Mostrando entradas con la etiqueta Interludio III. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Interludio III. Mostrar todas las entradas

miércoles, 22 de septiembre de 2021

,

El nombre de la calidez


Traducción:
Español: Aingero

Corrección y edición:
Juandavid (Primer corrector)
Carlos (Segundo corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

Sin importar lo que suceda, al final, tu naturaleza es incorregible.
Si sabes que te encontrarás con un problema, aunque conozcas una manera de solucionarlo, si sabes que será doloroso, te echarás atrás.

Al verse encarado con el mismo problema que en el Santuario, Garfiel pensó.
Él no estaba seguro de si era lo suficientemente apto. A fin de cuentas, él se preguntaba si había cambiado en algo desde que alardeaba con confianza dentro de los confines de su antiguo hogar.

『 Fred: ¡Ah! ¡Gorgeous Tiger! 』

『 Garfiel: Oh… ¡Ten cuidado! 』

La expresión del chico se avivó al ver a Garfiel, que había venido a su casa de visita.
Cuando el chico corrió hacia él con todas sus fuerzas, Garfiel sintió peligro y alivio simultáneamente ante su repentina aparición.

『 Garfiel: Por favor, ten cuidado cuando corras. Parecerás un idiota si te caes y te lastimas. 』
Continuar leyendo

sábado, 27 de mayo de 2017

,

Para ambos, una promesa


Traducción:
Pretinaverse

Corrección y edición:
Carlos (Primer corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

—Tendida en la cama, su expresión era serena. Para Subaru, parecía como si ella estuviera durmiendo.

Sus pestañas son tan largas... pensó aturdido, mientras observaba sus ojos cerrados. Normalmente ella intentaba mantenerse inexpresiva, pero, mientras dormía, una suavidad propia de su edad aparecía en sus mejillas. Ahora que lo pensaba, Subaru nunca la había visto dormir.

Ella siempre despertaba antes que él y se dormía después de él. Subaru sabía que, para mantener su determinación, ella siempre había intentado enterrar su lado infantil. Pero esa fachada obstinada había colapsado numerosas veces frente él.

Ya sea sorprendida o avergonzada. Disgustada o a punto de llorar. O después de haber abierto sus corazones, su sonrisa reluciente bajo sus lágrimas. Debería haber tantas otras, tantas otras oportunidades para verlas otra vez—
Continuar leyendo