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Krry
Corrección y edición
Aer
Carlos
Pretinaverse
※ ※ ※ ※ ※
Todo era un desastre.
『 Subaru: ¿Aca…? 』
…so este
mundo está lleno de monstruos?
Todas y cada una de
las escenas que había presenciado eran surrealistas, y no le habían dado a
Subaru ni una sola oportunidad para poder calmarse.
Y ahora, la crisis más inmediata se le estaba acercando, sin darle una oportunidad de agazaparse y lamentarse por su destino.
『 Subaru: ¡Este maldito…! 』
Levantándose cubierto
de arena, Subaru se sacudió la cabeza.
Seguramente había sido este gusano el que le había golpeado anteriormente y le había mandado volando, porque se encontraba parado en su territorio. Eso, o que simplemente había estado donde emergió para tomar aire.
Sea como fuere, el gusano había derribado a Subaru sobre la arena, y además…
『 Subaru: ¡No me va a dejar tranquilo! 』
Comprendiendo que en
esta situación se encontraba en una desventaja sobrecogedora, Subaru miró lo
que le rodeaba.
Apenas había dado cuatro pasos desde que abandonó la torre. Aunque podría considerarse cobarde, una de las opciones que tenía para salvarse era saltar de vuelta hacia el edificio y vivir.
Sin embargo, cuando
miró a su alrededor, Subaru maldijo su suerte.
Había salido despedido por el impacto del gusano y había rodado sobre la arena, lejos de la torre. El enorme gusano se encontraba entre Subaru y la torre; así que, si intentara volver a la torre, tendría que pasar junto al enorme cuerpo del gusano.
『 Subaru: Además… 』
Aunque huyera hacia
el desierto en cualquier dirección, el gusano le alcanzaría tarde o temprano.
Para empezar, éste podría no ser el único gusano. Considerando su tamaño, era bastante probable que este gusano fuera el señor del desierto, pero uno que fuera la mitad de su tamaño también sería bastante peligroso.
Por no mencionar que, si se viera atacado por una horda de ellos…
『 Subaru: ¿¿La opción de escapar es siquiera mínimamente realista?? 』
Odiaba la amabilidad
de este mundo, esa que le estaba enseñando eso rápida y concienzudamente.
Y, mientras estaba ocupado con el rompecabezas de cómo salir de esta situación, parecía que el gusano había decidido qué hacer con Subaru.
Lentamente, el gusano
giró su cabeza desprovista de ojos hacia Subaru y abrió su gigantesca
mandíbula.
Había cuernos curvados sobre su cabeza, lo que le resultaba surrealista.
『 Subaru: Una oportunidad, solo una oportunidad. Una oportunidad, una
oportunidad, una oportunidad… 』
Subiendo la tela
antiarena en su cuello, Subaru clavó su mirada en las acciones del gusano de
arena.
Estiró su brazo hacia enfrente, y calculó el momento en el que asestaría el golpe. Repentinamente, se percató de que la herida de su mano derecha, en la que sus uñas habían sido arrancadas, se había cerrado, y que estas habían comenzado a regenerarse.
¿Había sido magia de sanación, o los efectos de la Sala Verde? Y mientras estaba distraído con eso…
『 Gusano de arena: ¡¡—ζζζ!! 』
La gigantesca bestia lanzó
un terrible y estridente rugido, el cual Subaru no podría haber imaginado jamás
que pudiera salir de semejante cosa. El gusano entonces dio un salto, casi como
si se estuviera dejando caer, hacia Subaru.
Cuando Subaru oyó su rugido y el aullido del viento, durante un instante sintió una sensación extraña, como si su consciencia dejara atrás su propio cuerpo.
『 Subaru: … 』
El gusano había
saltado hacia él, pero Subaru rodó hacia su lado derecho y esquivó el ataque.
No pensaba en nada más. Era como si pudiera ver una ilusión de sí mismo sobre qué hacer a continuación. Y creyendo oportunos los movimientos que hacía esa consciencia, su cuerpo imitó esos movimientos.
Y así fue como se
había movido fuera de la trayectoria del ataque del gusano.
『 Subaru: ¡¡——Tch!! 』
Una gran cantidad de
arena se alzó en el aire, seguido por una onda de choque.
Mientras experimentaba las repercusiones del ataque, Subaru rodó sobre la arena, aún siguiendo la ilusión de su propia consciencia.
『 Subaru: ¡——Haa! 』
Su cuerpo era mucho
más ágil de lo que recordaba.
Un instante después, lo que cruzó su mente fue el año que «Natsuki Subaru» había pasado, del cual Subaru no tenía el más mínimo recuerdo. Quedaba un rastro de la experiencia que «Natsuki Subaru» había acumulado sobreviviendo en este entorno tan severo.
Ahora mismo, no estaba pensando en nada acerca del hecho de haberle dado uso completo a eso.
『 Subaru: ¡¡A este paso…!! 』
Rodando hacia
adelante con la destreza y el vigor que su precursor le había dejado, Subaru se
enderezó y corrió tan rápido como le fue posible hacia la entrada delantera de
la torre.
En este momento, únicamente debía aferrarse a lo que había frente a sus ojos.
Sabía que —si
consiguiera regresar a la torre— volvería a un entorno de sombras y sospechas, y
también sabía que sería atormentado por el miedo de la muerte. Pero, aun así,
prefería elegir eso, antes que acabar convirtiéndose en los excrementos de este
gusano enorme.
『 Subaru: … 』
No podía permitirse
mirar detrás de él, pero seguramente el gusano no tendría tanta agilidad como
para girarse y alcanzarle inmediatamente después de zambullirse de cabeza en el
mar de arena.
Subaru ahora se encontraba a tan sólo unos pocos metros de hacia donde estaba corriendo…
『 Subaru: Gh. 』
Justo ahora, en vez
de la cabeza del gusano, la cola del gusano se había abierto paso y apareció
justo debajo de la arena a los pies de Subaru. La arena debajo de él salió
despedida violentamente, el impulso de la cola impactó sus pies y elevó el
cuerpo de Subaru hacia el aire de nuevo.
『 Subaru: Oh… ah. 』
Dando vueltas en mitad
del aire y sacudiendo las extremidades, Subaru observó lo que había debajo de
él.
Bajo sus ojos vio la grande y asquerosa boca abierta del gusano, ansiando devorar de un bocado su cuerpo.
——Lo había
subestimado.
Había sido ingenuo
por pensar que él, habiendo vivido en un mundo similar a un invernadero, podría
ser más astuto que el animal salvaje que se había vuelto tan gigantesco viviendo
en este entorno tan duro.
Imprudente, había sido imprudente. Pagaría el precio de su propia insolencia con su vida.
『 Subaru: No quiero. 』
Mientras caía, murmuró
esto último, como un insecto atrapado forcejeando para escapar la tela de una
araña.
Morir, ¿iba a morir de nuevo? Si muriera, no sabría siquiera si iba a permanecer muerto. Si fuera a morir y a acabar aquí, ¿qué ocurriría? ¿Podría soportarlo?
Si fuera a ser
lanzado eternamente en esta oscuridad perpetua… ¿Podría soportarlo?
『 Subaru: ¡¡¡NO QUIEROOOOOOO!!! 』
Gritó y extendió su
mano hacia el cielo nocturno en busca de ayuda.
No había nada que pudiera alcanzar. Ni siquiera podía ver las estrellas que se suponían debían estar en el límite del cielo, el cual se encontraba borroso por algunas nubes escasas; Subaru estaba cayendo solo.
Había sido desamparado por la estrella portadora de su propio nombre[1], a punto de ser tragado por el estómago del monstruo, desapareciendo. Y ante tal desesperación…
——una luz blanca se
precipitó contra el rostro del gusano que había abierto su gran boca.
El impacto perforó la cabeza del gusano, su cabeza se retorció de tal manera que casi parecía que se había convertido en amezaiku.
E, inmediatamente después, explotó. Pedazos de carne sucia y sangre rociaron desde la cabeza del gusano mientras volaban.
La cabeza que debería
haber devorado a Subaru ya no estaba, y el enorme cuerpo del gusano se
estremeció violentamente. Sin embargo, antes de que el cuerpo se derrumbara,
Subaru impactó contra la parte superior del gusano sin cabeza.
Con una fuerte
sacudida, se sintió como si hubiera caído sobre una hamburguesa cruda.
La herida abierta, los órganos internos, la carne y la sangre fueron los que amortiguaron la caída de Subaru. A cambio de un malestar que le erizó su vello corporal, Subaru seguía con vida.
Tosió y escupió violentamente, dándose cuenta de que dentro de su boca había algún líquido nauseabundo que hacía que quisiera vomitar. Mientras tanto, los restos del gusano de arena se estaban hundiendo lentamente en la arena——o más bien…
Uno tras otro, destellos
brillaron en su campo de visión, y cada vez que lo hacían, atravesaban los
restos del gusano.
El cuerpo recibía disparos, se abría de golpe, algunos segmentos eran rebanados, pedacitos volaban por los aires, el cuerpo del gusano estaba siendo hecho añicos. Era por pura coincidencia que ninguno de estos destellos de luz golpeara a Subaru, lo cual se podría decir que fue un golpe de suerte en una situación tan mala. Sin embargo, eventualmente…
『 Subaru: … Ah. 』
Subaru se percató de
que el cuerpo, que había sido sacudido por estos impactos, fue lanzado hacia la
arena.
Subaru estaba tumbado boca arriba sobre la arena, con todo su cuerpo estirado.
『 Subaru: … 』
Arriba, por encima de
él, observó el mismo cielo sin estrellas que había avistado cuando fue arrojado
por el gusano.
Por algún giro del destino, incluso ahora que había conseguido aferrarse a su vida, el cielo no había cambiado, y seguía desamparando a Subaru[2].
Fascinado, querido,
abandonado, odiado, haciendo amistad, manteniéndose alejado.
¿Quería vivir? ¿Quería morir? ¿Quería estar aquí o no?
『 Subaru: ¡¿Qué debería hacer?! ¡Si lo sabes, dímelo! 』
No había nadie
alrededor, cubriéndose el rostro gritó esto hacia el cielo vacío.
No recibió respuesta. ¿Quién era del que Subaru quería recibir respuestas más que nadie? Probablemente era…
『 Subaru: … Respóndeme, Natsuki Subaru. 』
Diciendo esto con una
voz penosa, Subaru suspiró y giró su cuerpo hacia un lado.
No había una razón en particular por la que había girado su cuerpo.
——Pero ese pequeño
movimiento había salvado por los pelos la vida de Subaru de una luz blanca, la
cual rozó su oreja e impactó sobre el suelo junto a él.
『 *DZZZ* 』
Algo había rozado su
oreja derecha con una fuerza tremenda.
Se llevó la mano a su oreja, la cual palpitaba de dolor, y rodó hacia el lado. Mientras sangre goteaba de su oreja, vio lo que había causado el dolor.
Un objeto largo,
estrecho y brillante que recordaba a una aguja estaba clavado en el suelo.
『 Subaru: ¿Qué…? 』
…es esto?
Cuando se estiró para
tocarlo, la aguja blanca se convirtió en polvo.
Y, justo tras eso, el campo de visión de Subaru se sacudió.
『 Subaru: … 』
Se sacudió con
violencia. De arriba a abajo.
Ya fuera por un gusano retorciéndose, o porque esa última aguja se había clavado en ella, la tierra bajo las nalgas de Subaru se estaba derrumbando. Se estaba hundiendo junto a la tierra alrededor.
『 Subaru: ¡¡UAAAAAAAaaaaaaa!! 』
Mientras caía, los
dedos de Subaru resbalaban en la arena mientras buscaba algo a lo que
aferrarse.
Casi como un insecto cayendo en el foso de una hormiga león, el cuerpo de Subaru se hundía hacia el fondo del piso arenoso, incapaz de hacer nada al respecto.
Sus brazos y piernas quedaron enterrados; era incapaz de moverlos. Girando su cabeza hacia arriba, desesperadamente buscó aire.
Todo su cuerpo estaba siendo tragado por la arena; intentó frenéticamente luchar contra la premonición de que estaba a punto de ser enterrado vivo.
『 Subaru: Alguien, quien sea, ayuda… 』
Todo el cuerpo de
Subaru fue tragado por la arena, hundiéndose sin que las siguientes palabras pudieran
ser pronunciadas.
Y las estrellas ni
siquiera se percataron del miserable y en apuros Subaru.
Literalmente, un
desastre, un maldito desastre.
Le encontraron, le
trajeron de vuelta y le preguntaron sobre lo que había sucedido.
Poco a poco, fue descubriendo que la situación empeoraría cada vez que dijera algo.
『 ???: Entonces, ¿no recuerdas nada, Subaru? 』
Mientras Subaru se
abrazaba las rodillas, la chica de pelo plateado le miraba desde arriba con cara
triste.
Junto a ella se encontraba una joven y dulce niña que, no pudiendo lidiar con lo que Subaru acababa de decir, quedó conmocionada.
『 ???: Estábamos muy preocupados cuando escuchamos que no podían
encontrarte… Nunca pensé que la situación acabaría así. Parece que nos estamos
enfrentando a un problema muy complicado. 』
La chica que tenía
una piel de zorro blanco envuelta sobre su cuello gruñó eso con un tono tenso.
Mientras ella decía eso, el apuesto caballero pronunciaba señas de estar escuchando ocasionalmente.
『 ???: ¿Por cuánto tiempo vas a estar satisfecho exponiendo esa
apariencia tan desagradable, Barusu? 』
Fue lo que le dijo la
chica con el ceño fruncido que había terminado de limpiar la orina. Pero no
había hostilidad en su actitud y palabras, sino más bien desolación.
『 ???: Gran Maestro, Gran Maestro. Parece que el ambiente se ha vuelto supertriste,
¿no~? O sea, necesita sonreír más. Además… ¿Eh, qué es…? ¡Apesta a pis! 』
La mujer de pelo
negro se reía con buen ánimo, al parecer, sin entender la situación actual.
Junto a la mujer de pelo negro, se encontraba una joven chica que se acariciaba su trenza. Ella le lanzó una mirada de reojo que apenas parecía mostrar un mínimo interés por la situación en la que se encontraba Subaru.
『 Subaru: … 』
Todas estas
reacciones eran, si tuviese que decirlo en términos generales, ignoradas por
él.
Una vez, dos veces… Esta ya era la tercera. Ya los había decepcionado tres veces.
Sin embargo, esta vez se había meado encima tras haber intentado escapar de este lugar, y luego fue encontrado solo, acurrucado y llorando. No cabía duda de que era la peor situación que había habido hasta el momento.
——Aunque él era el
único consciente de los verdaderos hechos que había detrás de esta situación
aterradora.
『 Subaru: Je. 』
Le daba risa.
No era la primera vez que vivía esta misma situación —y más concretamente, era el mismo momento en el tiempo—, sino la tercera.
Había visto esta
escena por primera vez, y luego por segunda vez. Entonces, la tercera vez en la
que visitó esta escena, comprendió finalmente en qué clase de situación se
encontraba.
——Había muerto dos
veces.
Ambas veces, muy
seguramente, por haber caído desde el mismo lugar——la primera vez, perdió el
conocimiento cuando estaba cayendo hacia abajo, y, debido a eso, no pudo
experimentar el momento en que murió.
Pero ese no fue el caso la segunda vez. No murió rápidamente mientras caía, sino que se golpeó y dio tumbos contra las escaleras, acabando con su cuerpo entero arruinado.
Finalmente murió, pero volvió.
Cuando murió, él regresó a la Sala verde, y, una vez más, se había despertado y rehecho el día.
Muerte y retorno… Retorno
por muerte.
Esta era la bendición que la deidad le había otorgado a Natsuki Subaru en este mundo paralelo.
『 Subaru: Je. 』
Por segunda vez, se
le escapó una risa.
Era discutible que se le pudiera llamar «risa» objetivamente; pero al menos para Subaru sí lo era.
Lo único que podía
hacer era reír. Genuinamente, sentía que se había quedado sin lágrimas.
Llorar había malgastado también su fuerza física. Había muerto y regresado después, parecía que la fuerza física que había empleado antes de morir le sería devuelta al retornar. Esta vez, literalmente, había gastado toda su fuerza al despertar.
『 ???: En cualquier caso, dejen que Subaru descanse hasta que las cosas
se tranquilicen. Con el tiempo, puede que veamos algún cambio. 』
Al escuchar la
propuesta de la chica de pelo plateado, él sabía que el trato que recibiría ya
había sido decidido.
¿Ella pensaba que les atacaría violentamente? El personaje de Subaru se había visto exagerado. Había sido llevado de vuelta a la Sala verde bajo la supervisión de todos.
『 Ram: Me temo que no podemos dejar a Rem aquí junto a Barusu, tal y como
él se encuentra ahora. Ram se opone a ello. 』
『 ???: … Pero, aparte de descubrir qué es lo que ha causado esto, nuestra
mejor opción para intentar ayudar a Subaru a que se recupere sería depender del
espíritu de esta sala. 』
『 ???: En ese caso… En ese caso, trasladaremos a Rem a otra habitación.
Ram se quedará con ella y cuidará de ella. Ram parece ser la única preocupada
por ella ahora mismo. 』
Deseaba estar en un
lugar en el que no hubiera peleas o enfrentamientos de opiniones.
En cualquier caso, no tenía opción. El Subaru actual no tenía la iniciativa ni la voluntad de hacer algo, como superar con determinación esta situación.
『 ???: … Pobre Rem. 』
Ella dijo eso a
Subaru justo antes de salir de la sala cargando con la chica durmiente que lucía
como ella, casi como dos gotas de agua.
Subaru no tenía ni idea del verdadero significado detrás de sus palabras. Y tampoco quería saberlo.
『 ???: Subaru, quédate aquí, tranquilito, de hecho. Betty definitivamente
encontrará una manera de recuperar tus recuerdos, supongo. 』
『 Subaru: … 』
『 ???: No dejaré que te quedes hecho un ovillo aquí tú solo. 』
Justo antes de
abandonar la sala, la niña dijo esas amables palabras.
A pesar de que su voz estaba teñida de dolor, había un atisbo de determinación noble en esas palabras. Su voz era fuerte, poseía confianza en sus palabras.
Así, en respuesta a esa voz que demostraba preocupación por él…
『 Subaru: … Ah. 』
Subaru se encogió en
un intento de evitar los brazos extendidos de la niña.
Al ver su reacción a esto, los ojos de la niña —con ese diseño suyo característico— temblaron de dolor.
『 ???: … 』
Eran desconocidos.
Sin importar qué hicieran, eran desconocidos.
Pero para Subaru,
ellos no eran desconocidos.
Para esas chicas, el Subaru de aquí era el desconocido.
Su familiaridad, su
preocupación y su profundo afecto eran dirigidos hacia el «Natsuki Subaru»
original, y no a sus restos actuales.
Y, por ese mismo motivo…
『 Subaru: No tienen ningún motivo para matarme. 』
Lo habían dejado en
la Sala verde, a solas. Subaru apretaba los dientes mientras decía eso.
Aun así, no era bueno volverse hacia esos sentimientos buenos de confort, o reventar los lazos que supuestamente había acumulado con el tiempo, y la confianza y el profundo afecto que no recordaba en absoluto. Todavía no.
Sin embargo, ¿por qué tenía que lidiar con las consecuencias de las intenciones asesinas que «Natsuki Subaru» había acumulado hacia él?
Todo lo había acumulado
—tanto lo bueno como lo malo— no era suyo.
A pesar de esto, ¿por qué debía pelear y ahogarse en este lugar?
『 Subaru: Lo siento… 』
Tras unas cuantas
horas encontrándose solo, Subaru empujó su espalda contra la pared y, poco a
poco, se puso de pie.
Escupió la mezcla de sangre y saliva que se había acumulado en su boca por haberse mordido demasiado los labios; y entonces, lentamente, comenzó a caminar hacia la salida de la Sala verde.
『 ???: —ϡ. 』
Detrás de Subaru, la
única presencia que podía escuchar era el graznido de la lagarta negra.
El graznido sonó algo débil, casi como si estuviera sollozando en la soledad; sin embargo, Subaru sacudió la cabeza ante tal pensamiento.
—Que
un mero reptil grande pueda estar sintiendo soledad… Hay un límite para la
estupidez.
『 Subaru: Alguien te traerá comida. Cállate ya. 』
A pesar de lo que
Subaru dijo, la lagarta continuó soltando un débil graznido.
Sin escucharla, Subaru dispersó sus pensamientos reticentes, y dio un paso fuera de la Sala verde. Miró hacia su izquierda y hacia su derecha, asegurándose de que no hubiera moros en la costa, y comenzó a andar sigilosamente.
『 Subaru: Agua, y donde guardan la comida… 』
Él lo sabía.
Ya que les había acompañado a recoger agua, sabía dónde podía encontrarla. También sabía dónde podía encontrar la comida. La única otra pregunta que tenía era cuánto debería llevar consigo.
『 Subaru: … 』
Pero había algo que
Subaru no sabía: qué rayos lo había empujado escaleras abajo y le había
arrebatado la vida.
Pero Subaru sí
recordaba claramente una cosa.
En aquel momento, en aquel lugar, alguien le había dado un empujón por la espalda. No había sido por ninguna razón ridícula, como que le hubieran dado un toque en el hombro por detrás, o que una fuerte ráfaga de viento le hubiera empujado.
Sin lugar a dudas, recibió un empujón. Fue el objetivo de una intención asesina premeditada. Natsuki Subaru había sido asesinado.
Había siete
sospechosos: Emilia, Beatrice, Ram, Anastasia, Julius, Meili y Shaula.
Poco a poco, fue descubriendo que la situación empeoraría cada vez que dijera algo.
Junto a ella se encontraba una joven y dulce niña que, no pudiendo lidiar con lo que Subaru acababa de decir, quedó conmocionada.
Mientras ella decía eso, el apuesto caballero pronunciaba señas de estar escuchando ocasionalmente.
Junto a la mujer de pelo negro, se encontraba una joven chica que se acariciaba su trenza. Ella le lanzó una mirada de reojo que apenas parecía mostrar un mínimo interés por la situación en la que se encontraba Subaru.
Una vez, dos veces… Esta ya era la tercera. Ya los había decepcionado tres veces.
Sin embargo, esta vez se había meado encima tras haber intentado escapar de este lugar, y luego fue encontrado solo, acurrucado y llorando. No cabía duda de que era la peor situación que había habido hasta el momento.
No era la primera vez que vivía esta misma situación —y más concretamente, era el mismo momento en el tiempo—, sino la tercera.
Pero ese no fue el caso la segunda vez. No murió rápidamente mientras caía, sino que se golpeó y dio tumbos contra las escaleras, acabando con su cuerpo entero arruinado.
Finalmente murió, pero volvió.
Cuando murió, él regresó a la Sala verde, y, una vez más, se había despertado y rehecho el día.
Esta era la bendición que la deidad le había otorgado a Natsuki Subaru en este mundo paralelo.
Era discutible que se le pudiera llamar «risa» objetivamente; pero al menos para Subaru sí lo era.
Llorar había malgastado también su fuerza física. Había muerto y regresado después, parecía que la fuerza física que había empleado antes de morir le sería devuelta al retornar. Esta vez, literalmente, había gastado toda su fuerza al despertar.
¿Ella pensaba que les atacaría violentamente? El personaje de Subaru se había visto exagerado. Había sido llevado de vuelta a la Sala verde bajo la supervisión de todos.
En cualquier caso, no tenía opción. El Subaru actual no tenía la iniciativa ni la voluntad de hacer algo, como superar con determinación esta situación.
Subaru no tenía ni idea del verdadero significado detrás de sus palabras. Y tampoco quería saberlo.
A pesar de que su voz estaba teñida de dolor, había un atisbo de determinación noble en esas palabras. Su voz era fuerte, poseía confianza en sus palabras.
Así, en respuesta a esa voz que demostraba preocupación por él…
Al ver su reacción a esto, los ojos de la niña —con ese diseño suyo característico— temblaron de dolor.
Sin importar qué hicieran, eran desconocidos.
Para esas chicas, el Subaru de aquí era el desconocido.
Y, por ese mismo motivo…
Aun así, no era bueno volverse hacia esos sentimientos buenos de confort, o reventar los lazos que supuestamente había acumulado con el tiempo, y la confianza y el profundo afecto que no recordaba en absoluto. Todavía no.
Sin embargo, ¿por qué tenía que lidiar con las consecuencias de las intenciones asesinas que «Natsuki Subaru» había acumulado hacia él?
A pesar de esto, ¿por qué debía pelear y ahogarse en este lugar?
Escupió la mezcla de sangre y saliva que se había acumulado en su boca por haberse mordido demasiado los labios; y entonces, lentamente, comenzó a caminar hacia la salida de la Sala verde.
El graznido sonó algo débil, casi como si estuviera sollozando en la soledad; sin embargo, Subaru sacudió la cabeza ante tal pensamiento.
Sin escucharla, Subaru dispersó sus pensamientos reticentes, y dio un paso fuera de la Sala verde. Miró hacia su izquierda y hacia su derecha, asegurándose de que no hubiera moros en la costa, y comenzó a andar sigilosamente.
Ya que les había acompañado a recoger agua, sabía dónde podía encontrarla. También sabía dónde podía encontrar la comida. La única otra pregunta que tenía era cuánto debería llevar consigo.
En aquel momento, en aquel lugar, alguien le había dado un empujón por la espalda. No había sido por ninguna razón ridícula, como que le hubieran dado un toque en el hombro por detrás, o que una fuerte ráfaga de viento le hubiera empujado.
Sin lugar a dudas, recibió un empujón. Fue el objetivo de una intención asesina premeditada. Natsuki Subaru había sido asesinado.
Subaru no sabía cuántos
de ellos eran sus amigos, ni tampoco cuántos de ellos eran su enemigo.
Al fin y al cabo, ahora Subaru no tenía manera de juzgar si todos ellos eran realmente conocidos suyos.
——En realidad,
¿podría ser que todos ellos son asesinos, reunidos aquí en esta torre para
asesinar a Subaru?
『 Subaru: Si eso es verdad… 』
Aunque se llevara
toda la comida que pudiera, su corazón no sentiría culpa por ello.
Sin embargo, al mismo tiempo, en la primera y la segunda vez que las había conocido, Emilia le había llamado de la misma forma, y Beatrice le había dicho que ellas buscarían la manera de devolverle sus recuerdos, y Ram había gritado negándose a creer que él hubiera perdido sus recuerdos. Subaru dudaba que ellas hubieran estado actuando.
『 Subaru: … 』
Era imposible.
Sufrió todas esas cosas horribles y fue asesinado no sólo una vez, sino dos; y, aun así, Subaru dudaba de la chica y de los demás desde lo más profundo de su corazón, y, a pesar de ello, no podía simplemente huir para estar a salvo.
『 Subaru: ¡Mierda, mierda, maldito indeciso…! 』
Maldijo su propio
comportamiento deplorable, incapaz de elegir, mientras comenzaba a empaquetar
comida secretamente.
Estaba recolectando la llamada ración de emergencias, sin considerar cuál sería su sabor. Naturalmente, lo más importante ahora era que la comida le llenara, y el resto de particularidades como el sabor eran secundarias… no, terciarias.
Había recogido aproximadamente la comida necesaria para tres días. Y también había extraído de forma similar el agua necesaria, y la había almacenado en bolsas de cuero para llevarlas consigo. Y a continuación…
『 Subaru: Dijeron que hay un desierto afuera, pero… 』
Se vistió con una
capa que había sido almacenada en el mismo lugar que la comida. En cuestión de
tamaño y diseño, Subaru supo inmediatamente cuál era la suya. La capa estaba diseñada
para que, cuando la parte frontal se abrochara, se pudiera levantar el cuello para
cubrirse la boca. Parecía la contramedida perfecta para respirar en mitad de la
arena del desierto.
Y, tras haber recogido comida, agua y las herramientas para ayudarle en el desierto, las preparaciones estaban completas.
『 Subaru: Parece que ha pasado más tiempo del que pasó cuando morí en las
dos otras ocasiones… 』
Si pensaba en ello,
el tiempo que había pasado acurrucado en la Sala verde debía significar
que quizás ya había pasado el momento en el que le habían empujado la última
vez.
La efectividad del Retorno por muerte se había demostrado inmediatamente. Así, una a una, podría superar las death-flags y seguir andando sobre la cuerda floja de la vida y la muerte.
『 Subaru: … 』
Desearía no tener que
hacer eso.
Sería mejor para él no estar en este lugar, antes que tener que sufrir algo así.
Subaru salió de la
sala y, usando un mapa mental de la
zona que había dibujado en su cabeza, esprintó hacia donde se encontraba la escalera de caracol. Ahí
fue donde le empujaron en dos ocasiones. Naturalmente, su mente le estaba
gritando que no se acercara a ahí.
Sin embargo…
『 Subaru: —Gh. 』
Justo cuando llegó a
la escalera de caracol y se vio momentáneamente cautivado por la escena que
había ante él, Subaru miró detrás de sí y examinó cuidadosamente si el asesino
se estaba escondiendo en algún lugar detrás de él.
Por suerte, debido a que el momento era diferente a la vez anterior, o porque el asesino no sabía dónde estaba Subaru, no pudo encontrar ningún rastro de una mano estirada y preparada para empujarle por la espalda.
Ahora mismo, todos
estaban probablemente en la biblioteca, donde reposaban los recuerdos de los
difuntos, o se habían dirigido hacia el piso de arriba para enfrentarse al
Examinador arrogante que les aguardaba——el recuerdo de cómo ese hombre jugó con
sus órganos resurgió, y una sensación de querer vomitar comenzó a surgir dentro
de él.
『 Subaru: Como si… como si se pudiera desafiar a un tipo así… 』
—Él
no es humano, tanto en su habilidad como en su personalidad. Parece totalmente
imposible ganar un desafío contra tal oponente. En ese caso, ¿por qué pasar por
alto el hecho de que se han dirigido a una batalla de la que no pueden salir
victoriosos?
『 Subaru: ¡¡¡Y YO QUÉ COÑO SÉ!!! 』
Desde hace un rato,
este enigma había seguido apareciendo en su mente y había estado intentando
detener sus pies.
—¿Y
qué? No me importa.
Aunque quizás ella
haya sido amable y buena, todo podría haber sido una mentira.
Ella podía haber actuado como si se preocupara, pero a sus espaldas quizás hubiera estado afilando el cuchillo de su intención asesina.
Al menos, podría haberle avisado de la posibilidad de que un individuo peligroso acechara en algún lugar de la torre.
『 Subaru: ¿Y si… la persona de la que me hablaron es un enemigo? 』
Enemigo, enemigo era
una palabra ridícula.
En el día a día de su mundo con —relativamente— pocos conflictos, la oportunidad de pronunciar una palabra como «enemigo» existía tan sólo en los videojuegos. Este mundo era uno en el que uno se vería forzado a usar esa palabra, como si fuera lo más natural.
Era una locura. No quería estar en este lugar. No debía permanecer aquí.
『 Subaru: ¡—! 』
Subaru corrió,
aguantando la irritación que hervía en su pecho.
Bajó corriendo por la escalera de caracol, dirigiéndose hacia el quinto piso que estaba fuera de su vista. Había muchos escalones que bajaban en espiral junto a la pared y, conforme bajaba por la escalinata, no podía ver un final.
Corrió hacia abajo frenéticamente tan rápido como podía jadeando y sin resuello, hasta tal punto que casi parecía cómico.
Aun así, él no quería
morir.
『 Subaru: Lle… gué… Gh. 』
Había bajado las
escaleras hasta finalmente llegar al quinto piso.
A diferencia del cuarto piso, el quinto piso no estaba dividido en diferentes salas, sino que era una única sala que ocupaba la misma área que todo el cuarto piso.
Lo único notable en el quinto piso era unas escaleras que llevaban hacia aún más abajo, hacia el sexto piso, y…
『 Subaru: Una puerta enorme… 』
Esta puerta era tan
gigantesca, que tenía que mirar hacia arriba para verla y le producía una
opresión terrible desde donde estaba de pie.
『 Subaru: … 』
Parado enfrente de la
puerta, sentía como si una sensación sobrecogedora estuviera obstruyendo la
garganta de Subaru.
Sentía una leve brisa arenosa fluir a través de la puerta. Quizá el viento de afuera estaba soplando algo de arena hacia dentro de la torre entre los huecos de la puerta.
Al final, estaba seguro de que esta puerta daba al exterior.
『 Subaru: Si lo que Emilia y los demás dijeron es cierto… 』
Usando esta puerta,
debería ser capaz de ir al desierto en el exterior.
Desierto… Aunque había olvidado su nombre oficial, seguiría el camino arenoso y se dirigiría hacia una población. Si lo hiciera, al menos no tendría que preocuparse por este cruel asesino que amenazaba su vida.
Lo esencial de cruzar
un desierto era viajar de noche, evitar las tormentas de arena, e intentar
dirigirse en una única dirección establecida——esto era lo único que sabía sobre
el tema.
『 Subaru: En vez de estar en este lugar donde es seguro que voy a ser
asesinado, prefiero arriesgarme haciendo algo que podría salvarme. 』
Se podría decir que ésta
no era precisamente una decisión normal a tomar.
Sin embargo, fuera o no una decisión normal a la que uno llegaría, él no pensaba que tomarla fuera un error si eso pudiera salvarlo. Bajo estas circunstancias, si no podía creer ni siquiera en «sí mismo», entonces lo único que le aguardaría sería la oscuridad.
Nunca haría algo como
sentarse en la oscuridad para esperar la muerte.
Había decidido contraatacar contra la posibilidad de morir.
『 Subaru: … 』
Posó su mano sobre la
enorme puerta que había ante sí, y, lentamente, la empujó con todas sus
fuerzas.
El tamaño de aquella puerta era diez veces mayor que el propio Subaru. En cualquier caso, aunque Subaru fuera a empujarla con todas sus fuerzas, podría ser que, debido a su peso, la puerta no cediera en absoluto.
Sin embargo, cuando
presionó la palma de la mano contra la puerta, ésta se abrió fácilmente como si
fuera automática.
『 Subaru: ¿Eh? 』
Subaru dejó escapar
una voz entrecortada, e impidió que la puerta se abriera de par en par.
Aunque ellos no se hubieran dado cuenta hasta ahora de que Subaru trataba de escabullirse, si dejaba la puerta completamente abierta, era de esperar que la chica y los demás se darían cuenta.
Aunque Subaru se escabullera
y consiguiera escapar, quería asegurarse de alejarse lo suficiente de ellos
para que no pudieran alcanzarle.
『 Subaru: … 』
Deteniendo la
apertura de la puerta, Subaru miró en silencio hacia el exterior desde el hueco
de la puerta.
Tan pronto como su visión se ajustó, contempló un vasto mar de arena devorado por la insidiosa oscuridad de la noche.
『 Subaru: … Sí que es un desierto. 』
Trató de entornar sus
ojos para poder ver qué yacía más allá del horizonte, pero fue en vano.
En este entorno donde no había indicios de refugio, lo que existía al final del horizonte no estaba a la vista. Era imposible que Subaru supiera cuán lejos se extendía.
Sin embargo, sin importar lo lejos que se extendiera este desierto, su extensión debía ser limitada.
Cada paso hacia
adelante sería un paso más cerca al mundo exterior.
Y si se acerca al mundo exterior, se acercaría a su mundo original, ¿no?
『 Subaru: … 』
Por un momento, los
pies de Subaru permanecieron pegados a la torre.
Él probablemente… no, seguramente, abandonaría este lugar. Se sentiría un poco culpable por hacer eso, ya que estaría dejando atrás a aquellos que no tuvieron malas intenciones hacia él.
Subaru se sacudió estos sentimientos de encima. Su apego a ir al exterior——a su mundo original, hizo que se decidiera.
No quería estar aquí.
Natsuki Subaru volvería a casa, porque allí era donde le esperaban sus padres.
『 Subaru: Así que… 』
Con paso firme hacia
adelante, Subaru atravesó el hueco que se había abierto en la puerta.
Pisando la arena, sintió que sus pies se hundían más en la arena de lo que esperaba. Dando sus pasos iniciales con mucha fuerza, Natsuki Subaru puso un pie afuera, hacia el mundo exterior.
Y entonces…
『 Subaru: … ¿Eh? 』
Una violenta
explosión por debajo de sus pies propulsó repentinamente a Subaru muy alto por
los aires.
Subaru fue lanzado hacia atrás de su espalda e, inconscientemente, cayó contra el suelo.
Se encontraba en un estado de pánico total… aunque Subaru ya no sabía si sentir pánico era más normal que sentirse tranquilo.
『 Subaru: ¿Qué…? 』
…diablos ha ocurrido? Escupiendo arena de su boca,
Subaru no disponía del lujo para poder continuar esas palabras. ——Porque una figura imponente se
encontraba ahora frente a sus ojos, dando una respuesta a qué diablos era lo
que había ocurrido.
『 Subaru: … 』
Justo enfrente de los
ojos de Subaru, con el fondo teñido por la noche, le contemplaba una enorme figura.
Tenía un cuerpo enorme sin extremidades, cubierto por una piel viscosa. Parecía feroz, con unos crueles colmillos alineados en su boca… A Subaru le parecía que era un gusano.
Un terriblemente gigantesco gusano. Medía más de diez metros de longitud——era un gusano monstruoso.
Al fin y al cabo, ahora Subaru no tenía manera de juzgar si todos ellos eran realmente conocidos suyos.
Sin embargo, al mismo tiempo, en la primera y la segunda vez que las había conocido, Emilia le había llamado de la misma forma, y Beatrice le había dicho que ellas buscarían la manera de devolverle sus recuerdos, y Ram había gritado negándose a creer que él hubiera perdido sus recuerdos. Subaru dudaba que ellas hubieran estado actuando.
Sufrió todas esas cosas horribles y fue asesinado no sólo una vez, sino dos; y, aun así, Subaru dudaba de la chica y de los demás desde lo más profundo de su corazón, y, a pesar de ello, no podía simplemente huir para estar a salvo.
Estaba recolectando la llamada ración de emergencias, sin considerar cuál sería su sabor. Naturalmente, lo más importante ahora era que la comida le llenara, y el resto de particularidades como el sabor eran secundarias… no, terciarias.
Había recogido aproximadamente la comida necesaria para tres días. Y también había extraído de forma similar el agua necesaria, y la había almacenado en bolsas de cuero para llevarlas consigo. Y a continuación…
Y, tras haber recogido comida, agua y las herramientas para ayudarle en el desierto, las preparaciones estaban completas.
La efectividad del Retorno por muerte se había demostrado inmediatamente. Así, una a una, podría superar las death-flags y seguir andando sobre la cuerda floja de la vida y la muerte.
Sería mejor para él no estar en este lugar, antes que tener que sufrir algo así.
Sin embargo…
Por suerte, debido a que el momento era diferente a la vez anterior, o porque el asesino no sabía dónde estaba Subaru, no pudo encontrar ningún rastro de una mano estirada y preparada para empujarle por la espalda.
Ella podía haber actuado como si se preocupara, pero a sus espaldas quizás hubiera estado afilando el cuchillo de su intención asesina.
Al menos, podría haberle avisado de la posibilidad de que un individuo peligroso acechara en algún lugar de la torre.
En el día a día de su mundo con —relativamente— pocos conflictos, la oportunidad de pronunciar una palabra como «enemigo» existía tan sólo en los videojuegos. Este mundo era uno en el que uno se vería forzado a usar esa palabra, como si fuera lo más natural.
Era una locura. No quería estar en este lugar. No debía permanecer aquí.
Bajó corriendo por la escalera de caracol, dirigiéndose hacia el quinto piso que estaba fuera de su vista. Había muchos escalones que bajaban en espiral junto a la pared y, conforme bajaba por la escalinata, no podía ver un final.
Corrió hacia abajo frenéticamente tan rápido como podía jadeando y sin resuello, hasta tal punto que casi parecía cómico.
A diferencia del cuarto piso, el quinto piso no estaba dividido en diferentes salas, sino que era una única sala que ocupaba la misma área que todo el cuarto piso.
Lo único notable en el quinto piso era unas escaleras que llevaban hacia aún más abajo, hacia el sexto piso, y…
Sentía una leve brisa arenosa fluir a través de la puerta. Quizá el viento de afuera estaba soplando algo de arena hacia dentro de la torre entre los huecos de la puerta.
Al final, estaba seguro de que esta puerta daba al exterior.
Desierto… Aunque había olvidado su nombre oficial, seguiría el camino arenoso y se dirigiría hacia una población. Si lo hiciera, al menos no tendría que preocuparse por este cruel asesino que amenazaba su vida.
Sin embargo, fuera o no una decisión normal a la que uno llegaría, él no pensaba que tomarla fuera un error si eso pudiera salvarlo. Bajo estas circunstancias, si no podía creer ni siquiera en «sí mismo», entonces lo único que le aguardaría sería la oscuridad.
Había decidido contraatacar contra la posibilidad de morir.
El tamaño de aquella puerta era diez veces mayor que el propio Subaru. En cualquier caso, aunque Subaru fuera a empujarla con todas sus fuerzas, podría ser que, debido a su peso, la puerta no cediera en absoluto.
Aunque ellos no se hubieran dado cuenta hasta ahora de que Subaru trataba de escabullirse, si dejaba la puerta completamente abierta, era de esperar que la chica y los demás se darían cuenta.
Tan pronto como su visión se ajustó, contempló un vasto mar de arena devorado por la insidiosa oscuridad de la noche.
En este entorno donde no había indicios de refugio, lo que existía al final del horizonte no estaba a la vista. Era imposible que Subaru supiera cuán lejos se extendía.
Sin embargo, sin importar lo lejos que se extendiera este desierto, su extensión debía ser limitada.
Y si se acerca al mundo exterior, se acercaría a su mundo original, ¿no?
Él probablemente… no, seguramente, abandonaría este lugar. Se sentiría un poco culpable por hacer eso, ya que estaría dejando atrás a aquellos que no tuvieron malas intenciones hacia él.
Subaru se sacudió estos sentimientos de encima. Su apego a ir al exterior——a su mundo original, hizo que se decidiera.
Natsuki Subaru volvería a casa, porque allí era donde le esperaban sus padres.
Pisando la arena, sintió que sus pies se hundían más en la arena de lo que esperaba. Dando sus pasos iniciales con mucha fuerza, Natsuki Subaru puso un pie afuera, hacia el mundo exterior.
Y entonces…
※ ※ ※ ※ ※
Se encontraba en un estado de pánico total… aunque Subaru ya no sabía si sentir pánico era más normal que sentirse tranquilo.
Tenía un cuerpo enorme sin extremidades, cubierto por una piel viscosa. Parecía feroz, con unos crueles colmillos alineados en su boca… A Subaru le parecía que era un gusano.
Un terriblemente gigantesco gusano. Medía más de diez metros de longitud——era un gusano monstruoso.
Y ahora, la crisis más inmediata se le estaba acercando, sin darle una oportunidad de agazaparse y lamentarse por su destino.
Seguramente había sido este gusano el que le había golpeado anteriormente y le había mandado volando, porque se encontraba parado en su territorio. Eso, o que simplemente había estado donde emergió para tomar aire.
Sea como fuere, el gusano había derribado a Subaru sobre la arena, y además…
Apenas había dado cuatro pasos desde que abandonó la torre. Aunque podría considerarse cobarde, una de las opciones que tenía para salvarse era saltar de vuelta hacia el edificio y vivir.
Había salido despedido por el impacto del gusano y había rodado sobre la arena, lejos de la torre. El enorme gusano se encontraba entre Subaru y la torre; así que, si intentara volver a la torre, tendría que pasar junto al enorme cuerpo del gusano.
Para empezar, éste podría no ser el único gusano. Considerando su tamaño, era bastante probable que este gusano fuera el señor del desierto, pero uno que fuera la mitad de su tamaño también sería bastante peligroso.
Por no mencionar que, si se viera atacado por una horda de ellos…
Y, mientras estaba ocupado con el rompecabezas de cómo salir de esta situación, parecía que el gusano había decidido qué hacer con Subaru.
Había cuernos curvados sobre su cabeza, lo que le resultaba surrealista.
Estiró su brazo hacia enfrente, y calculó el momento en el que asestaría el golpe. Repentinamente, se percató de que la herida de su mano derecha, en la que sus uñas habían sido arrancadas, se había cerrado, y que estas habían comenzado a regenerarse.
¿Había sido magia de sanación, o los efectos de la Sala Verde? Y mientras estaba distraído con eso…
Cuando Subaru oyó su rugido y el aullido del viento, durante un instante sintió una sensación extraña, como si su consciencia dejara atrás su propio cuerpo.
No pensaba en nada más. Era como si pudiera ver una ilusión de sí mismo sobre qué hacer a continuación. Y creyendo oportunos los movimientos que hacía esa consciencia, su cuerpo imitó esos movimientos.
Mientras experimentaba las repercusiones del ataque, Subaru rodó sobre la arena, aún siguiendo la ilusión de su propia consciencia.
Un instante después, lo que cruzó su mente fue el año que «Natsuki Subaru» había pasado, del cual Subaru no tenía el más mínimo recuerdo. Quedaba un rastro de la experiencia que «Natsuki Subaru» había acumulado sobreviviendo en este entorno tan severo.
Ahora mismo, no estaba pensando en nada acerca del hecho de haberle dado uso completo a eso.
En este momento, únicamente debía aferrarse a lo que había frente a sus ojos.
Subaru ahora se encontraba a tan sólo unos pocos metros de hacia donde estaba corriendo…
Bajo sus ojos vio la grande y asquerosa boca abierta del gusano, ansiando devorar de un bocado su cuerpo.
Imprudente, había sido imprudente. Pagaría el precio de su propia insolencia con su vida.
Morir, ¿iba a morir de nuevo? Si muriera, no sabría siquiera si iba a permanecer muerto. Si fuera a morir y a acabar aquí, ¿qué ocurriría? ¿Podría soportarlo?
No había nada que pudiera alcanzar. Ni siquiera podía ver las estrellas que se suponían debían estar en el límite del cielo, el cual se encontraba borroso por algunas nubes escasas; Subaru estaba cayendo solo.
Había sido desamparado por la estrella portadora de su propio nombre[1], a punto de ser tragado por el estómago del monstruo, desapareciendo. Y ante tal desesperación…
El impacto perforó la cabeza del gusano, su cabeza se retorció de tal manera que casi parecía que se había convertido en amezaiku.
E, inmediatamente después, explotó. Pedazos de carne sucia y sangre rociaron desde la cabeza del gusano mientras volaban.
La herida abierta, los órganos internos, la carne y la sangre fueron los que amortiguaron la caída de Subaru. A cambio de un malestar que le erizó su vello corporal, Subaru seguía con vida.
Tosió y escupió violentamente, dándose cuenta de que dentro de su boca había algún líquido nauseabundo que hacía que quisiera vomitar. Mientras tanto, los restos del gusano de arena se estaban hundiendo lentamente en la arena——o más bien…
El cuerpo recibía disparos, se abría de golpe, algunos segmentos eran rebanados, pedacitos volaban por los aires, el cuerpo del gusano estaba siendo hecho añicos. Era por pura coincidencia que ninguno de estos destellos de luz golpeara a Subaru, lo cual se podría decir que fue un golpe de suerte en una situación tan mala. Sin embargo, eventualmente…
Subaru estaba tumbado boca arriba sobre la arena, con todo su cuerpo estirado.
Por algún giro del destino, incluso ahora que había conseguido aferrarse a su vida, el cielo no había cambiado, y seguía desamparando a Subaru[2].
¿Quería vivir? ¿Quería morir? ¿Quería estar aquí o no?
No recibió respuesta. ¿Quién era del que Subaru quería recibir respuestas más que nadie? Probablemente era…
No había una razón en particular por la que había girado su cuerpo.
Se llevó la mano a su oreja, la cual palpitaba de dolor, y rodó hacia el lado. Mientras sangre goteaba de su oreja, vio lo que había causado el dolor.
Y, justo tras eso, el campo de visión de Subaru se sacudió.
Ya fuera por un gusano retorciéndose, o porque esa última aguja se había clavado en ella, la tierra bajo las nalgas de Subaru se estaba derrumbando. Se estaba hundiendo junto a la tierra alrededor.
Casi como un insecto cayendo en el foso de una hormiga león, el cuerpo de Subaru se hundía hacia el fondo del piso arenoso, incapaz de hacer nada al respecto.
Sus brazos y piernas quedaron enterrados; era incapaz de moverlos. Girando su cabeza hacia arriba, desesperadamente buscó aire.
Todo su cuerpo estaba siendo tragado por la arena; intentó frenéticamente luchar contra la premonición de que estaba a punto de ser enterrado vivo.