jueves, 28 de diciembre de 2017

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El fin del sueño


Traducción:
Rudy
Pretinaverse
Robert

Corrección y edición:
Carlos (Primer corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

En el momento en que se dio cuenta de que el aire estaba pasando por su tráquea, Subaru tosió abundantemente para expulsar la sangre que quedaba en su garganta.
Todavía desplomado boca arriba en el suelo mientras jadeaba, respirando irregularmente, Subaru buscó oxígeno, intentando encontrar sustento de vida.

Su corazón no tuvo tiempo de pensar en lo desdichado que se veía ahora mismo. Pero sí pensó que su debilidad era miserable, por aferrarse sin vacilación al rescate presentado ante él después de cortarse la lengua buscando la MUERTE.

『 Subaru: Mi... 』

『 Minerva: ¿—Hm? 』

『 Subaru: ¿Mi vida tiene valor...? Sin tener que morir... ¿Existe otro valor que no sea morir una y otra vez...para mí? 』

REGRESAR DE LA MUERTE, y al hacerlo, salvar a todos de las garras de la desesperanza.
Ese resultado era algo que podía conseguir pagando con su vida, y había creído que era el único valor de Natsuki Subaru.
Pero, tal vez, ¿podría estar bien pensar lo contrario?

『 Subaru: ¿Está bien pensar que alguien como yo... tiene otro valor aparte de REGRESAR DE LA MUERTE? ¿Puedo… puedo pensar que le agrado... a las personas que me agradan? 』

『 Minerva: … no me importa nada de eso. 』

Dijo Minerva sin rodeos mientras desviaba su mirada.
A pesar de haber perdido su brazo derecho y ambas piernas, se alejó hábilmente de Subaru usando sólo su brazo izquierdo, al mismo tiempo que se volteaba hacia su hombro derecho — y lo mordió. Inmediatamente, partículas de luz regeneraron el brazo perdido de Minerva.
Tras apretar y soltar el puño de su brazo derecho desnudo, Minerva prosiguió por sus piernas, cada una desaparecida de los muslos hacia abajo. Golpeó en la raíz de la amputación, y al igual que sus brazos, ambas piernas se regeneraron.

Su falda ya corta se volvió aún más corta, y con su brazo derecho desnudo su aspecto era bastante precario, pero, a pesar de todo, la BRUJA DE LA IRA, Minerva, volvía a estar lista para luchar.
Se irguió bien sobre sus piernas recobradas, cruzando los brazos en una pose que enfatizaba sus senos voluptuosos, y miró hacia Subaru.

『 Minerva: Tu valor, o lo que sea, no tiene nada que ver conmigo. Pero, ella está deseando que te mantengas vivo, así que... Además, ¿no lo viste también en la segunda PRUEBA? 』

『 Subaru: ...Pero la segunda PRUEBA fue sobre mis errores, los pecados que cometí. 』

『 Minerva: ¿Eres estúpido? Eso no era para hacerte asumir la responsabilidad de los mundos en los que te equivocaste. Eso era para mostrarte lo triste que estaba todo el mundo por tus errores. ¿No era esa la respuesta que querías? 』

『 Subaru: —hw 』

Subaru recordó.
Una voz, llorando. Una voz, con su lamento sofocado. Una voz dando fuerte despedida. Una voz dándole el adiós habitual y amable.
Susurros de amor de quien creyó en él. Las palabras del principio, las cuales fueron la motivación de Subaru para luchar.

Nada de lo que se suponía que debía haber tenido en su vida.
Todavía sin poseer nada, habiendo perdido lo que debería haber estado en su poder, fue como Subaru creyó que había sido convocado a ese mundo.
Para demostrar su valía, necesitaba seguir luchando. Para proteger a esas personas preciadas que había conocido durante ese período de lucha, necesitaba seguir caminando en la soledad.

Sin recibir nunca nada de otros
eso es lo que él pensaba, pero ¿podía pensar que no era así?
¿Llorarían por él?
¿Lamentarían su propia impotencia por él?
¿Desearían ver el futuro y verlo junto a él?
¿Le darían permiso para estar de pie sonriendo al lado de aquellos a quienes tenía aprecio?

Era cuestionable la posesión de ese permiso.
Pero seguramente no se le permitiría tenerlo si caminaba hasta el final del camino en el que él había estado, obstinadamente y en solitario.
Al final de su lucha, conducido con un corazón de hierro y una fortaleza mental totalmente inquebrantable, seguramente perdería la ternura necesaria para que apareciera cualquier sonrisa en su rostro.
Y entonces, ¿se le permitía creer?

La opción de adquirir un futuro para sus seres queridos, a costa de perder su propio corazón.
La opción de proteger frenéticamente su propio corazón, a costa de perder el camino para proceder.

¿Se le permitía creer en ninguna de las dos cosas, y en vez de eso en una opción más codiciosa?
¿Se le permitía desear y creer que existía la opción de ver el futuro de aquellos a los que siente aprecio sin dejar de ser Natsuki Subaru?

『 Satella: —Lo tienes permitido. 』

『 Subaru: — 』

Esos eran los sentimientos de Subaru, que no se dejaron escuchar ya que solo derramaba lágrimas. Pero el momento encajó perfectamente, como si hubieran sido comunicados por sonido.

Todavía desplomado en el suelo, Subaru movió su cabeza para mirar más allá de Minerva, donde la vio, todavía caída de rodillas sobre el césped, las lágrimas que quedaron sin secar en su cara mientras sonreía.

Subaru todavía no podía ver su cara.
Un velo de oscuridad la bloqueaba, y Subaru seguía siendo incapaz de determinar su expresión. Pero, el hecho de que ella sonreía sí se comunicó.
Echidna había dicho que la razón por la que Subaru no podía ver su rostro era porque él no la estaba aceptando. Que su sonrisa se comunicara era porque su subconsciente determinaba algo que realmente veía como algo que no estaba viendo.

『 Satella: Me salvaste. Por eso, permitiré que seas salvado. Estoy deseando que seas salvado. 』

Sabiendo que las palabras de Satella, su voz, estaban impregnando su corazón fracturado, llevó a Subaru a enterrar su cara en sus brazos. Las lágrimas ya lo habían hecho un desastre, y sin lugar a dudas no habría forma de que su cara se volviera más impresentable a estas alturas del todo, pero a pesar de eso, él deseaba que nadie lo viera.

Después de hablar mal de ella, ¿cómo fue que las palabras de Satella le trajeron alivio? ¿Y cómo podría mostrar cómo se suavizó su expresión?
Pero aun así, era verdad que las arcanas palabras de AMOR de Satella habían permitido a Subaru entender verdaderamente la PRUEBA.

『 Echidna: … es sorprendente que Minerva haya atravesado las obstrucciones de Typhon y Sekhmet, pero, personalmente, las que más me sorprenden son ustedes dos. 』

Murmuró Echidna silenciosamente mientras dejaba a un lado a Subaru como otro asunto.
Miró primero a Minerva y sus extremidades restauradas, Echidna desplazó su mirada hacia otro lugar — hacia Typhon, clavada debajo de las garras que se extendían desde el ataúd negro, y hacia Daphne, la propietaria del ataúd, que se encontraba encarando a Sekhmet.

『 Daphne: Es in-con-fun-di-ble que soy quien tiene la mejor a-fi-ni-dad, contra Ty-Ty. El ataúd de ci-em-piés no tiene cerebro para pensar, y es mis brazos y mis piernas. La autoridad de Ty-Ty tiene una compatibilidad te-rri-ble contra él. 』

『 Typhon: ¡Oh—ya basta, Phinnie! Hnn! Auug! 』

『 Sekhmet: ¿Y por eso —haa— estás usando tu cuerpo real para mantenerme en control —huu? No soy Echidna —haa—, pero ¿por qué estás haciendo esto—huu? A diferencia de Minerva, no entiendo tu razonamiento para esto —haa. 』

Sekhmet se rascó rigurosamente su abrumadora y desbordante cabellera. Con Typhon prácticamente tomada como rehén, ni siquiera Sekhmet podía ser descuidada aquí.
Daphne sonrió, con sus trenzas balanceándose.

『 Daphne: Bue-no, el bobo de Subaruun, a-lar-de-aba delante de mis narices. A-pa-ren-te-men-te mató a la Ballena Blanca, ¿y el siguiente es el Gran Conejo? En ese caso, quiero que pueda desafiarlo, al menos. Eso pensé. 』

『 Echidna: Una posición interesante. Si alguna vez siente el impulso, él podría ser capaz de lograrlo. Deberías ser consciente de eso, también... ¿quieres decir que quieres que el Gran Conejo sea destruido? 』

『 Daphne: ¿Lo que sea? En el mo-men-to en que se separó, le-jos de mí, su hambre dejó de tener na-da que ver con mi hambre. Puede ser destruido y no me molestaría, pero...tal vez me interese un poco cómo acabará el Gran Conejo, el cual es la encarnación de mi inagotable hambruna. Porque, si el fin significa estar satisfecha, esa es una felicidad com-ple-ta-men-te desconocida para mí. 』

Para una Daphne constantemente atormentada por el hambre sin fin, la satisfacción era un sueño eternamente inalcanzable.
El Gran Conejo reflejaba su inagotable hambruna, y era considerada como otra versión de sí misma. Aunque, Daphne no tenía en absoluto tal sentido de cercanía con él.
Si el Gran Conejo encontrase un final diferente al de Daphne, ¿sería un final saciante? ¿Habría habido alguna posibilidad de que ella quedara satisfecha? Era el raro interés, que no tenía que ver con hambre, que se encontraba en su sonrisa.

Echidna asintió con la cabeza a la respuesta de Daphne con completa satisfacción, y luego volvió su atención no a Subaru, ni a Satella, ni a Minerva. No a Daphne ni a Sekhmet, ni tampoco a Typhon, sino a alguien que estaba en un lugar aislado del tumulto, igual que Echidna.
Mirando a la BRUJA DE LA LUJURIA, Camilla, Echidna acarició ligeramente su propia cabellera blanca.

『 Echidna: ¿Y qué hay de ti, Camilla? ¿Quizás también tienes una razón como la de Daphne? 』

『 Camilla: ¿Ha-hay… algo que… algo que estás, t-tratando de… decir? ¿E-Echidna-chan? 』

『 Echidna: Es sencillo. En el momento en que enfrentaba a la muerte, llamaste a su consciencia, justo antes de que se extinguiera. Estoy segura que sabrías lo que ocurriría, sobre todo tomando en cuenta que estabas usando tu autoridad de la diosa sin rostro. 』

『 Camilla: — 』

『 Echidna: Tu llamada tendría especial importancia para él. Obviamente eso ya lo sabías. Y por eso mismo pregunto. Claramente él no te agrada, entonces ¿por qué le ayudaste? 』

Camilla se llevó la mano a la boca, su mirada se agitó. Que ella dirigiera sus ojos hacia Daphne y Minerva indicaba que ella esperaba que otros vinieran y la respaldaran.
Pero en ese lugar no había ninguna bruja que fuera seducida por la muy querida Camilla.
Camilla se mordió el dedo como si no le quedara más opción, con los ojos llorosos mientras miraba a Echidna.

『 Camilla: ¿N-no… no había, realmente… una razón? E-Él rechazó tus t-tentaciones, así que yo estoy... completamente satisfecha… y-y, aunque todos… todos están enfadados y... peleando, no me está afectando a mí, así que... pero, 』

『 Echidna: ¿Pero? 』

『 Camilla: ¿El A-AMOR es, entonces… importante? E-es malo, ignorar eso… mm, no debes, hacerlo. Él podría… estar pensando que él, n-no quiere… verlo, pero, hay… AMOR allí… y cuando hay algo, allí… No dejaré que… se lo nieguen. Y-y también, yo… detesto absolutamente que no haya reciprocidad. 』

Camilla expresó por si sola su punto final, con aterradora claridad. Echidna se encogió de hombros.
La bruja de la codicia, con una sonrisa forzada, miró a las otras brujas una por una.

『 Echidna: Sekhmet y Typhon actuaron con el fin de respetar su voluntad. Minerva en cambio respeta la vida, así que le sanó. Daphne asistió prolongando su supervivencia por el bien de observar su espíritu de lucha o lo que sea. Mientras que Camilla usó su autoridad para informarle del amor que constantemente ha estado ignorando. —Todas y cada una tiene sus propios principios por los que han intentado ayudar a Natsuki Subaru. 』

Ese fue el modo en que Echidna apreció las acciones de las brujas, haciendo que sus expresiones cambiaran. Orgullo ladeó su cabeza, Pereza dio un suspiro desganado, Ira resopló cruzándose de brazos, Glotonería se comía una pierna del ataúd mientras sonreía, el rostro de Lujuria se retorció con disgusto. Y, habiendo visto esas reacciones, Codicia se llevó su mano a la barbilla.

『 Echidna: Es bastante interesante, ¿No lo crees? 』

La boca de Echidna se relajó, con una sonrisa alegre formándose en su rostro.
Sus palabras iban dirigidas a la persona justo delante de ella —con su cuerpo tambaleante mientras se ponía de pie, Subaru.

Limpiándose con la manga los rastros todavía húmedos dejados por sus lágrimas, y habiendo logrado levantarse, Subaru no le dio ninguna respuesta a la pregunta de Echidna.
Sus ojos miraban inexpresivamente al resto de las brujas.

『 Subaru: En serio… ¿qué son ustedes? 』

『 Brujas: ——— 』

『 Subaru: Curiosidad. Simpatía. Lástima. Deber. Disgusto. Expectación… Básicamente, ninguna de sus razones para apoyarme tiene sentido. Ahora entiendo lo que significa el título de bruja. 』

『 Echidna: Que vuelvas a soltar insultos, ¿significa que has recuperado el espíritu? 』

『 Subaru: …no lo sé. 』

Fue lo que murmuró Subaru mientras se ponía una mano sobre el pecho.
Esas breves palabras expresaron totalmente los sentimientos actuales de Subaru.

『 Subaru: Lo que tengo que hacer, se supone que ya lo tenía decidido. Aquello que tengo que hacer, no ha cambiado para nada. Eso es un hecho, un hecho. 』

Pero —fue lo que dijo, como si se dirigiera a sí mismo en lugar de a las demás.

『 Subaru: Había decidido que este era el único método posible para hacerlo. Esa fue mi elección… Eso fue lo que decidí. Pero, a pesar de eso, la prueba de ahora, me desmoronó. 』

La segunda prueba, la realidad inalcanzable —que mostró a Subaru las consecuencias de sus actos, mientras que la realidad, que había estado ignorando bajo la excusa de la palabra “determinación”, le destrozó el corazón.

Habiendo presenciado aquello, Subaru buscó una conclusión lógica a la cual aferrarse haciendo uso de dicha determinación. Y, realísticamente, eso es lo que debería haber ocurrido.

『 Subaru: Pero, haber descubierto tus verdaderas intenciones justo después de haber pensado en aceptar tu ayuda… y que inmediatamente Satella apareciera… mi cabeza está agotada. Dejen de hacer lo que les da la gana. Me impuse a mí mismo lo que debía hacer. Y aún así… 』

A estas alturas, hacer que se aferre a la vida que ya había racionalizado como algo desechable… ¿qué se supone que debe hacer?
A estas alturas, hacer que sienta apego por esa vida que se había determinado a usar… ¿qué se supone que debe hacer?
A estas alturas, hacer que sea consciente de que era amado… ¿qué se supone que debe hacer?

『 Subaru: Es solo que, ya no tengo ni idea de lo que debo hacer. 』

¡Si no mueres, no podrás proteger a nadie! —es lo que le gritaba la lógica de Subaru.
Hay gente que sufrirá si te lastimas —es lo que le decía la memoria de Subaru.
Si no muere, los demás sufrirán y, si muere, los demás igualmente sufrirán.

『 Echidna: —Te haré la misma pregunta otra vez, Natsuki Subaru. 』

Dijo Echidna en un tono bajo.
Subaru levantó la mirada para encontrar a Echidna parada justo frente a él, indicando con un dedo.

Viéndose a sí misma reflejada en los ojos de Subaru, Echidna asintió calmadamente.

『 Echidna: En el caso de que colabore contigo, definitivamente podrás llegar a ese futuro en el que todos aquellos que deseas salvar son salvados. Ni siquiera necesitarías deliberar tus acciones, después de todo, hablando en extremos, puedo encargarme de resolver todos los problemas a los que te enfrentes. Lo único que necesitarías hacer, es concentrarte al cien por ciento en implementar las soluciones dadas por mí para superar dichos obstáculos. Por lo que si encuentras que dichas decisiones son demasiado dolorosas para que tú las tomes, siempre tendrás la opción de dejármelas todas a mí. No te culparé por ello y, en cierto sentido, lo haría encantada. Y, por eso, te lo preguntaré otra vez… 』

Subaru permaneció en silencio.

『 Echidna: Teniendo en cuenta que no tienes ninguna pista de lo que debes hacer, ¿me dejarás llevarte de la mano? Mi promesa es que, sin lugar a dudas, te llevaré a tu futuro deseado. 』

Fue lo que dijo Echidna gentilmente mientras le ofrecía su mano a Subaru.
Mirando sus pálidos dedos, mirando su rostro expectante, la respiración de Subaru se cortó.

Esa era la misma propuesta que había rechazado hace escasos minutos atrás.
Subaru había descubierto la verdadera naturaleza de Echidna, quedando aterrorizado por su mentalidad que operaba basada exclusivamente en su curiosidad.

Pero ¿qué tal ahora? Habiendo pasado un rato y pensando tranquilamente en sus palabras. ¿Qué le parecía ahora?
Tratando su vida como carne de cañón, avanzado a través de cada posible patrón de prueba y error, forzosamente atravesando los obstáculos mediante métodos más bien extenuantes. El estado de Subaru después de aceptar la ayuda de Echidna, sería uno de luchas continuas mientras que su corazón se desmorona —pero aun así, incluso si rechazara su ayuda, ¿cuánto se diferenciaría de su estado si siguiera por su cuenta?

Subaru había sido testarudo e incapaz de soportar la repulsión que le producía la actitud de Echidna. Por eso fue que la rechazó.
Pero, si de verdad tuviera la determinación para abandonarlo todo y sacrificarse a sí mismo, si lo único que debía hacer es ignorar la naturaleza de Echidna, entonces lo mejor sería utilizarla tal como ella proponía.
Y, aun así, su propia integridad le hacía rechazarla. Si de todas formas seguiría avanzando por el mismo camino —entonces, ¿por qué era que Subaru continuaba rechazándola?

Debería tomar su mano.
Mientras tenga la resolución de seguir luchando sin importarle salir herido, tragándose todo el dolor y el sufrimiento, debería tomar su mano.
Es solo que,

『 Subaru: Echidna… 』

『 Echidna: ——— 』

『 Subaru: Tengo miedo de salir herido. 』

『 Echidna: ——— 』

『 Subaru: Odio el dolor, el sufrimiento y la tristeza. No quiero tener que pasar por horribles experiencias. No quiero ver a otros terminar con un destino espantoso. —No quiero… morir. 』

『 Echidna: ——— 』

『 Subaru: Y por eso, esa mano tuya que presupone sacrificios —ya no puedo aceptarla. 』

Ni siquiera Subaru sabía lo que el mismo podía hacer ahora. Pero lo que sí sabía es que se había vuelto incapaz de seguir el mismo camino propuesto por Echidna.

Por fin se había dado cuenta de que no quería morir.
Por fin se había dado cuenta de que había personas que lo aceptaban sin necesidad de que él tuviera que morir, a diferencia de lo que pensaba antes, en que la muerte era lo único útil que había en él.
Natsuki Subaru era un hombre cuyo valor no solo radicaba en su habilidad para morir.

Porque las personas que lloraban la muerte de Subaru definitivamente no lo hacían porque encontraran valiosa su muerte. ¿Eso quiere decir que había algo más en él que hacía a los demás llorar por él?

『 Subaru: Todavía no sé lo que es ese algo —pero tengo planeado descubrirlo. Una vez que sepa de qué se trata, creo que seré capaz de compensar a todos de una manera que no incluya mi propia muerte. 』

『 Echidna: …Sin embargo, ese no es más que un camino lleno de espinas, Natsuki Subaru. A pesar de que es verdad que concluir que la muerte es una herramienta para abrirte camino y avanzar mientras te lastimas, es algo escabroso —definitivamente continúa siendo la ruta más corta para alcanzar el futuro que buscas. Lo único que necesitas ofrecer a cambio, es tu corazón. Rechazar esto, mientras intentas mantener tu propio corazón como también el futuro de aquellos apreciados por ti, es un acto de extraordinaria dificultad y, sobre todo— 』

Deteniéndose ahí, Echidna tomo un profundo respiro.
Y, con la sonrisa más resplandeciente que jamás había mostrado su rostro,

『 Echidna: —Codicioso. 』

Afirmando sus deseos, la Bruja de la Codicia aceptó la decisión de Subaru con una expresión complacida en su rostro.
Esa bruja, después de que su propuesta fuera negada, pero aun así, sonriendo felizmente, en verdad estaba más allá del entendimiento de Subaru. Pero,

『 Subaru: Es verdad que me has salvado incontables veces... Incluso aunque estuvieras pensando en mi como una rata de laboratorio o lo que sea, eso es verdad. 』

La presencia de Echidna había sido un apoyo mental, con el que había superado algunos problemas.
Estaba agradecido de que le hubieran dado esos períodos de tiempo para proteger su mente.

『 Echidna: — El tonto y lamentable Garfiel tiene miedo del mundo exterior. 』

『 Subaru: ... ¿eh? 』

『 Echidna: Lo que vio en la primera Prueba de la Tumba siempre lo ha atado. Si quieres superar esta situación por ti mismo, diría que necesitas quitarle esa maldición de encima. 』

『 Subaru: ¿Echidna? 』

『 Echidna: Las otras brujas han sido muy amistosas contigo, y si yo no te presento nada, causará una gran indignación. Realmente no quiero que pienses que “LAS BRUJAS FUNDAMENTALMENTE FUERON GRANDES PERSONAS, SÓLO ECHIDNA FUE MALA HASTA EL FINAL”. Puede que sea yo, pero aún así solo soy una chica, y es verdad que te tengo mucho aprecio. 』

Hablando rápidamente, Echidna empujó ligeramente a Subaru en el pecho.
Dando un paso atrás por el empuje, Subaru miró hacia arriba para ver a Echidna, quien evitaba su mirada. Y mientras su pelo blanco se balanceaba, la Bruja de la Codicia se alejó de Subaru.
Las otras brujas, también, observaron a Subaru en silencio.

『 Subaru: … Ustedes son un grupo que está más allá de cualquier cosa que pueda entender. 』

『 Brujas: — 』

『 Subaru: Ustedes revolvieron mi cabeza en tanto caos que podría volverme loco, e incluso ahora sigo enfadado por lo que todas ustedes dijeron. Todo este tiempo he estado pensando “dejen de hablar de cosas que no sé”, y nunca me caerán bien. 』

Esos eran pensamientos sinceros.
Todas las brujas tenían sus respectivos e irrompibles valores, con los que Subaru — no, con los que cualquier persona común y corriente — tendría conflictos, sin ninguna duda.
Y así, Subaru no podía comprenderlas, o aceptar sus acciones con algún grado de entendimiento.
Pero, justo como pensaba Echidna, no había relación entre gratitud y la incapacidad de comprender.

『 Subaru: Gracias por intentar dejarme morir. Gracias por intentar no dejarme morir. Gracias por permitirme escuchar esas importantes voces. — Por todo eso, gracias. 』

Mientras inclinaba la cabeza hacia las brujas, haciéndoles reverencia una por una, la forma en la que ellas contenían el aliento fue bastante satisfactoria.
Entonces Subaru se dio la vuelta, y empezó a caminar.

Frente a él, una muchacha permanecía de rodillas sobre el césped — era Satella.

Ella miró cómo se acercaba Subaru, y su respiración se detuvo.
Al verla asustada exactamente como una chiquilla, Subaru olvidó lo que quería decirle.

¿Por qué cuando se enfrentaba a alguien de quien había pensado que era un ser abominable, su corazón se llenaba de calor?
¿Cuáles eran esas emociones que albergaba para alguien a quien nunca antes había tocado?

Ese lugar le había dado a Subaru demasiadas preguntas sin respuestas.
Aún sin una sola respuesta, y eligiendo la opción de CONTINUAR DELIBERANDO, Subaru le ofreció su mano a la Bruja arrodillada.
Ella observó la mano que él le ofrecía, y parecía perdida, sin saber qué hacer.

『 Subaru: Yo... yo no tengo ni idea de lo que eres. No entiendo por qué me dices que me amas, o lo que... o lo que quieres decir cuando dices que yo te salvé. 』

『 Satella: Ah... 』

『 Subaru: Pero es un hecho que el retorno por muerte que me has dado me ha salvado. Y también es verdad que he confiado plenamente en eso, y que al hacerlo me las arreglé para llegar hasta aquí. 』

『 Satella: — 』

『 Subaru: El retorno por muerte es solo una opción disponible para mí... ¿eso es todo lo que es? 』

『 Satella: — 』

『 Subaru: No haré ninguna simple conclusión lógica de lo que es. — Pero es innegable que tú, quien me diste el retorno por muerte, fuiste la que me ha hecho sentir que no quiera morir. 』

Y así,

『 Subaru: Como dijiste, lo intentaré... solo un poco, intentaré amarme un poco más a mí mismo. Intentaré tratarme a mí mismo con cariño. No tengo ni idea de lo que pasará una vez que haga eso, pero está bien. 』

『 Satella:... ¿Estarás bien? 』

『 Subaru: Sí. Comparado con morir, no es nada. 』

Subaru respondió a la voz preocupada de Satella mientras mostraba una débil sonrisa.
Viendo su expresión, Satella con preocupación, tomó la mano que él le ofrecía.

En ese preciso momento, el ruido del mundo quebrándose alcanzó los tímpanos de Subaru.
El azul del cielo y el verde del prado perdían su color, lo que indicaba la liberación de Natsuki Subaru del castillo de sueños.

『 Subaru: — Entonces, de vuelta al exterior. 』

Lo que estaba haciendo, y el porqué estaba aquí, ahora eran inciertos.
Él saldría, y entonces, ¿qué debería hacer primero? Las cuestiones de su corazón incluso habían convertido esa pregunta en algo confuso.

『 Satella: No deliberes solo. Por favor, discútelo con aquellos que son preciados para ti... 』

『 Subaru: — 』

『 Satella: Con la gente que no desea tu muerte, con la gente que no quiere dejarte morir, quienes luchan junto a ti... Y cuando eso no sea suficiente, muere, pero sin olvidar lo que es temerle a la muerte. 』

『 Subaru: — 』

『 Satella: Por favor no olvides — que hay personas que llorarán tu muerte. 』

El mundo se estaba partiendo en pedazos.
La voz de Satella se volvía distante. Ese hecho irrumpió terriblemente en el corazón de Subaru.

La palma que sostenía su mano estaba terriblemente caliente.
Sintió que él no debía soltar esa mano.

『 Subaru: — Yo, 』

Él no podía pronunciar las palabras para llamarla.
No lograba llamarla, decir su nombre. “No debes pronunciar ese nombre”, decía su deseo de rechazarla, mientras luchaba con su deseo de aceptarla.

El cielo se estaba cayendo. El suelo se estaba rompiendo. La luz abundaba, el entorno ya no tenía la forma del castillo de sueños.
Las otras brujas ya habían desaparecido de allí, dejando ese mundo solo para Subaru y Satella.

Él se estaba desvaneciendo. Y comenzando.
— Satella estaba justo delante de él, y Subaru era incapaz de decir nada mientras la miraba fijamente.

『 Subaru: — 』

El velo de oscuridad cayó.
El ébano que supuestamente él había estado rechazando, el que ocultaba su rostro, inconscientemente se disipó.
Y, siendo revelado desde la barbilla hacia la cabellera, estaba aquel rostro que, al verlo, Subaru contuvo el aliento.
El cabello plateado de Satella se movía, sus ojos amatistas se entrecerraban, y con lágrimas cayendo de sus bordes —

『 Satella: Y un día — pase lo que pase, ven a matarme. 』


Saliendo.
Desapareciendo.
El mundo se desvanecía, incluso la vista de la chica ante él se tornó invisible.

『 Subaru: Yo, sin importar lo que pase — 』

Pero sujetándose firmemente el calor de su palma, Subaru —

『 Subaru: — Te salvaré. 』

Frente a la invisible pero encantadora chica, eso fue lo único que dijo.