jueves, 24 de enero de 2019

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Bajo la luna, pasos sin sentido


Traducción:
Jair

Corrección y edición:
Carlos (Primer corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

— Subaru ya había estado antes en este salón, pero no lucía como lo recordaba.

Una serie de candeleros fueron alineados a cada lado de la alfombra roja. El parpadeo de sus llamas carmesí sumergía a la habitación en un tono de seriedad y formalidad todavía mayor, haciendo que todos los presentes corrigieran su postura.
Casi todos los miembros importantes de la mansión se encontraban reunidos junto a uno de los muros. Es decir, todos los personajes principales de esta historia, incluyendo también a algunos miembros de la familia Miload.
Traer únicamente a las personas importantes para Subaru implicaría monopolizar la reunión sólo para este grupo.
Incluso él entendía que era necesario que muchas otras personas presenciaran este evento.

Pero, siendo así, ¿de verdad era necesario que todas las dobles de Ryuzu estuvieran presentes?
Ryuzu asintió, haciéndole saber que no tenía nada de qué preocuparse, pero sin duda alguna, eso no se iría de su mente.
Aunque sabía que esas chicas eran inofensivas a menos que se les dieran órdenes, la incertidumbre de no saber lo que podrían hacer le incomodaba.
Probablemente los demás presentes sentían esa misma ansiedad, pero por Subaru.

Había muchas cosas dignas de burla respecto a las personas presentes en este lugar.
Todas las figuras importantes se encontraban vestidas de forma elegante y fina, tan solo ese hecho era ya divertido.
Omitiendo a Roswaal y Annerose, quienes ya estaban acostumbrados a vestir así, Otto y Garfiel se veían aún más extraños que Subaru en sus atuendos. Sin tomar en cuenta la cara de incomodidad de Garfiel, que ya estaba fastidiado debido al apretado cuello de la camisa, Otto ni siquiera se había dado cuenta de cuán tremendamente ridículo se veía. Era de risa.

La servidumbre incluía a Frederica y Clind, quienes vestían siempre atuendos formales. Aunque Subaru tenía algunas dudas respecto a Ram, quien se encontraba con ellos en su atuendo de sirvienta estándar como si eso fuera lo más razonable. Pero Subaru perdió el aliento en el instante en que vio a la persona que se encontraba con ella.

Una chica de cabello azul, sentada en una silla.

Naturalmente, sus ojos seguían cerrados. Aún no había despertado. Subaru pensó en cuán considerada fue Ram por traerla a la ceremonia. Aunque le irritó un poco la cara burlona con la que lo miraba, dejando claro que fue ella quien propuso esto.

Subaru siguió recorriendo el salón con la vista, encontrándose a Petra vestida con finura, mirándolo con orgullo.
Su vestido amplificaba su esplendor, y resplandecía con un brillo que podía rivalizar con Beatrice y Annerose. Era sólo una chica de pueblo, así que esta escena era algo inexplicable.
Beatrice vestía el mismo atuendo de siempre, pero su expresión mientras miraba a Subaru era muy gentil. Sus mejillas ruborizadas le recordaron su conversación con ella en el vestidor, lo cual comenzó a hacer que Subaru también se sintiera un poco avergonzado.

Y de pie frente a él—

『 … 』

—Se encontraba una chica de cabello plateado, expectante.

En su atuendo ceremonial, Emilia deslumbró a Subaru con un brillo totalmente diferente.
Su sedoso cabello plateado relucía como la luz de la luna, y sus ojos amatistas resplandecían como piedras preciosas. Su hermoso rostro era embriagador mientras apretaba sus labios, visiblemente tensa debido a esta importantísima ceremonia.

El atuendo amplificaba la pureza que Subaru normalmente percibía de Emilia, fácilmente comparable con la santidad del atuendo de una sacerdotisa, con sublimes bordes dorados que demostraban con nobleza la solemnidad y seriedad de este ritual.

En el instante en que Subaru la vio, todo lo que había en su mente guardó silencio.
Los últimos vestigios de sus hirvientes emociones se dispersaron, y todo lo que no fuera Emilia desapareció de los confines de su mente.
De ninguna manera se tomaría a la ligera esta ceremonia, ni tampoco se tomaría a la ligera a las personas que vinieron a atestiguarla.

¿Qué era lo que tenía que hacer? ¿A quién debía mirar? ¿En qué lugar debía disponer su corazón?
Nadie tenía que decírselo. Pues todo estaba claro.

『 … 』

Sin que nadie se lo ordenara; dio un paso al frente.
Sus pasos no emitían sonido alguno sobre la elegante alfombra. Se olvidó del peso de la espada de caballero que se encontraba en su cintura, completamente concentrado, su corazón ardiendo, pero al mismo tiempo como un mar en calma, mientras se acercaba a Emilia.

Incluso dentro de una tormenta de incesantes miradas, su corazón permanecía completamente inamovible.
En este instante, lo único que podía agitar el corazón de Subaru, era Emilia.

Se encontraba frente a ella, lo suficiente como para tocarla.
Ella estaba en un podio ligeramente más alto, sus hermosas mejillas totalmente rígidas. Ante ella, Subaru se arrodilló.

Con una rodilla en el suelo, bajó su cabeza.
Todo movimiento ceremonial nombrado por Garfiel, todos y cada uno fueron llevados a cabo por su cuerpo. Sus ojos permanecían cerrados mientras la intensa mirada de Emilia se encontraba sobre él.

Casi podría olvidarse de respirar en este ambiente. Un agradable estrés rozaba su piel, mientras levantaba la mirada y tomaba la espada de su cintura.

Levantó la pesada espada con gracia, colocándola en posición horizontal frente a él.

La luz de las velas se reflejaba sobre el acero de la hoja, iluminando los ojos de Subaru y Emilia por igual.

『 … 』

La belleza de la desenvainada espada ardía en los ojos de Subaru mientras la ponía ante Emilia.
Ella miró la espada que se le presentó. Sus labios temblaban con alguna clase de sentimiento.
Pero al instante retomó el control de sus palabras antes de recitarlas, y se mantuvo firme sobre sus emociones.


Sus pulcros dedos tomaron la espada. Lentamente, la levantó hasta que el extremo afilado apuntase al techo.

Emilia lucía hermosa mientras sostenía la espada en alto. Subaru reprimió su deseo de atestiguar la escena, mantuvo su cabeza abajo, y cerró los ojos.

Ante Emilia fue presentada la espada, el orgullo del caballero, así mismo, su cuerpo y su cuello, todo esto representaba al caballero.

『 … 』

Un Caballero dedica su vida a su Maestro.
La postura de Subaru ilustraba eso, haciendo que los labios y ojos de Emilia temblaran. Pero su vacilación sólo duró un momento. Sus firmes labios y concentrada mirada no albergaban ni la más mínima indecisión.

La punta de la espada descendió sobre el hombro izquierdo de Subaru.
Colocó la parte plana de hoja sobre su hombro, y el peso casi lo hizo gritar. Pero la presión que sintió sobre él no era algo físico, era mental.
Tal vez éste era el sentimiento que todo caballero debía poseer, aquello que llaman “orgullo”.
Y fue en ese instante que, por primera vez, Natsuki Subaru lo entendió.

La punta de la espada se desplazó hacia su hombro derecho.
Sintió exactamente el mismo peso, pero la frialdad de la hoja permaneció con él esta vez.
Naturalmente. Ahora empezaba el momento más importante de la ceremonia.

『 … 』

『 … 』

Un silencio total cayó sobre la sala.
No. La sala había estado en completo silencio todo este tiempo. Pero se trataba de un silencio bañado en una tensión particular, densa y pesada.
Sin embargo, el silencio de este instante era distinto.

Sin tensión, sin exaltación, sin nada, era un silencio verdadero.
Un silencio que descendió de la misma manera para Emilia, para Subaru, y para todos los demás.

Sólo una persona tenía el derecho de romper este silencio.

『 … 』

『 —Por el sol que posa su mirada sobre este radiante mundo, por las estrellas en el firmamento que observan a este reino durante su sueño. Por los vientos, por las aguas, por la tierra, por la luz, por los espíritus que residen en todo. 』

El silencio fue roto.
Los labios de Emilia recitaban el juramento ceremonial.

『 —Por el gran mundo que te nutrió, te cuidó y te concibió. 』

Temblando. El corazón de Subaru temblaba.
Sentía que sus dientes no estaban en su lugar. ¿Con qué estaba luchando su corazón?
Le irritaba el solo hecho de tener que cuestionar a su confuso corazón.
Lo único que quería en este instante era sumergirse en la tonada de esa voz, de esa campana.

『 —Por el orgullo en el que te apoyaste, el que tú construiste y forjaste. 』

Podía sentir que el calor de la mirada que se encontraba sobre él se incrementaba.
La pasión que ardía en su interior estaba lista para detonar.
Su corazón latía en frenesí, de forma violenta, mientras esperaba por la pregunta.

『 —Por todo lo que te observa, por el mundo que te vio crecer, por el orgullo que conoces, que tu camino se extienda sin conocer vergüenza. Sin temor, sin pesar, y sin dudar, siendo fiel a tu corazón. 』

El juramento estaba por terminar.
La pregunta se acercaba.
Esto daría fin a la ceremonia. Ni siquiera Subaru conocía la respuesta a la pregunta.
Pero,

『 —Al igual que a todo lo que te rodea, y con una voluntad siempre fuerte, ¿juras protegerme a partir de este momento? 』

—Su corazón sabía bien cómo responder a la pregunta de Emilia.

『 Por el sol, por las estrellas, por el mundo, por mi orgullo,… y también— 』

Declararía su gratitud y determinación por todo lo mencionado en el juramento.
Antes de terminar su promesa, pensó en las personas a las que sin duda alguna tenía que agradecer.
Y las palabras salieron de su boca con naturalidad.

『 —Por mi madre y por mi padre, yo juro— 』

『 … 』

『 —protegerte. Y llevar a cabo todos tus deseos. —Mi nombre es Natsuki Subaru. 』

Él levantó su cabeza.
La espada aún seguía en su hombro derecho. Pero su brillo no lo cegaba.
Lo único que él veía era el resplandor amatista que lo miraba.

『 Emilia. Yo soy tu caballero. 』

『 —Sí. 』

Él pronunció las palabras, y ella respondió.
Los ojos de Emilia se humedecieron por la emoción.

Pero logró evitar derramar lágrimas mientras levantaba la espada del hombro de Subaru.
La presentó de la misma manera para devolvérsela.

Con mucho respeto, él recibió la espada con ambas manos, y la envainó de vuelta en su cintura.
Con la espada en su lugar, Subaru, aún de rodillas, miró a Emilia.

Vio cómo Emilia asintió levemente con la cabeza, y se levantó.
Y entonces,

『 Debo decir, Emilia-tan, que en ese atuendo te ves super sensualinda. 』

『 Tonto. 』

— Despedazando la seriedad de la ceremonia, Emilia sacó la lengua, con su rostro completamente enrojecido.

※ ※ ※ ※

Una gran cantidad de platillos se encontraban distribuidos en la mesa de la sala de banquetes.
Indiferentes sobre la posición social o clase de los presentes, todos se encontraban charlando con sencillez, haciendo que este buffet post-ceremonia parezca una simple reunión casual.

『 Subaru: Acabo de pasar por uno de los eventos más estresantes de mi vida, y mírense, se ve que se divierten. 』

Subaru observaba el banquete desde la terraza exterior, bañado en el viento nocturno.
Un plato de comida y una bebida provenientes de dicha mesa permanecían en una de las barandas junto a él, pero la hinchazón en su pecho y en su mente, ocasionadas hace un rato, aún no se disipaban.
Le estaba costando comer o beber lo que fuera.

Todo de su cuello para arriba seguía ardiendo sin señales de detenerse.
Su estómago le decía que tenía hambre, pero su corazón estaba completamente lleno por lo que no permitía que entrara nada.

『 Subaru: … 』

En un extremo de su campo de visión, podía ver a Petra en su vestido bailando en la sección principal de aquella sala. Era la clase de baile que se practicaba en los festivales de la Aldea de Arlam, pero la forma en que Petra lo bailaba, y su gran habilidad en ello, ciertamente encajaba con algo de la nobleza.
Arrastró consigo a una ruborizada Beatrice, cuyos pasos de baile eran pésimos. Y aunque intentaba mantenerse seria e inexpresiva, Subaru podía notar cómo temblaba su rostro, incapaz de permanecer en calma.

Como siempre, Petra arrastraba a la pobre Beatrice a todo.
El rostro de Subaru se relajó mientras tomaba su vaso. Logró mantener la compostura, lo suficiente como para, al menos, humedecer su garganta. Pero aún no estaba listo para probar el pastel de Garfiel y Frederica.

『 ???: —Ah, ahí estás, Subaru. 』

Subaru se había apoyado en una de las barandas, mirando hacia el cielo, hasta que una voz lo llamó. Dirigió su mirada hacia la voz, encontrándose con un hada lunar, cuya belleza no hacía más que aumentar bajo la luz de la luna.

『 Subaru: Ah no, es Emilia-tan. Pensé que estaba viendo a un ángel. 』

『 Emilia: Otra vez estás diciendo cosas raras. ¿Estás ebrio? 』

『 Subaru: Aún soy menor de edad así que no puedo beber. Si acaso estoy ebrio de algo, sería de la atmosfera y de mi propio ego. 』
(NdT: Al momento de ser escrito este capítulo, la mayoría de edad, en Japón, se alcanzaba a los 20 años. En junio del 2018, se aprobó la reducción de la mayoría de edad a los 18 años.)

『 Emilia: ¿Ves? Estás ebrio. 』

Emilia soltó una risita, Subaru no pudo evitar arrugar sus cejas debido a eso.
Podía ver partes de su blanca piel asomándose por su liso vestido — así como el rubor en su cuello y sus mejillas, lo cual delataba su estado actual.

『 Subaru: ¿Qué estás diciendo, Emilia-tan? Me preguntas si estoy ebrio cuando parece que eres tú la que ha estado bebiendo. 』

『 Emilia: Claro que no. Tan solo me dieron algo de ponche. Nunca bebo alcohol ni me pongo rarita. 』

『 Subaru: Rayos, que adorable. 』

Emilia hizo pucheros, olvidándose por completo de la seriedad que demostró en la ceremonia.
Lo cual significaba que en este momento se trataba simplemente de una adorable chica normal.

『 Emilia: Así que, Subaru. ¿Qué haces aquí tan solo? 』

『 Subaru: Bueno, lo que dije hace un momento. Estoy ebrio de la atmósfera y mi propio ego. 』

Era una respuesta simple, pero no estaba muy alejada de la realidad.
No había otra forma de interpretar esto más que haber salido al exterior para estar a solas, despejarse y tomar aire.
Pero claro, no podía revelar esos sentimientos con tanta facilidad.

『 Emilia: Podría ser que, ¿te estás arrepintiendo…? 』

『 Subaru: De ninguna manera. Jamás escucharás eso de mí, Emilia-tan. 』

『 Emilia: Mm, lo siento. Perdón, pero también estoy feliz. 』

Con sus mejillas aún ruborizadas debido al alcohol, Emilia se acercó a Subaru.
Se apoyó a su lado en la misma baranda. Sus hombros estaban lo suficientemente cerca como para tocarse, e incluso aunque había ropa que se interponía entre ellos, la temperatura del cuerpo de Subaru seguía subiendo.

『 Emilia: Subaru. Lamento que la ceremonia haya salido de la nada. Yo había estado lista desde hace tiempo, así que pensé que también estabas al tanto. 』

『 Subaru: No, simplemente soy un idiota por no haberme dado cuenta. Ahora que lo pienso, constantemente me estuviste preguntando si había estado practicando, pero sólo te daba respuestas tontas con tal de no pensar en ello. 』

Emilia asumía que Subaru ya lo sabía, y le preguntaba cada cierto tiempo para conocer su progreso.
Subaru simplemente no se había dado cuenta, respondiendo a esas conversaciones con superficialidades todas las veces, sin entender lo que Emilia trataba de decirle, para luego dedicarse a otras cosas.
Sea como fuere, todo este asunto de la ceremonia,

『 Subaru: Es culpa de Roswaal. De hecho, casi todo lo que ha estado ocurriendo últimamente se debe a Roswaal. ¿Acaso está tratando de avergonzarme? Estas últimas veces se ha estado pasando de la raya. 』

『 Emilia: Creo que en realidad Roswaal siempre ha sido así… pero sí, se siente como si te estuviera provocando más de lo normal. Tal vez quiere tu atención. 』

『 Subaru: Eso es aterrador, Emilia-tan. 』

Si Subaru le diera su atención a Roswaal, eso sólo lo convertiría en alguien todavía más irremediable, así que lo mejor sería evitar hacerlo.
Subaru mostró una expresión preocupada frente a una idea que, más allá de ser una broma, sonaba muy plausible, Emilia reía, sacudiendo su mano.

『 Emilia: Es una bromita. No creo que Roswaal sepa cómo actuar ahora que revelamos sus planes. Estoy segura de que dentro de poco volverá a ser el de siempre. 』

『 Subaru: Si vuelve a ser “el de siempre” parecería que no aprendió nada, pero… bueno, es mejor eso a que cambie de forma tan drástica que ya no sepamos cómo responderle. 』

Podría parecer una decisión tomada sin pensar, pero Subaru la aceptaría por el momento.
Habiendo terminado esa parte de la conversación, Emilia dio otro sorbo a su bebida. La ha tenido con ella todo este tiempo, y si Subaru estaba en lo correcto, ese era ponche con alcohol.
Parecía que Emilia se estaba embriagando todavía más, lo cual asustaba a Subaru, pero también despertaba su interés.

『 Emilia: Oye, Subaru. 』

『 Subaru: Hm, ¿qué sucede? ¿Tus niveles de alcohol ya subieron lo suficiente como para querer quitarte la ropa? Bien, pero no aquí. Busquemos otro lugar. 』

『 Emilia: Perdón. No entiendo muy bien lo que estás diciendo. Pero no es eso. 』

Emilia le lanzó a Subaru una mirada ligeramente agresiva. Lo cual hizo que agachara su cabeza, fue entonces que Emilia apuntó con su barbilla hacia la sala de banquetes.

『 Emilia: Parece que se están divirtiendo. 』

『 Subaru: Ehhh, sí. Es la mansión de la nobleza, pero incluso la servidumbre es aceptada con los brazos abiertos, da una sensación como de estar en casa. 』

『 Emilia: Sí, yo pienso igual. Es algo maravilloso de ver. 』

Subaru pudo notar el afecto y la envidia en sus ojos amatista.

Tal vez Subaru y Emilia no estaban viendo lo mismo. Emilia sin duda veía una escena pacífica, sin ninguna clase de discriminación por raza o clase.
Subaru sólo notaba la parte más superficial de ello. Sus puntos de vista naturalmente diferían.

Veían lo mismo, pero lo interpretaban diferente.
Y Subaru pensaba que esas discrepancias estaban bien.

『 Emilia: ¿Qué ocurre, Subaru? Luces muuuy sereno. 』

『 Subaru: Quién sabe. Quizás sólo estoy feliz de estar aquí, viendo las cosas como tú, Emilia-tan. 』

『 Emilia: ¿Ah sí? Pues me alegro de que veamos las cosas de la misma manera. 』

『 Subaru: No sé. Es decir, tal vez no lo vemos exactamente igual. Pero pienso que también está bien que haya diferencias. 』

Emilia miró a Subaru. Él pudo sentir su mirada, pero aun así siguió mirando al frente, su rostro tomando una expresión relajada, dejando salir una pequeña sonrisa.
Emilia notó su sonrisa, y asintió.

Y justo cuando lograron entenderse el uno al otro,

『 Subaru: Ah, ese idiota de Otto. Está exagerando, dudo que siquiera sea un buen bebedor. 』

En medio de la sala, Garfiel desafió a Otto a beber de una sentada todo un vaso de alguna clase de licor que lucía evidentemente caro. Otto azotó el vaso contra la mesa, habiendo ingerido todo su contenido de manera magistral, recibiendo los aplausos de la multitud.
Pero el rostro de Otto se tornó en un brillante color rojo antes de rápidamente cambiar a un completo tono pálido. Habiendo visto este cambio, Garfiel inmediatamente apoyó a Otto en su hombro, saliendo con prisa de la sala.

『 Subaru: Supongo que lo llevará al baño. 』

『 Emilia: ¿Estará bien Otto-kun? Mmm, se veía un poco como las criaturas del bosque cuando comen hongos venenosos… 』

『 Subaru: Ya deberías saber cómo funciona ahora que has bebido hasta tu límite y alcanzado la adultez, Emilia-tan. 』

『 Emilia: ¿En serio? 』

『 Subaru: No, la verdad no sé. 』

Era un menor de edad.
¿Qué tan caro habrá sido el licor que Otto acababa de beber y que seguramente ahora mismo estaba vomitando? Seguramente nada en este banquete era barato o producido en masa.

Subaru dirigió su mirada hacia Roswaal. Tan perceptivo como siempre, Roswaal notó la mirada y levantó su vaso, apuntándolo hacia Subaru. El Margrave, que traía su maquillaje de payaso puesto, fácilmente bebió un vaso completo del mismo alcohol que acababa de derrotar a Otto.
Ya sea por querer defender su dignidad, o porque ya estaba acostumbrado al alcohol.

『 Emilia: …Subaru, quiero decirte algo. 』

『 Subaru: Pero qué coincidencia. Yo también tengo algo que decirte, Emilia-tan. 』

Deshaciendo el silencio que había entre ellos, Emilia susurró de tal manera que sólo Subaru pudiera escucharla. Él asintió, y ajustó su postura mientras seguía apoyado en la baranda.
Emilia volteó hacia él, haciendo que estuvieran tan cerca como para sentir la respiración del otro. Subaru retrocedió por reflejo, pero,

『 Emilia: No huyas. 』

La mano de Emilia lo agarró, evitando su retroceso.
Sólo alcanzó a dar medio paso, por lo que al regresar se encontraba todavía más cerca de ella. Subaru tropezó hacia el frente, a punto de estrellarse contra la frente de Emilia.
Rápidamente trató de alejarse, pero Emilia seguía aferrada a su atuendo ceremonial por lo que no pudo.

『 Subaru: ¿E-Emilia-tan? Esta situación me pone muy feliz, pero estaría demasiado nervioso como para conversar. 』

『 Emilia: También estoy nerviosa. Ésta es la primera vez que tendré una conversación tan importante con alguien. Estamos igual. 』

『 Subaru: N-No, creo que yo gano… 』

Subaru desesperadamente trató de sonreír mientras retrocedía, pero Emilia no lo permitía.
Subaru hizo movimientos bruscos pero sutiles con tal de alejar a Emilia de la vista de los que se encontraban en la sala de banquetes, podía sentir la cálida temperatura corporal de Emilia, pero todo lo que Subaru trataba de hacer era quitarse ese estrés de encima.
Parecía bastante obvio que se estaban abrazando desde ese ángulo. Pero, si Subaru lograba moverse un poco más, entonces sólo parecería que estaba con sus manos en la baranda, mirando hacia el cielo nocturno cual poeta inspirado.

『 Subaru: Bien, mis preocupaciones se han ido, dime lo que quieras. 』

『 Emilia: …Bueno, ésta será una conversación entre mi Gran Caballero y yo. Sobre porqué Roswaal me invitó a participar en la Selección Real. 』

『 Subaru: … 』

Emilia nunca antes había discutido esto con Subaru.
Y seguramente tenía algo que ver con el pasado mostrado en la Prueba, la cual la había abrumado incontables veces antes de lograr superarla.

Subaru contuvo el aliento y miró a Emilia.
Sus miradas se cruzaron. Viéndose reflejado en los ojos de Emilia, Subaru asintió con decisión.

『 Emilia: Tiempo antes de que el Bosque de Elior se congelara, solía vivir ahí con mi Madre y… los otros elfos. 』

Se trataba de una historia de recuerdos alegres, y también una historia de recuerdos dolorosos.
Y aunque fue con pausas y tartamudeos, Emilia le contó a Subaru la historia con toda sinceridad.

Emilia no conoció a sus padres. Fortuna amó a Emilia en su lugar. Los aldeanos los aceptaron con brazos abiertos cuando no tenían a dónde ir. La existencia de la organización conocida como El Culto de la Bruja, ayudando a la aldea en secreto, además de aquella persona conocida como Geuse.
Era un mundo con fronteras, pero aun así fue un mundo que le mostró a Emilia gran amor y gentileza.

Y todo se arruinó el día en que el Bosque de Elior se congeló.

El Culto de la Bruja actuó con brutalidad tan pronto la bruja llamada Pandora y aquel Arzobispo aparecieron. La llegada de la gran mabestia conocida como la Serpiente Negra, y la tragedia de Fortuna y Geuse. Emilia mantuvo su promesa con su madre, y por ello la perdió a ella y a su aldea. Y luego vino Puck, a quien conoció al despertar luego de un largo tiempo en el hielo.

『 Emilia: Puck dijo que siempre estuvo esperándome, que siempre estuvo buscándome. Y se quedó conmigo, me protegió, justo como dijo que haría. Incluso ahora, él está dentro de esta piedra mágica, esperando su despertar. …Lo sé. 』

『 Subaru: Pero no puedes hablar con él, ¿o sí? 』

『 Emilia: Aún se encuentra dormido. Pero no porque se esté negando a hacer un contrato conmigo. Pienso que es porque esta piedra mágica no serviría como un ancla si estuviera despierto. Tiene que ser una piedra mágica de mayor calidad e incolora. Si pudiera encontrar una, y algo que la hiciera funcionar… sé que él volvería. 』

Una piedra mágica azul colgaba del collar en el cuello de Emilia.
Era un fragmento de la enorme piedra mágica que selló a Ryuzu Meyer. La cual había demostrado ser incapaz de mantener a Puck adecuadamente, por lo que no podía comunicarse con el exterior.
Era como si su ayuda durante la pelea con Garfiel hubiera sido real y verdaderamente su última contribución.

『 Subaru: Entiendo la situación de Puck. Pero, ¿y la Selección Real? 』

『 Emilia: Puck y yo pasamos todo ese tiempo en el bosque congelado. A veces también íbamos a las aldeas cercanas, pero no éramos muy bien recibidos que digamos. 』

Subaru no podía ni imaginarse el nivel de rechazo que ese “no muy bien recibidos” significaba. Y probablemente Emilia nunca pensó que alguna vez fuera a hablar de ello.

『 Emilia: Y luego llegó Roswaal… me parece que, aún no había pasado ni un año desde eso. Pero fue tan repentino que Puck y yo estábamos muuuuy sorprendidos. 』

『 Subaru: Bueno, yo también estaría sorprendido si un tipo con maquillaje de payaso apareciera de la nada. 』

『 Emilia: Cierto, pero lo que nos sorprendió fue que se encontraba dentro de un bosque inaccesible. Veníamos de regreso de una de las aldeas, y él estaba allí esperándome. Y además estaba hablando como tonto, ya sabes como: “bienveni~dos de vuelta”. 』

『 Subaru: Vaya… 』

Eso ciertamente era sorprendente.
Ya era muy tarde para decir algo respecto a la maldad de Roswaal, pero Subaru sí que podía imaginarse la sorpresa que les dio a Emilia y Puck en ese momento.

『 Emilia: Puck se había enojado muchísimo… prácticamente estuvo peleando con Roswaal desde la mañana hasta la noche. Ahora que lo pienso, menos mal que no dejó a Roswaal congelado. 』

『 Subaru: Tu sonrisa es adorable, pero eso no es algo por lo que sonreír. 』

『 Emilia: Supongo. Como sea, Puck y Roswaal explicaron lo que querían mientras peleaban, y así lograron establecer una discusión… 』

『 Subaru: Y Roswaal te convenció al proponerte descongelar el bosque. 』

Los ojos de Emilia se abrieron por completo. Subaru sonrió con ironía al ver esa reacción.

『 Subaru: Era obvio por cómo estaba yendo la historia. Y ciertamente escuché algo así. Pero, sabes… 』

Pero ha habido un cambio en la forma de ver las cosas de Emilia desde entonces.
Antes, solía decir que congelar el Bosque de Elior estaba completamente fuera de su alcance. Que no podía descongelar el hielo, incluso con la ayuda de Puck.
Sin embargo,

『 Subaru: Si fuiste tú quien congeló el bosque ¿no podrías también descongelarlo? 』

『 Emilia: …Mm, yo pensé lo mismo. Pero dudo que pueda. 』

『 Subaru: ¿Por qué? 』

『 Emilia: Simplemente no puedo alcanzar el mismo poder que tenía en mis recuerdos. 』

Era una declaración angustiosa, pero muy confiada. Subaru frunció el ceño.
El poder que tenía en mis recuerdos. Si lo que Emilia dijo era totalmente preciso, entonces estaba hablando de poder más allá del conocimiento humano. Ni siquiera la bruja llamada Pandora pudo encontrar una manera de contraatacar a Emilia.
Entonces ¿Cómo era posible que Emilia ya no tuviera acceso a ese poder?

『 Subaru: Pero luchaste contra el Gran Conejo sin retroceder ni un centímetro. 』

『 Emilia: Ya no necesito de Puck ni de los espíritus menores para lanzar magia. Pero hasta ahí llego. Todavía no soy capaz de desplegar ese poder. 』

『 Subaru: … 』

Lamentándose por su incapacidad, Emilia apretó su puño y sacudió la cabeza levemente.
Su expresión demostraba vergüenza por su falta de poder, lo cual también hacía sentir a Subaru avergonzado por sentirse abatido por asuntos sin importancia.
Emilia, de todas las personas posibles, se sentía frustrada de sí misma. Subaru conocía ese sentimiento, así que no podía criticarla de ninguna manera por ello.
Y no es que quisiera que Emilia se volviera más fuerte.

『 Subaru: Bueno, ya basta de echarse la culpa. Volvamos al tema principal. Digamos que no puedes derretir el hielo… entonces ¿cómo planea Roswaal hacerlo? 』

『 Emilia: … 』

『 Subaru: Si tú no puedes y Puck no puede, entonces Roswaal tampoco debería poder. Puede ser un hechicero asombroso, pero no creo que su poder sea diez o veinte veces mayor al tuyo. Así que, ¿cómo lo haría? 』

『 Emilia: No es que Roswaal pueda derretir el hielo por sí mismo. Sino que Roswaal sabe de algo que podría derretirlo… eso fue lo que me dijo. 』

『 Subaru: ¿Algo, que podría derretirlo? 』

Algo que podía derretir el bosque que ni siquiera la Bruja de la Glaciación podía, ni con la ayuda de un poderoso espíritu, y ni siquiera con la ayuda de uno de los magos más prodigiosos. ¿De qué rayos se trataba?

『 Emilia: Sangre de Dragón. 』

『 Subaru: … 』

『 Emilia: La sangre del Dragón, aquella que concede cosechas abundantes, y sana la tierra moribunda. Roswaal dijo que sin duda podía derretir el bosque. 』

『 Subaru: Emilia, pero entonces… 』

Había que matar al Dragón, ¿no es así?
¿Estaba hablando de sacrificar al Dragón, el cual siempre ha protegido al Reino de Lugnica, con tal de salvar al bosque?
Por un instante, esa aterradora pregunta pasó por la mente de Subaru. Pero,

『 Emilia: No, Subaru. Sólo hace falta una gota de sangre. En el pasado, ocurrió una hambruna en Lugnica, en ese tiempo, se usó la sangre del Dragón para revitalizar la tierra. Lo leí en un libro de historia, así que no hay duda de ello. 』

『 Subaru: Enton, ces… ya veo, por un momento entré en pánico. Ya que, hacer algo como matar al Dragón… 』

Liberaría a la Bruja sellada por el poder del Dragón, ¿no?

『 Subaru: … 』

La ansiedad comenzó a acumularse en el pecho de Subaru, olvidando cómo respirar.
Él había conocido a las brujas en la fiesta de té de Echidna. Y también a la Bruja de la Envidia, quien fue la última en despedirse de él.
Subaru no la había olvidado.
Nunca olvidará su determinación en el momento final de su adiós.

Pero ella era una existencia que no debía ser liberada.
Ella no debía estar suelta por el mundo.
Sus instintos le dejaban claro ese hecho.

『 Emilia: La realeza de Lugnica tiene la oportunidad de hablar con el Dragón cuando forman el pacto. Además, algunas gotas de la sangre del Dragón Santo Volcánica son conservadas en el palacio desde aquel entonces. Cuando sea Gobernante, quiero usar ese poder. 』

『 Subaru: Entonces por eso estás participando… 』

『 Emilia: …Te lo dije antes. Participo en la Selección Real por una razón egoísta. Pues esa es mi razón. 』

Subaru podía ver una sonrisa en el rostro de Emilia mientras hablaba, pero era una sonrisa de incomodidad.
Además, sus ojos temblaban de ansiedad mientras lo miraba.

Se veía asustada de lo que él pudiera decir, y de lo que estaría pensando respecto a su decisión.
Parecía que Subaru tenía permitido creer que él era alguien tan importante para Emilia, que su opinión la ponía así de nerviosa.

『 Subaru: No te preocupes, Emilia-tan. No me voy a desilusionar por algo así. 』

『 Emilia: …Subaru. 』

『 Subaru: Dices que es algo egoísta, pero no estás viendo por tus propios intereses. Conoces la manera de salvar a las personas que te son valiosas, y en vez de ensuciarte las manos con métodos como el robo, decidiste hacer las cosas de forma honesta. No hay nada que criticar en eso. 』

Subaru le sonrió, tratando de animarla. Pero su expresión aún seguía llena de ansiedad.
Subaru lo entendía. Esto no era lo que Emilia quería escuchar.
Si de verdad quería decirle algo parecido a lo que ella quería escuchar, entonces,

『 Subaru: ¿Estás tan angustiada porque piensas que tus razones valen menos que las de las demás candidatas? 』

『 Emilia: —hk 』

『 Subaru: Ese es un clásico caso de “las manzanas en el árbol del vecino siempre son más dulces”. Crusch-san es una persona increíble con una meta asombrosa, es cierto, pero piensa en Anastasia-san o Priscilla. Sus razones no son nada que merezcan elogios. 』

Codicia y ego. Eso era lo que las motivaba a participar.
Subaru no había estado ahí, pero ¿qué venerables razones tendría Felt para participar en la Selección Real?
El deseo de Emilia de salvar gente no era inferior de ninguna manera.

『 Subaru: Además, sin importar lo que deseabas al principio, ya no es así, ¿verdad? 』

『 Emilia: ¿…Cómo te diste cuenta? 』

『 Subaru: Porque te veías muy en paz en la sala de banquetes. 』

La vista que podía apreciarse en la sala de banquetes de la mansión Miload era la de humanos, demihumanos, nobles, servidumbre y plebeyos, todos interactuando sin ninguna clase de barrera de raza o clase social.
Subaru dijo que eso era lo ideal, y Emilia observó la escena con anhelo.
Subaru conocía la clase de fuego que existía en el corazón de Emilia.


『 Subaru: Si tu deseo es volver a ver eso, yo te ayudaré. Estoy de acuerdo en que es algo maravilloso. Nadie impedirá que agregues eso a tu lista de razones para participar. 』

『 Emilia: ¿De verdad… me ayudarás? 』

『 Subaru: ¿Qué fue lo que te juré hace un rato? No te preocupes. Primeramente, quiero que te apoyes en mí. Cuando necesites ayuda, ahí estaré, y cuando no sepas qué hacer, lo resolveremos juntos. 』

『 Emilia: … 』

Emilia se quedó sin aliento, sus ojos vacilaban.
¿Qué era lo que debía decir? Sus temblorosos labios no podían expresar con claridad lo que sentía.

『 Emilia: —Sí. 』

Sólo logró murmurar eso.
Y sonrió.

No necesito más, pensó Subaru.

『 Subaru: Muy bien, ya se han despejado mis dudas. 』

Y dicho eso, Subaru bebió lo quedaba en su vaso. Luego tomó su trozo de pastel de carne que ya estaba completamente frío, y comenzó a comerlo.
Incluso frío seguía teniendo un sabor exquisito, derritiéndose en su boca. Sin duda alguna, era una obra maestra que estaba a la altura de los alardes de Garfiel.

『 Emilia: Subaru, te asfixiarás si comes tan rápido. 』

『 Subaru: Lo saborearé lentamente si me lo das de comer. 』

『 Emilia: Siento que ya había hecho eso antes, cuando estabas agotado… 』

Subaru hizo una pequeña mueca al recordar esa ocasión, y le ofreció su mano a Emilia para que volvieran al salón.
Ella dio un último vistazo al cielo nocturno antes de aceptar que Subaru la escoltara, volviendo al salón junto a él.

La fiesta continuaba, y volvió a ponerse emocionante ahora que los invitados de honor habían vuelto.

Luego de volver con un Otto ebrio, Garfiel se encontraba inconsciente luego de haber caído a manos del ataque sorpresa conjunto de Frederica y Ram para evitar que bebiera una sola gota de alcohol.
El poco coordinado baile de Beatrice y Petra estaba por llegar a su punto culminante. El sudor se escurría de la frente de Petra, y Beatrice estaba decidida a poner la misma cantidad de esfuerzo.

Annerose no parecía muy contenta de que Subaru haya vuelto junto a Emilia, pero Clind puso un dedo en las mejillas de su Ama, haciéndola enojar.
Ryuzu y Roswaal se encontraban uno junto al otro, brindando por su relación reparada, bebiendo de sus vasos.

『 Subaru: Es una vista maravillosa, Emilia-tan. 』

『 Emilia: Sí. Sin duda, esto es lo que quiero ver. Jamás lo olvidaré. 』

Así que hagamos que sea una noche inolvidable.
Se unieron a las dos chicas, bailando en el lugar más llamativo de la habitación.

No conocían ninguno de los pasos, pero aun así se estaban divirtiendo mucho.

Entre sonrisas y confusiones, el Caballero y la Bruja —la nueva Maestra y el nuevo Sirviente— empezaron a dar pasos sin sentido.