estupidez.


—Mátame ya.
 
Esas palabras en el interior de su cabeza no fueron pronunciadas.
Si era asesinado, ¿realmente «moriría»?
 
 
Escuchó el sonido de pisadas que subían por las escaleras, y el sonido de voces ansiosas que corrían hacia donde se encontraba.
Hasta entonces, siguió llorando como un niño idiota, manchado por su propia inmundicia y decepción.
 
 
Los restos rotos de Natsuki Subaru siguieron llorando.