Traducción:
DannX
Corrección y edición:
Jagaro (Primera corrección)
Pretinaverse | Carlos (Segunda corrección)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)
※ ※ ※ ※ ※
Liliana no podía recordar qué la motivó a empezar a cantar.
Sus ancestros, desde su madre, la madre de su madre, su bisabuela, y hasta su tatarabuela… provenían de una familia que nunca se había establecido en un mismo lugar. Al contrario: habían viajado por toda la tierra.
Y cuando tu profesión es la de un trovador ambulante, es natural acabar sintiéndose cansado por este estilo de vida sin sentar raíces. Sin quedarse en un mismo sitio, viajando continuamente sólo con tus dos pies hacia donde te lleve el viento.
Muchos trovadores se reunían, en ocasiones, para actuar en conjunto. Liliana sin embargo no era partícipe de esta costumbre. Aunque no le desagradaba la presencia de otros, sus intereses eran distintos. Tenía una diferencia evidente en el sentido de su música.
Siguiendo la tradición de su familia, Liliana decidió emprender su viaje en solitario. Sin embargo, no se podía negar que esta clase de independencia apareció en ella demasiado joven incluso para un trovador de espíritu libre. Sólo tenía trece años cuando abandonó el nido de sus padres.
『 Liliana: ¡Argh, ya no aguanto más! ¡No puedo seguir encerrada así! Todo sería distinto si papá y mamá no fueran tan egoístas. 』
No fue una decisión fácil, pero debido a una fuerte discusión se marchó de casa sin pensárselo dos veces.
Desde que tenía diez años, Liliana siempre había deseado vivir de manera independiente. Ese era el deseo de una hija testaruda, embelesada en perseguir sus sueños. Pero sus padres, en especial su madre, la forzaba a quedarse en casa.
Sin embargo, la joven Liliana, con tan sólo diez años de vida, ya era más madura que el resto de las chicas de su edad, debido a las obras en que actuaba su padre, los poemas de su madre y la íntima influencia de sus familiares.
Para la pequeña Liliana, los personajes que aparecían en las canciones que cantaba su madre eran asombrosos. Sus aventuras y retos, sus aventuras y romances, sus conflictos y autocontrol——sintiendo todo eso, Liliana acabó volviéndose incapaz de soportar que no se le permitiera trazar su propio camino.
——Las personas en esas canciones vivían sus vidas libremente.
Para esa Liliana de sólo 10 años, los héroes que aparecían en las canciones eran como «amigos». Emprendiendo el mismo camino, encontrando los mismos lugares, alzando sus cabezas para ver sobre ellas el mismo cielo——Ella también quería experimentar algo así.
Aferrándose a ese deseo, pudo soportarlo durante tres años más.
Liliana ardía con pasión y con una camaradería unilateral hacia los compañeros de aquellas historias. De su padre adquirió la habilidad de tocar el laúd-lira, y de su madre la voz necesaria para cantar y una gran cantidad de canciones famosas.
El día de su decimotercer cumpleaños, su madre le entregó un laúd-lira, tradicionalmente heredado, y después de una gran discusión entre padres e hija, Liliana se marchó de casa, iniciando así un viaje por sí sola.
『 Liliana: ¡Uja ja ja ja! ¡Esperen y verán, papá y mamá! ¡Seré la reina de los trovadores! 』
Escapando por completo de la persecución de sus padres, Liliana proclamó ese juramento en la soledad del cielo nocturno.
La gran aventura de Liliana Masquerade apenas había comenzado.
«—En retrospectiva, ahora me doy cuenta que aquella pelea con mis padres pudo haber sido su forma de ser considerados.»
Desde la edad de diez años, sus padres nunca pararon de reprender a Liliana por su imprudencia. Criticándola porque sus habilidades aún no habían madurado lo suficiente, burlándose de ella por no aprenderse nunca las canciones y ocasionalmente castigándola dejándola sin comida.
『 Padre: ¡O~joh joh jo! Una niña como tú creyendo que puede vivir de forma independiente… ¡Aún te faltan al menos otros diez años más! Niña arrogante… hoy te encargarás de cocinar la carne de conejo que ha caído en la trampa. 』
『 Madre: ¡Oh vaya, qué lástima! ¡Qué poco cocinada se ve la carne de conejo! ¡¿Crees que así se puede comer?! ¡Una hija que no hace caso a sus padres da tanta lástima! 』
Para bien o para mal, sus padres tenían la naturaleza de proteger constantemente a su hija.
Para unos padres tan protectores seguramente fue una pesadilla ver la partida de su única hija. Estaba segura que habría muchas discusiones después de su partida.
『 Padre: ¡Pues si te vas, más comida para nosotros! ¡A partir de hoy tendremos tres comidas al día! 』
『 Madre: ¡Si Liliana se va, podríamos tener otro hijo! 』
Sin duda, deben haber tenido discusiones. Seguramente dolorosas. Eso creía.
Y, aun así, el último regalo que recibió Liliana fue una discusión familiar.
De esa forma, le quitaron la posibilidad de traicionar sus sueños y de volver con sus padres. Para impedir que renunciara a sus convicciones, le dijeron aquellas palabras tan desalmadas.
Mientras exista en nuestras mentes la posibilidad de rendirnos, seremos débiles. Mientras exista un lugar al que regresar, la naturaleza desafiante del corazón se rehusará a arder hasta el último minuto.
Especialmente para una trovadora errante la cual no tenía un hogar a donde ir. Una familia y un hogar——eran palabras que usualmente se asociaban la una a la otra. Depender de la familia era una abrumadora tendencia. El mayor obstáculo para escalar el camino de la independencia era deshacerse de todo lo anterior.
Gracias a la imprudencia de su juventud y a la manipulación de sus padres, Liliana pudo vencer ese obstáculo.
No fue hasta que se encontró bebiendo agua pantanosa, comiendo raíces y sobrepasada por el hambre y la desesperanza, gimiendo débilmente «quiero volver a casa…», que se dio cuenta de la consideración de sus padres.
Si hubiera perdido su voluntad en ese momento, probablemente Liliana habría abandonado su laúd-lira. Así pues, agradeció a sus padres por haberle dicho todos esos reproches. Después de todo, haberse ido de casa fue la decisión correcta.
『 Liliana: ——Ah. 』
『 Padre: Eh… 』
『 Madre: Oh, cielos. 』
Años después, se reencontró con ellos en una ciudad diferente; pero, aun así, no fueron capaces de arreglar sus diferencias. Sobre todo por la pequeña bebé, que Liliana no conocía, en brazos de sus padres.
Liliana asumió rápidamente que se trataba de su hermana pequeña, pero en lugar de hablar con sus padres se limitó a sacar pecho, irguió su espalda y continuó por donde había venido.
Años más tarde, seguía sin tener algún logro elogiable. Tal vez, si hubiera conseguido algún logro, habría establecido contacto con sus padres y habría tenido esa deseada reunión para hablar felices sobre su progreso.
Pero la Liliana actual dejaba mucho que desear. Aún debía seguir esperando por esa esperada reunión.
«Aunque es posible que nunca más vuelva a ver a mis padres de nuevo, luego del encuentro de este día. Y es muy probable que tampoco pueda decirle a mi hermana, cuyo nombre ni siquiera conozco, que soy su hermana.»
Sin embargo, ésta era la vida que Liliana había escogido, una en la que sólo se orientaba en la música.
Quizás en un futuro, cuando Liliana se hubiera convertido en una trovadora famosa, serían sus propios padres quienes comentarían a los cuatro vientos que esa famosa trovadora era su hija. La primera en enterarse sería sin ninguna duda su hermana pequeña. Soñar con esa clase de ambición era de lo más natural.
『 Liliana: Mmm… ese sería un futuro excitante. ¡Y tampoco es que fuera mucho que pedir! 』
Cuando Liliana cumplió diecisiete años, encontró su motivación una vez más.
Y ahora, con veintidós años, Liliana ha vivido de forma independiente por nueve largos años. Por supuesto, ha sido una vida llena de altibajos y dificultades.
La más notable ocurrió poco después del inicio de su viaje. Tenía trece años cuando declaró su intención de ser la reina de los trovadores. Pero al día siguiente de aquella promesa, estuvo a punto de morir. Si no hubiera sido rescatada por unos mercaderes que pasaban por ahí, de seguro habría tenido una penosa muerte.
Eran un grupo de mercaderes que viajaban de aquí para allá intercambiando productos.
Liliana fue rescatada por ellos y, para ganarse el pan, trabajó para los mercaderes como sirvienta. Era un modo de viajar mucho más seguro y confortable, más que viajar en solitario. Sobre todo, al no faltar comida ni cama.
Cuando por fin llegó a una ciudad, Liliana preparó su laúd-lira y empezó a cantar en los caminos a cambio de unas monedas. Ésta era la primera vez desde que dejó a sus padres, en la que había actuado por su propia cuenta y había ganado dinero por ello. Fue un día inolvidable.
Los mercaderes cuidaron de ella por cerca de un año. Pero cuando su portavoz se instaló en una ciudad y adquirió su propia tienda, el grupo se disolvió. Entre los mercaderes hubo varios grupos que invitaron a Liliana a unirse a ellos, pero ella los rechazó solemnemente, y continuó sola por su propia cuenta.
Prefirió dejar atrás los viajes seguros y agradables, para encontrarse a sí misma como persona.
Los días de bañarse con agua tibia habían terminado, y la leyenda de Liliana Masquerade había comenzado. No había ninguna duda de lo emocionada que estaba.
Fueron años de duro trabajo.
Al mundo no le importaba si ella venía de una respetada familia de músicos o si había hecho bien su trabajo como sirvienta en el grupo de mercaderes. El despiadado mundo no se mostró misericordioso ante la pequeña niña alejada de sus padres.
Fue entonces cuando ella comprendió la verdad sobre la consideración que sus padres le mostraron antes de que ella se marchara.
Y en ese momento Liliana también se dio cuenta de una importante lección de este mundo: el mundo donde vivían los personajes de sus queridas historias no era igual al mundo real. El real era más cruel y despiadado.
El comienzo de sus aventuras no había sido para nada algo único.
Como siempre, masticaba raíces y comía frutos rojos sin recolectar en las montañas y, en su soledad, sufrió la agonía producida por la fiebre y dolores de estómago… y esa noche, se dio cuenta: los héroes de los cuentos tan increíbles que conocía, jamás pasarían por lo mismo que ella.
Porque esos cuentos ya estaban terminados. Los días en que esos héroes derramaron sangre fresca, declararon sus aspiraciones, gritaron sus esperanzas a pleno pulmón y esgrimieron sus espadas para salir victoriosos, quedaron en el distante pasado. Lo único que hacía Liliana era seguir sus pasos y tejer sus historias para que otros las conocieran, pero nada más.
Liliana amaba a esos héroes, pero esos héroes nunca la amarían a ella.
Sus pensamientos se habían centrado demasiado en una sola cosa, sólo para darse de bruces con la realidad, perdiendo su camino.
——Pero entonces, ¿qué es un trovador?
Marchándose escopeteada de su casa diciendo «¡Seré la reina de los trovadores!», Liliana asumió que algún día sería la mejor trovadora. Hasta que realmente comprendió lo equivocada que estaba.
Estrellándose de frente contra una pared como esa, que nunca pensó que encontraría, Liliana sentía como si sus dientes incisivos y su tabique nasal, junto con su espíritu luchador, se hubieran roto.
Continuó así por tres días y tres noches con dolores, fiebre y vómitos que no cesaban.
Y mientras su mente deambulaba entre la ambigua realidad y los sueños, Liliana pensó incesantemente sobre todo aquello.
Después del cuarto día, Liliana se despertó recuperada. En un río cercano se limpió la cara y bebió agua.
En ese momento, la persona que vio reflejada en el agua era muy diferente a como era antes.
El viento soplaba las hojas de los árboles, el sonido de las aves y de los insectos resonaban a través de la corriente del río. Y justo en ese momento, sintió por primera vez la melodía oculta en todo eso.
Sin contener sus lágrimas, Liliana saltó al agua.
Los insectos, aves y peces se sorprendieron por esa acción inesperada, todos ellos llenos de música. Y Liliana, que salió del agua, comenzó a reírse a carcajadas. Lloró, rio y continuó llorando.
Liliana rápidamente descendió de la montaña, todo su cuerpo cubierto de agua sucia y lodo seco. Ahora mismo sólo le importaba estar en las calles de la ciudad.
Todos miraron desagradablemente a la sucia chica que sostenía un instrumento musical. El dueño de una tienda de enfrente la observó con repugnancia, y los transeúntes parecían sentirse incómodos.
Quedándose parada en medio de la calle corría el riesgo de provocar que algún transeúnte despistado chocase con ella. Sin embargo, Liliana fue más rápida. No porque le preocupara ser empujada, sino simplemente porque lo único que deseaba era cantar lo más pronto que pudiera.
『 ♬ 』
¿Cuántas personas notaron el sonido hecho por las cuerdas del laúd-lira al ser tocadas?
Una chica llena de lodo, un viejo laúd-lira en sus manos, sin saber cómo, sus manos estaban tocando una melodía impresionante.
Era difícil saber cuántas personas lo habían notado.
Sin embargo, lo que sí estaba claro es que, en el momento en que lo notaron, sus conciencias fueron arrebatadas inmediatamente.
『 ♬ 』
La actuación de Liliana comenzó y, en ese mismo instante, delicadas y encantadoras notas salieron de su instrumento. En ese mismo instante, todos los transeúntes dejaron de caminar y respirar.
En ese instante, todos reconocieron ese gran cambio que provocó que sus corazones se estremecieran.
Todos los ojos se enfocaron en la fuente del sonido, la cual era una chica con mucha suciedad que estaba en medio de la calle. Liliana sintió las miradas de todos, y al mismo tiempo contempló cómo los ojos de los presentes se agrandaban. El escenario estaba preparado, y fue entonces cuando con un suspiro se dejó llevar.
Y mientras los aplausos por su gran actuación alcanzaban su punto máximo, la canción de Liliana comenzó.
En ese momento, la «música» a su alrededor comenzó a fluir a través de su garganta con tanto ímpetu, que ni siquiera ella era capaz de pensar en lo que estaba cantando.
La canción fluyó, trayendo consigo todo lo que había aprendido hasta ahora, recordando famosas melodías que iban y venían de su cabeza.
Los «amigos» que había hecho en esas historias, amigos inseparables que no podía dejar ir, ahora podía verlos partir hacia los cielos con un corazón en paz.
——Cantar era un regalo, pero para esos «amigos» sobre los que cantaba, ella no era nada.
Y así, Liliana comprendió el significado de su propia existencia: el de una trovadora. Y habiendo llegado a esa conclusión, decidió continuar cantando.
Alardeando con orgullo, sobre las maravillosas personas que había existido en este mundo.
Orgullosa de aquel tiempo, en que sintió que era amiga de aquellas maravillosas personas.
Y quizás, algún día, realmente lograría hacerse amiga de una de esas increíbles personas, y cantaría y alardearía de que una maravillosa persona como esa era su amiga.
『 … 』
Al terminar su canción, Liliana empezó a llorar.
Las personas a su alrededor, que habían estado escuchando asombradas, también empezaron a llorar, sonándose las narices debido a las lágrimas.
Grandes aplausos surgieron como truenos en toda la calle, y Liliana Masquerade se convirtió por fin en trovadora.
Desde entonces, ella y su música fueron conocidas por todos lados.
※ ※ ※ ※ ※
En lo alto de la torre de control en llamas, Liliana recordó la primera vez que cantó siendo independiente y la primera vez que cantó habiéndose convertido en trovadora.
Una emoción similar a la de entonces revoloteó en su corazón.
Lo que ella deseaba fervientemente cantar, lo que quería expresar con palabras —con sonidos— era demasiado. Y a mitad de una canción también lo deseaba. Era una obsesión.
Aquellas llamas blancas, que elegían qué hacer arder y qué no, aún flameaban con la misma fuerza que al principio. A pesar de que el calor no dañaba el cuerpo de Liliana, su perseverancia la estaba atormentando por dentro.
Las plantas de sus pies aún sufrían por el calor abrasador, y su cuerpo, dentro de la torre de piedra envuelta en llamas, emitía continuamente gritos de dolor. Era tan doloroso que le daban ganas de arrodillarse y llorar inmediatamente.
Sin embargo, llorar así sería demasiado absurdo.
Ante sus ojos se encontraba una audiencia que deseaba una canción. Su garganta no era para llorar, sino para cantar.
『 ♬ 』
La canción que surgió no fue una que aprendiera de su madre o de su familia. Ni tampoco se trataba de una historia, lo que probablemente la descalificaría como trovadora, pero era la canción que Liliana había recibido como un regalo cuando por fin había comprendido la música del propio mundo.
Cuando llegara el próximo amanecer, el cielo se teñiría de rojo y amarillo. Liliana adoraba ver ese cielo de cuando empezaba un nuevo día y que ahuyentaba a la noche.
El despunte del alba teñido de rojo y amarillo, trayendo un verdadero mañana a todo.
——El cielo que trasciende el amanecer.
Sin importar lo que nos depare la noche, siempre llegaría un mañana.
Para todos bajo el cielo azul que trasciende el amanecer, sería el comienzo de un nuevo día.
『 ♬ 』
En esos momentos, el caos permeaba poco a poco la ciudad, y un gran número de personas habían sido abrumadas por la inquietud y la tristeza, dejándolos inmóviles.
En medio de una noche donde ni mirar delante ni atrás era una opción, cada uno de ellos luchaba por salir adelante. Luchar era la realidad.
Pero, aun a pesar de eso, Liliana quería cantar que llegaría un mañana.
Y como quería contar, cantó.
Ella no sobreviviría la agonía de contener la canción que deseaba cantar.
Así pues, ahora era el momento perfecto para, con su música, comunicar lo que ella quería con todas sus fuerzas.
Desde la cima de la torre de control, Liliana aclaró su garganta y continuó cantando.
Sus dedos recorrían las cuerdas del laúd-lira como si bailaran; y de hecho, ella estaba cantando al mismo tiempo que bailaba. En el punto más alto de la torre de control, ella deseaba que, desde todas direcciones, todos la escucharan.
Pero, lamentablemente, su voz no tenía modo de llegar a los tímpanos de todos.
El problema no era solamente el volumen. También estaba la distancia. Los corazones de la audiencia estaban afligidos. Sin importar cuán duro Liliana se esforzara, la existencia de barreras físicas y mentales era innegable.
Liliana creía en el poder de las canciones.
Sin embargo, las canciones son incapaces de cumplir su propósito si no las escuchan.
En todas direcciones, ¿cuánta gente había sucumbido en inquietud y tristeza? Cientos; mil; no, quizá miles. Liliana nunca antes había cantado para una audiencia tan grande sin la ayuda de un dispositivo mágico.
Una persona normal no sería capaz de encontrar un medio capaz de difundir su voz a tantas personas simultáneamente.
El reto al que se enfrentaba Liliana era una locura, y su aspiración era demasiado inalcanzable.
Una vez, cuando Liliana tenía diez años, a sus padres les pareció que la excesivamente gran ambición de su hija era una locura.
Y ahora, ¿era justo igual que entonces, repitiendo lo mismo?
El poder de la música era real, ¿pero era Liliana, quien intentaba transferirlo, una mera imitadora?
¿Estaría bien acabarlo en este lugar?
『 ¡——! 』
Ante tales dudas, su garganta titubeó desamparada.
Y justo entonces…
『 Liliana, mi adorable diva; quiero tener tu voz a mi lado por siempre. 』
Un hombre tonto, con sus tontas frases para ligar, persistía en la memoria de Liliana.
Era un hombre extraño. De hecho, era demasiado extraño. Quizá fuera más preciso considerarlo un pervertido.
A veces, al escuchar la canción de Liliana, algunas personas se acercaban a ella con malas intenciones.
Liliana se mantuvo alejada de esas situaciones. No pretendía usar sus cuerdas vocales para algo impropio de las canciones o algún motivo oculto. Ese era el sentido del deber de los trovadores.
『 Me enamoré de tu belleza. ¡Por favor, quédate conmigo! 』
Y así, él había sido el primero en intentar acercarse a ella de todo corazón.
Sólo supo la profesión de Liliana después de que él declarara su amor hacia ella tras verla. Cuando ella tocó frente a él, en lugar de la música, los ojos de ese hombre recorrieron su cara, pecho y pies de una forma que la incomodó.
Pero eso no quería decir que él no se hubiera sentido conmovido por la canción de Liliana. Y sus sentimientos hacia ella no eran deshonestos.
Habiendo expresado atracción por su apariencia y comprendido sus canciones, Liliana sintió que no debía marcharse.
『 La ciudad de Priestella tiene cuatro grandes compuertas. Por eso, dentro de la ciudad hay varios refugios como medida de emergencia. El propósito de este dispositivo mágico es que los ciudadanos estén mejor informados de su seguridad a diario y, en caso de emergencia, estar preparados. 』
『 Eh… ¿qué es lo que…? 』
『 Intentemos transmitir la canción de Liliana a través de la radio. En esta ciudad todavía hay mucha gente que no entiende tus canciones, ésta es la oportunidad perfecta. 』
A Liliana le parecía que transmitir su música mediante el dispositivo mágico no era lo correcto.
Una canción debía ser interpretada frente a una audiencia. Liliana se había rehusado, ofendida. Pero él simplemente se rio despreocupadamente.
『 Quiero monopolizar tu aspecto. Sin embargo, tus maravillosas cuerdas vocales jamás deberían ser monopolizadas. Diva para todos los demás, Liliana sólo para mí. ¿Es eso algo imposible? 』
«Anda, este bicho raro ríe sin un ápice de maldad en su rostro, ¿eh?
Si de verdad planea convencerme así, reiré por la nariz.»
Liliana sabía que, en este mundo, había muchas canciones que hablaban de historias de amor. En dichas historias, sus corazones vacilaban, se encaprichaban con el amor. Ella sabía qué palabras serían encantadoras y qué actitudes eran atractivas.
Y por eso, Liliana no era tan ingenua como para caer fácilmente por esas palabras.
No era tan ingenua, pero… No era tan ingenua, pero… le gustaba que la llamara diva.
«Qué exageración, no puedo erguirme con orgullo y decir que es adecuado llamarme así.»
Porque él siempre había estado esperando el día en que Liliana se volviera la diva.
Porque esa persona la había convertido en la diva de esta ciudad.
『 ♬ 』
Comunicar, reverberar, estremecer, este deseo.
Sin importar cuán oscura fuera la noche, incluso si fuera tan negra que ver hacia delante sería imposible…
Incluso entonces, la mañana llegaría, como siempre.
Más convencida que nadie, alzando la voz más que nadie, creyendo en ello y cantándolo.
Es la diva de Priestella, la Ciudad de las Compuertas: Liliana Masquerade.
『 ♬ 』
Sólo sentía eso; y ahora no sentía ni calor ni dolor.
Todo su ser, desde las muñecas que rasgueaban el laúd-lira, hasta los pies que danzaban en sincronía, y la garganta que cantaba sin descanso… todo estaba inmerso en este sentimiento únicamente.
Lo soltó todo, como si todo fuera a marchitarse.
Todas las emociones, mientras tuviera voz, todo.
『 ♬ 』
Cantando, cantando, cantando; Liliana no notó que el lamento de aquellos cuyos espíritus habían sido controlados ya no hacía eco en sus oídos.
Al otro lado del canal de agua en llamas, aquellos que habían estado respirando con dolor y tristeza alzaron sus miradas hacia el cielo vacío——No, no estaba vacío. Una voz provenía de la torre de control envuelta en llamas.
Una pequeña silueta cantaba bien fuerte desde lo alto a gran distancia.
Sus ojos podían dejar de mirarla. Dirigiendo toda su atención hacia sus oídos, todos contuvieron su respiración para escuchar la canción con absoluta atención.
Una canción que no debería poder ser escuchada estaba llegando claramente a oídos de todos.
Esto no era un milagro, ni una alucinación colectiva. Y tampoco era el poder de la Arzobispa del Pecado, de hecho ninguna emoción era compartida.
——Era un regalo que había sido otorgado a Liliana por los cielos, el verdadero despertar de la Protección Divina de la Telepatía.
Esta protección divina que hasta entonces había permanecido en el subconsciente, por primera vez, ejercía la influencia que debía. Junto a su habilidad como cantante y su determinación de darlo todo para ser de ayuda en este desesperado momento, ella se había convertido en una increíble fuerza, fluyendo a través de la ciudad.
Naturalmente, Liliana no era consciente de esto.
Y no había nadie más allí para informarle de lo que estaba ocurriendo.
Liliana sólo cantó con todo su corazón y su alma.
Convertirse en trovadora, dar todo de sí a su canto, volcando todo hacia este instante.
Sin lugar a dudas, la voz de la diva de Priestella estaba haciendo eco.
※ ※ ※ ※ ※
『 Priscilla: ——Como era de esperarse, lo que preví se ha cumplido. 』
Dentro se encontraba una llameante espada carmesí, y Priscilla, empuñándola, rio en voz alta.
La canción también había llegado a oídos de Priscilla.
Liliana había subido al centro del escenario de la torre de control en llamas, produciendo la más brillante de las canciones.
Aunque las llamas producidas por la Espada Yang elegían qué hacer arder y qué no, dichas llamas radiaban calor. Y el calor de la torre de control había alcanzado un nivel crítico: la torre de piedra tenía una temperatura abrasadora.
Estaba tan caliente que deseaba saltar en este mismo instante.
Pero, de esta canción que transmitía todos los sentimientos de Liliana, el llanto o las quejas de dolor eran prácticamente indetectables.
No era que esos sentimientos no estuvieran ahí, sino que la canción disimulaba puramente el dolor.
Qué conclusión tan tonta. Una a la que sólo un tonto llegaría, el summum de un tonto.
El pináculo de una brillante tonta que podía producir un resultado que iba más allá de la razón.
『 Priscilla: La tontedad de ella es realmente fascinante. Hay una importante diferencia entre un imbécil y un tonto. Un imbécil no merece vivir, mientras que un tonto al menos es divertido. Es más: ella ha demostrado una valía más allá del divertimento. Por lo tanto, ella merece mi recompensa. 』
Antes de que Priscilla pudiera terminar su soliloquio, desde arriba y desde la izquierda, cadenas de hierro cubiertas en llamas se lanzaron cual serpientes en dirección a Priscilla, quien detuvo sus pasos.
Ante semejante colmo de lo antiestético, Priscilla resopló por la nariz.
Alzando la Espada Yang, blandió la hoja carmesí en diagonal.
Desde arriba, desde la izquierda, las cadenas que se aproximaban girando al mismo tiempo fueron forzosamente cortadas con un movimiento. El sonido de algo siendo cortado pareció escucharse dos veces seguidas, y la psicópata gruñó maliciosamente ante las chispas.
『 Sirius: ¡Tú y esa chica son tan molestas! ¡¿Qué tan diferentes somos ella y yo?! ¡Los métodos son distintos, pero en esencia son lo mismo: la demostración de que es posible entenderse! 』
Sirius chilló ruidosamente, recuperando las cadenas quemadas.
La psicópata, cuya capa negra se agitaba con violencia, retorcía sus brazos y generaba fuego furiosamente, giró sus ojos inyectados de sangre hacia Liliana quien bailaba sobre la torre de control en llamas.
La Protección Divina de la Telepatía de Liliana era increíblemente poderosa, lo suficiente para afectar la percepción de la psicópata.
Al ser tan perceptiva a los cambios en las emociones de los demás, la psicópata recibía perfectamente los efectos de la canción.
Los ciudadanos habían sido liberados de la ira que se había apoderado de sus corazones.
Al otro lado de los canales aún envueltos en llamas blancas, en los ojos de la gente que se encontraba allí, no había ya rastros de locura. Lo que había en sus ojos no era fervor, sino suaves lágrimas.
La psicópata era incapaz de captar qué emociones provocaban tales lágrimas porque, en lugar de condensarse en un sólo sentimiento, seguía cambiando constantemente.
『 Sirius: ¡Esa persona…! ¡A pesar de poder demostrarlo siempre y cuando esa persona exista…! ¡¿Por qué te apareces y te interpones en mi camino?! ¡Sin duda, las personas se quieren, desean volverse uno! ¡Así es como siempre ha funcionado el mundo! ¡Y aun así…! 』
『 Priscilla: Como es natural en la música, los sentimientos que la acompañan varían. Las canciones clásicas son encantadoras, y cada descripción de maravillosa varía. Que grites por sentimientos tan rimbombantes pero falles en entender algo tan básico… eso sí que me parece propio de imbéciles. 』
『 Sirius: ¡¡Que… TE CALLEEEEES!! 』
Sirius abrió mucho sus ojos ante el severo discurso de Priscilla, y con un grito, sus brazos se cruzaron. Las palmas chocaron, haciendo chocar las cadenas, y cada brazo violentamente desenredó las cadenas.
Cayéndose la piel y la carne de sus brazos, la adolorida Sirius expandió sus brazos, balanceando con fuerza las cadenas divididas.
La llama giró alrededor de las órbitas de las cadenas en movimiento, ensanchándose hacia el punto en el que el vórtice alcanzaba el pico de su arco.
La llama abrasadora tomó la forma de un disco redondo, ardiendo a partir del calor de Sirius.
『 Priscilla: ¿Será posible que las vendas sean para semejantes heridas? 』
Las vendas eran para heridas de quemadura. Si la razón era lo que acababa de presenciar, entonces en verdad era una estupidez.
Frente a esta fuerza superior, a este enorme peligro, Priscilla no vaciló.
Dos serpientes llameantes se fundieron en una poderosa llama.
Priscilla observó el vórtice de llamas con aparente aburrimiento.
『 Sirius: ¡El temblor de los sentimientos… emociones del corazón intensas; es decir, pasión; es decir, ira! 』
Sentimientos de disgusto convirtieron las llamas de Sirius en olas de calor.
Habiendo dejado de ser cadenas de metal, las llamas rotaban mientras se aproximaban. En el instante en que esas llamas nacieron, el rol de las cadenas había llegado a su fin.
Las cadenas que habían cumplido su trabajo desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos, y sólo puro fuego voló hacia Priscilla. Una masa de calor como si envolviera todo el planeta, prácticamente una nube caída del cielo, atacó sin pausa.
Era completamente imposible de esquivar; la única opción era ser devorado por ella.
Y con respecto a la llama, sólo había una opción.
『 Priscilla: ——Si mi decreto es el decreto del cielo, la luz de la Espada Yang me seguirá. 』
Con la onda de llamas acercándose, Priscilla alzó bien alto la Espada Yang.
Únicamente la alzó, pero no como si estuviera molesta con la situación.
『 Sirius: ¡¡Desapareceee!! 』
『 Priscilla: … 』
Al momento del impacto, Sirius dirigió su odio hacia Priscilla.
Priscilla no hizo caso de su furia. Únicamente escuchó la canción.
En el instante en que la ola de calor debía haber consumido su cuerpo, la Espada Yang cambió.
El brillo que había caracterizado las joyas de la espada se desvaneció de pronto. Sólo una luz carmesí y una espada carmesí quedaron en la mano de Priscilla.
Fue así que la espada sin su luz entró en contacto con las llamas.
『 … 』
Sin la luz de las joyas, la espada se volvió una de acero ordinario y, por lo tanto, incapaz de repeler el fuego. Si hubiera alguien observando ese momento, quizá lo hubiera creído así.
Pero el resultado fue justamente lo opuesto.
『 Priscilla: ——Completamente inútil. 』
Priscilla, agitando la Espada Yang a un lado, murmuró.
Debería haber sido consumida por las llamas y desaparecer; pero no solo su ser no desapareció, sino que incluso murmuró. Y no solo eso, sino que su cuerpo parecía inmune a la ola de calor, permaneciendo hermoso y sano como siempre.
Ondas de fuego famosas por su poder fueron anuladas sin dejar rastro.
Era como si sólo la Espada Yang, brillando con su luz recuperada, supiera adónde habían ido las llamas.
『 Priscilla: Mmm… 』
Agarrando fuertemente la Espada Yang, la expresión de Priscilla cambió.
Donde una vez hubo una sonrisa confiada, ahora las mejillas se tensaron mientras apresuraba sus pasos.
Justo en medio de su campo de visión se encontraba Sirius, corriendo a gran velocidad.
La violenta carrera de la psicópata la alejaba de Priscilla, habiendo echado a correr sin comprobar el resultado de la llama.
Lo que significaba que, desde el principio, el objetivo de Sirius no había sido Priscilla.
『 Sirius: ¡Detén esa penetrante canción! ¡No niegues arbitrariamente la ira que comparto con esa persona! 』
Con ojos inyectados en sangre, Sirius corrió directa hacia la torre de control donde Liliana cantaba.
La llama blanca que rodeaba la torre no permitiría a Liliana escapar. Y cuando Sirius se lanzara contra ella, de seguro sería quemada por el fuego.
Incluso la psicópata entendería algo como eso. Lo que significaba que su objetivo era…
『 Priscilla: ¡Deplorable, forzando a mi persona a…! 』
Con decisión, el cuerpo de Priscilla tomó un increíble impulso y cruzó la plaza. Aunque Sirius era veloz, no cabía duda de que Priscilla lo era más.
Sirius perdiendo su ventaja inicial, Priscilla blandió la Espada Yang a la psicópata. Aún si lo hubiera querido, la chiflada ya no tenía cómo defenderse. Sin las cadenas en sus manos, no podía interceptar la espada de Priscilla.
『 Priscilla: ¡Alto, plebeya! 』
『 Sirius: ¡Qué molesta! ¡¡Detente de una vez!! 』
『 Priscilla: ¡¿——?! 』
Justo antes de que la Espada Yang pudiera cortar a Sirius, el cuerpo de Priscilla fue suspendido en el aire. Todo su cuerpo detenido como si fuera forzado a permanecer en el sitio. Su garganta fue capturada por una fuerza repentina.
Sirius alzó sus piernas, y del dobladillo de sus pantalones surgió ese sonido de cadenas tan familiar en esta batalla.
『 Sirius: ¡¡Rrrrrrrraaaaaa!! 』
『 Priscilla: ¡Tch! 』
Unas cadenas enrolladas a sus piernas, en lugar de los brazos, habían atacado y atrapado a Priscilla, deteniendo su avance.
Con todo su cuerpo inmovilizado, era imposible defenderse de un ataque a todo su cuerpo.
Este ataque de cadenas, que era varias veces más rápido y potente que cuando usaba los brazos, explotó directamente contra el dignificado rostro de Priscilla. Se escuchó el sonido del acero chocando contra la piel, y el broche que sujetaba el cabello naranja de Priscilla salió volando, soltando su hermoso cabello. Su cara estaba intacta, pero su orgullo había sido herido.
El poder de la cadena la había hecho retroceder y Sirius consiguió alejarse todavía más.
En ese tiempo, Sirius había alcanzado la torre de control y, usando movimientos tan antinaturales como los de Priscilla, envió su fuerza y peso corporal a las cadenas de las piernas, liberándola después.
La serpiente de fuego azotó la torre de control con un violento impulso, y la base de la torre de piedra se derrumbó con un aullido. Fragmentándose, colapsando, los cimientos de la torre de piedra fueron consumidos por olas de fuego, inclinándose bajo el impacto de la enorme llama.
——Liliana estaba en esa torre de piedra, la cual se inclinó inmediatamente y comenzó a desplomarse.
Con su cabello naranja suelto sobre sus hombros, Priscilla observó alarmada la caída de la torre.
La silueta de Sirius era visible. Pero, en lo alto de la torre tambaleante, la silueta de Liliana estaba ausente.
Sin embargo, la canción de Liliana continuaba. Aunque el suelo se derrumbaba y estaba atrapada en la destrucción.
Liliana continuaba cumpliendo su misión, ofreciendo consuelo a los corazones de la gente.
『 ¡——Lo que significa…! 』
Así, Priscilla marchó hacia Sirius sin vacilación.
Si la voz de Liliana era interrumpida, la influencia en los corazones de la gente regresaría a Sirius.
Tomando una decisión de último segundo, la Espada Yang brilló, y Priscilla rompió el adoquinado con una patada.
『 Sirius: ¡Despiadada egoísta! ¡No uses la excusa de que no puedes empatizar con los demás! ¡Tú, que no posees conexiones con los demás, eres defectuosa! ¡El entendimiento mutuo y la unión es la verdadera naturaleza humana! 』
『 Priscilla: Maldita plebeya… 』
Al ver que Priscilla se abalanzaba contra ella, Sirius, que había destruido la torre de control, insultó a Priscilla.
La cadena fue derribada mediante un salto seguido de un taconazo hacia abajo. Precipitándose, las llamas crearon una explosión, moviéndose hacia el cuerpo de Priscilla y empujándola hacia atrás. Ella hizo una pausa y luego reanudó sus pasos.
A pesar de estar envuelta por el calor, los ojos de Priscilla no flaqueaban.
Lo mismo podría decirse del arrebato de Sirius. La psicópata ya no podía escuchar ninguna otra voz.
Todo terminaría aquí. De las dos, que eran tan incompatibles como fuego y agua, sólo podía quedar una.
『 … 』
La torre de control inclinada hizo un ruido estridente y trozos de piedras, humo y llamas se esparcieron, y la plaza se convirtió en un infierno en llamas.
Aquellos que se encontraban en el canal de agua donde la torre había caído gritaron con lágrimas en sus ojos mientras huían. Pero no eran lágrimas de angustia, sino por el sonido de la canción.
『 Sirius: ¡El amor consiste en volverse uno! 』
『 Priscilla: No. ——Aceptar el amor de forma tolerante permite diferencias. Pero que todos actúen como una misma persona y sientan del mismo modo, es nauseabundo y desagradable. 』
Se agachó para esquivar una cadena que se aproximaba desde un lado, y desde esa posición saltó hacia Sirius.
Chasqueando la lengua, Sirius creó una serie de muros de fuego para bloquear la trayectoria de Priscilla, pero la Espada Yang los cortó y el filo rojo lo absorbió.
La distancia se redujo, y las cadenas aumentaron en fuerza y número.
El sonido del acero chocando contra acero fue opacado por el rugido de la torre de control derrumbándose. Y precisamente durante ese rugido, Priscilla finalmente alcanzó a Sirius.
『 Priscilla: Se acabó. 』
『 Sirius: ¿Ah sí? ¡¿Estás segura?! 』
En el momento en que Priscilla agitó la Espada Yang, Sirius abrió su capa.
Alrededor de la cintura de la psicópata había apretadas cadenas como en sus brazos y piernas; y, atada a su cuerpo por ellas, había una pequeña niña de cabello rubio.
『 ???: ¡Mmm! 』
Priscilla no sabía que su nombre era Tiina. Desde el comienzo de este caos, ella había sido tomada como rehén por Sirius.
Aunque Subaru la había mencionado durante la estrategia sobre Ira, Priscilla consideró en ese entonces que no hacía falta recordar ese detalle.
Y consecuentemente, Priscilla agitó sin dudar la Espada Yang hacia la rehén frente a ella.
El arma no perdió impulso y se lanzó hacia Tiina y Sirius diagonalmente. El filo de la Espada Yang, conocido por su terrible calor, cortó sin sonido alguno a través de las cadenas alrededor de su cuerpo, cortando por la mitad y alcanzando su objetivo.
『 Sirius: ¿Vaya vaya? 』
『 Priscilla: La espada de mi persona hace arder únicamente lo que desea hacer arder, y únicamente corta lo que desea cortar. 』
Las cadenas se habían roto, liberando el cuerpo de la pequeña chica. Habiendo caído al suelo de rodillas, la niña alzó su rostro cubierto de lágrimas y, al haber sentido cómo la espada atravesó su cuerpo, no pudo evitar quedarse boquiabierta.
Pero en el cuerpo de la joven chica no había herida alguna de espada.
En su lugar, Sirius fue atacada y forzada a retroceder.
La psicópata miró su propia herida y lentamente agitó su cabeza mientras miraba de vuelta a Priscilla.
『 Sirius: Este dolor… tú… 』
『 Priscilla: ¿Acaso hay motivo para que mi persona hable de tu dolor, cretina? No me interesa en absoluto lo de unirse como uno solo. Siempre y cuando mueras sola, cretina, te llevarás contigo tu parloteo. 』
La Espada Yang de Priscilla atacó lateralmente el cuello ladeado de la psicópata.
Con sobrecogedora fuerza y ruido, el cuerpo de Sirius rebotó en el adoquinado derramando sangre fresca hasta acabar rodando hacia el canal de agua y caer en él.
Al oír el sonido de algo cayendo al agua, Priscilla observó la Espada Yang.
『 Priscilla: El atardecer llegó a su fin y el sol se ha escondido, ¿eh? Qué problemático. 』
Justo después de decirlo, la torre de control se derrumbó por completo, convirtiéndose en escombros en su mayor parte; y los pisos más altos donde Liliana debería estar habían sido completamente destruidos.
Desde la torre de control que había caído a un canal de agua——obviamente ya no se oía la canción que sonaba antes.
『 Priscilla: …Ah. 』
Del montón de escombros, una voz juvenil llamó a Priscilla, quien estaba entornando los ojos. Era Tiina, con expresión de incredulidad por volver a ser libre, y Priscilla bajó su cabeza, sólo para ver los ojos de Tiina temblar y derramar lágrimas.
Al ver esa silueta, Priscilla dejó escapar un suspiro. La Espada Yang ya había desaparecido, así como las llamas blancas que iluminaban los canales de agua.
Mucha gente se acercaba. Unos pocos se dirigieron hacia la torre desplomada para buscar a la diva bajo los escombros.
『 Priscilla: En una noche tan ruidosa, qué gente tan ruidosa. Lo que debió ser el gran debut de una diva, no tiene más que la vulgaridad de los plebeyos. ——Qué fastidio. 』
A simple vista parecía la misma languidez de siempre, pero algo de emoción podía verse a través.
Priscilla le dio la espalda a la sollozante Tiina para observar el canal de agua y mostrar sus sentimientos.
『 Priscilla: Pero… no estuvo mal. Felicitaciones. 』
※ ※ ※ ※ ※
«Un cuerpo adolorido, rebosante de vitalidad y… cómo decirlo, ¿un cuerpo cubierto de heridas?, estaba siendo lentamente arrastrado por el agua. En otras palabras, me sentía incapaz de moverme.»
『 Ah… uh… 』
«Mi voz estaba totalmente exhausta, y ni siquiera era capaz de mover la punta de los dedos.
Por suerte, la vestimenta de trovadora exponía mucho porque tenía muy poca tela, así que caer al agua del canal no añadiría peso por absorber la humedad, aumentando mis posibilidades de supervivencia.
Pero para mí, que ahora ni siquiera tenía fuerza para nadar, apenas conseguía quedar a flote. Bueno, si permanecía así mucho tiempo, tarde o temprano empezaría a sentir hipotermia, ¡y eso sería un gran problema!
Ah… Incluso me cuesta gritar en mis pensamientos. Quiero dormir así… pero si lo hago moriré.»
『 N… o… 』
«Una torre de control en llamas… Energía térmica estallando en llamas.
Con todo mi cuerpo siendo horneado, al principio caer al canal de agua había sido placenteramente frío, pero ahora… pues, la situación es peligrosa.
Y hablando de cosas peligrosas: esa actitud de no escapar de la torre y quedarme cantando hasta que cayó al agua era aún más peligrosa.
Porque porque… se sintió muy bien. Hasta tal punto que creí que había vivido sólo para llegar a ese momento.
De hecho, no malentendí aquello; me alegra que fuera bien.
En cualquier caso, parece que sigo viva; así que, siempre y cuando no hayan liquidado a Priscilla-sama, todo ha ido bien, ¿no? Entonces, me alegro.
Sí, en ese caso… pues supongo que es aceptable.
Como trovadora, la ambición a alcanzar era demasiado grande para mí… pero, en cierto modo, alcancé el escenario que quería.
Quizá no cumpliera el objetivo de legar canciones clásicas a la posteridad, pero si todos allí habían sido salvados, ser parte de lo que los ayudó sería algo bueno que compartir en una cena familiar… Haber dejado una impresión favorable en los corazones de la gente, en este mundo, era un pequeño logro que yo había estado deseando.»
『 Oh… oh… 』
«Por cierto, ese extraño llanto que lleva sonando desde hace un rato es una señal de que todavía estoy viva, más o menos. Tengo la sensación de que, si no ejercitara mis pulmones, me quedaría sin fuerzas.
Mi voz demostraba que estaba viva. Tal era mi situación. Pero seguramente pronto llegaría mi final.
A pesar de todo, en general fue una vida feliz.
En fin… por todo lo que me ha ocurrido, quiero dar las graci——¡Gobueh ¿?!»
『 Liliana: ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué golpe he recibido en la cabeza! 』
『 ???: ¡¿Eh?! ¡¿Qué fue eso?! ¡¿Liliana?! 』
«Sentí un fuerte golpe en mi cabeza, como si hubiera chocado con un bote o algo así flotando en el canal de agua.
Pero más importante que eso: desde el bote sonó la voz familiar de cierto hombre.»
『 Liliana: No puede ser… ¿Kiritaka-san? 』
『 Kiritaka: ¡Liliana! ¡Cuánto me alegra verte de nuevo! ¡¿Pero por qué estás en el canal de agua?! No, te sacaremos primero. ¡Espera, ya voy! 』
«A bordo del bote, Kiritaka-san actuó frenéticamente, haciendo ruido y sacudiendo el bote violentamente.
Aunque ese bote impedía que mi cuerpo siguiera el curso del canal de agua, me producía dolor.
Era doloroso, pero estaba tan sorprendida que olvidé pronunciar una queja de dolor.
No, es que… bueno, es que no esperaba que Kiritaka-san me recogiera de esta corriente.
No tiene nada de malo, de verdad.»
『 Kiritaka: Sólo un poco más… ¡bien, te tengo! 』
«Kiritaka-san me agarró pasando sus brazos por mis axilas y me sacó del agua, sacando mi cuerpo. Sus manos estaban tocando mis pechos, pero bueno… ahora no tenía energía para quejarme, así que lo dejaré pasar.
Fui arrastrada hasta el bote, pero todavía no podía moverme.»
『 Kiritaka: Tu cuerpo está helado. Aguanta un poco, Liliana. Usaré una piedra de fuego para calentarte. Y te secaré. Tú, a quien adoro, no debes estar empapada. 』
«Con una toalla, secó mi pelo y mi cara.
Sus movimientos eran sorprendentemente gentiles; y cuando pensé que lo estaba haciendo sin pretender ser caballeroso, me invadió una sensación de alivio y se me escapó un suspiro.»
『 Liliana: Kiritaka-san, ¿qué has estado haciendo? 』
『 Kiritaka: Yo… ¿yo? Bueno, muchas cosas, cierto, ¡para recuperar la ciudad! 』
«Empujando atrás ese flequillo del que estaba tan orgulloso, quizá sus dientes estuvieran brillando.
Como no tenía fuerza para abrir mis ojos, no podía verlo, pero me vino a la mente esa imagen.
No pude evitar reír, lo que al parecer sorprendió a Kiritaka.
Quiero escuchar todo lo que hizo Kiritaka-san, y también hay unas cuantas cosas que quiero decirle.
Ahora tengo mucho sueño; pero, como mínimo, quiero decirle una cosa.»
『 Liliana: Tengo mucho sueño, así que me quedaré dormida, pero antes yo… 』
『 Kiritaka: Ah, sí, está bien. Te llevaré a un lugar seguro, así que no te preocupes por favor. 』
『 Liliana: Me gustaría hablar más contigo… siempre y cuando, mientras duermo, no me hagas nada raro… 』
『 Kiritaka: ¡¿Ueee?! 』
«Ciertamente no pude decírselo, pero al menos logré decir que se lo diría después.
Cuando abra mis ojos, tal vez… no, sin duda diré algo muy embarazoso; así que, al menos hasta entonces, quédate intranquilo, por favor.
——Ya que me estoy preparando para, como mínimo, decirte que me alegra ser tu diva.»