jueves, 11 de junio de 2020

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Se abre el telón de la reconquista contra Codicia


Traducción:
Julian

Corrección y edición:
Robert (Primer corrector)
Carlos (Segundo corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

『 Emilia: ¡—Subaru! 』

Una voz parecía llamar a Subaru, quien se abrió paso a través de la entrada de la catedral y corrió hacia el interior.

Aquella voz pertenecía a Emilia, que estaba de pie frente a un altar, vestida de novia.

Llevando un vestido blanco como la nieve, y su largo pelo atado en una trenza en su cabeza, se veía demasiado hermosa; encantadora hasta un grado verdaderamente deslumbrante. En las circunstancias adecuadas, Subaru, más que nadie, habría querido admirar el atuendo nupcial de Emilia.

『 Subaru: Ya pondré en orden mis pensamientos sobre E-M-T más tarde. Parece que hemos interrumpido esta boda. 』

『 Reinhard: Parece que la ceremonia ya estaba saliendo mal. Aun así, aquí se nos considera los intrusos. 』

Desde lejos, Reinhard echó un vistazo a Emilia y Regulus mientras estos se miraban mutuamente, y estuvo de acuerdo con los murmuros de Subaru. La ceremonia parecía estar yendo mal, lo que les ofreció la oportunidad perfecta para interrumpir.

Al escuchar sus palabras, la expresión de Regulus, que antes era simplemente hosca, enrojeció de furia. Y su boca se retorció en una feroz mueca mientras ajustaba la solapa de su blanco esmoquin.

『 Regulus: Lo siento por ustedes como visitantes no invitados, pero esta boda pronto se convertirá en un funeral de todos modos. Que la preparación emocional para un evento tan alegre se convierta en una de lamento… Ah, cierto, ustedes no necesitan considerar tales asuntos de todos modos, ya que pronto pasarán de ser los que dan una despedida a quienes la recibirán. 』

『 Subaru: Ey, ¿pero de qué mierdas estás hablando? Ya te ha dicho que se divorcia de ti en la mismísima boda, sin siquiera llegar al aeropuerto de Narita[1]. Ruborízate y muestra un poco de vergüenza. Además, ¿es que no me oíste cuando presenté a este tipo a mi lado? 』

Respondiendo a las divagaciones asesinas de Regulus, Subaru se burló de él mientras miraba a Reinhard. Sorprendido, Regulus dejó salir un «ah» de entre sus dientes.

『 Regulus: ¿Quién? ¿El Santo de la Espada? Creo haber oído hablar de él una vez. ¿No es el apodo de un tipo que sólo sabe blandir una espada? ¿Qué planeas hacer con ese tipo de hombre? ¿Acaso crees que es un as? Ajaja, eso es muy gracioso. Ya sea la reputación de su historia o la gloria de su linaje o lo que sea, todo eso no es más que tradicionalismo anticuado. Conceptos como esos, cuando son golpeados por una ola de progreso, se desmoronan y se convierten en cenizas, ¿no es así como funciona la vida? Ustedes dos, ¿están aquí para servir como ejemplo? 』

『 Reinhard: «Sólo sabe blandir una espada», ¿eh? Es curioso que digas eso. Es cierto que gran parte de lo que se espera de mí deriva de ese único hecho. Pero, hay un pequeño problema aquí. 』

Reinhard no mostró ni una pizca de molestia, ni siquiera frente a tal arrogancia. Mientras hablaba, su mano se deslizó silenciosamente hacia su cintura.

Aún envainada, allí había una espada celestial con inscripciones trazadas por las garras del propio Dragón y que Reinhard siempre llevaba consigo. Sin embargo, al cerrar la palma de la mano alrededor de la empuñadura, sacudió la cabeza.

『 Subaru: ¿Qué ocurre, Reinhard? 』

『 Reinhard: La «Espada Dragón Reid» es una espada sin igual que ha sido pasada de generación en generación desde el comienzo del linaje Astrea, pero tiene un defecto: se niega a desenvainarse en presencia de cualquier enemigo que no considere digno. 』

『 Subaru: Lo que quiere decir… 』

『 Reinhard: Parece que la espada ha llegado a la conclusión de que éste no es un enemigo digno. 』

『 Subaru: ¡¡—gh!! 』

Independientemente de si Reinhard lo había dicho con esa intención en mente, Regulus había recibido una evaluación bastante humillante. Pero Subaru había sido testigo de cómo, durante el enfrentamiento con Elsa, la espada no había hecho su aparición, por lo que comprendió lo que Reinhard quería decir[2].

Pero, incluso con eso en mente, la valoración poco halagadora de Regulus se mantuvo.

『 Regulus: Un Santo de la Espada que no puede ni siquiera desenvainar su espada, ¿por qué debería molestarme contigo? Conoce tu lugar, escoria. Ustedes, que se esfuerzan con su fealdad y sus excusas sin límites, no pueden ni compararse con alguien que ya ha alcanzado la perfección. Tontos que no pueden asegurar su autoestima sin compararse con los demás… No se atrevan a evaluarme tan arrogantemente. 』

『 Subaru: Parece que… realmente crees que eres todo eso. 』

Viendo la ferviente indignación en los ojos de Regulus, Subaru se encontró genuinamente sorprendido.
Ignorando todas sus amenazas, y escuchando sólo la esencia de su discurso,

『 Subaru: La hipocresía es tu fuerte, ¿no? ¿Afirmas haber alcanzado la perfección, cuando te quedas corto en comparación con cualquiera que te encuentres? 』

『 Regulus: ¡—gh! ¡Tonto incompleto, no te atrevas a sermonear a mi perfecto yo! 』

Enfurecido por las burlas de Subaru, Regulus finalmente puso sus amenazas en acción.

Con intención asesina, pateó el suelo frente al altar; inmediatamente, el suelo pavimentado se rompió con una fuerza asombrosa. El torrente de destrucción se precipitó hacia adelante, arrastrando y tragando fragmentos de madera y piedra, destrozándolos aún más.

『 Subaru: ¿¡—uwa!? 』
『 Reinhard: Subaru, por aquí. 』

Justo cuando la ola de destrucción se acercaba a él, alguien lo agarró por el pescuezo y lo puso a salvo.

Una repentina ráfaga de viento apartó a Subaru de aquella ola de destrucción; fue obra de Reinhard. Con una mano, había arrastrado a Subaru a su lado mientras evadía el ataque.

Depositando suavemente a Subaru de nuevo en el suelo, Reinhard giró, preparándose para enfrentarse a Regulus. Sin embargo—

『 Regulus: ¡No te muevas! Atrévete a intentar algo, y todas las mujeres morirán en un instante. 』

『 Reinhard: … 』

Mirando a Reinhard, que estaba de pie, Regulus señaló con sus manos hacia las paredes de la catedral.

Filas de mujeres elegantemente vestidas lo observaban impasibles. Ni una sola de sus caras albergaban emoción alguna; no reaccionaban a las acciones de Regulus. Como si supieran que lo haría, estaban lado a lado aceptando abiertamente la pelea frente a ellas.

『 Subaru: Hablando de eso… aunque preferiría no indagar demasiado… ¿quiénes son estas mujeres? 』

『 Regulus: Todas ellas son mis queridas y amadas esposas. Encantadoras princesas que me aprecian y son apreciadas por mí. ¿Ustedes serían capaces de soportar el permitir la muerte de tales inocentes? Semejante acto… ¡Qué cruel sería! 』

『 Subaru: Maldita sea… Tenía una ligera sospecha, pero no puedo establecer una conversación en absoluto. 』

Era difícil saber si Regulus lo decía en serio, ya que sus argumentos eran incoherentes.

Usar a esas mujeres como rehenes, y aun así declarando que eran sus esposas, era algo que no tenía razón ni lógica. Lo peor de todo fue que, tanto la proclamación de «inocencia», como la noción de que «Regulus las mataría», eran indudablemente ciertas.

Esta ilógica batalla de rehenes era sin duda una táctica extremadamente efectiva.

『 Regulus: No es que quiera que mueran… pero si ustedes se siguen resistiendo, no tendré otra opción. Una por una y en orden. ¿No es simplemente desalmado forzarme a hacer algo tan horrible? 』

『 Subaru: No creo que eso tenga mucho sentido; no recuerdo haberte llevado hasta ese punto. 』

『 Regulus: ¡No pongas excusas! Puede que yo sea el que las mate directamente. Pero fueron ustedes quienes encendieron la mecha. Su intención asesina sería la verdadera arma. Yo sólo sería la herramienta, ¡y ustedes los verdaderos asesinos! No eludan esa responsabilidad, ¡desalmados asesinos de esposas! 』

Regulus apretaba los dientes y miraba a Subaru y a los demás con odio en sus ojos. El homicida, que escupía su tergiversada retórica no parecía estar disgustado en lo más mínimo por sus propias repugnantes declaraciones.

Mientras trataba de ganar un poco de tiempo por medio del diálogo, Subaru lanzó una mirada llena de significado a Reinhard. Pero su volátil oponente contaba con unas 50 rehenes a su alcance. Si ambas paredes se derrumbaran al mismo tiempo, ni siquiera Reinhard sería capaz de evitar que hubiera víctimas.

『 Subaru: … 』

Si esto continúa así, la situación se quedará en un punto muerto— No, esto está yendo exactamente como Regulus quiere.

Pero justo cuando Subaru pensó eso—

『 Emilia: ¿Es que ya te olvidaste de mí? 』

『 Regulus: ¿Eh? 』

—Luces celestes comenzaron a danzar al lado de Regulus.

En un instante, la catedral se inundó de luz, a lo que le siguió un agudo sonido. Luz y sonido se encadenaban, entrelazados y resonando, una simple y clara melodía llenaba la catedral.

Al mismo tiempo, un inmenso encantamiento de hielo brilló en el centro de la habitación.

Aquel celeste encantamiento se extendió desde el altar hacia las paredes, formando una cúpula de hielo alrededor de las mujeres a quienes Regulus había tomado como rehenes.

Adicionalmente, el hielo había congelado las piernas de Regulus, dejándolo pegado al suelo. Una espada de hielo fue presionada contra su cuello descubierto— una espada que se extendía desde la mano de Emilia.

『 Emilia: Fuiste demasiado descuidado. Ni siquiera yo podría imaginar enfrentarme contigo, así que me preparé de antemano para poder congelarte de esa manera. Has perdido. 』

『 Regulus: …¿Sabes?, quizás eres incapaz de leer el ambiente. ¿Acaso no estaba a punto de forzar que ellos dos retrocedieran? Ésta es una escena importante, una que demostraría que soy perfectamente capaz de enfrentarme con firmeza a enemigos despreciables. Y mis esposas también, claramente todas creen y rezan por mi victoria… ¿Qué crees que estás haciendo? 』

『 Emilia: Libéranos a todas ahora mismo. Aunque ninguna lo ha dicho, estoy segura de que algunas de ellas sólo se quedan contigo porque te temen. Aun siendo ese el caso, deberías atesorarlas, ya que ellas se esfuerzan por ayudarte… 』

『 Regulus: —En serio, ¿con quién crees que hablas? Parece que no hacerte mi esposa fue una decisión sabia. 』

『 Emilia: ¿Eh? 』

『 Subaru: ¡Emilia, no! ¡Eso no lo detendrá! 』

Normalmente, ahí habría acabado todo. La decisión de Emilia no estaba errada.
Sin embargo, su oponente simplemente no era normal.

『 Emilia: ¡—gh! 』

Con un suspiro, Regulus comenzó a mover suavemente sus piernas congeladas; ese ligero movimiento comenzó a desintegrar el hielo que atrapaba sus piernas.

El hielo congelado se rompió en pedazos tan fácilmente como despegar hielo derretido. Frente a esta escena, Emilia no tuvo tiempo ni siquiera de respirar antes de que Regulus la agarrara por el cuello y la levantara, sosteniéndola sólo por su mano.

『 Regulus: Tal violencia… sin ni siquiera saber cómo mantenerte digna para un hombre. No importa que seas física y mentalmente virgen, tu espíritu impuro te define. Puta. Sucia ramera. Como si no hubiera sido suficiente jugar con mi corazón puro, y para colmo me amenazaste; no puedo creerlo. Nunca había conocido a una mujer tan imperdonable. 』

『 Emilia: Kka, hggg, uu… 』

『 Regulus: Me pregunto a cuántos hombres ha engañado tu lindo rostro. Sólo una breve sonrisa, y encenderías sus corazones. Sólo un pequeño sonido, y te llevarías toda su atención. Sólo un ligero toque, y recibirías regalo tras regalo. Ah, ah, qué mujer tan sucia. 』

『 Subaru: ¡Detente! ¡Quítale las manos de encima, imbécil! 』

Suspirando para sí mismo, la voz de Regulus estaba llena de desprecio mientras le hablaba a Emilia, a quien mantenía en su agarre. Subaru levantó la voz en protesta, pero los fríos e inhumanos ojos de Regulus cortaron la furia que sentía por aquellas atroces palabras.

『 Regulus: Aquí el único imbécil eres tú. ¿Acaso no ves la situación? ¿O es que eres uno de esos que ya ni siquiera intentan entender? Yo estoy aquí, tratando y tratando de explicar, pero gente como tú, que no piensa en perfeccionarse a sí mismo y abandona todo pensamiento consciente, ¿no crees que estás derrochando toda esta generosidad? Trata de ponerte en la piel de otro, ¿es que no puedes hacer siquiera eso? Actuar de esa manera es un poco… ¿qué te pasa como ser humano? 』

『 Reinhard: Suelta a Emilia-sama y escucharé tus condiciones. 』

Al lado de Subaru, quien no podía hablar de la rabia, Reinhard le habló a Regulus.

El villano alzó las cejas al oír eso. Aparentemente juzgó que la conversación fluiría más suavemente con Reinhard que con el ahora furioso Subaru, y entonces sus mejillas se torcieron.

『 Regulus: Nada mal, no está nada mal esa actitud modesta. Es precisamente porque las personas cuentan con todo tipo de formas de comunicarse que, si quieren que un tema fluya en la dirección que desean, tienen que aprender a utilizar estas formas de manera efectiva. Aquellos que no entienden esto, la mayoría, sólo pueden recurrir a la fuerza bruta para hacerse oír. Qué desagradable. ¿No debería ser obvio que los asuntos que puedan resolverse mediante la negociación no requieren una demostración de fuerza? Bueno, gente como esa no es impresionante en lo más mínimo. Pero no es como si personas así fueran a tener alguna oportunidad frente a un pacifista como yo. 』

『 Reinhard: No hace falta un discurso tan largo. Permíteme escuchar lo que pides. Ver a Emilia-sama sufriendo es doloroso, tanto para mi amigo como para mí. 』

『 Regulus: Está bien. Entonces lo diré sin dilaciones. —Suelta esa vaina en tu cintura y acércate frente al altar. 』

Cuando el rostro de Emilia se puso pálido y azul, Regulus deliberadamente la elevó aún más. Sus pies colgaban en el aire, y su espada de hielo cayó al suelo.
Ante tal escena, Reinhard no dudó: soltó la Espada Dragón de su cintura y se la dio a Subaru.

『 Subaru: …Llegado el momento, desenvainaré esta espada y acabaré con ese bastardo. 』

『 Reinhard: Interesante idea; pero, lamentablemente, creo que tú tampoco podrías desenvainarla. No te preocupes, rescataré a Emilia-sama. 』

Terminando su conversación a susurros, Reinhard cumplió con las órdenes de Regulus.
El Santo de la Espada se ubicó, desarmado, en el medio de la catedral, deteniéndose cuando Regulus ordenó «Detente ahí». Sólo había 5 metros de distancia entre los dos, una distancia que Reinhard podía cubrir en un parpadeo.
Sin embargo, el problema yacía en que Regulus sujetaba a Emilia por el cuello, y la destrozaría en el instante en que Reinhard se acercara. Además, aún no podían comprender la verdadera naturaleza de la invencibilidad de Regulus.

Se liberó de la congelación de Emilia y creó un camino de destrucción. En alguna parte de esas acciones yacía el principio tras su Invencibilidad.

『 Subaru: … 』

Conteniendo el aliento, Subaru vigilaba atentamente los movimientos de Reinhard.
En ese momento, siendo incapaz de encontrar una oportunidad de salir de ese punto muerto, sólo podía confiar en Reinhard. Por muy ansioso que estuviera de entrar en escena, sabía que no había nada que pudiera hacer.

『 Reinhard: Como desees; me detendré aquí. ¿Ahora qué? 』

『 Regulus: Déjame matarte. Sencillo, ¿no? Un poco cliché, lo sé. Pero, ¿estás aquí por mis esposas, o por esta prostituta? No logro sentir ninguna sinceridad en tus pensamientos. No es que quiera obligarte. Simplemente no quiero ser malentendido como una persona egoísta y egocéntrica. Tan sólo soy un hombre normal, satisfecho con los placeres simples de mi día a día. Espero que logres entenderlo. 』

『 Reinhard: … 』

『 Regulus: Así que sólo tengo una condición para liberar a las rehenes. Que te pares ahí y recibas un golpe. Sin defenderte y sin esquivar. Si haces esto, las liberaré a todas. ¿No sería una buena disculpa por el injusto ataque de antes? 』

『 Reinhard: Un golpe, ¿correcto? 』

Ante la propuesta de Regulus, Reinhard rascó su barbilla mientras lo meditaba.

Observando su pensativa silueta, Subaru sacudió la cabeza mentalmente ante lo irracional de la propuesta. Independientemente del aspecto de Regulus, el poder tras sus ataques era obvio.

Un absurdo poder que aparentemente podía desintegrar cualquier cosa, ni siquiera Reinhard sería capaz de soportar un golpe así. Aun si lograba aferrarse a la vida, si quedaba incapacitado, esa batalla no podría continuar.

『 Reinhard: Entiendo, acepto. 』

Sin embargo, contrario a la disputa interna de Subaru, Reinhard aceptó la condición fácilmente. Aturdido, Subaru vio a Regulus asentir con aprobación.

『 Regulus: Una sabia epifanía, por lo que veo. Tienes mi respeto. Aunque seas un enemigo que trató de matar a mis esposas, por lo menos pareces tener un mínimo de humildad humana. 』

『 Subaru: Usando rehenes, incluso siendo invencible, y ni siquiera cree que está haciendo algo malo… 』

Regulus y sus palabras, floridas y melosas, eran evidentemente desagradables. Sin embargo, parecía que Regulus no escuchó el desprecio de Subaru, ya que mantuvo su mano en el cuello de Emilia mientras giraba su mano derecha hacia Reinhard.

『 Subaru: Re-Reinhard… ¿qué es lo que estás pensando? 』

『 Reinhard: Subaru, como prometimos. Mis carencias, encontrarás un modo de compensarlas, ¿verdad? 』

『 Subaru: No seas tan negativo… 』

«Incluso la batalla más dura se puede ganar», esa era la respuesta que Subaru esperaba oír. Pero, antes de que tuviera tiempo para responder, Regulus movió su brazo hacia Reinhard.

No lo pudo ver. Las puntas de sus dedos cortaron el aire, como si hubiera lanzado algo a Reinhard, Sin embargo, el proyectil era invisible. Ese ataque bien pudo haber sido algo como una Mano Oculta.

Si esa suposición era cierta o no, era algo que quedó sin respuesta.

『 Reinhard: … 』

La silueta de Reinhard, que había estado de pie frente a Subaru, colapsó mientras su sangre brotaba.


El ahora biseccionado cuerpo de Reinhard cayó al suelo, como si hubiera sido cortado en diagonal, completamente ausente de su usual apariencia refinada.

『 Subaru: ¿Eh—? 』

Una gran cantidad de sangre salía del cadáver de Reinhard, tiñendo la alfombra, de por sí carmesí, de un rojo mucho más oscuro. Su cuerpo temblaba como un resorte, convulsionando en agonía.
Finalmente, llegó el momento en que incluso esos movimientos pararon, el cuerpo que yacía allí estaba verdaderamente muerto.
Ésta fue la muerte definitiva de Reinhard van Astrea.

『 Regulus: Sin importar cómo sea una persona, a todos les llega la muerte de manera abrupta y decepcionante. Aquellos que alcanzaron grandes cosas, aquellos que cometieron terribles pecados… la muerte los trata por igual, robándoles la vida de la misma forma. En este terriblemente injusto mundo, ésta es una de las pocas partes de la vida verdaderamente justas. 』

Habiendo matado a Reinhard con sólo un movimiento de su brazo, Regulus simplemente sacudió la cabeza.

El asesino tenía una mirada serena, como si todo eso no tuviera nada que ver con sus acciones.

『 Regulus: Precisamente porque los vivos saben que el final va a llegar de una forma u otra, no deberían buscar demasiada felicidad mientras viven. Por tanto, estoy extremadamente satisfecho con mi pequeño umbral de felicidad. Aunque soy Codicia, es sólo porque siempre estoy con ganas de apreciar lo que tengo y lo que tendré. Si no estuviera satisfecho con la cantidad que tengo, nunca sería feliz en mi vida. Pero, afortunadamente, nací con un don único. La sensatez para encontrar satisfacción en los placeres simples. 』

Llevándose el brazo que había matado a Reinhard cerca de su pecho, Regulus comenzó a reír.

Entonces—

『 Regulus: Mi satisfecho ser quisiera saber, ¿moriste satisfactoriamente? Si es así, felicitaciones por morir. Si no, entonces mis condolencias. 』

『 Subaru: ¡¡AAAAAAAAAAAAAAUGHHH!! 』

Antes incluso de que el eco de las ridículas palabras de Regulus se hubiera desvanecido, Subaru saltó a la acción con un rugido.
Agarró una silla y la lanzó contra Regulus. Ante ese proyectil, Regulus dio un simple manotazo, haciéndolo a un lado como si de un insecto se tratara. Decir que el impacto partió la silla habría sido una subestimación. Regulus puso cara de desagrado.

『 Regulus: En comparación a aquel elegante, en verdad eres ruidoso y bruto. 』

『 Subaru: ¡Ocurre que ser un caballero sin una pizca de caballerosidad es mi especialidad! 』

Pisando la alfombra manchada con la sangre de Reinhard, Subaru se llevó una mano detrás, desancló el látigo de la cintura y dirigió su punto hacia Regulus.

En respuesta, Regulus simplemente hizo el acto de apretar su agarre en el cuello de Emilia mientras la levantaba.

『 Regulus: ¿Es que tienes los ojos de adorno? ¿No ves que tengo una rehén? 』

『 ???: —Me parece muy raro esto. Según lo que prometiste, ya deberías haber liberado a las rehenes. 』

『 Regulus: —¡¿Gh?! 』

En el instante en que escuchó ese sonido, el rostro de Regulus se llenó de horror.

Apartando su mirada lejos del centro de la catedral, Subaru vio una silueta esbelta manchada de sangre, y su garganta se cerró del shock.

『 Regulus: ¡¿Qu—?! 』

『 Reinhard: —La Protección Divina del Fénix. 』

Con brevedad, Reinhard respondió al tambaleante Regulus, y tres siluetas se movieron a la vez.

Subaru saltó hacia el altar, usando su látigo para poner a una mujer de pelo rubio a salvo.
Aunque seguía siendo ahorcada, Emilia pateó su espada de hielo hacia Reinhard.
Reinhard, quien saltó rápidamente, atrapó la espada y la apuntó hacia Regulus.

Con ninguna mujer en su línea de fuego, el portador de la espada no dudó.

En el siguiente instante, se hizo el silencio; y una brillante luz azul acompañó la onda de choque que se tragó la catedral.



[1] 成田離婚 (divorcio Narita). Expresión creada a raíz de matrimonios que se divorciaban justo al regresar al aeropuerto de Narita tras la luna de miel.

[2] Recuerden que, durante la pelea final con Elsa, en lugar de usar su espada, Reinhard recoge una espada cualquiera del suelo y la usa para lanzar su ataque, tras lo cual, la espada usada se desintegró.