Traducción:
Aingero
Corrección y edición:
Carlos (Primer corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)
※ ※ ※ ※ ※
Tras su conversación con Wilhelm, Subaru se sintió aliviado en silencio.
Inicialmente, Wilhelm y Garfiel eran el dúo que tenía previsto encargarse de la batalla más difícil: lidiar con Lujuria.
Pero al final, Lujuria abandonó la torre de control y, en su lugar, fue la esposa de Wilhelm —Theresia— junto al antiguo héroe —Kurgan— quienes habían terminado por bloquearles el camino. A pesar de ello, ya estaba confirmado que no había habido bajas en ninguno de los tres sectores.
『 Subaru: … 』
Naturalmente, Garfiel y Wilhelm debían tener mucho que reflexionar.
De hecho, Garfiel le había hablado sobre ciertas inquietudes que Subaru no había terminado de comprender, y era fácil imaginar que esas heridas tan difíciles de describir y expresar en palabras persistían en el corazón de Wilhelm.
Aun así, Subaru se alegraba de que ambos hubieran regresado sanos y salvos tras finalizar con sus respectivas batallas.
Si se hubieran reportado bajas entre sus conocidos, Subaru se habría resignado tanto que habría recurrido a su Retorno por Muerte. Es por ello que él estaba tan aliviado de que ambos hubieran sobrevivido sin tener que usarlo.
Y, al mismo tiempo, ese alivio estaba conectado con una convicción suya: que, después de todo, él debería evitar recurrir una y otra vez a un poder sobrenatural como su Retorno por Muerte.
Él había usado bastante esa habilidad, y afrontó muchos obstáculos numerosas veces con el fin de intentar asegurar un mejor futuro. Era precisamente por esa razón por la que seguía usando esa habilidad a estas alturas, aunque se maldijera por ello.
Era una conclusión a la que sólo Subaru podría llegar, precisamente porque era Subaru quien había muerto varias veces y, en cada una de ellas, había alterado el futuro.
Desde un principio, usar el Retorno por Muerte debió haber sido innecesario.
Seguramente había una forma de asegurar el futuro que él deseaba sin tener que recurrir al Retorno por Muerte. Como esta victoria en la que todos habían trabajado juntos para alcanzar el mismo objetivo.
『 Emilia: Subaru, ¿Wilhelm-san se encuentra bien? 』
Cuando Subaru regresó junto a Emilia, ella preguntó por el viejo espadachín que estaba parado en un rincón del refugio. Ante sus palabras, Subaru, sin voltear la mirada, sacudió su barbilla a modo de afirmación.
『 Subaru: Sí, creo que está bien. Se encuentra algo herido, pero… parece que se las arregló para sobrellevar las heridas de su corazón, las cuales eran las más alarmantes. 』
『 Emilia: Ya veo… Quizás diga una obviedad, pero… él realmente es fuerte, ¿verdad? 』
『 Subaru: Sí. Él es fuerte. Es por eso que él está bien. 』
Subaru asintió múltiples veces con la cabeza a Emilia tras su respuesta. Emilia abrió los ojos por completo al ver los movimientos de Subaru, y una sonrisa se dibujó en su rostro.
Subaru frunció el ceño al ver esa inesperada reacción, y ella ocultó su propia boca con la mano antes de contestar.
『 Emilia: Lo siento. Es que la forma de comportarse de Subaru con Wilhelm-san es muuuy diferente en comparación al de otras personas. Cómo lo diría… Tu actitud es realmente tan pura como el agua. 』
『 Subaru: ¿Quién dice «pura como el agua» hoy en día? 』
Subaru soltó una sonrisa irónica por las anticuadas palabras de Emilia que se sentían como de la era Shōwa. Luego de decir eso, él empezó a rascarse la mejilla con uno de sus dedos.
Aunque pareciera que sólo estaba mofándose de ella, él entendía lo que Emilia trataba de decir. Eso era más que suficiente para que el propio Subaru fuera consciente de ello.
『 Subaru: Wilhelm-san es… digamos que es especial. Es una persona impresionante a la que puedo admirar sinceramente… o eso creo que pienso. 』
『 Emilia: Yo también sé que él es impresionante; pero eso también aplica a Reinhard y los demás, ¿verdad? Y sin embargo… 』
『 Subaru: No es lo mismo tratar con alguien de la misma edad, que con alguien de otra generación. La disparidad que se siente con alguien de la misma edad tiene mayores implicaciones, hasta el punto en que puede llevar a que uno se sienta miserable; pero las diferencias que se sienten con alguien mayor pueden representar una meta a alcanzar para uno mismo. Algún día, cuando me vuelva un viejo huraño, quiero ser tan imponente como Wilhelm. 』
『 Emilia: … Mmm, ya entendí. Jeje. Si tú lo dices… 』
Ante la frívola manera en que Subaru había intervenido para esconder su vergüenza, Emilia asintió con una cara que desbordaba comprensión.
Subaru se sentía vencido ante esa actitud. En verdad, Subaru no sabía cómo expresar sus más profundas emociones.
Aunque pensó que probablemente, casi con total certeza, era mejor no expresarlas con palabras.
『 Beatrice: Betty piensa que dejarse crecer la barba no le quedaría bien a Subaru, de hecho. 』
『 Subaru: Creo que el tema de conversación era otro, pero bueno… da igual, también está bien. Me dejaré crecer la barba cuando Beako lo considere apropiado. 』
『 Beatrice: ……Bueno entonces, será cuando tal momento llegue, supongo. La elaborada coexistencia entre lo febril y lo adorable es un área que no puede sostenerse sin la elegancia de Nii-cha, de hecho. Dedícate devotamente a ello, supongo. 』
『 Emilia: Sí, sí; pienso que… 』
Mientras Emilia y Beatrice expresaban sus sentimientos de una forma típica de ellas, Subaru dirigió su mirada hacia un repentino alboroto en una esquina del refugio.
Los evacuados habían sido reunidos en una esquina del refugio, todas las personas ahí presentes habían sido liberadas del miedo y la preocupación causados por la toma de la ciudad. Sin embargo, eso no bastaba para explicar la alegría en sus rostros; como si el terror experimentado no los hubiese marcado. Y eso era porque…
『 Liliana: ¡Bien, entonces… permítanme cantar una vez más! ¡Por favor, escuchen mi nueva canción: La ardiente canción de la ciudad llameante! 』
『 Subaru: Ese ruido es Liliana, ¿eh? 』
Había una pequeña y joven chica de piel bronceada en el centro de ese alegre alboroto. Se podía ver la vívida figura de una trovadora rasgueando enérgicamente su laúd-lira y sacudiendo su cabello rubio.
Su aparición causó un impacto inconfundible, tenía tal originalidad que ni siquiera Lujuria lo podría imitar; esa era sin lugar a dudas Liliana.
『 Beatrice: Es una chica muy ruidosa, de hecho. 』
『 Emilia: Pero Liliana es una de las personas que pelearon contra los Arzobispos del Pecado, ¿verdad? Emm… No puedo imaginarme cómo se las arregló para luchar. 』
Al darse cuenta de lo mismo que Subaru, Emilia y Beatrice también relajaron los hombros.
Si ella estaba actuando tan enérgicamente, entonces definitivamente Liliana también había sobrevivido ilesa. Subaru no fue capaz de imaginar la estrategia, ni la fuerza necesaria, ni el resultado más aceptable en el lugar de batalla del grupo de Liliana: la batalla contra Ira.
Subaru ya había considerado la posibilidad de que la canción de Liliana pudiera resultar de utilidad para bloquear la autoridad de Sirius; sin embargo, él no sabía cómo lo pusieron en práctica. Es por ello que él estaba decidido a averiguar qué rayos había pasado exactamente en su campo de batalla.
『 Subaru: No será fácil hablar con Liliana ahora mismo. Dejémoslo para más tarde. 』
『 Emilia: Sí… Además, es ahora cuando las canciones de Liliana son más necesarias. Quitarles eso no sería nada bueno. Pospongamos hablar con ella para mucho más tarde. 』
『 Beatrice: Estoy de acuerdo, supongo. Betty preferiría evitar a esa irritante chica, de hecho. 』
El grupo de Subaru llegó a esta conclusión mientras observaban a Liliana interpretar una pieza, cantando en voz alta con vehemente pasión. La voz cantante que se deslizaba en sus oídos era agradable y parecía empapar los corazones llenos de heridas.
En realidad, si sólo tomaban en cuenta su melodiosa voz, ella era más que digna del título de Diva. La opinión de Subaru concordaba con la de Emilia: ahora mismo, la ciudad la necesitaba.
『 ???: … 』
Subaru vio la figura de Kiritaka justo al lado de Liliana mientras ella cantaba.
Su costoso traje estaba cubierto de lodo y sangre por todos lados, y también había rastros de rasgaduras en éste. Otto le había contado que era incierto si él seguía aún con vida o si ya había perecido; y su aspecto actual parecía el resultado de haber huido a través de una batalla feroz y cruenta.
『 Subaru: Nadie parece haber tenido un cómodo escenario de combate. 』
Al notar la mirada de Subaru, Kiritaka se inclinó en su dirección. Subaru le mandó un saludo y empezó a adentrarse en el refugio una vez más, en búsqueda del siguiente de sus compañeros.
Y entonces, Beatrice, que caminaba al lado de Subaru,
『 Beatrice: No es tan importante, pero ese era el hombre que me despertó cuando me encontraba durmiendo, supongo. 』
『 Subaru: ¿Kiritaka? 』
『 Beatrice: Ese hombre incluso destruyó algunas de sus preciadas Piedras Mágicas de gran calidad, de hecho. A Betty no le importa si fue por un sentido de responsabilidad o si fue por alguien, supongo. Pero eso es lo que pasó, de hecho. 』
『 Subaru: ……Ya veo, ya veo. Eso es genial, Beako. Hiciste bien en decirlo. 』
『 Beatrice: Jmf, supongo. 』
Tras escuchar que tuvieron ayuda de una fuente inesperada, Subaru acarició la cabeza de Beatrice. Ella hizo pucheros, aparentemente de insatisfacción, pero obviamente eso sólo era una fachada.
A juzgar por lo que contó Anastasia, las acciones de Beatrice luego de despertar fueron una contribución indispensable para obtener el resultado actual. Y como Kiritaka había tomado parte de eso, entonces se podría decir que cumplió su papel como ejecutivo de la ciudad.
『 Emilia: Subaru. Parece que los heridos están en la parte más alejada del refugio. 』
Mirando a esa zona del refugio, Emilia le dijo aquello a Subaru mientras él conversaba con Beatrice. Cuando él se giró hacia el área lúgubremente iluminada señalada por la semielfa, allí en medio del bullicio, había una zona que estaba siendo utilizada como hospital improvisado.
Había colchonetas y mantas extendidas en el suelo con varias personas heridas allí. Supuestamente éste fue el primer lugar que visitó Ferris; así que, a pesar de que las personas acostadas no estaban completamente ilesas, sus vidas probablemente no corrían peligro.
『 Subaru: ¿Eso quiere decir que tratar por completo a tanta gente sería difícil, incluso para alguien del calibre de Ferris? 』
『 Beatrice: No importa qué tan hábil sea uno con la magia curativa, hay un límite para la cantidad de maná que una persona pueda poseer, de hecho. Si vas por ahí curando a cualquiera que veas en tu camino, es sólo cuestión de tiempo hasta que te quedes sin reservas, supongo. Fue una sabia decisión, de hecho. 』
Beatrice respondió luciendo ligeramente frustrada al contemplar las filas de heridos. Aunque evitaba mostrarlo, ella era un espíritu de corazón amable y de profundos sentimientos. Aunque no lo era tanto como la de Ferris, la magia curativa de Beatrice era muy efectiva. Pero la cantidad de maná que Subaru suministraba nunca alcanzaría tal nivel.
Era inevitable arrepentirse y lamentar la falta de fuerza.
『 Emilia: En verdad, a mí también me gustaría ir por ahí para tratar a todos con magia curativa. 』
『 Subaru: Tú cumples otro papel, Emilia-tan. Es por eso que necesitas dejar eso a un lado. 』
『 Emilia: Sí, lo sé. 』
Si se dejaran llevar por las emociones del momento, no serían capaces de lograr sus objetivos y terminarían echando todo a perder. Subaru le aconsejaba a Emilia controlarse a sí misma, a la par que avanzaban entre personas gimiendo por el dolor de sus heridas, con el fin de encontrar a algunos de sus conocidos entre ellos. Un poco después, finalmente fueron capaces de hallar a quien estaban buscando.
『 ???: ¡Natsuki-san, por aquí! 』
『 Subaru: ¡Hola, Otto! 』
En la última fila de los heridos había una persona saludando con la mano. Notando la familiar figura del joven, Subaru y los demás se acercaron a él con alivio.
El orgulloso Ministro de Asuntos Internos de Grado Guerrero de la Facción de Emilia —Otto Suwen— estaba acostado en una cama confeccionada y con una leve sonrisa en su pálida cara.
『 Otto: Por alguna razón siento que me han etiquetado de algo que realmente no puedo ignorar. 』
『 Subaru: Es sólo tu imaginación, Ministro de Asuntos Internos de Grado Guerrero. Una vez más contigo, la misma vieja historia, vagando por la ciudad en busca de sangre, en busca de enemigos. Cómo te gusta hacer eso. 』
『 Otto: ¡Pronto habrá rumores extraños de nuevo, ¿no vas a parar de hacer afirmaciones completamente falsas sobre mí?! 』
En vez de un saludo, Subaru intercambió bromas con Otto, quien estaba acostado. Cuando Otto gritó y dejó caer los hombros en signo de resignación, Subaru se agachó a su costado para comprobar su condición.
No parecía que tuviera heridas letales, pero ambas piernas lucían adoloridas. De hecho, aunque habían sido vendadas tras recibir magia curativa, unas manchas de sangre seguían asomándose; dando a entender que durante la batalla había recibido unas heridas realmente profundas en las piernas.
『 Emilia: Otto-kun, ¿cómo están tus heridas? 』
『 Otto: Parece que caminar me será un poco difícil hasta que me haya recuperado, pero aparte de eso no hay ningún otro trauma visible… Teniendo en cuenta que la situación de Emilia-sama debió haber sido la más difícil, es patético que yo esté severamente dañado. 』
『 Emilia: Eso no es cierto. Tus heridas demuestran que luchaste con todo tu esfuerzo, ¿no es así? Después de todo, la labor de Otto-kun no es pelear, así que es bueno que nada peor te haya pasado. 』
『 Otto: Hasta ahora, Emilia-sama es la única con un decente sentido común sobre el trabajo de un Ministro de Asuntos Internos. 』
『 Emilia: ¿Eh? 』
Al oír a Otto murmurar profundamente, Emilia ladeó la cabeza con una mirada de extrañeza.
Dejando eso a un lado, Subaru le pidió a Otto que explicara cómo terminó herido. Después de todo, se suponía que Otto debía quedarse en el Ayuntamiento y esperar reportes provenientes de varios lugares en el cuartel general.
『 Subaru: Esa herida no es por el colapso del Ayuntamiento, ¿verdad? Según lo dicho por Anastasia-san, los que se quedaron en el edificio fueron Ferris, Al y ella. 』
『 Otto: No sé exactamente qué hicieron los tres que se quedaron. Cuando abandoné el Ayuntamiento, atravesando los canales de la ciudad… me topé con Glotonería. Es por eso que terminé en este estado. 』
『 Subaru: Glotonería… Ese maldito bastardo… Maldición, también está Lujuria; ¿por cuánto tiempo más seguirán burlándose de nosotros? 』
La mente de Subaru empezó a hervir una vez más al escuchar el nombre de su enemigo jurado.
La malicia del Culto de la Bruja había burlado y socavado todo lo que habían establecido basándose en sus predicciones. Su comportamiento al ignorar las torres de control fue una burla hacia quienes se vieron envueltos en el escenario.
『 Otto: Afortunadamente, gracias a Felt-sama y al grupo de las Escamas del Dragón Blanco, de alguna forma nos las arreglamos para oponernos a ellos. Sin embargo, sin la ayuda de Beatrice-san, no sé cuál habría sido el resultado. 』
『 Beatrice: A pesar de la superioridad numérica, no soportaba verlo, supongo. 』
『 Emilia: Sí, sí. Muuuchas gracias. 』
Emilia acariciaba gentilmente a Beatrice, quien había inflado su pequeño pecho.
Esa interacción era agradable, pero lo que le interesaba a Subaru eran las acciones de Otto. Dejando de lado el resultado del encuentro con Glotonería, ¿por qué él se marchó del Ayuntamiento en primer lugar?
Incluso si hubiera estado fuera de la formación para interceptar a Lujuria, él sólo debía de haberse quedado en el refugio y nada más. No debería haber sido necesario marcharse del refugio y andar por la ciudad.
『 Otto: Debido a una de las peticiones del Culto de la Bruja… obtener cierto libro se volvió prioritario. 』
Deduciendo las dudas de Subaru, Otto habló en voz baja y —probablemente porque Emilia estaba escuchando detrás de Subaru— se refirió de manera ambigua al libro que el Culto de la Bruja había solicitado. Subaru asintió con la cabeza al notar sus preocupaciones.
『 Subaru: El que estaba con el especialista de restauración… ¿cuál era su nombre? 』
『 Otto: El Señor Darts. Nadie debería saber que él lo estaba arreglando… pero, para estar totalmente seguro, intenté recogerlo. Al final me topé con Glotonería antes de encontrarme con el Señor Darts, y éste fue el resultado. 』
Ahora entendía por qué Otto había dejado el Ayuntamiento y caminó por la ciudad a pesar de la amenaza del Culto de la Bruja. Una vez más, parecía que intentó proteger un detalle que Subaru había pasado por alto.
No había pensado lo suficiente sobre el ataque al Ayuntamiento y en la recuperación del Libro de la Sabiduría.
『 Subaru: Al menos consulta conmigo primero. ¿Somos amigos, cierto? 』
『 Otto: La señorita Emilia fue secuestrada, y también cargabas con el destino de la ciudad como un héroe, ¿acaso querías otra molesta carga encima de todo eso? Lo siento; pero no tenía intención de presionar a mis amigos con estupideces. 』
『 Subaru: Gheh. 』
Aunque tenía la intención de bromear, inesperadamente terminó respondiendo con palabras felices, haciendo que Subaru gruñera. Al oír su conversación, Emilia y Beatrice intercambiaron miradas y dieron un profundo suspiro.
『 Beatrice: Estos tipos no son honestos, supongo. 』
『 Emilia: Creo que es normal en ellos. Pero, entonces, ese libro… Sería mejor si fuéramos a recogerlo, ¿no? Emm, ¿dónde podría…? 』
『 Subaru: Ah, yo me encargaré de ese asunto; o se lo podría dejar a Garfiel. Emilia-tan no tiene que preocuparse mucho por ese libro. 』
『 Emilia: ¿Seguro? 』
Él no quería que Emilia se involucrara mucho con el Libro de la Sabiduría.
Éste tenía compatibilidad con los evangelios, y también era una especie de reliquia que la bruja dejó atrás. Evitar acercarlo a Emilia tanto como se pudiera era una de las silenciosas convicciones que Subaru guardaba dentro de sí.
『 Subaru: No obstante, quienes se encontraron con Glotonería fueron Felt y las Escamas del Dragón Blanco, ¿verdad? Dejando de lado a los mercenarios de blanco, ¿Felt no se escondió en algún lado? 』
『 Emilia: Pero… realmente no puedo imaginar a esa chica quedándose quieta en un solo lugar. 』
『 Subaru: Estoy de acuerdo. 』
Felt y su grupo habían arrestado al padre de Reinhard ―Heinkel―, y Subaru había escuchado que lo estaban vigilando. Por lo tanto, ellos no deberían haber participado en la reconquista de las torres de control, aunque probablemente no hubo nadie a quien comunicarle esa decisión.
『 Subaru: ¿Qué hay de Felt? 』
『 Otto: Ella estaba exhausta, pero no tenía ninguna herida como éstas. Justo ahora salió corriendo del refugio para recoger a los subordinados que había traído. 』
『 Subaru: Ton Chin Kan, ¿verdad? Escuché sobre eso, parece que esos chicos lo están haciendo sorpresivamente bien. 』
Aunque Subaru había tenido una buena y mala impresión de ese trío, ahora ya nada de eso quedaba. Ellos habían matado una vez a Subaru, pero en lugar de guardar rencores y querer vengarse algún día, decidió que aquello era agua pasada.
En cualquier caso, fue algo bueno que pudieran confirmar el bienestar de esa facción. Después de eso, tendrían que hacerse cargo de la tarea relacionada con el Libro de la Sabiduría, así que el siguiente problema era…
『 Otto: Natsuki-san. ――Ten cuidado en el siguiente refugio. 』
『 Subaru: ¿En el siguiente refugio? 』
Otto dijo eso en voz baja a Subaru, quien se hallaba inmerso en sus propios pensamientos. Debido a las turbulentas emociones que el Ministro de Asuntos Internos había puesto en su voz, el volumen de la voz de Subaru también bajó en respuesta.
Otto asintió levemente al escuchar la reacción de Subaru.
Y entonces…
『 Otto: Uno de los Arzobispos del Pecado está detenido allí. 』
※ ※ ※ ※ ※
『 ???: ¿Qué es esto?, ¿eres tú, cretino plebeyo? ¿Cómo te atreves a mostrar tu miserable cara en mi presencia? Semejante imprudencia es digna de fascinación más allá del asombro. 』
Tras marcharse del refugio que había sido transformado en un hospital de campaña, Subaru se dirigió al próximo siguiendo las palabras de Otto.
En comparación al refugio anterior, éste era bastante más pequeño. Si el refugio anterior era como del tamaño de un estacionamiento de un centro comercial, éste era a lo mucho del tamaño de un aparcamiento de bicicletas.
Inmediatamente después de tener la vaga impresión de que su propósito —aunque fuera un refugio— era probablemente diferente, la mujer de rojo, quien se había instalado en la entrada del edificio, le habló a Subaru.
El nombre de aquella mujer era Priscilla Barielle.
Entre las candidatas de la Selección Real que se reunieron en la ciudad, ella era la que carecía completamente de una actitud cooperativa.
Aun así, era indudablemente una aliada confiable en esta situación. Sumado a eso, fue Priscilla quien estuvo a cargo de aquella psicópata: Sirius, la Arzobispa de la Ira.
Que hubiera sido capaz de destruir esa amenaza de manera tan espléndida y regresara ilesa, era un resultado digno de ser alabado.
『 Subaru: Que no te guste mi cara es una subjetividad tuya, así que está bien; por ahora, felicitaciones por el trabajo de ambas. Me alivia que hayan regresado a salvo. No te estoy adulando. 』
『 Priscilla: Mi subjetividad personal es el sentido estético que más hay que respetar en el mundo. Ni siquiera vale la pena evaluar lo que tiene que decir un cretino como tú. ——Bueno, está bien. Sin embargo, no hay palabras que puedas decir en defensa de tu ceguera al decir «a salvo» al verme. 』
『 Subaru: ¿Eh? ¿Estás herida o algo? 』
Priscilla estaba abanicándose sentada en una silla en la entrada del refugio. Observando sus extremidades superiores e inferiores, no podía encontrarse ninguna lesión o algo por el estilo.
No, no se trataba de si estaba herida o no. La piel blanca de Priscilla no tenía ningún rasguño, incluso el vestido que llevaba estaba intacto, no tenía una partícula de polvo o suciedad. Si hubiera alguna diferencia entre el antes y el después de la batalla, sería respecto a su accesorio para el cuello y que su cabello se había soltado.
『 Emilia: Tu collar y tu pinza para el cabello… ¿los perdiste en algún lado? 』
『 Priscilla: Mmm… ¿Así que incluso un plebeyo con un ojo tan indiferente se daría cuenta de ello si es una mujer? Aunque no me gusta esa forma grosera de llamarlo collar. Parece traer resentimiento. 』
『 Emilia: ¿En serio «no estás a salvo» por lo de tus accesorios? 』
Ante las ingenuas e inocentes palabras de Emilia, Priscilla resopló en respuesta.
Ciertamente, había perdido su lujoso collar con gemas incrustadas, así como la horquilla que mantenía su cabello naranja en su lugar. El aroma de su encanto aumentó cuando se soltó el cabello que normalmente se mantenía en su lugar, qué mujer tan pecadora.
Para empezar, el radiante brillo que emanaba Priscilla era más como la de una flor venenosa. Si te acercabas demasiado, terminarías siendo punzado.
『 Subaru: No me apetece que me puncen. ¿Por qué te molestas en quedarte en este refugio? No pensé que tuvieras una personalidad tan admirable como para ofrecerte como voluntaria a hacer guardia. 』
『 Priscilla: Tonterías. Yo no debería hacer este tipo de trabajos característicos de los plebeyos. No es mi intención estar en un lugar como éste, pero no puedo permitir que otros miren mi sentido de la belleza ahora. Así que evité la mirada del público como un compromiso. Además, Al insistió. 』
『 Subaru: Creo que él lo negaría de inmediato si estuviera aquí. 』
Mientras imaginaba esos exagerados movimientos de negación del casco de metal, Subaru dirigió su mirada hacia la entrada del refugio. No vio al casco de metal, pero oyó que estaba en el refugio. En otras palabras, no estaba fuera, sino dentro del edificio, junto a la Arzobispa del Pecado.
『 Subaru: ¿Al está vigilando dentro? 』
『 Priscilla: Exacto. No sabemos qué maldad podría surgir si la dejamos en paz. De ahí que Al esté vigilándola. Tratándose de él, debería hacer un buen trabajo. 』
『 Subaru: ……Así que crees que él no intentaría asesinarla. Eso es inesperado. 』
『 Priscilla: Él puede hacerlo si quiere. No voy a detenerlo. 』
Luciendo como si se hubiera aburrido de responderle, Priscilla bostezó mientras cubría su boca con su abanico. Esa parecía ser su forma de expresar indiferencia a la pregunta de Subaru.
Ella no tenía intención de detenerlo si entraba al edificio. Subaru miró hacia la entrada del refugio y colocó su mano sobre el pecho, donde los latidos de su corazón se habían acelerado un poco.
『 Emilia: Subaru, si tienes miedo de entrar, no es necesario que te fuerces a hacerlo. 』
『 Beatrice: Ciertamente, de hecho. No creo que obtengamos algo de eso, supongo. 』
Emilia y Beatrice expresaron sus gentiles opiniones hacia Subaru, quien se había detenido en seco. Sentía que quería dejarse mimar por sus preocupaciones. Sin embargo, tan pronto como ese pensamiento cruzó su mente, notó la cruel mirada de Priscilla mirándolo por el rabillo del ojo.
Era una mirada que consideraba la indecisión y todas las dudas de Subaru como una aburrida farsa.
Tanto si avanzaba como si retrocedía, la evaluación de Priscilla de Subaru probablemente no cambiaría. A Subaru, a quien despiadadamente le había dado la evaluación más baja, eso no le importaba.
A él no le importaba, pero lamentaba que las dos que estaban con él también hubieran sido evaluadas de esa manera.
『 Subaru: Voy a entrar. En cualquier caso, no es un problema del que tenga que escapar. 』
Emilia y Beatrice: 『 … 』
Subaru tomó una decisión y ninguna de ellas dio una opinión a favor o en contra. Sólo siguieron a su lado, respetando su decisión.
Entonces, con ambas acompañándolo, Subaru colocó un pie en el oscuro refugio. Priscilla ya no los observaba más de espaldas. Es propio de ella, pensó Subaru.
Con el reseco sonido de sus pasos, se adentraron en el edificio de piedra. Pronto pudieron ver el final del pasaje, y delante del camino que giraba a la izquierda…
『 ???: ……¿Eres tú, colega? Escuché la voz de la princesa, así que supuse que estaba hablando con alguien. 』
Agazapado en el pasillo y llevando su Espada del Dragón Azul en el hombro, el hombre con casco de metal ―Al― los estaba esperando. Cuando vio a Subaru y a los demás dirigiéndose hacia él, dirigió su atención a Emilia.
『 Al: Oh, parece que la señorita también se encuentra estupendamente. Buen trabajo, colega. 』
『 Subaru: Es porque el bienestar de Emilia-tan era mi requisito mínimo para la victoria. Además, con respecto a ti, he oído que te has encontrado con muchos problemas. Las irracionalidades de Priscilla en particular fueron una locura. 』
『 Al: Sí, totalmente. Naturalmente, yo también me preguntaba qué estaba pasando con ella esta vez. Bueno, no, casi siempre me pregunto qué pasa, así que no tengo poder de persuasión. 』
『 Emilia: Pero no parece que eso te disguste. 』
『 Al: … 』
Al, quien había refunfuñando algo así como una queja sobre su líder Priscilla, fue golpeado de frente por las inocentes palabras de Emilia. No podía ver lo que estaba oculto detrás del casco, pero ella tuvo la impresión de que los labios de Al adoptaron forma de へ.
En la práctica, era un hombre que Priscilla siempre arrastraba a todas partes y, a pesar de eso, todavía quería ser su sirviente. Subaru supuso que tenían una relación que los demás no podrían entender.
Por un momento, Al torció su cuello en un ambiente que se sentía como si éste lo hubiera devorado, golpeó su hombro con el borde de su Espada del Dragón Azul y abruptamente dirigió su mirada hacia la parte de atrás del pasillo,
『 Al: No tiene mucho sentido preguntarlo dado que ustedes han venido hasta aquí, pero… ¿vinieron para hablar con la Arzobispa del Pecado? 』
『 Beatrice: ¿Crees que hay otro propósito, supongo? Es imposible que el grupo de Betty se molestara en venir a perder el tiempo hablando con el guardia, de hecho. 』
『 Al: Esta niña sí que es mordaz, ¿eh? No te pongas tan nerviosa, Beako… ¿no es así? 』
『 Beatrice: … 』
En vista de la fría y aguda mirada de Beatrice, Al negó deliberadamente con la cabeza. Beatrice parecía estar a punto de agarrarlo aun a pesar de su diferencia de estatura, pero Subaru la mantuvo a raya y miró a Al, quien había iniciado esta provocación innecesaria.
『 Subaru: Entiendo más o menos por qué estás disgustado, pero por favor, no la provoques. Beako, tú también, no caigas en algo como esto. Lídialo con la dignidad de un adulto. 』
『 Beatrice: Betty sólo permite que Subaru me llame de esa manera, supongo. La próxima vez que me llames así, lo que te espera es un terrible y extremo castigo, de hecho. 』
『 Al: Está bien, está bien; lo entiendo. No se puede ser más fría. 』
Mientras hablaba, Al se movió a un lado del pasillo y les dio paso. Cuando se adentraron más en el pasillo, divisaron una puerta delante de ellos. Seguramente la Arzobispa del Pecado estaba encerrada allí.
De repente, Subaru sintió hormigueos en la parte posterior del cuello y empezó a soltar quejidos por la tensión que le provocaba.
『 Al: La Arzobispa del Pecado se encuentra al fondo. Está bien retenida para que no pueda cometer maldades, así que, por ahora, no creo que esto termine en una matanza. ――También, te daré un solo consejo. 』
『 Subaru: ¿Consejo? 』
『 Al: Colega, la señorita y también ese espíritu. Sería mejor que regresaran a casa sin hablar con ella. Nada bueno puede salir si terminan involucrándose. Sólo olvídenlo y vuelvan. 』
『 Subaru: ……Es imposible que hagamos eso. 』
Bajando el tono de su voz, expresó su opinión seriamente. Negando esas palabras con un movimiento de cabeza, Subaru respondió que no podía hacerlo y rechazó su sugerencia.
Ante la respuesta de Subaru, Al dejó salir un 『 Me lo imaginaba 』 junto con un suspiro.
『 Al: Diga lo que diga, creo que nunca consigo tener mucha credibilidad. Esta vez, mi comportamiento estuvo mal; no tengo ninguna excusa para eso. 』
『 Subaru: No, no es por eso. Bueno, es cierto que no cooperaste, pero eso no significa que no te escucharé. No te confundas. 』
Teniendo en cuenta las terribles palabras de autocastigo de Al, Subaru señaló la puerta al final del pasillo. El deber que tenía con la persona que estaba dentro era un problema sólo de Subaru.
Habiendo transmitido sus intenciones, Al se sentó con un plunk. Y, mientras señalaba la puerta al final del pasillo con la cabeza,
『 Al: No dejes de ser tu mismo mientras le hables, eh. 』
『 Subaru: Entendido, no dudes en ayudarme si algo sucede. 』
『 Al: Si eso llegara a pasar, enviaría a la princesa; así que pase lo que pase, ella los enviará directo al paraíso. 』
Tras una conversación de último minuto, Subaru y los demás se despidieron de Al y se dirigieron hacia la puerta que conducía a la habitación cerrada. De ella emanaba algo que les hizo sentir una extraña sensación de opresión en el ambiente.
Habiendo llegado hasta aquí, aunque lo estaba intentando, no podía evitar aquella sensación; así que, con determinación, Subaru agarró el pomo de la puerta y la abrió con fuerza.
――Era una habitación estrecha en la que el aire que fluía olía a polvo.
Su fuente de luz era pequeña y tenue, incluso para un refugio; de hecho, apenas podía considerarse uno. Era una habitación tan estrecha que a lo mucho podría caber cinco o seis personas en ella. Si se llenará a tope, la falta de aire se sentiría con facilidad.
Y en medio de esa habitación…
『 ???: ……Ajá. Así que viniste, querido. ¿Lamento los inconvenientes? Gracias. 』
Encima de una vieja silla, con su cuerpo completamente atado por cadenas, estaba aquella psicópata――Sirius los estaba esperando.