lunes, 18 de diciembre de 2017

,

≠Satella


Traducción:
Pretinaverse
Carlos

Corrección y edición:
Carlos
Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※


—Ésta era la primera vez que Subaru se encontraba cara a cara con la bruja en cuestión.

La bruja de la envidia —era un nombre que ya había escuchado innumerables veces antes y, la amenaza que ella representaba, era algo a lo que él ya se había enfrentado durante aquel sombrío bucle en el Santuario.
Su desafío a las reglas que ella le había impuesto, le significaron más de una o dos experiencias de aplastante dolor en su corazón. Mantener cualquier clase de impresión positiva sobre esta bruja, que había poseído el cuerpo de Emilia y destruido el Santuario, ciertamente era algo difícil de lograr. Especialmente después de su última conversación con Echidna, la que, inconscientemente, le generó una profunda aversión a la propia palabra “bruja”. Pero,

『 Subaru: Sí… las otras brujas ni se comparan. 』

Enfrentado con la presión emanada por la bruja frente a él, Subaru murmuró con voz áspera.

Se trataba de una mujer delgada.
Sus brazos colgaban holgadamente mientras permanecía de pie sin ganas de luchar, aparentemente mirando a Subaru. Usando un vestido color ébano —tejido con las sombras que surgían de debajo de sus pies— envolviéndola, con su cuerpo pulsando, como si acompañara a los latidos de su corazón.
A partir de las muñecas que sobresalían de sus largas mangas, Subaru pudo ver sus extrañamente pálidos dedos, pudiendo estimar que la bruja de la envidia, tal como las otras brujas, debía poseer un rostro igualmente hermoso.

Pero, para poder confirmar eso, faltaba la parte más importante.

『 Subaru: Ya lo había visto varias veces, pero… ¿Qué diablos pasa con esto? 』

Una oscura sombra cubría completamente a la bruja del cuello para arriba, haciendo imposible cualquier tipo de confirmación visual.
A diferencia del vestido de ébano que cubría su cuerpo, la sombra actuaba como una niebla, ocultando a Subaru el rostro de la bruja de la envidia.

La pregunta de Subaru era algo desconcertante, pero la bruja no dio ningún signo de reacción ante ella.
Una sensación de creciente e insoportable pánico comenzó a quemar el pecho de Subaru, mientras que el sudor comenzaba a cubrir su frente —entonces dirigió su mirada alrededor, observando a las otras cuatro brujas en silencio.

『 Subaru: ——— 』

Viendo los cambios que tenían en su expresión, Subaru sintió sorpresa.
Por lo que sabía Subaru, la relación entre ellas y la bruja de la envidia era la misma que habría entre una víctima de asesinato y el asesino. Encontrarse con la persona que te había dado muerte… Subaru sabía la carga mental que podría provocar algo como eso.
Pero, el semblante que tenían esas brujas, difería de las predicciones de Subaru.

Una de ellas tenía una gentil sonrisa, otra la miraba como compadeciéndose de ella, otra era indiferente como si no le importarse para nada y, la última—

『 Echidna: Así que pudiste atravesar mis fronteras y te las arreglaste para llegar acá. Descaradamente invadiendo incluso mi castillo de los sueños… siempre has sido una egoísta, ¿sabes? 』

Solo una de ellas, Echidna, la bruja de la codicia, demostraba hostilidad en su mirada.
Viendo ese desprecio, o algo parecido, emanar de Echidna, sorprendió a Subaru. Recién, hace unos momentos, se había despedido de ella pensando que carecía de tales emociones, pero, ahora que la veía claramente exhibiendo lo que sentía, Subaru comenzó a pensar que quizás se había equivocado.

Pero ya era demasiado tarde para ponderar sobre aquello. Lo que tenía que hacer ahora era encontrar el modo de lidiar con la inmóvil bruja que tenía delante.

『 Subaru: En primer lugar, ¿por qué tendría que venir ella hasta a… 』

『 Minerva: Estoy segura de que está molesta porque no parabas de hablar sobre cosas que no deberías. A mí tampoco me gustan mucho los hombres que no saben cuándo parar la lengua. Así que, más o menos, entiendo su indignación. 』

『 Subaru: Por mucho que digas eso, no lo entiendo. ¿Estás tomando su lado? Se supone que, desde tu punto de vista y el de las otras brujas, ella es tu enemiga. 』

『 Minerva: Enemiga… Es algo tan estúpido de oír. A partir de ahora verificaré si lo que dices es algo válido o no. 』

Minerva entrecerró sus ojos y, con su cabello rubio balanceándose mientras se movía, se interpuso en la línea de visión de la bruja de la envidia, interrumpiéndola de mirar devotamente a Subaru.
Sacando orgullosamente su prominente pecho, Minerva enfrentó audazmente a la bruja y,

『 Minerva: ¿Puedes escucharme? Soy yo, Minerva. La bruja de la ira, Minerva. Si me recuerdas y puedes oír mi voz, di algo. 』

『 Subaru: —¡! ¡No, espera! ¡Hasta donde yo sé, conversar con ella no funciona! Si haces cualquier cosa que la provoque… 』

『 Sekhmet: Intenta guardar silencio —haa. 』

Subaru solo podía considerar las palabras de Minerva como temerarias. Pero fueron las palabras de Sekhmet, que continuaba enrollada con su pelo en el suelo, las que lo detuvieron.
Subaru le dirigió su mirada y ella se acomodó un poco con su ovillo de pelo color magenta cambiando de tamaño.

『 Sekhmet: El tiempo que hemos pasado juntas con ella —huu— es mucho más grande que las cortas interacciones que ustedes dos han tenido —haa. El miedo que sientes es natural, pero —huu— intenta dejarle esto a Minerva —haa. Ciertamente… ella suele actuar sin pensar —huu— pero esta vez, creo que, probablemente, no está siendo irracional —haa. 』

『 Minerva: ¡Te estoy oyendo, Sekhmet! ¡Si no quieres que arruine la conversación y nos haga a todas ser tragadas, deja de decir cosas que me hagan enfadar! ¡Estoy rebosando de furiosa ira! 』

『 Sekhmet: Tratándose de ti —huu— una persona capaz de enfadarse simplemente porque alguien está respirando cerca —haa— siempre encuentras motivos para enfadarte independientemente de lo que te digan —huu. 』

Incluso recibiendo esta implacable opinión, Minerva no desvió su atención de la amenaza que tenía justo frente a ella.
Ese pequeño dime y direte debería haber generado alguna clase de acción por parte de la bruja de la envidia, sin embargo, ella continuaba de pie ahí, sin hacer nada más que mirar a la bruja de la ira y a Subaru.

Ciertamente, se podría decir que la bruja no estaba actuando como en ocasiones anteriores, en las que reaccionaba inmediatamente.
Pero, lo único que eso significaba era que, al parecer, no tenía intenciones de tomar acciones hostiles por ahora. Sin embargo, que lograsen mantener una conversación como se debe entre ellas, era otra cosa.

Sekhmet le estaba dejando la totalidad del diálogo a Minerva, mientras que las otras dos—

『 Camilla: Bue… bueno, creo… creo que está bien que… Minerva-chan haga el intento… pero, si ella… uhmm… mm… hace algo contra Minerva-chan… la ma-mataré. 』

『 Echidna: Ese es un comentario bastante heroico, pero creo que ya te lo había dicho en varias ocasiones, que tu afinidad con esa cosa es horrible. Si de verdad hay alguien que pueda resistirla, esa sería Sekhmet. —¿Lo entiendes? 』

Echidna hizo un esfuerzo por mantener su voz en calma mientras reprendía a la tartamuda pero agresiva Camilla. La bruja de cabello blanco miró entonces a Sekhmet, quien se estremeció como si contestar fuera una gran molestia.

『 Sekhmet: No me es posible sellar continuamente sus movimientos —haa. Deberías saber que mi poder no es del todo apropiado para ese tipo de cosas —huu. 』

『 Echidna: Ciertamente. Por eso mismo, lo único que tienes que hacer es pulverizar sus extremidades y estrangular su cuello. Si sellas sus movimientos de ese modo y la estrangulas, entonces podré expulsarla de este espacio. 』

Echidna emitía una hostilidad tan feroz que el previo comentario de Camilla parecía tierno. Y aunque parecía que lo dijera como si no le importase, la extrema repugnancia que emitían sus palabras, dejaba más que claro que no se trataba de ninguna broma.

Y mientras esta encendida conversación se estaba llevando a cabo, Minerva continuaba encarando a la bruja de la envidia. De hecho, como si intentara evitar que la bruja de la envidia escuchara los dimes y diretes de las otras brujas, se acercó un paso más cerca de ella.

『 Minerva: ——— 』

Subaru tragó saliva mientras veía a Minerva avanzar.
Subaru solo podía pensar que Minerva estaba siendo demasiado imprudente —pero tampoco tenía ninguna idea de por qué la bruja de la envidia había aparecido en ese sitio.
Si era por lo mismo que en experiencias anteriores, entonces la razón de que ella apareciera debía ser porque Subaru había violado el tabú. Pero los abusos que la bruja había cometido hasta ahora cada vez que el tabú había sido violado, incluían invocar sus brazos para estrujar al máximo el corazón de Subaru o presentarse ella misma en el mundo real para engullir todo con sus sombras.

Ciertamente, interactuar amistosamente no era una respuesta esperable de ella. Sin embargo, la bruja de la envidia seguía sin expresar cuáles eran sus intenciones. Era imposible saber lo que pretendía.
Subaru desconocía cómo actuaría la bruja en respuesta a las acciones de Minerva.

—Si Minerva era engullida por las sombras, las otras tres actuarán al instante.

Si las esperanzas que Echidna había puesto en Sekhmet eran fundadas, entonces la bruja de la pereza usaría su autoridad para pulverizar a la bruja de la envidia, y Echidna aprovecharía para expulsarla de una vez por todas.
Pero si eso era posible—

¿Por qué no hicieron eso de inmediato?

『 Subaru: ——— 』

Sin embargo, eso no era lo único extraño. El hecho de que permitieran a Minerva ser la primera en acercarse a la bruja de la envidia, por sí mismo ya se trataba de algo extraño.
Camilla estaba lista para atacar, pero solo en caso de que algo ocurriera, Sekhmet se negaba a actuar proactivamente con hostilidad e, incluso Echidna, la persona que mayor enemistad sentía en ese grupo, no parecía tener la intención de lanzar un ataque preventivo que interfiriera con los deseos de Minerva.
¿Qué diablos era lo que ellas estaban pen—

『 Echidna: Parece que eres incapaz de comprender nuestras intenciones como brujas, pensando que solo estamos perdiendo el tiempo. 』

『 Subaru: ——— 』

『 Echidna: Aunque, si de verdad pudieras ver a través de nuestros… ups, quiero decir, a través de los pensamientos de éstas, eso sería una desgracia para éstas como brujas que somos. Por lo que no deberías tomar a éstas a la ligera. 』

『 Subaru: Pues vale, pero deja el “éstas” que suena raro. —Sólo estoy pensando que, si de verdad quisieran alejar a la bruja de la envidia, entonces, ahora que está indefensa, sería su mejor oportunidad. 』

『 Echidna: Ya veo. Así es como has percibido esta situación. Cielos… sí, ciertamente. Apoyo completamente tu proposición. Me encantaría arremeter contra esa cosa con cada autoridad a mi disposición, aniquilándola sin dejar ni una mota de polvo detrás, pero… 』

Pausando sus palabras, Echidna entrecerró sus ojos.
No se trataba de una actitud propia de ella —aunque después de todo lo ocurrido, tampoco es que realmente la conociera— pero, sintiendo una especie de vergüenza impropia de ella, Subaru esperó a que continuara hablando.
Después de un corto silencio, Echidna prosiguió.

『 Echidna: Hacer todo lo que pueda para erradicar a esa cosa, ganándome la enemistad de las otras brujas, sería como empezar la casa por el tejado. Dejando de lado a Minerva, arriesgarme a que Sekhmet y Typhon se pongan en mi contra, no lo vale. 』

『 Subaru: No lo entiendo. ¿Cómo es que erradicar a la bruja de la envidia podría ponerlas en tu contra? Ella es su enemiga… creí que todas pensaban lo mismo. 』

『 Camilla: Te… e-equivocas. 』

Camilla, que había estado callada hasta ahora, fue la que interrumpió para contestar a Subaru, quien estaba sorprendido. Ella tartamudeó mientras observaba a Minerva confrontar a la bruja de la envidia.

『 Camilla: Es verdad que e-envidia es… nuestra enemiga, pero… esa cosa y ella… son ca-casos distintos, ¿no? 』

『 Subaru: No entiendo lo que estás diciendo. ¿Qué es lo que ustedes…? 』

『 Sekhmet: Mientras no sepamos quién de las dos es esa cosa —huu— no es que ninguna de nosotras esté dispuesta a actuar, sino que hacerlo sería poco razonable —haa. 』

『 Subaru: ¿Quién de las dos? 』

Sekhmet respondió, pero eso solo consiguió desconcertar aún más a Subaru. ¿De qué diablos estaban hablando? —Pero entonces la respuesta le vino de otro lado.

Dando otro paso más, Minerva siguió acortando la distancia con la bruja de la envidia. Extendió sus brazos a ambos lados, indicando que no pretendía oponer resistencia, y entonces dijo:

『 Minerva: —¿Eres la bruja de la envidia o eres Satella? ¿Cuál de las dos? 』

Subaru sintió como si hubiese oído algo que había volcado todo lo que creía saber en su cabeza.

Lo que Minerva acababa de decir difería completamente de la verdad que Subaru conocía. Sin embargo, el hecho de que las palabras de Minerva no fueran simple palabrería o un mal chiste, era corroborado por el silencio de las otras brujas que habían vivido en su misma generación.
Por primera vez, los hombros de la bruja de la envidia temblaron. La sombra que ocultaba su rostro se retorció y parecía que había girado su cuerpo para mirar a Minerva.
—Esta era la primera vez que la bruja parecía ser consciente de Minerva.

『 Subaru: ——— 』

Subaru no tuvo oportunidad de preguntar qué era lo que significaban esas palabras, además de que la estresante y sobrecogedora tensión de ese momento había resecado completamente su garganta.
Y que las brujas las reafirmaran, no hizo más que empeorar la absoluta contradicción de sus creencias.

—Satella la bruja de la envidia. El personaje referido de este modo —puede que sea otra persona.

No. Ese razonamiento estaba basado en demasiada poca información.
¿Cuántas experiencias horribles había vivido antes debido a decisiones tomadas basándose en información superficial y a su obstinación con ellas? Aunque decida considerar seriamente esa posibilidad, no debería aferrarse irrevocablemente a dicha idea.
Pero, sobre todo, no debería desviar su atención de la escena sucediendo frente a él ni por un segundo.

『 Minerva: El hecho de que no me hayas atacado repentinamente ante mi primera pregunta… demuestra que todavía hay una posibilidad. 』

Dijo Minerva mientras se acercaba a ella aún más.
Solo quedaban 5 pasos de distancia entre la bruja de la ira y la bruja de la envidia.

『 Minerva: Aunque, si de verdad fueras la bruja de la envidia, no habría sido extraño que me atacaras celosamente en el momento que me atravesé en su camino, por lo que realmente no estaba tan preocupada por eso. 』

Cuatro pasos.

『 Minerva: Pero en ese caso, podrías haber dicho algo desde el principio. Sé que es difícil tener un cara a cara considerando nuestra relación. La última expresión que puse cuando fui engullida por ti es inolvidable. 』

Tres pasos.

『 Minerva: Aun así, de entre las cinco, pensé que sería mejor que viniera yo. Después de todo, dejando de lado a Typhon, yo… era tu mejor amiga, o por lo menos eso es lo que pensaba. 』

Dos pasos. Cabeza inclinada.

『 Minerva: Eso, es lo que pensaba… y por eso… ¡! 』

A dos pasos de distancia, Minerva flexionó sus rodillas, se inclinó hacia adelante, puso todas sus fuerzas en la pierna que tenía atrasada y,

『 Minerva: ¡¿Tienes alguna idea de lo que se siente ser ignorada luego de todo el tiempo que ha pasado?! 』

El suelo estalló al mismo tiempo que su arremetida acabó con esos dos pasos que quedaban.
Minerva se lanzó hacia adelante formando una nube de polvo en su camino, girando su cuerpo para acumular la mayor cantidad de energía posible en un puñetazo a toda potencia que se acompañaba con un fiero movimiento de hombros. Su puño perforó a través del aire, rompiendo la barrera del sonido, explotando en dirección a la cabeza de la bruja. El ataque iba directamente hacia su rostro cubierto de sombras y,

『 Minerva: —Ves, lo sabía. 』

El puño de Minerva, milagrosamente, se detuvo justo antes de tocar el rostro de la bruja. Pero no porque ella hubiera usado sus sombras para detenerlo, sino que Minerva, por voluntad propia, detuvo su brazo justo antes de que la alcanzara.
Y aún con su puño dirigido a la bruja, Minerva enderezó su cuerpo con su rubio cabello balanceándose y,

『 Minerva: ¿Lo ves? Mira. Ella sabía que no había necesidad de esquivar mi puño, por lo que debe ser Satella y no la bruja de la envidia. Echidna, tu precaución es innecesaria. 』

『 Echidna: …Me pregunto si eso es verdad. Ciertamente debo elogiar tus agallas de arriesgar tu propio cuerpo para confirmar dichas suposiciones, sin embargo, tu conclusión es un disparate. Lo único que puedo sacar del resultado es que tu presencia no significaba suficiente amenaza para que ella actuara. Y, por lo mismo, Sekhmet… 』

『 Sekhmet: Intentas de mil maneras que yo actúe —huu— También eres terrible cuando se trata de saber cuándo rendirse, Echidna —haa. Acéptalo, es Satella —huu. 』

Sekhmet suspiró hacia la perpleja Echidna.
No parecía que el arma definitiva de las brujas
fuera a actuar, permaneciendo envuelta como una bola de pelo.
Minerva, quien estaba encarada hacia Satella y tan cerca de ella que podrían tocarse sus manos, se giró hacia Subaru.

Con sus azules ojos mirándole fijamente, y todavía incapaz de aceptar que ella estaba justo al lado de una enorme amenaza, todo lo que pudo hacer Subaru fue quedarse ahí de pie anonadado.
Ante esa actitud de Subaru, Minerva bufó por la nariz y puso cara de estar disgustada.

『 Minerva: Deja de estar en las nubes. Date prisa, ven aquí. 』

『 Subaru: Aunque digas que vaya ahí… 』

『 Minerva: ¿Qué? Eres un gallina. He demostrado que no hay ningún problema, ¿no deberías venir dignamente también? ¿No? ¿Entonces aún no es suficiente toda esta preparación que he llevado a cabo? Si dices que no cruzarás el puente de piedra aunque alguien lo pruebe por ti, ¡¿cómo carajos dejarás tu cautela a un lado para cruzarlo?! 』

『 Subaru: ¡Se te va la olla! ¡No es que no quiera ir porque esté asustado! ¡Sino porque no sé por qué debería ir! 』

Subaru se opuso a quedarse en la estacada, gritando a la indignada Minerva con el mismo tono de voz que usó ella.
Señalando a Satella, quien ya no era una amenaza inmediata, Subaru observó cómo las brujas abandonaban su tensa postura de combate.

『 Subaru: En primer lugar, ¡¿por qué diferencian entre la bruja de la envidia y Satella?! ¡Hablan de ello como si fuera obvio, pero eso ya difiere de lo que yo tenía entendido! 』

『 Echidna: No es ni una cosa ni la otra. Si se introduce forzosamente el gen de la bruja en alguien sin afinidad, adquiere ese efecto secundario. Se podría decir que es el conflicto entre la personalidad de la bruja que nace a raíz de la influencia del gen y la personalidad de la propia persona. Sin embargo, desde mi punto de vista son el mismo ser, así que no entiendo qué significado tiene diferenciarlos como hacen las demás. 』

『 Subaru: ¡¿Personalidades, separadas?! ¿Entonces quieres decir que fue una personalidad la que engulló a todas e hizo todas aquellas maldades que perduraron en la historia, y que la otra personalidad es inofensiv— 』

『 Echidna: Te equivocas. 』

Subaru intentó asumir dicha información y su sorpresa, pero Echidna lo detuvo. Tras sacudir su cabeza, ella rectificó la teoría de Subaru,

『 Echidna: Quien consumió medio mundo y consumió a las seis brujas del pecado fue Satella, no la bruja de la envidia. 』

『 Subaru: ¡¿Qu—?! No, ¡eso no tiene ningún sentido! Si quien te engulló fue Satella, y esa misma Satella está justo ahí… no encaj—  』

『 Sekhmet: Sí encaja. Y por eso —haa— nunca perdonaremos a la bruja de la envidiahuu— pero no guardamos ningún rencor a Satella —haa— Eso es todo —huu. 』

『 Camilla: A-a, mí… no, me, gusta… S-Satella… pero… su-supongo, que ella, es mejor, que, la bruja. Por e-eso… 』

La manera como Sekhmet y Camilla se pusieron de acuerdo no hizo más que multiplicar las dudas que tenía Subaru.
Las brujas parecían tener un consenso general, pero Subaru no podía comprenderlo. La persona que las destruyó tenía dos personalidades, y ellas perdonaban a la personalidad que las destruyó, pero no la personalidad que no lo hizo— ¿qué significaba?

『 Echidna: Siempre he afirmado que no tiene sentido hacer esa distinción, pero… no hay mucho que pueda hacer al respecto. No puedo ignorar sus opiniones y erradicar esa cosa. Mi frágil cuerpo mental no tendría ninguna posibilidad si las otras alzaran sus armas contra mí tras erradicar eso. Incluso yo, siendo sólo un alma, no me recompondría si me destrozan. 』

『 Subaru: Pe,ro… ¿no sería eso también arriesgado para las otras cinco? Eres quien se encarga de las almas de las otras cinco. Si desaparecieras, las otras brujas… 』

『 Echidna: Ellas comprenden y aceptan sus propias muertes. Por eso ellas no sienten ningún apego especial por vivir más tiempo como sólo un alma. —Entre ceder y sobrevivir, y ser destruidos sacrificándose por sus ideales, ellas elegirían claramente lo segundo. Son brujas porque piensan de esa manera. 』

Ni Sekhmet ni Camilla negaron lo que acababa de decir Echidna.
Con decisión—no era una expresión que encajara con semejante manera de abandonarse. Aun así, la dureza del estilo de vida de las brujas 
enmudeció a Subaru.
Si pudiera ser así, desearía ser así, todo el mundo ha tenido esa clase de aspiraciones.
Pero morir y aun así atenerse a los principios de uno mismo después de la muerte, no era una postura que cualquiera pudiera afirmar con confianza.

『 Subaru: Y Minerva…  』

Probablemente era el mismo caso.
Seguramente ella fue la primera en ser destruida a manos de la bruja de la envidia. Aun así, Minerva confiaba en la bruja, quien no había hecho nada en todo este tiempo que ella había estado al alcance de su mano, lo cual demostró la presencia de dicha confianza.

Subaru desconocía la relación entre esas brujas.
Si habían tenido suficientes lazos como para confiar mutuamente lo suficiente, ¿entonces por qué la bruja de la envidia destruyó a las otras seis brujas? ¿Y por qué la perdonaban las brujas?

『 Subaru: Entiendo que así es como eres. Y comprender completamente... es difícil, pero puedo entenderlo. Pero aún no he oído para qué ha venido. 』

『 Brujas: — 』

『 Subaru: Entiendo que ella no va a atacar indiscriminadamente. Eso sí que lo entiendo. —pero eso no significa que sea seguro estar frente a ella. Si a quien he estado viendo hasta ahora era la bruja de la envidia, ¿entonces qué es lo que quiere Satella conmigo? La bruja de la envidia es alguien a quien detesto profundamente. Pueden decir que mi punto de vista es incorrecto, pero dicho sentimiento va mucho más allá de la razón. 』

Si juntáramos todas las declaraciones de las brujas, concluiríamos que la persona ahí presente era indudablemente Satella, quien había consumido a las otras. Entonces, incluso si supusiéramos que fue la bruja de la envidia quien engulló el Santuario, ello sugeriría que Satella también era completamente capaz de realizar ese tipo de acciones.

¿Quién podría culparlo por sentirse en peligro, ser precavido y mantenerse alejado?

『 Subaru: ¡Mientras no sepa qué es lo que ella quiere hacer y por qué ha venido…! 』

『 Minerva: Si eso es lo que quieres saber, entonces simplemente ven aquí. 』

Justo en el momento que Subaru iba a alzar su voz, Minerva lo interrumpió.
Ella puso su mano en su cadera, y no intentó ocultar su irritación mientras fruncía su ceño a Subaru.

『 Minerva: Ya basta de pronunciar excusas y armar defensas. Estoy aquí justo al lado de ella, y no ha pasado nada de nada. Además, la razón por la que ha venido es para verte. Si eres tan desgraciado como para ni siquiera poder acercarte a ella, entonces no nos queda más remedio que concluir que fue decepcionante. 』

『 Subaru: ¡Como si hubiera una puta cosa decepcionante! ¡No te imagines lo que te dé la gana de mí! ¡Deja de echarme mierda! ¡¿Qué carajos saben de mí?! 』

Que alguien le impusiera la imagen que tenía de él, y luego actuara de acuerdo a esa imagen, era totalmente rechazable.
Una vez, cuando Subaru gritó exactamente esto mismo, una voz le contestó. Él recordó lo que le dijo. Y en ese entonces, esas palabras habían sido su apoyo.
—Si no iba a traicionar su yo pasado, el cual fue salvado por esas palabras, entonces…

『 Subaru: Ah, mierda… Piensas que soy estúpido, yo… 』

Era una conclusión irracional causada por el arrebato emocional.
Él no había hecho ninguna reflexión sobre las terribles experiencias que, haciendo exactamente lo mismo, le había dado. Él prestaría mayor atención a los más mínimos cambios, reprimiría sus emociones y actuaría con la cabeza fría, sin dejarse llevar por sus impulsos mentales, sino según una verdad incuestionable—él conservaría un inquebrantable corazón de hierro.

Estaba destinado a ser su precepto.

『 Minerva: Tardas mucho en decidirte. 』

『 Subaru: No tienen ni idea de lo aterrador que es acercarse a alguien con quien te has enfrentado a la muerte… mierda, sí que lo saben. Es duro. 』

『 Minerva: No es que no tengamos nuestros pensamientos sobre ello. Sekhmet y Camilla son mucho más maduras que yo. Tengo un motivo para apoyarla. 』

Subaru chasqueó su lengua al empezar a caminar, mientras que Minerva se encogió de hombros. Ella no le dio tiempo a Subaru a preguntar sobre la razón de ella o lo que sea, en vez de eso le cedió el protagonismo de la escena.
La bruja de la ira se apartó, quedando Subaru frente a la bruja —frente a Satella— casi al alcance de la mano.

『 Subaru: ... 』

Ante la extrañeza de la criatura,
Subaru tragó saliva inconscientemente y enmudeció.
Él debió haberse dado cuenta desde lejos, y también mientras se acercaba, de que no podía disipar la presión que emitía ella y la imagen de extrañeza que desprendía.
El vestido de sombras adheridas a ella dibuja las curvas de su cuerpo con una sensualidad horrorosa, y la invisibilidad de todo lo que había del cuello para arriba creaba una especie de seducción inversa.
Esas impresiones se desvanecieron gracias a la disonancia de su cabeza totalmente irreconocible.

『 Subaru: ... 』

Mirándola de cerca, Subaru se dio cuenta de que lo que impide reconocer su aspecto no es algo tangible.
Lo que parece ser una sombra que cubre su cara en realidad no es porque una sombra esté proyectada sobre esa área para evitar visualizarla.
Lo que impide ver su cara tiene origen en una razón más mental, más primordial.
Ningún fenómeno físico imposibilitaba ver su cara. Era algo instintivo, haciéndolo imposible de ver.

『 Echidna: Todo el mundo desea ignorar los delirios más repulsivos de sí mismos. 』

『 Subaru: … 』

『 Echidna: Si no puedes ver esa cara, es por un problema en tu propio corazón. 』

El indeseado consejo vino desde detrás de Subaru, avalando su deducción. Logrando refrenar el impulso de chasquear su lengua, Subaru ignoró a Echidna—o más bien, no tenía márgen de maniobra para prestarle atención a ella mientras él seguía encarando a Satella.
Satella aún no había realizado ninguna acción desde que apareció. La gente alrededor suya armó un alboroto, frenética, en un intento por protegerse de la escalada de daños resultante de las acciones de ella. No sería una exageración decir que su peligrosidad quedaba demostrada por el miedo que producía su mera presencia. Y, en el instante que Subaru se impacientó por la falta de acciones,

『 Subaru: —hk 』

『 Satella: — 』

La garganta de Subaru se congeló al ver ambos brazos dirigidos hacia él, quien no había desviado su atención de Satella, ni tan siquiera había parpadeado. Él no sabía lo que podría ocurrir en cualquier momento—tal era la tensión, la cual se manifestó fuera de su conciencia, como si estuviera a merced del movimiento de esos brazos. Su sorpresa no fue debida a no percibir dicho movimiento, ya que Subaru vio claramente cómo se movían esos brazos. Lo que lo sorprendió fue su propia conciencia, la cual había observado en silencio el movimiento de principio a fin.

『 Subaru: En serio, ¿qué... eres? ¿Qué quieres de mí? 』

Él no fue capaz de tomar ninguna acción útil en respuesta a esos brazos extendidos hacia él. Entendiendo inconscientemente qué significaba ese gesto, inmediatamente Subaru pronunció esas palabras. Para estrujar la verdad sin acabarla de aceptar ni encarar.

『 Subaru: Si eres quien me dio el poder para rehacer… ¿por qué...? 』

Él no entendía las intenciones de Satella. Y tampoco entendía su cuerpo, el cual no le respondía, pese a que inconscientemente gritaba una y otra vez que ella era peligrosa, mientras estaba encarado hacia Satella, quien estaba al alcance de la mano.
—La reacción de su cuerpo significaba que, inconscientemente, intentaba sentirse aliviado cuando estaba ante Satella.

『 Satella: ——o. 』

『 Subaru: —¿Qué? 』

Incapaz de aceptar que su cuerpo fuera en contra de su voluntad, Subaru reaccionó tarde al sonido que llegó a sus tímpanos. Inequívocamente, esta vez hubo una reacción correcta y sin ningún tipo de intención oculta.

Conteniendo su aliento, Subaru aguardó a que ella continuara.
Con su aún invisible cara mirando hacia Subaru mientras él aguantaba su aliento, esperándola, el tiempo pasó muy lentamente—y Satella habló.

『 Satella: —mo. 』

『 Subaru: —— 』

『 Satella: Siempre a tí. Siempre sólo a tí, te amo. 』