lunes, 5 de agosto de 2019

,

Solución óptima

Imagen original por @DelltaMan

Traducción:
Juanca

Corrección y edición:
Juandavid (Primer corrector)
Carlos (Segundo corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

—El segundo retorno por muerte de Subaru le fatigó como nunca antes.

Caer bajo el hechizo de esa locura dos veces le había generado una terrible carga mental.

Especialmente la segunda vez. Ese miedo abrumador se había impreso en lo más profundo de su ser, y estuvo completamente consciente de sí mismo en ese momento de muerte.

El estremecimiento proveniente del fondo de su ser, el miedo incesante, el individuo llamado Natsuki Subaru rompiéndose, su frágil espíritu desmoronándose hasta convertirse en polvo.

Esa muerte probablemente se debió a algún tipo de ataque cardíaco inducido por el miedo. Sirius se había deleitado viendo al aterrorizado Subaru, que había sido reducido a una máquina cuyo propósito era excretar fluidos.

Quería rescatar a Lusbel y desafiarla, y ese inútil intento le costó muy caro.

Subaru había muerto dos veces en tan solo treinta minutos, y aún no había logrado resultados materiales; pero no había desperdiciado completamente su tiempo.

Sirius, quizá tratando de darle algo de calma a Subaru antes de su muerte, le había explicado con sinceridad y respeto exactamente qué le había estado sucediendo a él y a Lusbel. 

Eso fue,

『 Subaru: Nuestro miedo, se agrava cuando sentimos las emociones de los demás… ¿Podría ser el mismo principio de la resonancia? 』

Subaru sintió el miedo de Lusbel, y Lusbel sintió, de manera amplificada, el miedo de Subaru, que luego se transfirió de nuevo a Subaru. El ciclo sin fin del miedo sobrepasó cualquier estado anterior de terror, y finalmente se volvió tan extremo que resultó mortal.

Esta muerte se debía a eso sin duda alguna.

La primera muerte, y ahora la segunda.
La manera como habían sucedido las cosas hasta ahora; las declaraciones de Sirius; y que ella se había presentado como la Arzobispa del Pecado representando a Ira. Esas pistas condujeron a Subaru a una conclusión.

Una escena que debería haber causado disgusto o enojo en las personas, en su lugar, les causó montones de sonrisas y carcajadas.

El miedo de Subaru fue transferido a un niño, asustándolo aún más, antes de regresar por duplicado a Subaru.

Ira —Sirius— podía manipular a su antojo los sentimientos de los demás para su propio disfrute.

Seguramente era una forma especial de magia que no pertenecía a este mundo, justamente como la Mano Oculta de Petelgeuse. Era una habilidad que pertenecía al Culto de la Bruja.

La habilidad, que estaba muy relacionada con las emociones, encajaba muy bien con Ira

Esto también era conocido como una Autoridad del Arzobispo del Pecado.

Sin embargo, aunque Subaru finalmente había logrado atar los cabos luego de sus dos muertes, esa era la única información que tenía.

Ahora, la pregunta era cuál era la condición que permitía el uso de ese poder—en otras palabras: el método que se usaba para establecer una conexión.

Después de descubrir el truco detrás de la Pereza de Petelgeuse, fue bastante fácil derrotarlo.

Subaru no entendía por qué había sido capaz de ver la Mano Oculta y de resistirse al robo de cuerpo de Petelgeuse. E incluso ahora, tampoco entendía por qué había aprendido a usar su propia mano oculta, Providencia Invisible.

De hecho, considerando que el olor de la Bruja lo rodeaba cada vez que regresaba de la muerte, y que era inmune a la amnesia causada por la niebla de la Ballena Blanca, Subaru pecó de optimista y pensó que quizá las autoridades del Culto de la Bruja no le afectaban. Pero sus recientes muertes a manos de Ira parecían desestimar esa teoría.

Dados sus dos encuentros con Ira, en el peor de los casos, la condición desencadenante podría ser la de entablar contacto con Sirius

Subaru probablemente cayó en su hechizo tan pronto como habló con ella o vio su figura. En ese caso, sería difícil encontrar una manera para lidiar con ella.

La solución más sencilla y confiable también era la más extrema: usar magia para destruir la torre desde lejos.

No se haría contacto con Sirius, y no haría falta posar los ojos sobre ella. Sabiendo dónde aparecería, tenía la oportunidad de lanzar un ataque preventivo, y podría asegurarse de no tener que activar su retorno por muerte de nuevo.

Pero para eso, tendría que ignorar el sacrificio de un valiente niño, así que Subaru no podía considerar seriamente tal opción.

Los sacrificios eran necesarios, ¿quién podría ser tan arrogante como para decir algo así?

Optar por un bien mayor a costa de otras vidas, significaría la pérdida del mundo entero para aquellos que fueron sacrificados. Subaru no toleraba la pérdida de su propia vida, así que no podría ser tan arrogante como para poner precio a la vida de los demás.

Sus metas eran justo las que había determinado. Tenía que rescatar a Lusbel y evitar cualquier sacrificio innecesario. Lo que preocupaba a Subaru era lograr ambas cosas al mismo tiempo.

『 Subaru: Para rescatar a Lusbel… supongo que la única posibilidad es derrotar a Sirius. 』

Si tratara de rescatar a Lusbel él mismo, la situación se desarrollaría igual que la vez anterior. Por mucho que se resistiera, intentar pelear solo contra Sirius era equivalente a suicidarse.

Las habilidades de combate de Sirius eran tema serio. Empuñando una cadena, ella logró desviar el ataque sorpresa de Subaru. Impresionante.

Aun considerando que Subaru era un novato en cuanto a combatir se refiere, el ataque de un látigo era demasiado veloz como para ser visto por ojos sin entrenar. Ser capaz de reaccionar tan rápidamente a un ataque sorpresa y desviarlo con sus cadenas… era señal de que ella era muy hábil. Subaru no podía ni siquiera imaginar cuánto.

Lo que significaba que Subaru necesitaba a alguien que pudiera igualar a Sirius en combate, alguien que confiara lo suficiente en Subaru como para ayudarlo, y que pudiera resistir el poder de la Ira de Sirius.

『 Subaru: ¿Qué tipo de milagro tendría que ocurrir para encontrar a una persona que, por mera coincidencia, cumpla con todos esos requisitos…? 』

Subaru suspiró para sí mismo mientras consideraba si se podría dar semejante casualidad.

Sin embargo, la idea de que hubiera alguien que pudiera salir ileso del poder de Sirius no era alocada.

La presencia de alguien como Subaru, que pudiera ver a través del poder de la Pereza y fuera inmune a la Ira de Sirius no era inconcebible.

Después de todo, el crédito que se le dio a Subaru como asesino de Petelgeuse solo era gracias a su resistencia única al poder de Petelgeuse.

Como todos en la plaza habían cedido ante el discurso de Sirius, podía asumir que ninguno de ellos poseía tal resistencia a la autoridad de Sirius.

En la plaza, cuatro personas, incluyendo a Subaru, estaban preparadas para pelear contra Sirius, pero ella tuvo especial cuidado en señalarlos a todos. Y entonces, Subaru finalmente se dio cuenta.

Rachins había estado en la plaza.

『 Subaru: ¡Reinhard! 』

Aunque Subaru, siendo un extremo oportunista, trató de resistirse a involucrarse en un pensamiento común, finalmente recordó al hombre cuya presencia era el colmo del oportunismo.

※ ※ ※ ※ ※

Aunque Subaru no estaba tratando de justificar su reacción tardía, la razón por la que le tomó tanto tiempo conectar a Rachins con Reinhard podría haber sido el corto intervalo entre sus retornos por muerte.

Una muerte seguida de otra muerte, locura seguida de más locura, todo en el lapso de unos míseros quince minutos.

En ese estado, ser capaz de identificar la crisis y explorar las contramedidas con calma para elegir la mejor opción era prácticamente imposible. Si alguien tratara de menospreciarlo, a Subaru le gustaría responder con una penetrante queja sobre el retorno por muerte.

Subaru no quería activar otro retorno por muerte.

Si las circunstancias lo permitieran, preferiría pasar una tranquila y pacífica vida junto a Emilia, Rem y Beatrice.

Sin embargo, este mundo nunca le permitiría a Subaru gozar de una vida tan feliz. Estaba destinado a vivir diariamente en una lucha desesperada.

Así que, en este momento, Subaru estaba iniciando una discusión desesperadamente.

『 Subaru: ¡Por fin te encuentro! ¡No te dejaré ir tan fácilmente! ¡Por favor, llámame a Reinhard ahora mismo! ¡Es una emergencia! 』

『 Rachins: ¡Cállate la boca! ¿Por qué debería arriesgarme a ser sermoneado por ese bastardo pelirrojo? ¡Tiene que ser una puta broma! 』

Una multitud se había reunido alrededor de los dos, que se gritaban furiosamente el uno al otro.

A la multitud parecía agradarle esa atmósfera tensa, esperando ansiosamente que comenzara una pelea en cualquier momento.

Después de regresar de la muerte, Subaru tuvo una epifanía y empezó a actuar enseguida.

Como la última vez, dejó a Beatrice como guardaespaldas de Emilia, y usó el recado como excusa para irse del parque. Al llegar a la plaza, buscó desesperadamente a Rachins. Ahora, finalmente había entrado en una negociación con él.

La búsqueda de Rachins le había consumido mucho tiempo; así que, al verlo, Subaru lo agarró por el hombro, lo que los llevó a su pelea actual.

Rachins sólo había agitado más a Subaru zarandeándolo como represalia.

En cualquier caso, la discusión ya era inevitable. Subaru habló rápida y ansiosamente ante la mirada severa de Rachins.

『 Subaru: ¿Puedes escucharme? Cálmate y escúchame. No estoy bromeando. Si no quieres morir, apúrate y llama a Reinhard ahora mismo. 』

『 Rachins: ¿Eh? Mocoso apestoso, ¿me estás subestimando? ¿De verdad crees que puedes matarme? Olvida al bastardo de Reinhard; yo mismo te mataré a hostias, basura. 』

『 Subaru: Ah, ¡no me refería a eso…! 』

Rachins tomó las palabras de Subaru como una provocación, y su furia empezó a descontrolarse.

Después de todo, Subaru y Rachins nunca se habían llevado bien. Además, parecía que Rachins tenía una mala impresión de Reinhard, quien debería ser su camarada. Alguien que no le caía bien le pidió llamar a alguien a quien él se negaba a llamar, así que se rehusó rotundamente a la petición de Subaru.

『 Subaru: ¡Qué terco eres, idiota desconsiderado! 』

Subaru rechinó los dientes ante Rachins y lo agarró por la cabeza.

Obviamente también fue culpa de Subaru, por su incapacidad de hablar con claridad y calma. Sin embargo, al ver cómo sus negociaciones eran rechazadas, no pudo evitar las ganas de quejarse.

Desde el punto de vista de Rachins, Subaru debía parecer un loco incontenible. Pero las manos de Subaru estaban atadas por su incapacidad de revelar cualquier detalle de lo que sabía.

Sin embargo, dada la situación, Subaru no tuvo otra opción.

Subaru se llevó la mano al pecho, tratando de suprimir su miedo.

『 Subaru: Rachins. Hablo muy en serio. La razón por la que quiero que llames a Reinhard es porque hay un enemigo fuerte del que no puedo deshacerme. 』

『 Rachins: ¿Alguien del que no puedes deshacerte? No te lo tengas tan creído. 』

Rachins resopló por la nariz burlonamente.

Al ver su expresión, Subaru bajó la mirada, respiró profundamente, y abrió la boca.

«No vengas, no vengas», suplicaba Subaru mientras decía lo siguiente:

『 Subaru: —El Culto de la Bruja aparecerá aquí. 』

『 Rachins: ¡—! 』

Subaru abrió los ojos. Ante sus perturbadoras palabras, el rostro de Rachins se paralizó.

Al terminar, Subaru se miró el pecho, pero el dolor que esperaba —el castigo por decir información que pudiera revelar su retorno por muerte—nunca llegó.

Primero que nada, estaba aliviado por esto.

Aunque Subaru llevaba ya un año sin activar el retorno por muerte, los castigos asociados a él aún estaban presentes.

En particular, cuando intentó contárselo todo a Beatrice, Subaru fue golpeado por el dolor que asociaba con la bruja.

Era como si esa bruja de mano negra hubiera olvidado el encomiable regalo que le dio Subaru en la fiesta de té en el Santuario. Qué grosera.

Por lo tanto, Beatrice no era diferente de los demás, y Subaru era incapaz de discutir sus preguntas o preocupaciones con ella.

Obviamente eso mató su esperanza de compartir sus conocimientos con su compañera —Beatrice— sin tener que enfrentarse al castigo.

Pero esa era una larga historia que no tenía tiempo de considerar ahora mismo.

De todos modos, lo que importaba en ese momento era que Subaru había logrado decirle a Rachins la auténtica razón por la que necesitaba a Reinhard, sin ser castigado por esas manos negras.

De hecho, al escuchar el nombre «Culto de la Bruja», Rachins pareció reconsiderar su posición, bajando la mirada y entrecerrando los ojos.

『 Rachins: Oye, mocoso. 』

『 Subaru: Tengo un nombre, Natsuki Subaru. Deja de llamarme mocoso, Rachins. 』

『 Rachins: Señor Rachins para ti. Bastardo Subaru. ¿Cuánta credibilidad tiene esa afirmación? Usar al Culto de la Bruja para llamar la atención no se puede hacer a la ligera, ¿sabes? 』

Rachins habló muy bajo, dirigiéndole una mirada hostil a Subaru.

En este mundo, el nombre de la Bruja de la Envidia, y el Culto de la Bruja tenían mucho peso, sin importar dónde se mencionasen. Esto se debía a la noción de que la Bruja era la encarnación del Mal Absoluto, que estaba profundamente arraigada en la historia del mundo.

Incluso Rachins tenía una expresión seria, que nunca revelaría en condiciones normales. Finalmente, se lo estaba tomando en serio, así que ahora Subaru debía responderle con el mismo cuidado.

『 Subaru: No estoy bromeando, y mucho menos mintiendo. El Culto de la Bruja vendrá aquí. Muchas personas estarán en peligro. 』

『 Rachins: ¿Dónde escuchaste eso…? Ah, joder. Es cierto. Tu facción acabó con Pereza, del Culto de la Bruja. Mierda, así que lo que dices realmente tiene credibilidad… 』

Antes de que Subaru pudiera responder, Rachins hizo su propia conclusión. Aunque era mera especulación, ese mérito parecía haber influido en que Rachins le creyera.

『 Rachins: ¿Su objetivo es la ciudad? ¿O esta plaza en específico? 』

『 Subaru: ¿Eso significa que me crees? 』

『 Rachins: Fuiste tú quien dijo que nos lo tomáramos en serio, ¿no? Escucha, bastardo Subaru. Aunque no quiero terminar siendo sermoneado por ese bastardo de Reinhard, tampoco quiero verme envuelto en un problema que pueda matarme. Lo que pase de ahora en adelante dependerá de mi estado de ánimo, así que más te vale tener cuidado con lo que dices. 』

Aunque Rachins aún tenía algunas dudas, quería oír los detalles.

Sorprendido ante ese juicio tan razonable, Subaru decidió continuar con la conversación.

『 Subaru: Comprendo, lo lamento. Ira, del Culto de la Bruja, planea atacar esta plaza. Aparecerá en esa torre del reloj, y su objetivo son todas las personas en esa plaza, no un individuo en específico. 』

『 Rachins: Eso concuerda con el estilo del Culto de la Bruja. Mierda, ¿cuánto tiempo nos queda? 』

『 Subaru: Probablemente faltan cinco minutos. Así que, en serio, llámalo ya. 』

『 Rachins: ¡¿En cinco minutos?! ¡No me jodas! ¡¿Por qué no lo dijiste antes?! 』

『 Subaru: ¡Es lo que trataba de decirte hace cinco minutos! 』

Aunque Rachins estaba furioso por la falta de tiempo, Subaru había gastado diez largos minutos sólo en encontrarlo y convencerlo. Si era posible, Subaru no quería caminar en este tipo de cuerda floja.

Correr por la ciudad y llamar a Reinhard habría sido más fiable que hablar con Rachins. Sin embargo, el tiempo restante no le permitía a Subaru hacerlo.

『 Subaru: En cualquier caso, por favor, ¿podríamos dejar de discutir para que vayas a llamarlo? Según la conversación de ustedes ayer, lo llamas mediante unas cosas parecidas a los fuegos artificiales, ¿verdad? 』

『 Rachins: ¿Fuegos artificiales? ¿Qué es eso? …Sólo disparo magia hacia el cielo, y el bastardo de Reinhard puede verlo y reconocerlo como señal. 』

『 Subaru: …Eso es bastante simple, lo cual es bueno, pero, ¿qué pasaría si otra persona lanzase magia al aire por alguna razón? 』

『 Rachins: No te preocupes por eso. Parece que el bastardo pelirrojo puede reconocer de quién es cada magia. 』

Ese era un detalle extraño, y Subaru lo guardó en su mente para otro momento. Parecía que, en el transcurso del último año, Rachins se había puesto la meta de aprender a usar magia básica.

A juzgar por el primer encuentro de Subaru con él, era difícil imaginar que fuera capaz de utilizar magia hace un año.

『 Rachins: No suelo hacer esto, ¡así que es mejor que se muevan de una vez! 』

Rachins finalmente cedió ante la persuasión de Subaru, y se preparaba para llamar a Reinhard.

La multitud, que había estado susurrando «¿Ya van a empezar?» y «¿Por fin lo harán?» retrocedió, decepcionada, mientras Rachins levantaba una mano, comenzando a invocar una bola de fuego.

Al ver el remolino de mana rojo del atributo de fuego —Goa— Subaru tuvo una extraña sensación de desconexión.

Esta vez, la situación debería cambiar drásticamente.

Aunque era un caso de persuasión más bien extrema, igualmente emocionaba a Subaru saber que podía trabajar con Rachins de esta manera, aunque las acciones de Rachins fueran para sobrevivir.

Se podría decir que esto era parcialmente el resultado de cómo había madurado Subaru en el último año, y el hecho de haber derrotado a Petelgeuse. Rachins también había cambiado en el último año.

Si ni Subaru ni Rachins hubieran cambiado, esta colaboración no podría haber ocurrido.

Por lo tanto, éste era el resultado de una optimista y, al mismo tiempo, realista maduración positiva.

Reinhard vendría aquí.

Como resultado, lidiar con Ira también sería fácil. Por muy poderoso que sea el enemigo, sería ridiculizado por el Santo de la Espada. El poder de Ira seguramente no haría efecto sobre Reinhard. Por alguna misteriosa razón, Subaru confiaba hasta ese punto en Reinhard.

『 Rachins: ¡Goa!

Rachins recitó el conjuro, y una llama roja brotó del brazo que tenía levantado.

La llama se elevó por los aires y explotó con un sonido seco en el cielo azul.

Ya sea que fueran fuegos artificiales o magia, se veía un poco lamentable, pero presuntamente esa señal sería más que suficiente para el héroe que estaban buscando.

Quizá lo que pasó después fue debido a ese confuso alivio.

Subaru, dando por sentado que Reinhard estaba por llegar, se permitió bajar un poco la guardia. Pero tal vez se relajó tanto, que dejó de prestar atención a sus alrededores.

『 Sirius: —Vaya. Parece que hay una bola de fuego en el cielo. Qué luz tan hermosa y cegadora. 』

Naturalmente, el enemigo estaría atento a cualquier alboroto cerca de la torre.

※ ※ ※ ※ ※

Sirius, apareciendo en la torre, usaba, como siempre, esa venda que cubría su rostro.

Sin embargo, la expresión que tenía obviamente era una sonrisa; algo en el tono de su voz reflejaba a un ave cantando bajo el sol de la primavera. 

Sirius puso una mano encima de sus ojos y miró hacia la luz de la bola de fuego.

Parecía mirar esa llama roja con la misma admiración que la mayoría de las personas mostrarían al ver fuegos artificiales.

『 Sirius: ¡Vale! Bien, todo el mundo, lo siento. ¡Buenos dí~as!

Ese sonido inusualmente agudo llamó la atención de la multitud, que volteó a ver a Sirius.

Incluso Subaru lo hizo. Por lo que, no podía culpar a la gente por su reacción.

『 Subaru: ¡¡No!! ¡¡No miren!! 』

Al ver esa feroz sonrisa vendada por el rabillo del ojo, inmediatamente emitió una ruidosa advertencia.

Sin embargo, ni una sola persona hizo caso a su advertencia y apartó la mirada. Obviamente, el propio Subaru tuvo el mismo sentimiento la primera vez que tuvieron contacto.

Aun habiendo girado el rostro, su mejilla izquierda todavía podía sentir esa intensidad.

Esas viciosas olas de peligro que existían para amenazarlo.

¿Acaso alguien podía apartar la mirada al enfrentarse con un sangriento carnívoro? Mirar hacia otro lado teniendo en frente un par de colmillos afilados era algo que sólo podían permitirse aquellos que ya se habían dado por vencidos en la vida.

Rehusándose a morir, su instinto humano hizo que dirigieran la mirada hacia Sirius.

『 Sirius: Vaya. El silencio llegó antes de lo que esperaba. Debe ser gracias al hecho de que esos dos llamaron su atención antes de que yo apareciera. Muchas gracias. Por favor aplaudan a esos dos jóvenes. 』

Sirius aplaudió mientras hablaba, y las cadenas atadas a sus manos resonaban en el suelo, al tiempo que contemplaba a Subaru y Rachins, quien aún tenía su brazo extendido.

Subaru, sintiendo una brisa fresca en su rostro, rechinó los dientes y trató de no reaccionar ante la mirada de Sirius.

Rachins ya había sido atrapado por Sirius, así que redirigir su atención sería imposible. Hiciera lo que hiciera, Subaru sería incapaz de influir en Rachins, y sólo lograría que Sirius también lo atrapara.

De hecho, ahora Subaru no podía ni cubrirse los oídos.

Él ya esperaba que el encanto de Sirius se volvería irresistible por el simple hecho de ser consciente de ella. Por lo tanto, la intención de Subaru era apartar la mirada y cubrir sus oídos inmediatamente. Aunque hacerlo le dejaba indefenso, al menos no estaría sometido a la manipulación mental de Sirius.

Pero esa contramedida premeditada no era posible después de que sus ojos fueran capturados.

Y obviamente se cubriría las orejas para evitar escuchar la voz de Sirius.

Sin embargo, ¿por qué se privaría de disfrutar de un sonido tan placentero?

『 Subaru: … 』

Su atención se centró en ella, Subaru se olvidó de sí mismo y se giró para mirar a Sirius.

Sirius observó a Subaru mientras lo hacía, aplaudiendo alegremente y sacudiendo su cuerpo de un lado al otro. Las cadenas volvieron a frotarse contra el suelo con una fricción metálica. Emitían un estruendo, como si reflejaran al corazón de Subaru siendo aplastado contra el suelo.

『 Sirius: ¡Vale! Tardaron 19 segundos en mirarme todos. Lo siento, pero estoy muy feliz. Y, aunque no sé por qué, parece que hay un niño por aquí que me ama mucho más de lo que yo esperaba. Bien, entonces, tengo que presentarme. 』 

Mientras hablaba, Sirius bajó la cabeza en señal de respeto, encontrándose con un remolino de miradas ansiosas.

Levantando la cabeza, y disfrutando de las miradas de todos,

『 Sirius: Soy la Arzobispa del Pecado de la Ira del Culto de la Bruja. Me llamo Sirius Romanée-Conti. 』

Dio a conocer su intimidante nombre.

Ese título debería haber sido símbolo de disgusto y terror, y debería haber evocado una respuesta increíblemente negativa.

Pero, en vez de eso, mientras comenzaba su discurso, la multitud reaccionó como si se hubiera presentado una vecina amigable y cercana.

『 Sirius: Oh, gracias. Lamento tener que malgastar su tiempo así. Sin embargo, por favor tengan la seguridad de que terminaré con esto tan pronto como me sea posible. 』

『 ???: —¿Lo harás? Entonces qué suerte que vine tan rápido como pude. 』

『 Sirius: … 』

Sirius bajó la cabeza nuevamente, y Subaru y el resto de la multitud se giró hacia el lado.

Todos estaban mirando hacia la vía acuática que pasaba por detrás de la plaza. Un suave flujo de agua estalló junto a la silueta de alguien que se movía a una velocidad increíble.

Allí, una llama roja ardió, y unos ojos claros de color celeste parpadearon.

Su rostro, precioso e impasible, fue venerado por todo aquel que había posado su mirada sobre él.

Un héroe es lo que todos los humanos habían deseado en el fondo de sus corazones, y la existencia de ese héroe era ahora una realidad.

『 Reinhard: Buscar un atajo me tomó algo de tiempo. Perdón por llegar tarde. 』

El héroe no había tardado cinco minutos, sino treinta segundos, y aun así ofreció una disculpa.

Habiendo corrido por las calles — no, habiendo viajado por las vías acuáticas, el recién llegado Santo de la Espada inspeccionó rápidamente con sus ojos al círculo de gente, antes de alzar la mirada hacia Ira y suspirar.

『 Reinhard: Comprendo por qué se me llamó. Juzgaste correctamente, Rachins. ¿O fuiste tú, Subaru? 』

Saltando del agua al suelo, y luego a la plaza, Reinhard le dio un alivio al tenso Rachins, y unas palmaditas en los hombros a Subaru. 

Al ver que ese toque era real, Subaru exhaló jadeante varias veces y todo su cuerpo se estremeció.

『 Subaru: ¿Rei—Reinhard? 』

『 Reinhard: Sí, soy yo. Por lo que puedo ver, esto es una emergencia. En la cima de esa torre… hay un Arzobispo del Pecado, ¿verdad? 』

Reinhard, asintiendo tranquilizadoramente, se convirtió en el centro de atención.

Subaru vio cómo sus preciosas cejas se fruncieron cuando eligió deliberadamente no mirar a Sirius. Reinhard parecía entender el peligro que aquello suponía.

『 Subaru: Ella tiene una habilidad de lavado de cerebro. Aunque se siente un poco mejor ahora… si llegara a oír su voz o a mirarla ahora, volvería a caer bajo ella enseguida. 』

『 Reinhard: Lo sé. Y no sólo es con el sonido y la mirada. Parece que el simple hecho de que esté presente tiene ese efecto. No sé si podría mantener la calma si me quedo demasiado tiempo cerca de ella. 』

『 Subaru: ¡No puede ser, ¿incluso tú…?! 』

Al oír la declaración de vulnerabilidad de Reinhard, Subaru cayó en una indescriptible desesperación.

Aunque no tenía motivos para creerlo, había estado convencido de que, mientras Reinhard estuviera allí, todo iría bien. Sin embargo, el propio Reinhard le dijo a Subaru que no era inmune al efecto de Sirius.

En ese caso, tener una idea de cómo derrotar a esa presencia malvada se volvía exponencialmente más difícil.

『 Sirius: Corrígeme si me equivoco, pero, ¿podrías ser tú el famoso Santo de la Espada? Si es así… ¡éste será un día maravilloso! 』

『 Reinhard: Tal y como dijiste, soy Reinhard van Astrea, el actual heredero del título de Santo de la Espada. Desafortunadamente, creo que el título me queda grande ahora. 』

『 Sirius: ¡En absoluto! ¡Pero no pasa nada! Es muy bueno tenerte por aquí. Porque eres el caballero en el que más confía este país y en quien han depositado las más altas expectativas. Todos te aman, y tú los amas a todos. ¡Eres la encarnación de mi esperanza! ¡Mi ideal del Amor! 』

『 Reinhard: ¿Lo soy? 』

De hecho, Sirius movía ruidosamente sus manos, danzando salvajemente llena de alegría. Aunque Reinhard no la miraba, estaba teniendo una charla con ella de manera bastante casual.

Subaru habló ansiosamente.

『 Subaru: E-ey, Reinhard… seguir así no es bueno. No es nada bueno. Va a ser muy malo. Pero no puedo decir por qué. 』

『 Reinhard: …Ese parece ser el caso. Y no sólo aplica conmigo. Considerando a los demás, no debería alargar esto mucho más. 』

Subaru debería sentirse ansioso, pero gradualmente dejó de ser consciente de por qué no se sentía de esa manera. Al ver a Subaru ladear la cabeza por la confusión, Reinhard suspiró y dio un paso al frente.

Y entonces,

『 Subaru: ¿Reinhard? 』

『 Reinhard: No puedo aguantar mucho más de esta manera… así que me desharé del problema tan pronto como pueda. 』

En el momento en que esas palabras salieron de su boca, las piernas de Reinhard se tensaron y saltó hacia delante.

Era el mismo movimiento que usó para salir de la vía acuática — pero esta vez, produjo una explosión ondulante, y todos en el área se quedaron sin aliento al ser impactados por las ondas en el suelo.

Dejando atrás ese asombro, Reinhard convirtió esa energía en impulso.

『 Sirius: ¡Ajajaja! ¡Aah, qué extraordinario! 』

El Santo de la Espada salió disparado del suelo y, sin esfuerzo alguno, sacó a Sirius de la torre, lanzándola hacia el cielo.