miércoles, 22 de febrero de 2023

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Relaciones de hielo fino


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Miguel

Corrección y edición
Carlos
Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

???: Subaru sabe lo doloroso que es ser olvidado; así que nunca bromearía sobre olvidar a alguien.
 

 
Justo antes de regresar a la habitación, Subaru oyó una voz que provenía de dentro y contuvo la respiración inconscientemente.
Aunque no viera quién estaba hablando, aquella voz preciosa que recordaba a una campanita plateada era la de Emilia. Al escucharla decir su nombre con un leve tono tenso, Subaru no pudo evitar tensar sus mejillas en una extraña sonrisa.
 
Junto con aquella voz había una poderosa confianza y una igual de poderosa petición.
Emilia estaba hablando de «Natsuki Subaru»; pero, desde luego, no hablaba de este Natsuki Subaru. Ese detalle lo entendió tan perfectamente como en la anterior conversación.
 
Ram: … «No bromearía sobre algo así». Cierto. Extrañamente, Emilia-sama tiene razón.
 
Al escuchar esa voz, Ram —que acompañaba a Subaru— susurró ese comentario autodespectivo. Al contrario que Subaru, que estaba llevando un balde lleno de agua, ella tenía las manos vacías, con los brazos cruzados y clavándose las uñas en su propia pálida piel. Era un recordatorio, un arrepentimiento; una dolorosa extensión de una promesa que nunca podrá cumplirse.

Subaru: Ram…
 
Ram: Sólo era una broma sin sentido, olvida que la has oído. Si la mencionas, sólo harás que Emilia-sama y los demás se preocupen. Por el bien de la impecable reputación de Ram, guárdatela. Si te atreves a sacar el tema…
 
Subaru: …
 
Ram: … Parece que de verdad no recuerdas nada.
 
Si se atrevía a mencionarlo, algo terrible ocurriría. Eso era probablemente lo que ella intentaba decir. O quizás esperaba que Subaru contestara con alguna ocurrencia antes de que ella pudiera terminar la frase.
Igual que antes, cuando hablaron sobre la relación con su hermana pequeña, creyó ver una pizca de decepción en sus ojos color cereza. Pero aquella tristeza desapareció en un instante.
Que ella no le dejara contarle a nadie sobre aquel comentario ¿era porque Ram era demasiado fuerte o porque era demasiado débil?
 
Subaru no sabía cómo era Ram en el fondo.
Pero sí sentía una ligera sensación en el centro de su pecho, donde la cabeza de Ram se posó previamente.
 
Ram: … Lamento haberles hecho esperar. Hemos vuelto.
 
Sin darle tiempo para reflexionar, Ram reanudó sus pasos y entró en la habitación. Esa actitud cabezota podría ser la manera de Ram de expresar su insistencia en aquella cuestión. Al ver esto, Subaru no tuvo más opción que respetar los sentimientos de ella y no hacer mención de eso.
Cuando Subaru entró justo a continuación de Ram, un ambiente tenso llenó la sala.
Pero a pesar de eso, aún era mejor que cuando Subaru declaró su sorprendente revelación.
Como prueba de ello, después de que Emilia agradeciera a Subaru con un «Gracias por esforzarte tanto», la voz que la siguió fue la de…
 
Julius: … Antes dejé ver un lado desagradable de mí mismo. ¿Estaría bien si empezamos de nuevo?
 
Subaru: Ah, bueno. Debería ser yo quien… Quiero decir, fui yo quien te sorprendió… Ah, no, no debería haberte interrumpido. Por favor, continúa.
 
Julius: No hay necesidad de contenerse. Si eres tan formal conmigo, me sentiré incómodo.
 
Al decir esto, una leve sonrisa surgió en el rostro del joven de pelo violeta. ——¿Se llamaba Julius?
Antes, fue él quien se había vuelto pálido ante la revelación de Subaru. Subaru no sabía lo que Emilia y Beatrice podrían haberle dicho mientras estaba recogiendo agua, pero parecía haber recuperado fuerzas para hablar.
Sin embargo, también había que considerar lo que Ram le había dicho en el pasillo. ——Cuando le preguntó sobre Julius, ella respondió que él era demasiado cruel, haciendo que Subaru se preguntara a qué podría haberse referido.
 
Julius: Empecemos de nuevo. Soy Julius Euclius. Esta es Anastasia-sama… Le sirvo como su caballero. Y tú… eres como un amigo. Algo así.
 
Subaru: Entiendo. Encantado de conocerles, pero… ¿por qué dudaste en la última parte?
 
Julius: Desafortunadamente, puede que los dos tuviéramos una comprensión distinta de cuál era nuestra relación. Pienso en ti como en un amigo, pero en cuanto a lo que tu piensas de mí, es…
 
Subaru: Conque lo he olvidado… literalmente.
 
Julius: … Así es, por lo visto.
 
Al percibir una cierta elegancia en todas y cada una de sus palabras, Subaru curvó sus labios.
Según Emilia, él era el único otro miembro masculino de su grupo en este viaje a través de estos entornos traicioneros——así que era de esperar que hubiera una considerable confianza entre ellos.
Pero, dejando eso de lado, la actitud y palabras de Julius eran realmente caballerosas, lo cual le hizo pensar a este Subaru que sin duda la anterior versión de sí mismo tuvo una terrible primera impresión de Julius.
 
Emilia: Está bien, no hay de qué preocuparse. Subaru y Julius son muuuy buenos amigos. Estuvimos juntos, así que podemos confirmarlo.
 
Meili: Es verdaad. No hay razón para preocuparse por eso, ¿noo? El onii-san caballero ya tiene otro problema del que preocuparsee.
 
Al ver la interacción entre ellos dos, Emilia interrumpió con sus manos apoyadas en sus caderas, y Meili concordó con ella de forma burlona con un brillo pícaro en sus ojos.
Mientras que las palabras de Emilia únicamente estaban dirigidas a atajar el primer encuentro entre Subaru y Julius, las de Meili parecían insinuar algo completamente diferente.
Subaru frunció el ceño al oír eso, mientras que Julius asintió como si hubiera entendido su insinuación.
 
Julius: En… efecto. Lo que la señorita Meili ha dicho es cierto. Subaru, aunque necesitamos discutir lo que te ha ocurrido, no es el único problema al que nos estamos enfrentando. En este aspecto, por favor, permítanme explicarme.
 
Ram: ¿Es sobre el extraño comportamiento de Anastasia-sama desde esta mañana?
 
Julius: … Así que se dio cuenta, señorita Ram.
 
Ram dijo esto apoyándose contra una pared, y Julius bajó su mirada ligeramente en respuesta. Al ver esto, Ram entrecerró sus ojos hacia Anastasia y dejó escapar un pequeño suspiro.
 
Ram: Barusu, dame el balde de agua. Empezaré a preparar el desayuno.
 
Subaru: … ¿No vamos a discutir algo importante?
 
Ram: Estaré en la misma habitación. Así que podré escucharlo todo. ——Trabajar me despejará la mente.
 
Diciendo esto con cierta brusquedad, Ram arrebató el balde de las manos de Subaru y se dirigió hacia el rincón de la habitación lleno de equipaje. Y, mientras ella empezaba a realizar lo que ella dijo que haría, observaron su grácil espalda.
 
Emilia: Me disculpo. Ram tampoco suele ser así…
 
“Anastasia”: No hay de qué preocuparse. Es comprensible que se sienta de esa manera. ——Al ver que la información que uno tanto desea conseguir de otra persona desaparece de repente, cualquiera se sentiría así.
 
Con calma, Anastasia agitó la cabeza en respuesta a la disculpa de Emilia. Y, al oír la contestación de Anastasia, las caras de Emilia y Beatrice se volvieron más severas.
Subaru no sabía lo que pasaba por sus cabezas——pero la respuesta pronto llegaría de boca de la propia Anastasia.
 
Anastasia”: En fin, tras toda la confusión de esta mañana, sinceramente, no deseo agobiaros con más sorpresas, pero… creo que mantenerlo oculto sólo habría permitido que germinara la semilla de la discordia más adelante. Por lo tanto, si me lo permiten, voy a confiarles algo.
 
Beatrice: … Vaya manera de hablar más arrogante y redundante, de hecho. Date prisa y explícate, supongo.
 
Anastasia”: No hay necesidad de sentirse tan amenazada, Beatrice. ——Tú y yo seguramente tenemos una relación tan estrecha que podríamos considerarnos hermanas. Tal como suponías; ¿me equivoco?
 
Beatrice: …
 
Las mejillas de Beatrice se tensaron ante las palabras de Anastasia. Permaneciendo al lado de Subaru, como si estuviera buscando de manera natural algo a lo que agarrarse, los dedos de la pequeña rozaron sutilmente la manga de Subaru.
Subaru la miró desde su lado y, tras algo de duda, agarró su mano. Las puntas de sus dedos estaban temblando débilmente a causa del asombro, pero pronto la pequeña palma aceptó su calor.
 
Anastasia”: … Tu relación con tu contratista es ciertamente amistosa e ideal. Ojalá yo hubiera podido tener la misma relación perfecta con Ana, pero… desafortunadamente, no es igual de buena.
 
Emilia: Hablas de Anastasia-san como si hablaras de otra persona. Así que, eso significa que tú eres…
 
Anastasia”: Sí, has acertado. ——Ahora mismo, la consciencia que habita este cuerpo no es la de Ana. Anastasia Hoshin está durmiendo profundamente dentro de este cuerpo. Y la que les habla ahora mismo sería algo como un fantasma que está habitando esta forma corpórea de manera temporal.
 
Emilia contuvo el aliento, y Beatrice se agarró con firmeza a Subaru. El rostro de Julius se arrugó con dolor ante su confesión, y Meili se veía igual de aburrida que siempre. Únicamente Shaula, sentada con las piernas cruzadas al lado de Meili, se encontraba completamente ajena a la conversación, con su atención centrada en Ram que se encontraba preparando algo de comer.
Dado que se encontraba de espaldas, nadie podía saber la expresión de Ram mientras ésta continuaba con su labor.
Y por último, Subaru…
 
Subaru: … ¿De qué están hablando? No entendí nada.
 
Habiéndose quedado atrás, naturalmente, sólo pudo poner cara de incomprensión.
 
 
    
 
 
——El cuerpo de la chica conocida como Anastasia Hoshin estaba siendo controlado ahora por otra existencia, mientras la suya yacía durmiendo en su interior.
 
Resumiéndolo, eso fue lo que Anastasia —o más bien, el espíritu llamado Echidna— había explicado.
Parecía que ese hecho había dejado bastante sorprendidas a Emilia y Beatrice, mientras que para Subaru, más que asombro, sólo había servido para aumentar su ya gran confusión sobre la situación en la que se encontraba.
 
Para empezar, Subaru apenas tenía una impresión de Anastasia. En su cabeza, era como si alguien a quien acababa de conocer le hubiera dicho «Solía ser Anastasia, pero ahora soy esta otra persona».
 
Subaru: … Y-ya veo. Esto… eso es… terrible, ¿no?
 
No podía reaccionar realmente, salvo como si fuesen los asuntos de un desconocido.
Naturalmente, y a juzgar por las reacciones de los demás, se imaginaba que debía ser una situación bastante complicada. Después de todo, habían venido a esta torre para encontrar una manera de salvar a la chica que seguía durmiendo, y para ayudar a aquellos afectados por una enfermedad desconocida. ——O al menos, eso es lo que le habían dicho.
 
Ram: Apenas llegamos aquí y las personas clave ya están cayendo… Barusu perdió sus escasos recuerdos en alguna parte, y la consciencia de Anastasia-sama está en lo profundo del abismo.
 
Subaru: N-no pinta bien…
 
Al escuchar el contundente resumen de Ram, Subaru quiso llevarse las manos a la cabeza, abatido.
Los problemas se estaban apilando. Subaru ni siquiera había empezado a resolver su propia situación, y más dificultades aparecían una tras otra. Así, no avanzarían.
En ese caso…
 
Emilia: Creo que, aunque nos quedemos cabizbajos así, no resolveremos nada. Entiendo la frustración, de verdad… pero tenemos que hacer algo más que desanimarnos.
 

 
Emilia: Hemos cargado hasta esta torre las esperanzas de muchas personas. Lo que les ha pasado a Subaru y a Anastasia es terriblemente preocupante, pero…
 
Emilia dio una palmada y reunió la atención de todos hacia sí.
Y entonces, tras un segundo de pausa, dio un vistazo a todos los presentes con sus ojos amatistas.
 
Emilia: No podemos detenernos aquí. ——No debemos rendirnos, eso es lo que siempre me han enseñado.
 
Emilia dijo esto con convicción mientras le devolvía la mirada a cada uno. Finalmente, su mirada recayó en Subaru, quien se quedó mudo mientras era atravesado por su mirada amatista.
Naturalmente, esto hizo que sintiera un calor en su pecho. No sabía qué decir, pero podía ver las expectativas en sus ojos. Al recibirla, y al sentir que debía hacer algo, Subaru apretó el puño.
 
Beatrice: ¡Au! ¡Eso duele! ¡Oye, Subaru!
 
Subaru: Ah, perd… no, no me disculpo. Porque esto es prueba de mi determinación.
 
Beatrice: ¡Aunque digas eso sin dudar, lo que duele duele, supongo! ¡Recapacita, de hecho!
 
Subaru: L-lo siento. Herirte fue culpa mía. Pero mi determinación no lo fue. ¡Sí, así es!
 
Subaru se disculpó ante las protestas de Beatrice por apretar demasiado su delicada mano, pero rápidamente sacudió la cabeza.
Podía ver que la situación era preocupante. Pero no avanzarían si se limitaban a preocuparse por los problemas sin resolver. Subaru lo sabía por su propia experiencia.
Si Subaru hubiera estado solo, seguramente habría perdido su camino. Pero no estaba solo. Aunque lo hubiera olvidado todo, aún estaban Emilia y los demás. Por lo tanto…
 
Subaru: Ciertamente; que mis recuerdos hayan desaparecido de repente les ha causado muchos problemas, lo lamento. Pero eso no significa que no haya esperanza. Piénsenlo de otra manera. Mi yo actual quizás ahora sea libre de grilletes innecesarios y esté listo para salir con un montón de nuevas ideas, como una nueva primavera o algo así. Entonces, eso significa que estamos listos para salir de este lío, ¿no?
 
Anastasia”: … Eso también es una perspectiva bastante optimista…
 
Subaru: ¿Preferirías volver atrás en su lugar? Todo lo importante se encuentra ante nosotros. Dicen que la Diosa de la Fortuna solamente muestra su flequillo, ¿sabes? Además, en lo que respecta a conquistar esta torre, quizás necesitemos una idea más flexible. Una que no se encuentre confinada por las convenciones de este mundo, ¡como la idea de alguien de un mundo paralelo!
 
Anastasia —o, más bien, Echidna— sonrió con sarcasmo en ese mismo momento, pero se vio superada por una réplica aún más fuerte. Aunque Subaru sólo iba de farol, lo que decía tenía sentido, y fue necesario para romper con el ambiente que se había establecido.
Al escuchar los pensamientos de Subaru, las duras expresiones de todos comenzaron a cambiar.
 
Emilia: … Sí, es cierto. Subaru siempre ha salido de problemas como éste. Así que estoy segura de que esta vez también nos sacarás de ésta.
 
Subaru: ¡Bien, ese es el espíritu! Aunque suena a que yo tendré que hacer todo el trabajo… pero, ya que cuentan conmigo, haré todo lo que pueda y más. Después de todo, una chica muy guapa está pidiendo mi ayuda.
 
Emilia: Gracias, Subaru. ——Bien, me alegro. Subaru sigue siendo Subaru, después de todo.
 
Subaru: …
 
Poniendo una mano en su abundante pecho como señal de alivio, Emilia susurró eso, pillando a Subaru con la guardia baja.
 
«Subaru sigue siendo Subaru, después de todo»
 
Al escuchar su suspiro de alivio desde el fondo de su corazón, Subaru también se sintió aliviado.
 
«Supongo que eso es suficiente», pensó.
 
Poco a poco, esta versión de él mismo podría ser capaz de ocupar el vacío que había dejado el Natsuki Subaru que Emilia conocía. Si pudiera hacer eso, sería capaz limpiar asperezas con todas las demás relaciones aquí.
 
Julius: … Cielo santo, eso desde luego es optimista.
 
Subaru: ¿Cómo dices?
 
Justo cuando Subaru se sentía aliviado por las palabras de Emilia, Julius interrumpió de repente. Al notar la mirada de Subaru, Julius dijo Nada encogiéndose de hombros.
 
Julius: Simplemente pensé que, tengas o no recuerdos, sigue resultando imposible afirmar si eres valiente o imprudente. Por otra parte, quizás pienses de este modo porque hayas olvidado la magnitud del óbice al que nos enfrentamos.
 
Subaru: ¿Por qué siempre hay algo molesto en las cosas que dices? A menos que… no puede ser, ¿es esa tu verdadera naturaleza? Julius-san… Quiero decir, Julius.
 
Julius: … Ya veo. Es como dijo Emilia-sama. Quizás los recuerdos no importan. La verdadera naturaleza de uno mismo no es tan fácil de alterar.
 
Subaru: Creo que puedo imaginar el tipo de relación que teníamos. Por encima de todo, debía ser del TYPE en el que nos entendíamos fácilmente, ¿verdad?
 
La clase de amistad en la que se intercambiaban golpes amistosos, sin decirse palabras muy hirientes. No obstante, Subaru estaba convencido de que debía haber cierta distancia entre ambos.
Su impresión inicial no se equivocaba. Subaru y Julius no debieron agradarse mutuamente la primera vez que se conocieron. Pero, tras eso, a través de las experiencias que compartieron, su relación debió mejorar hasta el punto donde pudieran hacer este viaje hasta esta torre juntos; pero…
 
Subaru: Encantado de conocerte de nuevo, Julius. Hasta que recupere mis recuerdos, te molestaré un poco más.
 
Julius: Sí, qué remedio. Aceptaré esto como mi deber. ——Los recuerdos son sólo una cuestión trivial. Ya veo… Tienes razón.
 
Julius asintió en silencio a las amigables palabras de Subaru, y el tema quedó zanjado.
Sus recuerdos se habían perdido, y los problemas seguían apareciendo uno tras otro. Definitivamente, uno no enfrentaría esta situación con una sonrisa en el rostro; pero, enfrentarlo a pesar de eso, era una demostración de su fortaleza.
 
Julius: Cuando la persona afectada no está tan preocupada, quizás también sea una bendición.
 
Subaru: Hay toda una tormenta azotando en mi pecho ahora mismo, simplemente no lo dejo ver. Pero… le pediré a Emilia-chan que más tarde me consuele gentilmente cuando estemos los dos a solas.
 
Emilia: ¿—? ¿Quieres usar mi regazo de almohada?
 
Subaru: Eh, no, lo siento. ¿No es un poco… apresurado?
 
Tras decir aquello con su pecho latiendo y su espíritu en alto, Subaru, de repente, se encogió. Su corazón empezó a dudar porque no esperaba que Emilia estuviera tan dispuesta a consolarlo tan gentilmente y fácilmente.
Además, era su regazo de almohada. Naturalmente, su vista bajó hacia sus suaves y blancos muslos.
 
Ram: Está listo. Ven y ayuda a llevarlo, Deprabárusu.
 
Subaru: ¡¿AY?!
 
Al sentir que algo le pateaba en la parte de atrás de las rodillas, Subaru dejó salir un gemido y colapsó en el suelo. Mientras tanto, Ram le miraba de perfil con desdén, como si le castigara por su indecencia.
 
Ram: Tu optimismo inútil es una de tus pocas virtudes, Barusu. Usa ese optimismo para preparar la comida. También para ordenar, limpiar y todo tipo de tareas.
 
Subaru: Sólo quieres hacer el vago, ¿n—?
 
Shaula: ¡Oh! ¡Gran Maestro, yo también le ayudaré! ¡Co-mi-da! ¡Co-mi-da!
 
Mientras Subaru protestaba por la transferencia forzosa de responsabilidades de Ram, fue interrumpido inmediatamente por Shaula y su deseo de alimentarse. Al ver que Shaula comenzaba a llevar platos, Subaru no tuvo más opción que unirse a las preparaciones.
 
Subaru: Veamos el menú… parecen raciones de conservas.
 
Ram: De hecho, es justamente eso. La poca comida fresca que Emilia-sama trajo ya se ha agotado. Así que la dieta será bastante insípida de aquí en adelante.
 
Subaru: Bueno, esperemos que podamos conquistar esta torre rápidamente y volver a alguna población.
 
Había oído que las personas sólo están en paz cuando sus necesidades más básicas —comida, vivienda, etc.— están cubiertas. En ese sentido, no estaba seguro de cuánto podrían durar en esta torre.
Habiendo perdido sus recuerdos, la única impresión de Subaru sobre el sabor de la comida de este mundo paralelo eran estas insípidas raciones de conserva. Y era bastante lamentable.
 
Echidna: Lamento hablar de esto ahora mientras están comiendo, pero hay algo que quiero confirmar contigo, Natsuki-kun.
 
Subaru: Hambre… Qué hambre… ¿Qué? ¿Yo? ¿Algo que quieres preguntarme?
 
Subaru simulaba ser alguien que, tras ser invocado a este mundo paralelo, acabó esclavizado y se quejaba de la poca comida y pobre en nutrientes que recibía; pero dejó de comer cuando escuchó las palabras de Echidna.
 
Echidna: No es nada, pero… aunque me disculpo por sacar esto cuando todos están unidos contra nuestra situación, me gustaría que Natsuki-kun compartiera un poco más con nosotros sobre lo que le pasó. Después de todo, tus recuerdos fueron los únicos afectados por esta torre. En cambio, quién sabe si lo mismo podría pasarnos a cualquiera de nosotros.
 
Subaru: Ya veo, tiene sentido. Aunque sea problema mío, la amnesia es fastidiosa.
 
Beatrice: Por como lo dices, pareciera que hablaras del problema de otra persona, supongo…
 
Beatrice no pudo más que mostrar una expresión de desconcierto cuando Subaru asintió.
Sin embargo, las preocupaciones de Echidna eran razonables. Y, a decir verdad, Subaru también necesitaba saber cómo había perdido sus recuerdos. Las pistas para recuperarlos debían estar ligadas a cómo los perdió en primer lugar.
 

 
En la mesa, a la derecha de Subaru estaba Beatrice, y a su izquierda, Emilia. Ellas dos estuvieron a su lado cuando despertó. Quería saber qué tipo de recuerdos podría haberles dado pie a sentarse ahí por su propia decisión y dedicarle una confianza y calidez injustificada.
——O tal vez, quizás necesitara recordar porque era su deber.
 
Subaru: Aun así… Desperté sin recordar nada, así que realmente no sé qué pasó. ——Emilia-chan y los demás, ¿dónde me encontraron?
 
Emilia: Pues… No estabas en el carruaje de dragón esta mañana, y no pudimos encontrarte tampoco en ninguna de las habitaciones del cuarto piso, así que nos preocupamos.
 
La curiosidad de Subaru saltó al oír el término «carruaje de dragón», pero no abrió la boca por miedo a interrumpir el relato de Emilia. Quizás el lagarto que permanecía en la Sala verde estuviera relacionado con los dragones de alguna manera. Dedujo que sería algo similar a un carruaje de caballos. Sin embargo, tendría que posponer saciar la curiosidad de querer verlo.
 
Beatrice: Betty no estaba tan desesperada como Emilia, de hecho. Simplemente me molestaba no poder encontrar dónde estabas tú, mi contratista, dentro de esta extraña torre, supongo. Por eso fui con ella a buscarte por la torre, y tras eso…
 
Subaru: … ¿Y tras eso?
 
Emilia: Te encontramos en el suelo de la biblioteca blanca del tercer piso, y luego te trajimos a la Sala verde.
 
Subaru dejó salir un Ahh tras escuchar la explicación de Emilia y Beatrice.
 
Julius: El tercer piso es uno de los múltiples pisos dentro de esta torre. Estamos en el cuarto ahora mismo. Estamos yendo a través de ellos intentando alcanzar el primero, que está en lo más alto. Que hayamos superado el tercer piso… no fue más que gracias a tu conocimiento.
 
Subaru: Gracias por explicarlo. ——Así que, gracias a mi conocimiento, ¿eh?
 
Julius aportó los detalles que faltaban. Aun así, para Subaru, aquella información parecía poco creíble.
No obstante, ante esa reacción de Subaru, Emilia dijo No te preocupes y se dispuso a proseguir.
 
Emilia: Eso es lo que pasó realmente. A nosotros nos parecía un galimatías, pero fuiste capaz de resolverlo enseguida tú solo, Subaru. Estuviste muuuy sorprendente.
 
Subaru: Jajaja, gracias. ——¿Quién dice «galimatías» hoy en día?
 
Emilia: …
 
Subaru: ¿Dije algo raro?
 
Hizo un cumplido para disimular su vergüenza, pero Emilia se quedó en silencio respecto a cuál era el problema. Por un segundo, Subaru pudo ver rastros de una fuerte emoción pasar por sus ojos, aunque no tenía ni idea de lo que significaba.
Para este Subaru, comprenderlo era tan imposible como seguir el rastro de todas las ondas que se propagaban en la superficie del agua.
 
Subaru: Por cierto, dijiste que colapsé y que me trajeron a esa habitación llena de hierbas…
 
Beatrice: Esa habitación está protegida por un espíritu especial. Ese espíritu tiene el poder de sanar las heridas de la gente… y por eso también dejamos allí a Rem, de hecho.
 
Subaru: OKEY, OKEY, lo pillo. Por eso me llevaron allí también. ——Por cierto, ¿cuáles son las probabilidades de que pudiera haber perdido mis recuerdos por culpa de esa habitación?
 
Emilia: Pues…
 
Al ver esa reacción de Emilia que parecía indicar que a ella no se le había ocurrido tal posibilidad, Subaru cerró uno de sus ojos.
Esto no es más que las sospechas de Subaru, pero… desconociendo las intenciones de este espíritu o lo que fuera, si tomó la forma de una planta, entonces no podría descartar que pudiera tener algún tipo de naturaleza cruel.
 
Las flores son bonitas y están llenas de dulce néctar para atraer a los insectos y que éstos transporten el polen.
Pero también pueden ser plantas carnívoras que se camuflan para atrapar insectos con el fin de alimentarse de ellos.
 
Que, en lugar de sanarle, le hubiera consumido sus recuerdos… era una posibilidad.
 
Echidna: Es una idea bastante extravagante, pero lo dudo mucho. En ese caso, considerando que he estado en esa habitación por mucho más tiempo que tú, algo raro me habría pasado a mí mucho antes.
 
Subaru: … ¿Y ese «algo raro» no podría ser el motivo por el que el propietario original de ese cuerpo no puede despertar?
 
Echidna: El problema con Ana empezó antes de que viniéramos a esta torre. Su condición no tiene nada que ver con la Sala verde. Además… cierto, la dragona de tierra que estaba en la habitación tampoco se ha olvidado de ti, ¿correcto?
 
Subaru: ¿Qué…?
 
Echidna: Esa dragona de tierra está terriblemente apegada a ti. Supongamos hipotéticamente que el espíritu de la habitación tiene el mal hábito de robar los recuerdos de la gente; ¿no crees que, en ese caso, ella te habría dado la espalda?
 
Al oír lo que dijo Echidna, Subaru recordó al dragón de tierra que se le acurrucó justo después de despertar.
Ciertamente, ese dragón era muy amistoso con Subaru. Si eso se debía a que previamente era su dragón de tierra, entonces eso tendría sentido. Y, al mismo tiempo, ella dijo algo que lo sorprendió.
 
Subaru: ¿Ese dragón de tierra es en realidad una dragona?
 
Echidna: Volvamos al tema en cuestión. Las probabilidades de que esa habitación realice esa clase de perversiones son bajas. En mi opinión, el problema está en la habitación en la que colapsaste. Dijeron que recobró el sentido en la Biblioteca Taygeta, en el tercer piso, ¿verdad?
 
Emilia: Sí, así es. Subaru yacía en el suelo blanco de esa habitación…
 
Mientras recordaba aquel momento, Emilia se agarró la muñeca con fuerza.
 
Emilia: Le llevé a la Sala verde a toda prisa, y luego intenté avisar a todos, pero…
 
Beatrice: Subaru despertó en ese momento y se encontró en este estado, de hecho. Por lo tanto, sería difícil imaginar que la Sala verde hubiera hecho esto, supongo. ——Ocurrió en aquella biblioteca, como pensaba.
 
Si algo había pasado, entonces la causa era aquella biblioteca o algo de allí.
Parecía que habían llegado a la misma conclusión, pero Subaru no lo entendía. Tal vez porque le resultaba difícil imaginarse qué tipo de habitación era a la que ellos llamaron «biblioteca».
 
Subaru: ¿Eh? ¿Taygeta? ¿Qué tipo de habitación es esta Biblioteca Taygeta? El nombre me suena, pero…
 
Julius: Esa biblioteca es una habitación que contiene Los Libros de los Difuntos.
 
Subaru: Los Libros de los Difuntos… Ey, eso también suena a los delirios de un chuuni.
 
Dejando de lado su interés en el nombre Taygeta, Subaru se interesó por el término Libros de los Difuntos. Al ver su reacción, Julius asintió brevemente y dijo No está totalmente confirmado, pero… antes de proseguir.
 
Julius: … en esa biblioteca, hay una miríada de libros que portan los nombres de la gente de todo el mundo que se encuentra ahora mismo muerta. Para leer esos libros, uno debe estar cualificado. Lo más probable es que sólo se puedan leer los libros de aquellos difuntos con los que hayas tenido algún tipo de conexión.
 
Subaru: De nuevo con ese mal gusto… ¿Qué hay escrito en los libros?
 
Julius: La vida de la gente que ha muerto, más o menos. Unos pensamientos intensos invaden tu mente, como si estuvieran siendo grabados a fuego. No es algo por lo que quieras pasar una y otra y otra vez deliberadamente.
 
Había un peso que acompañaba a las palabras de Julius en su explicación, lo cual solo podía entenderse como que había podido sentir esa experiencia personalmente.
En el fondo, a Subaru no le atraía sentir que los recuerdos de los difuntos se le grabaran a fuego en su mente. Y si había colapsado en un lugar en el que tal cosa fuera posible…
 
Subaru: … ¿Estaba leyendo alguno de los libros cuando me desmayé? No puede ser… ¿Eso dañó mi cerebro?
 
Echidna: No puedo descartar esa posibilidad por completo. Sobre eso, Sabio, ¿tú qué crees?
 
Shaula: … ¿Están, por supercasualidad, hablando de mí?
 
Mientras asentía a la suposición de Subaru, Echidna se encaró hacia Shaula con una mirada llena de intención en sus ojos. Al igual que el significado de esa mirada, Sabio era un término desproporcionado con el que dirigirse a ella.
De hecho, Shaula parecía la persona más alejada del término Sabio en aquella habitación.
 
Shaula: ¡No importa cuántas veces lo digas, mi respuesta no cambiará! No sé supernada sobre la torre, excepto sus RULES. Sólo me dijeron que fuera estricta con aquellos que las rompieran. Sin importar lo que el Gran Maestro haga en la torre, no tengo nada que ver con eso.
 
Subaru: Para empezar, no sé por qué Shaula me llama Gran Maestro, pero…
 
Ram: No te preocupes. Tu respuesta a eso, Barusu, fue la misma que hiciste antes de que perdieras los recuerdos. Sólo estás usando esto sin decir nada porque es conveniente para ti. ——Eres de lo peor.
 
Subaru: ¡Menuda película te has montado tú sola!
 
Subaru no pudo evitar expresar su desconcierto ante esa mirada de Shaula que, sin ser una exageración, mostraba un nivel MAX de afecto.
En condiciones normales, le alegraría que alguien tan bella tratara con él de manera tan cercana, pero no saber a qué se debía tal trato de favor sólo le causaba confusión.
Además, su afecto y su favor le hacían sentirse extrañamente inseguro. Era algo fundamentalmente diferente a los actos sinceros de Beatrice o de Emilia.
Aunque este Subaru no sabía si se debía a un efecto colateral por la pérdida de sus recuerdos.
 
Subaru: En cualquier caso, esa biblioteca que mencionaron parece sospechosa. Si creen que puede haber pistas allí que me ayuden a recuperar los recuerdos, entonces reconozco que valdría la pena echar un vistazo.
 
Julius: Sí, deberíamos. Nuestra situación es tal que incluso en el mejor momento se nos han acumulado dificultades. Los problemas que nos atormentan raramente son pocos. Además, con estas circunstancias, debes de haberte dado cuenta…
 
Subaru: ¿De qué?
 
Julius: … De lo mucho que nos has ayudado.
 
Con su ojo aún cerrado, Subaru dejó salir un pequeño resoplido por la nariz al oír las palabras de Julius. Su risa no había salido por un sentimiento de incomodidad, sino por cómo se sentía realmente en su interior. Le estaban sobreestimando. El apocalipsis debía de estar viniendo a por ellos para que confiaran tanto en Natsuki Subaru.
 
Las cosas malas nunca vienen solas, una vez más, Subaru se dio cuenta de cuánto estorbaba, un rasgo que intentaba evitar. Era como si estuviera diciendo «Te has convertido en una carga considerable».
 
Subaru: Como sea, me gustaría ir a la biblioteca después de terminar de comer, y si los recuerdos que perdí están por allí esparcidos, me gustaría recogerlos y volverlos a empaquetar en mi mente.
 
Emilia: Cielos, qué manera tan extraña de decirlo. Realmente, es propia de ti, Subaru.
 
Subaru: ¡Cuando dices eso, en realidad no es un cumplido, ¿verdad?!
 
Emilia le dedicó al frustrado Subaru una pequeña sonrisa mientras decía eso; y, cuando la recibió, el ambiente se relajó un poco.
Habían ideado un plan y creían que estaban realmente avanzando un poco.
 
Echidna: Lamento interrumpir cuando hay este ambiente positivo, pero hay una cosa más que quiero preguntarte Natsuki-kun.
 
Subaru: Pues, ya que has empezado, adelante y pregunta. ¿De qué se trata?
 
Echidna: Bueno, es solamente una curiosidad mía que no está relacionada con tus recuerdos o con conquistar esta torre, pero a pesar de eso…
 
Echidna empezó a acariciarse su ondulado cabello, y con una mirada adorable en su rostro, compuesta por una mirada de profunda inteligencia en sus ojos turquesa, preguntó:
 
Echidna: ¿A qué te refieres con eso de «mundo paralelo» que has mencionado tantas veces?