martes, 23 de septiembre de 2025

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Ram


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Girion
Carlos
Pretinaverse

Corrección y edición
Carlos
Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

――Ella recordó cómo todo ardía envuelto en llamas rojas y escarlatas.
 
Los días de decadencia, calma y estancamiento conocieron su abrupto final.
Ante esa violencia lunática, incluso el título de los demihumanos más fuertes, incluso la posición del jefe más temido de la aldea, incluso el amor ubicuo de los padres quienes protegían a sus hijos… todo eso careció de significado.
 
Fue lamentable que tardara tanto en notar la masacre desenfrenada.
――O quizás la ejecución del oponente era digna de elogio.
 
Eran detestados, rechazados y marginados por el mundo.
Por eso, acecharon en las sombras, borraron su presencia, silenciaron sus pasos y sabían técnicas para acercarse sin ser vistos.

Sería correcto decir que, al momento de la primera emboscada, la victoria y la derrota ya estaban decididas.
 
Hubo un tenue estancamiento en el maná atmosférico; pero, para cuando su cuerno sintió esa irregularidad, ya era demasiado tarde.
La población de la aldea fue reducida a la mitad desde el inicio, quedando unos pocos en condiciones de pelear. Para colmo, la mitad de los que quedaban intuían que algo iba mal, pero no se dieron cuenta de la urgencia de la situación, pensando que se trataba de algún tipo de error. En resumen: sus corazones habían sido corrompidos por la paz y la armonía.
 
Los del Clan Oni fueron conocidos alguna vez como los demihumanos más fuertes. Se dice que si hubieran participado en la Guerra Demihumana, habrían sido capaces de cambiar la situación del Reino de Lugnica――pero la realidad era que, incluso si ese «escenario ficticio» hubiese ocurrido en la historia, el Clan Oni nunca habría obtenido grandes resultados.
 
De todos modos, la mitad que fue abatida durante el primer asalto, a su vez fue reducida a la mitad debido a un subsecuente segundo asalto.
En ese momento, incendios se produjeron por toda la aldea, y cuando los lamentos de muerte resonaron en el cielo nocturno iluminado de un color escarlata, todos los onis de la aldea se dieron cuenta de que algo iba muy mal.
Sin embargo, llegado este punto, solo dos percibieron algo tan importante como la caída del Clan Oni…
 
『 ???: ¡――Ram! ¡Huye de aquí! ¡¡Lo único que importa es que vivas!! 』
 
Con sus alargados y gigantescos cuernos y todos los músculos de su cuerpo hinchados, el líder anciano gritó.
Blandiendo una espada larga que dominaba con maestría, el líder anciano saltó fuera de la habitación, expresando su deseo a Ram, mientras ella cortaba a sus oponentes usando viento. Aunque le dijo que se mantuviera con vida, no se debía a que se preocupara por Ram.
Sino porque el anciano era el que más creía, honesta y ciegamente, que Ram era el prometedor, deslumbrante y brillante futuro del Clan Oni.
 
La reencarnación de la antigua gloria del Clan Oni, el dios oni, quien dominaba durante la era de las brujas.
Ese era el rol que se esperaba de la prodigio de nombre Ram, y ciertamente había sido su deseo más ferviente como último patriarca del Clan Oni, que prácticamente había olvidado lo que era luchar.
 
『 Ram: ¡Ja! 』
 
Ella sintió la necesidad de reír secamente, ya que lo encontró ridículo.
Incluso en esta época, ¿acaso el deseo del oni que representaba a la aldea se refería a encomendar la realización de un sueño imposible de cara al futuro? Podía agrupar ágilmente a sus compañeros, intentar lanzar un contraataque al enemigo… las opciones que tenía a su disposición eran múltiples.
Sin embargo, Ram no pretendía ofrecer eso como consejo al patriarca.
 
No fue por lo que ocurrió esa noche, sino porque hacía mucho tiempo que Ram se había rendido con los de su raza.
 
『 Ram: Algo como la gloria de los onis… 』
 
Inútil. Inútil. Inútil.
Incluso el hecho de que la sangre más pura del Clan Oni corría por sus venas, le resultaba repulsivo.
Ciertamente, al desear fuerza su sangre hervía, el poder recorría todo su cuerpo, una sensación de omnipotencia, como si todo lo existente estuviera a su disposición, la tranquilizaba.
La verdad era que, si Ram hubiera crecido saludablemente hasta la adultez, entonces esa sensación de omnipotencia podría haberse vuelto genuina.
Sin embargo, Ram no deseaba eso.
 
Dentro de este mundo confinado, en lugar de alardear como la hija de un dios, Ram tenía un futuro que ella misma quería elegir.
Era algo que poseía mucho más valor en comparación a ser adorada como la reencarnación del dios oni o pasar el resto de su vida como un santuario para sus parientes consanguíneos, quienes se aferraban a una gloria sumida en la ruina.
 
――Vivir como la ■■ de ▒▒▒.
 
『 Ram: … 』
 
Centrando su atención en su frente, su cuerpo absorbió el resplandeciente y caluroso maná a través de su cuerno blanco.
Deseándolo con todas sus fuerzas, la percepción de Ram se amplió de manera significativa, tomando control de la visión de todos los seres vivos a su alrededor, permitiéndole comprender perfectamente los sucesos ocurridos en la aldea.
 
El número de enemigos era grande, y habían tomado posiciones para rodear la aldea, asegurándose de que escapar fuera improbable.
La comunicación inicial se había retrasado, los únicos que fueron capaces de oponerse apropiadamente fueron menos de la mitad, y ellos también habían perdido a tantos que los restantes podían contarse con los dedos de una mano, lo que indicaba el desgaste del espíritu del Clan Oni.
Una persona, el anciano, parecía estar luchando y esforzándose mucho, pero los enemigos que se habían reunido estaban muy bien entrenados――el anciano, al caer en desventaja, fue envuelto en abundante muerte.
 
『 Ram: ――▒▒▒. 』
 
Envolviendo su pequeño cuerpo con viento, Ram atravesó la aldea como si fuera un vendaval.
Lo que esos labios pronunciaron, hacían referencia a su única y querida ■■, a quien amaba hasta en el más leve pensamiento. No se trataba de Ram siendo insensible. Ella simplemente se estaba mentalizando.
Los padres de Ram estaban entre los primeros aldeanos que fueron asaltados, y ya no tenían esperanza alguna de ser salvados.
 
――Ella nunca odió a sus padres.
No obstante, ambos, para bien o para mal, nacieron en esta aldea; y, como miembros del Clan Oni, eligieron morir dentro de esta aldea, aceptando sin pensar demasiado, una muerte indulgente o eso creía ella.
Por lo tanto, que perdieran la vida esa noche era, en cierto modo, inevitable.
Sin embargo…
 
『 Ram: … Eso no significa que no serán vengados. 』
 
Una oscura silueta obstruía su paso. Era el enemigo, cubierto en su totalidad por una túnica.
En dirección a los subordinados que empuñaban y jugaban con sus dagas en forma de cruz, Ram lanzó un viento inquebrantable.
 
¿La subestimaron por ser una niña, o simplemente carecían de habilidad?
Sin poder esquivar las cuchillas de viento de Ram, las oscura siluetas fueron eliminadas una tras otra, provocando un aumento atroz en la cantidad de cadáveres. Aun así, Ram se cubrió de viento y continuó su masacre, como si bailara entre las llamas.
 
Si se pudiese comparar con algo, entonces sería similar a un baile glamuroso.
Pero, en realidad, con cada leve movimiento de su brazo, Ram los despojaba de sus vidas… y, cada vez que hacía desaparecer a todo aquello que tuviera forma, una oscura alegría gritaba de júbilo en su joven mente.
 
Sigue matando, gritó con vehemencia.
Su yo interior le instaba a arrebatar sangre, carne, huesos, almas y vidas.
Aquella noche no fue la primera vez que oía esa petición.
 
――Desde hacía mucho tiempo… desde el momento en que nació, esta voz intentaba seducirla en cada oportunidad que se presentara.
 
Buscaba el despertar de su verdadero yo, aconsejándole confiar su vida a su sangre, su carne, sus huesos y su alma.
Le instaba a matar a muchos más, de destruir mucho más.
 
Ram no podía comprender qué era lo maravilloso de todo esto.
Ni el anciano, ni sus padres… nadie podía comprenderlo. Ni siquiera Ram se sentía dispuesta a comunicárselo a quienes le exigían a Ram adoptar un rol que se alejaba de ser ella misma.
 
Parecía como si estuviera siendo controlada por su cuerno.
De no haber tenido un carácter fuerte, su joven mente habría sido fácilmente engullida, demolida, y en ese preciso momento, seguramente se habría convertido en la reencarnación del dios oni, conforme a los deseos de quienes la rodeaban.
Sin embargo, ella no se convirtió en eso. Y la razón era…
 
『 ▒▒▒: ¡¡――■-chan!! 』
 
Llamada por una voz aguda, Ram se volteó y allí vio a ▒▒▒, iluminada por las llamas.
En ese instante, un viento repentino dispersó a la molesta multitud de siluetas oscuras, volviéndolos pedazos de un solo ataque.
Y, apresurándose, Ram se dirigió hacia su ■■.
 
『 Ram: ▒▒▒… 』
 
Con la mirada impregnada de miedo y sin fuerza en las piernas, ▒▒▒ se había desplomado en ese sitio.
Extendiendo su mano a su querida ■■, Ram le ayudó a levantarse. Ram debía sobrevivir, tal como deseaba el anciano,. Sin embargo, no lo haría sola, sino con ▒▒▒.
 
――Fue en ese instante.
 
Tras asegurarse de que ▒▒▒ estaba a salvo, por un momento, Ram bajó la guardia.
Para cuando se percató de las presencias, ya había sido rodeada; era una situación difícil incluso para abrir una vía de escape. Sería posible si estuviera sola. Sin embargo, si solo ella sobreviviera, entonces eso se sentiría igual que morir.
 
No tenía más remedio que superar la situación, sin importar lo que ocurriera.
Con ese objetivo, ella desataría todos los grilletes que sellaban su poder, e impulsaría un viento enfurecido hacia el enemigo…
 
『 Ram: … 』
 
Ese debió ser un intervalo dentro de su corazón, provocado por la sensación de omnipotencia que ella aborrecía.
Una silueta negra se deslizó entre las cuchillas de viento; y, emitiendo un único destello, golpeó tenazmente su frente. Y entonces, su visión se volvió borrosa.
 
Inclinándose hacia atrás debido al enorme impacto, Ram observó mientras sentía una insoportable sensación de pérdida.
Un cuerno blanco salió volando, girando y girando sin parar hacia la noche escarlata iluminada por las llamas que reducían la aldea a nada más que cenizas.
 
Comprendiendo que ese era su propio cuerno, su delgada garganta dejó escapar un alarido, engendrado por la agonía y la sensación de pérdida.
Mientras gritaba, sin embargo, Ram se percató de otra cosa.
 
Esa voz que continuamente carcomía a Ram desde su nacimiento… se había vuelto inaudible.
«Ah, así que era algo tan simple» pensó, riéndose de su propia estupidez.
 
Mientras observaba cómo el cuerno dibujaba una trayectoria parabólica en la noche escarlata…
 
 
Ah, finalmente se rompió.
 
 
Eso fue lo que cruzó su mente. 

 


△▼△▼△▼△
 
――Con devoción y fervor, la dragona de tierra color azabache huyó del campo de visión que compartía con ella a través de la clarividencia.
 
A sus espaldas iba la joven que se suponía debía ser la mitad más preciada de Ram.
Un ala perdida, un vacío que dejaba tras de sí nada más que una punzante sensación de carencia, imposible de recordar―
 
『 Ram: … Rem. 』
 
Comprendiendo el significado de esto, el corazón de Ram se estremeció de rabia.
Aunque era exasperante de admitir, Ram había logrado recuperar parte de la fuerza que tuvo en sus días de gloria debido a la cooperación de Subaru, y ese potencial había abrumado al arzobispo del pecado de la glotonería, Ray Batenkaitos, acorralándolo lentamente hasta ponerlo en desventaja.
La propia Ram podía confirmar que, si se trataba de simplemente matarlo, ella había tenido un sinfín de oportunidades para hacerlo.
 
No obstante, la fastidiosa autoridad que poseía ―el poder y la capacidad de devorar los recuerdos y el nombre de los demás― hizo dudar a Ram acerca de arrebatarle imprudentemente la vida a ese pecador.
No había decidido eso por bondad, sino por necesidad. Pero, como consecuencia de ello, la situación actual era la siguiente: Batenkaitos usó libremente su autoridad y escapó, delante de las narices de Ram, poniéndose a salvo y aprovechando para dirigirse a capturar a Rem, la otra mitad de Ram.
Su objetivo era obvio――porque estaba convencido de que no podría obtener la victoria si luchaba contra Ram de forma honrada.
 
Al darse cuenta de su desventaja luchando cara a cara, se había retirado, alterando su curso de acción.
Los arzobispos del pecado no eran nada parecidos a guerreros. Eran seres que actuaban avariciosamente, con el único propósito de cumplir sus propios deseos, sin importarles el camino que debían seguir para alcanzar la victoria.
 
Así pues, planeó su venganza contra Ram, quien le había hecho saborear la humillación, usando los recuerdos de Rem que habían sido robados para agotar el límite de tiempo que tenía Ram por carecer de cuerno.
Irritantemente, esa estrategia era la solución más óptima.
 
Si lograra capturar a Rem, podría incapacitar a Ram con facilidad.
Y, aunque no lograra eso, al menos ganaría más tiempo, haciendo que la capacidad de combate de Ram sufriera una pérdida inmensa. Con el correr del tiempo, sus posibilidades de victoria disminuían.
Y por eso…
 
『 Ram: Hay que alcanzar a Patrasche lo antes posible. 』
 
Afortunadamente, Patrasche, a quien se le había confiado a Rem, era una dragona de tierra tan inteligente que se podría decir que, de entre todos los que había dentro de la torre, sólo Julius era más confiable que ella.
Subaru y Beatrice tenían sus debilidades; y Echidna, junto a Meili, tenían demasiadas cualidades desconocidas para ellos. Aquellos como Emilia, que daban aires de ser poco fiables, eran inaceptables.
 
Y aunque era complicado, Batenkaitos evidentemente estaba atormentando a Patrasche.
A pesar de ser capaz de atraparla en un instante con solo pensarlo, Batenkaitos intencionalmente disminuyó su arremetida, creando un intervalo en su persecución, y había estado disfrutando de una caza que agotaba a su presa.
Todo con el fin de compartir su campo visual y grabar a fuego este espectáculo en la memoria de Ram.
 
Ya no podía permitir que él siguiera haciendo lo que quisiera a su antojo…
 
『 Ram: … Ah. 』
 
Justo cuando se envolvía en viento para lanzarse a correr, su visión, apuntando hacia el piso por encima de la escalera de caracol, se ofuscó y, por un instante, su clarividencia se deshizo. Mientras veía el campo visual de Batenkaitos en su ojo derecho y mantenía su propia visión en el ojo izquierdo, el panorama se volvió aún más borroso.
Eso no fue todo. El cansancio que no podía sentir hasta ahora, el dolor y la angustia como si sus órganos estuvieran siendo revueltos por una mano invisible, se cernieron sobre Ram.
 
Ese fue, sin duda alguna, el efecto de la fatiga que Ram sentía normalmente.
Subaru había presumido de que se haría cargo gracias a algún tipo de autoridad, asumiría la carga destinada a devorar eternamente a la «sin cuerno»… pero eso repercutió en Ram.
 
Lo que se le vino a la mente fue la posibilidad de que Subaru hubiera muerto en vano y de forma estúpida.
Sin embargo, Ram pudo deducir que ese no era el caso debido a la ligereza de la carga repercutiendo sobre ella. Aunque solo fuera por pocos minutos, teniendo en cuenta el poder que usó, su carga no sería tan pequeña.
Se suponía que la repercusión sería tal que no habría sido extraño que literalmente vomitara sangre y se tambaleara de agonía.
 
El hecho de que eso no hubiera ocurrido implicaba que, aunque se hubiera presentado una circunstancia inesperada, Subaru no se había retirado por completo del frente de batalla.
De lo contrario, la situación sería completamente diferente.
 
Quizá a alguien le ha ocurrido una desgracia y Subaru se vio obligado a soportar un mal estado físico peor que el de Ram.
 
『 Ram: Beatrice-sama o Meili, o el caballero Julius… 』
 
Sus pensamientos se desviaron en esa dirección, pero ahora no tenía sentido intentar obtener respuesta a ello.
Ahora, lo vital era que se había vuelto difícil para Ram manifestar un poder similar al que tuvo antes y con el que había tenido éxito sobrepasando a Batenkaitos. ――En cuanto a sus grilletes, solo tenía uno liberado.
Si se forzara, sería posible para ella liberar el segundo, aunque no podría durar más de unos pocos segundos.
 
Por eso, en esta crítica situación, ¿sería siquiera capaz de vencer a Ray Batenkaitos?
 
『 Ram: ¿Por qué te desanimas? ――La única manera de ganar es seguir el plan. 』
 
Incluso mientras pronunciaba esas palabras, la posibilidad de que su bando alcanzara la victoria se reducía poco a poco.
 
Ram, una vez más, afirmó el paso sobre el peldaño en el que casi resbalaba y continuó subiendo la escalera de caracol.
 
――Sintiendo un vacío doloroso en sus recuerdos, tuvo la impresión de que, en el pasado, también había corrido, con la respiración entrecortada, para acudir junto a su hermana menor.
 
 
△▼△▼△▼△
 
 
『 ???: ――ϠϠ. 』
 
『 ???: ¡Jajaa! ¡Es realmente genial! ¡Sí que te estás esforzando, a pesar de ser una mera dragona de tierra, e~h! 』
 
Mientras continuaba lacerando sus escamas con las dagas que lanzaba, elogió a la dragona de tierra color azabache que correteaba por el estrecho pasillo.
Los cortes estaban produciendo heridas tan profundas que, quien las viera, también sentiría dolor; sin embargo, la dragona de tierra huyó sabiamente, decidida a mantener aquello que le permitía no perder.
 
La Protección Divina de la Evasión del Viento era un rasgo perteneciente a todas las especies de dragones de tierra.
Mientras un dragón de tierra siguiera corriendo, una gran parte de los infortunios por factores externos como el viento o el terreno quedaban anulados, priorizando la acción de «correr» con la finalidad de alcanzar un objetivo.
Su Protección Divina también abarcaba el carruaje sujeto al dragón de tierra, o a su jinete.
En otras palabras, la razón por la que la Bella Durmiente, que estaba inconsciente, atada y sujeta a su silla de montar, no había salido volando aún, se debía en gran parte a la influencia de la Protección Divina de la Evasión del Viento.
Sin ello, la Bella Durmiente seguramente ya habría caído en las garras de Batenkaitos.
 
『 Ray: ¡Increíble, increíble; valiente, valiente―! A pesar de todos los obstáculos puestos en tu camino, aún conservas el valor de no parar y seguir en pie. Bueno, si te detienes, la Protección Divina de la Evasión del Viento se anulará ¡y nosotros entendemos por qué estás tan desesperada, e~h! 』
 
『 Patrasche: ――ϠϠ. 』
 
『 Ray: ¿Acaso no son encantadores los dragones de tierra? Incansables y fieles a sus amos. ¡De haber sido una humana, seguramente habrías sido un plato exquisito para nosotros, el Paladar exquisito! ¡Pero, pero pero, peroperoperoperoperoperopero! ¡Aunque sea lamentable, nuestro estómago no puede llenarse con un simple dragón de tierra―! 』
 
Tenían voluntad, alma, recuerdos y nombre.
Aun así, la autoridad de Glotonería no podía comer «aquello» que no perteneciera a un humano.
Por lo tanto, Batenkaitos no podía admirar ni apreciar a la dragona de tierra ―que se enfrentaba directamente a un enemigo difícil de combatir con tanta desesperación y seriedad― en persona mediante su método favorito.
 
A pesar de que se le hacía agua la boca por lo delicioso que se veía, no podía comerlo.
Era como si un plato de comida hubiera sido recreado hiperrealistamente con plástico. ――Los platillos de sampuru no eran comestibles.
 
『 Ray: ¡Ahh, eso es, eso es! ¡Es exactamente eso! ¡Cuando el estómago se siente tan, tan, tan, tan, tan hambriento pero no se puede hacer nada para saciarlo―! Algo como el dibujo de un platillo delicioso es como matar perdonando la vida. ¡¿No es esto a lo que llaman maltrato infantil―?! 』
 
Mientras continuaba persiguiendo a la dragona de tierra, escupió un cúmulo de sangre que taponaba su nariz.
En la batalla anterior, su cara había sufrido daños, y su globo ocular izquierdo se estaba desprendiendo, como si el fondo del ojo se hubiera reventado. Sus colmillos habían sido partidos, su lengua se había desgarrado y sangre caía incesantemente por su mandíbula, pero nada de eso importaba.
 
――Considerando que Ram estaba observando este espectáculo, su corazón palpitó con fuerza.
 
『 Ray: Nee-sama es… 』
 
Pura, noble, perfecta, impoluta y sin imperfecciones.
Eso era lo que los recuerdos dormidos dentro de Batenkaitos imploraban, y también era su apreciación personal después de casi haber sido asesinado, incapaz de oponer resistencia alguna.
Contra una Ram tan seria, Batenkaitos no tendría ninguna oportunidad… de hecho, quizá ningún arzobispo del pecado tendría oportunidad; serían fácilmente asesinados con un simple movimiento del dedo de Ram.
Tal vez Regulus hubiera podido dar pelea debido a la naturaleza absoluta de su autoridad, pero…
 
『 Ray: Bueno, es imposible que ese idiota fuera capaz de matar a nee-sama, e~h. Y como mucho, si ella no pudiera matarlo, entonces habría acabado con él simplemente arrojándolo por la Gran Cascada o algo así. 』
 
Aunque no puedas matar algo o alguien, había muchas maneras de confinar.
Precisamente como la Bruja de la Envidia, a la que ni siquiera los Tres Grandes Héroes pudieron matar, y por ello sigue sellada en la actualidad en el templo de la Piedra Selladora.
En otras palabras, sin importar qué…
 
『 Ray: ¡Para ofrecer hospitalidad a la extraordinaria y perfecta nee-sama, debemos hacer los preparativos adecuados; porque no hacerlo sería muy grosero, e~h! 』
 
Dilatando su inestable ojo izquierdo, Batenkaitos esbozó una melancólica sonrisa empapada de sangre.
Aunque la velocidad de la dragona de tierra era considerable, era inútil en interiores. Sobre todo porque Batenkaitos era capaz de desplazarse a través del espacio mediante un método de navegación haciendo un uso práctico de los recuerdos a lo largo del tiempo, incluso anulando completamente la distancia creada entre ambos.
 
『 Ray: Como la hermana menor de nee-sama, debemos crecer sin vergüenza alguna. 』
 
Con un creciente sentido de propósito asentado en su pecho, Batenkaitos arrastró los recuerdos a lo más profundo de su ser.
La autoridad de Glotonería, en sus distintas formas, contaba con una habilidad llamada Eclipse, pero su uso era extraordinariamente complicado. Tenía dos variantes: Eclipse Solar y Eclipse Lunar.
 
Eclipse Lunar era un fenómeno en el que la luna parecía ser devorada――Consistía en sacar los recuerdos de los oponentes devorados, recreándolos en el propio cuerpo físico de Batenkaitos.
Normalmente, Batenkaitos exploraba múltiples recuerdos, combinándolos y utilizándolos de manera práctica, como una síntesis refinada, siendo ésta la verdadera ventaja de Eclipse Lunar.
 
Por otro lado, Eclipse Solar es un fenómeno donde el sol parecía ser devorado――Era una técnica con la que, no solo se usaban los recuerdos de los oponentes devorados, sino que también su propia existencia era usada para protegerse, utilizándolos según sus características originales.
Naturalmente, los cuerpos originales de los dueños de las técnicas otorgaban mayor poder, al tener un mejor dominio sobre esas técnicas.
Sin embargo, al transformar su cuerpo físico en el de otro individuo, existía el temor de sufrir la poderosa influencia de la mente de ese individuo, con la posibilidad de repercutir a gran escala en el futuro. Por lo tanto, a menos que estuvieran en un aprieto, Batenkaitos o Alphard no hacían uso extenso de esto.
 
Lo que Ray Batenkaitos y Roy Alphard entrenaron principalmente fue Eclipse Lunar.
Lo que Ruy Arneb entrenó principalmente fue Eclipse Solar――era un último recurso que Ruy podía utilizar con entusiasmo, ya que ella no poseía un cuerpo físico propio ni una identidad firme.
 
No obstante, habiendo sido casi asesinado en su lucha contra Ram, en el momento en el que reconstruyó al Saltador, de nombre Dorkell, con el fin de sobrevivir, Batenkaitos salió del cascarón.
Al adquirir el control de Eclipse Solar, que no había utilizado hasta ahora debido al temor de perderse a sí mismo, él había descubierto una forma de mantener firmemente su ser.
Ahora podía, con perfección y sin desperdicio, disfrutar mejor que nunca del plato principal llamado «vida» de cada individuo devorado.
 
『 Ray: Madurar en medio de la batalla es algo que originalmente nunca le hubiera ocurrido a un viejo senil como yo, sí. ¡Jaja―! ¡Esto sí que es una obra maestra! ¿No es así, nee-sama? 』
 
Gracias a haber establecido una personalidad tenaz, él se sintió completamente renovado.
Quería mostrar adecuadamente este estado de despertar en el que se hallaba a la maravillosa nee-sama. Con ese propósito, optaría por un método que impulsara su odio aún más.
 
El olor de la furia, el sabor de la furia, la textura de la furia, un plato completo de furia.
Si no se saciaba por completo de todo lo que podría experimentar a través de alguien amado con toda su fuerza, ¿qué tipo de Paladar exquisito sería?
Y por eso, a su «yo» en la cima de la espalda de la dragona de tierra frente a sus ojos, él…
 
『 Ray: Ahora que lo pienso, esto es algo que nunca antes se ha hecho, inesperadamente. Matarse a uno mismo, me pregunto si esto también llevaría al descubrimiento de un nuevo sentido de valores, ¿sabes? 』
 
『 Patrasche: ――ϠϠ. 』
 
Y, justo cuando parpadeó, el mundo cambió debido al salto espacial de corta distancia.
La dragona de tierra, lanzando un alarido desde las profundidades de su garganta, quedó atónita ante la llegada de Batenkaitos, quién se suponía que estaba detrás de ella, e intentó dejarlo atrás sin detener sus piernas.
Valiente, realmente valiente. Sin embargo, la valentía no servía más que para añadir sabor a las tragedias futuras.
 
『 Ray: ――Palma del Rey del Puño. 』
 
La palmada golpeó fuertemente el flanco de la dragona de tierra.
Normalmente, el golpe lo habría lanzado el pequeño cuerpo de Batenkaitos, pero no fue así para Batenkaitos, que había despertado al presenciar el abismo de la muerte y había adquirido una fuerza novedosa al salir del cascarón.
El cuerpo original de Neiji Lockhart hizo un impacto que perforó y penetró a través del torso de la dragona de tierra.
La Palma del Rey del Puño había vencido incluso a enormes cuerpos con armadura completa en innumerables combates a muerte en la Isla Gladiador.
Con su potencia, la dragona de tierra dio una voz que sugería fatalidad y chocó con vehemencia contra la pared del pasillo. Sin embargo, la dragona de tierra continuó protegiendo a la joven que estaba sobre ella, del puño, de la pared, del suelo y también de su propio cuerpo.
Atrapó con ternura el cuerpo de la joven que caía en picado con su cola extendida y la dejó caer suavemente en el suelo del pasillo.
Aunque fuera hembra, hacía palidecer la elegancia e inteligencia de todos los caballeros, quienes deberían aprender de ella.
Incluso Batenkaitos no pudo evitar aplaudir.
『 Ray: ¡Sin em-bar-go—! Aunque la dejes con cuidado en el suelo y todo eso, después le cortaré la cabeza cortésmente y la enviaré a nee-sama como regalo, ¿sabes? 』
 
『 Patrasche: ——ϠϠ. 』
 
『 Ray: Vale, vale; sin violencia, sin violencia; como premio por todo tu esfuerzo. 』
 
Incluso mientras estaba volcada de lado, la dragona de tierra intentó morderle, a lo que él respondió con una patada hacia arriba en sus mandíbulas.
Aunque parecía estar a punto de llorar al ver su voluntad y sus grandes esfuerzos, Batenkaitos y la dragona de tierra eran enemigos mutuos, lamentablemente. Aunque pudieran alabarse el uno al otro por sus heroicos esfuerzos, sólo uno de ellos dos saldría victorioso.
Si un bando salía victorioso, el otro sería derrotado. Lamentablemente, esa era la realidad.
 
『 Ray: ¡Hay! ¡Que—! ¡Tenerlo! ¡Muy! ¡Presente! 』
 
Golpeaba a la azabache dragona de tierra con una pausa tras cada palabra y clamor.
Con certeza, estaba grabando con agonía una lección en la dragona de tierra agachada, cuyos pómulos y patas delanteras estaban destrozados. Afortunadamente, Batenkaitos no podía comer los recuerdos de la dragona de tierra.
Por lo tanto, tampoco tenía ninguna razón para robarle la vida. Deseaba que ambos recordaran este día, juntos.
Lo que quedaba era…
 
『 Ray: Por el bien de nee-sama, y por mano de Rem, la Rem de nee-sama debe— 』
 
『 Ram: Ahórrate de decir cosas tan espeluznantes. 』
 
Inmediatamente después de oírse esa voz llena de dignidad, su rostro, que miraba a Rem por encima de ella, fue repelido con fuerza.
Alzó el rostro tras oír esa voz y recibió el impacto directo de dos talones que se acercaban desde delante. Repelido hacia atrás, Batenkaitos se deslizó por el suelo de espaldas.
Y entonces…
 
『 Ray: Ahjajajajajaa… finalmente nos alcanzas, nee-sama. Nosotros… ¿eh? … Nosotras… nosotros… ¿—? Rem y compañía hemos estado esperándoloo. 』
 
Estando tendido en el suelo, poco a poco se levantó con la sola fuerza de sus piernas.
Y, al contemplar el rostro de su amada otra mitad, observó que Ram ponía cara de ser la primera vez que presenciaba algo.
 
『 Ram: … En tan poco tiempo, te has vuelto mucho más feo. 』
 
 
△▼△▼△▼△
 
 
『 Ram: … En tan poco tiempo, te has vuelto mucho más feo. 』
 
Esa había sido la sincera impresión de Ram, tras alcanzarle luego de un juego de pilla-pilla terriblemente cruel y malévolo.
Con el campo de visión de Batenkaitos aún bajo su control, Ram se había dirigido al lugar arrastrando su cuerpo físico en un estado de liberación incompleta, y confiando en los enormes esfuerzos de Patrasche.
En ese pasillo, a poca distancia de la escalera de caracol del cuarto piso, descubrió la figura de la dragona terrestre, que había sido atormentada hasta quedar hecha polvo, y a Rem, que yacía junto a la dragona.
Y quien había estado jugando al pilla-pilla con Rem…
 
『 Ray: ¿Feo, dices? Qué cruel, nee-sama. ¡Nosotros te apreciamos tanto tanto tanto e~h! A ti, nee-samamamamamamamama. 』
 
Hablaba inestablemente, su dicción daba vueltas, su discurso y su conducta racional estaba fragmentada.
Con solo echar un vistazo, Ram —y quizá cualquiera— podía comprender que la causa era sin duda alguna la anomalía en su mente.
Porque la figura de Batenkaitos se encontraba en un estado igual de distorsionado.
 
『 Ray: … 』
 
Reconstruir los recuerdos capturados en su cuerpo físico y reproducir la figura y el aspecto de ese oponente se suponía que era el as en la manga de Batenkaitos, tal como ella había presenciado anteriormente.
Sin embargo, parecía ser una carta prohibida incluso para Batenkaitos, ya que la figura de Glotonería ante los ojos de Ram no era la de alguno de los recuerdos capturados… y, al mismo tiempo, era la de muchos recuerdos.
Estaban mezcladas entre sí, sin ton ni son.
Con una parte del anciano calvo que había saltado a través del espacio, con una parte del gigante regordete que no había sufrido ningún daño por la espada de viento de Ram, con una parte del artista marcial dotado de una habilidad de combate que alcanzaba niveles sagrados, así como con los rasgos físicos de otras personas variopintas, componiendo así una apariencia espantosa y siniestra en su cuerpo.
Sus brazos derecho e izquierdo tenían longitudes diferentes, sus manos tenían tamaños diferentes, sin sentido, e incluso partes de su rostro eran dispares y parecían referirse a personas diferentes.
El único rasgo que permanecía del antiguo Batenkaitos era la expresión de sus ojos. Pero, a estas alturas, quizá incluso eso se había convertido en un rasgo prestado.
Y parecía que el propio Batenkaitos ignoraba tal distorsión en esta situación.
 
『 Ray: ¿—? 』
 
Batenkaitos estaba al borde de convertirse en algo que no era nadie.
Para empezar, un ser que se dedicaba a saquear los recuerdos de los demás podría carecer de un «yo» sólido. Esa podría ser la causa real de su desmoronamiento.
Y lo que nació en su lugar fue…
 
『 Ram: Un monstruo haciéndose pasar por Rem. Sinceramente, es la primera vez que Ram está tan furiosa. 』
 
Mirando el rostro de su hermana —ese fragmento que llenaba el vacío dejado por su ausencia—, Ram sintió repulsión hacia Batenkaitos, que había incorporado esas características en su propia cara.
Era impresionante cómo podía provocar a alguien con tanta precisión.
Subaru y él habrían sido buenos rivales en una competición para ver quién la irritaba más.
 
『 Ram: Lo has hecho muy bien, Patrasche. Llévate a Rem y quédate en la retaguardia. 』
 
『 Patrasche: ~~ϠϠ. 』
 
Ram cubrió a Patrasche detrás de ella, mientras que la dragona respondió con voz débil mientras sangraba.
Arrastrando su enorme cuerpo, Patrasche sujetó a Rem por el cuello de la ropa y retrocedió. La intención era alejarla del campo de batalla, pero—
 
『 Ray: De eso nada, nee-sama. Ella es un valioso HORS D'OEUVRE… Un MAIN DISH necesita tener guarnición. 』
 
『 Ram: Muérete. 』
 
Ram avanzó con un poderoso paso, como si su pie fuera del tamaño de la cabeza de un hombre, y dirigió su palma hacia el rostro que se atrevió a hablar con tal insensatez.
La hoja de viento que se arremolinaba en su palma era una pequeña tormenta que ocultaba la potencia de destrozar todo lo que había por encima del cuello de su oponente. ――Habiendo llegado tan lejos, Ram renunció a contenerse.
Buscando una forma de restaurar los recuerdos, lo atormentó sin matarlo… pero, como resultado, puso en peligro a Rem y provocó una situación en la que Patrasche sufrió heridas graves.
Ram aceptaría el peso de esa verdad. ――Debía ofrecer sus más sinceras disculpas a Subaru.
Y, con tal de no repetir nunca más ese error, llevó a cabo su intención asesina.
 
Considerando la anterior declaración de una mente destruida, las posibilidades de obtener una respuesta decente de Batenkaitos eran escasas. Así pues, esta opción parecía la más correcta.
Aplastar a Batenkaitos y quitarle a Subaru la fatiga de su cuerpo físico.
Después de eso, devolver a Patrasche y Rem a la Sala verde, y Ram probablemente debería ir a respaldar a otras personas.
Hasta ahí llegaban sus planes.
 
『 Ram: … 』
 
Justo antes de destrozarle el rostro con la tormenta, Ram contempló con asombro la alteración que se había producido.
No era nada más. Una vez más, se había producido un cambio en la apariencia externa de Batenkaitos, eso era todo.
Sin embargo, era una alteración difícil de ignorar, especialmente para Ram.
――Porque, en la frente de ese rostro en el que se habían reunido múltiples rasgos, apareció un único cuerno blanco.
 
『 Ram: Es… 』
 
Si se dejara llevar por sus instintos, Ram se habría postrado ante él.
Todas las acciones de Batenkaitos no habían sido más que exasperantes para Ram.
 
『 Ray: … Nee-sama. 』
 
Quien llamó a Ram en ese instante fue un rostro idéntico al de Rem y con una voz como la de Rem.
Y, al siguiente instante, el gigantesco brazo de Batenkaitos asestó un golpe en el inmóvil rostro de Ram.
 
 
△▼△▼△▼△
 
 
No se trataba de un golpe mortal.
Pero tampoco era tan débil como para permitirle ser optimista.
 
Su cerebro se estremecía y la sangre comenzaba a gotearle por la nariz.
El hecho de que sus piernas se tambalearan a pesar de su esfuerzo demostraba que había recibido un daño considerable.
Y la causante de aquello había sido una muchacha adorable de cabello azul y semblante delicado y amable… aunque, como una cruel broma, en este lugar se encontraban reunidos tres rostros con el mismo aire.
 
『 Ray: Por favor llora, nee-sama. 』
 
Con un aire suplicante y lágrimas asomando en aquellos ojos azul claro, un puño fue lanzado.
Cada golpe atravesaba la médula de los huesos, o incluso llegaba al alma misma.
 
『 Ray: Por favor enójate, nee-sama. 』
 
Un puñetazo en el abdomen le hizo doblarse y, de inmediato, su mandíbula fue impactada desde abajo. Se libró de morderse la lengua, pero otro golpe en el vientre la obligó a retroceder, solo para ser rematada con un codazo en la cabeza como parte de una despiadada combinación.
 
『 Ray: Por favor sonríe, nee-sama. 』
 
El afecto contenido en esas palabras desgarraba el corazón de Ram con cada frase.
En la mente de Ram, Rem siempre había estado durmiendo.
Con sus recuerdos borrados, aquella hermana que debía estar siempre a su lado no estaba en ninguna parte, le había sido arrebatada.
Y Ram había esperado con ilusión el día en que, al despertar, pudiera escuchar a Rem llamarla por primera vez.
 
Aunque era difícil saber si, para entonces, Ram habría podido recuperar los recuerdos de su hermana menor.
Pero, aunque no fuera así, y aunque lo fuera, la primera palabra que escucharía en ese instante sería, sin duda, algo tan especial como el primer llanto de un bebé.
Y eso…
 
『 Llora 』『 Enójate 』『 Ríe 』『 Sufre 』『 Sonríe 』『 Padece 』『 Enfurrúñate 』『 Emociónate 』『 Avergüénzate 』『 Adormécete 』『 Sonrójate 』『 Moléstate 』『 Asómbrate 』『 Felicita 』
 
『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 『 Nee-sama 』 …
 
『 Ram: No――gh. 』
 
――me llames así, es lo que intentaba decir antes de que él le tapara la boca con la palma de su mano, impidiéndole hablar.
La monstruosidad que Ram había engendrado al arrinconarlo… su poder era abrumador.
 
No había titubeos. No había límites en los recursos que sacaba. No era consciente de que estaba perdiéndose a sí mismo. Y tampoco había indicios de que intentara separar su forma de la preciosa otra mitad de Ram.
Aunque la luna y el sol estuvieran cubiertos, la oscuridad había barnizado por completo a Glotonería.
 
Por supuesto, Ram tampoco se quedó de brazos cruzados. Hizo lo posible por contratacar.
Removió sus grilletes hasta el límite de lo que Subaru podría soportar, superó la restricción que ella misma se impuso de poder usar aquella carga sólo durante unos segundos, y empleó toda su fuerza para, de una vez por todas, apagar de raíz esa vida.
Aun así, era como si no tuviera efecto alguno.
 
『 Ray: Nee-sama, nee-sama, esa expresión… no me parece propia de nee-sama. 』
 
『 Ram: ――Hk. 』
 
La «hermana menor», con los labios fruncidos y una expresión melosa, corrigió la expresión de Ram con un puñetazo.
Ram recibió el impacto en la cara y chocó contra la pared tras de sí; aun así, mantuvo el orgullo de no derrumbarse ante el pecador. Pero aquella era toda la fuerza que le quedaba en ese momento.
 
¿Cuánto tiempo había transcurrido desde que empezó a luchar contra este monstruo?
Diez segundos, veinte segundos… sin duda había sobrepasado con creces el tiempo límite que ella se había establecido. Sentía el tiempo fluir inestablemente, y le era imposible contar los segundos reales.
Lo único realmente importante era si ellas habían logrado escapar o no.
 
Se había limitado a ser un muñeco que recibía palizas, cubriendo la retirada de Patrasche y Rem.
Probablemente ese había sido el objetivo, pero, por los golpes en la cabeza, apenas podía asegurarlo.
El cuerpo le pesaba. La respiración se le agolpaba. Dolor de cabeza, garganta reseca, manos y pies entumecidos; y la vieja herida en la frente comenzó a sangrar. Desde la cicatriz blanca donde había perdido el cuerno, la sangre surcó su rostro.
 
『 Ray: … Tanta suciedad es inaceptable. 』
 
La cara, manchada de sangre, fue golpeada con otro puñetazo.
Al recibir ese impacto, su cuerpo resbaló y, finalmente, su rodilla no pudo sostener su peso; a punto estuvo de caer de lado cuando una vocecita dijo 『 No 』, asestándole una patada.
La recibió desprotegida en el pecho; el esternón crujió y Ram se estrelló contra la pared.
En algún momento, la sólida Atalaya Pléyades había perdido su solidez; se había vuelto un material propio de su estado: vulnerable y acorde con su condición.
Es decir, al soportar junto a Ram aquel asedio incansable, la pared terminó por derrumbarse.
 
Ram salió rodando por el hueco abierto en la piedra hacia el pasillo de más allá.
Un humo denso se alzó a su alrededor; la mezcla de sangre y polvo le era áspera en la garganta y la hizo toser. De inmediato, sus huesos rotos y carne aplastada comenzaron a aullar en un coro de agonía.
Giró el cuello, intentando averiguar a dónde había ido a parar.
 
『 Ram: … Ah. 』
 
Un suspiro ronco y apagado se le escapó.
Tal vez fuera decepción, o quizá una sensación inesperada y breve de sentimentalismo.
 
Al final del pasillo donde cayó, Ram vio a Patrasche y a Rem.
La distancia no era mayor a una decena de metros——el tiempo que Ram había ganado no fueron más que unos pocos segundos que, por el dolor sufrido, se habían sentido eternos.
 
『 Ray: —Nee-sama, nee-sama, ¿estás bien? 』
 
Con fingida preocupación, sin atravesar la pared que él mismo había pulverizado, Ray Batenkaitos dio la vuelta por el pasillo para acercarse.
Mientras tanto, Ram, sujetándose un brazo, se incorporó como pudo.
Apoyada en la pared, cruzó la mirada con Patrasche, que estaba hecha un desastre.
 
『 Patrasche: ――ϠϠ. 』
 
『 Ram: … Sí, lo sé. Cuando esto termine, vamos a darle una buena lección a Barusu. 』
 
En realidad, no sabía lo que había dicho Patrasche.
Pero el hecho de que aquella dragona de tierra azabache no intentara rebatirle, demostró que la respuesta de Ram no había estado equivocada.
 
『 Ram: … 』
 
Ram tuvo que reconocer que su decisión le había jugado en contra.
No haber matado a Batenkaitos en el primer instante: eso fue lo que desencadenó todo.
Después intentó corregir ese error y se lanzó con la intención de arrebatarle la vida sin demora, pero el enemigo, que había sobrevivido al borde de la muerte, había adquirido la visión necesaria para responder de forma óptima.
Como resultado, Ram, que había quedado conmocionada al verle con la forma de su hermana menor, que debería estar dormida, recibió una paliza.
 
Había usado todas las cartas que tenía y cada carta que sacaba la traicionaba.
Ram era consciente de que destacaba en muchos aspectos; sin embargo, también sabía que había algo, una sola cosa, que no poseía de ninguna manera.
 
――La suerte en momentos decisivos.
 
Desde el día en que le rompieron el cuerno y perdió su naturaleza como oni, aquello no había cambiado.
Aunque, en realidad, no le importaba demasiado su propia naturaleza: ella misma había considerado el blanco cuerno de su frente como lo más detestable en el mundo.
Y aun así, de forma egoísta, ahora no podía evitar pensar que, si todavía lo tuviera, quizás…
 
――No, eso no era del todo exacto. En rigor, el cuerno seguía existiendo.
El cuerno todavía estaba con ella, en sus manos. Lo llevaba consigo siempre, integrado en su inseparable varita: en la base de esa varita estaba incrustado el cuerno roto de Ram.
El cuerno era un órgano vital para los onis, encargado de absorber eficazmente el maná que sostenía la fortaleza de sus cuerpos.
Por eso, como catalizador mágico, nada se ajustaba mejor a Ram que su propio cuerno.
Consciente de ello, Roswaal lo había recuperado expresamente y había mandado fabricar aquella varita especial.
 
Y sin embargo, bastaba con que ese cuerno estuviera en la varita en lugar de su frente, para que la diferencia fuera tan enorme…
Tan enorme que…
 
『 Ram: … 』
 
De pronto, un pensamiento cruzó por la mente de Ram.
Era el resultado de usar todo lo que sabía para encontrar una posibilidad entremedio de la desesperada situación en que se encontraba, contemplando no solo la existencia de su propio cuerno, sino también el hecho de que, en su momento, había logrado sobrepasar a Batenkaitos.
 
El cuerno roto de Ram, y Rem que seguía dormida.
La situación de Rem tenía una causa concreta, pero en cuanto a Ram: ¿por qué Roswaal había recogido a Ram?
 
Ram sabía cuál era el papel que Roswaal esperaba de ella.
Sabía también del plan que Roswaal intentaba llevar a cabo durante ese proceso.
Había oído que, cuando llegara el momento, entendería por qué Ram era necesaria y cómo debía actuar.
 
Por eso mismo había decidido no indagar hasta que llegara la ocasión.
Sin embargo, en ese instante, una idea le vino a la mente: algo que necesitaban ella misma, la Rem dormida y la Patrasche que había luchado por las hermanas, si querían sobrevivir.
 
Era una posibilidad terriblemente descabellada.
Y, al mismo tiempo, una conjetura de la que podía enorgullecerse por lo bien que encajaba.
 
Si se trataba del Roswaal L. Mathers a quien Ram amaba…
 
『 Ram: Indudablemente sería capaz de hacer eso, propio de alguien visto por otros como un monstruo. 』
 
Murmurando eso, Ram sacó con mano temblorosa la varita que llevaba sujeta al muslo.
Contemplando fijamente la varita que había usado durante más de diez años, la estrelló con toda su fuerza contra la pared.
Del interior de la varita hecha añicos, surgió aquello que hacía mucho tiempo no veía.
 
——Tal como aquella vez, girando y girando de forma desagradable por los aires.
 
 
△▼△▼△▼△
 
 
Apartando con la mano la nube de polvo blanco que llenaba lentamente el pasillo, Batenkaitos avanzó.
Con pasos gráciles y movimientos mesurados, sin hacer ruido innecesario: ese era el decoro propio de una sirvienta, una consideración mínima para no hacer quedar en ridículo a su señor.
 
Al otro lado de la nube de polvo debería estar tendida su adorada hermana mayor.
Quería ver todas sus expresiones. Quería contemplar esos ojos color cereza ardiendo de emoción y enfrentarlos de frente.
 
Era un deseo tan ingenuo que casi parecía el surgimiento del amor.
 
『 Ray: Oh, cielos. 』
 
『 Patrasche: ――ϠϠ. 』
 
A través del humo, lo primero que apareció fue la azabache dragona de tierra, arrastrando una pata.
En medio de la charla y el contacto con su adorada nee-sama, en algún momento había perdido de vista a esa bestia. No era, en sí, un objeto de interés. Pero aquello que la dragona se había llevado, sí lo era.
 
Quería borrar de la existencia a quien imprudentemente atraía la atención de su nee-sama.
Poder llamarla «nee-sama» y poder venerar a su nee-sama debía ser un privilegio exclusivo suyo. Su nee-sama era solo suya.
 
『 Ray: Ah, ahí está. 』
 
Más allá de la dragona, que se retorcía de dolor, estaba la figura de la «Bella Durmiente», recostada contra la pared.
Estaba incorporada tan convenientemente, que era facilísimo atacar su cuello y su corazón. Solo debía cortar de inmediato ese aliento para poder entregarse al plato principal: su nee-sama.
Así, cuando se acercó a la «Bella Durmiente», Batenkaitos lo notó.
 
——La cabeza inclinada hacia abajo de la muchacha de cabellos azules… brillaba débilmente, con una luz tenue.
 
Durante un pequeño instante se preguntó qué era aquella luz.
Pero enseguida, su propia percepción lo obligó a negar la respuesta que asomaba en su mente.
Era imposible. Una chica que llevaba tanto tiempo sumida en el sueño no podía ejecutar algo así…
 
『 Ram: Debo hacer una corrección. 』
 
『 Ray: ――hk, nee-sa… 』
 
『 Ram: Creía que no tenía suerte en momentos decisivos. ――Pero estaba equivocada. 』
 
Al escuchar aquella voz, trató de llamarla. Sin embargo, no alcanzó a hacerlo.
Un golpe más veloz que sus palabras le destrozó el rostro. La sorpresa se congeló en sus facciones y, en el instante siguiente, la onda de choque lo atravesó, lanzándolo de vuelta al pasillo por el que había venido.
 
『 Ray: ¡¿~~―?! 』
 
La inmensa potencia del golpe impidió que Ray Batenkaitos frenara, haciéndolo atravesar dos muros antes de detenerse.
La sorpresa le precedió al dolor; cuando se puso en pie, el peso del daño le hizo tambalearse y caer de rodillas. Había sido un impacto tan poderoso que parecía haberle destrozado hasta el centro mismo de su cuerpo.
 
—¿Qué demonios había ocurrido?, pensaba, con su delicado rostro teñido de estupor.
 
『 Ram: Al parecer, hasta el mismo cielo ha caído rendido ante la ternura de Ram y Rem. 』
 
En el instante en que intentó enfocar la vista más allá del humo que llenaba el agujero abierto en la pared, su rostro fue atrapado por una mano con una velocidad que dejaba atrás incluso al sonido.
La presión en sus mejillas y mandíbula hizo crujir los huesos. Y frente a él, vio de cerca a su atacante.
Era…
 
『 Ray: Nee-sama… 』
 
『 Ram: Lamentablemente la hermana menor de Ram sigue durmiendo al fondo. Lo sé con total certeza gracias a la «sinestesia». 』
 
『 Ray: … ¿Sinestisia? 』
 
『 Ram: «Sinestesia». Ram y Rem parecen haber sido hermanas muy unidas. Compartían la alegría, la furia, la tristeza, el dolor… e incluso la carga de reactivar un cuerno roto. 』
 
El significado exacto se le escapaba.
Pero lo que Batenkaitos había visto con sus propios ojos quedó confirmado.
 
Antes de ser lanzado por los aires, lo último que Batenkaitos alcanzó a ver fue un cuerno blanco en la frente de la bella durmiente recostada contra el muro——el único tesoro innato de aquella hija de los oni, la única cosa en la que superaba a su hermana.
Que estuviera allí, que brillara, que estableciera un vínculo… ¿qué significaba realmente?
 
『 Ram: Me molesta admitirlo, pero la estrategia de Barusu me dio la pista. Pero no importa. 』
 
『 Ray: ¿Qué es lo que hizo Subaru-ku—? 』
 
『 Ram: No vuelvas a pronunciar el nombre de Barusu con ese rostro ni con esa voz. 』
 
『 Ray: ¡¡―!! 』
 
En ese mismo instante, la mano que le sujetaba el rostro levantó todo su cuerpo del suelo y lo estrelló con brutalidad contra el piso.
Batenkaitos se agitaba, con las extremidades convulsionando, temblorosas. Frente a él, Ram abría y cerraba la mano como para asegurarse de la fuerza que acababa de ejercer, mientras de la vieja cicatriz de su frente manaba un torrente de sangre.
Y sin embargo, lejos de incomodarla, Ram esbozó una sonrisa, como si aquella hemorragia fuera algo bienvenido.
 
Como si la sangre y el dolor fueran la prueba de que un vínculo perdido, al fin, había vuelto a conectarse.
 
『 Ram: Aquellos nacidos en la oscuridad, terminarán regresando a la oscuridad. Si viniste al mundo llorando, entonces muere con ese llanto. 』
 
Con la palma limpió suavemente la sangre de su frente, y sus ojos color cereza miraron a Batenkaitos desde lo alto.
Batenkaitos había montado todo aquello con la esperanza de que en esos ojos brotara la pasión que él anhelaba.
 
――Pero Ram contempló a ese arzobispo de la glotonería con una mirada tan gélida que helaba.
 
『 Ram: La reencarnación del dios oni… Nunca me gustó ese título, pero hoy… hoy lo voy a interpretar. ――Tú, impostora de mi querida hermana, esta vez te haré pedazos de verdad. 』