martes, 27 de junio de 2023

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El olor de la paz


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Aingero

Corrección y edición
Carlos
Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

——Tras recobrar la consciencia, lo primero que sintió fue opresión y dificultad para respirar.
 
Subaru: Cof.
 
Sintió algo desagradable acumulado en su boca que le hizo toser violentamente, escupiendo saliva llena de arena, y forzando sus pesados párpados a abrirse.
Había perdido el conocimiento; pero no por sueño, sino por una fuerza irresistible que llegó como una ola y engulló su consciencia.
 
Soportando una opresión como si la arena lo estuviera cubriendo hasta las pestañas, Subaru se preguntó qué hacía aquí e intentó recordar lo que le había ocurrido justo antes.
Si no le fallaba la memoria, se había producido un caos terrible, y luego había intentado salir de la torre. No cabía duda de que había logrado salir sin que nadie se interpusiera, pero…
 
Subaru: El gusano y… los destellos blancos…
 
Al recordar el aterrador incidente que ocurrió justo después de eso y la escena que vio en la que múltiples destellos seguidos caían e impactaban uno tras otro, a Subaru le pareció bastante sospechoso seguir aún con vida.¿Acaso fue sólo suerte el haber sobrevivido a todos estos eventos anormales a los que había sido arrastrado?
Sin embargo, aunque muriera, era improbable que permaneciera realmente muerto. Así era el Natsuki Subaru de ahora; un ser extraño indeseable.
 
Subaru: Luego de las agujas, caí de lleno en el foso de hormiga león…
 
Recordaba que el suelo bajo sus pies colapsó y que, junto al enorme cadáver del gusano, había sido tragado por la tierra. Pudo estirar el cuello para conseguir un poco de oxígeno, pero la arena acabó tragándolo hasta la cabeza y perdió el conocimiento.
Debería haber muerto por asfixia, pero no fue así.
 
Subaru: Este lugar es… ¿un subterráneo bajo el desierto?
 
Mirando a su alrededor, no pudo encontrar ninguna fuente de luz en este espacio; la oscuridad era tan profunda que apenas podía ver algo en la cercanía.
Abriendo sus pesados párpados, sacó su mano de la arena y la agitó justo frente a sí. Apenas podía verla ahí. El mundo a su alrededor era demasiado difuso como para permitirle distinguir algo que le permitiera sobrevivir.
 
——Hasta el punto de pensar que apenas permanecía en el mundo de los vivos.
 
Subaru: … B-basta, no entres en pánico, idiota.
 
Al pensar eso, Subaru intentó mover lentamente sus brazos y piernas en un intento de liberar su cuerpo enterrado de la fuerte opresión de la arena. La sensación de que no podía respirar se debía al lecho de arena que le había tragado de cintura para abajo. Tuvo bastante suerte de que la parte superior de su cuerpo no quedara enterrada.
Como si se tratara de aquel juego en el que había que evitar que una bandera clavada en un montón de arena se cayera al sacar arena, Subaru se extrajo cuidadosamente, apartando la arena y asegurándose de no hacer ningún mal movimiento para evitar enterrarse de nuevo en ella.
 
Subaru: …
 
Tras haber escapado a duras penas de la arena, sintió que le dominaba una gran sensación de fatiga.
Probablemente se debía a que su temperatura corporal había sido minada por la fría arena y la continua presión que había ejercido sobre él. El hecho de que no pudiera comprender cuánto tiempo había estado inconsciente era terrible.
 
Subaru: Supongo que tuve suerte de que uno de esos gusanos no viniera a darme un bocado mientras estaba inconsciente.
 
Mientras hablaba, Subaru cayó en cuenta de que tenía la garganta reseca, y se llevó la mano a la cintura.
Cuando escapó de la torre, se había atado unas bolsas de cuero que contenían agua suficiente para cruzar el desierto. Pero sus dedos, que habían estado intentando agarrar esa agua, se cerraron en el aire sin más. Aunque rebuscó varias veces, no pudo encontrar esas bolsas de cuero.
 
Subaru: Era de esperar, considerando que estuve enterrado de cintura para abajo.
 
Parecía que las bolsas de agua se le desprendieron cuando fue tragado por la arena. Además, parecía que las bolsas con sus raciones de emergencia también habían dejado de estar al alcance de su mano. Aunque eso indicaba que estaba en una situación fatal, mantuvo la calma.
Su corazón ya se había paralizado por esta cruel situación; tal vez se estaba volviendo absurdo reaccionar así a cada rato.
 
Subaru: Al menos deberían estar cerca... ¿eh?
 
De rodillas, buscó a ciegas en la orilla del montículo de arena del que acababa de salir.
Era una gran cantidad de arena. No esperaba encontrarla; pero, como si fuera un mero consuelo, sintió algo blando exactamente en el lugar por donde se había deslizado su cuerpo.
Al confirmarlo con los dedos, se sorprendió al comprobar que se trataba de la bolsa de cuero que había estado buscando. Sin embargo…
 
Subaru: Está vacío, ¿por qué me sorprendo de nuevo?
 
Por el tacto y el peso de la bolsa de cuero, supo de inmediato que estaba vacía. Por si acaso, acercó la apertura de la bolsa de cuero a sus labios, pero sólo unas gotas se deslizaron y cayeron en la punta de su lengua.
Aunque fuera sólo un poco de agua, cada gota era valiosa. Y, habiendo saciado la punta de su lengua, Subaru sintió hambre, colocó la bolsa de cuero en su cintura y decidió volver a tantear los alrededores con sus manos.
 
Subaru: ¿—?
 
Si había encontrado su bolsa para beber, también cabía la posibilidad de que encontrara su comida.
Pero esa esperanza se tornó en decepción, al igual que cuando encontró su agua.
 
——Su comida se había caído y ahora estaba esparcida por todo el montículo de arena en el que había sido enterrado, casi como si se la hubieran comido compulsivamente.
 
Subaru: …
 
Debido a la oscuridad, no podía ver bien alrededor del lecho de arena.
Sin embargo, pudo reconocer que la comida que había traído yacía esparcida a su alrededor. Los trozos desmenuzados que quedaban sobre la palma de su mano no habían mantenido su forma original——de hecho, esa comida ya no era comestible y la dejó allí esparcida.
 
La sedienta garganta de Subaru tragó saliva ruidosamente.
Su comida estaba desparramada por los alrededores. Este hecho arañaba su mente, como si le clavaran las uñas mientras intentaba desesperadamente mantener la calma.
Subaru comenzó a sudar profusamente, desperdiciando agua valiosa, mientras el miedo de ser presa de los gusanos invadía su corazón.
 
Ese enorme gusano salió de aquí originalmente; éste era un pasadizo para monstruos, por así decirlo.
El gusano, que debía de ser el jefe entre ellos, había muerto; pero no le extrañaría que hubiera otros monstruos cohabitando en este pasadizo.
 
Subaru: Tengo que salir de este lugar…
 
—Tan pronto como sea posible, fue lo que pensó Subaru.
Sin embargo, no percibía bien su entorno. Tenía que huir de aquí agachado, dependiendo del suelo y sin poder depender de las paredes, gateando para tantear el suelo, las paredes, el camino y a sí mismo.
 
Subaru: Duele… mierda, auch…
 
Su oreja derecha había sido rozada por una aguja blanca, las uñas de su mano derecha aún estaban regenerándose, y los órganos de su cuerpo aún le dolían. Mientras sufría todo este dolor, Subaru gateaba intentando escapar de este lugar.
Aunque de antemano no supiera exactamente de qué demonios estaba huyendo, ahora debía hacer cualquier cosa para alejarse de la extraña presencia.
 
De todos modos, con el fin de alejarse de este temor desconocido, no tenía más remedio que continuar su huida.
 
 
    
 
 
Subaru: …
 
Olfateando algo, Subaru movió sus pies y manos en esa dirección, como si le guiara.
El olor se hizo gradualmente más fuerte, hasta convertirse en una sensación lo suficientemente fiable, llevándolo hacia lo más profundo.
 
——Había pasado poco más de una hora desde que Subaru había empezado a gatear fuera de este lugar.
 
Mientras escapaba a ciegas, Subaru se deslizó accidentalmente por el lecho de arena bastantes veces hacia abajo, y también se había visto obstaculizado por paredes en su camino por este sendero sin rumbo. A veces le llovía arena desde arriba, ante lo cual él reaccionaba rodando por miedo.
 
En tanto, Subaru se percató de que estaba dentro de una cueva bajo el desierto.
Aunque darse cuenta de ello no lo salvaría, sí presagiaba su verdadero significado.
 
——De repente, un extraño y cautivador olor recorrió sus fosas nasales.
 
Bajo ningún concepto podía calificar esta cosa extraña como un olor dulce.
Normalmente, los olores suelen considerarse de menor prioridad y tienen menos valor a la hora de intentar comprender una situación. Sin embargo, teniendo en cuenta que su vista estaba anulada por la oscuridad, y que no podía saber lo que sucedía en el mundo que le rodeaba, este repentino hedor le resultó extremadamente fresco.
 
Atraído por el olor, Subaru empezó a avanzar como un niño pequeño que acaba de aprender a andar apoyándose de las paredes.
Olfateando y adoptando una postura similar a la de un perro, siguió el rastro hacia las profundidades de la cueva——o quizás era hacia la entrada de la cueva, no sabía a dónde lo llevaba este olor.
 
Subaru: Haa… haa… haa…
 
Sin darse cuenta, Subaru había sacado la lengua y había empezado a jadear fuertemente como un perro de verdad.
 
Había escuchado que los perros sacan la lengua en un intento de reducir su temperatura corporal, pero ese no era el motivo por el que Subaru estaba sacando la lengua como un perro, sino porque quería aumentar, aunque sólo fuera un poco, la cantidad de información que podía obtener de su oscuro entorno sintiendo el flujo del aire en la punta de su lengua.
 
Subaru: …
 
En sólo unas pocas horas a oscuras, Subaru había empezado a aplicar los métodos que utilizan los animales para moverse en la oscuridad. Naturalmente, su intento a medias era completamente diferente a como ocurría en la realidad.
La oscuridad era inmutable, y no proporcionaba a Subaru ninguna pista de lo que le rodeaba. En esta zona solitaria, todo lo que podía oír era su propia respiración y los débiles y ásperos ruidos de sus manos remando por la arena. Pero esto era cómodo para Subaru por ahora.
 
——Era aterrador, era horrible, pero de un modo u otro, debía arreglárselas.
 
Era la primera vez que abrazaba con naturalidad este humano e innato sentimiento.
Ahora mismo, a Subaru le encantaba este silencio, esta oscuridad y este espacio «solitario» en el que no había nadie.
 
Aquí nadie le haría daño.
Aquí todo lo que necesitaba hacer era seguir dando vueltas para intentar escapar.
Aquí, aunque no necesitara pensar en nada, había cosas por hacer.
 
Una sensación de marasmo, similar a la que tendrías si te dejaras arrastrar por un río fangoso, abrazó el corazón de Subaru.
Si tan sólo pudiera fundirse en ella, no tendría que haber problema.
 
——De este modo, se había sumergido en sus pensamientos, escapando de su cansancio y la rutina.
 
Subaru: Maldición, ¿qué es esto?
 
Subaru se arrastró con facilidad por la oscura cueva.
En su paso, se topó con una división en el camino que lo guiaba a la izquierda y a la derecha. Pensó angustioso sobre qué camino elegir, y al final optó por ir a la derecha. A partir de entonces, fue un largo, largo viaje en el que siguió el olor.
¿Habría un lugar donde encontrar alivio al final? ¿Llegaría a algún lugar con luz? Aunque tales perspectivas quizás no se cumplieran, Subaru siguió adelante sin preocuparse por ello.
Sin embargo,
 
Subaru: ¿Un callejón sin salida?
 
El camino que había seguido se había estrechado progresivamente. Después de subir una cuesta, Subaru se encontró con un camino tan estrecho que, literalmente, sólo podía recorrer arrastrándose; al final del mismo había un muro de arena que, en última instancia, era también donde terminaba la fuente del olor.
 
Subaru: ¿Por qué siquiera me molesté en venir hasta aquí…? No, espera un momento.
 
Enfadado por el obstáculo en su camino, Subaru estuvo a punto de golpear el muro de arena, pero se contuvo. Le dio vueltas y vueltas a la contradicción que tenía ante sí, luego de haber seguido el rastro hasta aquí.
 
Subaru había llegado hasta acá siguiendo el olor que flotaba en el aire.
El olor había sido transportado por una corriente de aire y, sin duda, había llegado hasta Subaru, quien estaba muy lejos. En otras palabras, si la corriente de aire había fluido desde aquí, significaba que este muro de arena no podía ser un callejón sin salida.
La corriente de aire seguramente había llegado a la cueva desde el exterior.
 
Subaru: ¡En ese caso…!
 
Subaru retrocedió un poco y empezó a registrar con la mano su entorno. Tanteaba el callejón sin salida en busca de algo.
No se le había escapado nada por la izquierda, ni por la derecha, ni por delante, ni por detrás. Entonces, ¿dónde no había revisado?
 
——¿Haber sido desamparado por el cielo estrellado le causó miedo de mirar hacia arriba?
 
Subaru: … Aquí está.
 
Después de más de una hora de retroceder, los ojos de Subaru se iluminaron cuando su mano, que había estado tocando el techo, rozó el aire.
Se puso de pie, levantó los brazos y, aunque elevó los hombros, estos no tocaron el techo. Había un agujero. El agujero era más del doble de grande que la cintura de Subaru, y su cuerpo cabría por él fácilmente.
Si estirara la espalda y las piernas para empujar, podría escalar por el agujero.
 
Subaru: …
 
Una suave brisa entraba por el agujero. Hasta ahora, Subaru se había aferrado al objetivo que perseguía: el olor. Éste llegaba arrastrado por la brisa que descendía por el agujero hasta la zona subterránea en la que Subaru se encontraba.
Cerciorándose de ello al olfatearlo, Subaru no tuvo otra opción más que subir.
 
Subaru: Gh… Nhhh… Tsh.
 
Habiendo introducido su cuerpo en el agujero, presionó su espalda contra la pared. Desde luego, como la pared estaba hecha de arena, si cometía un pequeño error en el ángulo en el que aplicaba el peso de su cuerpo, corría el riesgo de que la pared se derrumbara y su plan fracasase.
Con cuidado de evitar eso, colocó también los pies contra la pared. Subaru empujó los pies y las nalgas hacia arriba y empezó a subir lentamente por el agujero.
 
Subaru: …
 
Afortunadamente, la pared tenía algunos surcos repartidos en varias zonas que, en cierta medida, ayudaban a Subaru a sostenerse mientras realizaba su escalada en solitario.
Si fuera una persona con una capacidad física sobrehumana, tal vez podría simplemente poner los pies en uno de los surcos y salir del agujero saltando.
 
Subaru: Uf.
 
Pero Subaru no poseía tales habilidades físicas, por lo que no le quedaba más opción que seguir subiendo poco a poco.
Aun así, era como si su cuerpo hubiera sido entrenado en un tiempo desconocido para él, y que estaba preparado para soportar actividades inusuales como ésta.
Al igual que cuando uno se acostumbra a conducir un coche nuevo, él se adaptó gradualmente a un cuerpo con un motor nuevo. Ya le había cogido el truco cuando iba por la mitad del recorrido por el agujero, y pensó que era un escalador bastante bueno.
 
Sin embargo, antes de poder mostrar la totalidad de su habilidad…
 
Subaru: … Estoy afuera.
 
No sabía cuántos metros había trepado aproximadamente en total; pero, antes de darse cuenta, ya había escalado tan alto que, si cayera, moriría como resultado.
Y la recompensa por concentrarse únicamente en escalar fue que, finalmente, Subaru completara su escalada con éxito.
 
Subaru: …
 
No le causó tanta emoción como pensaba.
Eso no se debía a que pensara algo aburrido como «esto es lo que pasa cuando vas y lo haces sin más».
 
—Trepar el agujero hasta aquí fue pan comido comparado con esto, fue todo lo que pensó.
 
Al salir del agujero y pisar la arena fresca, Subaru se levantó.
Y entonces, desconcertado ante la majestuosa estructura que se alzaba frente a él, murmuró.
 
Subaru: … Una puerta.
 
——Allí mismo, frente a él, sólo había una extraña puerta de pie, sin apoyarse en nada más.
 
 
    
 
 
——Subaru no sabía qué hacer con la puerta que tenía delante.
 
Subaru: Puedo verla.
 
Parecía que el agujero por el que había pasado Subaru no conducía a la superficie.
Lo más probable era que aún estuviera dentro de la cueva. Si había diferentes niveles en la cueva, entonces el lugar al que probablemente había caído era el segundo sótano, y ahora estaba en el primer sótano.
Y, en un espacio oculto por medios más provisionales que pomposos, únicamente había una puerta que no se integraba con las paredes ni con el suelo y que permanecía vertical e inmóvil.
 
—¿Habrá alguien que pueda comprender lo que esto significa?
 
Subaru: Aparte de mí, claro está.
 
Subaru lo proclamó con extrema arrogancia mientras miraba hacia la puerta.
Poniéndose la mano en el pecho y abriendo mucho los ojos, era claramente consciente de lo que era la puerta con la que se había topado repentinamente: esa puerta era para él.
 
Subaru tenía una extraña confianza en ello.
Estaba seguro de que aquella puerta era suya.
 
La corriente de aire que había fluido hacia la zona subterránea en la que había estado, el olor que había traído la brisa, y él mismo que lo había seguido hasta aquí.
Todo estaba trayendo a Natsuki Subaru a este lugar.
 
Y ahora, la puerta que estaba frente a sus ojos afirmaba su presencia débilmente incluso en esta profunda oscuridad, como anhelando el momento en que la mano de Natsuki Subaru la abriera.
 
Subaru: …
 
Subaru caminó hacia la puerta con gran anhelo, como si se dirigiera a los brazos de su amada.
Parecía una puerta de madera de doble apertura cuya altura aproximadamente doblaba a la de Subaru. Forzando su vista, vio que en el centro de la puerta doble había un pomo que le permitía abrirla. También pudo ver un extraño patrón en esa zona en particular.
 
——Pudo ver siete joyas ahí.
 
Subaru: … Ah.
 
Mientras miraba las joyas, Subaru tocó la puerta.
Tan pronto como lo hizo, cuatro de las joyas en la puerta empezaron a brillar.
 
Ahora, cuatro de las siete joyas brillaban intensamente, dándole la bienvenida a Natsuki Subaru.
 
 
——El amo de la puerta no admite la visita de aquellos que no posean las llaves.
 
 
    
 
 
——En un abrir y cerrar de ojos, tras parpadear, Subaru ya no sabía dónde estaba.
 
Subaru: Uah.
 
Soltando un suspiro como si estuviera aturdido, Subaru bajó la mirada hacia sus manos.
Podía ver. Por supuesto. Había luz aquí, había color. Y también podía ver el suelo que pisaba. Estaba de pie sobre un suelo de piedra.
 
—Sobre un suelo… de piedra.
 
Subaru: … Gh.
 
Con el cuerpo entumecido, Subaru miró confundido a su alrededor.
A su alrededor, había paredes de un color marrón rojizo; paredes, paredes——eran las paredes de la torre circular. La enorme puerta a su espalda daba al exterior.
Él estaba dentro de la torre, en el quinto piso de la Atalaya Pléyades.
 
Había vuelto al mismo lugar del que había escapado con decisión.
 
Subaru: Ab…
 
…surdo. No pudo continuar. Aunque lo intentara, no podía articular palabra.
Debió ocurrir justo después de que parpadeara. En una fracción de segundo, Subaru acabó de pie e inmóvil en este lugar. No podía salir de su asombro, se sentía mareado y sus pies empezaban a tambalearse.
Estaba descalzo, había perdido sus zapatos. Subaru rechinó los dientes.
 
—No es el momento de quedarse aturdido en un lugar como éste. Tengo que escapar de inmediato… No.
 
Subaru: ¿Por qué debería huir?
 
Subaru miró hacia arriba con extrema furia, y turbios sentimientos bullían en su interior.
Un odio ardiente como el magma fundido se arremolinaba fervientemente en su interior sin que ni siquiera fuera consciente de ello.
 
Su tiempo a solas había terminado, la oscuridad pacífica había terminado, aferrarse a ese olor había terminado. Era un odio disparatado hacia el hecho de que se le fue arrebatado a la fuerza todo lo que le gustaba de ese lugar.
 
Subaru: …
 
¿Por qué Subaru tendría que huir?
Alguien planeaba matarle, y una, no, dos veces lo logró. ¿Por qué querría quedarse en un lugar donde las personas se hacían pasar por buenas, y ocultaban tal hecho bajo una fachada de tranquilidad?
 
—Sólo hay sospechosos dentro de la torre.
 
¿Quería descubrir quién era el culpable dentro de ella? ¿Huyó porque no podía descubrirlo?
 
—Idiota, idiota, idiota; no entiendes nada. Si uno de los sospechosos es el correcto, puedo aplastarlos a todos hasta dar con el culpable.
 
Subaru: …
 
Por fortuna, todos ellos eran descuidados alrededor de Subaru.
Averiguaría al culpable si éste se mostraba precavido con Subaru. Aunque el culpable no tendría forma de saber que ha despertado sospechas en Subaru.
Esa era la ventaja que Subaru tenía gracias a haber muerto antes.
 
Cuando se dio cuenta de que murió, supo que alguien estaba intentando matarlo.
Lo único que él tendría que hacer era matarle antes de que volviera a cometer el asesinato.
 
Subaru: Jia…
 
Con una sonrisa perversa dibujada en su rostro, Subaru se cubrió la boca con las manos, buscando contener la risa.
Repentinamente, la idea para su gratificación acababa de surgir de dentro de su cabeza. Subaru había recibido la bendición celestial de poder rescatarse a sí mismo.
 
Subaru: …
 
Y para ello, necesitaba algún tipo de arma para arreglar las cosas rápidamente.
Al llegar a esa conclusión, Subaru se dio prisa hacia la escalera de caracol y empezó a descender a toda prisa hacia el sexto piso.
 
Subaru recordaba muy vagamente que, en el sexto piso —que era el piso más bajo de la torre—, había un carruaje para viajar tirado por un lagarto, en vez de por caballos, que Subaru y los demás… no, más bien, el «Natsuki Subaru» original y los demás habían usado para cruzar el desierto y llegar a la torre.
Naturalmente, si hubiera algo así, podría serle útil para una «emergencia».
 
Subaru: …
 
Al llegar al piso más bajo, Subaru encontró el carruaje que buscaba; sin embargo, sus pies se detuvieron ahí mismo.
La razón por la que había reaccionado así era porque, justo al lado del carruaje, había un enorme lagarto tumbado, ya muerto.
 
Le faltaba la cabeza. Su cuerpo, del cuello para abajo, yacía en el suelo. ¿Tan fuerte había sido el ataque que lo había decapitado? La cabeza arrancada no se hallaba en las cercanías.
En su lugar, el suelo estaba manchado con la sangre que había brotado de su enorme cuerpo. Se dio cuenta de que había pasado mucho tiempo desde que ocurrió la tragedia, ya que la sangre se había secado.
 
Subaru: … Las agujas.
 
Lo que Subaru pensó en este momento era que se parecía mucho a cómo las misteriosas agujas blancas habían reventado la cabeza del gusano de arena que había luchado contra él justo después de salir de la torre.
Esta impresión coincidía con los restos del lagarto que se había desplomado aquí. Entonces, ese ataque procedía de alguien de dentro de la torre… seguramente el sospechoso.
Además, la falta de un entierro digno denotaba que los propios lagartos habían sido tratados igual que el ganado.
 
Subaru: … ¿Esto significa que ya no está tratando de ocultar sus verdaderas intenciones?
 
Era como si el sospechoso hubiera tenido un arrebato y hubiera dado este golpe decisivo cuando Subaru logró huir.
Mientras temblaba ante este hecho, Subaru entró en el intacto carruaje que mostraba signos de haber sido utilizado como lugar para dormir. Registrando el interior, Subaru encontró un gran cuchillo dentro de uno de los equipajes.
 
—Si tuviera que decir para qué es este cuchillo, ¿seguramente sea algo así como un cuchillo de supervivencia?
 
En lugar de ser un arma en sí, el gran cuchillo era probablemente bueno para cortar a través de obstáculos; pero, en esta situación, sería un arma espléndida para los propósitos de Subaru.
 
Subaru: No sé quién es el enemigo, pero…
 
—Te vas a enterar.
 
Con su cuerpo ardiendo en sentimientos sombríos, Natsuki Subaru se dirigió escaleras arriba, con cuchillo en mano.
Impulsado por su odio, sus mejillas se curvaron en una sonrisa retorcida.
Subaru avanzó creyendo que cualquier asesinato que llevase a cabo estaría justificado si era con tal de salvarse y escapar.
 
 
——Bajo sus mejillas sonrientes, lágrimas de miedo recorrían su rostro sin que él las notara.