Oía el crepitar lento y constante de algo calcinándose en su pecho.
Y lo que estaba calcinándose eran cosas como su humanidad, su confianza en sí mismo y sus sentimientos por «Natsuki Subaru».
Agarrando el cuello de la joven empujada hacia abajo mientras ésta se reía de él, Natsuki Subaru se vio en la tesitura de determinar su propio destino y el de «Natsuki Subaru».
『 Subaru: … 』
Latidos del corazón… inaudibles. Aunque su respiración era agitada, sus pulmones probablemente no estaban haciendo su función. Él estaba en una situación desesperada y, sin embargo, su frente no tenía ni una sola gota de sudor.
Eso seguramente era porque el cuerpo de Natsuki Subaru presente aquí no era real.
—Será porque leer el libro no transfirió mi cuerpo físico, sino únicamente mi mente.
Quizás estaba considerando tales cosas, que no encajaban con la situación, para evadir la realidad en la que estaba ahora.
Y, dejando volar sus pensamientos así, la mente de Subaru buscaba lograr una paz temporal.
Sin embargo, ni el tiempo ni el espacio ni su oponente permitirían a Subaru esta ruta de escape.
『 Ruy: … Vamos, dinos qué harás, onii-san. 』
La joven que él había inmovilizado sonreía sádicamente y miraba hacia arriba a Subaru, quien estaba inmóvil e indeciso.
Y, mientras miraba a los oscuros ojos de Subaru, la joven movió la lengua como si quisiera lamer esos globos oculares y…
『 Ruy: Inmovilizar a una joven débil y colocar las manos en su delgado cuello… Te hace temblar de emoción, ¿no? Aunque, si es una predisposición como la de onii-san, quizás tales experiencias te ocurren a menudo, ¿supongo? 』
『 Subaru: Gh. 』
『 Ruy: Estás temblando, qué li~ndo. En tu estado actual, ¿podrás tomar una decisión tan tan importante? 』
Estando boca arriba y ladeando la cabeza, Ruy besó la muñeca de Subaru. Ese gesto estremecedor, el ardor que desprendía su coqueta mirada de reojo y sus inhumanas palabras hicieron que Subaru recordara cierto espectáculo: el desalmado espectáculo que Subaru había visto una vez… solo que su perspectiva estaba al revés. Subaru no lo había presenciado desde su propia perspectiva, sino desde el punto de vista de una joven que estaba en un cara a cara con Subaru.