martes, 9 de enero de 2018

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Un rayo de esperanza


Traducción:
Pol

Corrección y edición:
Jagaro (Primer corrector)
Carlos (Segundo corrector)

Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)


※ ※ ※ ※ ※

Habiendo tenido aquella reconfortante conversación con Otto y Patrasche, Subaru fue salvado de su confusión mental por el momento.
Todavía no había asimilado muchas cosas sobre los eventos en el Castillo de los Sueños, pero a pesar de ello, necesitaba resolverlos uno a uno y usarlos para motivarse a sí mismo.

『 Subaru: No voy a obtener más ayuda de Echidna a partir de ahora… 』

La bruja de la codicia, Echidna, había empleado una fachada amistosa con Subaru mientras lo veía luchando.
Considerando su ultimo intercambio de palabras, Subaru preferiría dudar de que aquello fuera toda la verdad, pero las brujas son brujas, y eran completamente fieles a sus principios.

Subaru se había dado cuenta de eso al ver a las otras cinco brujas—Sekhmet, Daphne, Camilla, Typhon, y Minerva. Desde el punto de vista de Subaru, ellas no eran del todo malvadas. Pero bajo ninguna circunstancia las llamaría criaturas bondadosas.
Y eso incluía a Minerva, cuyo credo era el de sanar gente. Su actitud al lanzarse a sanar a otro, a pesar de haber perdido las piernas y un brazo, no era algo tan “Digno” sino más bien “Espeluznante".

Y la última bruja, Satella. —Realmente, Subaru preferiría aplazar ese pensamiento para más tarde.
Su instinto le decía que, en la situación en la que se encontraba ahora, era peligroso intentar comprender las inexplicables emociones que surgieron de su interior en respuesta a Satella.
Las últimas palabras que compartieron en su despedida y su aspecto—con solo recordar esa figura, emociones enloquecidas destrozaban su pecho desde dentro, casi destruyéndolo.

Por ello, mientras inconscientemente evitaba pensar en Satella, Subaru dirigía sus pensamientos hacia otros asuntos, mayoritariamente: la advertencia que Echidna le dio al final, y si debía o no aceptar lo que dijo Satella.

『 Subaru: Trátate mejor a ti mismo, está bien decir eso, pero… 』

Al conocer a Satella y pasar por la primera y segunda prueba en la tumba, Subaru aprendió que la gente que deseaba que no muriese se lamentaría por la muerte de Subaru. —Él acabó conociendo sus verdaderos sentimientos, los cuales rechazaban a la muerte.

Dicho esto, ¿qué debería hacer ahora? Nada había cambiado en cuanto a los recursos que tenía a mano, siendo insignificantes. Nada había cambiado sobre la cantidad absurda de problemas que seguían sin resolverse. Además, había disminuido el número de gente de la que podía depender para solucionar sus problemas.
Aunque su corazón había sido renovado en cierto modo, todo lo demás se había degradado más que avanzado.

『 Subaru: Confía en aquellos que piensen bien de ti… ¿pero cómo se supone que vaya a hacer eso… 』

Aquello probablemente significaba que él simplemente debía ser sincero y pedirles ayuda.
Pero la única que le arrebataba esa posibilidad era precísamente Satella—o actualmente, según la conversación de ese sueño, la única prohibiéndole hablar del retorno por muerte quizás era la bruja de la envidia. Quizá Satella pensaba de manera diferente a su otra personalidad. Y el significado de su última llamada hacia él era—

『 Subaru: —Dije que no es el maldito momento de pensar en esto. 』

Dándose cuenta de que sus pensamientos se estaban desviando hacia Satella, Subaru se detuvo.
Lo que necesitaba hacer ahora era considerar y exponer planes concretos para resolver los distintos problemas.

『 Subaru: Garfiel tiene miedo del mundo exterior… eh. 』

Ese fue el último fragmento de información que le dio Echidna, como si fuera una información necesaria para poder pasar y superar esa situación.
Garfiel prácticamente confesó que había tomado la primera prueba, y la declaración de Echidna lo respaldaba.
El problema era, ¿qué vio en su pasado que le hizo temer el mundo exterior?

Que él se negara a dejar el Santuario junto a Frederica probablemente tenía algo que ver con su trauma. Subaru dudaba de que Garfiel fuera a hablar abiertamente sobre ese problema si le preguntan.

『 Subaru: Lo que significa que la única manera de saberlo es de alguien que lo conozca… Frederica y Ryuzu mantuvieron sus bocas bien cerradas con respecto a este tema... 』

Si tuviera que confiar en las palabras de Frederica, entonces ella fue incapaz de seguir a Garfiel en la tumba, y por lo tanto no sabría los detalles de las pruebas. Por otro lado, siendo Ryuzu quien se adentró para sacarlo de allí, es más seguro pensar que una de las dobles tomó las pruebas. Probablemente, ella también sabría los detalles de las pruebas de Garfiel.

『 Subaru: Entonces… realmente no quiero hacerlo, pero, un plan seguro sería obtener el derecho de comando del cristal de Ryuzu, y ordenarle que me lo dijera. 』

Ni siquiera las personalidades principales de Ryuzu podían desobedecer a alguien con el derecho del comando. Tenía un poder coercitivo.
Con tal de llevar a cabo dicho plan, Subaru intentó convencerse a sí mismo pensando que no solo lo hacía para recopilar información, sino también para conseguir más de 20 colaboradores.

『 Subaru: — 』

Lo que le vino a la mente a Subaru era el Santuario, quemándose, junto a una horda de conejos blancos. Unos trágicos recuerdos, de incitar a las dobles Ryuzu una por una a protegerlo para que pudiera escapar.
Debo correr hacia Emilia”. Subaru usó este argumento para justificar las irreflexivas órdenes dadas a las Ryuzu. Y aún así, cubierto de heridas, se las arregló para correr y entrar a la tumba.
En aquél momento no se arrepintió de esas acciones, pero ahora que pensaba con la mente fría, la imprudencia de sus acciones lo horrorizaba incluso a él.

Y especialmente ahora que se había dado cuenta de que no quería morir.
¿Acaso había modo más arrogante y directo de hacer que ellas se sacrificaran?
No podía confiar completamente en sí mismo, incluso si prefiriera no hacer tal cosa.

『 Subaru: Mi cabeza es un desastre… Estoy pensando demasiado en lo negativo, mierda... Mi cerebro se saturará si sigo pensando en todo una y otra vez. Empecemos una por una eliminando las cosas que puedo descartar. 』

Subaru empezó buscando un problema que pareciera ir en una dirección positiva.

『 Subaru: Habiendo finalizado la primera prueba, debería ser yo quien liberara el Santuario. No hay ninguna necesidad de ponerle más carga a Emilia. De hecho, sabiendo que Emilia perderá su estabilidad mental si está bajo demasiada presión, no es una opción aceptable. 』

Subaru pensó otra vez en Emilia, cuando se acercó a él dulcemente en el Santuario cubierto de nieve.
Era obvio que Emilia se volvió de aquella manera porque su mente se quebró al repetir la prueba una y otra vez. Hacer que ella enfrentara la prueba no llevaría a buenos resultados.

『 Subaru: Haremos que librarse de las pruebas sea mi problema, y… lo siguiente que me preocupa es la segunda prueba. Pude soportarla un buen rato, pero… en primer lugar, ¿significa que ya la he completado? 』

Para alguien ajeno a Subaru, la realidad inalcanzable quizás sería una simple observación de mundos paralelos. Pero para Subaru esa prueba fue realmente terrible.

Con varios arrepentimientos, como resultando de varias tragedias, distintos lamentos habían llorado la muerte de Subaru.
Experimentar todo aquello con sus propios ojos y piel, acabaron destrozando su corazón y mente.
Recordarlo le daba escalofríos e inevitablemente entumecía sus extremidades.

Engullido por el chillido de su propio corazón, se agachó, y fue entonces cuando fue llamado al Castillo de Sueños—pero… ¿Qué pasó con la verdadera prueba?

La había completado—no era la situación en la que se encontraba.
Pero entonces, ¿qué debía hacer para superar la segunda prueba? Al contrario que la primera prueba, no podía imaginarlo de ninguna manera.

『 Subaru: Reflexionar sobre ello no me va a llevar a ningún lado… Solo tengo que hacer las cosas que pueda hacer. 』

Agitando su cabeza, Subaru forzó su indeciso corazón a estar erguido de nuevo. Mientras ponía la mano en el muro de la tumba a su espalda, su mirada se enfocaba en la oscura entrada de la tumba.

Subaru había estado por sí solo todo ese rato mientras pensaba, sin Patrasche ni Otto a su lado. Ese último intercambio de palabras lo había avergonzado estúpidamente, y consiguió que Otto llevara a Patrasche de vuelta a los establos. A pesar de que la mirada fija y preocupada de Patrasche le hacía sentirse a salvo, quería estar un tiempo solo para ordenar sus pensamientos.

『 Subaru: Los problemas que necesito resolver son: El Santuario y La Mansión. En el Santuario son: Las pruebas, Garfiel, y el Gran Conejo. En la Mansión son: Beatrice y Elsa… estoy llegando al límite de la multitarea. 』

Subaru no tenía ni un solo plan para resolver cada una de estas pruebas, por lo que cayó en el agobio. Pero, no podía perder el tiempo en estar deprimido. Ahora tenía que eliminar estos problemas uno por uno. Y sin pensar sobre vidas desechables o demás cosas por el estilo.

『 Subaru: Lo primero es confirmar el estado de las pruebas. Si empieza la segunda prueba entonces bien, si ha acabado y empieza la tercera prueba entonces sería mejor que bien. 』

Si podía acelerar la eliminación de la barrera entonces eso haría que todo se pusiera en acción más rápido. Garfiel también tendría que empezar a pensar en cómo actuará. Y en el peor de los casos, suponiendo que el Gran Conejo ataque, deberían ser capaces de escapar. Es inconcebible que incluso Garfiel prosiguiera con su terquedad ante el Gran Conejo.
Quitar la barrera haría que los problemas del SANTUARIO comenzaran a resolverse.

Pensando en eso, Subaru vio un pequeño rayo de esperanza surgiendo ante él, aliviándose un poco. Subaru había pensado en los numerosos problemas que atormentaban su mente, y ahora vio algo que parecía una ruta para alcanzar la respuesta.

『 Subaru: — 』

Permaneciendo en la entrada de la tumba, Subaru mantuvo su aliento mientras miraba a través del tenue y rocoso pasillo.
Si entraba y empezaba la prueba, quizás tendría que desafiar la realidad inalcanzable otra vez. Subaru nunca se acostumbraría a esas escenas, no importaba las veces que las viera.
Pero sabía que no le sería permitido ignorarlas u olvidarlas.

Y si no podía evitarlas, entonces debía enfrentarlas.

Subaru tomó una fuerte inhalación, mantuvo su aliento, y dio un paso adelante.
Caminando hacia la tumba, se determinó en desafiar la prueba por el bien de liberar el Sant—



『 Subaru: —¿¡!? 』

En cuanto puso un pie dentro, un sobresalto sacudió a Subaru como si de un puñetazo en el cráneo se tratara.
El dolor era como si agujas impactaran directamente en su cerebro, su pasos volviéndose inestables, luces difuminando su visión. La parte superior de su cuerpo se balanceaba lánguidamente al ser incapaz de mantener la postura, y se derrumbó en el suelo.
Una tremenda nausea surgía en su interior, un dolor sacudía su estómago, mientras atragantaba a Subaru con el ácido. Sin importar cuánto tosiera, no lograba que su cuerpo se sintiera mejor.

Alarma, alarma, alarma, las sirenas de alarma estaban sonando.

Con su cuerpo atrapado en la repetida discordia y desarmonía, Subaru jadeaba mientras se arrastraba hacia la salida de la tumba. E instintivamente sintió que, si él entraba de nuevo, esa atrocidad que atormentaba su cuerpo llegaría aún más lejos.

『 Subaru: Ghb, ghkk, haah, bahgh, uehgh. 』 

Desplomado fuera de la tumba, Subaru puso su mano en el césped mientras vomitaba una y otra vez.
En cuanto su cuerpo salió completamente de la tumba, la agonía que atormentaba a Subaru empezó a desvanecerse.
El dolor de cabeza, las náuseas, el entumecimiento en sus extremidades,… todo se deshacía. Subaru alzó su cabeza con los ojos llorosos.

『 Subaru: Aeu, uhg, ¿Qué fue, eso? 』

Mirando la entrada de la tumba, mientras se acercaba arrastrándose, un rechazo primordial se desvanecía desde dentro suyo.
Eso no era como un trauma a causa de temer los contenidos de las pruebas. —Él comprendió que se trataba de la tumba rechazándolo.

『 Subaru: ¿Qué, está… 』

Rechazándome”. Al darse cuenta de eso, inmediatamente Subaru descubrió lo que le había pasado.
Patrasche había sido herida cuando se adentró en la tumba para sacar a Subaru. Roswaal también fue herido cuando entró a la tumba a desafiar las pruebas. La tumba rechazaba las criaturas que no tenían las calificaciones para desafiar las pruebas. Suponiendo que ese efecto se había activado en Subaru…

『 Subaru: No debería ser… Digo, entonces eso… 』

Poniéndose de pie, Subaru desafíó la tumba con vacilación y determinación.
Pero el dolor de cabeza y las náuseas volvieron en cuanto se adentró. La aplastante dolencia impedía que Subaru ni si quiera pudiera mantenerse en pie, aplastándolo.

『 Subaru: Haah... haahh... hahh... 』

Dando un paso atrás, Subaru respiró irregularmente mientras se distanciaba de la entrada de la tumba. Ese último intento había forzado a Subaru a aceptar la verdad que ya había comprendido.

『 Subaru: Esa, perversa… 』

Lo que surgía en la mente de Subaru era la bruja de pelo blanco con el vestido de luto.
En su despedida, sin ninguna duda, ella le había preguntado esto a Subaru:

¿Elegirás tomar mi mano, o la de Satella?
Subaru se fue sin tomar su mano, sino la de Satella.

Si esa era su venganza por las acciones de Subaru, entonces eso era increíblemente—

『 Subaru: El rayo de esperanza que había encontrado... 』 

Y llegó al final del todo. Justo cuando creía que le había dado una pista por simple y llana buena voluntad, y, por lo tanto, haciéndole tener una imagen más benevolente de ella...

『 Echidna <—No se equivocan en lo más mínimo—> 』

Escuchando la traviesa voz de la bruja a la que no debería estar escuchando, Subaru miró al cielo nocturno.

『 Subaru: Revocar mis calificaciones… no dijiste nada sobre esto, ¡¡¡ECHIDNAAAAAAA!!! 』

—Natsuki Subaru había perdido las calificaciones para desafiar las pruebas para liberar el Santuario.