Traducción:
Dannx
Corrección y edición:
Jair // Carlos (Primera corrección)
Carlos (Segunda corrección)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)
※ ※ ※ ※ ※
『 Ricardo: ¿Por qué esa cara? ¿Hay argo que te
preocupe? 』
Justo antes de llegar a la torre de control, Ricardo habló con el
caballero, cuya expresión era rígida.
Deteniéndose, Julius alzó una ceja, sorprendido.
『 Julius: Qué inesperado, Ricardo. Nunca imaginé que tú
mostrarías preocupación por los problemas de los demás. 』
『 Ricardo: No confundas esa frase con argo má'.
Sólo 'toy yo contigo. Digas lo que
digas, será un secreto también para la señorita. 』
『 Julius: ...Bueno,
tampoco es que estés equivocado. 』
Aunque era raro, Ricardo a menudo hacía acertadas observaciones sobre la
gente.
De no ser así, no habría sido capaz de asumir su papel como líder de Colmillo
de Hierro; cualquiera lo pensaría al escuchar meros fragmentos de su
espléndida carrera. Preocuparte sólo por ti mismo e ignorar tus alrededores no
era manera de sobrevivir. Esto se aplicaba tanto a esclavos como a mercenarios.
『 Julius: Eso de «yerno» me asusta. No tengo esa clase de
extraños sentimientos hacia Anastasia-sama. 』
『 Ricardo: ¿Qué?, es cosa de la señorita, eh. Quizá sea
sobre Mimi. Ademá', ella no ha logra'o convencer a la señorita
aún. 』
『 Julius: … 』
Julius sonrió amargamente. El gesto de suavemente agitar su cabeza fue
agraciado como siempre, pero esta vez le faltaba precisión a la hora de escoger
las palabras apropiadas.
Y al ver ese gesto,
『 Ricardo: Hay argo raro con la reconquista der
Ayuntamiento. La señorita también lo piensa. Ella no ha oí'o musho
ar respecto, pero yo forzaré a que sarga to'o. 』
『 Julius: Parece que no tienes piedad. 』
『 Ricardo: Por supuesto, es cuestión de vida o muerte. No quiero
darle la esparda a arguien que 'tá confuso. ¿Vas a hacer arguna
clase de excusa pa' negarlo? 』
『 Julius: …No, es justo como dices. Era yo quien estaba
equivocado. Ciertamente, que yo dude en hablar incrementa el riesgo que
corremos. 』
Julius asintió con la cabeza a Ricardo, y arqueó sus cejas con elegancia.
Sin embargo, Julius no dijo nada más. Viendo esto, Ricardo se deshizo de
su aletargamiento y habló con voz decaída.
『 Ricardo: ¿Por qué te detienes? Es triste que 'tés
tan confundi'o. Sólo déjalo salir to'o y habla con franqueza, ¿no
pue'es ar meno' hacer eso? ¿Qué te lo impi'e? 』
『 Julius: … 』
『 Ricardo: Julius. 』
『 Julius: Me disculpo. No logro escoger las palabras
apropiadas para expresar lo que quiero decir. El motivo de mi preocupación es,
como has adivinado, el Arzobispo del Pecado que fue encontrado en el Ayuntamiento. Roy Alphard de Glotonería, era él, sin duda alguna. Sin
duda, pero... 』
Julius cortó sus palabras a medio camino al tiempo que sus ojos amarillos
se llenaban de incertidumbre.
『 Julius: Al igual que otros Arzobispos del Pecado, quizá Glotonería
también posea una habilidad inexplicable. El poder de alimentarse de recuerdos
y de nombres fue descubierto hace tiempo en la batalla contra la Ballena Blanca.
Sin embargo... 』
『 Ricardo: ¡Julius! 』
Ricardo gritó al instante que cierta ansiedad se aposentó en su corazón.
Julius inmediatamente reconoció lo que significaba.
—La atmósfera se sacudió, todo sonido desapareció del mundo, y una luz se
alzó en el cielo.
Sólo podía haber una situación en que esa extraordinaria luz inundara el
cielo nocturno. Debía ser el resultado de un ataque del individuo más fuerte de
este mundo.
『 Ricardo: Qué técnica tan vistosa. Pue'o asumir
que se trata der Santo de la Espada, ¿no? 』
『 Julius: Ah, Reinhard, cierto. Parece ser que Subaru y
los otros ya han entrado en contacto con Codicia. No podemos permitirnos
más demoras. Debemos apresurarnos. 』
Cuando un Arzobispo del Pecado era atacado, los demás Arzobispos no se
reunían para defenderse y contraatacar; pero eso no significaba que no fueran a
tomar alguna clase de acción.
Julius y Ricardo aceleraron el paso, aproximándose a la torre de control.
『 Ricardo: ¿Qué pasa con ese tar Glotonería?
¿Dices que es un monstruo extraordinario? 』
Cargando en el hombro su enorme machete, Ricardo presionó a Julius para
que continuara lo que estaba diciendo antes de la interrupción. Éste giró la
cabeza y miró hacia atrás, con una expresión que negaba lo que acababa de
decir.
『 Julius: No. Aunque la vez anterior no pareció que atacara en serio, la habilidad de Glotonería no
parece ir más allá del conocimiento humano en sí mismo. Si nosotros dos somos
sus oponentes, será suficiente para enfrentarse a él. —Sin embargo, la
excentricidad del enemigo es un asunto totalmente diferente. 』
『 Ricardo: … 』
La inevitable preocupación que Julius sentía era por el hecho de que él
mismo no conocía el límite de su verdadera excentricidad. Y el inusual egoísmo
de Julius le había hecho evitar mencionar esto durante la reunión estratégica
anterior.
Para Julius, Glotonería era un oponente perturbador e
impredecible; pero aún así, creía que era su deber cruzar espadas con él.
Ricardo no conocía la razón.
Podría decirse que ni siquiera Julius lo sabía con certeza.
Corriendo sobre el adoquinado, doblaron la esquina hacia la salida de la calle.
Allí se encontraba una de las cuatro torres de control,
pintada de diferente color al resto de los edificios; y frente a ella estaba...
『 ???: A~h, sabíamos que vendrían. Esperábamos que
vinieran, eh. ¡Así eh, así es, así sí es, así es ¿cierto?, así es ¿verdad?, creo que así es, ¿no es así?, parece que
así es eh, precisamente porque parece que así es—! ¡Valió la pena la espera—! 』
—Delante de la entrada de la torre de control, un único chico se
encontraba de pie en medio de la plaza adoquinada.
Vestido con sucios harapos, de cabello castaño oscuro, dejado crecer
durante un largo tiempo hasta llegar a una longitud considerable. Sus ojos
desquiciados brillando de felicidad, su boca dejando ver sus caninos afilados y
una lengua que goteaba, colgando de ella.
Era un chico joven, con ambos brazos colgando hacia abajo. No importa
cómo lo miraras, apenas parecía tener fuerza alguna y se veía como un simple
niño vagabundo, pero un aura peligrosa manaba de su cuerpo.
『 Ricardo: Sólo pa' confirmar… Es ér, ¿cierto?
』
No hacía falta preguntarlo. No cabía duda de que era él; estaba confirmado.
Como respuesta a Ricardo, Julius sólo bajó la barbilla silenciosamente.
No había duda o error posible: el Arzobispo del Pecado de Glotonería
se encontraba frente a ellos.
Él era la peor clase de pecador que depredaba los nombres y recuerdos de
otras personas.
『 Julius: Roy Alphard… 』
『 Roy: Sí, respuesta correcta. Ese es nuestro nombre. Estamos
felices de que lo recuerdes. Felices eh. Felices ¿eh? Creo que felices. Porque estamos felices. Precisamente
porque estamos felices, ¡bebiendo glotonamente—! ¡Comiendo glotonamente—! Sería provechoso
comer, y beber, e~h. Y también… 』
Declarando su nombre, Alphard rio con terrible brutalidad. Miró con
fiereza directamente a Ricardo, parado justo al lado de Julius.
Su boca se abrió y sus orificios nasales se ensancharon mientras sus ojos
se llenaban de éxtasis.
『 Roy: Y esta vez parece que obtendremos un cachorrito.
Eso nos hace indescriptiblemente felices. Después de todo, nuestro estómago
habría estado en apuros si fuera sólo Julius Euclius-kun,
e~h. Digas lo que digas, no habría tenido ningún tipo de sabor, ¿no creen? 』
『 Julius: Por
lo visto he empezado a aburrirme de tus insultos. De modo que para terminar con esto rápido,
pedí a mi amigo que me acompañara esta vez. Aunque es poco elegante tener a más
de una persona… 』
『 Roy: A~h, es buena, esa forma de comenzar. Hacer eso
para subir la confianza en sí mismo puede ser bueno y típico de Julius-kun, e~h;
pero también de mal gusto. Nuestro paladar es exigente, por lo que saborear eso
es un poco problemático; aún así, nos intriga, ya que ¡Julius-kun es uno de los
de mayor nivel que hemos visto hasta ahora—! Ordenado y consistente, e~h. 』
『 Julius: Vaya vaya… A pesar del gran recibimiento de
antes,
dices cosas muy poco amigables después. 』
『 Roy: ¡Eso sí es inevitable—! Nuestra,
nuestra intención no es esa… es
que somos un tira y afloja constante. Pero queremos que ignores un poco esta ligera desigualdad
de personalidad, porque tal es nuestra esencia—. 』
Agitando sus brazos, Alphard no cambió su postura hasta el final. Ante esa actitud provocativa, Julius se mantuvo en calma, pero Ricardo fue incapaz de contener su desagrado. Chasqueó su lengua e hizo crujir los huesos de su cuello.
『 Ricardo: Oh,no tienes pelos en la lengua, ¿eh, shico? Pero si crees que me contendré sólo porque seas un shico, 'tas mu' equivoca'o. Lo que obtendrás por tus peca'os no será mu' bonito. Yo sería capaz de atravesar dimensiones sólo pa' darte una paliza. Aplastaré esa cabeza que tienes, shico.
』
『 Roy: Oh, qué miedo, qué miedo. No nos mires con esa cara
que dá miedo. Nos disculpamos si te ofendimos al llamarte «cachorrito», e~h,
Ricardo Welkin. Aún así, hace tiempo que ansiábamos encontrarte,
¿sabes? ¡No nos asustes, con esa ruda y fuerte voz tuya, e~h! 』
『 Ricardo: ¿—? 』
Habiendo sido llamado por su nombre, Ricardo miró de reojo a Julius, quien
había
fruncido el ceño.
Era extraño. Las palabras de Alphard no deberían
ser más que
los delirios de un loco, pero la enorme sensación de incomodidad no podía ser
fácilmente ignorada. Por ejemplo, ¿en qué momento aprendió el nombre de
Ricardo?
『 Ricardo: Mardito mocoso
espeluznante…
¿De
dónde y cómo es que sabes nuestros nombres? 』
『 Roy: No he hecho algo tan sabio como intentar investigarlo,
e~h. Es sólo que, para nosotros, es obvio saberlo. ¿No es así, Julius-ku~n?
』
『 Julius: Aunque quieras que asienta, no puedo responderte. No sé
tanto sobre ti. Si lo harás así, de la misma forma romperé el flujo. 』
『 Roy: ¿Ves?, ahí está esa aburrida conclusión de nuevo. Aunque nos
preocupa mucho, ¡es angustiante, insatisfactorio y desagradable—! Esconderlo en el corazón, ¡priorizar pensar en los demás antes que en uno mismo—! Es algo virtuoso en un caballero, e~h; pero muy aburrido como
persona. 』
Desenvainando su espada de caballero, los labios de Julius susurraron algo en voz muy
baja.
Inmediatamente después, seis luces extremadamente brillantes rodearon a
Julius.
Eran los seis cuasiespíritus que siempre acompañaban a Julius.
La combinación de esgrima y artes espirituales era lo que convertía a Julius en el más caballero de los Caballeros.
『 Roy: Ni el aroma del sentimiento de inferioridad, ni la
rica textura de experimentar frustración, ni siquiera la dulzura de un fuerte
deseo, o el
inusual sabor de la satisfacción luego de haber crecido, ¡no tienes na~da de eso—! 』
『 Julius: —Ricardo, ve con todo lo que tengas desde el
principio. Trabajemos juntos. 』
『 Ricardo: Sí, déjamelo a mí. 』
Agitando sus brazos, Alphard reveló las dagas atadas a sus muñecas.
Empuñar dos dagas era el estilo de combate de Glotonería, pero no
parecía suficiente para defenderse de la magia de Julius o de los golpes de
Ricardo.
Siempre que la pelea no fuera una emboscada, la victoria y la derrota de
cada uno ya era previsible.
Aun así, los ojos de Ricardo veían que la actitud
de Alphard
no parecía la de alguien que iba a afrontar una batalla perdida.
『 Julius: Caballero Espiritual, Julius Euclius. 』
Manteniendo sus modales, Julius anunció su nombre antes de la batalla.
Pero Ricardo, quien cargaba un gran machete y estaba junto a él, no
sentía tal obligación moral. Ambos enfocaron sus ojos, esperando que Glotonería
diera su identidad.
Ante la intensa mirada de Ricardo, que no le inquietaba en absoluto, Alphard rio.
『 Roy: ¡Bien eh, muy bien, creo que bien, tal vez bien, bien ¿no?, bien ¿verdad?, bien ¿no
crees?, parece bien eh, creo que parece bien eh, precisamente porque parece bien—! ¡Beber glotonamente—! ¡Comer glotonamente—! ¡Paladar exquisito,
paladar vulgar, saciedad, empacho—! ¡Desabrida, con poco
sazón, de buen sabor, exquisiteces—! ¡Lo devoraremos todo—! Incluso una vida sin sabor, es
un nuevo sabor para nosotros—! 』
『 Julius: —El Clausel. 』
La intensidad de los seis colores dibujó un círculo frente a los ojos de
Julius, y una luz extremadamente brillante emanó de la punta de su espada y se
dirigió a apuñalar el centro de Alphard.
Múltiples afinidades se mezclaron, y el poder destructivo se convirtió en
un haz de arcoíris que podría tragarse todo.
Justo detrás de la luz cegadora, Ricardo cargó hacia
adelante con tal impulso que rompió el adoquinado. Blandiendo su enorme machete, como si
intentara acorralar a Alphard contra la intensa luz.
Un poderoso ataque con el machete y una destructiva
luz
arcoíris——ante ambas cosas, Alphard mostró sus colmillos
atrozmente.
『 Roy: —En verdad, nii-sama es tan magnífico como imaginábamos.
Qué deleite—. 』
※ ※ ※ ※ ※
—Bajo la luna, destellos plateados cortaban a través del viento mientras las chispas saltaban en una
sinfonía de espadas.
El primer músico era el Demonio de la Espada que blandía un par de espadas gemelas con encrespadas notas.
Su compañera le interceptó; una espadachina cuyos movimientos fluían como la corriente de
un gentil riachuelo.
Destellos de metal danzaban por el aire; el choque del acero debía de
haber sonado cruel, y sin embargo, de algún modo, esta sinfonía era nostálgica
y melancólica. El clamor de precisas y afiladas colisiones recordaba a las gentiles caricias
de un par de amantes.
La razón era simple: estos dos espadachines se complementaban el uno al
otro a un nivel más allá de la perfección.
『 Wilhelm: ¡Haaah!
』
El Demonio de la Espada exhaló mientras liberaba un
sinnúmero de golpes desde todos los ángulos y trayectorias.
Esos precisos arcos eran prácticamente una obra de arte, sus limpios
movimientos eran el estándar ideal para
todos los aspirantes espadachines.
Su habilidad natural era tan impresionante que cualquiera que se llamara
a sí mismo caballero estaría tan cautivado que su derrota estaría garantizada; y sin embargo él,
simplemente, como si fuera lo más natural, soltaba incontables olas de ataques
una tras otra.
『 Thearesia: … 』
Un único golpe sería más que fatal, en esta lluvia inagotable de muerte.
Sin embargo, este incomparable huracán estaba siendo interceptado por una espada larga cuya
dueña era increíblemente extraordinaria.
Lo que era más: esa espada tenía una característica inusual.
La longitud de la espada, tan alta como su dueña, era demasiado grande
para considerarla un arma usable; sin embargo, la delgada espadachina blandía la enorme hoja
como si no pesara nada.
Aunque la dueña de la espada estaba cubierta de pies a cabeza en una túnica negra que
debería obstruir su visión, la punta de su espada fluía como si danzara a través del agua.
Ya fuera en términos de velocidad o perfección, las espadas gemelas superaban por mucho a la
espada larga.
Aun
así, todos y cada uno de los ataques del Demonio
de la Espada eran interceptados y desviados, sin excepción.
Entre las chispas y los fuertes sonidos del metal, con un siseo casi
compadecido hacia el Demonio de la Espada, la
espadachina
saltó hacia atrás. Un paso muy tardío para reaccionar al inesperado movimiento,
y justo
cuando
él se echaba hacia adelante, el brillo de una espada se aproximó a su frente.
『 Wilhelm: …gh. 』
Brillando frente a él había un golpe que no podía permitir que le tocara.
Éste era un ataque especializado que destelló más rápido que un
parpadeo, lo que ocultaba la hoja que se aproximaba. Si no fuera por su amplia experiencia luchando con
ella, él habría sido incapaz de ver a través de la muerte inminente que había
estado a punto de recibir, y ese brillo habría atravesado su cerebro, matándolo.
La piel entre sus cejas le ardió debido a lo cerca que había
estado. En un instante, el Demonio de la
Espada echó a un lado sus recelos y comenzó a perseguir a la mujer que se
había detenido en su pose para hacer una estocada.
『 Wilhelm: huu, kuu. 』
『 Thearesia: … 』
『 Thearesia: … 』
Antes siquiera de haberse recuperado lo suficiente como para contraatacar, la mujer hundió sus
pies en la piel de él.
Los delicados dedos presionaron sus bien entrenados músculos abdominales
e hicieron temblar sus órganos; el peso de su patada dobló el cuerpo de Wilhelm
y un destello plateado dibujó un arco, que pasó cerca de su cabeza.
La brillante espada voló firme y directa, como si quisiera cortar la
luna.
Habiendo llegado al punto más alto de su vuelo, la espada comenzó a descender de
vuelta al suelo, cortando a través de la atmósfera y dirigiéndose a cortar en
dos al Demonio de la
Espada.
El poder tras ese ataque era incomparable a cualquiera de los anteriores;
tanto la mortalidad de la espada en sí misma como
la habilidad de su dueña para
blandirla,
eran más que capaces de partir un cuerpo humano por la mitad.
Aproximándose en el más corto de los destellos, esta muerte segura se
acercaba.
『 Wilhelm: ¡Deja de menospreciarme! 』
Todavía doblado, inmediatamente alzó ambos brazos, que temblaron al
tiempo que chocaban con la aplastante fuerza sobre su cabeza.
Las espadas del Demonio de la
Espada se superpusieron una sobre otra mientras atrapaban la espada
larga que
caía sobre él, quien apretó sus mandíbulas bajo su increíble poder. Incapaz de
repelerlo por completo, sus brazos comenzaron a bajar; levemente, la hoja
perforó su frente.
Sangre brotó de ella, tiñendo de rojo su vista. Sin embargo, no había caído de rodillas, y sus espadas
no se habían roto.
『 Wilhelm: ¡KuuuU—! 』
Los brazos conteniendo a la espada larga fueron forzados hacia
arriba, empujando la espada de nuevo.
Lanzando la pesada espada a un lado, el choque residual agitó el cuerpo
de la espadachina ante él; y aprovechando el momento, él pateó hacia adelante.
La fuerza que debía haber impactado en el suelo fue, en vez de eso, redirigida hacia el
cuerpo de la mujer en el aire. La combinación de la fuerza de la espada en
caída y la patada lanzaron lejos a la mujer. El anciano Demonio de la Espada se lanzó hacia el delgado cuerpo que no tenía
a dónde huir.
Una apertura.
Contra la espadachina cuyo cuerpo había sido lanzado por el aire, sin una
ruta de escape, el Demonio de la Espada
bajó su hombro y lanzó un ataque.
Acercándose a su cuerpo volando, el ataque vino simultáneamente desde
arriba y abajo. Al unísono, las dos espadas hicieron un arco, cerniéndose sobre
el cuerpo grácil de la mujer como la mordida de una bestia salvaje.
En el aire, con su espalda vuelta hacia él, ella no podría contraatacar.
Sin embargo, la convicción tras ese ataque se vio
perturbada.
『 Wilhelm: …gh. 』
La capucha que cubría la cabeza de la mujer, incapaz de ignorar la
gravedad que tiraba de ella mientras la mujer giraba su cuerpo, se echó atrás,
revelando lo que había estado ocultando.
『 Wilhelm: … 』
Cuando eso entró en su campo de visión, el ataque del
espadachín
acarreó una imperfección que existió por menos de un solo instante.
Un error, una ligera desviación de la perfección, increíblemente sutil.
Aun así, nadie más sería capaz de bloquear este ataque.
Sin embargo, considerando al oponente actual del Demonio de la Espada, este error era fatal. Esa turbia hoja nunca
podría alcanzar a una existencia que una vez consiguió el favor del Dios de la Espada.
『 Wilhelm: … 』
Al ver la escena frente a él, un escalofrío trabó la garganta del Demonio de la Espada.
Ese certero golpe había sido interceptado a medio camino, justo antes de alcanzar a la
mujer.
No había sido nada especial. La mujer simplemente alzó su espada larga en el aire y la situó
entre las espadas gemelas que venían de arriba y abajo. Tan fácil como poner un
palo entre las mandíbulas de una bestia.
La hoja y el mango de su espada larga atraparon por completo el avance de
las dos espadas. Lo que hizo que el Demonio
de la Espada se estremeciera fue ese mordisco del acero con el acero que
sonó sólo una vez.
Haber detenido las dos espadas con sólo un estridente sonido significaba
que ella había calculado hasta los milisegundos del momento exacto en que ambas
chocarían con su propia arma.
Lo realmente terrible era la claridad de visión necesaria, habilidad y
nervios de acero necesarios para intentar siquiera hacer algo así sin
el más mínimo temblor.
『 Wilhelm: —kuu. 』
La hazaña, tan alejada de lo que el sentido común consideraba posible,
robó un suspiro a la garganta del Demonio
de la Espada.
En ese instante, la pierna de la mujer aún atrapada entre las espadas surcó el
aire en un
amplio arco, pateando las manos del Demonio
de la Espada, que aún descansaban donde su ataque había sido detenido.
El impacto le hizo soltar las armas en sus manos y, en ese momento, se
encontró a sí mismo completamente indefenso.
Inmediatamente después, la espada larga se deslizó por el aire
horizontalmente como para segar al enemigo, acabando la agonía presente en la
atmósfera.
Era tal la velocidad a la que la espada se aproximaba —y sobre todo
el alcance—, que, aunque
tuviera un
poco de tiempo y distancia, el espadachín con las manos vacías no tenía forma
de evitarlo.
La espada larga atravesando su piel y perforando sus órganos y cercenando
su columna vertebral, entrando por su lado derecho en un solo movimiento y partiendo su cuerpo por la
mitad—derramando sangre y órganos
internos, el cuerpo ya castigado por la avanzada edad rompiéndose con el golpe.
Ese era el destino que le esperaba.
Ese era el inevitable final, la conclusión de aquel encuentro.
Llegado el fin de su vida, habiendo perdido todo, no podía siquiera
aferrarse a una oportunidad de redención.
—Esa clase de conclusión era simplemente inaceptable.
『 Wilhelm: ¡¡RAAAAAAAAAAAAH—!! 』
Se rebeló contra el sangriento final que por un segundo atravesó su
mente.
La garganta del Demonio de la
Espada ardió con la escena final de esa ilusión, la vitalidad de sus años
de ocaso estallando desde su interior. Rompiendo los límites de la
concentración de tal modo que incluso el paso del tiempo se detuvo, sólo él y
su oponente existían en ese momento, el sonido y los colores del mundo
perdiendo nitidez.
La inminente hoja trazó una inesperada órbita para clavarse en su cuerpo.
Lentamente sintiendo cómo la hoja laceraba su frágil piel, junto al dolor
y calor del sangrado, y como si la fuerza natural de la gravedad se hubiera
incrementado diez veces, concentró toda su fuerza en la planta de sus pies.
Enterrando sus talones con tanta fuerza que quebró el
adoquinado,
redirigió la fuerza del balanceo de sus brazos hacia la derecha, creando un
movimiento de reacción.
Volteando su cuerpo con la distancia más corta y el mejor ángulo, girando
hacia un lado como si estuviera acercándose a la hoja que rozaba su cuerpo, se
trataba de una forma de evasión que le permitía moverse junto a la hoja que se
deslizaba por su costado.
『 Thearesia: … 』
Habiendo frustrado su ataque, la continuación del ataque de la
espadachina fue demorado por un breve momento.
En esos instantes, el Demonio de la Espada retrocedió varios pasos, atrapando sus espadas gemelas en el aire. Con un suspiro, puso la palma de su mano en su costado, revisando la profundidad de la herida.
En esos instantes, el Demonio de la Espada retrocedió varios pasos, atrapando sus espadas gemelas en el aire. Con un suspiro, puso la palma de su mano en su costado, revisando la profundidad de la herida.
Ciertamente no era un simple arañazo.
Después de todo, se había girado mientras la espada invadía su cuerpo. Girarse mientras sufría un corte naturalmente abriría una herida.
Afortunadamente, había logrado impedir que la hoja alcanzara sus órganos, apenas por un pelín de distancia, pero la cantidad de sangre que salía de la herida que estuvo a milímetros de tocar sus entrañas no era ignorable.
Para una persona ordinaria, ésta sería una herida severa. Y aunque lo normal sería recibir tratamiento y descansar—
Después de todo, se había girado mientras la espada invadía su cuerpo. Girarse mientras sufría un corte naturalmente abriría una herida.
Afortunadamente, había logrado impedir que la hoja alcanzara sus órganos, apenas por un pelín de distancia, pero la cantidad de sangre que salía de la herida que estuvo a milímetros de tocar sus entrañas no era ignorable.
Para una persona ordinaria, ésta sería una herida severa. Y aunque lo normal sería recibir tratamiento y descansar—
『 Wilhelm: —Ya sabía desde el inicio que no duraría mucho
en esta batalla. 』
Si ya de por sí tenía el tiempo contado, ahora ese lapso se había vuelto
aún más corto.
El Demonio de la Espada —Wilhelm— se quitó la camisa y detuvo violentamente el sangrado de su cintura, exponiendo su saludable piel durante este tratamiento de emergencia; y mientras tanto, por alguna razón, no fue atacado.
El Demonio de la Espada —Wilhelm— se quitó la camisa y detuvo violentamente el sangrado de su cintura, exponiendo su saludable piel durante este tratamiento de emergencia; y mientras tanto, por alguna razón, no fue atacado.
La mujer frente a él simplemente observó en silencio, con su mirada carente de
emoción.
Ante su propia anticipación de cualquier vacilación o cambio sutil en
aquellos ojos, Wilhelm sonrió amargamente. Presionando su herida abierta, se
despertó a sí mismo con el dolor.
『 Wilhelm: No hay tiempo para debilidades. Deja de soñar. Ya tendremos nuestra
sagrada reunión un día, en los cielos. 』
『 Thearesia: … 』
『 Wilhelm: No creo estar alucinando. Ni tampoco espero un
milagro. Mi esposa fue una mujer reacia a seguir el camino de la espada, pero
ni una sola vez le impuso a otros la responsabilidad de empuñarla. 』
Una sombra sin emociones, nada más que un cadáver que sabe lo que en vida
una vez supo.
Cabello carmesí, largo y sedoso, una suave piel blanca y transparente,
ojos hermosos como gemas; cerrando los suyos, Wilhelm recordó ese bello rostro
del que nunca se cansaría.
Todo eso se encontraba frente a él, y todo eso no debía encontrarse
frente a él.
『 Wilhelm: Oh, Thearesia, cuán hermosa eres. —Y justo por
eso, no puedes quedarte aquí. 』
Wilhelm empuñó con más fuerza sus espadas, asumiendo una vez más una
postura de combate.
En este momento, quien se encontraba aquí de pie no era el esposo de Thearesia van Astrea. Aquel que había pedido venir aquí no era Wilhelm van Astrea.
El único que se encontraba aquí era el Demonio de la Espada Wilhelm.
En este momento, quien se encontraba aquí de pie no era el esposo de Thearesia van Astrea. Aquel que había pedido venir aquí no era Wilhelm van Astrea.
El único que se encontraba aquí era el Demonio de la Espada Wilhelm.
—Enfrentándose a su difunta esposa, Wilhelm endureció su espíritu, su
mirada volviéndose clara y despejada.
Incluso si su sangre hervía, no permitiría que su odio hacia la siniestra
figura lo quebrara.
Ya que, justo ahora, en ese momento, en ese instante, nada más importaba.
Su vieja amiga, su compañera de armas, su esposa, le había dicho a
Wilhelm una vez: «No permitas que el calor mancille la hoja, no
permitas que tu sangre arda, debes aprender a amar el frío del acero».
¿Qué tal ahora? ¿Está ardiendo?
『 Wilhelm: No, está helada. Como la hoja de la espada. 』
Bajo la luna, el Demonio de la
Espada atravesaba a su oponente con una mirada firme.
La talentosa espadachina que era su oponente también alzó la punta de su
espada larga de manera impecable una vez más.
En un instante, sus espadas volvieron a destellar una contra otra.
Los sonidos del acero se entrelazaban entre sí como un lamento, una
súplica, un cortejo.
Deseando un final, y deseando que un final nunca llegue.
Como si se tratara de una interminable conversación sin necesidad de
palabras, el
incesante eco de las espadas podía escucharse en la distancia.
※ ※ ※ ※ ※
『 Garfiel: Ah, ¡maldición! ¡No responden, tiene que ser
una broma! 』
Saltando desde el suelo, por las paredes y el techo, para finalmente
lanzarse hacia las alturas.
Volando diagonalmente, el viento batía su rubio y corto cabello mientras
exponía sus dientes. Era la viva imagen de la desesperación.
Una y otra vez, apretando sus colmillos y luchando contra la
ardiente sensación en su cuerpo y pecho.
『 Garfiel: ¡Mierda! ¿¡Qué 'stá sucediendo!? ¿¡Hola!? 』
Sus ropas se agitaban, y echaba a correr tan pronto sus pies volvían a tocar el
suelo.
Esto era algo que sólo aquellos con una fuerza y resistencia excepcional,
más allá del nivel humano, podían lograr. Sin embargo, aquel que se alzaba
sobre la ciudad impulsado por su propio cuerpo no expresaba orgullo en sus
habilidades.
En vez de eso, seguía gritándole al mudo espejo de mano.
La persona que corría era Garfiel, quien le gritaba al artefacto mágico en
su mano: el Espejo de Conversación.
El Espejo de Conversación, que debía ser capaz de
enlazarlo con otras personas que poseyeran uno, permanecía en silencio. Nadie
respondía al llamado de Garfiel, aun cuando había dos grupos de personas
claramente capaces de responder.
『 Garfiel: ¡Gente del Ayuntamiento! ¡O los que luchan
contra Ira! ¿¡Por qué diablos no responden!? 』
Los espejos habían sido distribuidos de tal manera que todos pudieran
mantenerse en contacto durante sus
respectivos combates.
De hecho, habían estado funcionando perfectamente después de salir del Ayuntamiento. Pero ahora, cuando era necesario establecer contacto, el espejo había enmudecido.
De hecho, habían estado funcionando perfectamente después de salir del Ayuntamiento. Pero ahora, cuando era necesario establecer contacto, el espejo había enmudecido.
—Esto tenía que ser comunicado de inmediato.
『 Garfiel: ¡¡Tengo que decirles que 'scapen del
Ayuntamiento ahora mismo!! 』
Mientras decía esto, se saltó la calle frente a él a modo de atajo.
Aunque su descuidado aterrizaje destrozó el techo en el que aterrizó, Garfiel no tenía tiempo que perder. Comparado con el daño a la ciudad, verificar la seguridad de sus compañeros era mucho más importante.
Aunque su descuidado aterrizaje destrozó el techo en el que aterrizó, Garfiel no tenía tiempo que perder. Comparado con el daño a la ciudad, verificar la seguridad de sus compañeros era mucho más importante.
El objetivo de su apresurado viaje era el Ayuntamiento.
Garfiel estaba regresando al lugar que había dejado hace tan sólo unas decenas de minutos.
Dejando atrás a Wilhelm, su compañero de armas, trataba desesperadamente de
comunicarse a través del Espejo de Conversación.
No había otra razón.
El peligro se aproximaba rápidamente al Ayuntamiento que estaban usando
como base de operaciones.
—Wilhelm y Garfiel habían alcanzado la torre de control ocupada por Lujuria
más o menos al mismo tiempo que Reinhard comenzaba su enfrentamiento con Codicia.
Habiendo observado la distante aurora de luz en el cielo, los dos se adentraron en la torre
de control.
Ningún miembro del Culto de la Bruja ni las problemáticas personas que esperaban
encontrarse aparecieron para obstaculizar su camino. Y como era de esperar, los
esbirros del Culto esparcidos por la ciudad no eran más que oponentes
insignificantes.
Todo había ido viento en popa hasta entonces, y no había otras
habitaciones que valiera la pena revisar aparte de la sala de control de las
compuertas de agua.
Así que el dúo naturalmente se dirigió al piso superior, preparándose para la batalla decisiva contra Lujuria. Dado lo que sabían, sus expectativas eran que el grupo de Lujuria poseería la fuerza de combate más contundente. Ya que, además de Lujuria, había otros dos guerreros notables, lo que significaba que tendrían que enfrentarse a tres enemigos— naturalmente, ambos estaban muy tensos.
Así que el dúo naturalmente se dirigió al piso superior, preparándose para la batalla decisiva contra Lujuria. Dado lo que sabían, sus expectativas eran que el grupo de Lujuria poseería la fuerza de combate más contundente. Ya que, además de Lujuria, había otros dos guerreros notables, lo que significaba que tendrían que enfrentarse a tres enemigos— naturalmente, ambos estaban muy tensos.
『 Wilhelm: De ser posible, apreciaría que me dejara la
espadachina a mí. 』
『 Garfiel: El capitán me contó que ya tienes historia con
ella. Pero mi asombroso ser también tiene una cuenta pendiente con esa mujer.
No sé si pueda dejártela tan fácilmente. 』
『 Wilhelm: —Esa mujer… es mi esposa. Esos
malditos deshonraron su muerte, pisotearon su alma, y la forzaron a levantar
una espada con la que juró sólo proteger. 』
『 Garfiel: … 』
『 Wilhelm: Eso es… absolutamente imperdonable. 』
En el camino, Wilhelm había revelado su razón para luchar.
Aun sin tener la necesidad de rendirse tan fácil, esa era una razón con
la que Garfiel no pudo evitar quedarse callado. Y su incapacidad de formular
una respuesta en ese momento quizás fue el factor decisivo sobre quién sería el mejor oponente
para la espadachina.
『 Garfiel: … 』
Aunque no había dicho nada, Garfiel le cedió a Wilhelm ese oponente. Leyendo esto entre
líneas, Wilhelm
hizo una leve reverencia con
la cabeza para expresar su gratitud.
Entonces, cuando entraron en la torre de control, Garfiel percibió la
escalofriante sensación de su cabello erizándose.
Si Wilhelm iba a luchar contra la espadachina, entonces él tendría que
lidiar con los otros dos oponentes por sí solo. La espadachina individualmente
ya era una entidad considerable, y el gigante que la acompañaba no era de ninguna
manera más débil que ella.
Aunque Lujuria parecía tener una capacidad de combate inferior, Subaru había hecho
mucho énfasis en que lo aterrador de esa Arzobispa
del Pecado no era su capacidad en combate directo.
Una silenciosa tensión y un poderoso espíritu de lucha.
Mientras su olfato capturaba un aroma a sangre cada vez más intenso,
Garfiel se colocó los escudos plateados que estaban atados en sus piernas, y
entró de golpe en la habitación.
Y allí, lo vio.
«¿En serio creyeron que me quedaría esperando aquí tranquilita? IDIO~TAS»
Palabras garabateadas con sangre, ocupando toda una pared de la
habitación.
Cuando Garfiel entendió lo que significaban, su cabeza hirvió de ira.
Un
tipo de personalidad que podía decir confiadamente que huir de una batalla era lo más natural y
que no tenía
la obligación de esperar.
『 Wilhelm: —Hemos sido descuidados. Ya deberíamos saber
que esos malditos son de los que hacen cosas como ésta. 』
Wilhelm bajó la voz y sacó el Espejo de Conversación de una de sus mangas. La razón de intentar
contactar con el Ayuntamiento tan apresuradamente era porque Wilhelm pensó que
la situación se torcería en esa dirección.
『 Wilhelm: Si nuestras fuerzas son enviadas a diferentes
asaltos a la vez, entonces claramente el poder de combate de nuestra base se
verá disminuido. Esas personas no sienten vergüenza alguna al aprovecharse de
una debilidad como esa. 』
Frente al pálido Garfiel, Wilhelm frunció el ceño hacia el espejo, que no
respondía.
Al mismo tiempo, a través del techo de la torre de control emergió una
profunda y opresiva sensación de hostilidad.
Una sensación de que su espalda estaba siendo tocada por una espada, eso
fue lo que advirtió a Garfiel sobre la presencia del enemigo.
Y Wilhelm
también había sentido a la entidad hostil.
『 Wilhelm: Garfiel-dono, le encargo el bienestar del
Ayuntamiento. 』
『 Garfiel: Si es necesario, mi asombroso ser puede llegar
ahí más rápido que cualquiera. 』
Intercambiaron ideas en un instante.
El enemigo poseía una hoja increíblemente afilada. Exponer sus espaldas
en un intento de escapar resultaría en ambos siendo cortados por detrás.
De los dos, uno tenía que quedarse.
Y el otro debía regresar al Ayuntamiento.
『 Wilhelm: Por favor, siga intentando establecer contacto.
—Y también, le confío la vida de mi señora. 』
『 Garfiel: No hace falta decirlo. Ya sabes lo que dicen: «la
voz de Libre siempre inspirará a sus soldados». 』
Garfiel atrapó el Espejo de Conversación que le lanzó Wilhelm y salió de la torre a toda
velocidad.
Y fue así como terminó sobrevolando la ciudad, cruzando los canales, y continuó
llamando a través del espejo que no ofrecía respuesta. —La batalla de Wilhelm ya debería haber
empezado.
『 Garfiel: ¡Maldición! ¡Todo eso por nada! 』
Si Lujuria lanzaba un ataque sorpresa sobre el Ayuntamiento,
habría muy pocas fuerzas capaces de enfrentarla.
Anastasia y Ferris no tenían capacidades de combate, y Crusch había
colapsado por sus heridas. Aunque varios miembros de Colmillo de Hierro levantaban guardia, sus habilidades no eran
suficientes para compararse ni con Mimi.
En el instante en que pensó en Mimi, Garfiel sintió una opresión en su
pecho.
La chica que todavía se debatía entre la vida y la muerte, a la que había rescatado, salvado y protegido.
La chica que todavía se debatía entre la vida y la muerte, a la que había rescatado, salvado y protegido.
Mantenerla con vida y salvarla; ese tendría que haber sido su deber.
Ese deber había sido concedido a otro debido a que sus sentimientos y su
oportunidad de cobrar venganza se alejaban más
a cada segundo. E incluso la tarea que había asumido como alternativa no podía
ser completada satisfactoriamente.
¿Qué estaba haciendo? ¿Qué había hecho hasta ahora?
No podía ni mirar de frente a Mimi, ni a Subaru, ni a su hermana, ni a Ram, ni a cualquiera.
『 Garfiel: ¡Mi asombroso ser, otra vez—! 』
¿No puedo hacer nada?
El mudo Espejo de Conversación reflejaba un rostro igual de desalentador. En el
momento en que se maldijo a sí mismo,
『 Garfiel: ¿¡—!? 』
Mientras destrozaba un techo de un salto, fue un instante demasiado lento
en reaccionar a la sombra volando hacia él desde un costado.
Ese cuerpo, mucho más grande que el suyo, lo recibió con un impacto horizontal.
La razón por la que no pudo siquiera emitir un grito de dolor era que su
garganta había sido bloqueada bajo un codo. Con la sangre y oxígeno incapaces
de circular hasta su cerebro, mantenerse consciente se volvía cada vez más
difícil.
La fuerza de un impacto sobre todo su cuerpo fue lo que lo trajo
gradualmente de vuelta a la realidad.
Garfiel fue lanzado por los aires contra un edificio cercano, rompiendo
la pared con todo su cuerpo, y levantando una gran nube de polvo.
El dolor sordo de sus huesos rotos provocó que Garfiel exhalara un
quejido, mientras sentía la liberación del agarre. Usando la elasticidad de su
cuerpo, Garfiel golpeó el suelo tan fuerte como pudo, poniéndose de pie en un
momento.
Garfiel notó que se encontraba en un edificio sin iluminación. El polvo
que llenaba la habitación se había convertido en un humo blanco bajo la luz de
la luna y, además de su ensangrentada silueta, podía detectar otra presencia.
Se trataba indudablemente de aquel que lo cazó y lanzó a este lugar.
『 Garfiel: Bastardo, sí que sabes cómo— 』
En el instante en que asumió una postura de combate, un puño fue hundido
en su estómago.
Toda el área abdominal de Garfiel recibió la fuerza de los enormes puños
de su oponente y su cuerpo fue lanzado hacia arriba. Luego fue aplastado por el
otro puño que ya se encontraba en el aire, y el ya despedazado suelo se rompió
debajo de él mientras caía al piso inferior.
『 Garfiel: ¿¡Khh,
qué… agh!? 』
La suela de un pie impactó contra su cuerpo mientras seguía cayendo.
El daño causado por semejante masa y velocidad le hizo escupir sangre, y su cuerpo, pateado una vez más, se estrelló con fuerza directamente sobre la entrada del edificio, terminando en la calle.
El daño causado por semejante masa y velocidad le hizo escupir sangre, y su cuerpo, pateado una vez más, se estrelló con fuerza directamente sobre la entrada del edificio, terminando en la calle.
Garfiel continuó tosiendo debido al poderoso ataque mientras luchaba por
ponerse de pie. Al mismo tiempo, se aplicó magia de curación simple,
reconectando sus huesos rotos mientras alzaba la cabeza.
El individuo que lo había perseguido desde lo alto del edificio hasta
aquí era una titánica figura con la que Garfiel necesitaba levantar totalmente
la cabeza para verlo entero.
Cubierto de pies a cabeza en una túnica negra, ni siquiera eso podía ocultar
el grosor de sus anchos brazos y piernas. En lugar de decir que era musculoso,
no sería una exageración decir que llevaba una armadura de músculos.
Para Garfiel, ésta era la tercera vez que se enfrentaba a él.
Su nombre ya lo conocía.
『 Garfiel: Kurgan de los Ocho Brazos… 』
Él era uno de los héroes espadachines del Imperio Vollachia.
Aunque se decía que había muerto en combate durante la Batalla de
Defensa de la Ciudad Imperial décadas atrás, si se encontraba aquí ahora,
¿podría haber sufrido la misma humillación en muerte que la esposa de Wilhelm?
『 Kurgan: … 』
Cuando Garfiel dijo ese nombre, el gigante, Kurgan, extendió sus brazos.
En ese instante, su túnica cedió, revelando su figura. En otras palabras,
el héroe Kurgan reveló la razón de su gran pericia en combate cuerpo a cuerpo.
Como era de esperarse, su fornido cuerpo estaba cubierto por una gruesa
armadura de músculo.
Una poderosa complexión que rivalizaba con la de los gigantes, y sobre el
cuello un rostro que sólo podría ser descrito como demoníaco, con la expresión
dominante de un dios de la batalla.
Lo que hacía a este individuo un dios de la batalla, eran los ocho brazos
que le permitían efectuar esas extrañas técnicas de combate.
Además de los dos brazos que naturalmente crecían de los hombros, un par
más brotaba del mismo lugar. Más abajo, por el torso, su cuerpo revelaba dos
brazos más usando sus hombros como el punto de inicio, y los dos restantes
estrechaban sus palmas hacia adelante desde la espalda.
Esto era lo que le daba sentido al sobrenombre de Kurgan, «Ocho Brazos».
Alguien capaz de quitarle a su enemigo la voluntad de luchar sólo con verlo.
『 Kurgan: … 』
Frente a Garfiel, quien contuvo el aliento, Kurgan siguió en silencio mientras sacaba sus
armas.
Atadas a sus piernas, que por coincidencia estaban atadas de la misma
manera que los escudos de Garfiel, se encontraban un par de gruesas, largas y
distorsionadas espadas: las Cuchillas Demoníacas. Eso era lo que el dios de la
batalla blandía.
El dios de la batalla desenvainó otras dos Cuchillas Demoníacas de
su espalda, para un total de cuatro. Aunque los cuatro brazos restantes seguían
desarmados, Garfiel de igual forma se encontraba completamente superado.
No había lugar para subestimar al enemigo en absoluto.
『 Garfiel: … 』
Y ahí, tembló.
En presencia de un auténtico héroe, el cuerpo de Garfiel tembló desde lo
más profundo de su ser.
Garfiel miró al héroe, a la legendaria figura, al hombre que había dejado
su huella en la historia.
No conocer el nombre de Kurgan de los Ocho Brazos era imposible
para él.
Garfiel había sentido un gran interés por las miles de leyendas que había
sobre él en todas partes del mundo.
Y en este momento, se encontraba de pie frente a él, como enemigo.
Era una pesadilla. Un continuo tormento que había comenzado el día
anterior, y que aún no terminaba.
¿Qué más podía ser? ¿Qué podría ser más maligno?
『 Garfiel: …ha, ha. 』
El aliento de Garfiel se aceleró mientras dirigía sus brazos hacia sus
piernas.
Montados de la misma forma que las Cuchillas Demoníacas de
Kurgan, se encontraban un par de escudos plateados. Inconsciente de cuántas
veces sus dedos se resbalaron, finalmente los desató.
Colocando sus escudos en sus brazos de tal manera que sus puños quedaran
cubiertos, los chocó uno contra otro a modo de confirmación, creando un agudo
sonido que hizo eco en el cielo nocturno.
Su equipamiento estaba listo, y sus heridas habían sanado lo suficiente
como para no ser debilitantes.
Sin embargo, su espíritu se encontraba, de momento, desesperado.
『 Garfiel: ¡Idiota, ahora no es momento de decir
'stupideces! 』
Apretando los dientes, Garfiel se golpeó en la cara.
Sacudiendo su cabeza para deshacerse del dolor y mareo, volvió a mirar al
frente. Asumiendo su postura una vez más, le mostró los colmillos al dios de la
batalla.
『 Garfiel: ¡Si sólo te vas a quedar ahí parado, ¿para qué
diablos mi asombroso ser 'stá aquí, eh?! ¡Ya sea el capitán! ¡O
los demás! ¡Todos
'stán peleando! ¡Y obviamente eso es para lo único para lo que eres bueno, así
que ¿qué demonios 'stás 'sperando?! 』
『 Kurgan: … 』
Ante los rugidos de Garfiel, Kurgan permaneció inmóvil.
El dios de la batalla sólo observaba a Garfiel en silencio. Frunciendo el
ceño, Garfiel quebró el suelo en el que estaba parado y se lanzó hacia el
frente, todo en un solo paso.
A través de la suela de sus zapatos, absorbió el poder
de la tierra, permitiendo que su Protección Divina de los Espíritus de la
Tierra convirtiera toda esa energía en un poderoso ataque.
Su puño literalmente estaba cargado con el poder para
destruir un edificio de piedra.
Su escudo plateado reforzó la potencia del golpe, uno
tan fuerte como para quebrar incluso a un héroe.
Su brazo voló directo hacia el estómago de Kurgan—
『 Garfiel: ¡¿Qué tal eso?! 』
『 Kurgan: … 』
Usando toda la fuerza de su cuerpo, el ataque de Garfiel
fue bloqueado por una Cuchilla Demoníaca de Kurgan. La cuchilla,
bloqueando el ataque directo hacia su abdomen, resistió el poder del golpe de
Garfiel.
No evadió, ni tampoco se estremeció.
Sólo hizo falta un bloqueo para repeler un ataque de cuerpo completo.
Sólo hizo falta un bloqueo para repeler un ataque de cuerpo completo.
El héroe de los Ocho Brazos había usado solamente uno.
『 Garfiel: —khh. 』
La rígida expresión de Garfiel recibió un puñetazo
directo. Su cuerpo intentó retroceder, pero fue atrapado por el brazo que salía
de un costado y, siendo incapaz de escapar, sólo le quedaba recibir una brutal golpiza.
Sus pómulos se rompieron en un instante, el fondo de su ojo fue aplastado y el campo de visión de su ojo derecho se cubrió de un rojo brillante. Uno de sus afilados colmillos se hizo trizas y salió volando. Con su cuerpo aún atrapado, fue lanzado al suelo, pateado hacia la calle por una poderosa pierna, y rodó, rodó, rodó y rodó hasta uno de los canales de agua cercanos.
Sus pómulos se rompieron en un instante, el fondo de su ojo fue aplastado y el campo de visión de su ojo derecho se cubrió de un rojo brillante. Uno de sus afilados colmillos se hizo trizas y salió volando. Con su cuerpo aún atrapado, fue lanzado al suelo, pateado hacia la calle por una poderosa pierna, y rodó, rodó, rodó y rodó hasta uno de los canales de agua cercanos.
『 Garfiel: —gah… 』
Todo sucedió en un instante, y después miró directo
hacia la Luna que flotaba muy por encima de él.
Parecía que se burlaba de él desde lo alto. Finalmente,
el cuerpo de Garfiel se hundió en el canal de agua.
—La superficie del agua lentamente se tiñó de rojo.