martes, 16 de octubre de 2018

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¡El ataque de Guiltylowe, el rey oscuro de los bosques!


Traducción:
Ariel & Julian

Corrección y edición:
Robert (Primer corrector)
Carlos (Segundo corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

Con este capítulo presentamos a otro de nuestros nuevos integrantes: Julian. Y ahora sí, continuamos con la batalla en la mansión.

※ ※ ※ ※ ※


— Choques de acero contra acero resonaban en sucesión.

『 Garfiel: ¡Ghaaaaaaaahgr! 』

『 Elsa: ¡Ajajaja! ¡Maravilloso, maravilloso, maravilloso! 』

Su cuerpo danzaba a través del aire. Sus cuchillas se movían sin rumbo fijo, buscando cortar los órganos de Garfiel.
Nadie sabía cómo era capaz de moverse de tal forma. Cada ataque, por simple que pareciera, se acercaba con la fuerza y precisión como para hincarse en la carne de Garfiel.

El filo torcido de su arma cortaba el aire más rápido que la velocidad del sonido, moviéndose literalmente a una velocidad ultrasónica. Garfiel redirigió el ataque hacia arriba con sus escudos, defendiéndose al dejarlo deslizarse en lugar de bloquearlo directamente.
La potencia de la cuchillada de la mujer seguía siendo mortal mientras ella únicamente cambiaba la trayectoria de su ataque. Su cuerpo se movió a un lado, siguiendo el movimiento. Aprovechando esa apertura, Garfiel apuntó al ahora expuesto abdomen de la mujer y pateó.

La patada de Garfiel era tan poderosa como un cañonazo, siendo capaz de destruir paredes de piedra con facilidad.
Si llegara a golpear a alguien con toda su potencia, su carnoso cuerpo humano no ofrecería ninguna resistencia ante la sobrecogedora fuerza que destruiría sus entrañas.
Y, de hecho, Garfiel había logrado acertar tales golpes, pudiendo haber pulverizado la carne y los huesos de la mujer varias veces. Sin embargo,

『 Elsa: Ya he visto eso antes. 』

『 Garfiel: ¡¡No me jodas!! 』

La mujer giró su costado y espalda expuestos, sacándolos de la trayectoria de la patada. El pie de Garfiel pasó a lo largo de la espalda de la mujer, simplemente rozándola, antes de enredarse en su capa color azabache.
Fue tan sólo un instante, pero posiblemente fue un fatal retraso tanto para la mujer como para Garfiel.

『 Elsa: Hah— 』

Con una rápida exhalación, la mujer alargó su brazo alrededor de su espalda, enredando aún más la capa en la pierna de Garfiel. Su otra mano se lanzó desde atrás y ella, a mitad de una voltereta, se apresuró a atacarlo.
El ataque cortaría el muslo de Garfiel en dos — y antes de poder pensarlo, Garfiel brincó con su pierna libre y pateó con ésta justo debajo de su pierna enredada.

El pie izquierdo de Garfiel chocó contra el llano del filo que ascendía.
Metal y muñeca se rompieron y la mujer gritó sensualmente, soltando su cuchillo. Ella se retiró; pero Garfiel, al tener la pierna aún enredada, cayó al piso y no pudo ir tras ella. Él usó el impulso de su patada y colocó las manos en el piso para alejarse por medio de una voltereta, poniendo terreno entre ellos antes de desenredar el pie.

『 Garfiel: Rompí tu muñeca y tu cuchillo, jaja. 』

『 Elsa: No hay problema. Tengo cuchillos de sobra y mi mano podrá volver a moverse dentro de poco. Y mi capa... es prácticamente un estorbo al pelear contigo. 』

『 Garfiel: Te puedes ahorrar tu fanfarronería. 』

『 Elsa: Probaremos en tus entrañas si esto es fanfarronería o no. 』

Garfiel usó la capa que robó para limpiarse el sudor y luego la tiró a un lado del pasillo.
Elsa ignoró eso mientras ligeramente tocaba su torcida mano izquierda con la derecha, y le hablaba a la masiva silueta tras ella.

『 Elsa: Meili. No te quedes mirando, dame otro cuchillo. 』

『 Meili: Cielos, siempre haciendo lo que quieres, Elsa. No soy tu mula de carga ni tu asistente de cuchillos. Y como sigues peleando así, Roca-cerdito no puede interveniir. 』

La chica montada sobre la masiva mabestia hizo pucheros como respuesta, mientras le lanzaba algo a Elsa. Era una funda de los cuchillos que usaba. Ella sacó dos kukri nuevos de esta, sosteniendo ambos en una mano mientras se familiarizaba con el agarre; y entonces miró hacia arriba a la chica.

『 Elsa: Tu lindura se arruina al traer a esa gigantesca mabestia contigo. Pero me alegra bailar con él sin ningún tipo de molestias entrometiéndose. 』

『 Meili: Pero sería ridículo que te entretuvieras en esto y dejases que la presa se escapase. Si mamá se llegase a enterar de esto, seguro que te regañaría. Le diré a mamá que fuiste traviesa, Elsa. 』

『 Elsa: Si me asustaran los regaños, entonces no comenzaría sin ti ni te robaría la comida. Es suficiente que tú y los demás actúen como niños buenos. A mí personalmente no me importa ser problemática. 』

Mientras hablaba, Elsa lanzó al aire los dos cuchillos y comenzó a hacer malabares con ellos usando una sola mano. El tamaño y velocidad que tenían los cuchillos al girar habrían significado perder un brazo si Elsa hubiera llegado a cometer un solo error, pero las riesgosas maniobras de Elsa terminaron con un cuchillo en su mano derecha y uno en su izquierda.

『 Elsa: Mis disculpas por hacerte esperar. Parece que la espera fue suficiente para arreglar mi mano. 』

『 Garfiel: No te preocupes por eso. Mi asombroso ser también ‘staba buscando ganar tiempo, y no soy tan grosero como pa’ meterme en conversaciones ‘ntre hermanas. Las conversaciones familiares son jodidamente importantes. 』 

『 Elsa: Cielos. ¿Por qué crees que ella y yo somos hermanas? 』

『 Garfiel: ¿Tal vez porque ‘stán llamando “mamá” a la misma jodida dama? No me importa que tu color de cabello y ojos sean diferentes a los de ella. Hablo de ser familia sin importar la sangre. 』

Al oír el argumento de Garfiel, los ojos de Elsa se abrieron en sorpresa por un momento. Ella se llevó la mano a la boca, y dejó salir una risa muy alegre.

『 Garfiel: ¿Eh? 』

『 Elsa: Juju... ah, no, discúlpame. No estaba esperando esa respuesta, así que me puse un poco rara... De verdad pareces un buen chico. 』

『 Garfiel: Deja de tratarme como un niño. Mi asombroso ser es un asombroso hombre. 』

『 Elsa: ¿En serio? Porque a mí no me parece que seas completamente hombre o adulto. 』

Elsa respondió al insatisfecho Garfiel con las mejillas aún relajadas. 
Garfiel frunció el ceño en desconcierto, haciendo que la sonrisa de Elsa se ensanchara aún más.

『 Meili: Elsa, Elsa. ¿No tienes la sensación de que este tipo con cara aterradora es en realidad alguien muy adoraable? 』

『 Elsa: Sí, Meili. Me lo empieza a parecer. Tal vez haya visto por primera vez en un largo tiempo a alguien a quien preferiría mantener con vida después de sacarle las tripas. 』

『 Garfiel: Basta de tanta cháchara. Ustedes dos van a tomar una siesta después de probar mis asombrosos puños. 』

Garfiel giraba las muñecas mientras hablaba.
Él en realidad no entendía la conversación de Elsa y Meili, pero se podía dar cuenta de que estaban menospreciando su determinación. Cuando entendió eso, Garfiel dejó de lado las palabras amables.

A menos de que se disculpasen en medio de lágrimas mientras ruegan por clemencia, Garfiel las pulverizaría hasta dejarlas inmóviles, y les daría el castigo que se merecían. —ese era el deber de Garfiel.

『 Garfiel: Vamos de una vez. ‘Stán gastando incluso más tiempo del que el Capitán y los demás necesitan para escapar. Y mi asombroso ser no ‘spera ganar un premio por huir. Les voy a dar la paliza de sus vidas, ‘nseñándoles una lección: Que mi asombroso ser es el escudo más fuerte, dentro o fuera del Santuario. 』

Con eso, Garfiel hizo chocar sus escudos.
Un chirrido resonó por el pasillo mientras Garfiel fortalecía su determinación ante los dos enemigos en el pasillo iluminado por la luz de la luna.

『 Meili: —Pffjajaa! Elsa, ¿has oído eso? ¡Él es el escudo más fuerte! El escudo más fuerte… pff. ¡Pffjaja! ¡En verdad es adoraable! 』

A pesar de sus palabras, la situación terminó en que Meili se rio de ellas, y la sonrisa de Elsa también se intensificó.
No parecían sentirse amenazadas.

『 Garfiel: ¿De qué carajos se ríen, eh? 』

『 Meili: Ahh, es tan divertido. Tan divertido que sólo puedo reíír. Eres tan chistoso al pensar que eres tan fuerte, pero el grupo que huyó también es tan chistoso. 』

『 Garfiel: ¿El grupo del Capitán es chistoso? 』

『 Meili: Sí, lo ees. ¿Acaso no? Mis mascotas están rodeando la mansión, así que sólo hay una ruta de escape. Se suponía que Elsa tenía que estar allí; peroo, como ella se puso a actuar por su cuentaa, puse un reemplazo allí. 』

『 Elsa: ... 』

Meili le lanzó una mirada crítica a Elsa, quien desvergonzadamente no le prestó atención.
Sus ojos asesinos se fijaron en Garfiel, observando cada una de sus acciones, lo cual le dificultaba extraordinariamente moverse. Y él no pudo evitar prestarle atención al comentario de Meili. 

Meili golpeó la espalda de la mabestia sobre la que estaba montada, y la mirada de Garfiel se volvió más aguda.

『 Meili: Además de Rocacerdito, he traído a otra gran mascota conmigoo. Él está bloqueando el camino; así quee, aunque crees que estás ganando tiempo, en realidad estás haciendo lo contrario a lo que quierees. 』

『 Garfiel: ... 』

『 Meili: Crees que cuando acabes con Elsa y conmigo podrás alcanzar a los demás y salvarloos, pero no es así. Así quee, el verte dando tu mejor esfuerzo para ganar tiempo, sin darte cuenta de eso, me parece tan divertido. 』

Siendo incapaz de omitir una sonrisa, Meili se rió de la estupidez de Garfiel.
Ante su malicia juvenil, Garfiel dio un profundo suspiro.

Ciertamente, se estaban acumulando muchos requisitos inciertos. Meili estaba en lo cierto, en verdad estaban enfrentando una situación que se salía de sus planes.
Sin embargo,

『 Garfiel: Ja. Qué tontería. 』

『 Meili: ... ¿eh? 』

『 Garfiel: Ustedes son las que no lo ‘ntienden. ¿Tienen más monstruos ahí afuera? ¿Nosotros somos los que estamos siendo acorralados? Como si el Capitán o yo dejáramos que eso pasara. 』

Disfrutando al ver la sonrisa de Meili desaparecer, Garfiel dio un paso adelante.
Él observó la reacción de Elsa, quien se inclinó un poco hacia adelante.

『 Garfiel: El Capitán y ellos me dieron una paliza. — ¡Se reirán tan fuertemente que su ‘stúpido obstáculo saldrá volando! 』

※ ※ ※ ※ ※

『 Subaru: Estamosperdidosestamosperdidosestamosperdidos, ¿¡Qué mierda está pasando!? 』

Completamente sin aliento, Subaru se quejaba sentado en el suelo.
En el tercer piso del ala principal de la mansión Roswaal, en el rellano que lleva a las escaleras al último piso, estaba reunido el grupo de Subaru — Subaru, Otto, Frederica, Petra y Rem, todos conteniendo el aliento mientras se quedaban quietos.

El cansancio se volvió evidente en cada uno de ellos al sentarse allí, con profundas heridas presentes en cada uno.
Pero en especial,

『 Subaru: ¿Te encuentras bien, Frederica? 』

『 Frederica: ...Sí, esto es algo trivial, no es nada serio. Le pido disculpas por demostrar tal irresponsabilidad, Subaru-sama. 』

『 Subaru: No llegaríamos a ninguna parte sin ti. Los patéticos aquí somos nosotros, Otto y yo. Lo lamento. Somos débiles. 』

『 Otto: Sólo esta vez… no me es posible refutar tus burlas, Natsuki-san. 』

Otto suspiró, frustrado. Subaru escupió la sangre que tenía en la boca.
Ignorando el terrible dolor que sentía en todo su cuerpo, Subaru reajustó la posición de Rem en su espalda. Él cambió roles con Frederica, y ahora tenía la tarea de cargar a Rem.
Otto llevaba a Petra de la mano mientras Subaru llevaba a Rem sobre su espalda. Su única luchadora, Frederica, se colocaba justo en frente de ellos mientras abría un camino — Ese era el plan más óptimo para los cinco.

Justo después de separarse de Garfiel, el grupo de Subaru había sido atacado por dos mabestias con forma de hiena.
Entre las gemas mágicas de Otto y los puños de Frederica, apenas fueron capaces de repeler las hienas, pero luego descubrieron que había más mabestias instaladas en toda la mansión para atormentarlos.

Muchísimos ratones con alas negras, como las de los murciélagos, acechaban en el pasillo entre el ala principal y el ala independiente.


Grandes canes de piel moteada, como la de las hienas, merodeaban por la mansión, acechando para atacar a todo lo que se movía.

Zarigüeyas que tejían una red sobre el grupo justo cuando entraban a una habitación, y se lanzaban sobre ellos en cuanto bajaban la guardia.

Tuvieron una batalla particularmente difícil al lidiar con una serpiente de dos cabezas que era tan ancha como el brazo de Subaru.


Lograron alejar a los ratones usando humo, Frederica superó a los canes usando sus garras, huyeron de las zarigüeyas mientras éstas les pisaban los talones, Otto lidió frenéticamente para entretener a la serpiente el tiempo suficiente como para que Subaru la sostuviera e hiciera que Frederica la decapitara dos veces—y ahora se encontraban aquí.

『 Subaru: Nosotros simplemente, estamos completamente… hemos perdido al habernos tenido que separar de Garfiel. 』

『 Otto: No seas tan pesimista. Ahora es cuando Garfiel estaría declarando con confianza que tendremos éxito, así que mantengamos unas expectativas por lo menos iguales a las que él tiene de nosotros. 』

『 Subaru: Con lo diligente que eres, realmente no pareces apto para ser un comerciante... 』

Otto era el que parecía estar menos cansado de todos. Subaru le dio una sonrisa burlona, se motivó a sí mismo y se levantó.

Al cargar a Rem sobre su espalda, Subaru se entristeció por lo ligera que ella era. Él había oído que las personas inconscientes o dormidas eran difíciles de cargar, pero con Rem ese no era el caso.
Apenas podía sentir su peso o su calor. Su mera presencia era vaga. Su débil pulso y respiración probaban que estaba viva, mientras Subaru la acomodaba en su espalda. Como si temiera dejarla caer sin darse cuenta, aunque eso jamás pasaría.

『 Petra: Frederica onee-sama... 』

『 Frederica: No te preocupes, Petra. No hay necesidad de que te preocupes tanto… llegaremos a nuestro destino dentro de poco. 』

Frederica respondió a la mirada nerviosa de Petra con una dulce sonrisa.
Pero su situación no era tan buena como quería hacerlo parecer. Una hiena había lastimado su brazo durante una pelea, ella era incapaz de levantar su sangrante brazo izquierdo, y sus movimientos carecían de su usual esplendor.
No podían esperar que ella peleara con todas sus fuerzas, y necesitaban un lugar para descansar y curarse.

『 Subaru: Bueno, sí, de verdad estamos cerca de nuestro destino. 』

Murmuró Subaru mientras miraba hacia la escalera, la cual llevaba al piso más alto.
El grupo trataba de llegar a la oficina de Roswaal. Buscaban la ruta de escape que había allí, la funesta ruta que permitió la invasión de Elsa en todos los bucles anteriores.
La primera vez, cuando fracasó el plan para escapar de la mansión, Subaru estuvo a punto de descartar esta ruta — pero, tras tener una conversación con Frederica, cambió de parecer.

Ocurrió justo después de separarse de Garfiel y repeler a las dos hienas.




『 Frederica: Hay un pasadizo secreto en la oficina del Amo que conduce al exterior. A través de él, tal vez seamos capaces de escapar de la mansión y huir a una cabaña en el bosque. Si usamos ese pasadizo— 』

『 Subaru: Lo lamento, Frederica, pero no va a ser tan fácil. Hay mabestias al acecho en el pasadizo. Ya que ese fue el camino por el que entró esa mujer. 』

『 Frederica: ... 』

Aún siendo consciente de que la situación era casi desesperada, Subaru tuvo que reportar esta información.
Subaru se había topado con Elsa antes al tratar de revisar el pasadizo. No sabía si ella había entrado por esa ruta en este bucle, pero ella por lo menos debía conocer la existencia del pasadizo.

『 Subaru: Basándome en lo que dijeron Elsa y esa chica… parece que ellas tienen otros aliados. Dejando a un lado si esa “mamá” realmente es su madre, teniendo en cuenta que no se parecen en nada… Si van a crear una retaguardia, entonces van a poner a alguien en ese pasadizo. 』

Por supuesto que lo bloquearían.
Las mabestias rodeaban la mansión, y también había un enemigo en la ruta de escape. Estaban atrapados completamente, y Subaru quemaba neuronas pensando.

La situación era desesperada.
Era una desgracia que, en una situación en la que su ruta de escape era ineficaz, no pudieran contar con la ayuda de Beatrice.
No habrían tenido que angustiarse por esto si Subaru hubiera tenido éxito en convencer a Beatrice. Con su Cruce de puertas, escapar de este lugar habría sido tan simple que ni siquiera habrían tenido que pensar en nada.

『 Subaru: ...Qué egoísta soy. 』

Subaru sabía de la angustia de Beatrice y de la razón tras ella, y aun así seguía tratando de depender de su ayuda.
Él no pudo ayudarla porque falló en sacarla de allí, y eso en sí probaba que él no la veía correctamente.
Era normal que ella le odiara y lo echara de la habitación.

『 Otto: Natsuki-san. 』
『 Petra: Subaru. 』

Quizás pensando algo acerca de la cara de Subaru mientras éste estaba sumergido en sus propios pensamientos, una mano se posó en su hombro y un ligero tirón se sintió en su manga.
Él se giró y vio que la mano era de Otto, que estaba a su derecha, y quien jaló su manga fue Petra, que estaba a su izquierda. Cada uno usó su propio método para traer a Subaru de vuelta a la realidad, para luego darse cuenta de que habían hecho lo mismo y fruncieron sus ceños.
Mientras miraba a ambos, Subaru suspiró, sintiéndose salvado.

『 Frederica: Subaru-sama. Aunque ese sea el caso, creo que deberíamos escoger ese camino. 』

Subaru levantó la cabeza; mientras que Frederica levantó el dedo.

『 Frederica: Tal y como ha dicho, ahora mismo parece que estamos entre la espada y la pared. Feroces mabestias rodean la mansión, y el enemigo conoce nuestra única ruta de escape. Uno normalmente pensaría que seremos asesinados inevitablemente… 』

『 Subaru: Sí, claro. Pienso lo mismo, así que he estado pensando si por lo menos deberíamos buscar un punto débil en el perímetro de las mabestias, pero… 』

『 Frederica: Por cierto, Subaru-sama. ¿Dónde conoció a esa asesina? 』

Interrumpido por la pregunta en voz baja de Frederica, Subaru contuvo el aliento en silencio.
Incapaz de averiguar sus intenciones al preguntar eso, Subaru asintió.

『 Subaru: Sí… Ella atacó a Emilia en la Capital. El Santo de la Espada apareció por casualidad y gracias a eso salimos con vida. Aunque definitivamente sería demasiado optimista esperar que ese bomboncito apareciera en escena por acá. 』

『 Frederica: Ya veo. En vuestro último encuentro se vio envuelto el actual Santo de la Espada. No, independientemente de eso, no importa. No deseo saber los métodos usados anteriormente para repeler a la mujer, preferiría saber de su personalidad. 』

『 Subaru: ¿Su personalidad? 』

Subaru ladeó la cabeza ante la pregunta más bien confusa de Frederica.

『 Subaru: Bueno, su personalidad es la de la fetichista rara que parece ser. Ella es la Cazadora de Entrañas, le encanta abrir los vientres de la gente y revisar sus entrañas. Ella está en lo alto del top mundial de peligrosidad. 』

『 Frederica: Y juzgando por cómo parecía disfrutar su confrontación con Garf, ella estaría particularmente empeñada en hacer el trabajo con sus propias manos… ¿correcto? 』

『 Subaru: No es que la conozca mucho, pero sí, probablemente ella sea ese tipo de persona... ¿A dónde quieres llegar? 』

『 Frederica: Es simple, Subaru-sama. —Al enemigo también le están ocurriendo eventos inesperados en este ataque. 』 

Una poderosa afirmación.
Los ojos de Subaru se abrieron en sorpresa.

『 Frederica: Actualmente, las mabestias rodean la mansión. La joven que también estaba presente probablemente es quien las manipula... tal vez debamos considerarla una domadora de mabestias. El plan original del enemigo debió ser asaltar la mansión mientras el perímetro de mabestias ya estaba ubicado, y luego atacar a los que estuviéramos dentro, o eso es lo que parece. 』

『 Subaru: ¿Qué te hace pensar eso? 』

『 Frederica: —El tiempo de los ataques de la domadora de mabestias y la Cazadora de Entrañas no estaba sincronizado. 』

Por un momento, Subaru frunció el ceño mientras pensaba. Pero inmediatamente se dio cuenta de lo que Frederica estaba tratando de decir, y golpeó un puño contra la palma contraria.

『 Subaru: ¡Eso es!, ¡así que eso es! Mierda, ¿por qué no me di cuenta? Claro, ¡Frederica está en lo cierto! Con esa personalidad tan rara de ella, ¡por supuesto que esto iba a pasar! 』

『 Otto: ¿Qu-Qué es? No entiendo qué tiene eso que ver con todo… 』

Subaru pateó el piso, frustrado y emocionado. Otto se veía nervioso de alguna manera, pero Subaru simplemente asintió.

『 Subaru: Es muy simple, Otto. Se supone que el ataque de las mabestias debía arrinconar a todos en la mansión. Y, al estar acorralados, no podríamos huir normalmente. Así que iríamos por el pasadizo secreto. —Es el rumbo natural de las cosas, ¿verdad? 』

『 Otto: Ese habría sido exactamente el rumbo que habríamos tomado, ¿correcto? Pero, ¿no estábamos diciendo que el enemigo sabe de la existencia de ese pasadizo y por eso no podemos usarlo? 』

『 Subaru: Exacto. El plan de ataque era: nosotros somos acorralados y corremos hacia el pasadizo oculto, y ahí es donde todos somos asesinados por Elsa, quien está a la espera. Ese era su plan... Pero se ha descaminado. Elsa no está en el pasadizo en este momento. 』

『 Otto: ... 』

¿Y por qué ella no está allí?
Considerando la disposición de Elsa, la respuesta era obvia.

『 Subaru: Elsa no quería perder a la presa, así que empezó a moverse por su maldita cuenta. Por eso no está en sincronía con la domadora de mabestias. Y significa que no está en el lugar que debería estar bloqueando. — ¡Así que no hay nadie en el pasadizo escondido! 』

『 Frederica: El plan original había sido que la mujer esperara para hacer una emboscada en el pasadizo. En consecuencia, dado que los acontecimientos se apartan de los planes, es extraordinariamente improbable que un guardián esté obstruyendo el pasadizo. Tarde o temprano, el enemigo seguramente se dará cuenta de que la situación se ha desviado de sus planes. Mientras más tiempo pase, más probable es que ellas hayan enviado a otro individuo al pasadizo. 』

『 Petra: ¡Así que debemos ir allí mientras aún no haya nadie! 』

Basándose en las teorías de Subaru y Frederica, Petra prácticamente saltó mientras daba la respuesta.
Subaru rio al tiempo que puso la mano sobre la cabeza de Petra y dijo “Matrícula de honor” mientras acariciaba su cabello castaño rojizo vigorosamente.

『 Subaru: Con la información que tenemos, eso es lo más probable. De todos modos, es una idea más esperanzadora que atravesar el perímetro de mabestias de afuera. En el peor de los casos, al menos podemos comprobar lo que está pasando en la oficina... Hagámoslo. ¡Ésta es la única manera de que todos salgamos sanos y salvos! 』




— Listos para ese plan, el grupo llegó fuera de la oficina.

Todos estaban exhaustos física y mentalmente.
A pesar de todo, la esperanza de alcanzar su objetivo les llenó con la energía suficiente para mover sus cuerpos increíblemente heridos.
Y entonces, ese destello de esperanza —

『 Subaru: ...No puede ser. 』

Subaru murmuró reflexivamente luego de alcanzar la parte superior de la escalera y asomarse al pasillo.
Otto asomó la cabeza por encima de él y Petra por debajo de él y, viendo todos lo mismo, estuvieron de acuerdo con Subaru con expresiones completamente estupefactas.

『 Frederica: ¿Qué pasa? ¿La oficina del Amo...? 』

Frederica se sentó en las escaleras detrás de ellos mientras les preguntaba a los tres exploradores.
Pero, por sus reacciones, seguramente ella haya supuesto que la situación se veía mal.
Subaru atenuó el sonido de sus pasos mientras se daba la vuelta y dijo con bastante preocupación,

『 Subaru: Hay uno muy feo asentado fuera de la maldita oficina. 』

A Subaru le recordaba al monstruo llamado Quimera.

Una cabeza como de león, y con el cuerpo delgado de un caballo o una cabra. Su larga cola se movía como una serpiente y, aunque la criatura era más pequeña que el hipopótamo de la domadora de mabestias, era lo suficientemente grande como para bloquear el amplio pasillo de la mansión. Una rara entidad que parecía haber salido de algún mito — con una destreza en combate fácilmente adivinable.


『 Otto: Esa es... la mabestia Guiltylowe. Vi-vive en lo profundo de los bosques llenos de miasma, algo como el rey de las bestias... y ahora, en una aldea humana... Se supone que no es el tipo de mabestia que podrías llevar contigo a una mansión... 』

『 Subaru: ¿Cuáles son las posibilidades de que lo estemos sobreestimando y en realidad sea un debilucho? Como que parezca eso, pero en realidad su personalidad sea suave y que le demos Katsuobushi y sea feliz, o algo así… 』
(NdT: Katsuobushi: Un alimento preparado a partir de atún listado seco, fermentado y ahumado.)

『 Otto: No sé qué es Katsuobushi, pero ¿estás proponiendo acercarte a eso con comida? Probablemente terminarías cortado en dos por la bestia. 』 

La declaración de Otto llevó a Subaru a pensar en lo enorme que era la cabeza de Guiltylowe.
De hecho, con una boca tan grande, Subaru era un aperitivo de dos bocados.

『 Subaru: No, pero Garfiel transformado es aún más grande. Vale, vamos por él y comparemos sus tamaños. Si nuestro tipo es más grande, entonces él se escabullirá desanimado. 』

『 Otto: Si volvemos por él, entonces esa mujer nos cortará en pedazos. Deja de hacer bromas, Natsuki-san… ¿Alguna idea? 』

Otto se divertía con las bromas de Subaru, pero su mirada estaba llena de expectativa. 
Era como si esperara que a Subaru se le ocurriera alguna idea durante ese pequeño intercambio. 
Pensando que Otto imponía unas expectativas ridículas, Subaru regresó la mirada a Frederica y Petra,

『 Petra: Subaru. 』
『 Frederica: Subaru-sama. 』

Y ellas también lo miraban con expectativa.

『 Subaru: ...En serio, ¿qué clase de expectativas están depositando en mí? 』

Dando un gran suspiro, Subaru tembló por el peso de las grandes expectativas. Ajustó la posición de Rem en la espalda y cerró los ojos.

Subaru pensó en cuáles eran sus posibles fuerzas de combate actualmente.
Frederica estaba herida y Otto prácticamente no tenía magia. Ni Petra ni Subaru eran luchadores, y estaban en el tercer piso del ala principal de la mansión. No había manera de que pudieran llamar a Garfiel desde aquí, e incluso pensar en la ayuda de Beatrice era ridículo. 
Lo cual significaba, que a Subaru sólo le quedaba pelear usando todo lo disponible, como siempre.

Las habilidades de cada uno, sus capacidades, los objetos disponibles, la situación del enemigo, los requisitos. Subaru pensaba en todo eso, consideraba todo, reflexionaba sobre todo eso — y suspiró.

『 Subaru: Cuando parece que ni la fuerza física ni las fuerzas mágicas funcionarán… Es el momento de apostar todo en mi inigualable conocimiento del Siglo XXI. 』

※ ※ ※ ※ ※

Lo primero que atrajo la atención del Guiltylowe fue un sonido.

『 Guiltylowe: — 』

Habiendo oído el resonar de un objeto golpear fuertemente una y otra y otra vez el suelo, Guiltylowe levantó el hocico.

El Silencioso Rey del Bosque. Algunas localidades efectivamente se referían al Guiltylowe como tal y, a diferencia de otras mabestias, él no realizaba ruidos prescindibles ni rugidos innecesarios.
Al contrario de su gran silueta y su apariencia extraña, se elevaba con destreza a través de los desperdicios, sin realizar el mínimo sonido al acercarse a su presa antes de asestar un único golpe mortal y matar a la criatura.
Esas cazas sigilosas y letales eran su punto fuerte.

Por eso, aunque su Ama ordenara esta caza basada en yacer en un solo lugar esperando realizar una emboscada, Guiltylowe sólo podía considerarlo como un desperdicio de sus habilidades.
Aunque, naturalmente, él no tenía una mínima intención de ser ingrato e ir en contra de las órdenes de su Ama.

Porque el quebrantamiento de su cuerno le permitió al Guiltylowe escapar de su maldición.

『 Guiltylowe: — 』

El Guiltylowe meneó el hocico de un lado a otro, buscando la fuente del sonido mientras rumiaba las órdenes de su Ama.
Permanecer delante de la puerta, y cazar cualquier enemigo que pudiese acercarse — Ese fue el deber que le había sido ordenado al Guiltylowe, y el deseo de su Ama.

Tap, tap, tap. Esos sonidos desamparados claramente eran pasos.
Muchas criaturas bípedas, como su Ama, hacían ese sonido al caminar. Entre ellos había algunos realmente fuertes, que ni siquiera hacían ruido al caminar… sin embargo, el dueño de aquellas pisadas no lo era.
Eran indefensas, no calculadas, no intencionales, sin cuidado — No poseían una pizca de gracia.

El Guiltylowe dedujo que era un humano débil, irritante incluso para usarlo de alimento.

『 Guiltylowe: — 』

Silenciosamente, el Guiltylowe se deslizó alejándose de la puerta.
Los pasos se oían desde la escalera oeste, la dirección desde la que había estado oyendo intermitentes sonidos de batalla desde hace algún tiempo.

El Guiltylowe sabía que su Ama había traído a otras mabestias. Ella había ordenado a muchas mabestias inferiores al Guiltylowe en cuanto a fuerza y tamaño que rodearan la mansión, pero su Ama le encargó que defendiera la puerta, se montó sobre una tonta mabestia grande y se fue a cazar.
El Guiltylowe no estaba satisfecho con que ella eligiera a esa bestia de tamaño meramente grande para su cacería y lo haya dejado a él para que vigilara la retaguardia. Pero si los enemigos al menos fueran fuertes, entonces podría estar de acuerdo con su razón para ser traído aquí, y preservaría el honor.
Por lo tanto, el Guiltylowe no hizo nada tan tonto como abandonar su puesto para atacar a los enemigos sin importar a qué bestias se enfrentaran, hasta que lograran llegar a este mismo lugar.

Un debilucho que no pudiera llegar hasta Guiltylowe, no era merecedor de una batalla.
Un debilucho masacrado por bestias más débiles que él, no ameritaba ser cazado.
Sin embargo, su presa había derrotado a las otras mabestias y había llegado a este lugar. Cuando Guiltylowe sintió su presencia, en su interior, se emocionó.

— ¿Y esto es lo que había estado esperando?

Algo frágil, ignorante de lo que significaba esconder su presencia, con tan débil sed de lucha.
Un movimiento de sus garras, o un brote de sus colmillos, haría que ese frágil e inferior ser se desbaratara en pedazos.

『 Guiltylowe: — 』

Lo único que sentía en su interior fue ira. Solo ira.
Sus colmillos desgarrarían a la presa, sin consumir ningún trozo de carne, él la dejaría esparcida por el suelo.
Eso era lo único que aliviaría ese ardiente sentimiento de ofensa.

Siguiendo los pasos, Guiltylowe se movía sin proyectar ninguna sombra bajo la luz de la luna. Si había alguien que lo viera deslizando su gran silueta silenciosa, seguramente pensarían que estaban observando una pesadilla.
El asesino azabache se acercó a la fuente de los pasos encontrando que la presa parecía haberse detenido en la siguiente curva — el Guiltylowe sacó las garras para diseccionar a su presa por detrás.

『 Guiltylowe: ¡—! 』

Sin el más mínimo sonido, el Guiltylowe estiró el cuello y atacó la espalda de la presa. 
No obstante,

『 Guiltylowe: ¿—? 』

La presa que atrapó, que sintió que había estado dentro del alcance de su ataque, no se veía por ningún lado. Inseguro de dónde mover la pata elevada, Guiltylowe se detuvo por un milisegundo, sintiendo que algo no cuadraba.
Él olfateó mientras giraba la cabeza.
¿Adónde se ha ido la tonta, frágil y débil presa?

『 Guiltylowe: ¡—! 』

Una vez más, el ruido de las pisadas asaltó los oídos de Guiltylowe.
Bajó la cabeza y miró en dirección del sonido, para encontrar una respuesta en lo que parecía estar resonando en la escalera.
El ruido de los pasos de la presa, descendiendo, corriendo por la escalera.
Parecía que se habían dado cuenta de su presencia y aceleraron un poco para evitarlo.
Pero mientras el Guiltylowe se diera cuenta de eso, jamás permitiría huir a la presa.

El Guiltylowe giró la cabeza. Vio la puerta que su Ama le ordenó proteger. 
Puede ser que se haya estado distanciando de su puesto, pero esa presa seguramente era la presa por la que su Ama le ordenó aquello.
Si matase a la presa, eso equivaldría a cumplir las órdenes de su Ama.

Con esa decisión, Guiltylowe persiguió a la presa que huyó torpemente.
De hecho, le estaba enseñando a la presa que, en cuanto le dieran la espalda —independientemente de si estaban dentro del alcance de sus ataques—, perderían cualquier medio de resistencia.
Para el Guiltylowe, quien se precipitó sobre las montañas y reinó sobre los bosques como Rey, la cacería de presas que huían era un acto diario de diversión.

La única presa digna de ser engullida en forma de carne por él, eran las verdaderamente fuertes.
Toda presa que le dio la espalda y perdió los colmillos para resistirse solo existía para que él no olvidara cómo se sentía la sangre y la violencia en sus garras y colmillos — y esta presa también debía aprender eso.

El Guiltylowe bajó la escalera, siguiendo las pisadas.
Pateó la pared en el descanso de la escalera, cruzando el aire hasta el piso de abajo. Llegó al segundo piso, luego al primero en busca de su presa y después llegó a la planta baja del edificio.

Percibió las distantes señales de lucha.
El olor de su Ama, y el hedor de la molesta bestia tonta que la acompañaba. Los aromas restantes pertenecían a la sangre y al acero, la fragancia de un guerrero.

『 Guiltylowe: — 』

Si le fuera posible, preferiría aventurarse en esa dirección y participar en la lucha.
Deseaba blandir las garras y los colmillos en presencia de su Ama, desgarrando al guerrero y ahogándolo en un mar de sangre, saboreando la dulce victoria.
Sin embargo, no debía desear tal cosa en este momento, pues tenía órdenes que cumplir.

— Si cazara rápidamente a esta presa, tal vez se le permitiría participar.

『 Guiltylowe: —ϡ 』

El Guiltylowe sentía un ardor cada vez más intenso en sus colmillos, y su cuerpo temblaba.
Oyó los pasos nuevamente y acechó hasta escuchar una puerta que se cerró más abajo, en el oscuro pasillo, antes de mirar en dirección a la puerta recientemente cerrada.
Se acercó y, de pie silenciosamente ante la puerta, Guiltylowe utilizó su larga cola para abrir con destreza el portón.

No era la primera vez que invadía una morada de criaturas bípedas y blandía sus colmillos. 
Él entendía la estructura de estas “puertas”, por lo que comprimió su enorme silueta a través de la puerta mientras se escabullía en la habitación. Había anticipado que la presa estaría esperando aquí mismo en este momento, pero no pudo encontrar el más mínimo atisbo de ella y, una vez más, Guiltylowe sufrió una sorpresa total.
Pero su decepción esa vez no duró mucho.

『 Guiltylowe: — 』

Girando la cabeza, la visión de Guiltylowe se posó en una esquina de la habitación — en el armario.
Del espacio entre las dos puertas del mueble, sobresalía la tela de la ropa de la presa. Seguramente entró en pánico y sus ropajes quedaron atrapados allí. La superficialidad de esta presa, creyendo que se escondían del Guiltylowe sin darse cuenta de eso, era humillante.

El Guiltylowe caminó silenciosamente. Se arrastró cerca del armario.
Levantó la cola, afiló la punta y no vaciló ni un segundo.

『 Guiltylowe: ¡—! 』

Su puñalada atravesó fácilmente el armario como si su cola fuera una lanza.
Dejo un agujero redondo como si fuera hecho por un taladro — y muchos de ellos, agujeros del tamaño de una moneda aparecieron uno tras otro en el armario, ensartando a la patética presa que intentaba esconderse en su interior.

Cuando más de veinte agujeros cubrían el armario, el Guiltylowe dejó de atacar con la cola.
Extendió su pata delantera y tiró de la puerta del armario para poder observar a la patética presa muerta. La puerta perforada se abrió fácilmente y la presa dentro —

『 Guiltylowe: —¿¡Grawh!? 』

En el instante en que Guiltylowe iba a confirmar la presencia de un cadáver, un ardiente golpe en la nariz le hizo retroceder.
Un hedor terriblemente intenso atravesó sus fosas nasales, la sensación era tan dolorosa que podía aullar. Miró rápidamente hacia atrás, donde se encontraba el armario, para encontrar una botella transparente, rota y derramando un líquido incoloro.
El hedor venía de esa sustancia. Y la presa no estaba dentro del armario.

La tela sobresaliente sólo había sido ropa del armario.

『 Guiltylowe: ¡—! 』

Una vez más, oyendo el ruido de los pasos fuera de la habitación, Guiltylowe se dio la vuelta.
Su nariz no funcionaba, pero sus ojos y oídos estaban bien. Vio una sombra corriendo por el pasillo y, mientras lamentaba el desdén de su nariz discapacitada, la persiguió.

El Guiltylowe nunca había experimentado tal humillación en su vida
Esta no era una confrontación valiente y honesta contra Guiltylowe, quien había abrumado a todos sus enemigos que tuvo hasta este momento, ni quien fácilmente hundía sus colmillos en una presa que huía. 
Esta era una entidad que luchaba tan horriblemente por su miserable vida que el Guiltylowe nunca había visto antes una presa así.

Sin duda, mátala. Asesínala. Aplástala, extiende sus restos sobre la tierra, pisotéala.

『 Guiltylowe: — 』

Olvidando incluso silenciar sus pasos, la masiva silueta del Guiltylowe irrumpió en la habitación donde las pisadas huyeron.
Fácilmente atravesó las puertas gemelas. Lo que le dio la bienvenida fue una habitación notablemente más grande que las que había visto hasta ahora.

Una gran mesa se encontraba en el centro de la habitación, y en la parte posterior, había una chimenea.
Sobre el blanco mantel de la mesa estaban encendidos unos candelabros. En una habitación donde la luna era la única fuente de luz, las llamas parpadeaban embrujadas.

『 Guiltylowe: — 』

El fuego irritaba al Guiltylowe.
Incluso durante el día, cuando la gran estrella de fuego blanco permanecía en el cielo, el Guiltylowe detestaba que el fuego estuviera cerca de él. Después de todo, el bosque en el que vivía quedó envuelto en llamas y perdió su pacífico hogar. Su cuerno estaba roto y comenzó a obedecer a su Ama durante esos sucesos, así que el fuego provocaba recuerdos tanto de liberación como de humillación para Guiltylowe.

『 Guiltylowe: — 』

No oía pasos, pero oía otra cosa.
Frente a la puerta por la que acababa de entrar, en el otro extremo de la gran sala, había otra puerta.
Desde ese espacio, probablemente más estrecho, más allá de la puerta, percibió algo.
Guiltylowe olfateó, pero su sentido del olfato aún no se había recuperado. No podía oler el aroma de la presa orinándose de miedo. Cuando mutilara a su presa, probablemente tampoco sería capaz de oler o saborear su sangre correctamente, lo cual era una decepción.

Pero podía posponer esas sensaciones para otro momento, siempre y cuando lograra matar a la presa.
En este momento, sólo borrando esa sensación de humillación que ardía en su pecho y haciendo que la presa que lo deshonró gritara en su último aliento, le ofrecería al Guiltylowe algún consuelo.

『 Guiltylowe: — 』

El Guiltylowe se dirigió directamente hacia la habitación. Luego apuñaló a la puerta con la cola. La llenó de agujeros igual que el armario, y abrió la puerta antes de tomar un respiro y saltar adentro.

『 Guiltylowe: ¡¡—σσσ!! 』

Irrumpió en la habitación, rugiendo.
Su bramido intimidaba a la presa, asustaba al débil para que pudiera lograr una compensación con las garras y los colmillos clavados en su carne.
Azotó con la cola, repartiendo destrucción por toda la habitación, haciendo brotar polvo de las bolsas y las cajas destrozadas que estaban colocadas en las alacenas. Su pata delantera se estrelló contra el suelo rompiéndolo y triturándolo a través del tapete que cubría el suelo para hacer brotar polvo nuevamente desde abajo — pero no.
Esas columnas de polvo tan gruesas que bloqueaban la visión de Guiltylowe se estaban volviendo cada vez más gruesas.

『 Guiltylowe: ¿¡—!? 』

La visión del Guiltylowe se ahogaba en blanco, lo cual invadió su tráquea en cuanto respiró, haciéndole toser. Una grandísima cantidad de harina o algo parecido estaba bailando en el aire.
Suficiente harina como para robarle su visibilidad, e incluso para robarle el aliento necesario para rugir.

『 ???: ¡Lo tenemos! 』

Alguien, una criatura, habló.
Guiltylowe no oyó su voz desde esa habitación, sino desde la anterior,

『 ???: Cómete esto, el alma de la ciencia — ¡¡Explosión de harina!! 』

Con un sonido, algo se lanzó en el cuarto cubierto de blanco. La cosa brillante era uno de los candelabros de la habitación anterior.
El candelabro golpeó la pared, su llama parpadeante cayó al suelo y se volvió más grande por un instante.

『 Guiltylowe: — 』

『 ???: ¿Q-qué…? 』

Pero eso fue todo.
El candelabro seguía caído en el suelo sin hacer nada en particular. El dueño de la voz sonaba como si hubiera malentendido algo, y Guiltylowe sabía que estaba de pie petrificado afuera de la habitación.

『 Guiltylowe: ¡—ϡ! 』

Los instintos del Guiltylowe le decían que nunca tendría otra oportunidad como ésta. El enemigo había cometido un error, y si ese error no hubiera sucedido, Guiltylowe habría estado en peligro. Al comprender eso, el Guiltylowe retorció su cuerpo optando por escapar de esa habitación.

Si pudiera salir a una habitación espaciosa, un lugar donde pudiera mover las patas y la cola libremente, ningún plan que se le ocurriera a la presa presentaría algún problema.
Él usaría la abrumadora diferencia de poder para forzarlos a someterse y obtener la victoria.
No había necesidad de hacer nada más que eso—

『 ???: Sí, ¿no te lo dije? ¡Que en lugar de hacer esa cosa sin sentido…! 』

『 ???: ¡Es más rápido hacer esto! 』

Justo cuando Guiltylowe pensó en salir de la habitación, oyó hablar a dos presas más.
Una en voz baja y la otra en voz alta. En el instante en el que se dio cuenta que son presas de diferentes sexos, el Guiltylowe sintió que la alacena que se encontraba a sus espaldas se derrumbaba sobre él.

La cuerda que atravesaba la entrada estaba conectada a la pata de la alacena.
Tirando con fuerza, la alacena se derrumbó sobre el Guiltylowe. Pero su tamaño sólo le permitió golpear el enorme trasero de Guiltylowe.
La fuerza del golpe infringió al Guiltylowe un daño equivalente a cero.

Tomando el golpe con calma, Guiltylowe cortó la cuerda con las garras.
Y cuando se preparó definitivamente para saltar fuera de la habitación —

『 Guiltylowe: ¿—? 』

La alacena se abrió y el líquido que se desbordó fluyó por todo el cuerpo de Guiltylowe.
Se sentía viscoso, a diferencia del agua. Era ligeramente amarillo, y tenerlo sobre su orgulloso pelaje negro era desagradable para el Guiltylowe.
Pero esa incomodidad desapareció al instante.

『 Guiltylowe: ¡¿—?! 』

『 ???: Con ustedes, la gran inversión personal de Otto Suwen en el comercio de aceite. ¡Llévate todo lo que desees! 』

La voz de la presa llamaba desde fuera del cuarto.
Pero el Guiltylowe no tenía margen de maniobra para pensar en la débil voz de la presa en este momento.
— El aceite que cubría su cuerpo se incendió, y la detestable llama le quemaba todo el cuerpo.

『 Guiltylowe: ¡¡—ϡ!! 』

El Rey de las Bestias, descendido desde las llanuras y obsesionado para siempre con su trono en los cielos boscosos, sin saber nunca qué le había vencido, ardía en llamas tan grandes como su humillación.