sábado, 26 de agosto de 2017

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Y entonces todos estaban—


Traducción:
Zack

Corrección y edición:
Baka Senpai
Pretinaverse

Como pueden ver, ¡Tenemos nuevo corrector! Siiiii... ejem, bueno, sí, con este capítulo se nos une el staff de baka senpai. Algunos ya los deben conocer de su grupo de facebook y de las traducciones que publican en la web de riko no fansub. Tienen varios extras de rezero traducidos además de otras cositas por ahí y, para los que no pueden esperar a saber lo que está ocurriendo actualmente con la novela en japón, resulta que los amigos de baka están traduciendo el arco 6 de rezero. Así que ya saben, aprovechen de visitarlos para descubrir lo que tienen para ofrecer.

※    ※    ※    ※    ※

—Lo que lo despertó fue agua goteando sobre su cara.

El constante ritmo de agua helada en sus mejillas tiró de su conciencia. Al mismo tiempo que despertaba, la aguda sensación de estar vivo lentamente se impregnaba a través del cuerpo de Subaru. Siendo más precisos, lo que se impregnaba a través de su cuerpo era dolor.

『 Subaru: …Dghaaugg. 』

Un dolor agonizante le dio la bienvenida mientras se despertaba. Recibir esta primera conmoción, hizo que le fuera imposible evadir continuamente los dolores sucesivos. Con su frente rasgada, su brazo derecho roto, y su espina dorsal chirriando. Pero lo que más destacaba de todo era,

『 Subaru: Esstto es, una mierda… 』

Dirigiendo su mirada al origen del dolor sobresaliente, Subaru descubrió una rama gruesa apuñalándolo en la región derecha de su clavícula, la cual goteaba sangre. Aunque Subaru aguantaba el dolor mientras trataba de quitárselo, este no cedía.
Aunque con esto dicho,  ya que afortunadamente la rama estaba rota, mientras Subaru la ignorara visualmente, esta rama no le impediría sus actividades.  

『 Subaru: Este complemento de vestir es demasiado vanguardista. 』

De alguna forma, consiguiendo levantar su cuerpo, Subaru se apoyó contra la piedra más cercana para tomar un respiro. Al mirar a su alrededor descubrió que se encontraba en la entrada de una cueva pequeña. El rocío de la mañana caía desde la parte superior de la cueva, al parecer eso fue lo que mojó su mejilla. —El rocío de la mañana.

『 Subaru: ¡¿De la mañana?! 』

Reconociendo el apático paso del tiempo, Subaru empezó a agonizar por el dolor de su cuerpo. La parte posterior de su ojo se había teñido de rojo, y tenía la sensación de pequeñas agujas perforando su cuerpo. Una lágrima apareció en su ojo mientras que sus pensamientos lentamente se ponían al día de lo que sucedió antes de que cayera inconsciente.
Recordando,

『 Subaru:—Au, 』

Subaru recordó la masacre sin sentido que trajo su propia existencia. Tímidamente miró hacia la luz del sol, derramándose a través de las brechas del bosque. Debajo de la luz, ¿qué clase de espectáculo esperaba más allá de la pendiente en la que Subaru había caído?

『 Subaru:—Nn, 』

Tragándose su aliento y siendo atormentado por el remordimiento de desear morir inmediatamente, Subaru se arrastró al ritmo de una oruga, apuntando hacia el otro extremo de la pendiente.
Sus movimientos estaban siendo restringidos debido a la rama que tenía empalada, avanzando con lentitud, pero a un ritmo constante.
Si fuera el Subaru del pasado, solo de imaginar la escena que le esperaba lo aterraría inmediatamente, y lo más probable es que huiría rehusándose a mirar. Pero, el Subaru del presente, no permitiría eso.

Tenía que presenciarlo hasta el final, tragárselo y hacer de eso su comida.
Ya que este era el deber de Natsuki Subaru, quien había fallado en morir en el tiempo que debía.

『 Subaru: Haa… haaa… 』

Subió la pendiente poco a poco, con solo la parte de arriba de su cuerpo enderezada. El sudor mojaba el corte encostrado de su frente y la sangre nuevamente comenzaba a brotar. Subaru rigurosamente limpió con su manga su rostro que continuamente se ensuciaba de sangre y barro mientras se arrastraba.
Pasando por un segmento de un carruaje en ruinas, desviándose alrededor de un árbol derrumbado, los dedos de Subaru  llegaron a su destino elevado— volviendo al lugar desde donde la devota Patrasche lo había lanzado.

『 Subaru:—— 』

Hubo un segundo de indecisión. 
Si levantaba la cabeza y estiraba su cuello para observar,  encararía una realidad inevitable. No sería capaz de esconderse en su mente imaginando que algún milagro había ocurrido y que la mayoría de los evacuados había logrado escapar.

『 Subaru: ¿Es que soy estúpido? …No, definitivamente soy estúpido. 』

La visión del único ojo de Subaru ciertamente presenció la muerte de Patrasche. Abandonando todo por su bien, incluso tenía el recuerdo del final de su leal dragona grabado en el interior de sus parpados. Hacer la vista gorda y pensar en ello como un mal sueño, escapando en una conveniente fantasía, sería un insulto para ella.

La flama de la tenacidad se posó en su corazón, Subaru reunió la voluntad que le quedaba y abrió los ojos. Se levantó, cruzando las gruesas ramas que bloqueaban su visión, y detrás del bosque, en la escena del desastre había—

『 Subaru: ¿—Uh? 』

Nada.

No había nada.

『 Subaru: ¿Uh….au, er?

Su cara se deformó al contemplar el sitio de la masacre. Los ojos de Subaru recorrían constantemente el área, como si no pudieran aceptar la escena delante de él.

Habían restos dispersos de carruajes y varios árboles volcados. Marcas de garras permanecían en la tierra, y la destrucción y los vestigios de la rebelión se dispersaban por toda la escena.

Pero el desenlace que probablemente hubiera roto el corazón de Subaru no estaba.
El desenlace de la masacre. Los cadáveres de los aldeanos quienes dieron su vida por Subaru para que escapara. El cadáver de su dragona, partido en dos.
No había ningún rastro de ellos.

Los vestigios de los carruajes y otros indicios, probaban que el conflicto con la bestia no había sido un sueño ni una ilusión. Solo el desenlace de la atrocidad era lo que faltaba.

Subaru usó un árbol cercano como apoyo para poder levantarse inestablemente. Afortunadamente, las heridas de sus piernas se limitaban a solo arañazos y moretones.  Parándose, Subaru mantuvo firme su brazo derecho con su brazo izquierdo para que no se lastimara con cada movimiento, y comenzó a mirar a sus alrededores. 

『 Subaru: ¿Por, qué? ¿Patrasche… todos….Otto? 』

Por supuesto que no quería ver sus cadáveres.
Honestamente, si todos hubieran sobrevivido entonces no habría nada más fantástico que eso. Pero el cuerpo de Subaru sabía más que nadie que algo como eso no se volvería realidad. Además, él ya había visto todas las vidas perdidas por las garras de la bestia antes de perder la conciencia.

Vio a ese delgado hombre esforzándose, que debido a eso fue aplastado sin haber infligido una sola herida. Vio a la mujer quien perdió su vida cuando los carruajes salieron volando, desplomándose. Vio al anciano rompiéndose como una ramita con el golpe de una patada, dejando un terrible cadáver.
Con cada recolección de las muertes, dolor y pesar se aferraban al corazón de Subaru. Pero no obstante, esas muertes que supuestamente había presenciado desaparecieron de este lugar.

『 Subaru: ¿Patrasche… Patrasche…? 』

Pensando en las vidas perdidas, Subaru débil y frenéticamente pronunció el nombre de su compañera.
Subaru definitivamente había oído y visto el instante en que fue partida en dos, y el gemido al morir de su compañera.
Por lo tanto, no albergaba esperanzas de que estuviera viva.
Pero el único que podía encontrar los restos de su alma, trasmitir palabras de culpa, y llorar por ella, era Subaru.

Caminó lentamente, con su resistencia agotándose. Su búsqueda era laboriosa y débil, pasando incluso dos horas explorando el área cercana.
Pero incluso después de haber gastado tanto tiempo, lo único que Subaru encontró en esta región fue,

『 Subaru: Equipaje mezclado con los restos, ropas rasgadas, y…. 』

Un sin número de charcos de sangre.
Respaldando la convicción de los eventos que había imaginado, disperso por ese sitio arruinado por las garras de la bestia, había una tremenda cantidad de sangre. El hedor de sangre probablemente inundaba la escena,  pero la sangre coagulada en la nariz de Subaru hacía que sus sentidos olfativos fueran inoperables, y que no pudiera olerla.

Ya había encontrado pruebas irrefutables, lo único que le faltaba era la pieza conclusiva, pero el hecho de que todo simplemente desapareciera dejaba demasiados misterios. 
Pero más importante, mientras buscaba en los alrededores, una pregunta apareció en la mente de Subaru. La cual era—

『 Subaru: ¿Por qué no me mataron? 』

A Subaru no le dieron el golpe de gracia—a pesar de que no fuera especialmente creíble que alguien tan herido como Subaru hubiera sobrevivido, no comprobar los cadáveres seguía siendo bastante negligente. Y eso que Garfiel supuestamente estaba apuntando por Subaru desde el principio.
La razón de que apuntara con sus garras a los aldeanos no estaba clara, pero tal vez era para enseñarle una lección a Subaru.

Pero si lo que quería era causarle desesperación, entonces Subaru no entendía por qué los cadáveres desaparecieron. 

『 Subaru: Aun hablando hipotéticamente, que se los llevara a otro lado… 』

Había cuarenta refugiados en total. Aunque todos fueran cadáveres, llevárselos a todos  se sentía irrealista. Patrasche y los otros dragones también podían añadirse a esa lista.

『 Subaru: Pero por otro lado… 』

No quería imaginárselo, pero tal vez estaban en la barriga de la bestia— pero una vez más, aparecía el mismo problema de la cantidad de cuerpos. Subaru podía entender lo de querer llevarse los cadáveres, pero no se le ocurrió ninguna idea de por qué Garfiel gastaría tanto esfuerzo en esconder los cadáveres de Subaru.
Y además de sospechar del tigre, también estaba el problema de por qué desapareció sin darle el golpe de gracia al lastimado Subaru.

Subaru abruptamente notó que estas condiciones eran bastante similares al despoblado Santuario.
Las condiciones que precedieron fueron diferentes de la última vez, pero los resultados tienen muchos puntos en común. La destrucción desparramada por el lugar como resultado del tigre furioso, sin ninguna relación con la desaparición de los evacuados y el tigre. Ignorando  el aspecto atrayente, la parte donde no había ni una sola persona a la vista era una similitud horrorífica.
Significando.

『 Subaru: El S-Santuario también, estaba en la misma condición la última vez… ¿Tal vez? 』 

Llegando a esta conclusión con el aliento enrabiado, Subaru otra vez utilizó todas su fuerzas para ponerse de pie.  Observando su propia posición y la dirección del camino, Subaru estimó la dirección del Santuario. 
—Esta es la mañana del sexto día.
La noche anterior era probablemente la fecha tope para la mansión. No tenía una prueba definitiva, pero asumiendo que el ataque de Elsa ocurrió, entonces una masacre ya tuvo lugar por allá.
Simultáneamente en el Santuario, algo ocurrió que detuvo al Garfiel convertido en tigre de darle el golpe de gracia a Subaru. Ese algo probablemente explicaría lo que causó la desaparición de todo rastro de existencia en este lugar. Pero la razón de que a Subaru no se le aplicara era aún un misterio.

Sólo pasó un segundo dudando de qué hacer a continuación.
Una oleada de calor recorrió su corazón. Este era su inseparable sentimiento de culpa y apego hacia los que se quedaron en la mansión probablemente atacada, y la chica que estaba durmiendo dentro de ella.
Apretando sus dientes, Subaru se quitó ese sentimiento, y empezó a dirigirse hacia el Santuario.

Lentamente, dando pasos flojos y confirmatorios, Subaru procedió hacia el Santuario.
Subaru tenía la intención de usar lo que le quedaba de vida para ver lo que le esperaba adelante— guardándolo para corresponder las vidas perdidas en su memoria, para poder redimirse. Pero lo más importante era encontrar la más mínima oportunidad para lograr prevalecer.

※ ※ ※ ※

—En el camino hacia el Santuario, Subaru pasó a través de lo que probablemente era el lugar de la pelea entre Ram y Garfiel.

Cortadas de cuchillas de viento permanecían en los troncos de los árboles, además de unas familiares y feroces marcas de garras que habían destrozado la tierra y varios peñascos. Subaru ocupó algo de tiempo mirando el área, pero, como era de esperar, el rostro de Ram— o más bien su cadáver, no estaba a la vista.

Asumiendo que fuera correcta  la especulación de que Garfiel era el tigre, el hecho de que Garfiel estuviera enamorado de Ram desde hace mucho tiempo... Si ese amor era realmente profundo, entonces Subaru creía ser capaz de imaginarlo.

『 Subaru: Al final todo terminó en una lucha a muerte, durante la cual se gritaban lo mucho que se amaban o algo por el estilo... vale, creo que he leído demasiadas novelas ligeras. 』

Ninguno se rendiría frente al otro, por lo que la situación terminó escalando a una lucha a muerte.
¿Cuánto amor o afecto entre ellos dos hubiera sido suficiente para poder contrarrestar eso? Si tal cosa de verdad iba a detener la violencia, entonces lo mejor hubiese sido que se detuvieran antes de empezar. En el instante en que la lucha comenzó, ya no había forma de detenerla.

『 Subaru: …Lo siento. 』

Aunque no podía verla, Subaru dirigió su disculpa hacia la persona que se sacrificó por él. 
Su pelea también fue sin propósito. Subaru interpretó sus sentimientos, mientras continuaba su camino hacia el Santuario. Al final de este camino, había algo necesario para este Subaru que tenía la intención de morir.

Mientras los remordimientos le carcomían, Subaru caminaba tenazmente hacia el Santuario. Este camino, el cual empezó a caminar antes de la tarde, era de una longitud que solo le tomaba unos diez minutos cruzar montando a Patrasche. Pero, para un Subaru desafiando sus heridas y continuando a paso de oruga, le tomó algo más de tiempo ya que estaba oscureciendo al llegar a la región cercana al Santuario.

『 Subaru: Medio día… fin…almente…. 』

Se las arregló para regresar.
A punto de colapsar en el terreno, Subaru no sentía ninguna pizca de logro. En su lugar, lo que hervía en su interior era el sentimiento de impotencia e ira que tenía contra sí mismo.
Pero lo que eclipsaba su odio a sí mismo, era un sucio, y reluciente,

『 Subaru: ¿Has vuelto aquí Garfiel? 』

Intentando calmar a su corazón con un “No pienses en eso, no pienses en eso”, un sentimiento de odio violento e ira se dirigía hacia ese pedazo rubio de mierda.

Habían tres grandes razones de por qué Subaru regresó al Santuario.
La primera razón fue porque quería determinar la verdadera naturaleza del fenómeno del Santuario vacío. Era un factor esencial para el futuro encontrar la causa de aquel hecho.
La segunda razón era confirmar que Emilia, quien se quedó en el Santuario, estaba a salvo. Si la despoblación ocurrió, entonces ella no sería la excepción.
La tercera razón— incomparable a las dos anteriores juntas—era debido al fuego furioso ardiendo en la profundidad del corazón de Subaru.

Quería machacar a ese jodido tigre.

Subaru dio un paso hacia el Santuario. Dos pilares cubiertos de musgo substituían la entrada. Cruzándolos y entrando al Santuario, Subaru respiró bajo y silenciosamente mientras miraba los alrededores.
El silencioso Santuario se encontraba, tal como Subaru esperaba, deshabitado. Incluso antes de llegar aquí, Subaru no había escuchado ni siquiera un insecto durante toda la caminata del bosque hasta acá.

No solo fueron los residentes del Santuario, es como si toda criatura viva en la región hubiera desaparecido, en este silencio.

Sintiendo incluso que su propia respiración emitía más ruido del necesario en este silencio, Subaru forzó dolorosamente su garganta al límite mientras buscaba con cautela. Tomando aliento, Subaru cojeó hacia las profundidades del Santuario—apuntando hacia el edifico en donde Emilia debería estar.

—En las horas antes del anochecer, Emilia gastaría su tiempo abrazando sus rodillas hasta el tiempo de la Prueba. Se hizo especialmente llamativo después del tercer día y, en este bucle, ella carecía del soporte de Subaru. Lo más probable era que el aislamiento y el pánico en su corazón debió haber sido peor que en los bucles anteriores.

『 Subaru: No está acá, huh… 』

Empujando la puerta y mirando el interior, Subaru miró el cuarto vacío.
Emilia estaba ausente, pero las sábanas de su despoblada cama estaban desordenadas, y una silla permanecía colapsada en el suelo. Subaru no podía decir si esto era el resultado de la resistencia contra lo que causó la despoblación, o si era una acción hecha por una Emilia arrinconada.
Pero, ciertamente en el camino, Subaru no encontró a nadie.

『 Subaru: ¿Debería ir al edificio de Roswaal? 』

Aceptando la ausencia de Emilia en este lugar, y considerando lo que debía hacer después, el corazón de Subaru estaba horriblemente calmado.
Era necesario que verificara todos los lugares posibles si quería asegurarse de no pasar por alto ninguna pista, pero una parte de Subaru ya se había resignado, y sabía que ir a ese lugar probablemente sería una pérdida de tiempo.

Justo como temía, en el  Santuario no había nadie. En el instante en que perdió a Emilia, el apego de Subaru ya no estaba en este lugar. La Emilia a la que él estaba apegado había desaparecido. Aún así, Subaru notó que, este hecho, hizo que su corazón apenas temblara.

¿Acaso había conseguido un corazón inquebrantable, tenaz y deslumbrante de hierro?

Nah, pensó, inmediatamente sacudiendo la cabeza.
El corazón de hierro que Subaru buscaba era diferente a su desolado estado emocional. Después de una ira excesiva, al final de la confusión, saliendo de su completa erosión, su corazón simplemente se había perforado.
No era inquebrantable. Solo estaba vacío.

—Estaba perdiendo la voluntad de vivir.

Y por supuesto que la estaba perdiendo.
Subaru no estaba viviendo porque quería. Simplemente falló en morir en el tiempo en que debía, y por ende, necesitaba aprovechar esta oportunidad antes de que pudiera morir.
En realidad, su atención se concentraba en su voluntad para morir, no para vivir.

Como podría vivir en un mundo como este.
Emilia no estaba aquí. Rem también se había ido. Patrasche había muerto. Ram y Petra probablemente estaban muertas también. Y el potencial de supervivencia de Otto ni siquiera se podía pensar.
No había nadie aquí. En este momento, sólo había una persona. El cerebro de Subaru era mediocre, su poder era mediocre, sus esfuerzos eran mediocres, sus deseos eran mediocres, y por esta razón no fue capaz de salvar a nadie. Aún así, esto era algo que solo Subaru podía hacer.

『 Subaru: Entonces….para…. 』

Recuperar todo. Completar todo. Llevar todo por la ruta correcta— esta era su responsabilidad.
Solo Subaru podía hacerlo. Y Subaru necesitaba hacerlo.

Los sacrificios hechos hasta ahora—dentro de él debían persistir.
Todo lo perdido hasta ahora— dentro de su mente debía morar.
Todas sus desdichas hasta ahora—debía utilizarlas.

Aprender de sus desdichas. Apilar sacrificios. Y, recuperar todo.

『 Subaru:—— 』

La parte superior de su cuerpo se balanceaba mientras Subaru abandonaba el edifico.
Su curso no era hacia la casa de descanso de Roswaal, sino a las profundidades del Santuario— hacia la tumba. La última vez en ese lugar, Subaru había sido lastimado y asesinado por ALGO. Y una vez más. Sus pies se dirigían hacia allá.

¿Por qué? Para ser asesinado, obviamente.

Si las condiciones eran idénticas a las de la última vez, Subaru debería morir de la misma manera. De todas formas, tenía la esperanza de poder evitar a lo menos un golpe fatal, por lo que, aún si el segundo golpe lo matase, mientras pudiera captar la identidad del oponente, entonces no le importaba morir.

Preparado para la Muerte, Subaru se acercaba gradualmente hacia su destino, paso a paso.
El sitio en el que su abdomen fue perforado por detrás— Subaru no recordaba el lugar exacto en el que dicha situación ocurrió, pero definitivamente fue afuera de la entrada de la tumba.

Al ver la corona de la tumba desde la distancia, el pulso de Subaru aumentó, sangre caliente y fría corría a través de sus venas. ¿Estaba caliente o frío? Incluso eso no lo sabía.

Su cuerpo estaba caliente, con sus extremidades entumecidas. Sus dedos se sentían rígidos como atascados con plomo, pero su cabeza estaba lo suficientemente fresca para ver objetivamente la situación.

Se estaba dirigiendo hacia su muerte, sabiendo que moriría. Un ser estúpido.
Apostando su vida para conseguir resultados— se suponía que era la promesa de su corazón—pero su expresión estaba muy lejos de mostrar resolución. Sus ojos eran débiles, se mordía los labios, y sus extremidades temblaban incontrolablemente.

Sus pretensiones comenzaban a desaparecer en el último momento y Subaru se aborrecía a sí mismo por mostrar tal debilidad. Pero, dejando de lado ese sentimiento, Subaru continuaba sin frenar.
Incluso si no podía cambiar su debilidad, su fragilidad, y su idiotez—quería tener el coraje para poder alejarse de ese ser, y poder convertirse en el ser que constantemente deseaba.

Intentando escapar de aquella retorcida ecuación de debilidad tras debilidad, de menos a menos, Subaru continuaba avanzando hacia la tumba, o mejor dicho hacia su propia muerte.
La tumba estaba cerca. Su pulso palpitaba con fuerza, el sonido de la sangre recorriendo por su cráneo era intensamente audible. El ácido de su estómago vacío quemaba su garganta. Sus piernas temblantes parecían a punto de derrumbarse en cualquier momento. Y la visión de su ojo izquierdo perdía claridad con su sudor.
Levantó el brazo, limpió su ojo, y siguió de nuevo hacia adelante. Y entonces, lo notó.

『 Subaru:—¿ah? 』

Justo cuando levantó su pie para proceder hacia la tumba, Subaru presenció el cambio frente a él.
Después de llegar sin haber escuchado ni siquiera el ruido de los insectos, siendo lo único que alcanzaba los oídos de Subaru el crujido de las hojas producido por el viento, de pronto, lo que interrumpió aquel silencioso paisaje fue un pequeño y agudo chillido.

Subaru inicialmente pensó que, lo que veía, era una minúscula y blanca bola de pelos soplada por el viento.
Pero aquella pelota se detuvo a varios pasos delante de Subaru, y empezó a temblar. Las cejas de Subaru se levantaron con perplejidad cuando observó que salían dos largas orejas de dicha bola de pelos.

『 Subaru: ¿Un…conejo? 』

Esta pequeña criaturita poseía dos largas orejas y un esponjoso pelaje blanco. Tenía dos característicos ojos rojos, y su boca tiritaba mientras que inquietamente miraba los alrededores. Entonces ladeó su pequeña cabeza al percatarse de Subaru y comenzó a gritar.
Un pequeño—pequeñito—conejo. Del mismo tamaño que el puño de Subaru, a simple vista más grande que un hámster. Pero siendo que sus orejas eran del mismo tamaño que su cuerpo, entonces, decir que cabía en la palma de la mano sería tal vez inexacto.

Ni pieles ni pelo de insectos, ni personas, ni dragones, ni nada por el estilo—y entonces aparece un conejo. 
Aunque, tal vez, sea una de las criaturas vivientes en el bosque, para Subaru, que no se ha encontrado con nada vivo en todo el camino, esta aparición era excesivamente extraña-

『 Subaru: ¿Por qué hay un conejo…? ¿E-es un conejo, verdad? 』

Un sinfín de preguntas emergieron, mientras que Subaru miraba desconcertado por todo alrededor, investigando si alguna otra criatura había aparecido en el Santuario. Sin ninguna intención en particular, Subaru se acercó al conejo para acariciar su pelaje—

Y en ese momento su mano izquierda fue cortada.


Sangre empezó a salir de la irregular y desgarbada herida, y venas empezaron a colgar de ahí. ¿Esas finas cosas blancas eran tendones o nervios? A pesar de todo la vista de una parte humana destruida era algo grotesco— y esos pensamientos fueron sus pocos segundos utilizados para escapar de la realidad.

Un dolor de otra dimensión perforaba el cerebro de Subaru mientras colapsaba en el suelo con agonía. La rama que atravesaba su clavícula se añadió al impacto—dolor. Dolor, dolor, dolor.

『 Subaru: ¿¡Gaaha!? ¡Aauh, aughhgaaa! ¡¡Ouuu, aghghhggaa!! 』

Su mente quedó en blanco.
Duele, era la emoción que le impregnaba por completo, duele, su cuerpo entero careciendo enteramente de medios para soportar dicha, duele, realidad. Por qué tenía, duele, que sufrir de esta manera, duele ¿de dónde vino el ataque? duele, ¿qué fue lo que ocurrió? duele ¿dónde se encontraba? duele ¿por qué le pasaba esto a él? duele ¿qué rayos había pasado? Por qué duele duele duele dueledueleduele—

Su muñeca izquierda expulsaba sangre mientras la arrastraba por el suelo, inconscientemente mordiendo la tierra, masticando la suciedad en un acto sin motivo aparente. El amargo y asfixiante suelo traía su mente de vuelta, investigando con su visión para comprender lo que había pasado, descubriendo a sus pies la blanca bola de pelos— su nevado pelaje bañado en sangre, con su boca trabajando diligentemente. Debajo de su negra nariz estaban sus abultadas y temblorosas mejillas. Subaru logró ver, saliendo de su boca, el dedo de su propia mano. 

Lo entendió. Entendió. Ya sabe lo que estaba pasando. Comido. Comido. Estaba siendo comido.

『 Subaru: ¡Ghohu… asfsgfaaAAaa! 』

Gritando como loco por el dolor y el entendimiento, Subaru se abalanzó contra el conejo. Su brazo derecho roto estaba inmóvil y su mano izquierda se encontraba ahora en el estómago del conejo. No había nada que él pudiera hacer, pero si por lo menos podía confirmar su verdadera naturaleza—

Su pantorrilla quemaba. Un raspado afilado atravesó su carne y huesos, haciendo que sus ojos quedaran bien abiertos, y que espuma empezara a brotar en la parte posterior de su garganta. Dejar su cabeza descansar y desmayarse habría sido lo mejor. Pero la feroz agonía parecía no querer liberarlo.

Derramando espuma sangrienta por los labios, Subaru empezó a convulsionar como pez en la tierra. Que sus oídos aún estuvieran funcionando era tanto un milagro como una cruel broma de Dios.

Pequeños sonidos de pasitos alcanzaban los tímpanos de Subaru.
Movimientos de saltos. Pequeños y ligeros cuerpecitos. El vasto número de chillidos no le daban ninguna urgencia de, suponiendo que pudiera verlos, tratar de contarlos a todos.
En este instante, él estaba honestamente feliz de que lo único que le funcionaran fueran sus orejas.

Saboreando la sensación de varios dientes mordiendo su cuerpo a la vez, Subaru ahora experimentaba el dolor de ser comido por más de cien criaturas simultáneamente.
Gritó. Poniéndose de espaldas con el rostro hacia al cielo y su garganta temblando. Una pequeña criatura borrosa aprovechó inmediatamente de invadir la boca abierta de Subaru. Arrancando su lengua, con dientes afilados perforando la parte posterior de su garganta, cavando a través del esófago hasta llegar a su estómago.
Internamente se encontró con otro invasor que se había abierto paso desde su recto, empezando a competir por sus órganos arrancados, convirtiendo a Natsuki Subaru en carne picada.

El agudo sentimiento de estar vivo, con criaturas vivientes dentro de él transformándolo en pedazos. El miedo ya se había ido. El dolor ya no se sentía más. No tenía ninguna pista de por qué su conciencia aun estaba aquí. Comido. Comido a pedazos. Los ojos comidos. Desaparecieron sus orejas. Sus órganos devorados completamente, actualmente con su cara siendo despellejada. Agujeros en su cráneo, su cerebro desvelado por los colmillos—

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