lunes, 22 de septiembre de 2025

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Batalla con grilletes


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Pangoro

Corrección y edición
Carlos
Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

——Desatando lentamente, paso a paso, los grilletes que la contenían, dejó que el calor de su cuerpo se elevara.
 
Podía sentir su sangre hervir y percibir cómo todos los músculos de su pequeña figura eran forzados y tensados.
Suave al tacto, era el cuerpo de una joven que parecía frágil e indefensa, pero la sangre que fluía en él, la carne y los huesos que lo componían, pertenecían a la especie más excelsa del mundo.
Y, aún dentro de ésta, había sido nombrada como la reencarnación del Dios Oni
 
『 Ray: ¡Esto es lo que eres, nee-sama—! ¡A~h, qué maravillosa eres—! ¡Y brillante—! ¡Sin importar cuánto se esfuerce Rem, jamás podría alcanzarte, igualarte ni rivalizar contigo, así es nee-sama—! 』
 
『 Ram: Deja de escupir estupideces. Es desagradable. Y además, deja de comparar a Ram con algo. 』
 
『 Ray: ¿E~h, por qué? 』
 
『 Ram: ¿No es obvio? ——Porque Ram no necesita otro título que no sea el de la nee-sama de Rem. 』
 
Con visible desdén, Ram se giró y lanzó un codazo que cortó el aire.
Un ataque cuyo roce cortaba la piel y, al impactar, rompía huesos; era una temible técnica que alcanzaba hasta las entrañas; todo ello ejecutado sin reserva alguna, mientras desataba una cadena de ataques con todos sus miembros.

No eran movimientos gobernados únicamente por habilidad física o técnica. De serlo, entonces Batenkaitos —quien reconstruía toda clase de técnicas del pasado y del presente, de oriente y occidente, basándose en los recuerdos devorados de sus víctimas— habría sido capaz de lidiar con ello.
Pero las técnicas de combate de Ram eran mucho más que habilidad física o técnica.
 
『 … 』
 
Al avanzar, los codazos y rodillazos que Ram lanzaba cambiaban de velocidad a mitad del movimiento. Eso se debía a que Ram se envolvía en la magia de viento, en la que se especializaba, tejiendo verdades y ficciones en medio de la batalla.
Acelerando o desacelerando con el viento, desviaba la percepción de Batenkaitos cuando él intentaba contraatacar. Al final, Ram utilizaba el viento para dispersar su presencia en todas direcciones y, mientras se escabullía en el punto ciego de su enemigo con la agilidad de su cuerpo, asestaba incontables golpes letales.
 
『 Ray: ¡Ja~! ¡Qué irresistible! 』
 
Mientras esquivaba por los pelos los ataques de Ram, Batenkaitos dijo eso con una expresión eufórica.
Con la mejilla derecha cortada y sangrando, despeinando su largo y desaliñado cabello castaño oscuro, Glotonería disfrutaba de comparar sus habilidades con las de su oponente.
 
『 Ray: ¡SPICE irresistible de fuerte sabor! ¡TRICK gallardo de austera elegancia! ¡Explosión de júbilo verdaderamente DINAMIC! ¡Nee-sama es un banquete perfectamente digno de nuestro paladar exquisito—! 』
 
Saltando por la escalera de caracol, Batenkaitos reía mientras intercambiaba posiciones con ella. Al hacer chocar las dagas de ambos brazos contra la varita de Ram y, al alejarse, la saliva le goteaba por la boca abierta.
 
『 Ray: ¡Qué bien, muy bien, bien eh, creemos que bien, porque está bien, bien ¿no?, parece bien eh, creemos que parece bien, precisamente porque parece bien—! ¡Beber glotonamente—! ¡Comer glotonamente—! 』
 
『 … 』 
 
『 Ray: Pero lo mejor de todo es el aroma de esa rabia. Un oponente que nos odia tanto personalmente a nosotros… ¡nos preguntamos qué exquisitez podremos saborear en nuestra lengua, ¿tú qué cree~s?! 』
 
Juntando ambas manos, Batenkaitos temblaba con una incomprensible premonición de placer.
Al presenciarlo, Ram inhaló profundamente y comprobó el estado de su propio cuerpo.
 
『 Ram: Lejos de su condición original, pero… 』
 
Sin mostrarlo en su rostro, en lo más profundo de su corazón, Ram sentía admiración.
A diferencia de los necios que decían la trillada frase de que «nadie me conoce mejor que yo mismo», Ram sí se entendía perfectamente.
Tras perder el cuerno de la tribu Oni, su cuerpo descornado vivía amenazado día tras día con ser aplastado por una enorme carga. Por ello, Ram imponía grilletes a su propia consciencia.
 
Normalmente, como sirvienta, hacía todo con esos grilletes puestos. A veces, cuando había una emergencia, no le quedaba otra opción que usar magia para resolver la situación. En esos casos, soltaba un grillete y se permitía un mínimo uso de magia.
Y, en circunstancias que ni siquiera así podía superar, liberaba dos grilletes y, aunque solo en combates breves y decisivos, Ram lograba mostrar alrededor de un veinte por ciento de su fuerza original.
 
Eso hizo cuando se enfrentó a Garfiel en el Santuario hace aproximadamente un año y medio.
Ram estaba convencida de que ese era el máximo poder que podía alcanzar siendo descornada, pues su cuerpo no resistiría más y quedaría inutilizado.
En este momento, Ram había desatado esos grilletes —esa espada de doble filo— hasta ese punto.
 
『 … 』
 
Ahora, una vacilación inusual agitaba el corazón de Ram.
Como se ha dicho, Ram se comprendía a la perfección. Para ella, esta ausencia de secuelas tras haber luchado tanto era algo que no le ocurría desde que era una niña de unos diez años.
Esforzarse tanto, normalmente le haría sentir que su cabeza se resquebrajaba, además de sangrar incesantemente de nariz u ojos, obligándola a prepararse para que su cuerpo quedara inutilizado durante un tiempo.
Nada de eso estaba presente aquí. ——Porque estaba fluyendo hacia Subaru, con quien compartía destino.
 
『 Ram: … Si esto se alarga, Barusu morirá, ¿verdad? 』
 
Si todo estaba ocurriendo tal como lo habían planeado, en este momento Subaru debía de estar esforzándose contra la descontrolada Shaula, o contra las hordas de mabestias que avanzaban.
Con él estaban Beatrice y quizás Meili. ——Y Emilia, que hacía palpitar sus recuerdos, había ido a los pisos superiores de la torre, librando seguramente una feroz batalla en solitario.
Misteriosamente, algo de esa positiva chica de cabello plateado despertaba su curiosidad. Sin duda, era alguien cuya mano Ram había tomado incontables veces y a quien había guiado antes de que le robaran el nombre.
Cada uno de ellos era impotente y poco confiable sin Ram.
Y por eso…
 
『 Ram: Resiste como si fueras a morir, Barusu. ——De lo contrario, Rem llorará. 』
 
Arrojando esas palabras inaudibles, Ram desató su tercer grillete por primera vez en diez años.
 
 
△▼△▼△▼△
 
 
——En ese instante, Natsuki Subaru apretó los dientes por el efecto adverso de Cor Leonis.
『 Subaru: ——Ghugh. 』
 
Como si vomitara sangre… no, de hecho era la carga de vomitar sangre.
Por un instante, sintió que una de las luces fugaces dentro de la torre brillaba más y, al momento siguiente, esa luz abatió a Subaru.
 
『 Beatrice: ¡Subaru! 』
『 Subaru: ¡——hk! 』
 
Tosiendo sangre, la postura de Subaru se vino abajo mientras Beatrice, a su lado, lo sostenía.
Desgraciadamente, lo que Subaru y Beatrice montaban no era Patrasche, en quien estaban acostumbrados a confiar, sino una mabestia que no tenía en cuenta que alguien la montara: un Soberano de la hambruna.
 
Tenía muy poca experiencia cabalgando sin la Protección Divina de Evasión del Viento, y como no había ni silla ni estribos para apoyar las piernas, un mínimo descuido podía acabar lanzándolos por los aires.
La razón por la que eso no había sucedido hasta ahora era porque Subaru estaba usando su Guiltywhip como riendas, enroscándola alrededor del torso de la mabestia, y porque Beatrice controlaba su peso con una magia cuidadosa.
Subaru no podía permitirse que ese esfuerzo persistente se desperdiciara.
 
『 Beatrice: Llegó el efecto adverso de Ram, supongo. 』
 
『 Subaru: Es tal y como conjeturas… Lo siento, lo soportaré de algún modo… hk. 』 
 
Reafirmando su agarre sobre el látigo, Subaru respondió a Beatrice, cuyo juicio era certero.
Su vómito emergente sabía y olía a óxido, y no tenía la menor idea de qué órgano causaba esa carga.
Tal vez sus vísceras crujían, o algo dentro suyo estaba fracturado; quizá el daño era de ese tipo.
En cualquier caso, aquello era la prueba de que Ram se había puesto seria.
 
『 Subaru: Si Ram pudiera encargarse de Glotonería… 』
 
No diría que la situación se aligeraría al instante por eso.
Antes que nada, ni siquiera confiaba en que aplastar a Glotonería significara la devolución de los nombres y los recuerdos robados. Sólo tenía certeza de que la carga sobre Subaru disminuiría.
 
——Si eso ocurriera, Subaru podría concentrarse en asumir por sí solo el mal estado físico de Meili.
 
『 Meili: Hah, hah… ~hk. 』
 
Agarrada al torso del Soberano de la hambruna, Meili dirigía a las mabestias arriesgando su vida.
Para enfrentar al escorpión titánico que apuntaba a Subaru mientras agitaba con furia sus pinzas y el aguijón de la cola, la arriesgada actuación de Meili era indispensable.
Un potencial bélico insuficiente no podía compensarse con recursos materiales; Subaru y los demás se exigían hasta crear un punto muerto que no existía.
Por eso, cuando Subaru proclamó la necesidad de mimar a Meili como a una princesa, no bromeaba: hablaba en serio.
 
En el presente, cinco obstáculos estaban asediando la Atalaya Pléyades; la fuerza de Emilia, Ram, Julius y los demás era absolutamente necesaria para enfrentar cada obstáculo, pero la persona encargada de sostener cada uno de esos campos de batalla no era otra que Meili Portroute.
Por eso, desde hace ya un rato Subaru venía recibiendo el efecto adverso de la Protección divina que ella desataba sobre ellos.
 
『 Meili: ¡Topo emplumado-chan! ¡Oso cortesano-chan! ¡Juntos! 』
 
Con voz aguda, Meili lanzaba a las mabestias a la muerte mientras oteaba el campo de batalla.
Dependiendo de a qué tipo de mabestia ordenara, Meili usaba diferentes métodos: aplaudía, chasqueaba los dedos o decía en voz alta. Pero, en cualquier caso, ella exprimía al máximo su Protección divina para que todas obedecieran.
Subaru percibía que aquello le acarreaba una carga considerable; sentía como si su propio cerebro le doliera y se hinchara.
 
『 … 』
 
La gracia que aportaban la Protección Divina del Lenguaje del Alma de Otto o la Protección Divina de la Manipulación de lo Antinatural de Meili, es que parecían ampliaciones de la capacidad humana, en vez de algo puramente mágico.
Dicho de otro modo, parecía un poder en el terreno de lo sobrehumano, más que de la magia en sí.
Si fuera así, entonces también era comprensible que sus efectos adversos fueran mucho mayores en comparación con otras Protecciones divinas.
En el sentido de que la Protección divina no actuaba sobre el entorno ni otras personas, sino únicamente sobre uno mismo.
 
『 Subaru: Al fin y al cabo, las Protecciones divinas y las autoridades son parte de un sistema incomprensible… 』
 
Las autoridades empuñadas por los arzobispos del pecado, las brujas o —por azares del destino— Subaru.
Y las Protecciones divinas que algunos recibían al nacer en este mundo.
Subaru reconocía que había algo de verdad en que todos los poderes tienen su uso, pero…
 
『 Subaru: Es porque existe algo así, que… 』
 
No podía evitar pensar que aquello daba pie a tragedias.
El contexto por el que se temía a los arzobispos del pecado y a las brujas, y su audaz poder, estaba sin duda ligado a la fuerza de las autoridades que impedían a otros acercarse.
E incluso las Protecciones divinas; de no haber existido, el destino de muchísimas personas no se habría distorsionado.
 
Por ejemplo, hasta Meili era víctima del aspecto negativo de las Protecciones divinas.
Al poseer por nacimiento el poder de comunicarse con mabestias, había sido abandonada por sus padres. ——No sabía con certeza si aquello era cierto. Pero era una explicación convincente. Era evidentemente lógico.
Al menos, esa era la verdad en el corazón de Meili.
Por eso…
 
『 Subaru: Realmente soy un hipócrita… 』
 
Por un lado, no quería depender de autoridades ni Protecciones divinas; pero cuando la necesidad surgía, no dudaba en usarlas. Es cierto que un humano débil tiene opciones limitadas, pero no quería que su corazón se embotara por ello.
Caminaba por un sendero que ni siquiera debería ser un camino, y no quería olvidar eso.
 
『 Meili: ¡Onii-san, ¿te estás concentrandoo?! ¡Si onii-san o Beatrice-chan caen, será el fin de todos, ¿lo entiendees?! 』
 
『 Subaru: Lo sé. ——Dime, Meili. Cuando todo acabe, ¿no te convertirías en mi hija? 』
 
『 Meili: ¡——hk! ¡¡TE DIJE QUE TE CONCENTREES!! 』
 
Meili gritó en respuesta a Subaru, que hizo la pregunta mientras soportaba el peso en su cabeza.
Ninguno de los dos tenía tiempo libre. Si perdían la concentración, todo terminaría en un instante.
Sin embargo, aun así…
 
『 Subaru: Tener que soportar tanto sufrimiento, no tiene sentido a no ser que creas que un mejor mañana te espera. 』
 
Sí, ese fue el pensamiento que cruzó por la mente de Natsuki Subaru, mientras vomitaba sangre.
 
 
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Mientras reanudaba la batalla sobre la arena, Meili murmuró para sí misma 『 Algo anda mal conmigo 』.
 
Por supuesto, había muchas cosas en ella que podían catalogarse como «algo anda mal».
Lo mismo podía decirse de Shaula frente a sus ojos, transformada en el escorpión titánico; lo mismo de Ram, Julius y los demás, que combatían a distintos enemigos dentro de la torre; y, especialmente, de Subaru y Beatrice, que luchaban a su lado.
Sin embargo, la que más tenía algo mal consigo misma era, sin duda…
 
『 Meili: Yo, ¿no es asíí? 』
 
Ni siquiera Meili misma podía entender cómo había llegado a este punto.
Desde que decidió acompañar a Subaru y compañía en su travesía por las Dunas de Auguria, sus acciones habían dejado de ser del todo propias.
Siguiendo el flujo y la necesidad, ella continuó sometiéndose dócilmente a todo lo que le ordenaban, sin importar si era correcto o equivocado.
Esa era la manera en que Meili había aprendido a sobrevivir, así que había planeado actuar de la misma forma aquí.
Y sin embargo…
 
『 Meili: ——Es porque existen cosas como los Libro de los difuntos. 』
 
Al escuchar que era posible experimentar vicariamente los sentimientos de los muertos, la curiosidad en su interior la venció.
Sin poder evitar desatar lo que sentía por Elsa Granhiert y que siempre había mantenido sellado, Meili terminó cometiendo una serie de errores impropios de ella.
Para colmo, Subaru la reprendió con un sermón, como si fuera la persona más sabia del mundo.
Curiosamente, Meili no pudo evitar sentir un pequeño respeto por su queja, limitándose a sonreír burlonamente.
 
Por alguna razón, incluso terminé prometiéndole cooperación. Subaru me dijo que siempre me guiaría, pero ¿hasta qué punto piensa hacerse responsable de aquello? ¿No es del tipo de personas que lanzan palabras apresuradas y después se arrepienten?
 
En lo que a dejarse arrastrar por el flujo se refería, muchas cosas acudían también a la mente de Meili.
Pero, lo que la diferenciaba de Subaru, era que él no lanzaba simples palabras vacías.
 
Si Subaru dice que lo hará, ciertamente hará todo lo necesario para cumplirlo; y en el lugar de la promesa estaba… ¿Beatrice? Ella también se asegurará de obligarlo a cumplir la promesa.
 
Meili sentía que la estaban mimando demasiado, y también que debería ayudar a alguien, aunque hasta ahora nunca le habían pedido hacer semejante cosa.
 
『 … 』 
 
Incluso ahora, las hordas de topos emplumados que respondían a los gestos de Meili eran derribadas en pedazos por el aguijón del escorpión titánico.
Normalmente, aquellos tímidos topos emplumados jamás cargarían contra un enemigo más grande que ellos; pero, aunque Meili podía obligarlos a superar ese instinto, no podía hacerlos más fuertes.
 
『 Meili: ¡Aah! ¡Las han derrotado! 』
 
Agitando sus colosales pinzas, la violencia del enfurecido escorpión titánico aniquilaba una mabestia tras otra.
La sangre de las criaturas cortadas, aplastadas y destrozadas se filtraba en la sedienta arena, que de un amarillo pálido se transformaba en un oscuro rojo carmesí.
 
『 Meili: ——hk. 』
 
Rechinando los dientes ante esa realidad, Meili miró rápidamente a su alrededor, sondeando la presencia de mabestias en el cielo, sobre la arena e incluso bajo tierra, y sometió a todas las que pudo.
No importaba su calidad. Ahora necesitaban cantidad: un número inagotable de peones bajo su control.
 
『 Meili: ¡Argh, me saca de quicioo! ¡Por todo esto, definitivamente onii-san tendrá que escuchar lo que yo quiera despuéés! 』
 
Sin siquiera la posibilidad de secarse el sudor de la frente, Meili lanzó duras palabras hacia Subaru, que contenía al escorpión titánico desde una distancia prudente.
La espalda del Soberano de la hambruna no era un sitio cómodo, ni siquiera para ella. Pero, en su caso, había clavado el manto que envolvía su cuerpo con un cuchillo hasta la carne de la mabestia, obligándose a permanecer fija en su lomo.
Era una mabestia bajo su control. Ese nivel de daño podía soportarlo sin problemas.
El problema no estaba en la mabestia, sino en la fortaleza de Meili para resistir aquella situación.
 
Para empezar, este estilo de combate desesperado no era propio de Meili.
Su manera de luchar consistía en que la preparación previa significaba la vida——disponer a las mabestias dentro de su territorio de control, desplegarlas en el campo y contemplar cómo atacaban en conjunto desde la distancia.
Esa era la especialidad de la Domadora de mabestias, Meili Portroute.
 
Dar órdenes directamente en el campo de batalla mejoraba la precisión de ataque y defensa de las mabestias, pero era algo que Meili no necesitaba hacer si con ello comprometía su seguridad. Fue por equivocarse en esa decisión que había perdido contra Subaru y los demás, terminando como prisionera.
 
『 Meili: Elsa fue… 』
 
Ella murió por repetir tales errores.
Por supuesto, Elsa nunca habría querido que Meili se culpara; incluso era posible que no le importara morir. Y precisamente por eso, Meili no podía evitar sentirse ansiosa.
 
Así como no comprendía los sentimientos de Elsa, tampoco comprendía del todo los suyos propios.
Para empezar, aunque ahora estaba conteniendo al escorpión titánico y ganando tiempo a costa de las vidas de las mabestias, Meili nunca había actuado así antes.
 
A pesar de su juventud, Meili Portroute era una asesina.
Su trabajo consistía en quitar vidas por órdenes, encargos o peticiones.
Por eso, ésta era la primera vez.
 
——Luchar para ayudar, para salvar la vida de alguien.
 
『 Meili: ¡Ésta no es mi forma de actuar, ¿valee?! 』
 
Las palabras que dijo antes Subaru, semejantes a un murmullo incoherente, eran excesivamente irritantes. Qué clase de cosa era esa de preguntarle si se convertiría en su hija.
Con esa actitud que parecía ignorar por completo la posibilidad de ser odiado, realmente provocaba.
Aunque su enemigo directo fue Garfiel, era Subaru quien había construido esas circunstancias. Tal como también creó a su antojo las actuales circunstancias de la Atalaya Pléyades.
 
『 … 』
 
Sí; aunque pensara negativamente en las palabras y actos de Subaru, Meili, antes de darse cuenta, había obedecido sus órdenes y se movía como una pieza en el tablero, igual que los demás.
Si eso era fruto de algún plan elaborado de Subaru, todavía podría tener sentido.
Pero, sin importar cómo se mire, Subaru no parecía alguien capaz de ello. Lo único que Subaru poseía era desesperación, expectativas obstinadas y una fe insensata que le llevaba a dejar su propia vida en las manos de Meili.
 
『 Meili: Es como si me hubiera contagiado su estupideez. 』
 
Murmurando, Meili convocó a las mabestias que había captado bajo la arena y las lanzó contra el escorpión titánico.
 
『 … 』
 
El colosal y tembloroso cuerpo de un gusano de arena emergió del mar de arena, esparciendo por todas partes la arena teñida de rojo. Retorciendo su enorme figura de más de diez metros, se desplomó con fuerza sobre el escorpión.
Sería una magnífica victoria si lo aplastara bajo su peso y acabara, tragado por la arena——pero no podía ser tan sencillo.
 
Azotado por el torrente de luz blanca, el grueso cuerpo del gusano fue desintegrado en un instante.
Cayendo dividido en dos y derramando fluidos corporales con un ruido espantoso, fue rematado por los ataques sucesivos del aguijón de la cola.
No obstante, esa cortina de sangre y carne era un señuelo a costa de la vida del gusano.
 
——Los tres Soberanos de la hambruna que emergieron desde la brecha abierta por el gusano de arena eran el verdadero ataque.
 
『 ¡——ϠϠ! 』
 
Con un bramido semejante al llanto de un niño, aquellos mitad persona y mitad caballo en llamas cargaron en un asalto suicida contra el gigantesco escorpión.
Aunque muchas especies de mabestias habitaban en las Dunas de Auguria, las más poderosas en potencia individual eran los Soberanos de la hambruna.
Usando como distracción a los topos emplumados —numerosos pero débiles—, a los Osos Cortesanos —de resistencia ínfima— y a los gusanos de arena —que buscaban aplastar con su volumen—, Meili había reservado a los verdaderos oponentes.
 
Estos tres Soberanos de la hambruna habían llegado hasta aquí atraídos por la batalla.
Aunque no eran tan fuertes como el escorpión gigantesco, sí eran las criaturas de las que más recelaba. Era la prueba indiscutible de que reconocía su poder como amenaza.
 
『 Meili: Parece que, después de todo, estoy bien. 』
 
Uno era el que montaba ella, otro era el que llevaba a Subaru y Beatrice, y finalmente los tres preparados para este golpe decisivo. La carga de mover a todos a la vez debía de ser inmensa.
Pero, misteriosamente, Meili no estaba sintiendo ningún efecto adverso en este momento. Quizás la exaltación de la batalla lo hacía posible, y si así era, prefería suponerlo.
 
No pensaba en derribar al enemigo.
Pero si lograba siquiera un golpe medianamente letal, facilitaría también cumplir el propósito de Subaru.
 
『 … 』
 
——En cierto sentido, ésta era quizá la tercera vez que la joven llamada Meili, que siempre había vivido dejándose llevar por la corriente, deseaba hacer algo por voluntad propia.
 
La primera, cuando vagó por la torre de noche, buscando salvación en el Libro de los difuntos.
La segunda, cuando, acorralada mentalmente, se acercó a la espalda de Subaru junto a la escalera de caracol.
Y la tercera, al tratar de ganar tiempo, buscando un resultado más grande de lo esperado.
 
『 Subaru: ¡¡Meili!! 』 
 
Cuando los tres Soberanos de la hambruna se lanzaron sobre el escorpión, un grito ensangrentado llamó a Meili.
Era, literalmente, la voz de Subaru, con sangre escurriéndose de la comisura de los labios.
 
Meili se desconcertó, pues no era exaltación, ni alegría, ni admiración. Se preguntó por qué estaba tan furioso, cuando ella estaba haciendo tan bien su trabajo.
Sin embargo…
 
『 Meili: … ¿Eh? 』
 
Blandiendo lanzas llameantes, los tres Soberanos de la hambruna se abalanzaron con ferocidad sobre el gigantesco escorpión.
Sin importar lo fuertes que fueran sus pinzas o su aguijón, no podría detenerlos… o eso esperaba, hasta que notó el cambio en el cuerpo del escorpión.
 
Como si hubiera sido abrasado por llamas o hubiese absorbido sangre, su coraza, que antes brillaba como acero ennegrecido, cambió de color como si abriera los ojos. En un instante, el negro azabache de su caparazón se tornó rojo sangre.
 
——Entre ciertas mabestias, existía una transformación llamada Tono ofensivo.
 
Ello cambiaba radicalmente su conducta, volviéndose más agresivas y feroces.
En la mayoría de los casos, la apariencia externa también mutaba; ejemplos de este fenómeno eran: las llamas infladas de los Soberanos de la hambruna, o los incontables ojos brotando en el cuerpo de la Ballena Blanca.
Y ahora el escorpión titánico——no, el Escorpión carmesí, también lo manifestaba.
 
Más agresivo, más destructivo, más letal…
 
『 Meili: ——Ah. 』
 
Un resplandor blanco estalló en todas direcciones, haciendo desaparecer a los Soberanos de la hambruna en el aire.
Al mismo tiempo, la luz blanca desató una onda que arrasó el mar de arena como una guadaña gigante.
Y entonces…
 
『 … 』
 
Envuelta en el torrente de luz explosiva, la pequeña figura de Meili se agitó en el aire, salpicando sangre.
 
 
△▼△▼△▼△
 
 
——Un poder desbordante con la sensación de sangre hirviendo. Lo había detestado desde que era una niña.
 
Una omnipotencia que parecía como si pudiera gobernar todas las cosas de este mundo.
Si el tiempo de embriagarse con esa alucinación hubiera continuado, sin importar cuán firme fuera la mente con la que hubiese sido bendecida, tarde o temprano habría errado en su camino.
 
Era consciente de que superaba a los demás. Sin embargo, no confiaba demasiado en eso.
También cometía errores. Simplemente poseía la voluntad de no equivocarse, y la voluntad de corregir los fallos cuando los cometía.
 
La razón por la que había podido sostener esa voluntad era, justamente, porque no se dejaba embriagar por la omnipotencia ni actuaba como una insensata.
Porque no cayó en el malentendido de creerse algo grandioso al dejarse llevar por los elogios exagerados de su alrededor, y se mantuvo firme sin convertirse en una mimada de quienes veneraban tradiciones rancias y misticismos anticuados.
Y, el motivo de que no hubiera sido aplastada por razones tan superficiales, ¿gracias a quién sería?
 
Ella lo sabía: seguramente era gracias a algo que no podía recordar, algo que le faltaba.
La razón era…
 
『 Ram: ——Después de todo, Ram no solo es linda, sino también lista. 』
 
Dejando escapar palabras de autoalabanza, Ram avanzaba con pasos tan firmes, que rompían los escalones de la escalera de caracol.
En un instante, la oni de pelo melocotón, envuelta en viento, balanceó su brazo y aplastó el brazo de su oponente que intentaba bloquearla. Lo torció en un instante hasta la muñeca, el codo y finalmente el hombro, fracturándolo.
 
『 Ray: … Gh—. 』
 
Ella no le daría tiempo a soltar un gruñido de agonía.
Golpeando con su puño el rostro que estaba a punto de soltar un alarido, los delicados dedos de Ram se transformaron en perdigones.
Con innumerables golpes lanzados sobre todo su cuerpo, Batenkaitos retrocedió mientras escupía sangre. Persiguiéndolo, Ram cabalgó en el viento que surgía bajo sus pies y saltó a gran altura.
 
『 Ray: Hihi—. 』
 
Como si quisiera interceptarla, Batenkaitos giró ambas piernas en el aire.
Un instante después, una distorsión en el espacio entró en contacto con el hombro de Ram, rasgando sus ropas, su piel y su carne. Un recuerdo doloroso, una trampa impúdica traída por magia de viento: cuchillas invisibles suspendidas en el aire.
 
『 Ram: Algo de este nivel… 』
 
『 Ray: ¿Quieres decir que lo barrerás con viento? ¡No, no, es inútil, inútil! ¡Es algo fijado en el espacio, e~h! ¡Ni siquiera nee-sama podría apartarlo, qué pena~! 』
 
Con una sonrisa ensangrentada, Batenkaitos pateó el aire, anticipando su plan.
Aunque en realidad no estaba pateando el aire, sino usando las cuchillas que habían cortado a Ram como apoyo, caminaba por el cielo—— usando como peldaños aquellas posiciones que solo él conocía, volaba libremente alrededor de la escalera de caracol que se elevaba dentro de la torre.
Sin embargo…
 
『 Ram: Clarividencia. 』
 
Aunque no pudiera percibirlo por sí misma, al superponer su visión con la de humanos establecidos, podía detectar el escondite con el más mínimo cambio de consciencia. Mientras Glotonería trataba de escapar cada vez más arriba en el aire usando sus trampas como apoyo, Ram se solapó con su campo visual y, usando el mismo como peldaño, se lanzó hacia él con convicción.
 
『 Ray: ¡Vaya—! ¡Ajajajajajaja! ¡¿En serio, nee-sama?! ¡¿Lo dices en serio?! 』
 
『 Ram: Hablas como Barusu. ——Me ayudaría si dejaras este tira y afloja. 』
 
Sorprendido, Batenkaitos apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que Ram, saltando más rápido que su ascenso, mirara hacia abajo a su rostro deforme y cruel.
Y entonces, sin piedad, hundió la suela de su zapato en ese rostro, con la boca abierta mostrando colmillos afilados.
 
『 Ray: Bh. 』
 
『 Ram: Muy bien, veamos cuántas veces podrás saborear el zapato de Ram antes de caer. 』
 
Con la nariz aplastada, el pequeño cuerpo de Batenkaitos rodó en el aire.
Con el ímpetu de su ascenso destruido, Glotonería fue hecho caer directamente hacia abajo por la fuerza de la patada de Ram.
Persiguiéndolo, Ram levantó ambas manos hacia el cielo, acumuló viento en sus palmas y, descendiendo velozmente, propinó una segunda patada——no, una tercera, una cuarta, y continuó golpeándolo.
 
Sin piedad, los talones de Ram castigaban su nariz, sus dientes, su barbilla y su frente uno tras otro.
Ese rostro burlón, esa boca que una y otra vez la llamaba 『 Nee-sama 』, le resultaban insoportables.
Tenía la intención de destrozarlos a ambos, mientras su caída aún proseguía.
Por cierto…
 
『 Ram: No es culpa de Ram si terminas siendo cortado por tus propias trampas. Cosechas lo que siembras. 』
 
『 Ray: ¡Gh! ¡Ghya! ¡Higiiii—! 』
 
En su caída forzada por la patada, las cuchillas invisibles que había dejado en el aire desgarraron el cuerpo de Batenkaitos.
Sangraba, y parecía que algunas heridas eran de habérsele arrancado carne, pero Ram no le prestó atención.
 
Ram no era alguien que disfrutara yendo demasiado lejos para hacer sufrir a su enemigo.
Sin embargo, eso solo aplicaba cuando el adversario tenía alguna cualidad que pudiera inspirar compasión. Si era un enemigo detestado, no dudaría en hacerlo gritar como un cerdo.
 
『 Ram: ¿Y bien? ¿Te arrepientes? 』
 
Deteniendo hábilmente su cuerpo en el aire, Ram preguntó con las piernas aún apoyadas sobre el rostro y el pecho de su oponente.
Con la cara cubierta de sangre, Batenkaitos no respondió a la pregunta, sino que levantó las dagas en ambas manos por encima de su cabeza.
 
Y entonces, ambas manos de Ram, como si fueran espadas, golpearon sus hombros, dislocando violentamente las articulaciones.
 
『 Ray: ——Aoh. 』
 
『 Ram: ¿Y bien? ¿Te arrepientes? 』
 
No importaba cuán excelente fuera su técnica: con los hombros dislocados, sus brazos no podían moverse.
Mirando hacia abajo al rostro sorprendido y con los ojos abiertos, Ram repitió la misma pregunta una vez más.
 
『 … 』
 
Mientras Batenkaitos miraba a Ram, ella buscaba en sus ojos alguna señal de miedo.
Su objetivo era causarle miedo, angustia y un sentimiento indefinible de derrota. Para la venganza——no, para algo mucho más que eso.
 
『 Ram: Para Rem. 』
 
Era para recuperarla. A ella, y a la inmensa cantidad de víctimas que habían caído víctimas de Glotonería. Para recuperar a los que les habían arrebatado su nombre y recuerdos, y usurpado la historia con la que habían estado en contacto.
 
Si lo único que necesitaba era matar, Ram podría hacerlo en este mismo instante.
Bastaría con envolver sus pies en una cuchilla de viento y decapitarlo con la misma facilidad con la que le había pateado el rostro. Aunque fuera un miembro del Culto de la bruja famoso por su vileza viviente, si su cabeza y su cuerpo eran separados, moriría efectivamente.
 
Sería un acto de venganza, por parte de alguien del clan Oni cuya aldea había sido reducida a cenizas, contra aquellos que la destruyeron.
Después de todo, sabía que el carácter de los seguidores del Culto de la bruja era simplemente repugnante: una horda de bufones débiles.
Por eso preguntaba, para matar primero su corazón antes que su vida.
 
『 Ram: ¿Y bien? ¿Te arrepientes? 』
 
『 Ray: … —, Eclipse Solar—! 』
 
Al escuchar la pregunta por tercera vez, un leve matiz de miedo se mezcló incluso entre el tono de sangre.
Sin embargo, desapareció justo frente a los ojos de Ram, literalmente en un abrir y cerrar de ojos.
 
Su desaparición no era un simple movimiento a gran velocidad.
La sensación del rostro y el cuerpo de su oponente bajo sus pies se desvaneció. No obstante, de inmediato se le ocurrió dónde había desaparecido Batenkaitos.
 
『 Ram: Clarividencia. 』
 
Mientras captara el campo de visión de su enemigo, nadie podría escapar de Ram.
 
『 … 』
 
Siguiendo lo que ahora veía a través de él, identificó el lugar en la escalera de caracol donde se encontraba. Al envolverse en viento y alcanzarlo, descubrió la figura de un anciano calvo vestido con algo parecido a una túnica sacerdotal.
Esa transformación de apariencia exterior podría confundir y engañar a cualquiera que no fuera Ram.
Pero, debido a que compartía el campo visual, ella tenía la convicción de que, sin importar la forma que tomara, seguía siendo Batenkaitos.
 
『 Ram: He oído que cambiar de forma y disfrazarse era una técnica de Lujuria, ¿pero cuántos trucos más posees? 』
 
『 Ray: Ah, ¡aaaah, maldita sea! ¡Aunque no teníamos intención de usarlo… no, aunque se suponía que no había ninguno…—! 』
 
『 Ram: ¿—? ¿De qué estás hablando? 』
 
Al alcanzarlo en la escalera de caracol, allí estaba un anciano arrodillado——Batenkaitos, gimiendo de dolor.
Ram frunció el ceño ante su actitud, que parecía completamente genuina, pero ella descartó de inmediato cualquier duda.
Lo importante era que el enemigo seguía vivo y respirando, y que su espíritu no mostraba grietas.
Además…
 
『 Ram: ——No se puede perder más tiempo. 』
 
Aunque lo murmuró para sí, ya había pasado más de un minuto desde que Ram había liberado su gran grillete——aunque había una carga leve sobre ella, la mayor parte estaba siendo transferida a Subaru.
Aunque le había dicho a Subaru que no tomara demasiada carga, tal como ella sospechaba, él decidió arbitrariamente asumir todo. Él haría cualquier cosa con tal de lucirse.
Algo así debería haberlo hecho sólo por aquellos a quienes amaba, o por Rem.
 
『 Ram: … La situación sigue siendo desconocida para Ram, pero ¿al fin aceptarás nuestras demandas? Devuelve todo lo que has devorado como Glotonería hasta ahora. Si lo haces… 』
 
『 Ray: … Si lo hacemos, ¿qué pasará, eh? ¿Nos dejarás libres? 』
 
『 Ram: No. Si lo haces, entonces Ram te matará de inmediato. ¿No es un buen trato? Mereces miles de muertes, pero te perdonaré cuando mueras una sola vez. 』
 
『 Ray: Buajaja. 』
 
Batenkaitos hablaba como un anciano, y soltó una risa igualmente anciana.
Observando su conducta, Ram dedujo que este cambio de forma quizá era un procedimiento necesario para usar la habilidad de ese cuerpo en su máximo potencial.
Cuando desapareció por completo ante sus ojos, eso era una técnica que debía describirse como un salto espacial de corta distancia.
Quien usó esa técnica debió de haber sido el anciano calvo en el que se había convertido Batenkaitos.
 
『 Ram: Pero, es bastante extraño. Si tenías este comodín desde el principio, no habría sido raro que la usaras antes. Y sin embargo, seguiste ocultándola. 』
 
『 … 』
 
『 Ram: … ¿Tienes alguna razón por la cual no quieres usarla? ¿Como ser arrastrado por el recipiente, quizás? 』
 
『 Ray: Madre mía… realmente, nunca nos hemos topado con una dama tan aterradora… No. De veras, nee-sama, das miedo. 』
 
Con esa deducción incrustada en la posibilidad, la figura del anciano cambió lentamente a un cuerpo más pequeño.
Esto era la prueba de lo que Ram identificó, y también prueba de que la transformación no borraba las heridas recibidas. Batenkaitos estaba cubierto de sangre, y su rostro arruinado.
 
『 Ram: ¿Y tus hombros? 』
 
『 Ray: Los hemos recolocado golpeándonos contra la pared. Como es algo que no sale bien a la primera, e~h… duele, a~h, duele. 』
 
Girando ampliamente ambos hombros que había recolocado, Batenkaitos confirmó la sensación. Al verlo, Ram reflexionó que, en lugar de dislocarle los hombros, debería haberle cortado los brazos desde la raíz.
O, si hubiera aplastado las extremidades, quizás habría destruido todos sus absurdos trucos.
 
『 Ray: Esto y lo otro, anticipándote a todo, todo, to~do lo que debemos hacer y lo que debemos lograr… Increíble, nee-sama. ¿Acaso estás usando también una autoridad, como onii-san, nee-sama? 』
 
『 Ram: Te equivocas. Esto no es más que el excelente poder de percepción de Ram. No lo mezcles con el incomprensible instinto de Barusu. Es desagradable. Muérete. 』
 
『 Ray: Ahjajaja~, qué severa~. Pero pero, entiendo entiendo, conque es así. 』
 
Sacando perezosamente la lengua destrozada de su boca llena de colmillos, Batenkaitos mostró una sonrisa ensangrentada. Y, ante ese gesto ominoso, Ram abrió mucho los ojos y tensó los hombros.
Si hacía algún movimiento extraño… No.
 
『 Ram: Antes de que intentes algo, prueba esto. 』
 
Antes de que pudiera actuar, Ram optó por volar los miembros de su enemigo con cuchillas de viento.
Había formas de detener hemorragias. No había formas de detener el dolor; pero, mientras no muera, podría continuar interrogándolo. Tomando esa decisión, lanzó sin vacilar sus cuchillas de viento.
Sin embargo…
 
『 Ray: ¡¡——Nosotras ganamos la apuesta!! 』
 
Mientras recibía las cuchillas de viento, el hombre regordete y desaliñado saltó hacia atrás. Las cuchillas que deberían haber cortado no solo sus extremidades, sino incluso su grueso torso, no lograron más que teñir su piel con una leve marca roja y fueron apartadas.
 
『 Ray: Nee-sama, parece que ha habido un pequeño malentendido. ——Solo para que lo sepas, no eres la única que vigila a su oponente. 』
 
Mientras Ram avanzaba, convencida de que no debía dejar escapar a ese gigante, aquella voz la alcanzó. En el siguiente instante, una de las cuchillas invisibles restantes le provocó un corte superficial en la garganta, retrasando su avance por medio paso.
Batenkaitos se coló en ese intervalo de apenas medio paso.
 
『 Ray: ¡¡Partiendo de nuestro APPROACH, este es nuestro golpeee!! 』
 
La figura del anciano desapareció en un parpadeo, y una presencia intimidante emergió justo detrás de ella.
Sin darle tiempo siquiera de girarse, un poderoso puño golpeó el costado de Ram, lanzando por los aires su esbelta figura.
Soltando un 『 Ga~h 』 al ser arrojada por los aires, Ram alcanzó a ver que quien la había golpeado era un hombre de físico robusto y aura violenta——alternando en un instante entre tres formas, un enlace que utilizaba al máximo sus cualidades especiales…
 
『 Ram: Aun así, no creas que la misma técnica volverá a funcio—— 』
 
『 Ray: No lo creemos. Sí que no lo creemos. No lo creemos, eh. Dado que no lo creemos. Porque no lo creemos. Precisamente porque no lo creemos. ¡Porque decimos que no lo creemos! 』
 
La figura del vociferante Batenkaitos volvió a transformarse en el anciano, y cubrió uno de sus propios ojos con la mano.
Sintiéndose intimidada y un estremecimiento ante ese gesto, Ram estiró sus largas piernas, pateó la pared y trató de colocarse en posición para lanzarse ágilmente hacia él.
Sin embargo, era tarde.
 
『 Ray: Lo sabemos. ——La nee-sama de Rem no puede seguir moviéndose así sin trucos. 』
 
『 … 』
 
Lo que lo llevó a esa respuesta no eran los movimientos de Ram, sino el conocimiento de Rem. Observando los movimientos de Ram, quien había trascendido los límites de ser descornada, Batenkaitos afirmó con convicción esa conjetura.
Y cuando Ram volvió al desnivel de la escalera, comprendió esa malicia.
Es decir…
 
『 Ray: Nee-sama, realmente no queremos medir fuerzas contigo, e~h. 』
 
Sí, la sonrisa taimada se desvaneció como si el espacio se derritiera.
La movilidad instantánea lograda por distorsiones espaciales de corta distancia——al ejecutarla consecutivamente, retirarse del campo de batalla era un asunto sencillo. Aunque no esperaba que luchara con honor hasta la muerte sin rendirse.
 
『 Ram: Es rápido para decidir huir. No, hay algo más importante… 』
 
Si era consciente de la Clarividencia de Ram, no creería que podría escapar fácilmente.
La razón por la que tomaba distancia sabiendo eso era porque había notado la restricción de tiempo que pesaba sobre Ram. Y, aunque le molestara, había logrado hacerle perder una cantidad considerable de tiempo.
 
La carga sobre Subaru aumentaba cada segundo.
Debía encontrar lo antes posible el paradero de Batenkaitos, que había huido dentro de la torre.
 
Cuando ese pensamiento la alcanzó, se dio cuenta de que ese arzobispo del pecado —aquel cúmulo de malicia— no se escabulliría en la torre solo para escapar. Sabía perfectamente cuál era el medio más eficaz de atormentar a Ram, a quien enfrentaba.
Y esa era…
 
『 Ram: ——Rem. 』
 
Finalmente, el campo de visión del malhechor se solapó con el de Ram, teniéndolo de nuevo.
Lo que se reflejaba allí era la cola de una dragona de tierra negra que corría con la Bella Durmiente sobre su lomo.