martes, 11 de julio de 2017

,

El evangelio de la joven chica


Traducción:
Pretinaverse

Corrección y edición:
Pretinaverse

※    ※    ※    ※    ※

Por todos los rincones de la habitación podía sentirse el asfixiante aroma de antiguos libros.
Ingresando a través de la puerta abierta, afligido por el olor y la vista frente a él, la boca de Subaru se abría y cerraba sin ningún sonido saliendo de ella, al mismo tiempo que se daba cuenta, medio segundo demasiado tarde, de que había entrado a una habitación muy distinta a la que él quería entrar—
—y que este retraso en notarlo había sido fatal.

『 Subaru: ¡¿La Biblioteca Prohibida!? 』

Había llegado al lugar que había sido incapaz de encontrar por mucho que buscara en toda la mansión. El inoportuno momento en que esto había ocurrido junto con las impredecibles oportunidades que esto conllevaba, crearon un vacío en el corazón de Subaru, alejándolo de los sucesos más allá de la puerta que se cerró de golpe justo atrás de él.

『 Subaru: ——¡! 』

Como si estuviera siendo empujado por un fuerte viento desde fuera, el cuerpo de Subaru fue succionado al interior de la Biblioteca. Y, al mismo tiempo, la puerta se cerró con fuerza enviando una pequeña brisa que le causó cosquillas en el cuello.
Dándose rápidamente la vuelta ante el violento sonido, confirmando que la habitación había sido separada del pasillo anterior, por fin entendió. La razón de que la Biblioteca Prohibida se abriera en frente de él justo aquí, y de que la puerta se cerrara sin poder abrirse más.

『 Subaru: ¡¡Á-ábrela!!——— 』

Intentando alcanzar el pomo de la puerta, volvió a ser consciente del estado de su brazo derecho, por lo que extendió el izquierdo también. Sus dedos cubiertos de sangre forcejeaban violentamente con el pomo, generando sonoros traqueteos en el aire, pero por mucho que lograra hacerlo girar, aun así, su voluntad no era transmitida hacia la puerta. El chirrido provocado por la inútil rotación del pomo solo servía para aumentar la agitación de Subaru.

『 Beatrice: ——Por mucho que sigas forcejeando con ese pomo, la puerta seguirá cerrada, sabes. 』

Una voz alcanzó los oídos de Subaru mientras este seguía luchando desesperadamente con la puerta. Girando su cuerpo y apoyando su espalda contra la misma puerta —vio a una chica en lo profundo de la Biblioteca, observándolo directamente con una fría e indiferente mirada.
Largos rizos color crema y un vestido de lo más extravagante. Un pequeño cuerpo con lindos rasgos, que, aun así, dejaban ver un cierto dejo de malhumor. No importaba por donde la mirara, era la misma chica que Subaru conocía.

『 Subaru: Beatrice… 』

『 Beatrice: Te ves bastante terrible, parece. Ensuciarás el piso de la Biblioteca, así que no te muevas demasiado… 』

『 Subaru: ¡Abre la puerta! ¡AHORA! ¡¡DÉJAME SALIR, AHORA!! 』

Viendo aquella mirada fría sobre sus heridas, Subaru gritó, ignorando completamente todo lo que Beatrice había dicho. Sin escuchar su petición de “no ensuciar el piso con su sangre”, Subaru agitó su destrozado y profusamente sangrante brazo derecho.

『 Subaru: ¡¿Por qué, por qué te muestras a estas alturas?! ¡¿Por qué?! ¡¿POR QUÉ AHORA?! ¡DÉJAME IR! ¡RÁPIDO! ¡AHORA! ¡DÉJAME REGRESAR AHORA! 』

『 Beatrice: ¿…Y qué se supone que vas a hacer una vez que regreses, parece? Incluso si vuelves a ese lugar, con esas horribles heridas, Betty no tiene ninguna idea de lo que podrías posiblemente hacer. 』

『 Subaru: ¡Sé mejor que nadie que soy incapaz de hacer nada! ¡¡Pero eso no importa!! 』

La razón de que quisiera volver no era para enfrentarse a Elsa, sino para entrar en la habitación en la cual quería estar, para ir al lado de aquella joven durmiendo, y—

『 Subaru: Si estoy en la Biblioteca, y el Cruce de Puertas ha desaparecido… entonces esa asesina va a… esa habitación… 』

Cuando se dé cuenta de que Subaru ha desaparecido, lo más probable es que esa lunática se encuentre a sí misma ladeando la cabeza. Pero antes de ponerse a buscar en la mansión por el desaparecido Subaru, primero se dará cuenta de la solitaria joven durmiendo adentro. Lo que aquella pervertida asesina hará una vez que la encuentre, indefensa en su sueño— no es necesario pensarlo dos veces para adivinarlo.

『 Subaru: ¡ES POR ESO QUE——! 』

『 Beatrice: Ya es demasiado tarde, sabes. 』

Subaru, que había comenzado a gritar con todas las fuerzas que le permitían sus pulmones, como si intentara sacudirse su acumulada ansiedad, fue inmediatamente detenido por el repentino y conciso susurro de Beatrice.
Viéndola descender la mirada negando con la cabeza, por un momento, Subaru se congeló. Su cerebro se retorcía intentando comprender el significado de aquellas palabras, hasta que sus pensamientos se detuvieron.

—¿Qué fue lo que ella acaba de decir?

『 Subaru: Demasiado tarde… ¿qué quieres… decir? 』

『 Beatrice: La razón por la cual quieres volver a esa habitación… hace rato que se fue, parece. 』

『 Subaru: ——— 』

Frente a la pregunta entrecortada de Subaru, Beatrice le dio aquella desanimada respuesta.
Su garganta se atragantó y sus ojos se abrieron hasta sus límites. Para cuando pudo darse cuenta ya se encontraba en el suelo sobre sus rodillas. Sus hombros caídos, su cabeza mirando al suelo, mientras que un horrible ruido hacía eco al interior de su cráneo.
Dolor, dolor, ese olvidado dolor revivido como un ruido que erosionaba la conciencia de Subaru. Sería bueno si todo pudiera ser ahogado por ese ruido y dejara de existir, honestamente pensó. No quería entender esas palabras. No quería darse cuenta de su significado. Sin embargo,

『 Beatrice: Tus heridas, déjame verlas, parece. Son tan miserables que no puedo soportarlas. 』

Caminando hacia Subaru, quien había colapsado en el suelo, Beatrice flexionó las rodillas y se fijó en las heridas de su brazo derecho, cintura izquierda y hombro derecho, al mismo tiempo que fruncía el ceño en reproche. Una tenue luz rodeó toda su mano, la que entonces presionó contra su severamente lastimado brazo derecho —reemplazando el calor y el dolor que sentía, algo así como una comezón comenzó a avanzar por todo su brazo y, con un sonido parecido al de una salpicadura de agua, los mismos cimientos de su carne se comenzaron a remendar.
El sangrado se detuvo y, lentamente, una membrana se expandió a través de su herida abierta en respuesta a la luz que la cubría, dando lugar al surgimiento de un sinnúmero de células en la zona lastimada, estimulando su capacidad regenerativa. A pesar de esto,

『 Beatrice: Tomará algo de tiempo antes de que alcance su ancho original y, en cuanto a tus dedos perdidos, esos no volverán, parece… Las heridas en tu cintura y tu hombro… 』

『 Subaru: …qué diablos crees que haces. 』

Una voz desprovista de toda emoción surgió de los labios de Subaru.
Mientras intentaba sanar sus heridas, Beatrice arrugó la frente levantando su palma, que emanaba energía curativa, en frente de los ojos de Subaru.

『 Beatrice: Esto me desagrada tanto como a ti, pero no tengo muchas opciones que digamos, así que estoy sanando tus heridas. Después de todo, Betty es la única persona en toda la mansión capaz de curar heridas tan extensas como estas, parece. Deberías estar agradeciéndome, sabes. 』

『 Subaru: ¿Curar… mis heridas…? ¿Para qué…? 』

『 Beatrice: Heridas de este tipo serían mortales si se dejaran sin tratar, parece. Y aunque personalmente me tiene sin cuidado que vivas o mueras, por lo menos preferiría que no murieras aquí. 』

Cerrando uno de sus ojos, mientras pensaba que las palabras de Subaru eran tan solo delirios causados por sus heridas, Beatrice le dio aquella fría respuesta mientras se preparaba para continuar sanándolo. Pero,

『 Subaru: ———gh 』

『 Beatrice: Ah 』

Sintiendo como las ondas curativas se llevaban consigo sus heridas, Subaru sacudió su brazo herido hacia un lado, provocando un pequeño sonido de sorpresa en Beatrice.
Forzando sus temblorosas rodillas, logró rodar de lado pintando una larga franja roja de sangre en el suelo de la Biblioteca Prohibida, mientras que se distanciaba a sí mismo de ella, manteniendo su terrible mirada fija en su rostro.

Respirando con dificultad, sus descuidados movimientos hicieron que los dardos alojados en su cintura se salieran de su sitio. Un agudo traqueteo se escuchó en el momento que aterrizaron en el suelo, seguido por el sonido de un líquido que caía, obviamente la sangre que brotaba de sus heridas. Corriendo a través de sus muslos y llegando hasta sus rodillas, fluía hasta el suelo como si de un río de sangre se tratara.
El aliento de Beatrice se detuvo ante aquella vista, mientras que Subaru apretaba los dientes.

『 Subaru: ¡No necesito que me sanes…! SI TE DA LO MISMO QUE VIVA O QUE MUERA… ¡¿ENTONCES POR QUÉ TE MOLESTAS EN SALVARME?! 』

『 Beatrice: Eso es porque… tus heridas son tan miserables, que no soporto verlas… 』

『 Subaru: Por qué… ¡¿Por qué yo?! Si tantas ganas tenías de salvar a alguien, ¡¿por qué no salvaste a Petra… o a Frederica?! Si hubiésemos tenido tu ayuda, incluso si no hubiésemos sido capaces de pelear, al menos podríamos haber escapado… ¡cualquier otra cosa habría sido mejor…! 』

Con la ayuda del Cruce de Puertas, aislándolos del resto del mundo, podrían haber sido capaces de permanecer fuera del alcance de la implacable persecución de Elsa. Usada del modo correcto, no habría ninguna otra habilidad capaz de superarla como método de escape. ¡Ya sea Petra, que no logró escapar a tiempo, o Frederica, que se quedó atrás haciendo tiempo para que escapara, o Rem, que continuaba dormida en su habitación—!

『 Subaru: ¡Podrías haberlas salvado…! Soy débil y estúpido… pero tú podrías haberlo hecho… así que ¿por qué no lo hiciste…? 』

『 Beatrice: ¿Por qué tendría Betty que hacerlo…? No hay ninguna razón por la que Betty tendría que ayudar a esas tres personas de las que hablas, parece. Ninguna razón que yo sepa. No son mi problema. 』

『 Subaru: ¡En ese caso…! ¡Tampoco tienes ninguna razón para salvarme, ¿verdad?! 』

Viendo a Beatrice negar de mala gana con la cabeza frente a sus súplicas, Subaru golpeó con fuerza el suelo usando su brazo derecho que todavía estaba en proceso de ser curado.

『 Subaru: ¡¿Por qué me ayudaste?! ¡¿Por qué me salvaste?! ¿Fue acaso solo un capricho? ¡¿Qué es lo que me hace tan diferente de todos los demás?! Rem siempre fue una buena chica, todavía quedaban muchas cosas que Frederica quería hacer… y Petra todavía era tan pequeña… ¡Todas ellas merecían mucho más ser salvadas que yo! ¡¿Es que sus vidas no tienen ningún significado…?! ¡¿Ningún valor?! 』

『 Beatrice: ¿Significado? ¿Valor? ¿Por qué Betty tendría que respetar pretenciosas invenciones como esas, parece? ¡Tu arrogancia va más allá de lo intolerable, humano! 』

『 Subaru: ¡¿Dónde mierda está la lógica de eso?! Hasta ahora te habías negado a verme por mucho que te buscara por todos lados, ¡y entonces eliges un momento crítico como este para aparecer como si nada! Si de verdad no encuentras ningún valor en mí o en esas chicas… ¡¡Entonces deberías haber seguido ocupándote de tus propios asuntos, manteniéndote encerrada en esta habitación!! 』

¿Por qué tenía que aparecer justo ahora, que ya era demasiado tarde?
De haber querido, podría haber permanecido oculta de manera que Elsa no la notara, pero una vez que ella se diera cuenta de lo que le ocurrió a Subaru, la existencia de Beatrice muy bien podría ser expuesta.
En ese caso, puede que incluso esta chica no sea capaz de escapar de sus cuchillas asesinas. Así que, ¿por qué se arriesgaría tanto dejando al semimuerto de Subaru entrar?
¿Por qué lo había salvado justo ahora, que había perdido toda su voluntad de vivir y lo único que quería era morir?

『 Subaru: No me interesa si estás haciendo esto solo por un capricho, pero… si de verdad quieres salvarme… si aunque sea tienes una pizca de ganas de ayudarme… entonces mátame… ahora… 』

『 Beatrice: ¿Qué… estás diciendo, parece? 』

『 Subaru: ¡AHORA! ¡MÁTAME! ¡MÁTAME AHORA!¡Antes de que todo quede escrito en piedra, antes de que todo esto se vuelva irreversible! ¡Mátame! ¡MÁTAME! ¡MÁTAME AHORA! 』

Escupiendo sangre mezclada con saliva, arrastrándose en el suelo con ambas, su mano mutilada y su mano izquierda restante, Subaru gritaba su ruego.
Antes de que su razón para vivir se perdiera para siempre, antes de que su lentitud lo llevara a un futuro irreparable.

Gritó pidiendo que su inútil, débil e incompetente existencia fuera erradicada de este mundo.

Pero Beatrice no aceptó ese ruego que cargaba su grito proveniente de su misma alma. Ella sacudió la cabeza y, con una expresión de confusión y disgusto emergiendo de su cara,

『 Beatrice: No los entiendo. No los entiendo para nada. No puedo entenderlos humanos, parece. ¿Por qué querrías…? ¿Por qué dirías algo como eso ahora, cuando todavía tienes tu vida intacta? 』

『 Subaru: ¡No me estás ayudando salvándome la vida! ¡Justo ahora, esta vida, no es más que pura agonía! No debería estar aquí, yo no debería estar aquí… si lo que dices es que no vas a ayudarme… 』

Si no podía depender de otros, entonces pondría fin a su miserable existencia el mismo—

Viendo el aliento de Subaru detenerse con su resolución, Beatrice dejó escapar un pequeño sonido,

『 Beatrice: Ah. 』

Y justo en el momento en que aquella voz entró por sus oídos, sin ningún titubeo, Subaru sacó la lengua de su boca y,

『 Subaru: ———¡! 』

Mordiendo con todas sus fuerzas, llevó a cabo aquel acto de suicidio.

Un terrible dolor. Un dolor de una magnitud completamente diferente que aquel de su brazo derecho. No importa la cantidad de veces que lo experimente, jamás podrá desarrollar tolerancia a esto. No importa el tipo de herida que sea, ni la parte del cuerpo que sea, seguirá tratándose de un terrible e insoportable dolor al que jamás podrá acostumbrarse. Independiente del dónde o el cuándo, cualquier dolor seguirá siendo el mismo en ese sentido.

Con sangre brotando de su boca, Subaru giró los ojos quedando completamente blancos, desmayándose en el lugar. Una vez en el suelo, sus ojos comenzaron a temblar mientras que sus extremidades se contraían en espasmos. Un dolor agonizante. Incapaz de respirar. Su lengua cortada se atascó en su garganta sofocándolo lentamente.

『 Beatrice: ——¡¿Qué estás haciendo?! 』

No era la clase de herida que provocaba una muerte inmediata. El agudo y pulsante dolor golpeaba su cerebro en oleadas. Sus extremidades se sacudían incontrolablemente mientras que numerosas lágrimas de sangre corrían por sus mejillas, evidenciando su insoportable agonía. La punta de su lengua semicortada colgaba del borde de sus labios demostrando la falta de resolución de Subaru de terminar con su propia vida en el último momento.

Desde que había llegado a este mundo paralelo, esta era la tercera vez que Subaru había elegido cometer suicidio.
La primera fue durante el bucle al interior de la mansión, cuando se suicidó con la resolución de recuperar aquello que era irrecuperable.
La segunda vez fue aquella al final de bucle que comenzó en la Capital, cuando se mató a sí mismo al descubrir que la existencia de Rem había sido eliminada de este mundo. Se clavó un cuchillo en la garganta, pero al final nada había cambiado.

Y la tercera vez era esta— a pesar de que no tenía ninguna garantía de que sería capaz de volver, simplemente no podía soportar la idea de vivir en este mundo. Era demasiado duro, una carga irrazonable. Y así, arriesgándolo todo en esta pequeña esperanza, para poder recuperar aquello que había perdido—

『 Beatrice: …no, no me dejes sola… 』

Una temblorosa voz de pronto le habló desde aquel mundo que se hacía cada vez más distante.
La voz se hacía cada vez más y más fuerte, hasta que desapareció completamente—

※    ※    ※    ※    ※

—Cuando despertó, la primera cosa que llegó a la nariz de Subaru, fue el aroma del polvo.

『 Subaru: ¿Huh…? 』

Esperando que su conciencia se pusiera al corriente, girando el cuello con sus ojos todavía cerrados, Subaru comprendió que había despertado.
Recostado de lado sobre el suelo, sintiendo la frialdad de la superficie bajo su cuerpo, no había necesidad de decir que el punto de guardado seguía siendo el interior de la tumba.

Entonces, levantando su cuerpo hasta quedar sentado, abrió los ojos y observó su oscuro entorno. Su visión, empañada por las lágrimas, todavía no era de ayuda justo después de despertar, por lo que era incapaz de discernir bien lo que estaba viendo.
Aun así, estaba aliviado de haber podido regresar de la muerte una vez más. Y ya que el lugar al que regresó era la tumba, eso significaba que el punto de guardado no había cambiado.

Al interior de la tumba, debía ser justo después de que Subaru superara la primera prueba. Emilia debía estar entonces inconsciente a su lado, por lo que debería empezar por despertarla.

『 Subaru: Mi cabeza… duele… 』

Masajeándose el espacio entre sus cejas, sacudiendo ligeramente la cabeza, la mente de Subaru trabajaba para poder organizar su actual situación.
Ya tenía bastantes cosas de que preocuparse sin contar el bucle anterior. Y todavía no había podido encontrar ni una sola solución. Incluso esa luz de esperanza que había podido vislumbrar, ahora parecía más una trampa de luz para polillas.
Parece que cada vez que logra cruzar un barranco, termina llegando a otro.

『 Subaru: Algo así como el regalo gratis que daba ese tipo sospechoso en Kenzan… 』(Ni idea… si alguien conoce la referencia es libre de escribirla en los comentarios)

“Mortal”, sería una forma apropiada de describirla.

El Santuario y las pruebas. Su relación con Garfiel. El ataque a la mansión. El inexplicable acortamiento de su período de gracia. Su venganza contra Elsa— y cómo salvar a Rem y a las demás.
Eran tantos problemas que su cerebro no daba abasto, aunque por lo menos estaba agradecido de que pudiera seguir preocupándose por ellos.
De otra manera, todo habría terminado ahí, y tampoco era como si no hubiese estado algo resignado ante una posibilidad como esa. Pero mientras haya logrado salir de esa situación, todavía tiene la oportunidad de salvarlo todo.

『 Subaru: Es doloroso tener que volver a pretender no saber nada enfrente de Emilia, pero— 』

Murmurando aquello, la visión borrosa de Subaru comenzó a esclarecer. Resoplando por la nariz para quitarse el polvo que se le había metido dentro, se preparó para buscar primero a Emilia.
Con ese pensamiento, puso su mano derecha sobre su frente como una visera, dándose al fin cuenta.

—A su mano derecha le faltaban tres de sus dedos.

『 Subaru: ¡¿N——?! ¡¿Aah?! 』

Viendo la herida que no debería estar ahí, las cicatrices que no debería por qué tener, la garganta de Subaru dejó salir un quejido en shock. Siendo golpeado por el hecho de que había sido demasiado optimista en su suposición, escaneó con sus temblorosos ojos los alrededores.

Suelo frío, paredes de piedra. El olor a moho. Todo eso le había hecho desear que el lugar en el que se encontraba fuera la tumba. Pero en realidad, lo que había enfrente de los ojos de Subaru, era la esquina de una biblioteca con libreros alineados completamente llenos de libros. Una habitación cubierta en su totalidad por el peculiar olor de la vitela que había tenido que soportar el paso del tiempo.

『 Subaru: La Biblioteca Prohibida… ¿Cómo…? 』

Inexplicablemente, su cuerpo físico continuaba estando en el lugar del que supuestamente se había despedido. Pensando lo peor, Subaru comenzó a revisar su cuerpo.
La peor de las situaciones sería— que, al momento de entrar en la Biblioteca Prohibida, el punto de guardado hubiese cambiado a ese.

Incapaz de contener sus temblores, Subaru miró el brazo derecho que tenía levantado a la altura de sus ojos. Tres dedos le faltaban y una tercera parte del ancho de su brazo se había perdido. Sin embargo, las heridas que tenía habían sido selladas y, la carne descolorida y desfigurada se encontraba en pleno proceso de regeneración.
Su cintura y hombro derecho, que habían sido perforados por dardos, no mostraban signos de haber sido heridos, y lo único que quedaba era una intermitente sensación de incomodidad en su piel.
Por lo menos, era imposible que este fuera el momento en que había entrado a la Biblioteca Prohibida, justo después de recibir sus heridas. Lo que significa que, por descarte, la única posibilidad que quedaba era,

『 Beatrice: —Por fin estás despierto, parece. 』

Para Subaru, quien parecía haber adivinado su situación, esa era la voz que menos quería escuchar.
Aquella actitud despreocupada, esa entonación como si estuviera aburrida de este mundo, obviamente preocupada, pero esforzándose enormemente en ocultarlo, una voz en soprano que en lo más profundo deseaba lograr conectarse profundamente con alguien.

Sin moverse de su posición en el suelo, Subaru giró la cabeza.
Incluso ahora, seguía teniendo la esperanza de que vería a la chica de cabello plateado detrás de él. Pero en cambio, destruyendo su fantasía, la que estaba allí era una niña, que llevaba puesto un vestido, sentada en una escalerilla de madera.
Con la misma apariencia que tenía, justo antes de que él perdiera la conciencia, se trataba de Beatrice, que miraba a Subaru mientras sostenía un libro entre sus manos.

『 Beatrice: Todo esto por tus estúpidas acciones. De verdad que tuve que esforzarme, sabes. Las heridas en tu brazo, hombro, cintura y lengua deberían estar completamente curadas ahora. No deberías sentir ningún malestar. 』

『 Subaru: ……… 』

『 Beatrice: ¿Te acabo de salvar la vida y no tienes nada que decir, parece? Bueno, espero que por lo menos hayas aprendido la lección y no vuelvas a hacer estupideces como esa… 』

『 Subaru: Tú… ¿Tienes alguna idea de lo que has hecho? 』

『 Beatrice: ¿Q…? 』

Habiendo dicho eso como si quisiera que le agradecieran, Beatrice se había acercado al silencioso Subaru. Pero en cambio, lo que escuchó fueron aquellas retorcidas palabras y, en el momento en que ella arrugó la frente,

『 Subaru: ———¡! 』

Subaru repentinamente se puso de pie y, con su mano izquierda sujetó a Beatrice de su extravagante vestido. 『 Ah 』 Su boca se abrió en sorpresa mientras era jalada hacia él, hasta quedar a centímetros de su cara,

『 Subaru: ¡¡¿QUIÉN MIERDA TE PIDIÓ QUE ME SALVARAS?!! 』

『 Beatrice: ———a 』

『 Subaru: ¡¿Te das cuenta de lo que has hecho?! ¡Por tu culpa todo ha sido para nada! ¡Todo, todo lo que podría haber arreglado ahora está en riesgo por culpa tuya! ¡¿Por qué simplemente no me dejaste morir?! Todavía estoy vivo, pero qué tiene eso de bueno… ¡¿QUÉ TIENE ESO DE BUENO?! ¡¿QUÉ?! 』

Después de haber actuado en contra de su propia vida, Subaru debería haber obtenido el derecho de empezar de nuevo. Pero la chica enfrente de él había logrado retenerlo aquí, por lo que su deseo no fue concedido. Y todo lo que le quedaba ahora a Subaru era una indescriptible sensación de pérdida y una infinita rabia dirigida hacia Beatrice.

『 Subaru: Salvándome por un capricho, sanando mis heridas… ¿estás satisfecha ahora? ¿Quieres que te agradezca? Ah, sí, ¡gracias! ¡Muchas gracias por salvarme la vida! A pesar de que todo lo demás se ha perdido, ¡POR LO MENOS ME SALVASTE LA VIDA! 』

『 Beatrice: B-Betty solo estaba… solo… 』

『 Subaru: Llegaste justo en el último momento para salvarme, así que ¡¿qué puedo hacer para agradecértelo como se debe?! Por supuesto, como siempre, lo único que haces es mirarme en menos con esa expresión despreocupada como si el mundo no te importara. Eres bastante buena en eso, ¿no? Eso te encanta, ¿no? Mirar en menos a las personas, burlándote de los inútiles seres humanos que—— a 』

Alcanzando los límites de su odio, su cara se contorsionó en una grotesca sonrisa, mientras que jalaba a Beatrice hacia él, soltándole todos estos insultos. Con su despiadado acto intentaba sepultar todo su abatimiento, decepción y pérdida. Y, sin embargo, sus palabras repentinamente se detuvieron—

『 Beatrice: ——kh 』

『 Subaru: Ah… 』

——En el momento en que vio enormes lágrimas caer de los ojos de la chica que tenía sujetada enfrente de él.
Viéndolas, la sangre que se le había subido a la cabeza instantáneamente descendió, y la vengativa fealdad que había dejado salir se convirtió en algo terrible que era incapaz de soportar.
Con el cesar de su despecho, los dedos que sujetaban el cuerpo de Beatrice se relajaron. Quedando repentinamente libre de su agarre, el cuerpo de la joven chica retrocedió hasta chocar contra el librero que tenía detrás, cayendo sobre sus rodillas.

Dándose cuenta de todo lo que había dicho, una poderosa nausea subió por su pecho, no pudiendo soportar más lo repulsivo que era su propio corazón.
Horrible, retorcido. ¿Qué diferencia tenía con alguien que va por ahí desahogándose a golpes con los demás? Para Beatrice, que no tenía ni idea de su “retorno por muerte”, lo único que intentaba hacer era curar sus heridas, que lo tenían al borde de la muerte. Y en vez de agradecer a la persona que le había salvado la vida, abusó verbalmente de ella sin ningún motivo.
Pero a pesar de que lógicamente lo entendía, sus emociones no lograban aceptarlo. Perdido entre ambos extremos de la razón y de sus emociones, intentó encontrar algo que decir mientras se acercaba a Beatrice en el suelo.

『 Subaru: No… L-lo siento. No quise decir eso… no fue… tu culpa… 』

Si la culpa no era de ella, indudablemente era la culpa de Subaru.
Sabiendo muy bien lo que podía pasar y sin hacer nada para protegerse de ello, caminó directamente hacia la guarida del tigre y se paró directamente sobre su cola. Una vez más, aquellos que estaban alrededor suyo pagaron el precio. Y ahora, culpando a todos los demás en vez de a él —había sobrepasado los límites del Orgullo.

Emocionalmente, quería culpar de todo a esta chica que no sabía nada. Y también estaban las emociones que tenía de ella escondiéndose de él todo este tiempo solo para mostrarse en el último momento.
Y, sin embargo, nada de eso podía justificar las palabras que había lanzado hacia esa chica.

『 Subaru: Lo siento. Mis heridas… Gracias por sanarme. Pero ahora debo… 』

Por lo menos, debía irse a un lugar alejado de ella, y elegir un lugar diferente para suicidarse.
Ya no había ninguna razón para Subaru de continuar en este mundo. Había perdido demasiado. Y Subaru no era lo suficientemente fuerte como para vivir en un mundo en el que había perdido más de lo que podía soportar perder.
Y así, con aquellas escuetas palabras de gratitud, Subaru alejó la mirada y se preparó para abandonar la Biblioteca Prohibida—

『 Subaru: ——— 』

—Justo en ese momento, notó un libro completamente cubierto de negro, justo al lado de Beatrice.

Una cubierta sin nada en ella. Relativamente grueso. Era del tamaño de un extenso diccionario y parecía lo suficientemente pesado como para ser difícil de levantar. En todo caso, había en él una especie de familiaridad que impedía que Subaru le quitara la vista de encima.

—¿Por qué aquí? ¿Por qué estaba esto aquí?

『 Subaru: El evangelio… se supone que se encuentra en el carruaje de dragón… no debería… estar aquí en la Biblioteca… 』

El evangelio del culto de la bruja, que una vez perteneció a Petelgeuse, fue arrebatado por él luego de que éste muriera, encontrándose actualmente en posesión de Subaru. Pero, habiendo decidido que no era algo que pudiera dejar en la Biblioteca, lo guardó consigo mientras tenía extrema precaución con las desconocidas funciones que podría tener ocultas.
¿Pero cómo podía estar aquí?
Sacudiendo la cabeza ante esta incomprensible situación, Subaru estiró su mano para tomar el evangelio que se encontraba tirado en el suelo. Quería revisar sus contenidos para despejar su desconcierto. Pero,

『 Beatrice: ——¡No! 』

Antes de que la mano de Subaru pudiera alcanzarlo, el evangelio le fue arrebatado de su lado.

Con su vestido completamente arrugado y un jadeo entrecortado, Beatrice abrazó el evangelio entre sus brazos alejándose de Subaru. Manteniendo la distancia entre ellos, mientras se aguantaba los sollozos, miró el evangelio que tenía entre sus brazos, suspirando de alivio mientras acariciaba con sus dedos la cubierta.
Viendo aquel gesto, como si estuviera acariciando algo apreciado, un mal presentimiento comenzó a surgir en el corazón de Subaru.

『 Subaru: ¿Por qué estás… tratando esa cosa como si fuera algo importante para ti? 』

『 Beatrice: ……… 』

『 Subaru: Ese es el libro que esos cultistas de la bruja llevaban consigo… ¿no es así? No lo es, ¿verdad? En realidad, solo se parecen, pero son dos cosas totalmente distintas, ¿verdad? Tan solo no querías que lo malinterpretara y por eso lo alejaste de mí, ¿cierto? Sí, sé que tengo el mal hábito de apresurarme a sacar conclusiones, y puedo ser bastante obstinado cuando algo se me mete a la cabeza, y yo sé que te dije cosas bastante feas y que mis ojos dan miedo y que mi personalidad es algo retorcida, pero… 』

『 Beatrice: ……… 』

『 Subaru: Hey—— ¿No lo es, verdad? 』

Mientras Subaru seguía parloteando, intentando crear excusas para ella, Beatrice solo se quedó ahí sin decir nada. Hasta que, al final, él no podía hacer nada más que rogarle para que lo negara.
Viéndolo de ese modo, Beatrice dejó salir un pequeño suspiro y levantó el libro en sus manos para que Subaru pudiera verlo.

『 Beatrice: Es exactamente lo que estás pensando… Este es un evangelio.  Como dijiste, es igual a los que tienen los del culto de la bruja. Una guía hacia la felicidad. Los cimientos de la vida. Y la única y singular verdad, parece. 』

『 Subaru: ¿P-Por qué… tienes algo como eso? ¿Es que acaso lo venden en algún lado? ¿Un accesorio de la suerte que te dice el futuro o algo por el estilo? ¿Algo así como esas guías de los juegos, pero de la vida real? O… ahh, vamos. 』

『 Beatrice: …a Betty… no se le ha dicho nada sobre responder a esa pregunta, parece. 』

Ante la temblorosa voz de Subaru, Beatrice dio un vistazo rápido entre aquellas hojas antes de darle esa cruel respuesta. Viendo los ojos de la chica centrándose en los contenidos de su libro, Subaru sintió un entumecimiento en su lengua,

『 Subaru: ¿No harás nada… a no ser que el libro te lo diga? 』

『 Beatrice: Esa pregunta no estaba escrita en el libro. 』

『 Subaru: ¿Y qué hay de haber curado mis heridas? ¿O lo de meterme en la Biblioteca Prohibida justo antes de perder la vida? 』

『 Beatrice: Esas preguntas no estaban en el libro, parece. 』

『 Subaru: ¿Y qué hay de hablar conmigo justo ahora? ¿Y lo de salvarme… a pesar de que estaba intentando morir? 』

『 Beatrice: ——No lo sé. 』

Descendiendo la mirada, Beatrice solo respondió con aquellas palabras libres de emociones.
Al verla como una muñeca, sin ninguna emoción en ella, los pulmones de Subaru convulsionaron del horror como si una luz se hubiese reflejado en sus ojos haciéndole olvidar por un instante respirar y, entonces, levantó la voz,

『 Subaru: ¡¿ESO QUIERE DECIR QUE NO PUEDES HACER NINGUNA COSA A NO SER QUE EL LIBRO TE LO DIGA?! 』

『 Beatrice: Así es, parece… Eso es. El todo del todo está de acuerdo a la guía del evangelio. Ese es el significado de la vida de Betty, y ese es el propósito por el cual Betty existe. 』

『 Subaru: Entonces… ¡¿haberme ayudado estaba escrito en ese libro también?! ¡Esa vez que me salvaste de morir por las mabestias del bosque! ¡O cuando me ayudaste en el momento que mi corazón se había roto! Nuestras bromas, nuestras discusiones, todo ese tiempo que perdimos haciendo el idiota… nada de eso fue intención tuya… ¡¿ES ESO LO QUE ME ESTÁS DICIENDO?! 』

『 Beatrice: Eso es… ¡¡TAL Y COMO HAS DICHO, PARECE!! 』

Superponiendo su voz ante las últimas palabras de Subaru, Beatrice gritó de regreso, con su cara enrojecida de la rabia. Dando un paso hacia adelante, apuntó un único dedo hacia Subaru,

『 Beatrice: Todo lo que Betty ha hecho, visto o dicho hasta ahora, está todo escrito aquí, parece. Tú… da lo mismo lo que hagas, jamás podrás afectar el corazón de Betty. Hace tiempo que me hecho a la idea, parece, humano. 』

『 Subaru: ——— 』

『 Beatrice: Betty hará lo que se espera de Betty, cumpliendo así el propósito de mi existencia. Esta vida, el tiempo que he vivido, todo lo que he sacrificado es por este simple objetivo… ¡¡Y NO PERMITIRÉ QUE TIPOS COMO TÚ LO RENIEGUEN……!! 』

『 Subaru: Bea…… 』

Las emociones surgieron de Beatrice como una represa rota. Y aunque hizo su mejor esfuerzo para decir algo en ese momento, fue silenciado por una abrupta y sobrecogedora presión que venía del frente.

Como la sensación de ser empujado por el viento, incapaz de resistir, Subaru se dio cuenta de que su cuerpo estaba siendo empujado hacia la puerta. —Y justo así, su cuerpo fue lanzado por los aires.

『 Subaru: Esp… ¡Beatrice! 』

『 Beatrice: ¡Todo lo de Betty pertenece a madre! ¡Y madre es todo lo que Betty necesita! Tú no me importas para nada… no me importas… 』

『 Subaru: ——— 』

『 Beatrice: No me importas. Te odio. Te odio. ——¡TE ODIO! 』

Sacudiendo la cabeza y ocultando las lágrimas que corrían por sus mejillas, la chica gritó a Subaru mientras éste era lanzado por los aires.
La puerta se abrió. El espacio de la Biblioteca Prohibida estaba expulsando a Subaru. Pero antes de pasar por la puerta, se agarró del marco con su mano derecha. Sin embargo, habiendo perdido tres de sus dedos, aquella mano no era suficiente. Solo su dedo meñique seguía afirmándose, pero tan solo con eso, lo único que ganó fueron unos segundos.
Levantando la mirada, Subaru intentó gritarle a la chica que lloraba——

『 Subaru: ¡Beatri—! 』

『 Beatrice: ………-sama 』

La voz de ella se desvanecía, y las palabras de Subaru no lograron alcanzarla.
Siendo lanzado afuera, expulsado, el espacio se distorsionó y el cuerpo de Subaru fue alejado de aquel lugar que no debería existir.

『 Beatrice: ——— 』

La puerta se cerró de golpe, la brisa del viento se detuvo con el sonido y el silencio descendió una vez más a la Biblioteca.
La chica que había quedado sola, con una expresión como si intentara tragarse sus sollozos, lentamente caminó hacia el fondo de la habitación—— Subiéndose sobre la usual escalerilla y sentándose sin hacer ningún ruido, abrazó sus rodillas y abrió el evangelio con sus temblorosos dedos. Entonces,

『 Beatrice: ¿Por qué… Betty no puede… nunca…? 』

Frente a esas páginas en blanco sin nada escrito en ellas, sus sollozos hacían eco rompiendo el silencio de esa habitación.