Traducción:
Robert
Corrección y edición:
Carlos (Primer corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)
※ ※ ※ ※ ※
— Cerrando sus ojos, los recuerdos de entonces se volvían vívidos incluso ahora.
Blanco. Un mundo de blanco.
La joven Emilia, justo después de despertar y tomar unas cuantas frígidas bocanadas de aire, se dio cuenta que estaba en medio de un paisaje de nieve.
¿Por qué?, se preguntó. Pero no había respuesta.
Ella no podía recordar cómo ocurrió eso, y su conciencia era incongruente.
Ella se levantó del suelo, corrió hacia la ventana y observó la escena invernal de afuera. La blanca caída envolvía todo el pueblo, antes un familiar bosque verde, ahora a medio camino de un lento y progresivo proceso de congelación.
Emilia no podía saber con certeza que éste era el fenómeno conocido como “nieve”, ya que era la primera vez que la veía. Pero sus instintos escudriñaban vívidamente en su joven memoria.
Aún sin saber lo que estaba sucediendo, y con un nudo en la garganta, Emilia empezó a correr con una expresión tensa en el rostro.
En cuanto ella salió de la vieja casa, construida dentro de un gran árbol, un vendaval cortante sobre la piel y un frío penetrante en los pies asaltaron a la niña, como su bautismo.
Inmediatamente la nieve agarró su pie, y ella cayó de bruces al suelo.
Congelación. Nieve cristalizada en copos blancos. El encuentro con estos pequeños cristales de hielo blancos que caían hizo que Emilia se aterrorizase. Eran maravillosamente hermosos, pero terriblemente fríos.
Únicamente una prenda de tela delgada envolvía su cuerpo. Vistiendo esas simples ropas, Emilia no podía contrarrestar el frío. Los escalofríos que la sacudían desde los huesos se debían tanto al frío como a su terror.
La nieve saqueaba su calor corporal, mientras que los cristales blancos intentaban cautivar su corazón. Emilia lloraba mientras se quitaba la nieve que había acumulado sobre su cuerpo, y volvió a correr.
Los copos de nieve no paraban de caer desde el cielo, bailando, y cayendo dentro de su garganta cuando ella jadeaba. Ella tosía, corría, y las lágrimas caían por su rostro.
Ella misma no sabía por qué lloraba.
Pero era aterrador. Ella tenía miedo. ¿Por qué estaba sola aquí? ¿Adónde fue todo el mundo? ¿Dónde estaban todas esas personas que siempre eran amables con ella, que le sonreían a ella y que la ayudaban?
Ella intentó visualizar las caras de todos, pero una suciedad obstruyó sus pensamientos.
En su mente, la imagen de los rostros y sonrisas de todos los aldeanos —ese rostro y su sonrisa estaban cubiertas de una sombra negra, intentando robar sus presencias de la cabeza de Emilia.
『 Emilia: —hg. 』
Sacudiendo la cabeza mientras las lágrimas fluían por su cara, Emilia siguió corriendo.
Ella no debía pensar. Si ella pensaba en todos, la sombra negra los consumiría. Todos los seres apreciados por ella desaparecerían de su mente.
Pero, si ella no pensaba ellos, estaría sola. Estar completamente sola en un mundo blanco, frío e impenetrable — ese era un terror insoportable para la joven Emilia.
La joven Emilia no tenía poder ni conocimiento. Ante esta blanca decadencia que cubría todo, ella sólo podía luchar.
Emilia luchaba, pero la nieve que caía la envolvía, como burlándose de ella, y su pequeño cuerpo descendía constantemente hacia la pura y blanca perdición.
— No había nadie aquí. Ella no podía encontrar a nadie. Ya ni siquiera podría ▓▓▓▓ a todos, nunca.
『 Emilia: —¡Nhaa! 』
Sin saber a dónde ir en este mundo blanco, con las extremidades entumecidas e inmóviles, Emilia cayó de cuclillas mientras lloraba como un bebé.
Sus piernas se hundían en la blanda nieve de las rodillas hacia abajo y, aunque hacía frío, no lo sentía. Su piel blanca, a menudo comparada con la nieve, ahora se enrojecía intensamente, quemada por el frío de esa misma nieve.
De esta forma, huyendo de todo, Emilia se sujetó la cabeza mientras se hundía en la nieve.
La nieve caía sin piedad sobre la joven niña, amontonándose, mientras el pequeño cuerpo de Emilia desaparecía en el blanco y —
『 ???: —¡¡EMILIA!! 』
Un grito rompió el silencio para llamar a Emilia, quien tenía los ojos cerrados y estaba cayendo en un sueño del que no se despertaría.
Rodeados de sus largas pestañas, los ojos de Emilia se abrieron a la vez que intentó emerger de la nieve. En cuanto lo hizo, su ligero cuerpo fue sacado de la nieve y abrazado.
『 Emilia: —a 』
『 ???: Está bien, Emilia. Todo está bien, estás bien. Menos mal... Te encontré... 』
Ella intentaba hablar, pero de su garganta perfectamente congelada sólo salía un aliento nebuloso. La otra persona entendió el estado de Emilia y, mientras la abrazaba, su voz temblaba de alegría por la seguridad de Emilia.
Emilia expresaba sus emociones con el cuerpo, frotando la cara contra su corto pelo plateado e inhalando su olor con la nariz enrojecida. Mientras le daban a ella este enorme amor, ella quiso expresar que sentía lo mismo por ellos.
Esta felicidad otra vez, de ser acunada en sus brazos y hablar así con ellos.
Definitivamente existía un calor, aquí, aquí mismo, en medio de la nieve que le había conferido desesperación a la pequeña Emilia hasta el punto de pensar “tal vez este es el final”.
Todavía abrazando a Emilia, quien se estremecía de alegría y frío, la mujer de pelo plateado hasta los hombros y una expresión aliviada endureció el rostro, observando a su alrededor mientras empezaba a correr.
Ella acercó sus labios a la oreja de Emilia, exhalando alientos blancos.
『 Mujer: Emilia, ¿me oyes? Sé que debes estar preocupada por muchas cosas y no sabes lo que está pasando, pero... todo está bien. Haré algo al respecto. Aunque tú y yo terminemos separadas, nunca estarás sola... 』
Aunque las palabras de la mujer eran urgentes, Emilia no entendía lo que estaba oyendo. Pero la idea de que ella estaría separada de esta persona era aterradora. Sus dedos entumecidos se aferraron al pecho de la mujer mientras sacudía la cabeza con fuerza.
Para la joven e ignorante Emilia, apelar a las emociones de los demás era la mejor manera de vivir.
Gracias a ello, Emilia consiguió seguir siendo una persona querida por todos. Siempre lo había hecho. Y aquí en este momento, también, y de ahora en adelante —
『 Emilia: —! 』
『 Mujer: No, no debes, Emilia. Incluso si estaba bien hasta ahora, no puedes seguir haciéndolo de ahora en adelante. Necesitas ser una chica fuerte, inteligente y valiente. Si no lo eres, no podrás aceptarte a ti misma y sé que tendrás un final triste. Y para mí, eso es... para todos, y para mi hermano, eso es triste. 』
『 Emilia: —u 』
Ella frenéticamente negaba con la cabeza.
Sin embargo, la mujer ignoró sin corazón el impulso de Emilia. Ella reprendió la dependencia de Emilia en los demás, diciendo que no debía hacerlo.
Ella no podía creerlo. Claro que lo encontraría doloroso.
Hacer eso siempre le había permitido hacer algo para solucionar todo, incluso lo que le habían dicho que no debía hacer. ¿Por qué no funcionó esta vez?
¿Por qué su práctica habitual era ineficaz ahora, en el momento más doloroso, difícil y aterrador hasta ahora? Si había más métodos correctos, ¿cómo había llegado a este punto sin conocerlos? — Ella estaba empezando a detestar a todo el mundo.
『 Emilia: —! 』
『 Mujer: Lo siento, Emilia. Lo siento mucho. Nunca te dije nada importante, ocultándote absolutamente todo... por favor perdóname por verte siempre solo como una hermosa princesa... perdónanos. 』
—Imperdonable. Imperdonable. Imperdonable. Imperdonable. Imperdonable. Imperdonable.
『 Mujer: Por favor no odies a la gente a tu alrededor que atesoraban tu sonrisa, ni a las tiernas mentiras que decían... 』
Los odiaba. Los odiaba. Los odiaba. Los odiaba. Los odiaba. Los odiaba. Los odiaba.
『 Emilia: — 』
Ella odiaba las mentiras. Detestaba las mentiras. Las mentiras eran cosas completamente tristes. Las mentiras fueron la razón por la cual no se había salido con la suya. Las mentiras estaban haciendo que Emilia se quedara sola. Ella odiaba las mentiras.
Mentiras detestables. Mentirosos detestables. Todos son unos ▓▓▓▓.
『 Mujer: Nuestra adorable Emilia... algún día, te... 』
『 Emilia: — 』
Emilia refunfuñaba. No quería oír nada más. Escuchar lo que sea no cambiaría nada.
El bullicioso vendaval y los chillidos de Emilia ahogaron las últimas palabras de la mujer en la nada.
La mujer de pelo plateado observó con tristeza el rechazo de Emilia y su lucha rigurosa. Sin embargo, ella disipó todas sus emociones mientras se enfrentaba al futuro.
『 Mujer: — Auh, 』
— En ese momento, llegó el verdadero final.
La mujer que corría con Emilia en sus brazos percibió una presencia ante ella, y se detuvo.
La tenue sacudida incitó a Emilia a mirar hacia arriba, y en su visión — ella vio el rostro de la mujer que la sostenía, más tenso de lo que Emilia había visto jamás.
En su expresión había sorpresa y tristeza, rabia y dolor, disgusto y aspiración — y un ligero alivio.
Golpeando las mejillas de Emilia, el vendaval blanco y frío se intensificaba.
La tormenta de nieve era lo suficientemente fuerte como para que incluso abrir los ojos fuera un esfuerzo considerable. Abrumada por el terror, Emilia puso las manos en los oídos casi congelados y gritó.
Y —
Y —.
————.
—————————.
※ ※ ※ ※ ※
La quinta mañana en el Santuario — que para Natsuki Subaru era el gran día para imponerse en esta serie de bucles — comenzó con la peor de las noticias.
『 Ram: Barusu. ¿Adónde se ha ido Emilia-sama? 』
『 Subaru: — ¿Eh? 』
Acababa de amanecer. En el viejo mundo serían aproximadamente las 8 de la mañana. Los evacuados y los residentes se habían despertado, y los hombres estaban en el pozo de agua, limpiándose el sudor de la noche.
Después de lavarse la cara en el abrevadero y limpiarse con un paño seco, Subaru escuchó la pregunta que le disparó Ram, quien irrumpió magníficamente y sin vacilar en un lugar lleno de hombres sin camisa. Subaru respondió con asombro, su cabeza estaba completamente en blanco.
La presencia de una mujer aquí, como si eso fuera natural, agitó a algunos de los hombres, que rápidamente huyeron, pero Subaru no tenía tiempo para burlarse de ellos por eso.
Después de todo, no comprendió lo que Ram le dijo.
『 Subaru: Emilia... ¿Qué? 』
『 Ram: Como dije. Fui a esperar a Emilia-sama, pero el edificio estaba vacío. Estaba segura de que la habías sacado a dar un paseo, pero... 』
『 Subaru: Vacío... ¿cómo sucedió eso? Dejé el edificio después de hablar con ella cuando se despertó... desde entonces, estuve aquí. 』
Incapaz de ocultar su conmoción, Subaru pensaba en los sucesos de esta mañana.
Él había sostenido su mano durante la noche — o eso le había dicho — y al despertarse por la mañana y ver a Subaru vigilándola al lado de su cama, una tranquila sonrisa había aparecido en la cara de Emilia. Subaru había pensado que era otro poco característico buen despertar de ella. Ella bajó la mirada hacia su mano, aún sostenida por la de Subaru, antes de hablarle en voz baja y comunicarle su deseo de continuar la conversación de anoche.
『 Emilia: Quiero hablar después de haberlo resuelto todo en mi cabeza correctamente. Le pediré a Ram que me arregle la ropa, y cuando termine, sé que podré hablar. 』
Y con eso, ella expulsó a Subaru de la habitación.
Aunque Subaru había sido impaciente, considerando los sentimientos de Emilia, apurarla sería cruel. Sobre todo, Emilia estaba tranquila. Atenderla demasiado podría terminar teniendo el efecto opuesto al deseado. Eso fue lo que Subaru había decidido, pero...
『 Subaru: Así que me fui, y estaba pensando en dejarte el resto a ti... 』
『 Ram: Y saliste del edificio antes de recibirme... eso fue lo que pasó. Ya veo. — Metiste la pata, Barusu. 』
『 Subaru: — 』
Subaru no tenía excusa.
Bajar la guardia sobre Emilia y no trasladársela a Ram fue su error. Pero no había concebido que eso tuviera este resultado, tratándose de Emilia.
『 Subaru: ¿Podría haber salido un segundo por la llamada de la naturaleza, o…? 』
『 Ram: ¿Crees que soy lo suficientemente descuidada como para haberme olvidado de revisar los alrededores a lo largo del camino? 』
『 Subaru: Eso no era lo que yo... pero, si no es eso, entonces... 』
『 Ram: ¿De verdad no lo entiendes? 』
La mirada de Ram era fría como siempre, pero en ese instante, el frío se intensificaba. Sus ojos tenían la misma mirada que tenían anoche, cuando miró a Subaru aparentemente aburrida.
Viendo la decepción y el desánimo en sus ojos, Subaru bajó la mirada.
『 Subaru: — Emilia huyó, ¿eso es lo que estás diciendo? 』
『 Ram: ¿Qué otra manera hay de interpretarlo? ¿O quieres decir que la facción contraria a la liberación del Santuario ha estado esperando tan atentamente como un tigre a que no estuviéramos al lado de Emilia-sama, y que esta misma mañana actualizaron sus planes... es eso lo que quieres creer? 』
『 Subaru: ... no es del todo imposible. 』
『 Ram: Aferrarse a eso es incorregiblemente repulsivo. De cualquier manera, no cambiará el hecho de que Emilia-sama no está por ningún lado. Esto pinta mal, incluso si ignoras su incapacidad de salir del Santuario. 』
Su actitud era áspera, pero Ram tuvo la precaución de mantener su voz lo suficientemente baja como para que nadie la escuchara. Si se descubría que Emilia desapareció después de desafiar la Prueba, era probable que la reputación de Roswaal fuera manchada.
Seguramente Ram juzgó que este tema debía ser tratado discretamente.
『 Subaru: Emilia... 』
Subaru murmuró débilmente su nombre mientras levantaba la cabeza.
Como dijo Ram, incluso suponiendo que Emilia lo había abandonado todo y estaba intentando huir, era imposible que pudiera atravesar la barrera del Santuario, ya que era mitad elfa.
Ella no era tan tonta como para no reconocerlo. Emilia permanecía atada al Santuario, corriendo y corriendo, pero nunca para escapar.
Pero, suponiendo que estaba tan acorralada que aun así quería huir, entonces…
『 Subaru: Esa es responsabilidad de Puck y mía... 』
El error de Puck fue no imaginar cuán grande sería la conmoción ocasionada por la ruptura del contrato para Emilia.
El error de Subaru fue no notar sus señales y malinterpretar que ella estaba calmada y serena.
Si Emilia había huido, sería a consecuencia de ambos errores.
『 Ram: Aceptando que Emilia-sama ha huido y se esconde... Barusu, ¿se te ocurre algo? 』
『 Subaru: Espera. No decidas que se ha escapado. Aun suponiendo que se haya ido a algún lado, no puedes moverte por este Santuario sin que nadie te vea. Y tampoco es usual que Emilia vaya deambulando por el lugar. 』
Subaru hizo un gesto con la mano para instar a Ram a detenerse, mientras él sacaba conclusiones.
Ram suspiró, asintiendo levemente.
『 Ram: Reconoceré que me he precipitado, pero ¿qué debemos hacer? Estás aquí, así que es obvio que los hombres no la han visto. Entonces, ¿debemos poner nuestras esperanzas en la posibilidad de que la hayan visto las mujeres que permanecen en la catedral? 』
『 Subaru: La gente de la Aldea de Arlam nos dirá si vieron a Emilia tambaleándose sola. En el peor de los casos, una de las personas del Santuario podría haberla visto... podemos empezar por preguntarles primero, y después no deberíamos tardar demasiado en sacar conclusiones. 』
Aunque estableció rápidamente esos planes, Subaru entendió más o menos que todo lo que estaba haciendo era posponer la conclusión. Ram estaba escuchando las propuestas de Subaru, pero seguramente ella estaba pensando exactamente lo mismo.
Los puntos en común entre Ram y Subaru eran que: Emilia se había fugado por voluntad propia, y que sería inconveniente que esa información se difundiera demasiado.
Que lo pensaran por el bien de Emilia o por el de Roswaal era otra cuestión.
『 Ram: Si uno de nosotros la encuentra rápidamente, nos habremos librado por poco. Pero lo mejor sería tener en cuenta lo peor que podría pasar. Lo entiendes, ¿no? Barusu. 』
『 Subaru: ...sin embargo, no quiero pensar en eso. 』
El recordatorio de Ram también sirvió como advertencia: No apartes la vista de lo peor que podría pasar.
La posibilidad de que Emilia perdiera la oportunidad de desafiar la Prueba, que ellos procedieran a buscarla sin encontrarla, y que el hecho de su ausencia se filtrara por todo el Santuario — sería un daño irreparable.
Subaru y los demás, quienes conocían la situación, debían esforzarse por resolver el problema antes de que eso sucediera.
『 Subaru: Si vamos preguntando por ahí y aun así no podemos encontrarla... 』
『 Ram: Tendremos que esforzarnos a tope para revisar el bosque. 』
『 Subaru: ... Eso nos llevaría más de uno o dos días. 』
Levantando la cabeza, Subaru miró a los árboles del bosque que rodeaban el Santuario y frunció el ceño.
Aunque el Santuario tenía la barrera que lo separaba del exterior, este bosque era lo suficientemente grande como para esconder a una persona. Y suponiendo que Emilia se estuviera escondiendo en el bosque, ni siquiera tendría que quedarse arraigada en un solo lugar.
Hoy y mañana. Quedaban como máximo 48 horas antes de la fecha límite para la apuesta y el contrato.
Dentro de ese plazo tenían que: encontrar a Emilia, hacer que enfrente la Prueba y que la supere.
— ¿Podía hacerlo?
¿Podría él, que acorraló a Emilia tan profundamente y que no había notado la tormenta en su corazón, concederle a Emilia la fuerza para seguir adelante?
『 Subaru: Me estás sobreestimando seriamente, Puck... 』
『 Ram: ... Me pregunto si esto también está relacionado con la rotura del contrato con el Gran Espíritu. 』
『 Subaru: Dudo que no esté relacionado, en el sentido de que perdió su mayor apoyo mental. Pero ninguno de los dos pensó que la haría actuar así. 』
Había un detonante más, algo que se había añadido a su estrés.
Eso era todo lo que podía imaginar Subaru, pensando en la tranquila Emilia de anoche y esta mañana.
『 Subaru: — 』
No puede ser, pensó.
Estaba seguro de que había actuado después de haberlo confirmado adecuadamente.
Pero, hipotéticamente, suponiendo que Emilia lo hubiera notado—
『 Otto: — ¡Natsuki-san! 』
Subaru tenía la cara rígida, cuando la repentina llamada hizo que los hombros de Subaru saltaran de sorpresa.
Él miro alrededor, para encontrar a un joven de pelo gris que lo saludaba con la mano, corriendo hacia él desde la plaza de la aldea.
Era Otto, que no había participado en el baño de la mañana y que supuestamente había estado preparando el desayuno con los aldeanos en la catedral.
Llegó hasta donde estaba Subaru con una cara pálida y poniendo las manos sobre las rodillas, mientras respiraba entrecortadamente.
『 Otto: Tengo que reportar varias cosas. Hay un buen número si analizamos los detalles, pero... por ahora, las dos más importantes. Hay buenas y malas noticias. 』
『 Subaru: Me interesan tus noticias, pero primero tengo una pregunta: ¿Ha aparecido Emilia por la catedral? ¿Ha hablado alguien sobre ella, algo? 』
『 Otto: ¿—? No, aún no la he visto esta mañana. Tampoco he oído a nadie decir nada en la catedral. 』
Otto arrugó la cara mientras Subaru priorizaba una cuestión sin algún propósito obvio por sobre las noticias.
Las expresiones de Subaru y Ram se oscurecieron al escuchar esa respuesta.
Otto percibió su descontento, pero juzgó que el informe era más importante que mencionarlo.
『 Otto: Así que, buenas y malas noticias... ¿cuál te gustaría? 』
『 Subaru: No me gusta que sean un set, pero qué remedio... entonces, primero las buenas noticias. 』
Si oía las malas noticias, probablemente necesitaría mucho tiempo para pensar en un plan de respuesta. Además, actualmente se encontraba en la peor situación: Emilia había desaparecido. Preferiría evitar quedarse atascado en un enigma al multiplicarse las horribles noticias.
Ante la decisión de Subaru de suavizar el impacto que podría recibir, Otto cruzó los brazos, asintiendo.
『 Otto: Entonces las buenas noticias. He completado las negociaciones con los evacuados exactamente como habíamos acordado. Han hecho sus respectivos preparativos y están listos para salir hoy cuando quieras. Les pedí que se mantuvieran listos para responder incluso a instrucciones repentinas, por lo que podrían marcharse en cualquier momento. 』
『 Subaru: —Cierto. Lo lamento. Realmente, debería haber sido yo quien les hablara y les pidiera ayuda. 』
『 Otto: Afortunadamente, mi cordialidad con todos ha aumentado estos últimos días. Y si se tiene en cuenta nuestra relación de aquí en adelante, es una suerte que haya tenido esta oportunidad. En cualquier caso, los preparativos se desarrollaron sin problemas. 』
La voz de Otto era firme, pero, a pesar de sus loables logros, su rostro no mostraba alegría. Fuera cual fuera el problema que se hubiera presentado, ¿había sido lo suficientemente serio como para ensombrecer esa buena noticia?
Subaru se rindió ante la silenciosa mirada de Otto, y decidió presionar para que le diera el otro reporte: las malas noticias.
『 Subaru: ¿Y cuál es la mala noticia? 』
『 Otto: Hace un momento, Garfiel entró en la catedral, enfurecido y buscándote. 』
『 Subaru: ¿Buscándome? ¿Por qué? No creo que me haya entrometido lo suficiente esta vez como para que esto suceda... 』
Ya que este era el último bucle, la persuasión de Subaru a Garfiel aguardaba. Necesitaba ser extremadamente cauto cuando interactuase con Garfiel, e incluso después de arreglar las cosas con Otto y establecer la apuesta con Roswaal, Subaru había evitado conversar con Garfiel tanto como podía.
Había valido la pena, y había logrado llegar al Gran Día sin haber interactuado realmente con Garfiel, hasta esta mañana.
『 Subaru: Si podemos, sería mejor tratar con él después de negociar con Ryuzu Theta... 』
『 Otto: Esa es la cuestión. 』
Otto levantó el dedo.
Los ojos de Subaru se abrieron de sorpresa, sin entender qué se refería Otto con “esa”.
Mientras Subaru permanecía confundido, Otto habló con una expresión grave.
『 Otto: Esa Ryuzu-san aparentemente desapareció esta mañana. Garfiel está buscando por todo el pueblo con una expresión frenética. Y son en estas circunstancias que él quiere hablar contigo. 』