sábado, 26 de noviembre de 2022

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¿Quién eres?


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Krry

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Miguel
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Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

——Ante aquel imprevisto espectáculo, Subaru no podía más que quedarse perplejo mientras lo contemplaba.
 
Era una noche en la que sucedían cosas extrañas una tras otra.
Comenzando por haberse quedado dormido sin querer, haber buscado corriendo a Anastasia —o más bien, Eridna— quien había desaparecido de la Sala verde, avistar a un pájaro el cual no se suponía que debía estar en la torre y perseguirlo. Perdió de vista a dicho pájaro en un callejón sin salida y, encontrando un pasaje oculto al investigar las familiares paredes y suelos…
 
Subaru: ——Al otro lado del túnel había un país de nieve.
 
La mofa que soltó no contribuyó a explicar tal extraño espectáculo.
Lo que Subaru había atravesado no era una pared o un túnel, y lo que se hallaba ante sus ojos tampoco era un país de nieve, sino una noche en la que un frío aire soplaba a través del mar de arena.
Bajo un cielo color sable con centelleantes estrellas, y desde el balcón de la atalaya, podían verse las dunas extendiéndose a lo lejos como si de un oscuro mar se tratara.
Nada se correspondía con las palabras de Subaru. En su lugar…
 
???: ¿Natsuki-kun?
 
En respuesta al murmuro ronco de Subaru, la figura de una persona, con su pelo danzando sobre el viento, se giró hacia él.
Era una joven que sostenía su ondeante pelo violeta con la mano, tenía redondos ojos color turquesa, piel tan clara que era claramente visible en la oscuridad, y poseía una apariencia encantadora.
Era quien él había estado buscando: Anastasia. Subaru vaciló por un instante cuando ella le llamó.
 
Subaru: … El pintoresco escenario de este SPOT es ideal para un paseo nocturno, ¿verdad?
 
Ocultando su asombro inicial bajo la lengua, Subaru se encogió de hombros frente a Anastasia. Ante este gesto y las palabras de Subaru, Anastasia sonrió levemente diciendo Sí que lo es .
 
Anastasia: Es cierto que la vista es geniar. Pero es una verda’era pena que er paisaje sea to’o negro. Habría si’o diferente si desde lejos se viera también er pueblo.
 
Subaru: Eso es cierto, pero el encanto de mirar hacia el mar de la noche tampoco está tan mal, ¿sabes? Además, aunque digas eso…
 
Diciendo eso, Subaru señaló con el dedo hacia el cielo de este paisaje inabarcable en su totalidad de un vistazo. Atrapada por ese movimiento, Anastasia también miró hacia el cielo——un cielo con estrellas por todos lados.

Subaru: El aire es fresco y limpio, y las estrellas se ven muy bien. Es muy romántico, ¿no crees?
 
Anastasia: Es verdad que las estrellas son hermosas, y ‘toy de acuerdo con que er aire es limpio, pero… aparte de contemplar las estrellas, hay otra cosa que llama la atención, ¿no crees?
 
Subaru: ¿Qué otra cosa?
 
Anastasia: Er hesho en sí de que se puedan ver las estrellas. ¿Acaso hubo argún momento en er que se pudieran ver las estrellas en er desierto hasta ahora?
 
Aparentemente asombrado por lo que había dicho Anastasia, Subaru dio una palmada diciendo Ah… .
 
Tal como ella había señalado, era efectivamente maravilloso el ser capaz de ver las estrellas desde el balcón de aquella manera si se tenía en cuenta el viaje a través del mar de arena hasta aquel momento. Era imposible avistar el brillo de las estrellas desde las áreas que rodeaban la Atalaya Pléyades.
Porque…
 
Anastasia: Er miasma es oscuro y denso, y debe de haber abarca’o er cielo como si fueran nubes, después de to’o.
 
Subaru: Para que ese no sea el caso en este lugar, eso debe significar que solo esta torre no se ve afectada por el miasma… o tal vez se encuentre a una altura por encima del envolvente miasma.
 
Anastasia: A esta artura… bueno, no es imposible.
 
Aunque Subaru solo se dio cuenta tras observar las vistas desde el balcón, su altitud en aquel momento——el nivel perteneciente al cuarto piso de la atalaya no se encontraba a una altura de unas cuantas docenas de metros por encima del nivel del suelo, sino a una altitud de varios cientos de metros. Eso significaba que la escalera desde el quinto piso hasta el cuarto piso abarcaba esa distancia, aunque no lo hubiera parecido cuando las subían.
 
Subaru: … Aun así, no sé si sería correcto establecer este punto como la mitad de la altura de la torre.
 
Estando de pie y en paralelo respecto a la pared exterior, Subaru miró hacia lo alto de la torre en lugar de a las vistas del balcón y suspiró.
Si su conjetura era correcta, la cúspide de la torre atravesaba las nubes, ya que era imposible de ver incluso estando a esta altura por encima del miasma. Independientemente de la oscuridad, la cúspide se encontraba a demasiada altura para verla.
Y por eso, la escalera hacia el segundo piso contaba con más de cuatrocientos escalones. Por lo tanto, era incuestionable que la torre desperdiciaba demasiado su capacidad.
Sea como fuere…
 

 
Conteniendo sus pensamientos con respecto a las estrellas y a la altura de la torre, Subaru movió sus ojos hacia Anastasia, que mantenía en sus labios una sonrisa elegante, con sus manos tras sus caderas. Anastasia no hizo ningún movimiento sospechoso.
Tampoco parecía estar en guardia o prepararse para atacar.
Y habiendo confirmado que, como mínimo, ella no sería hostil repentinamente…
 
Subaru: ——Entonces, ¿cuál es tu excusa para esta situación?
 
Anastasia: ¿Excusa?
 
Subaru: Dejar la habitación a hurtadillas en mitad de la noche, atravesar un pasaje secreto del que nadie sabe, jugar con pájaros en la brisa de la noche… Es demasiado sospechoso.
 
Subaru levantó la mandíbula y cuestionó a Anastasia, quien mostraba una expresión perpleja.
 
Pájaros. Sí, pájaros.
En este lugar, Subaru y Anastasia se miraban el uno al otro, pero otros tantos espectadores además de ellos dos se aglomeraban en el balcón.
Eran pájaros que, sin el más mínimo movimiento, continuaban observando la situación como artículos artificiales.



 
No uno ni dos pájaros, ni una cantidad moderada similar en absoluto.
El número de pájaros detenidos sobre el borde exterior del balcón con sus alas en reposo no era inferior a cincuenta. Números que harían pensar que se trataba de una bandada entera, pero la razón por la que Subaru dudaba en etiquetarlos como bandada era por la variedad que había entre los pájaros.
 
Un pájaro blanco, uno azul, uno negro, uno moteado, uno grande, uno pequeño, uno delgado, uno regordete… Se habían congregado pájaros muy variopintos sin ningún sentido de unidad.
Aquel hecho por sí solo era bastante extraño, pero lo que hacía que Subaru tuviera una sensación aún más siniestra era el comportamiento de los pájaros que habían creado tal espectáculo.
 
——A pesar de la tremenda multitud de pájaros presentes, no sólo no se escuchaba su piar, sino que ni siquiera se oía el batir de una sola ala.
 
No se sabía a ciencia cierta si los pájaros poseían la inteligencia necesaria para poder comunicarse entre ellos sus deseos.
Pero al menos aquellos pájaros sin sentido de unidad tenían, todos, la misma intención.
 
Anastasia: Es inevitable que Natsuki-kun se sienta incómo’o así, pero…
 
Considerando tales sospechas de Subaru, Anastasia se llevó la mano a la mejilla.
 
Anastasia: Llamarlo «pasaje secreto» es una exageración, ¿no crees? Ar fin y ar cabo, Natsuki-kun también se las apañó para llegar hasta aquí.
 
Subaru: Eso… Bueno, un pájaro me guio, más o menos, ¿sabes?
 
Anastasia: En ese caso, a mí me ocurrió iguar. Sólo ‘taba dando un paseo por la torre durante la noshe. Entonces un pájaro salió de la na’a. Me entró la curiosi’ad preguntándome a qué vino eso, y acabé llegando aquí.
 
Subaru:
 
Anastasia: Vaya, ¿acaso no me crees?
 
Anastasia entrecerró los ojos, mientras dejaba que el pájaro que sostenía entre ambas manos volara libremente hacia el cielo.
A pesar de ser obvia, no era una explicación convincente. Subaru no tenía el fundamento para negarla, pero era imposible que algo tan conveniente hubiera ocurrido. Subaru llegó a aquella conclusión encasillándose en ella.
 
Subaru: Estos pájaros…
 
Anastasia: Me pregunto qué les ocurre a estos pequeñines.
 
Subaru: ——Gh. Eso es justo lo que yo quería preguntar.
 
Al igual que la actitud evasiva de Anastasia, la mirada de los pájaros que observaban la conversación desde la distancia era inquietante.
Era complicado interpretar las emociones en los ojos de los pájaros, o tal vez realmente no portaban emoción alguna. Subaru podía sentir una brecha entre él y los pájaros que le hacía pensar así.
¿Qué estaba pensando Anastasia, qué era aquel balcón, y qué eran aquellos pájaros?
 
Subaru: Que, al igual que yo, no supieras nada… Esa historia es demasiado conveniente como para tragármela.
 
Anastasia: También me gustaría comentar argo sobre lo de que Natsuki-kun no sepa na’a… pero resurta muy problemático. To’o ha si’o muy confuso desde que llegamo’ a este lugar.
 
Diciendo Cielos santo mientras se llevaba una mano a la frente, Anastasia exhibía un comportamiento como si se ahogara en lamento. Sin bajar la guardia, Subaru miró a Anastasia y recordó de repente algo sobre los pájaros.
 
——Que los pájaros volaban sobre las Dunas de Auguria, en dirección a la Atalaya Pléyades.
 
Lo había oído en el bar en el que se habían detenido para prepararse para cruzar el mar de arena, con el propósito de dirigirse a la atalaya. El barman les había dicho que buscaran pájaros en caso de que quedaran confusos en su camino a través del mar de arena.
Afortunadamente, Subaru y compañía no cometieron una metedura de pata como quedarse varados en el desierto, así que acabó siendo un aviso del que casi se había olvidado completamente, pero…
 
Subaru: Ahora que veo esto, me hace pensar que no era sólo un rumor.
 
A pesar de oír el susurro de Subaru, los pájaros no mostraron reacción alguna.
Simplemente mantenían sus alas plegadas en silencio, y reposaban sus alas como si repudiaran volar antes de que salga el sol.
Aunque estaban expuestos a la brisa helada, no se apiñaban entre ellos y se abstenían de compartir calor. Meramente mantenían su vista sobre Subaru y Anastasia como marionetas muy elaboradas.
 
Anastasia: Estos pequeñines ‘tán siempre así. Yo también ‘toy desconcerta’a.
 
Subaru: A juzgar por mi experiencia, es un poco imposible de creer.
 
Anastasia: ¿A juzgar por tu experiencia, dices?
 
Subaru: Basándome en mi experiencia, tras haber acabado de forma descuidada frente a una escena como esta, normalmente sería una garantía de que tu vida está en peligro.
 
Subaru tenía una abundante experiencia con estar cerca de la muerte debido a su comportamiento descuidado.
Empezando por recibir una paliza mortal por parte de Rem mientras merodeaba durante la noche por la vieja mansión.
Muchos de los detalles ocurridos en aquel momento habían sido omitidos, pero la experiencia de Subaru le enseñó e hizo llegar a la conclusión de que, en esencia, aquel comportamiento descuidado equivalía a morir.
Y, a juzgar por aquellas experiencias suyas, consideró que esta situación era bastante peligrosa—-
 
Anastasia: Si ese es er caso, entonces será mejor que aña’as un nuevo PATTERN a ese juicio basa’o en experiencias tuyas. En esta ocasión, no va a pasar.
 
Subaru:
 
Anastasia: Para el cobardica de Natsuki-kun, la peor de las posibili’a’es es si ‘toy maquinando argo. Que les he atraí’o hacia esta torre y he hila’o arguna conspiración atroz para hacer daño a Natsuki-kun o a Emilia-san y er resto, y que no tenga solución… Es lo que has pensa’o, ¿no es así?
 
Habiendo dado en el blanco, el rostro de Subaru se puso un poco tenso.
Al ver cómo Subaru reaccionó, Anastasia dijo Es obvio sonriendo.
 
Anastasia: Relájate. No ‘toy pensando en argo tan indirecto, y no guardo hostili’ad contra Natsuki-kun. Ni contra nadie má’ en esta torre… ah, exceptuando a los Examina’ores.
 
Subaru: Shaula y Reid, ¿eh?
 
Anastasia:
 
En el momento en el que Subaru mencionó aquellos nombres, Anastasia se mantuvo en silencio con una expresión amarga.
Al ver aquella reacción, a Subaru se le escapó un Ah .
 
Subaru: Tú no lo escuchaste porque estabas durmiendo, ¿verdad? Sobre el tipo nuevo que apareció en el Examen del segundo piso. Él es Reid Astrea, el Santo de la Espada de la primera generación. Parece ser que un mecanismo lo hizo aparecer desde el pasado.
 
Anastasia: Esta torre fue diseña’a de una manera muy cuestionable… Me pregunto en qué estaría pensando su creador.
 
Tras la explicación de Subaru, Anastasia soltó un comentario lleno de exasperación, cuya última parte la dijo bajando el tono de su voz y sin el dialecto de Kararagi, lo cual hizo que Subaru contuviera la respiración al oírlo.
Hasta ahora había tenido la intención de tratarla como si fuera Anastasia. Pero, después de todo, la verdadera naturaleza de quien estaba ante sus ojos era la de…
 
Subaru: ——Ahora mismo, tú y yo somos los únicos que estamos aquí. ¿Qué tal si hablas como eres de verdad?
 
Anastasia: ¿Qu…?
 
Subaru: Siendo honesto, no hay manera de progresar contigo, quién lleva la máscara de otra persona. Sin importar lo que digas, me es imposible confiar en ti completamente. Por eso…
 
???: ——Dices que quieres intercambiar palabras conmigo, pero no con la yo que actúa como Ana.
 
Justo ahora, la presencia de Anastasia cambió como si respondiera a la propuesta de Subaru.
El ambiente que la rodeaba cambió completamente. Aunque su figura no cambió, definitivamente sí lo hizo la sensación que desprendía el ser con el que él estaba manteniendo la distancia. Las emociones morando en sus ojos y la expresión facial entretejida por sus pensamientos habían cambiado completamente.
 
Subaru:
 
Subaru contuvo la respiración mientras era testigo de tal transformación; y ante él, Anastasia —o, más bien, el espíritu artificial Echidna que había estado actuando como Anastasia— lentamente se giró hacia la barandilla del balcón.
Sin siquiera una malla de protección, lo único que poseía el borde exterior del balcón era una barandilla de poca altura. Ella apoyó lentamente su cadera sobre aquella barandilla y acarició cuidadosamente la cabeza de un pequeño pájaro blanco que se encontraba quieto junto a ella.
Y entonces…
 
Echidna: ——Efectivamente, es la primera vez que intercambiamos palabras estando nosotros dos solos aquí.
 
Diciendo eso, ella aceptó la propuesta de Subaru con una fugaz sonrisa.
 
 
    
 
 
Echidna: ¿No te acercarás?
 
Subaru: No; es que no tiene malla; las medidas de seguridad son demasiado insuficientes, así que no me acercaré.
 
Echidna: Descuida, aunque te acerques con la guardia baja, no te empujaré al vacío, ¿sabes?
 
Subaru: Ni de coña voy a confiar si lo dices así. Cuando se trata de cosas así, eres igual que la original.
 
Subaru torció sus labios ante Echidna, quien estaba sentada en un punto peligroso a más no poder y le invitaba con una cara desprovista de malicia. Pero, tal vez a ella no le había gustado la forma en la que Subaru había expresado su rechazo, y frunció el ceño con franqueza.
Y luego dijo Oye levantando un dedo como si le estuviera sermoneando.
 
Echidna: Te lo he dicho ya varias veces, pero ¿qué te parece si dejas de compararme con esa bruja original o lo que sea? Honestamente, es muy desagradable ser comparada con una desconocida; incluso si fuera mi propia creadora, claro está.
 
Subaru: Lo que dije también se refería a la forma de hablar, pero… Tienes razón, culpa mía. Tendré cuidado.
 
Echidna: Sí, por favor.
 
Echidna apeló a Subaru con la misma apariencia y voz que Anastasia.
Realmente, incluso eso último que dijo ella sonó con el mismo tono que el de aquella malintencionada bruja que Subaru conocía; pero su insistencia en ese punto lo hizo asentir con la cabeza seriamente. Ciertamente, si a Subaru le dijeran que él era una existencia similar a Echidna, él lo tomaría como una difamación hacia su persona y lo negaría enérgicamente.
 
Echidna: Dicho esto, tus preocupaciones son bastante acertadas. Ver a alguien dirigirse noche tras noche a un lugar del que nadie se ha dado cuenta, a solas, naturalmente haría que ese alguien fuera sospechoso. Sin embargo, aun aceptando esas dudas como algo natural, debo negar tu recelo una vez más.
 
Subaru: Sí que eres atrevida para estar tocando ese pájaro sin siquiera estar atenta.
 
Echidna: … ¿Has escuchado lo que acabo de decir?
 
Subaru: Sí, te he escuchado.
 
Inmediatamente, sus comentarios se encontraban en una encrucijada en cuanto a cada uno de ellos.
Sin embargo, más que las declaraciones de Echidna, lo que inevitablemente le resultaba aún más misterioso a Subaru era el pequeño pájaro——cómo ella estaba acariciando la cabeza del siniestro y pequeño pájaro como si fuera una especie de artículo artificial.
Aunque, las cosas habrían sido diferentes si el lugar fuera un parque durante la tarde y los pájaros mostraran una reacción más natural.
 
Subaru: ¿No tienes miedo de que te ataquen en bandada y te picoteen todo el cuerpo hasta matarte?
 
Echidna: Tu imaginación me resulta mucho más aterradora. No irás a decirme que éste es otro de tus juicios basados en la experiencia, ¿verdad?
 
Subaru: Algo así me pasó con unos adorables conejitos que se me echaron encima enérgicamente.
 
Y desde entonces, Subaru se ponía nervioso cuando muchos animales se agrupaban en un único lugar.
Acumulando múltiples experiencias de Retorno por Muerte, había confirmado y podía afirmar que no existía una muerte tranquila, pero la de aquella vez la recuerda como la manera más horrible de morir.
 
Echidna: … De hecho, te has puesto pálido, así que no te preguntaré más al respecto. Y sobre estos pájaros, no es que sienta un afecto familiar por ellos.
 
Quizás debido a ver cómo el rostro de Subaru palidecía cada vez más, Echidna rápidamente retrajo su mano del pequeño pájaro. Y entonces, colocando ambas manos sobre las rodillas, posó su mirada una vez más sobre Subaru, diciendo Bien, pues .
 
Echidna: Me sugeriste que hablara como soy de verdad, pero… ¿de qué quieres hablar con mi yo que ha olvidado comportarse como Ana?
 
Subaru: Para empezar, tu relación con este lugar y con estos pájaros.
 
Echidna: En cuanto a eso, tan sólo puedo responder lo mismo que he contestado como Ana. Fui guiada igualmente hacia este lugar por un pájaro. Hasta entonces, no tenía la más mínima idea. Pero…
 
Subaru: ¿Pero?
 
A pesar del desánimo por la falta de sustitución a esa respuesta, Subaru elevó sus cejas al oír lo que ella dijo al final. Dudando ligeramente por esa reacción, Echidna continuó.
 
Echidna: Siendo completamente honesta, estaba pensando en preguntarte exactamente lo mismo.
 
Subaru: ¿Preguntarme lo mismo?
 
Echidna: Estaba intentando ser Ana, así que puede que haya parecido una broma. Me encontré a mí misma aquí, como si me hubieran guiado hacia este lugar. Y ahora, estoy manteniendo un diálogo contigo aquí… Contigo, que estás plantado frente a la entrada de regreso a la torre.
 
Subaru:
 
Echidna: Eres un conocido de Shaula, la guardiana de esta torre. Como mínimo, ella te trata completamente convencida de ello. Teniéndolo en cuenta, me parece de cobardes decirlo al encontrarnos nosotros dos solos en este lugar, pero…
 
Engullido por las palabras pronunciadas por Echidna, Subaru era incapaz de interrumpir sus comentarios, ante lo cual, Echidna cortó sus palabras a mitad de camino una vez y, manteniendo el rostro de Anastasia, presentó una pregunta.
Y esa pregunta fue…
 
Echidna: ——Natsuki Subaru, ¿quién eres?
 
Subaru: «Quién» preguntas, pero no soy nada especi——
 
Echidna: Antes de dirigirnos hacia Priestella… Hace un año, tras la ceremonia de otorgación de honores por la subyugación de la Ballena Blanca y la subyugación de Pereza, Ana llevó a cabo una investigación sobre ti.
 
Aquello que Echidna había revelado quizás había sido uno de los planes en la estrategia de la facción de Anastasia para la Selección Real.
Investigar a Subaru, quien había aceptado el otorgamiento de condecoraciones como Caballero de la candidata rival Emilia, debía de ser algo que se podría llamar teoría en una lucha de este tipo.
Sin embargo, ni siquiera la gran comerciante Anastasia Hoshin que lideraba la Compañía Hoshin pudo…
 
Echidna: No se pudo obtener información sobre tu trasfondo. Ana se quejaba de que únicamente investigar la más mínima información era extremadamente complicado. En cuanto a eso, llegó a la conclusión de que eso quizás se debía a personas a tu alrededor que habían actuado en tu lugar.
 
Controlar la información en relación a Subaru. Si había alguien con mucha conexión con la facción haciéndolo, entonces el primero en la lista sería Roswaal, seguido por Otto y Clind, quizás.
Sea como fuere, no sería extraño que ellos hicieran eso. Y eran o demasiado antipáticos o demasiado patanes como para tomarse la molestia y abstenerse de informarle de aquella verdad a Subaru.
 
Echidna: Después de todo, lo que se pudo recabar fue tan sólo respecto al pequeño suceso en el que te involucraste en la Capital Real, justo antes del comienzo de la Selección Real. Cuando el caballero Reinhard descubrió a la candidata Felt, y había evidencias de que se cruzó contigo. Pero eso fue todo.
 
No debería existir registro alguno previo a aquello.
Por lo tanto, Echidna——aunque en este caso era Anastasia, la investigación de Anastasia siguió los pasos de Subaru casi a la perfección.
Excluyendo el hecho de que para ellos había sido un resultado insuficiente.
 

 
Echidna entrecerró los ojos mientras Subaru se preguntaba silenciosamente cómo debería responder.
Hasta ahora, él había tenido múltiples experiencias en las que había sido incapaz de expresar la información adquirida por Retorno por Muerte, y la había enterrado en sí mismo, sufriendo subsecuentemente por haber sido incapaz de compartir dicha información. Sin embargo, ésta era una primera vez para él.
Para la pregunta «quién es Natsuki Subaru», la naturaleza sin identificar de sus orígenes era como unas cadenas.
 
Subaru: Yo soy…
 
Echidna: ——Y así es como acabo de alinearlo todo.
 
Subaru: ——¿Eh?
 
Con una expresión seria, Subaru se forzó a decir algo, pero entonces Echidna extendió ambos brazos. Su tono fue tan despreocupado, que Subaru quedó perplejo.
Al ver la reacción de Subaru, Echidna asintió diciendo con una expresión satisfecha.
 
Echidna: Ana y yo te reconocimos como a un caballero recién llegado con un montón de hazañas meritorias, con ese tipo de trasfondo desconocido… Así fue, hasta Priestella. No tengo palabras para expresar como esa impresión cambió con la batalla contra el Culto de la Bruja en Priestella… pero soy consciente de que está cambiando ligeramente de nuevo tras venir a esta atalaya.
 
Subaru:
 
Echidna: Me preocupaba estar contigo a solas entrada la noche en un espacio más allá de la vista de cualquiera; así que, aunque estuviera en guardia contra ti, quiero que lo perdones por ser algo inevitable.
 
Cruzando sus brazos abiertos, Echidna ladeó el cuello sonriendo.
Y tomado por sorpresa por las palabras que había escuchado de ella, Subaru masculló y movió sus labios secos, ponderando sobre cómo debería reaccionar.
Sin embargo, mientras meditaba se dio cuenta de algo.
 
——Que los dedos en las manos de Echidna sobre sus rodillas ejercían tanta fuerza que se habían vuelto blancos.
 
Subaru: … Oye, no me digas que… ¿De verdad tienes miedo?
 
Echidna: ——Ese comentario es un poco perturbador. Por ejemplo, ¿qué clase de relación tienes realmente con Shaula?
 
Sin responder a la pregunta de Subaru, Echidna lanzó de vuelta una pregunta distinta.
 
Subaru: Conocí a Shaula por primera vez aquí. No sé nada.
 
Echidna: El Examen del tercer piso, ¿fue coincidencia que lo resolvieras tan rápido?
 
Subaru: … Fue coincidencia.
 
Echidna: En ese caso, ¿qué hay de que atravesaras un pasaje camuflado de tal manera que no puede ser visto a simple vista, y llamándome en una situación en la que resultaba que estaba sola?
 
Subaru:
 
Lo que continuó persistentemente, fue la amargura de Echidna dirigida hacia Subaru.
Al acumular preguntas ante Subaru, ella estaba transmitiendo su amargura.
 
Subaru: ¿Y qué hay de ti? Intenta ponerte en mi situación.
 
Echidna: Aun así, debido a diferentes factores, considero improbable que seas hostil. Y quiero que pienses de mi revelación de lo profundo de mi corazón como prueba de mi buena fe.
 
Con sus manos sobre su escaso pecho, Echidna demostró que había verbalizado su verdadero estado mental a través de su actitud.
Ahora que había rememorado sus orígenes y la naturaleza sospechosa de sus acciones, a Subaru también le encantaría estar de acuerdo con las palabras de Echidna.
Le encantaría, pero…
 
Echidna: ——Parece que mi creadora dejó heridas profundas sobre tu corazón.
 
El comportamiento del espíritu artificial Echidna efectivamente se parecía mucho al de la Bruja de la Codicia Echidna; por lo que, sin importar cuánta buena fe empleara, era difícil confiar realmente en ella.
Esto por sí solo, podría ser llamado un Persistente Aroma de la Bruja.
 
Subaru: Comprendo lo que estás diciendo. Estoy convencido. Dejemos de lado el si puedo o no confiar en ti…
 
Echidna: Tu problema ha sido bastante bien expresado.
 
Subaru: Supongamos que el hecho de encontrarnos tú y yo aquí ha sido realmente una coincidencia. Entonces, ¿qué es este lugar? ¿Para qué crees que fue construido este sitio parecido a un balcón?
 
De hecho, aunque esta Echidna estuviera tramando algo, no había ninguna evidencia que pudiera usar para hacerle confesar. Subaru decidió seguirle el juego no porque confiara en ella, sino porque no le quedaba más remedio.
Sin embargo, eso y el hecho de que este lugar fuera un espacio oculto eran temas completamente diferentes. Considerándolo todo y que estaba oculto deliberadamente, debía existir por algún propósito.
 
Echidna: Tengo una hipótesis relacionada con eso. ¿Recuerdas lo que ocurrió hace tres días… en el mar de arena?
 
Subaru: Hace tres días, eso significaría antes de que llegáramos a la torre. Algunas cosas totalmente desagradables se me vienen a la mente.
 
Echidna: Durante aquel lío, una luz blanca nos atacó mientras éramos perseguidos por los Osos Cortesanos. ——Tiene toda la pinta que aquello fue obra de Shaula, ¿no crees? Lo que significa que este lugar es…
 
Subaru: ——¿Su… andamio para observar el mar de arena?
 
Antes de que la hipótesis de Echidna alcanzara su final, Subaru chasqueó los dedos.
Su conjetura era convincente. La verdad era que ella había continuado disparando a aquellos que se acercaran a la atalaya con lo que ella llamaba Hell’s Snipe desde muy lejos. Subaru se había preguntado cómo lo hacía, ya que no había una sola ventana o manera de ver hacia afuera de la atalaya, pero…
 
Echidna: Quizás haya más lugares como éste en la circunferencia de la torre. Por lo que parece, este espacio no está en la dirección desde la que nos acercamos a la torre.
 
Subaru: ¿Y qué hay de los pájaros?
 
Echidna: Los pájaros son un enigma. Aunque se les toque así, no muestran respuesta alguna. Pero… parecen tener temperatura corporal cálida, así que quizás no sean artificiales realmente. De ser posible, me gustaría diseccionarlos…
 
Bajando su mirada hacia los pájaros junto a ella, Echidna entrecerró sus redondos ojos con crueldad. Sin embargo, cuando retiró su dedo, lo contempló intensamente.
 
Echidna: Desafortunadamente, no quiero poner aún más carga sobre el cuerpo de Ana. Pero las cosas procederían más rápidamente si diseccionaras a los pájaros…
 
Subaru: Bueno, lo haría si fuera realmente necesario, pero…
 
Durante el año que él había pasado viviendo en este mundo diferente desde que fue invocado, Subaru ganó algo de experiencia en cazar pájaros o liebres. Naturalmente, matar por el bien de comer y matar por el bien de experimentar eran dos cosas que se sentían demasiado diferentes.
 
Subaru: Tras matarlo, comerlo sería…
 
Echidna: Sí, también está el problema de los suministros de comida restantes. Entonces, me gustaría pedir alrededor de unos veinte de ellos.
 
Subaru: ¡Estúpida! ¡¿Es que no conoces La leyenda de Zelda?!
 
Habiendo pedido indiferentemente segar la vida de un gran número de pájaros, Subaru levantó la voz con dureza. Echidna abrió los ojos de par en par después de que le hubieran gritado por un conocimiento del cual no había manera que ella poseyera.
Dejando eso a un lado, Subaru definitivamente se sentiría culpable si mataba a veinte.
 
Subaru: Además, al matar a uno, los demás pájaros no se quedarían quietos, ¿no crees?
 
Echidna: … Eso parece innegablemente aterrador.
 
En respuesta a la angustia de Subaru, Echidna también se llevó la mano a la boca.
Los pájaros no mostraron reacción ante la peligrosa conversación de ambos, a excepción de sus miradas invariablemente fijas sobre Subaru y Echidna, quienes podrían considerarse unos forasteros en aquel lugar.
Cuando el término «Entierro celestial»[1] apareció accidentalmente en su mente, Subaru detuvo el juicio raudo de Echidna.
 
Subaru: Si vamos a hacerlo, entonces hagámoslo tras realizar algunas preparaciones. Por el momento, dejémoslo para después.
 
Echidna: Sin actitud de huir tampoco, ¿eh? Comprendo, muy bien… La verdad es, que es difícil siquiera pensar sobre qué se podría ganar investigando a estos pájaros.
 
Subaru: No sigas diciendo comentarios tardíos con esa atmósfera como si el espíritu de indagación o la sed de conocimiento hubieran ganado, te lo ruego.
 
Echidna: ¿——?
 
Pensó que Echidna, a pesar de no conocer realmente la naturaleza de la bruja, mantenía un estilo de comportamiento similar al de la original, y como resultado, él nunca bajaba la guardia.
Por lo tanto, Subaru ignoró aquel aspecto y procedió a lanzar una pregunta a la Echidna que era un espíritu artificial, en vez de la bruja.
 
Subaru: Realmente no lo confirmé apropiadamente, pero ¿cómo se encuentra Anastasia-san?
 
Echidna: … Igual que antes. Incluso ahora, Ana continúa durmiendo en lo profundo de este cuerpo. Nunca he morado en su cuerpo durante tanto tiempo, así que estaría mintiendo si dijera que no me estoy impacientando.
 
Subaru: ¿Impacientando?
 
Subaru pensó que ella lo decía en el sentido de querer volver a su antiguo cuerpo, pero Echidna dijo No es eso sacudiendo la cabeza a izquierda y derecha.
 
Echidna: En la medida de lo posible, Ana y yo tenemos una relación de contrato entre Espíritu y usuario. Un espíritu imperfecto, junto a una usuaria imperfecta… qué relación tan imperfecta, ¿eh? Creo que ya te he hablado sobre el cuerpo de Ana.
 
Subaru: Ah, sobre que hay algunos defectos en su Puerta y eso.
 
Echidna: Eso se parece a la relación entre Beatrice y tú. Lo que nos diferencia es que el cuerpo de Ana no tiene un receptáculo para recibir maná en absoluto. Para que ella pueda mantener su contrato conmigo, no tiene más opción que gastar su Od.
 
Subaru: Sí, ¿sí?
 
Pensó que esa explicación era aproximadamente lo mismo que había oído anteriormente. Sin embargo, Echidna creía que la comprensión de Subaru era bastante superficial, por lo que ella posó un dedo sobre su pecho y…
 
Echidna: Este estado es equivalente a que yo me manifieste en lugar de Ana. Lo que significa que el Od de Ana está siendo devorado a un ritmo elevado. Incluso ahora, momento por momento, el Od de Ana está siendo erosionado.
 
Subaru: Tengo entendido que el Od era como el alma en sí misma de una persona… Lo que significa que…
 
Echidna: Aun sabiendo lo peligroso que era tener un contrato conmigo, Ana tomó mi mano. Desde entonces, he tenido la hipótesis de que algún día el final llegaría… Pero ahora es demasiado pronto.
 
——Es por eso que el cuerpo debe ser devuelto a Anastasia cuanto antes.
 
Así es como Echidna terminó de explicar la situación en la que Anastasia y ella habían acabado. Tras escuchar lo que ella había dicho, Subaru se dio cuenta de que él había tomado sus circunstancias muy a la ligera.
 
Subaru: Con ese cuerpo… en ese estado andrajoso, ¿puede ella realmente convertirse en Gobernante?
 
Echidna: ¿Lo dices como si quisieras que Ana abandonara ese privilegio por el bien de tu líder?
 
Subaru: ¡——Gh! ¡No digas tonterías! ¡Nada de eso! Yo decía…
 
Echidna: Ana no se retirará, sin importar el qué. Ella tampoco se rendirá. Lo sé.
 
Echidna afirmó rotundamente ante Subaru, quien había dado un paso hacia adelante intentando elevar la voz.
Sobrecogido por tal vigor, Subaru parpadeó. Y después, dejando que sus labios temblaran tímidamente…
 
Subaru: … ¿¿Acaso Anastasia-san desea tanto su propio país?? ¿Aunque tuviera que soltarlo inmediatamente después de conseguirlo?
 
Echidna: Aunque puede que durante menos tiempo que el resto de la gente, la misma Ana utilizará ese corto periodo de tiempo mucho mejor que los demás. Además, Ana tiene una razón para no renunciar al trono.
 
Ante la débil voz de Subaru, Echidna declaró poniendo toda su confianza en Anastasia.
Y procedió a decir su razón para no renunciar al trono, la cual era…
 
Echidna: ——Porque ella lo deseó.
 
Echidna, quien ya se había puesto en pie, se dirigió hacia él y miró a Subaru de frente desde el centro del balcón.
Mientras sus ojos negros eran observados fijamente, Subaru se quedó inmóvil ante las palabras que los ojos color turquesa le habían expresado.
Una pesadez diferente a la de la Atalaya Pléyades y a los Exámenes ejercía presión sobre Subaru.
 

 
Inmóvil y sin palabras. Y Echidna tampoco dijo nada.
Y en lugar de los dos inmóviles, tan sólo el sonido del batir de alas acuchilló la fría noche. El sonido del batir de alas venía de detrás, y se unió a la bandada de pájaros que reposaban las alas.
Una vez más, un único pájaro voló hacia el balcón——
 
——Desde detrás.
 

 
Subaru seguía de pie con su espalda contra la pared exterior de la atalaya; lo que significaba que, si un pájaro había batido las alas detrás de él, entonces, sin lugar a dudas, habría llegado desde el interior de la atalaya.
Echidna y Subaru habían alcanzado aquel lugar al ser guiados por pájaros.
Entonces, naturalmente, aquél tercer pájaro podría causar lo mismo.
 
???: ——¿Cuál es el significado… de lo que ha dicho ahora mismo?
 
Una voz atónita, como si todo en lo que creía se estuviera desmoronando, hizo eco en el balcón.
Al oír la voz del hombre allí plantado, los pájaros extendieron las alas a la vez. Y, causando un terrible ruido de múltiples aleteos que recordaban a un chaparrón, los pájaros alzaron el vuelo sin vacilación.
 
Hacia el cielo nocturno, hacia el desierto envuelvo en la oscuridad previa al amanecer.
 
Dejando atrás a Subaru y Echidna, quienes parecían haber sido abandonados en mitad de un océano——
——Junto a Julius Euclius.





[1] Ritual en algunas culturas que consiste en dejar los cadáveres al aire libre en una montaña para que se lo coman los pájaros. https://es.wikipedia.org/wiki/Entierro_celestial