miércoles, 8 de junio de 2022

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El soberano del mar de arena


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Miguel

Corrección y edición
Carlos
Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

El equipo de no combatientes optó unánimemente por tomar el camino de la izquierda en la bifurcación.
 
Era evidente que, si continuaban por el camino de la derecha, acabarían siendo engullidos por el miasma, lo que acabaría aumentando la discordia que los llevaría a matarse los unos a los otros. Tan sólo por eso, no era un error elegir el camino más natural: el de la izquierda.
Subaru ya tenía la respuesta a esa elección. Pero, dado que el camino de la izquierda tampoco era una elección segura, quien le hubiera impuesto esta elección debía poseer una naturaleza vil.
 
Si el camino de la derecha podía calificarse como una encrucijada emocional, entonces lo que les esperaba en el de la izquierda tendría que calificarse como una encrucijada física.
De ser posible, Subaru preferiría evitar encontrarse con aquella grotesca mabestia cubierta en llamas: el centauro.

Era obvio que sus probabilidades de derrotarlo en batalla eran escasas; no sólo por la diferencia de fuerza, sino también porque en su estado actual, si se encontraran con esa mabestia, no creía poder luchar de corazón junto con Ram y Anastasia.
 
Subaru: Para ser sincero, hubo una vez en las dunas donde vi una escalofriante mabestia en la distancia. Saliendo desde un cuerpo que parecía como el de Patrasche, tenía cuerpo humano hasta el cuello y tenía una gran boca abierta desde el abdomen hasta el pecho. Y por último, un gran cuerno salía de donde debería estar la cabeza de su cuerpo humano…
 
Anastasia: ¿Qué~? ¿Qué demonios…? Eso es superasqueroso.
 
Ram: Honestamente, es desalentador.
 
Tuvieron la misma conversación de la última vez sobre la mabestia en la que, de una manera natural, Subaru incluyó explicaciones sobre las particularidades del centauro. En respuesta a su descripción, las reacciones de las dos hembras del grupo —tres, incluyendo a Patrasche— volvieron a ser de desagrado.
No era como si Subaru quisiera dar esta explicación porque sí. Estaba considerando que había un 70 % de posibilidades de que no fueran capaces de evitar encontrarse con esa cosa ahora que iban a seguir el camino de la izquierda.
 
Subaru: Sabía que todas estarían encantadas con ello pero, en cualquier caso, definitivamente parece una criatura peligrosa. Por el momento, y unilateralmente, lo llamaré centauro; pero no es sólo su apariencia lo que parecía desagradable, la melena en la parte de atrás de su cuerpo ardía en llamas… Parecía muy fuerte. Al menos, no parecía que pudiéramos vencerlo.
 
Ram: ¿Por qué omitiste a una mabestia como esa tras divisarla? ¿Quieres morir?
 
Subaru: ¿Cómo dices?
 
Lo había explicado mientras contenía sus emociones negativas tanto como pudo; sin embargo, el enfado brotó en él cuando Ram le contestó con su habitual comportamiento frívolo.
 
—Lo he hecho precisamente para advertirles, ¿cómo se atreve?
 
Arrogantemente, ella siempre infravalora a los demás, pensó Subaru, sintiendo su enfado transformarse en odio. Subaru respiró profundamente. Hizo todo lo que pudo para mantener a raya sus emociones violentas, para contenerse.
 
Subaru: ¡Mierda! Este lugar es lo peor.
 
Ram: Exige mucho. Incluso Ram tiene que prestar atención a las palabras que escoge.
 
Subaru: Si vas a elegirlas a estas alturas, entonces quizás ya no vayan a mejorar nada.
 
La expresión y la voz de Ram titubearon con empatía por Subaru, quien estaba sobrecogido por sus emociones.
Sin embargo, como su empática actitud también le irritaba, tuvo que decir que lo que ella había hecho también había acabado produciendo el efecto contrario.
 
Anastasia: Es fácir hablar sobre los efectos der miasma, pero eso es to’o lo aterra’or que hay en ello, ¿no creen? En reali’ad, yo y Ram-san no hemo’ si’o afecta’as.
 
Subaru: ¿Qué significa eso? Será mejor que no pienses optimistamente que «sólo nosotras estaremos bien». En el fondo, tú y yo somos igual de humanos.
 
Anastasia: Qué duras palabras. No quería decir eso, incluso teniendo tanta autoconfianza. La capaci’ad de juicio y determinación de uno mismo, etc. son temas diferentes a la fortaleza mentar y física de arguien. —Sin embargo, hacerlo mientras ‘tás totarmente paraliza’o por er mie’o ar miasma es bastante malo, ¿no crees?
 
Anastasia le ofreció su cándido consejo, parafraseado con un aire de superioridad. Aunque sus palabras eran racionales, a Subaru le irritó que no hubiera afrontado la cuestión. Permaneciendo a la cabeza del grupo, Subaru había presionado su anterior punto hacia ella mientras marchaba a través del pasaje de arena.
Al escuchar eso, Anastasia se aclaró la garganta con un pequeño *ejem*, y procedió a hablar.
 
Anastasia: Lo que tengo que decir ‘tá relaciona’o con er miasma… Aunque no es como si yo supiera musho sobre ello, ¿pue’es perdonarme si lo que digo va a ser grosero?
 
Subaru: Imagino que los únicos que realmente saben todos los detalles sobre ello son el Culto de la Bruja, ¿verdad?
 
Anastasia: Ciertamente, pero en er mundo también hay gente que le gusta indagar en cosas que otros detestan. Por ejemplo, hay extraños que van por ahí estu’iando cosas como er miasma, ¿eh? Aunque lo que sé sobre ello es argo que apenas refleja la verdad de un rumor de un rumor de un rumor.
 
El ejemplo que había dado Anastasia parecía algo así como un investigador del Culto.
Podría sonar sorprendente, pero, pensándolo bien, sería bastante tonto presumir que no existieran. En este mundo, probablemente también había investigadores; y por supuesto, tales individuos que poseían sed del conocimiento racionalmente evitarían buscar tabús siguiendo el flujo del mundo——No, era imposible que tuvieran una naturaleza tan recta y puritana.
En cualquier mundo o era, habría mentes curiosas fuera de los estándares.
 
Anastasia: Aunque, antes de indagar directamente en lo que sé de ese rumor, tenemo’ que preguntarnos primero, ¿qué es er miasma?
 
Ram: Es… el maná contaminado que la Bruja y las mabestias exudan, ¿verdad? Ram también ha oído que la gente del Culto de la Bruja produce algo parecido.
 
Anastasia: La respuesta de Ram-san es er punto de vista que prevalece. Er miasma es argo que pro’uce la Bruja, así que incluso las mabestias que fueron crea’as por la Bruja lo emiten de una manera similar… Sin embargo, ¿han oí’o sobre esto que voy a decir?
 
Ram: …
 
Anastasia: ¿Han oí’o que la gente der Curto de la Bruja y las mabestias en reali’ad se detestan los unos a los otros?
 
Anastasia=Eridna habló sin pausa.
Sabiendo cómo era su creadora, quizás a ambas les gustaba hacer alarde de sus conocimientos. Era como si hubiera dejado de fingir ser Anastasia, mostrando la verdadera naturaleza del zorro blanco.
 
Al contrario que Subaru, quien ya albergaba semejante impresión, Ram abrió mucho los ojos ante las palabras de Anastasia.
Ella creía que las mabestias y los del Culto de la Bruja eran criaturas leales a la Bruja de la Envidia. Quizás se sorprendió al oír que en realidad no se llevaban bien.
 
Ram: Ram no puede creer eso… pero ¿es verdad?
 
 Anastasia: Desafortuna’amente, no lo sé seguro ya que no conozco ningún curtista de la Bruja o mabestia. Por eso lo presenté como un rumor. Pero ¿no creen que sería interesante si esta historia fuera cierta?
 
Subaru: ¿Interesante?
 
Subaru respondió insinuando que ella no debería haberlo descrito así. Y Anastasia respondió asintiendo brevemente.
 
Anastasia: To’o er mundo cree que la Bruja, los curtistas y las mabestias son buenos amigos, ¿verdad? Y, aun así, no saben que, de hecho, dos de ellos bajo la Bruja son hostiles entre sí. Este malentendi’o ha dura’o 400 años… Na’ie sabe la verdad.
 
Ram: Bueno, sí…
 
Anastasia: Me discurpo por sacar este rumor también, pero parece que hay mushos malentendi’os sobre er miasma. Por ejemplo, la relación entre las mabestias y er miasma es exactamente la opuesta a la conoci’a, ya que las mabestias lo detestan. Y se dice que en er fondo detestan a la Bruja.
 
Ram: … Aun así, es difícil de creer.
 
Ram seguía dirigiendo a Anastasia sus dudas, atraída por la historia.
Detrás de las dos inmersas en su conversación, Subaru notó que había algo innegable en las palabras de Anastasia=Eridna.
 
De hecho, la Bruja y las mabestias se llevaban mal, y las mabestias odiaban a la Bruja.
Esa posibilidad tenía sentido para él, considerando lo mucho que había usado el Persistente Olor de la Bruja hasta ahora. Si no fuera por eso, entonces ¿cómo habría conseguido que las mabestias le persiguieran frenéticamente cuando estaba envuelto por el olor de la Bruja?
 
Después de ser invocado a este mundo paralelo, usó su persistente olor contra la primera invasión de mabestias. E incluso lo usó de nuevo contra la Ballena Blanca.
Teniendo en cuenta todas las pruebas que había visto hasta ahora, era imposible descartar la relación entre el Persistente Olor de la Bruja y el miasma.
 
——El Persistente Olor de la Bruja que rodeaba a Subaru parecía ser el miasma en sí mismo.
 
Subaru: Es imposible que esas mabestias tuvieran una personalidad yandere parecida a la de Petelgeuse. Él no permitiría que otra criatura a parte de la propia Bruja emanara su olor. Sería como tener el olor de otra mujer.
 
Era asqueroso pensar en ello, pero la posibilidad antes mencionada tenía más sentido.
En otras palabras, las mabestias odiaban el miasma de la Bruja y lo consideraban con una fuerte hostilidad.
Y, para empezar, la mayoría de la gente no sabe que la teoría que afirmaba que la Bruja de la Envidia creó las mabestias era, de hecho, incorrecta.
 
La que creó a las mabestias no fue la Bruja de la Envidia, sino más bien la Bruja de la Gula.
 
Dado que la gente desconocía eso, parecía que nadie había notado tampoco la relación entre las mabestias y el miasma.
La fuente de conocimiento de Anastasia——o, más bien, él no sabía si realmente había un investigador que estudiara a la Bruja, pero, si existía, tenía razón.
 
Subaru: … Menuda farsa tan descarada.
 
Habiendo pensado en ello hasta este punto, Subaru suspiró ante su falta de preocupación.
Era más natural pensar que Anastasia=Eridna sólo escupía el conocimiento que supo desde el principio, más que dudar de si dicho investigador existía o no.
 
Cuando los pensamientos de Subaru llegaron a ese punto, una forma diferente de enfado comenzó a crecer gradualmente en su interior.
 
¿Por qué Subaru tenía que ocultar las circunstancias de que Anastasia fuera en realidad Eridna? Era su consideración hacia Julius y el grupo Colmillo de Hierro.
En particular, actualmente Julius había sido completamente borrado de los recuerdos del mundo.
Julius intentaba actuar tal y como siempre, tanto como podía, pero incluso él tenía descuidos respecto a ello. Teniendo eso en consideración, Subaru había decidido que debería evitar cualquier carga mental extra.
Debería evitarlo, pero ¿por qué tenía que soportar él la carga en su lugar?
 
Subaru: …
 
Todos eran egoístas.
¿Por qué sólo él tenía que hacerlo todo para cubrir el culo de esas personas?
Era irritante. Era molesto. Podría tan sólo sacarlo todo, ¿no? Bien podría decirles sobre el espíritu de Anastasia, su Retorno por Muerte, todo…
 
Ram: …Barusu. Deja de meter tu cabeza en la arena de repente, es extraño.
 
Subaru: Es sólo mi reacción defensiva natural para evitar que nuestras relaciones empeoren. Pfuh.
 
Dado que el enfado de Subaru estaba alcanzando el punto de ebullición, tuvo que meter su rostro en la pared de arena antes de que lanzara insultos hacia ellas. La pared de arena era inesperadamente quebradiza, y parecía que sería capaz de excavar a través con sus manos.
A cambio de descubrir aquello, Subaru escupió la arena que entró en su boca. Había algo que pensar en la fría expresión de Ram, pero como él era responsable de sus propias acciones, mantuvo cualquier represalia para sí mismo.
 
Anastasia: Quizás… ¿podría ser que er comportamiento excéntrico de Natsuki-kun sea debi’o a la influencia der miasma?
 
Ram: No, el comportamiento de Barusu es el de siempre.
 
Subaru: ¡No es el de siempre! ¡Es sólo el resultado de la influencia del miasma!
 
Anastasia: Bueno, ya que hablan de la autentici’ad de las cosas, y vorviendo a lo que ‘tábamo’ hablando antes de que se llamaran la atención er uno ar otro… las mabestias en reali’ad detestan a la Bruja. Si asumimo’ eso, entonces tiene que haber una explicación pa’ que la gente der Curto de la Bruja y las mabestias sean hostiles entre sí, ¿no?
 
Anastasia, que había encontrado deliberadamente una laguna en su conversación para devolverla al tema principal, ladeó la cabeza pesadamente. Sin embargo, la opinión afín de Subaru no alcanzó sus palabras. En su lugar, Ram asintió y procedió a hablar.
 
Ram: Sobre si son hostiles entre sí o no, o si ambos actúan juntos… es la primera vez que Ram oye algo al respecto. Para empezar, los rumores sobre el Culto de la Bruja no se esparcen.
 
Subaru: Ya veo… Entonces realmente es el tipo de organización secreta donde esos tipos se mueven manteniéndolo todo en secreto. Aunque me pregunto por qué no dejan ninguna impresión.
 
Ram: Barusu y Emilia-sama se han cruzado con esos tipos demasiado a menudo.
 
Todos los miembros del Culto de la Bruja que Subaru conocía ansiaban ser el centro de atención, y se encontraban absorbidos en un sentido inflado de su propio ego.
Ni siquiera se podía decir que los movimientos de Petelgeuse se hubieran mantenido ocultos; y, para colmo, los demás Arzobispos del Pecado habían llegado a realizar una retransmisión tras haber secuestrado una de las Grandes Ciudades.
¿Cómo podían estos tipos afirmar que eran una organización malvada que operaba en las sombras?
 
Subaru: Ah, pero espera. ¿Qué hay de la Ballena Blanca? Que esa cosa estuviera cooperando con el Culto de la Bruja… ahora parece sospechosamente plausible, dado lo que ocurrió en ese entonces.
 
Anastasia: ¿Tar vez? Aunque sé que las mabestias detestan definitivamente ar Curto de la Bruja, no ‘toy segura de si er Curto de la Bruja detesta a las mabestias… Bueno, en cuarquier caso, aunque no fuera así, no me preocupa mucho.
 
Subaru: Pero si fuiste tú misma quien sacó el tema…
 
Proporcionando una réplica apropiada a la objeción de Subaru, Anastasia arrojó su opinión personal directamente. Que no se aferrara a ello era quizás prueba de que había oído rumores de la opinión de otra persona.
Sin embargo, ella lo usó completamente como base de su conversación. Al final, Anastasia cerró uno de sus ojos, y…
 
Anastasia: Ar finar, la conclusión es que no entendemo’ las cosas relaciona’as con er miasma. También está la manera en la que lo ve Ram-san, que es maná contamina’o… Pero, bueno, no parece que haya na’ie cerca que pue’a explicar lo que ocurre con er maná cuando es contamina’o así.
 
Ram: …
 
Anastasia: Er maná es maná, sin importar de quién sea er cuerpo por er que pase. Aunque su naturaleza cambie en magia o cuando se trabaja con ér, no es posible para cuarquiera aña’ir argo extra ar maná en sí mismo.
 
Subaru: Pero eso…
 
Anastasia: ¿Por qué er maná sólo pue’e ser contamina’o con la Bruja de la Envidia? Y también, ¿por qué diablos los curtistas de la Bruja se aclimatan a ese maná contamina’o?
 
De manera inusual, Ram mantuvo la boca cerrada mientras Anastasia lanzaba esta barriada de preguntas.
Era bastante extraño que no hubiera alzado ninguna palabra de objeción y se hubiera mantenido en silencio. Al mismo tiempo, Subaru estaba experimentando una sensación de déjà vu y de repulsión.
 
Por la manera en la que lo había presentado, tanto su razonamiento como su conclusión eran algo vagos.
Todo en su actitud parecía como si estuviera hablando en acertijos, dándole la agria sensación de estar hablando con una doble de Echidna.
 
Anastasia: Vale, vale, vale; parece que hemo’ pasa’o musho tiempo de chismorreos inútiles, ¿no creen?
 
Anastasia habló de repente sin ninguna consideración por el silencio de Ram o la carga de Subaru.
El tono con el que había hablado hasta ahora cambió súbitamente, dejándoles detrás con el abrupto cambio de tema. Dejando a ambos atrás, Anastasia iluminó con su candil la parte frontal del pasadizo.
Imitándola, Subaru también paró en su marcha y, al alzar su candil, notó lo que ocurría.
 
Subaru: …
 
En frente de ellos, el pasadizo gradualmente giraba a la izquierda, y una fina brisa volaba hacia ellos.
La pared de arena aún no había cambiado en ningún aspecto, pero él recordó vívidamente el olor a quemado que se mezclaba con la brisa, junto con esa repentina curva en el camino.
 
Ram: Parece que algo se quemó, como carne a la parrilla, ¿no?
 
Ram dejó salir sus cándidas impresiones sobre la brisa que portaba un aire ligeramente caliente.
El olor de la comida demasiado hecha, de carne carbonizada, flotaba desde las profundidades del pasadizo.
Quizás era posible que este aroma fuera prueba de que había alguien cocinando, y que serían capaces de encontrar un amigo con el que hacer equipo más adelante——semejantes pensamientos bien intencionados ignoraban la realidad.
 
Ram: Emilia-sama y los demás prepararon un fuego y tomaron un respiro sin el menor cuidado… ¿es posible?
 
Subaru: Estoy de acuerdo en que Emilia sería del tipo de persona que prepararía un fuego sin precauciones; pero, ahora que he mencionado al centauro, no puedo quitarme de la cabeza esa posibilidad. Tú tampoco puedes creer los pensamientos demasiado optimistas que aparecen en tu cabeza, ¿verdad?
 
Ram: Ram espera ver cómo vas a salir con excusas para todas estas afirmaciones imprudentes una vez que la influencia del miasma se haya ido.
 
Cada vez que contestaba de manera más irritable de la necesaria a las preguntas de Ram, recibía una toxicidad mordaz como respuesta por parte de ella.
Dejando salir un resoplido ante eso, Subaru se mentalizó para no dirigir su hostilidad hacia a ella.
 
No había duda de ello, considerando que ya habían llegado hasta aquí.
Había una gran cueva adelante, y justo ahí, la pecadora mabestia cubierta en llamas estaría esperándoles.
 
Comparado con la última vez, tardaron menos tiempo en llegar aquí. No obstante, considerando lo que se iban a encontrar, quizás ese lugar era la guarida de la mabestia.
No tenía la más mínima esperanza de que se hubiera ido de allí, por lo que…
 
Subaru: No tenemos más opción que matarlo para pasar, ¿eh?
 
Ram: Ram piensa que sería más productivo pensar un plan que podamos llevar a cabo con nuestra actual fuerza de combate.
 
Anastasia: Aunque usemo’ mi as en la manga, no tenemo’ ninguna fuerza de combate. E incluso usándolo, quiero mantener esa cosa extenuante como úrtimo recurso de ser posible, da’o que no pue’o deshacer sus efectos secundarios.
 
Anastasia y Ram se opusieron a la propuesta de Subaru.
Aunque Subaru estaba molesto por habérselo negado, ni siquiera él tenía intención de imponer su propia opinión en ellas.
De hecho, sería absurdo. Había puesto el nombre de No-Combatiente a este equipo de personas por un buen motivo. Todas las opciones que entallaban confrontar a la mabestia probablemente acabarían siendo una locura.
 
Subaru: Pero tampoco es que podamos volver y tomar el camino de la derecha.
 
Ram: Tras mirar todas las distintas caras que has puesto hasta ahora, Barusu, Ram puede ver que no tendrías el valor de ir por ese camino, ¿me equivoco?
 
Anastasia: Pero eso significa que ’tamo’ acorrala’os. Y hacer argo tan loable como vorver a donde empezamo’ y esperar a que los demá’ nos encuentren… no dará frutos, ¿verdad?
 
Ignorando la insolente contestación de Ram, la respuesta de Anastasia dio en el clavo. Si aún temía a la mabestia lo suficiente como para retirarse, entonces debería haber reformulado las palabras desde el principio y haber parado ahí. Y, al no hacerlo, su conclusión le había llevado a la opción de pasar por la mabestia.
Pero eso no significaba que no pudieran encontrar una manera de lograrlo.
 
Subaru: Lo primero es lo primero, necesitamos reunir información de nuestro oponente. Si todo va de acuerdo con el plan, tendremos una oportunidad.
 
Subaru habló, alcanzando una conclusión antes de que las otras dos, quienes aún estaban inseguras sobre ese plan, lo hicieran.
 
 
    
 
 
——Subaru apenas sabía nada sobre el estilo de vida de la mabestia centauro.
 
Esto era debido al hecho de que se lo había cruzado durante sólo unas pocas docenas de segundos antes de ser quemado vivo.
Todo lo que quedó penosamente incrustado en su alma de aquella experiencia fue que su figura grotesca le hizo sentirse completamente enfermo, y que tenía un tremendo poder de ataque.
Al haber muerto de aquella manera, era inevitable concluir precipitadamente que murió en vano.
 
Sin embargo, en lo que respectaba a muertes inesperadas, Natsuki Subaru era un veterano.
Se había creado la regla general de que los sucesos llamados muerte no tenían finales que simplemente imitaran otras muertes.
 
Subaru: Primero, tenemos que prestar atención al aspecto del centauro.
 
Su aspecto repulsivo era algo que no podía olvidar una vez que lo había visto.
Aunque lo vio por tan sólo unos segundos, su figura grotesca se quedó grabada a fuego en su mente, lo cual le sería de ayuda.
 
Tenía un cuerpo humano por encima del cuerpo de caballo, con su cabeza transformada en un cuerno. Además, tenía una mandíbula abierta que cruzaba su cuerpo. Parecía mal hecho, como algo a medio hacer que un niño habría hecho jugando con arcilla. Sin embargo, se dio cuenta de una cosa cuando atormentó su cerebro sin desviar la vista de sus recuerdos.
 
Subaru: Definitivamente no tenía ojos.
 
En esencia, no tenía una cabeza en el lugar donde normalmente encontrarías una. Así, era seguro que no había ningún órgano en el cuerpo de la mabestia que le proporcionara el sentido de la visión.
O, dado que no había luz en el sistema de cuevas bajo las dunas de arena sin estar en posesión de un candil, quizás el efecto negativo de moverse ahí abajo había causado una involución.
 
Subaru: ¿Cómo si fuese un topo? Se adaptó a vivir bajo tierra y perdió sus ojos.
 
Él no estaba seguro de si tenía una visión para empezar, pero al menos aquella mabestia no confiaba en ello, y llevaba a cabo sus asuntos sin ello.
Aquella vez, la mabestia no parecía haberle notado debido a la luz del candil. Le notó por los ruidos e indicaciones que había hecho despreocupadamente.
Es decir, gracias a un sentido del olfato o del oído que la mabestia habría desarrollado en lugar de ojos.
 
Subaru: Si recuerdo correctamente, una vez oí que los topos tienen un buen sentido auditivo para compensar su pobre sentido del olfato.
 
No era algo que hubiera oído de Anastasia antes, sino que estaba bastante seguro de ser alguna información inusual que recogió en alguna parte.
Sin embargo, las suposiciones de Subaru acababan siendo mucho más útiles que los pensamientos sin base a los que se aferraba. La fuerza del centauro se basaba en su sentido auditivo; y habiendo llegado a esa conclusión, Subaru decidió actuar.
Y así…
 
Subaru: …
 
Sin decir palabra alguna, Subaru agitó su brazo arriba y abajo tan silenciosamente como pudo.
Desde el momento en que pisó la arena, había tenido cuidado de que sus pisadas no hicieran ningún ruido al aplastarla.
Lo que arrojó desde el extremo de su brazo fue uno de los frascos de agua que había puesto en su mochila de emergencia. Sin ningún objetivo particular, el frasco voló directo hasta el fondo de la gran cueva——y la feroz mabestia en medio de la cueva dirigió su atención hacia donde había aterrizado.
 
Centauro: ¡¡—ϡϡ!!
 
Tan pronto como el frasco de agua aterrizó en la arena con un silencioso golpe, la reacción del centauro, que lo escuchó, fue enérgica. Agitando su cuerpo en llamas, la mabestia saltó con su cuerpo de caballo y galopó hacia la fuente del sonido. Ferozmente embistió su cuerpo hacia allá sin rastro de duda.
 
Centauro: ¡¡—ϡϡ!!
 
La arena se elevó, y chispas parpadeantes volaron alrededor de la cueva. Moviéndose violentamente, el centauro derrapó. Sus colmillos rechinaron dentro de sus enormes fauces abiertas, y continuó emitiendo un aullido agudo que sonaba como el llanto de innumerables bebés llorando.
Entonces, pisó el frasco de agua, aplastándolo contra el suelo, y lo quemó una y otra vez. Una vez que el centauro lo redujo a escombros, dejó ir más llamas que rebosaban de su melena y caían en la arena. Y cuando todo lo demás había ardido hasta quedar crujiente, la mabestia se detuvo con un aire de satisfacción.
 
Parecía satisfecha.
Mientras miraba su trabajo por el rabillo del ojo, Subaru agitó la cuerda que había atado a su cintura y avanzaron hacia delante. El sonido de sus cuidadosos pasos en la arena fue ahogado por los agudos aullidos de la mabestia que impregnaban la cueva.
Con sumo cuidado en cada uno de sus lentos pasos, siguieron avanzando.
 
 
Subaru tiró de su cuerda, indicando que pararan la marcha, deteniendo el avance de su dragona de tierra.
Para su sorpresa, la dragona de tierra, que no debería haber sido capaz de entender la conversación humana, había seguido al pie de la letra sus instrucciones.
Había caminado lentamente por la arena a un paso prudente que no se correspondía con su gran constitución.
 
——Subaru y los demás estaban llevando a cabo su marcha al pie de un precipicio mortal en una cueva cubierta de oscuridad.
 
Pensando en ello, la anchura de la cueva era probablemente del tamaño de un gimnasio de colegio, aproximadamente.
Estaban en un área donde los cadáveres chamuscados de las criaturas que habían sido incineradas por la mabestia habían caído por todas partes. Subaru y los demás estaban intentando cruzar dejando atrás a la mabestia silenciando sus pisadas y respiraciones.
 
 
Aquel lugar no era el típico sobre el que caería un silencio como el de una tumba.
Las fauces ridículamente grandes del centauro jadeaban salvajemente una y otra vez. El sonido era extraño, como el que suena al salir aire de un globo.
No solo su apariencia era repulsiva, sino también su comportamiento——No obstante, estaba agradecido de que su comportamiento no hubiera cambiado ahora mismo. Gracias a eso, lograrían salir con un plan que no involucrara pelear.
 
 
Una vez más, Subaru tomó otro frasco de agua y lo arrojó detrás del centauro. La mabestia de mente simple reaccionó al sonido y una vez más asaltó ferozmente el frasco vacío.
Las llamas y los llantos de bebé inundaron la cueva, y el frasco de agua ardió debido al inmenso calor del centauro. Con un sonido reseco, el frasco se volvió totalmente negro.
Obviando aquel alboroto, Subaru y los demás avanzaron logrando acortar su distancia al pasillo durante ese momento.
 
——Esta simple distracción era la conclusión que Subaru había alcanzado al observar el estilo de vida del centauro.
 
Habiendo considerado que no tenía vista, Subaru decidió que el centauro confiaba en su sentido auditivo. Dejando a Ram y Anastasia detrás de él, atraería la atención de la mabestia utilizando el mismo método de arrojar cosas. Repitió esta demostración un par de veces hasta que se ganó su confianza.
El centauro era una mabestia que divisaba a su presa utilizando su sentido auditivo. Y por encima de eso, era una criatura de mente simple que podía ser engañada un puñado de veces con el mismo método.
 
Mientras fuera capaz de asegurar eso, el resto sería fácil.
Haría que Ram reuniera objetos para la distracción, al mismo tiempo que averiguaba dónde estaba la salida usando el viento, para que pudieran escapar una vez pasada la mabestia. Tras eso, le dijo escrupulosamente a Patrasche su plan encubierto, y que necesitaba mantener un corazón fuerte para no sucumbir al estrés o la ansiedad, y que sólo pusiera cara de póker.
 
 
De hecho, las tácticas de Subaru estaban funcionando realmente bien hasta el punto de que parecía anticlimático. La distancia entre la cueva y el pasillo ya se había reducido a la mitad, y el tiempo que habían pasado en estrés no era para tanto. Dado que la mabestia no parecía tener intuición, seguramente podrían superar el obstáculo de la mabestia repitiendo el mismo proceso una y otra vez.
 
 
Naturalmente, habían apagado la luz del candil, y la única cosa que utilizaban para ver era la melena llameante del centauro que crepitaba en la distancia.
La luz del candil probablemente no habría afectado en lo más mínimo a la mabestia, pero aun así, habían tomado la prudente decisión de reducir todo lo posible todo lo que pudiera llamar la atención de sus sentidos.
 
 
Sintiendo que tiraban de la cuerda, la atención de Subaru, que había estado vagando en sus pensamientos, fue traída de vuelta al presente.
Estaba sujetando dos cuerdas mientras ponía en uso la distracción. Una de ella estaba atada a Patrasche, mientras la otra la sujetaba Ram que montaba en ella.
 
A Patrasche le enseñó las señas que indicaban «avanzar» y «parar», pero las que daría a Ram no habían sido bien estipuladas. Usarían la cuerda para llamarse la atención el uno del otro.
 
Comunicarse utilizando las cuerdas meramente indicaba su presencia, sin necesitar mirarse cara a cara o intercambiar palabras, lo cual tranquilizó a Subaru más de lo esperado.
Gracias a esto, Subaru no portaría ningún mal sentimiento hacia Anastasia o Ram. Estaba en un estado mental en el que le era más fácil no mirar a la cara de otra persona.
 
Pero eso no significaba que no albergara ninguna preocupación, la cual crecía con facilidad ante tal soledad. Subaru se había convencido de que era en parte debido a la influencia del miasma——Sin embargo, muchas partes de la historia que Anastasia les había contado antes respecto a qué es el miasma le habían confundido.
¿Se curaría de sus efectos cuando abandonaran este lugar? En este momento, eso parecía poco creíble.
 
Suponiendo que no se curara, acabaría siendo incapaz de librarse de esos sentimientos desagradables incluso cuando se encontrara con Emilia y Beatrice…
 
Subaru: ¡¿—?!
 
De repente, hubo un tirón fuerte en la cuerda, causando que Subaru retrocediera involuntariamente. La cuerda que había sido tensada era la que estaba atada a Patrasche. La dragona de tierra había hecho una decisión rápida para pararle por la fuerza.
Y justo cuando Subaru levantó su rostro, inmediatamente vio por qué.
 
 Subaru: —uh.
 
Un montón de fuego fue lanzado a un paso por delante de Subaru. El montón de fuego era aproximadamente del tamaño de una pelota, pero a su paso radió calor a sus alrededores. Chocó contra una pared de arena unos pocos metros más lejos, dejando escapar un violento sonido retumbante, seguido de una explosión.
Un viento cálido sopló y quemó el frío cuerpo de Subaru; que a duras penas había logrado contener su propio grito.
 
Definitivamente le habría dado un golpe directo si Patrasche no le hubiera parado.
No sabía si ese fuego podría haberlo matado, pero como mínimo sí lo habría herido. Subaru apretó los dientes al darse cuenta de que apenas había escapado con vida, y entonces un escalofrío le recorrió la espalda.
 
¿Por qué le había sido arrojada una bola de fuego?
 
Subaru: …
 
Sin pensar, Subaru se giró para mirar detrás de él.
El centauro debería haber sido engañado por su distracción, y debería haberse entretenido con el frasco de agua en el otro lado de la cueva. Sin embargo, la mabestia ahora había girado su cabeza corneada a donde se encontraban ellos, gruñendo.
Justo como si supiera que Subaru y los demás estaban ahí.
 
Subaru: …
 
No puede ser eso, pensó Subaru agitando su cabeza.
Subaru desató un frasco de agua de su cadera y lo agarró para poner en marcha de nuevo la distracción. La cuerda que le conectaba con Ram estaba siendo constantemente atirantada para llamarle, pero no lo notó.
Su mayor prioridad ahora era alejar de ellos la atención de la mabestia.
 
Levantó su brazo con el frasco de agua y lo arrojó lejos, a la izquierda del centauro, donde cayó en la arena. Y justo como esperaba, la atención de la mabestia se desvió hacia dicho lugar y la torpe bestia fue atraída hacia la obvia distracción.
Una vez más, las llamas brotaron y el lamento de bebés llorando hizo eco. Y mientras el agudo eco reverberaba en la cueva, Subaru apresuró a Patrasche hacia la salida.
Solo tenían que seguir repitiendo este proceso establecido una y otra vez.
Con sólo eso, deberían ser capaces de pasar a través; sin embargo…
 
Subaru: ¡—kh!
 
Una vez más, una bola de fuego arrojada por el centauro pasó al lado de donde Subaru estaba caminando.
Incluso se había acercado más esta vez, con un disparo tan preciso que le rozó la piel. Conteniendo la respiración inmediatamente, Subaru fue golpeado por la ola de calor de la explosión de la bola de fuego.
 
Subaru: …
 
Iluminado por la recién nacida fuente de luz naranja delante de él, Subaru miró a los ojos de la mabestia en la distancia. De hecho, sus ojos no se encontraron, así que decir que se miraron a los ojos no era correcto.
 
—Pero la atención de la mabestia está claramente centrada en donde estamos. La mabestia no tiene manera de rastrearnos excepto por el sonido; así que, ¿por qué fue capaz de encontrarnos en medio de su propio grito…?
 
Subaru: Su propio… grito…
 
Ram: Barusu, el eco…
 
Mientras la pregunta y la respuesta llegaban a la mente de Subaru, Ram, que aún tiraba de la cuerda, finalmente le llamó e hizo un sonido.
Y cuando ambos llegaron a la misma conclusión, el centauro pateó la arena.
 
Sus pezuñas patearon la superficie de la arena, y la mabestia, que era tan grande que tenían que mirarla hacia arriba, voló ligeramente a través del frío aire. El calor de su melena en llamas se incrementaba al moverse, y todo a la vez estaba corriendo hacia el grupo de Subaru.
El torso humano unido al cuerpo de caballo alzó sus brazos y alejó pedazos de su propia melena en llamas. Mientras lo mantenía en sus manos, esos pedazos cambiaron en bolas de fuego, y tras un parpadeo, se volvieron balas llameantes explosivas.
 
Subaru: ¡—Gh! ¡¡Corrancorrancorrancorran!!
 
Llegados a este punto, evitar una pelea con el centauro ya no sería posible.
Descartando el plan de avanzar con tan poco ruido como fuera posible, Subaru dio una palmada a las patas de Patrasche, ordenando que corriera inmediatamente al pasillo.
El grupo de Subaru estaba actualmente en el centro exacto de la cueva, lejos tanto del pasillo por el que habían entrado, como de aquel al que querían llegar; una posición tan ventajosa para el centauro que parecía como si este hubiese sido el plan de la mabestia.
 
Subaru: ¡¿Estaba jugando con nosotros?!
 
Ram: ¡—Gh!
 
La mente de Subaru se quedó en blanco, asombrado, pero la mabestia no se detuvo. Atacando con bolas de fuego mientras las creaba, el centauro hizo volar por los aires nubes de arena alrededor de sus objetivos en movimiento, como si estuviera jugando con ellos.
Era como si hubiera notado que corrían directamente al pasillo. Y aunque corrieran en zig-zag para confundirlo, su oído era más preciso que semejante truco.
 
Subaru: ¡Uoh! ¡Wah!
 
Rozando sus cabezas agachadas, las bolas de fuego seguían siendo arrojadas una detrás de otra.
Sin ser vista, la mabestia corría en círculos a su alrededor mientras huían sin cesar en su bombardeo explosivo, lanzando ráfagas de arena al aire.
 
Subaru: ¡¿Goah—?!
 
Una explosión a los pies de Subaru lo mandó a volar fácilmente mientras recibía una ola de calor ardiente.
Rápidamente se protegió la cabeza con ambos brazos, pero el aire caliente le quemó las fosas nasales y la garganta por dentro. Respirar se volvió doloroso, y con el interior de la nariz chamuscado, temporalmente perdió el sentido del olfato.
 
Rodó en el suelo por la agonía que sufría en el centro de su rostro, entonces alzó su rostro en lágrimas.
La boca en el torso del centauro estaba completamente abierta, y la mandíbula dentada emitía un ruido ensordecedor, casi como si se estuviera riendo. No, de hecho, se estaba riendo.
 
Riéndose del débil humano de juguete, que no podía ni siquiera ganar una batalla de ingenio contra una mabestia.
 
Subaru: ¡Maldita… seaaaa!
 
El odio hirvió en él, y le dio a Subaru fuerzas para levantarse.
Comparado con la sospecha y la desconfianza, odiar a la alimaña que se oponía a él le resultaba una sensación maravillosa y saludable. Mientras estaba en esa oscuridad que lo envolvía de pura furia, Subaru resopló a la mabestia que le miraba tan complacida consigo misma.
 
Que actuara como si hubiera ganado era algo muy cómico.
¿Cómo podría una humilde mabestia que odia el miasma pensar que podría tener la esperanza de vencer a Natsuki Subaru?
 
Subaru: …
 
Poniendo una mano en su cadera, sacó su látigo.
Dejando que su mano recordara la sensación de agarrar la empuñadura, ligeramente levantó la arena con el extremo del látigo; el centauro inmediatamente paró en su rugido irrisorio, e instintivamente giró sus oídos al chasquido del látigo.
 
Seguramente era la primera vez que oía tal sonido.
Sin embargo, ese no era el verdadero plan de Subaru. El látigo no era nada más que una distracción.
 
Subaru: … Providencia Invisible.
 
En respuesta a la violencia de la mabestia, una emoción negra, hirviente y turbulenta se formó dentro del pecho de Subaru.
Dándole dirección, lo guio directo a destrozar miembro a miembro al centauro. Usándolo de esta manera le hacía parecer como alguien que sólo sabía usarlo de una manera, pero no le importaba. Era un método que funcionaría en cualquiera.
 
Subaru: …
 
Agitando el látigo sobre su cabeza, dejó que la mabestia escuchara su sonido al cruzar el aire.
Tomando cuidado de no alertar al centauro, que estaba prestando atención al primer sonido, la mano mágica invisible avanzó como si se deslizara a través de la oscuridad, infiltrándose en la sombra de la mabestia, apuntando hacia el cuerno encima de su torso humano.
No sabía si los órganos vitales estaban en el cuerpo humano o en el cuerpo de caballo. Con su cabeza siendo un cuerno, que hubiera un cerebro dentro o no era un misterio. A pesar de eso, tenía que haber un órgano vital de algún tipo. Con eso decidido, aplastaría el cuerno con la palma de su mano invisible.
Si la pérdida del cuerno hiciera a la mabestia obediente, simplemente haría que se suicidara. Eso sería mucho más placentero…
 
Subaru: ¡¿?! Guiah… ¡¿Gaah?!
 
Cuando pensó eso, algo ocurrió justo cuando iba a llevar a cabo su ataque mortal.
Cuando su Mano Oculta se extendió hasta la cabeza del centauro que él miraba fijamente, la propia cabeza de Subaru se llenó de un súbito dolor inimaginable. Sintiendo como si algo le hubiera arrancado el cuero cabelludo y estuviera perforando directamente su cráneo, sus ojos se pusieron en blanco y una espuma amarilla brotó de sus labios mientras caía de rodillas.
 
Subaru: ¡¿Gah… ah?! Guh… ¡agyih!
 
Llevándose ambas manos a la cabeza al caer de rodillas, se golpeó a sí mismo en el lateral de su cabeza para intentar combatir el dolor. Ni frotarse la cabeza ni presionársela aliviaba el dolor. Para combatir el dolor, intentó infligir un dolor más fuerte, falso. Se golpeó a sí mismo una y otra vez, pero no importaba lo duro que se golpeara, no podía sobrepasar el dolor.
Rodó en la arena a la vez que su cabeza parecía un infierno lleno de espinas que se clavaban en su cerebro, y casi desmayándose del dolor, acabó tragando arena sin entender por qué.
 
Subaru: ¡Duele! ¡Augh! ¡Duele duele duele! ¡¡DUELE!!
 
Gritó como si estuviera escupiendo sangre.
Con la boca llena de arena, masticándola con sus muelas, Subaru destrozó el suelo, peleando contra el dolor misterioso para evitar que bloqueara su garganta. No podía combatirlo, estaba perdiendo.
 
Naturalmente, la Providencia Invisible se había desvanecido inmediatamente.
Habiendo desaparecido, ya no tenía manera de afectar al centauro. La mabestia, como si estuviera decepcionada con su falta de resistencia, se preparó para convertirlo en un cadáver humeante.
 
Una gran bola de llamas alejó el frío aire mientras la ola explosiva calentaba el espacio a su alrededor.
Y así, Natsuki Subaru sería carbonizado…
 
Patrasche: ¡—ϡ !
 
En el último momento, la azabache dragona de tierra mordió ferozmente el brazo de la mabestia, cercenándoselo.
 
Patrasche: …
 
Con un color corporal que la camuflaba en la oscuridad, la dragona de tierra se había acercado a la mabestia sin ser oída, y llevó a cabo un golpe mordaz. Junto con su brazo, la mabestia perdió el equilibrio y dejó caer la bola de fuego que había alzado sobre su propia cabeza.
En otras palabras, el calor de la bola de fuego que la mabestia había creado explotó a sus pies, y la onda expansiva a quemarropa la lanzó al aire.
 
Al ser arrojada por la explosión, la sangre que caía del brazo herido de la mabestia se esparció, y la mabestia cayó de espaldas. Sin perderlo de vista, Patrasche aceleró sobre la arena y, sujetando las ropas de Subaru entre sus dientes a la vez que él seguía destrozado por el dolor, inmediatamente empezó a correr en retirada.
Al encontrarse sujeto por los dientes de Patrasche cerca de su cadera, agitándose a izquierda y derecha estando colgado, atormentado por la pobre circulación sanguínea y el continuo dolor de cabeza, Subaru miró detrás de él.
 
Tras Patrasche, el inestable centauro se levantó sobre sus pies.
La herida en su torso humano echaba espuma, y el brazo izquierdo que había sido mordido creció de nuevo en un instante. Su habilidad monstruosa de regeneración también funcionaba en sus otras heridas. Todas las heridas de su cuerpo, infligidas por la explosión de hace un momento, se cerraron una detrás de otra. El centauro volvió a estar en plena forma en cuestión de segundos.
 
Con eso hecho, no había nada que lo ralentizara.
Gritando hacia Patrasche, que le había golpeado por sorpresa, el centauro aceleró persiguiendo a la dragona de tierra que huía desesperadamente, y su melena brillaba con más fuerza mientras saltaba.
 
La habilidad de correr de Patrasche era impresionante incluso en el peor terreno, pero aquel era el propio hábitat del centauro, y su aceleración estaba un paso por delante. Debido a la diferencia en tamaño y a que Patrasche estaba siendo ralentizada por el peso de Subaru, la mabestia la alcanzó en poco tiempo y corrió al lado de ella.
Una ardiente bola de fuego apareció en la mano de la mabestia, pero esta estaba estirada a lo alto. Mirando más de cerca, la bola de fuego cambió en la mano de la mabestia adquiriendo la forma de un arma larga, y en el parpadeo de un ojo, se volvió una lanza, cubierta de un extremo a otro en llamas.
 
Centauro: ¡¡—ϡϡ!!
 
Alzando la lanza llameante, el centauro dirigió la punta hacia Patrasche. La azabache dragona de tierra se agachó al acercarse la lanza, casi deslizándose en la arena para evitar el ataque y usando aquello como una apertura para acelerar aún más.
Sin embargo, justo cuando parecía que podrían escapar, una pezuña de la mabestia se clavó directamente en el torso de la dragona de tierra desde el costado. La fuerza del ataque atravesó su dura piel, y gritó cuando el impacto presionó fuertemente sus órganos internos. Incluso entonces, se negó a dejar caer a Subaru, que aún estaba colgando de sus dientes. El calor que él podía sentir cerca de su cadera provenía de la sangre que Patrasche tosía por sus heridas internas.
 
Ésta era la única señal de que había sido gravemente herida.
Sin embargo, aún no dejaría ir a Subaru, y Subaru no tenía manera de preocuparse por las heridas de su leal dragona. No hacía más que parecer estar sumido en una tortura eterna de un dolor sin fin en su cabeza.
 
Ram: ¡¡EL FULA!!
 
Anastasia: ¡¡JIWALD!!
 
Un segundo golpe de la lanza llameante estaba apuntando a Patrasche, quien claramente se había vuelto más lenta. Sin embargo, antes de que alcanzara el cuerpo de la dragona de tierra, fue interrumpido desde dos direcciones diferentes.
Desde un lado vino una cuchilla invisible de viento, desde el otro una convergencia de rayos de calor al rojo vivo.
 
Ambos conjuros vinieron de voces familiares, pero eso era todo lo que Subaru podía asegurar.
Ambos hechizos golpearon directamente a la mabestia, provocando agujeros en su cuerpo y cortando el torso humano en un ángulo… esas heridas, también se cerraron inmediatamente.
 
Ram: ¡Barusu…! Diantres, ¡si estás muerto, deberías decirlo!
 
Anastasia: Es una mabestia desagra’able… No podré hacerle musho daño a esa cosa.
 
Aunque hablaban con el mismo tono de siempre, una de las voces de las chicas sonaba ligeramente desesperada.
Por otra parte, a pesar de estar en una situación desesperada, una de las voces carecía de estrés.
Sintiendo el aliento de su leal dragona y su sangre en su piel, Subaru estaba al punto de perder la consciencia. Si iba a pasar a través de tanto dolor y tormento, quizás morir no era tan…
 
Ram: ¡No te atrevas a morir, Barusu! ¡Rem lloraría!
 
Subaru: …goh.
 
Aquella voz gritó justo en su oído, cortando a través del dolor y alcanzando su cerebro.
Lo que la voz despertó era un odio no menos que el que portaba por la mabestia.
 
Ellos habían olvidado.
Ni uno solo de ellos recordaba a esa chica.
 
No hables de mí y de Rem como si tú supieras algo de eso.
 
Subaru: …¡¡PROVIDENCIA INVISIBLEEE!!
 
Liberando sus sentimientos de furia hacia la mabestia que se encontraba al final de su visión teñida en lágrimas, Subaru la golpeó con una mano mágica teñida de negro en un impulso de rabia.
A mitad de camino, otro dolor rabioso desgarró su cráneo——antes de que fuera consumido por ello y perdiera la consciencia, la Mano Oculta de Subaru golpeó la lanza de la mabestia de frente, rompiéndola como un acto simbólico de desafío.
——Pero esa fue toda la resistencia que pudo reunir.
 
Centauro: ¡¡—ϡ!!
 
La recompensa por su contraataque lleno de furia fue otra ráfaga de un dolor furioso.
El centauro plantó sus patas frontales en el terreno arenoso y se apoyó en ellas, girando sobre sí mismo a la fuerza, y entonces sus piernas traseras se agitaron como una catapulta.
Sus cascos sólidos como rocas patearon la arena al aire a la vez que avanzaban velozmente hacia el grupo de Subaru——él mismo y Patrasche, además de Ram y Anastasia que probablemente también estaban cerca; intentó destrozar a todos a la vez.
 
En una explosión de fuerza suficiente en sus piernas como para derrumbar parte de la cueva, todos fueron enviados a volar a direcciones diferentes por la ola de arena. Subaru fue incluso separado de la mandíbula de Patrasche, rodando sin poder evitarlo por encima de la arena y arrojado por las secuelas del impacto contra un cuerpo quemado, destruido.
 
Subaru: Ah… uh…
 
Un dolor de cabeza que no podía describirse, y un cuerpo pisoteado por la patada del centauro.
Asaltado por un dolor continuo desde dentro y fuera, Subaru ya no sería capaz de mantenerse consciente. De algún modo, mientras rodaba en la arena, podía sentir que se acercaba la oscuridad de la muerte.
 
Destrucción, aniquilación, muerte fútil en batalla.
Palabras sin corazón como aquellas vagaban en el fondo de su mente, pero…
 
Subaru: …
 
En una situación donde sus pulmones habían olvidado incluso respirar, Subaru vio alguien que permanecía delante de él.
Era una pequeña, delicada silueta. En un mundo con muy poca luz, no podía verla claramente. Aun así, tenía una forma familiar que inmediatamente reconoció. Era Ram. Ella estaba tambaleándose mientras se mantenía de pie.
Tenía ambos brazos abiertos, protegiendo a Subaru.
 
—Tonta… Es imposible, será en vano, así que no lo hagas.
 
Intentó decir eso, pero su garganta ya no le hacía caso, como si estuviera llena de arena. ——No, de hecho, estaba llena de arena. Debido a la arena que estúpidamente había tragado al luchar contra el dolor en su cabeza, Subaru ya no podía hablar con claridad.
 
Subaru: …¿Por… qué?
 
Con todas sus fuerzas, Subaru logró hacer un débil grito.
A pesar de toda la insatisfacción y furia acumulada que había sentido hacia Ram y sus demás compañeras, de la que seguramente eran conscientes.
 
Ram: … Rem… lloraría.
 
Ante las palabras de Subaru, Ram dio una única respuesta en silencio.
Por la hermana pequeña que no podía recordar, por la persona más querida para esa hermana no recordada, Ram permanecía en pie.
Subaru no entendía lo que la empujaba a ir tan lejos.
 
No podía entenderlo, pero había una cosa que entendía: que a este ritmo, Ram iba a morir. Y Subaru también moriría. Era inevitable.
 
Centauro: —ϡ.
 
El centauro bramó, balanceando ambos brazos y creando una espada llameante en cada uno de ellos. O más que espadas, parecían martillos o hachas.
Fueran lo que fueran, eran armas envueltas en llamas. Estaban a punto de ser usadas para cortar en pedacitos el cuerpo de Ram que era más pequeño que el de Subaru, el cual sería carbonizado poco después.
 
Subaru: … Vamos, vamos. Tiene que haber… algo.
 
Mirando a la muerte a la cara, Subaru llegó a las profundidades de su dolor.
Luchando contra el dolor sin fin era como hundirse en sí mismo. Y fuera de sí mismo estaban Ram, Patrasche y Anastasia——era poco realista pensar que alguna de ellas le ayudaría.
Aunque fuera algo ridículo como un sueño o una ilusión, Subaru miró dentro de sí mismo buscando algo, cualquier cosa. Este enfoque poco realista era la esperanza más realista que le quedaba.
 
Sumiéndose en su interior, alcanzando las turbias profundidades de su cuerpo, dejando a un lado los pensamientos oscuros retorcidos, Subaru miró dentro de sí mismo buscando cualquier cosa que pudiera ayudar. No la Mano Oculta que había usado demasiado. Algo diferente, algo, algo nuevo, alguna manera de poder resolver este desastre.
Su última búsqueda dio como resultado—
 
Subaru: … Ah.
 
—nada, y entonces Subaru miró cómo la mabestia enfrente de él alzaba sus armas.
Las llamas se cruzaron sobre la cabeza de la mabestia, y tras un momento de pausa, descendieron sobre Ram. Quemando el mismo aire, las cuchillas que se acercaban abrirían sin piedad un camino envuelto en llamas a través del fino cuerpo de la chica, quemándola, sin dejar nada del camino que ella había hecho, los recuerdos que mantenía, o cualquier otra cosa excepto carbón…
 
Al imaginar esa escena, Subaru gritó contra su propia impotencia.
 
 
Al momento siguiente, una luz blanca liberada con una tremenda velocidad voló la parte superior del cuerpo de la mabestia.
 
 
    
 
 
El cuerpo de la mabestia que había portado esas espadas en llamas se desvaneció del mundo gracias a esa tremenda luz.
La luz no hizo algo tan simple como aplastar o cortar su cuerpo, sino que más bien lo había desintegrado.
 
 
El centauro era un monstruo que tenía un torso humano en lugar de la cabeza de un caballo.
Y la luz había aniquilado su torso humano desde el pecho hacia arriba, lo cual incluía los brazos en sus hombros, el cuerno que estaba en el lugar de la cabeza humana, y la mandíbula de colmillos que se abría en su pecho.
 
La sangre brotó sin sonido de las heridas de la mabestia producidas por el impacto——E inmediatamente después, las heridas empezaron a formar espuma, preparándose para usar la misma técnica de superregeneración que había usado previamente.
Su carne retorcida se hinchó y su cuerpo humano destruido formó uno nuevo. El cuerpo humano se regeneró enseguida y bolas explosivas de fuego nacieron rápidamente en ambas manos.
 
Centauro: ¡¡—ϡϡ!!
 
El centauro rugió, y el aullido de incontables bebés inundó el frío aire.
Girando su cuerpo, la mabestia ignoró a Ram y Subaru, y en su lugar saltó directamente hacia el peligroso enemigo que había destruido su cuerpo superior.
La mabestia invocó una carga de bolas de fuego en sus brazos y las lanzó una tras otra mientras se apresuraba hacia delante. Consumida por su odio frenético, la mabestia se preparó para liberar su propio grito de batalla. Sin embargo…
 
Centauro: ¡¿—ϡϡ?!
 
Las bolas de fuego que habían sido invocadas por la mabestia fueron todas interceptadas de frente una por una.
Los responsables fueron los destellos de luz blanca que atravesaban las bolas de fuego de frente con tremenda precisión. La velocidad de los destellos de luz era extraordinaria, y su fuerza claramente era superior a la de las bolas de fuego.
Los trozos de fuego fueron golpeados por la luz directamente, arrastrados por su poder y chocando contra el cuerpo de la propia mabestia. Inmediatamente después de que Subaru pensara que el centauro acabaría como un erizo con púas de luz blanca, las llamas arrastradas explotaron por todo el cuerpo de la mabestia.
 
Los brazos fueron completamente destruidos, su mandíbula fue hecha pedazos, su cuerpo de caballo ardió y finalmente colapsó. Se deshizo sobre la arena, dejando salir un agudo grito cubierto de furia.
Sin embargo, las heridas de la mabestia empezaron a formar espuma, y se negó a morir. Era como si estuviera diciéndoles que se volvieran más fuertes, que cambiara su forma de actuar, y que deberían evolucionar su manera de asestar la muerte, dado que no podrían lograrlo explotando partes de ella y reduciéndolas a la nada.
 
 
La apariencia de la mabestia se transformó mientras regeneraba sus partes perdidas.
La parte humana cambió, ahora sus brazos se habían vuelto cuatro, y colmillos largos y afilados sobresalían de su mandíbula. Su mitad caballo también tenía más piernas, con un total de ocho. Haciendo un cálculo simple, se habían doblado en cantidad.
Al igual que eso, su piel carbonizada se endureció, ahora brillando con un lustre oscuro. A primera vista, parecía que se hubiera envuelto en una armadura.
Y portaba un hacha, un martillo, una lanza y una espada de llamas en cada uno de sus nuevos brazos. La mabestia había conseguido evolucionar en un periodo de tiempo increíblemente corto, todo para alterarse a sí misma y poder enfrentar al ser que lanzaba los rayos de luz blanca.
 
 
Alzando sus cuatro patas delanteras, el centauro dejó salir un rugido atronador. Chasqueó sus pezuñas alzadas juntas en un estruendo penetrante y arremetió hacia delante.
Su gran figura era similar a la de un tren acorazado cubierto de acero. Su peso y aceleración convertirían fácilmente a cualquier oponente en carne picada, causándoles un final horrible.
El ser que había avergonzado a la mabestia acabaría siendo completamente aniquilado si era alcanzado por un feroz golpe final.
 
Centauro: ¡¡—ϡϡ!!
 
Pateando la arena en el aire Una luz blanca lo atravesó seguido de Una luz blanca lo atravesó una columna de calor ardiente, la mabestia ferozmente Una luz blanca lo atravesó irrumpió. Una luz blanca lo atravesó Sus llamas Una luz blanca lo atravesó se volvieron Una luz blanca lo atravesó más calientes que antes, como Una luz blanca lo atravesó un infierno Una luz blanca lo atravesó del abismo. Su figura grotesca y atípica Una luz blanca lo atravesó lo había vuelto imposible de Una luz blanca lo atravesó estremecerte en cuanto Una luz blanca lo atravesó le echaras un mero vistazo, Una luz blanca lo atravesó sin importar quién fueras; Una luz blanca lo atravesó ése era el Soberano del Mar de Arena. Una luz blanca lo atravesó Una luz blanca lo atravesó Una luz blanca lo atravesó Una luz blanca lo atravesó Una luz blanca lo atravesó Una luz blanca lo atravesó Una luz blanca lo atravesó Una luz blanca lo atravesó Una luz blanca lo atravesó Una luz blanca lo atravesó Una luz blanca lo atravesó Una luz blanca lo atrav Una luz blanca lo atrav Una luz blanca lo atrav Una luz blanca lo at Una luz blanca lo at Una luz blanca lo at Una luz blanca Una luz blanca Una luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca Luz blanca
 
 
… …
 
… … … …
 
Subaru: …
 
No quedaba nada más justo después de la loca cantidad de luz que fue lanzada.
La mabestia, que había supuesto tal amenaza, había sido completamente destruida por la luz hasta que su carne se hizo añicos. La mabestia había sido completamente enviada lejos de este mundo.
 
La única cosa que quedaba en la arena era el incontable número de rayos de luz que habían sido disparados para borrar a la mabestia de la existencia——Su origen venía de unos aguijones blancos y alargados, los cuales inmediatamente después también se desvanecieron como si se hubieran convertido en polvo.
 
Subaru: …
 
Ante semejante espectáculo, Subaru se quedó anonadado e incluso había olvidado el dolor de su cabeza.
Se dio cuenta de que un febril y delgado cuerpo había pasado a posarse en sus brazos. Era Ram. No recordaba qué había pasado, pero parecía que había abrazado su cuerpo en sus últimos momentos.
Aunque debería haber sido un gesto inútil, parecía que Ram no estaba consciente.
 
Subaru: …
 
Subaru oyó el sonido de alguien pisando la arena.
Definitivamente, ese alguien estaba acercándose lentamente al grupo de Subaru.
 
El interior de la cueva aún estaba a oscuras junto con un frígido silencio.
La única fuente de luz provenía de los restos de fuego esparcidos que habían sido arrojados por la mabestia. Había un fuego crepitante justo al lado de Subaru que le permitía ver unos pocos metros a su alrededor.
 
Los pies de alguien entraron en el límite de su campo de visión.
 
Subaru: …
 
Alzando su rostro, Subaru miró hacia donde estaba el propietario de esos pies——y aparentemente el responsable de aquella luz blanca.
Gradualmente subiendo su campo de visión, lo que vio reflejado en sus nublados ojos era… un ser humano.
 
Subaru: …
 
Era… una mujer.
Una mujer que desprendía una atmósfera peculiar.
 
Sus piernas estaban desvergonzadamente desnudas hasta sus muslos, y la única cosa que cubría su entrepierna era el dobladillo de sus pantalones que apenas habían sido cortados para esa tarea. Sobre eso, su cadera y su ombligo estaban expuestos. Un pedazo de tela estaba enrollado por encima de su esbelta cintura como un protector para mantener sus pechos ocultos.
Sin embargo, ella llevaba algo parecido a una capa desde sus hombros que apenas protegía del viento la mayoría de su cuerpo, expuesto desde sus pálidos hombros.
 
Su pelo era castaño, más cercano a negro hasta el punto de que parecía fusionarse con la oscuridad que les envolvía. Su largo pelo estaba todo recogido en una coleta.


Ella miró a Subaru y los demás con ojos húmedos que estaban suprimiendo una profunda emoción.
Sus delgados labios se curvaron, abriéndose en una sonrisa bestial.
 
???: … Le encontré.
 
Al menos puedo entender lo que dice, pensó Subaru.
Y con ese pensamiento, su consciencia alcanzó su límite.
 
Con el tacto de la arena, Subaru dejó ir su consciencia sin decir palabra.
Al menos, no parecía que fuera a dejar ir a la chica arropada en sus brazos, ya que la sujetaba firmemente.
 
Le quedaba suficiente fuerza de voluntad para hacer sólo eso.