miércoles, 24 de septiembre de 2025

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GOOD LOOSER


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Juli

Corrección y edición
Carlos
Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

――Nombrarse a sí mismo como el «más caballero de los caballeros» requería valentía.
 
Ciertamente, él se enorgullecía de que le llamaran así y lo elogiaran.
Sin embargo, él nunca se etiquetó de esa manera.
 
Se sentía orgulloso de sí mismo por haber acumulado un arduo trabajo sin escatimar esfuerzos, por haberse dedicado diligentemente al aprendizaje, cada día.
Sin embargo, en su historia de incompetencia e inexperiencia, no estaba sino rodeado de muchísimos seniors excelsos, de gente de su misma edad que inspiraban respeto y de juniors dignos de admiración.
Aunque frustrante, él consideraba eso una dicha.
 
Ser reconocido por alguien como ellos debería ser la recompensa por su diligencia y arduos esfuerzos.
Por no hablar de que, si quieres que todos te reconozcan, tus esfuerzos y dedicación deben ser extraordinarios, y debes entrenar hasta el punto de que todos queden impresionados solo por tu nivel de esfuerzo.
 
――¿Realmente había trabajado lo suficientemente duro como para ser digno de eso?
 
Era verdad que se sentía orgulloso de sí mismo por haber acumulado un arduo trabajo sin escatimar esfuerzos, por haberse dedicado diligentemente al aprendizaje, cada día.
Sin embargo, ¿había trascendido sus límites? ¿Se había pulido y refinado cada día hasta agotar toda su fuerza? Inspirado por los arduos esfuerzos de los demás, ¿había prometido trabajar aún más duro hacia sus ideales?
 
Él mismo respondería a su propia pregunta.

Julius Euclius, en efecto, lo había logrado.
Trascendiendo límites, puliéndose y refinándose hasta agotar toda su fuerza; inspirado por los arduos esfuerzos de los demás, prometió trabajar aún más duro hacia sus ideales.
 
――Por lo tanto, ante la existencia que se erguía como el pináculo de la esgrima, levantó la cabeza con confianza.
 
 
『 Julius: ——Soy el «más caballero de los caballeros», Julius Euclius. La espada del reino que te derrotará. 』
 
『 Reid: ... 』
 
Agarrando el borde de su capa, Julius hizo una reverencia, y, frente a él, el Santo de la Espada permaneció en silencio.
Cerró su otro ojo, el que no estaba cubierto por el parche, y no miró a Julius. Pero, cruzando silenciosamente sus brazos robustos y fornidos, reflexionó sobre algo.
Sin embargo, su reflexión no duró mucho. Julius lo conocía desde hacía muy poco, pero ese poco tiempo le bastó para saber con certeza que él no era de los que pensaban en profundidad.
Así pues...
 
『 Reid: ¡Ah, ah, ahhhh, AHHHHHHHHHH... ¡MALDITA SEA! 』
 
Rascándose intensamente la cabeza, el Santo de la Espada Reid pisoteó furioso el suelo una vez.
Con ese único golpe, el suelo blanco del segundo piso tembló como si se estuviera agrietando. Aunque Echidna, que observaba el enfrentamiento de los dos, retrocedió con su cuerpo, Julius permaneció firme, sin inmutarse.
Al ver eso, Reid chasqueó la lengua con un 『 Tch 』.
 
『 Reid: Apariencias, apariencias, apariencias... Sí, apariencias. Realmente fablas mierda como mi seguidor. Qué tipo tan insoportable eres, oye. 』
 
『 Julius: Aunque lamentablemente no lo conozco, debo ofrecer mis condolencias al hombre al que dices que es tu seguidor. 』
 
『 Reid: ¿Eh? ¿Oye, quién dijo que mi seguidor es hombre? Para empezar, no me divierte portar bastardos por ahí. El seguidor del que fablo es una mujer. Tiene un buen rostro, pero su manera de pensar es molesta, maldita sea. 』
 
『 Julius: ¿Una mujer? ... Entonces, ¿cuál es la similitud entre ella y yo de la que hablas? 』
 
『 Reid: ¿Eh? No me fagas decirlo una y otra vez. 』
 
Mientras se formaban arrugas en su hocico, Reid mostró una sonrisa feroz parecida a la de un tiburón.
Y, deshaciendo su cruce de brazos y golpeándose las mejillas con las manos...
 
『 Reid: Lógica apestosa, y tener un buen rostro. 』
 
『 Julius: ... 』
 
『 Reid: Oye, ni siquiera te molestas. Nada encantador, oye... Bueno, está bien. 』
 
Resoplando por la nariz ante la ausencia de reacción de Julius, Reid hizo tronar ruidosamente los huesos de su cuello. Después, a través de su ojo azul, observó a Julius... no, no solo a Julius, sino también a su entorno.
Las luces centelleantes que parecían rodear a Julius brillaban más intensamente que antes.
Sobre todo, esta sería la primera vez que haría debutar a estas chicas de esta manera ante Reid.
 
『 Julius:, ¿Tienes algo que objetar respecto a mis brotes... o, mejor dicho, mis encantadoras doncellas? 』
 
『 Reid: Jah, nada. Las mujeres agradables no tienen nada que ver con su raza. Desafortunadamente, no estoy interesado en mujeres con las que no pueda acostarme... Oye, habrías crecido más fuerte si hubieres roto tu caparazón, ¿sabes? 』
 
『 Julius: Si tú lo dices, entonces ciertamente pudo haber existido un camino como ese. 』
 
Algo como ofrecer consejos a los juniors era inimaginable para Reid, considerando su personalidad.
Que él lo hubiera hecho, seguramente se debía al carácter voluble de Reid y a que consideraba una lástima la figura desesperada de Julius, quien solo se aferraba a la espada.
Si de todos modos vas a aferrarte a la espada, entonces adopta una postura sin prestar atención a las apariencias―― Esa había sido la actitud y la resolución que Reid había buscado en Julius, y ese también había sido un camino posible.
Sin embargo...
 
『 Julius: He decidido seguir este camino. Tal vez, como dices, si rompiera mi caparazón y dejara al descubierto mi verdadero yo podría volverme más fuerte. 』
 
Julius era consciente de que, si no lo mantenía firmemente bajo control, podía convertirse en esa versión de sí mismo sin querer.
En un momento de urgencia, en un enfrentamiento al límite, en una situación donde una delgada línea separara la vida de la muerte, el verdadero rostro de Julius se revelaría.
Sin embargo, eso solo ocurriría si es que no lograba mantenerlo bajo control. ――Pero ahora, ya no dudaría más.
 
『 Julius: Por la presente, declaro que me consideraré completamente como un caballero. Además, en lugar del camino al que intentaste guiarme, me convertiré en mi yo que destaca en todos los frentes. 』
 
『 Reid: Jah, ¿qué lógica de mierda face que digas que vas a facer eso, lechuguino? 』
 
『 Julius: Es obvio: el caballero en quien deposito mi confianza es la personificación de los ideales. Es noble, justo y más fuerte que cualquier otro. Entonces, es inevitable que yo, que me considero un caballero, también deba ser así. 』
 
『 Reid: ... Ja. 』
 
Era un razonamiento absurdo según sus propias palabras, una línea de argumento y afirmaciones ilógicas, una arbitrariedad altiva digna de ser objeto natural de burla.
Sin embargo, al escuchar eso, Reid no mostró una expresión evidente de furia; simplemente exhibió sus colmillos afilados y rio, sin dirigir ningún disgusto o desprecio en absoluto.
Y entonces...
 
『 Reid: Voy a facerte plorar. 』
 
Diciendo eso, Reid arrojó a un lado el palillo que sostenía y, ante un Julius que miraba con asombro, dio un gran salto hacia atrás. Posteriormente, extendió su mano con firmeza hacia un lado.
Lo que su enorme palma agarraba era la Espada de selección clavada en el blanco piso...
 
Originalmente, se suponía que Reid Astrea sólo había prestado su existencia como Examinador de la atalaya.
Por alguna razón, él rompió el mecanismo de la torre gracias a su intenso ego y, finalmente, al sobreescribir el cuerpo físico del arzobispo del pecado de la glotonería que le atacó, logró una pseudorresurrección.
Fue solo en este estado ―bajo esta circunstancia en la que no estaba sujeto al Examen de la torre― que Reid desenvainó por primera vez la Espada de selección, cumpliendo con su rol original.
Es decir...
 
『 Julius: ... «Gánate el permiso del tonto que ha alcanzado la Espada Celestial». 』
 
『 Reid: Eso debería decirlo yo, ¿no crees? ――Aunque, bueno, lo olvidé por completo. 』
 
『 Julius: Lo imaginé, por eso lo dije en tu lugar. ――Te desafío. 』
 
『 Reid: Como si fuere a darte permiso, lechuguino. Voy a facerte gritar «hii, hii» de miedo. 』
 
Ante Julius, que tenía su espada de caballero preparada al frente, Reid apuntó toscamente la espada que había desenvainado.
Sin ningún intervalo en absoluto, el espadachín supremo que adoptó una postura relajada, habiendo alcanzado los extremos, era...
 
――El pináculo de todos los que empuñaban la espada, el Santo de la Espada Reid Astrea.

 
『 Julius: Y ahora... 』
 
『 Reid: Cuando quieras. 』
 
『 Julius: ¡¡――Prepárate!! 』
 
 
Depositando su fe en la caballería que moldeaba su ser, Julius Euclius enfrentó al Santo de la Espada con todo su poder.
 
 
△▼△▼△▼△
 
 
Tanto su cuerpo como su corazón se sentían ligeros.
En un sentido no figurado, esa era la fuerza de la mejora que envolvía a Julius mientras blandía la espada de caballero.
 
Obviamente, la estabilidad mental influía enormemente en combate.
Pensándolo bien, sería acertado afirmar que Julius había estado en una condición inestable desde que llegó a esta Atalaya Pléyades——no, desde que su propio nombre fue robado en la Ciudad de las Compuertas.
 
Por supuesto, Julius se reprendía a sí mismo tanto como podía, conteniéndose y prohibiéndose reflejar eso en su rostro.
Era un autocontrol que cualquiera elogiaría como una mentalidad de acero——sin embargo, no fue elogiado.
 
Como consecuencia de prohibirse mostrar en su rostro cómo se sentía de verdad —engañando a sus camaradas e incluso a sí mismo—, desde que llegaron a esta torre él únicamente tuvo vergonzosas derrotas consecutivas.
 
Desde el principio, Julius debería haber confiado en los demás.
Perdiendo la compostura debido al impacto de que su propia existencia fuera olvidada, mientras solo se compadecía de sí mismo, que había sido desplazado del mundo de los demás, no logró notar aquello en lo qué debería haber confiado al máximo.
 
¿Las personas a las que Julius quería, en las que confiaba, a las que había jurado lealtad y a las que había confiado su espalda eran personas que simplemente ignorarían a Julius Euclius por ser desplazado de su mundo sin que ellos lo notaran?
 
――Podía afirmar con rotundidad que no lo eran.
 
Por lo tanto, Julius simplemente debería haber hecho una cosa: debería haber mostrado su afecto por su propia voluntad... al igual que lo había hecho con sus brotes, apelando con sinceridad.
 
『 Julius: Debería haber vuelto a atar los lazos rotos. Alguien que no es nadie
puede convertirse en cualquiera... ¡y yo mismo soy la viva prueba de ello! 』
 
El hijo de un plebeyo que no era nadie se había convertido en el caballero más atractivo y genial de este mundo.
Julius, que se había convertido en nadie, debía convertirse en alguien una vez más.
Así pues...
 
『 Julius: ¡Sin importar cuántas oportunidades me concedieran, estoy seguro de que aquel día volvería a dejarme cautivar por ese joven que parecía arder como el fuego, que en su espada volvería a ver el ideal de un caballero, y que volvería a desafiarte a ti, el pináculo de la esgrima, todas las veces que sean necesarias! 』
 
『 Reid: Fablando mierda ansí... ¡¡qué descarado de tu parte, desgraciado!! 』
 
Ante el tajo decapitante de Julius, quien tenía su determinación puesta en la punta de su espada, Reid rugió mientras también respondía con un ataque de espada.
Mientras todo su cuerpo estaba sometido a esos movimientos de espada y a ese poder de espada, Julius entrecerró sus ojos amarillos y sintió asombro.
 
Incluyendo los reinicios, ésta sería la cuarta vez que luchaba contra Reid de esta manera.
El primer desafío y la derrota inmediata que le siguió. Esta vez, con el confinamiento adicional de toda la atalaya restringida y habiendo logrado un nuevo contrato con sus brotes, era la cuarta vez.
De todas esas veces, ésta era la primera vez que Reid usaba un arma diferente a los palillos... aunque referirse a los palillos como un arma dejaba mucho espacio para la duda.
Y en estos momentos, con el pináculo de la esgrima ―el Santo de la Espada― habiendo empuñado completamente la espada, pensó.
 
『 Julius: ¡El poder de tu esgrima no ha cambiado, en comparación con las veces en las que usabas palillos! 』
 
『 Reid: Ya te lo dije. La razón por la que soy fuerte no es porque blanda una espada. La única razón por la que soy fuerte, es simplemente porque soy fuerte. 』
 
El tajo descendió con descuido, y Julius lo recibió por encima de su cabeza; sus rodillas crujieron al instante, y de inmediato vino una acometida desde abajo. Apenas logró resistirla con la base de la empuñadura, y la sacudida lo lanzó hacia atrás.
 
Pero Raid no lo persiguió con un impulso ni una embestida, sino simplemente avanzando con largas zancadas.
 
Aunque uno podría llegar a sospechar que usaba una técnica especial de caminar, no había nada de especial en ello.
La habilidad de Reid era simplemente avanzar con la intención de alcanzar a un oponente que se había alejado, inventando y ejecutando fácilmente una nueva forma de marcha distinta a cualquier escuela de esgrima existente previamente.
Tal como Reid mismo había afirmado, esto era simplemente una cuestión de su extraordinario ser.
 
『 Reid: ¿Ya quieres plorar? 』
 
『 Julius: ... No, ¡la sensación de desafiar a una leyenda está avivando mi pecho! 』
 
En lugar de con fanfarronería, Julius respondió con sinceridad mientras era impulsado.
Sin duda, quien estaba ante sus ojos era Reid Astrea. ¿Cuántas veces había latido el corazón de Julius por él, cuántas veces habían brillado sus ojos por él, cuántas veces lo había admirado y anhelado debido a su leyenda?
Aunque quedó sorprendido por su personalidad cuando lo conoció en persona, su fuerza había sido los mismísimos ideales que admiraba y anhelaba.
Por lo tanto, ¿cuánto había desperdiciado de sí mismo en todo este tiempo?
 
Todo mientras tenía la oportunidad de intercambiar palabras, espadas, creencias y convicciones con él...
 
『 Julius: Ja. 』
 
Mientras cruzaba espadas con el genuino, Julius exhaló cuando un pensamiento imprevisto cruzó su mente.
Estaba extremadamente fuera de lugar, pero la anticipación hizo que su corazón latiera; era verdaderamente encantador y estimulante.
 
『 Reid: ¿De qué demonios estás riéndote? 』
 
『 Julius: Nada, simplemente se me ocurrió una idea: cuando cumpla mi objetivo aquí y regrese al servicio de mi señora, desafiaré a mi amigo, Reinhard. 』
 
Ante la pregunta de Reid, Julius expresó su idea.
Hasta ahora, Julius nunca había competido contra Reinhard en esgrima, ni una sola vez. Por el contrario, antes de decidirse que estarían en bandos opuestos en la Selección Real, la idea de competir entre ellos por cualquier cosa nunca se le había ocurrido.
 
――Se arrepentía de no haber intentado nunca alcanzar una posición de igualdad con él.
Eso también había sido una de las razones por las que Julius servía a Anastasia y participaba en la Selección Real.
Sin embargo, aunque no hubiera tenido esos sentimientos, Julius habría quedado prendado del inmenso talento de Anastasia, habría deseado compartir los mismos sueños que ella y habría querido estar en el mismo lugar que ella.
 
Por lo tanto, desde el principio, nunca había necesitado excusas aburridas ni posturas evasivas.
Desde el principio, simplemente debería haber tomado dos espadas de madera y haberse dirigido a Reinhard.
 
Reinhard y el espadachín más fuerte del Imperio de Vollachia cruzaron espadas una vez.
Ese día, cuando todos en el campo de desfile tenían un entusiasmo desbordante hacia su espíritu de lucha, Julius también sintió calor en su pecho.
Porque esa había sido la respuesta...
 
『 Reid: ¿Ahn? Es la primera vegada que oigo ese nombre. ¿Quién demonios es ese don nadie? 』
 
『 Julius: Es tu descendiente. Y, además de ser el actual Santo de la Espada, es mi amigo. 』
 
『 Reid: ¡Ja! Para mí, el mocoso de mi mocoso no es más que un extraño. No lo reconocería ni aunque lo viere en alguna cuneta. 』
 
Entrelazando movimientos de espada y patadas, Reid expresó su falta de conexión mientras resoplaba por la nariz.
Encontrando una leve refutación en esa disertación, Julius intentó abrir la boca mientras intercambiaba espadas...
 
『 Reid: Ya estoy hartándome de parlar de desconocidos. Oye tú, ¿acaso quieres tener una maldita charla conmigo? 』
 
『 Julius: ... Aunque no lo negaré, lo negaré. 』
 
『 Reid: ... 』
 
『 Julius: Si tan solo hubiera tiempo, me habría gustado intercambiar palabras contigo, ya sea por dos días o por tres. Pero lamentablemente, en este momento no hay tiempo para eso. Me están empujando la espalda, diciéndome que me apresure. Por lo tanto... 』
 
Estando ahora alejados entre sí, Reid levantó las mejillas mientras observaba a Julius. En el ojo azul de Reid se reflejaba la figura de Julius, quien brillaba más que antes.
Seis luces de colores giraban y se entrelazaron, comenzando suavemente a pintar una aurora――un arcoíris.
Y entonces...
 
『 Julius: ¡――Al Clauseria! 』
 
El resplandor arcoíris emitido barrió el blanco escenario mientras se dirigía hacia Reid.
 
 
△▼△▼△▼△
 
 
El propio Julius abrió los ojos de par en par ante la amplitud y el poder de la aurora emitida.
Una magia que ya era de un alcance extraordinario, se había transformado en el máximo exponente de las artes espirituales; sería descortés considerarla lo mismo que antes...
 
『 ???: ... 』
 
Brotes... no, no debía llamar brotes a esas chicas que literalmente habían hecho florecer su don y talento ocultos.
Esas chicas, que habían alcanzado un crecimiento capaz de ser percibido como sublime, con belleza, con encanto, con heroísmo y con dignidad, ya no eran brotes, sino doncellas.
Monopolizar a esas chicas completamente para sí mismo, mientras las seis mostraban su respectivo encanto, podría haberlo convertido en un pecador aún mayor que los arzobispos del pecado.
Sin embargo...
 
『 Julius: Aunque todas ustedes me olviden, las amo a todas. 』
 
Como si quisiera alcanzar la aurora emitida, Julius dio un paso adelante.
Revestido de seis elementos, el resplandor arcoíris atravesaría toda defensa y destrozaría el objetivo. Por lo tanto, ante la luz arcoíris, las opciones que le quedaban al oponente eran solo dos: aceptar el desafío o evadirlo.
 
『 Reid: ... Ja. 』
 
Y, de acuerdo con su personalidad, Reid Astrea no esquivaría el resplandor arcoíris.
Respondiendo de frente al resplandor arcoíris que avanzaba con fuerza, Reid levantó sus robustos brazos y bajó el afilado filo de la Espada de selección que sostenía.
Sin depender de magia especial ni de Protecciones Divinas, le bastó con un solo movimiento de espada puramente violento para eliminar la magia suprema que Julius había disparado con todo su esfuerzo.
 
Sin embargo, Julius también había considerado eso mientras avanzaba.
Saltando hacia adelante desde detrás de la aurora eliminada, Julius tomó prestada la fuerza de su espada y de sus doncellas.
 
『 Julius: ¡Ia! ¡Aro! 』
 
En ese instante, los espíritus rojo y verde respondieron al llamado y unificaron su fuerza; el viento formó un remolino alrededor de la llama ardiente, generando un tornado de incandescencia a los pies de Reid.
Sintiendo la espiral de calor debajo, Reid escapó ágilmente hacia arriba antes de ser quemado.
Sin embargo, el trabajo en equipo del Caballero Espiritual――del más caballero de los caballeros, acababa de empezar.
 
『 Julius: ¡Qua! ¡Ik! 』
 
El espíritu amarillo generó un saliente en el blanco piso, impulsando el cuerpo de Julius hacia arriba. Simultáneamente, el brillo del espíritu azul congeló la humedad en el aire, dificultando el ascenso de Reid, quien había saltado hacia arriba.
Chasqueando la lengua, Reid invirtió su postura pisando el aire ―una hazaña claramente sobrehumana― y posicionó sus piernas en el techo de hielo generado en el aire, mirando a Julius con el ceño fruncido mientras estaba boca abajo.
Una fuerza firme se vertió en las rodillas de Reid, y apuntó hacia el ascendente Julius para interceptarlo...
Y, con tal de interceptar a Julius mientras éste ascendía, Reid aplicó fuerza a sus rodillas y...
 
『 Julius: ¡In! ¡Ness! 』
 
En el momento en que el contraataque del Santo de la Espada se acercaba a él, los espíritus blanco y negro interfirieron en el mundo con sus respectivos poderes.
La luz blanca otorgó fuerza a todo el cuerpo de Julius, mientras que la luz negra debilitó, aunque fuera mínimamente, el poder del enemigo de Julius. La pequeña diferencia nacida en este momento fue crucial para el resultado que hubo inmediatamente después.
 
『 Reid: ... 』
 
Fragmentando en pedazos el techo de hielo que usó como apoyo, la figura de Reid se desdibujó debido a la velocidad a la que iba.
La postura desprovista de artificios de la Espada de selección lanzó una especie de movimiento definitivo, cuya verticalidad, horizontalidad y profundidad eran ilegibles――sin percibirlo como una amenaza, Julius mantuvo su pecho firme y lo enfrentó.
 
La verdad inquebrantable era que, al cruzarse un corte de espada con otro corte de espada, el más fuerte repelería al otro.
Así pues, Julius abrió los ojos. ――Los ojos que habían estado mirando hacia arriba continua y perpetuamente, mirando hacia delante.
 
『 Julius: ... 』
 
El destello de Reid cortó el espacio, matando el mismísimo concepto de sonido y luz.
Él afirmaría que, ya fuera la Espada de selección o los palillos, todo lo que se cruzara en el camino de ese destello sería cortado, sin importar qué.
Porque eso era la manifestación del mismo concepto de espada.
 
Las espadas eran aquello que se creaban con el propósito de cortar objetos.
Y la esgrima era el conjunto de técnicas para cortar objetos con espadas.
 
Por lo tanto, el destello que cortaba todos los objetos del mundo era la culminación del objetivo original de las espadas y de la esgrima.
Aquellos cortados por ese destello no olvidarían nunca jamás el hecho de haber sido cortados.
 
Y por eso, la cicatriz que Julius Euclius recibió bajo su ojo izquierdo nunca desaparecería.
Ese fue el precio a pagar por haber esquivado el destello del Santo de la Espada, desde una distancia lo suficientemente cercana como para rozarlo.
 
『 Julius: ... 』
 
Renunciando su postura defensiva, evaluó la espada de su oponente en el fugaz intercambio de ataques y defensas.
El corte bajo su ojo derramó sangre. Sin embargo, no cerraría los ojos. Manteniendo su vista enfocada en el oponente, sacudió el brazo.
Habiendo renunciado a bloquearlo, desató cien destellos en ofensiva...
 
『 Julius: ... Al Clarista. 』
 
El ataque de espada más poderoso de Julius Euclius pintó los colores del arcoíris.
Y, captando la sonrisa de Reid Astrea, feroz como la de un tiburón...
 
 
――El parche que cubría el ojo izquierdo del Santo de la Espada fue atravesado por el golpe del caballero y ondeó en el aire.
 
 
△▼△▼△▼△
 
 
『 Julius: ... 』
 
Cuando sus puntas de los pies tocaron el suelo blanco, el eco de sus pasos resonó con una estridencia inusitada.
En el instante en que lo advirtió, el corazón de Julius —que parecía haber olvidado latir— se agitó apresurado en lo profundo de su pecho. Con ese torrente de sangre empujándolo por dentro, exhaló un largo y profundo aliento.
Entonces se volvió, y contempló la robusta espalda que se erguía frente a él.
 
『 Reid: ... 』
 
Su largo cabello rojo se mecía, y la espalda permanecía recta e inmóvil.
El gran hombre sostenía la Espada de selección en su mano derecha, y su mano izquierda estaba sobre su rostro. El lugar que esa mano izquierda tocaba supuestamente debería haber tenido un parche presente, pero ahora estaba ausente.
El parche que cubría el ojo izquierdo del Santo de la Espada... había caído a los pies de Julius.
 
『 Julius: ... Conque logré golpearte, ¿eh? 』
 
Su voz tembló mientras miraba al parche caído en el blanco piso y a la espada de caballero en su propia mano.
Aunque su susurro buscaba confirmar lo ocurrido, no sentía que fuera real. Para él, esto parecía un sueño pasajero, como si todo se deslizara y desapareciera entre sus dedos.
Sin embargo...
 
『 Doncellas: ... 』
 
A través de algo más allá de la noción de las palabras, las seis luces elogiaron el logro alcanzado por Julius.
Las cálidas flores, llamadas sus amadas, buscaban llenar el vacío nacido en el corazón de Julius.
Y, acompañando el elogio de sus doncellas florecientes...
 
『 ???: ... Julius. 』
 
Al oír la suave voz, Julius dirigió su mirada hacia ella.
El gran hombre con la espalda vuelta hacia él, las doncellas transmitiendo sus alabanzas, y, observando la batalla desde un lugar distinto a ambos, quien había llamado a Julius era una mujer con cabello de color lila claro.
El espíritu artificial que viviría por la eternidad ―y con quien tenía una relación mutuamente hiriente sin querer― portaba un rostro idéntico al de su amada líder, a quien había jurado dedicar su espada.
 
No estaba claro si la razón de su preocupación por Julius era porque quería a Anastasia o por su Protección Divina de Atracción de Espíritus.
Sin embargo, la presencia de alguien que velaba por la resolución de Julius Euclius aliviaba su corazón de tal manera que, en agradecimiento, levantó su espada de caballero.
 
『 Julius: ... 』
 
Sin palabras, alzó su espada de caballero hacia los cielos.
Los restos adornados con la aurora brillaban, y la trayectoria que trazó la espada dejó tras de sí un arcoíris.
Era como si estuvieran bendiciendo al caballero llamado Julius Euclius.
 
『 Reid: ... Si esto hubiera sido el maldito Examen de mierda, esto habría significado tu victoria. 』
 
Articulando eso, el gran hombre pisoteó el suelo con sus chancletas lenta pero firmemente.
Al darse Reid la vuelta, pudo verse que él no tenía ninguna herida en el rostro. Lo que la punta de la espada de Julius había alcanzado, evidentemente, había sido solo su parche. Sin embargo, ni siquiera Reid era tan desvergonzado como para exagerar y decir que no lo había alcanzado.
Sobre todo, su comentario anterior no había sido una negativa a admitir la derrota, sino la verdad.
 
Si esto hubiera sido la continuación del Examen del segundo piso ―Electra― de la Atalaya Pléyades, asestar un solo golpe con éxito significaría que Julius había aprobado y ganado el derecho a desafiar los pisos superiores.
Sin embargo, la batalla entre Julius y Reid ya no era una cuestión de los Exámenes de la torre.
 
Estaban luchando para resolver las cosas entre un caballero y un espadachín――entre un hombre y un hombre.
 
『 Reid: ... 』
 
Habiendo perdido su parche y con ambos ojos abiertos, Reid agarró la Espada de selección con ambas manos.
Adoptando un agarre normal del mango de la espada, adoptó una postura con la espada apuntando a los ojos de su oponente――en efecto, el Santo de la Espada estaba tomando una postura seria.
Tomó una postura no para blandir palos sin arte, sino para cortar al enemigo con certeza.
 
『 Reid: No te quejes si desaparecieres de la faz del mundo. 』
 
『 Julius: Aunque quisiera quejarme, sería difícil hacerlo si no tengo boca para hacerlo. 』
 
『 Reid: ¡Jah! Este tipejo ni siquiera se ríe de los chistes. Oye tú, ¿cómo te llamabas? 』
 
Julius levantó las cejas cuando tal leyenda preguntó por su nombre.
Aunque seguramente ya se había presentado muchísimas veces ante él, no tenía recuerdo de eso. Sin embargo, que no tuviera recuerdo de eso ahora era insignificante.
Porque comprendió que con esta pregunta, Reid, sin lugar a dudas, había reconocido a Julius por primera vez.
 
『 Julius: Julius Euclius. Dado que es un nombre fácil de olvidar, te pido que lo recuerdes. 』
 
Haciendo un comentario chistoso que no habría percibido como gracioso hace apenas un breve momento, Julius también apuntó la punta de su espada de caballero hacia Reid.
Y una vez más, imploró la ayuda de los seis espíritus, que no habían hecho más que esforzarse por él hasta hace tan solo un momento.
Si se trataba de su yo actual y de estas chicas, entonces seguramente alcanzaría cotas más altas que la aurora arcoíris de antes.
 
Al Clauseria y Al Clarista.
Tomando prestada la fuerza de los seis espíritus, la aurora arcoíris combinaba el poder de los seis elementos: Clauseria ―que disparaba esa magia máxima― y Clarista ―que la hacía residir en la espada del caballero―.
Y más allá de eso, había un ritual secreto en el que nunca había tenido éxito debido a su inexperiencia...
 
『 Julius: ... Iré con todo. 』
『 Reid: ... Ven. 』
 
En ese momento, una aurora sumergió el blanco escenario, y unas bandas arcoíris abordaron al gran hombre de carmesí.
 
El original arte espiritual arcoíris ideado por Julius Euclius, un secreto entre sus secretos.
Ni lanzando la luz arcoíris que envolvía los seis elementos, ni haciéndola residir en la espada, sino cubriéndose a sí mismo con ella y exterminando al oponente al convertirse en la aurora misma.
 
『 Julius: ... Al Clanveir. 』
 
Ese golpe supremo del Caballero Espiritual fue directamente enfrentado por un destello blanco.
 
 
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Desde el principio hasta el final, los ataques y defensas eran de un nivel tan alto que superaba con creces la capacidad de un ojo no entrenado para seguirles el paso.
 
Los ojos azul turquesa no solo no podían captar los ataques de espada que colisionaban, sino que tampoco el intercambio desconcertante de posiciones y el juego de pies, qué lado dominaba y qué lado estaba en desventaja.
Eso no tenía absolutamente nada que ver con que este cuerpo físico no fuera el suyo original.
Era como si estuvieran en una dimensión superior compitiendo por una cuestión de vida o muerte; y, en comparación con ellos, el mundo en el que ella vivía era simplemente una dimensión inferior, esa era todo.
 
Si el valor de los seres vivos dependía de su fuerza como criaturas vivientes, entonces ella era tan frágil que carecía de valor.
Además, eso también era la evidencia de que ella había vivido durante un tiempo equivalente a varios siglos en la indolencia, dándole la espalda al camino de mejorar y elevarse a sí misma.
 
Desde que tuvo conciencia de sí misma por primera vez, había tenido una corazonada: que el propósito de la existencia antinatural llamada ella misma se había cumplido en el momento mismo de su nacimiento.
Si nacer en sí mismo había sido su propósito, entonces su propósito se había cumplido en ese mismo punto. Desde entonces, dejada como estaba, había vagado por el mundo sin propósito, incapaz de evadir el vacío de múltiples siglos.
 
No le importaba morir. Sin embargo, simplemente no tenía ninguna razón para morir.
Retrasando así su desaparición en la inactividad, se dejó llevar por la pereza durante demasiado tiempo.
Y fue durante ese periodo que se encontró con la joven.
 
Fascinada por el estilo de vida de la joven, su vida congelada alcanzó calor.
Deseaba ver en qué se convertiría esta joven que poseía un cuerpo diminuto y hablaba con grandes palabras inverosímiles. ¿Sería incapaz de convertirse en alguien en absoluto?
 
Y, antes de que uno pudiera darse cuenta, esa intriga e interés suyos se volvieron insignificantes.
 
『 ???: ... No quiero perderte a ti, ni a los niños que aprecias. 』
 
Ella era consciente de que lo que se denominaba como tiempo que fluye era amable, pero también cruel.
Aunque el tiempo sanaba las heridas, también volvía obsoletas las emociones.
Habiendo vivido durante un período largo y duradero, reflexionó nuevamente... Que ella no quería que esto fuera algo del pasado.
 
『 ???: Aunque eso también es un deseo imposible. 』
 
Aunque implorara que se detuviera, el tiempo desvanecía todo sin pausa.
Los mortales, destinados a poseer existencias minúsculas y frágiles, mostraban todo tipo de cambios durante su tiempo.
 
Al igual que el caballero sin nombre, al que le habían robado su nombre y que no permanecía en los recuerdos de nadie, demostró que era un ser humano singular llamado Julius Euclius.
 
――El caballero, envuelto en el resplandor arcoíris, se lanzó directamente hacia la luz blanca.
 
Frente a Julius, que había apostado todo y desvelado el ritual secreto, las acciones de Reid Astrea fueron terriblemente simples.
Bajar la espada que había levantado, un acto de golpes de espada probablemente repetido más que ningún otro en este mundo... cortó el mundo en diagonal, convirtiéndose en una luz que arrasó todo a su paso hacia la ruina.
 
Ni magia especial, ni un movimiento especial.
Con un simple movimiento de la espada, el mundo fue abrasado por la luz. Era algo imposible de comprender.
¿Acaso Reid Astrea superaba las normas, o eran todos los Santos de la Espada así?
Aunque lo cierto era que...
 
『 ???: ... Julius. 』
 
Que ella deseaba dedicar su fuerza, para que la aurora no fuera abrumada por la absurda luz blanca.
Ese era indudablemente su motivo genuino; sin embargo, un acto como interferir directamente en esa batalla, antes incluso de ser suicida, sería descortés. Ese pecado no le legaría ni siquiera el derecho a quejarse, aun si su alma se rompiera en arrepentimiento.
Y la joven ―Echidna― era consciente de que no podía hacer nada.
 
Si había aquí algo que pudiera hacer por Julius Euclius, quien se había transformado en la aurora, sería...
 
『 Echidna: ... 』
 
Con la mano en su delgado pecho, sintió la existencia que yacía dormida en sus profundidades.
En busca de la razón por la que la poseedora original de este cuerpo de carne no despertaría de su profundo letargo, Echidna había llegado a la torre del mar de arena. ――Sin embargo, eso había sido un engaño.
Echidna ya era consciente de la razón por la que no despertaría.
 
Sólo podía concebir un motivo para esta chica que proclamaba su codicia, que se jactaba de su deseo de obtener todo tipo de todo; que nunca soltaba lo que una vez había metido en su bolsa sin importar qué, y detestaba al máximo tener que soltar o tener que separarse de cualquier cosa.
Y ese motivo era...
 
『 Echidna: Al ceder el cuerpo a mí, y yaciendo temporalmente dormida en tu Od, estás en un estado en el que no recibirás ninguna interferencia del mundo exterior――porque el Od es un mundo con cierta peculiaridad. 』
 
Y, por su propia voluntad, se había recluido en ese lugar.
La razón era obvia: si saliera, ella sería afectada. Afectada por los efectos de la abominable autoridad del arzobispo del pecado de la glotonería.
 
Ella olvidaría lo que nunca quiso olvidar, renunciaría a lo que nunca quiso renunciar.
Anastasia Hoshin olvidaría a Julius Euclius.
Ese era su propósito. Sin embargo...
 
『 Echidna: Parece que todos los que vinieron a esta torre son unos cabezotas obstinados. ――Todos ellos parecen carecer de encanto hasta el punto de morir mientras se lamentan por perder algo. 』
 
Durante estos casi dos meses, había intentado imitar su camino por sí misma, pero ahora era el momento adecuado para avanzar.
Además, dado que había observado desde cerca sus virtudes, defectos y su ser agitado como un caballero sin nombre, aunque esa chica lo olvidara, ella podría informarle.
 
『 Echidna: Ah, ciertamente. 』
 
Habiendo cumplido su deber en el momento de nacer, ahora era una espíritu artificial sin un propósito.
Aunque ella había considerado que su único deber era esta desagradable tarea, inesperadamente eso no era todo.
 
Actuar como el puente mediador entre la joven a la que ella quería y el caballero al que ella quería.
¿No era esa carga una tarea de vital importancia?
¿No era eso de tal importancia vital que podía sonreír pensando que ese había sido el propósito de su nacimiento?
 
Por lo tanto...
 
『 Echidna: ... Ni siquiera ver a tu caballero en su momento más genial sería un desperdicio, sería impropio de tu avaro ser, ¿no crees? 』
 
 
△▼△▼△▼△
 
 
――La luz blanca cazó la aurora como si quisiera borrarla.
 
Aun así, él avanzó con toda su alma, habiendo tomado prestada la fuerza de los seis espíritus con los que había reforjado su contrato.
Había apostado y desvelado un secreto entre los secretos, mientras que su oponente simplemente había blandido la espada con seriedad, solemnemente. ――En verdad, estaba completamente asombrado por esa absurda superación de lo ordinario.
Al mismo tiempo, dado que también se desbordaban en su pecho emociones que proclamaban que así debían ser las cosas, sentía que él mismo era alguien sin remedio.
 
Con un movimiento de la espada, el mundo se fracturó.
Esa era la técnica especial del Santo de la Espada que también ocurría cuando Reinhard blandía la espada.
 
De repente, en medio de una rivalidad entre una vida y otra, Julius pensó: si Reinhard y Reid lucharan entre sí, ¿quién prevalecería como más poderoso?
Leyenda contra leyenda, Santo de la Espada contra Santo de la Espada; en semejante batalla inconcebible, ¿quién sería declarado victorioso?
Desafortunadamente, la oportunidad de comprobarlo no se presentaría.
 
『 Julius: Entonces no tengo otra opción más que confirmarlo con este cuerpo mío. 』
 
La oportunidad de cruzar espadas con Reinhard van Astrea y también con Reid Astrea, recaía únicamente en aquellos que llegaban a esta torre.
Además, esta posibilidad existía solo para Julius y la joven llamada Emilia, que se había dirigido hacia el estrato superior. ――No tenía intención de ceder ese deber a nadie más.
Por lo tanto, sólo faltaba triunfar.
 
Para enfrentar esta luz blanca y derrotar a Reid Astrea con el resplandor arcoíris, requería un nivel de esgrima más allá de toda su alma y su fuerza de combate...
 
Si tan solo una chispa de orgullo y poder habitara en la punta de la espada del más caballero de los caballeros...
 
『 ???: ... Julius. 』
 
Un llamado improbable de oír.
Aunque era un impacto que hacía confuso el paso del tiempo, el tiempo necesario para que las espadas convergieran era menor que una fracción de segundo. Esto era el combate en este momento efímero.
Que llegara la voz de alguien era algo imposible en este espacio, y mucho menos en medio de una batalla librada arriesgando la vida.
 
『 Julius: ... 』
 
Sin embargo, la voz ciertamente había alcanzado a Julius.
Quizás no había alcanzado sus tímpanos, sino algo mucho más profundo: las profundidades más íntimas de su pecho.
Dado que había resuelto que su corazón también llevaría armadura de caballero, debía responder sin falta.
 
Por eso, al escuchar la voz que no podría haber oído, Julius se volvió hacia aquella a la que no podría haber visto, y cruzó miradas con esos ojos azul celeste.
El brillo que habitaba en esos grandes ojos redondos había cambiado claramente respecto a lo que había sido hasta ahora...
 
 
『 Anastasia: ... Ve y dalo to’o, mi caballero. 』
 
――En esa única frase, habitaba el último impulso de fuerza de espada que necesitaba.
 
『 Julius: ¡Ia! ¡Qua! ¡Aro! ¡Ik! ¡In! ¡Ness! 』
 
Pidiendo un último esfuerzo, llamó a los espíritus con los que se había convertido en parte de la aurora.
Para superar la luz blanca, más allá de la cual estaba la figura del oponente que debía derrotar justo frente a él.
 
Para hacer que la punta de la espada llegara más allá de la luz blanca...
 
『 Julius: ¡¡OoooOOOO――!! 』
 
Abriendo la boca de una manera poco propia de él, alzó la voz hasta tal punto que parecía que escupiría sangre.
Con una expresión que mostraba la disposición a morir, dejando de lado la elegancia al viento, asegurándose únicamente de que los huesos que sostenían su ser no se fracturaran y con su máxima dedicación hacia ello, Julius dio un paso adelante.
 
『 Reid: ... 』
 
Y, enfrentando de lleno la aurora arcoíris que intensificaba su brillo, el contraataque de la luz blanca también incrementó su vigor.
Fortaleciendo su poder mucho mucho más, el resplandor arcoíris y la luz blanca colisionaron vehementemente...
 
『 Julius: ... Ah. 』
 
Lo que parecía que duraría una eternidad... tuvo una inesperada caída del telón.
 
 
△▼△▼△▼△
 
 
『 Julius: ... Ah. 』
 
Atónito, Julius notó que una débil voz se escapaba de su garganta.
El choque mutuo de sus poderes máximos había tenido una abrupta caída del telón. Sin embargo, sin detener su vigor, su espada, adornada con la aurora, había atravesado directamente los puntos vitales del oponente.
 
『 Julius: ¿Por qué...? 』
 
『 Reid: Tch, ah, mierda, esto ser ha un final aburrido. 』
 
Julius se sumió en la confusión, siendo él quien debía ser culpado por la estocada, mientras que Reid, que había sido apuñalado, permanecía calmado.
Sin hacer caso de la estocada en su pecho, ni siquiera mostró un ceño fruncido.
¿Era eso un acto de su tenaz fuerza de voluntad, o, si no era así, la causa era la anomalía que había ocurrido en el cuerpo físico de aquel gran hombre?
 
Aparte de la penetración de la espada de Julius, una herida... no, una grieta se había formado en el pecho de Reid Astrea.
Y eso no se limitaba solo a su pecho. Sus brazos y piernas, cuello y mejillas, en numerosas partes de su cuerpo se extendían heridas similares a vidrio agrietado.
 
De manera intuitiva, Julius comprendió qué era.
La distorsión que originalmente era inconcebible estaba siendo corregida. Éste fenómeno era consecuencia de ese mecanismo.
 
『 Reid: Al final, eso es lo que ocurre. El humano llamado yo no encaja en ningún recipiente que no sea yo mismo. 』
 
Mientras observaba la palma de su ser agrietado, la percepción que Reid murmuró era correcta. Capturado por la autoridad de Glotonería y usurpando el control de su cuerpo físico, Reid Astrea había adquirido sustancia――sin embargo, no cambiaba el hecho de que, hasta el amargo final, este cuerpo pertenecía al arzobispo del pecado de la glotonería, Roy Alphard, quien había sido la base.
 
En otras palabras, el recipiente llamado Roy Alphard no había podido soportar el funcionamiento del alma que superaba lo ordinario, llamada Reid Astrea.
Su fallo se había materializado en la fase final de la batalla contra Julius.
 
『 Julius: ¡Entonces, preferiría que sí! 』
 
『 Reid: Bueno, si este tipo no me hubiera devorado, tal vez hubiere seguido hasta el final. En ese caso, todo hubiere terminado en el momento en que derrotaste el parche, ¿sabes? 』
 
『 Julius: Kh... 』
 
『 Reid: Ja ja ja. No todo va a salir como quieren los débiles como tú. ¿Quieres plorar ahora? 』
 
Arrojando a un lado la Espada de selección, Reid rio con malicia mientras mostraba los dientes.
¿Cómo podía reír de esa manera? Tal como estaba, su desaparición ahora era un futuro grabado en piedra.
En cambio, si hubiera derrotado a Julius, tal vez habría sido posible que volviera a caminar por la vida que había terminado una vez. Aunque dejó escapar esa posibilidad de sus manos.
 
『 Reid: Oye tú, ¿eres estúpido? ¿Quién demonios va a facer algo tan problemático como vivir de nuevo? Para empezar, ¿qué diablos pasaría si me encuentro conmigo mismo en algún lugar, eh? 』
 
『 Julius: ... Lamento decirlo, pero ya falleciste por vejez hace varios siglos. Aunque tu ser actual caminara por ahí, encontrarte tu yo anterior eso sería... 』
 
『 Reid: ¡Jah! Entonces, ¿estás venerando el rostro del hijo de mi hijo y que yo no reconocería o algo por el estilo? Tonterías. 』
 
Tratando a sus propios descendientes como extraños, su reciente comentario parecía reflejar sus verdaderos sentimientos.
Mostrar interés alguno en una segunda vida, Reid hizo tronar los huesos del cuello.
 
『 Reid: Para empezar, ¿qué demonios me estás diciendo que haga después de volver a la vida, lechuguino? Como, ¿jugar con la fermosísima que pasó antes?, aunque la fermosa de allá también está bastante bien. Luego también está esa tía buenorra... 』
 
『 Julius: E-entonces, ¿realmente no tienes nada pendiente de hacer? 』
 
『 Reid: Nada de nada. Mi estilo de vida es facer lo que quiero facer cuando pienso que quiero facerlo. Oye tú, sería mucho más fácil para ti si ficieras eso. 』
 
『 Julius: ... Mi gratitud por el consejo. Sin embargo, eso sería, en cambio, un camino mucho más espinoso para mí. 』
 
Su ser había elegido llevar la armadura de manera voluntaria.
Se podría decir que eso era fingir ser alguien que no era, o ignorar una parte de su ser.
Ahora que comprendía que esa elección le convenía y se alineaba con sus deseos, Julius no optaría por la extravagancia de Reid aunque la percibiera como deslumbrante.
 
Al escuchar esa respuesta de Julius, Reid resopló por la nariz con molestia.
Posteriormente, tocó con sus dedos la herida en su pecho――una que era diferente a las grietas nacidas como resultado de trascender los límites.
 
『 Reid: Oye tú, no lo malinterpretes, ¿de acuerdo? Que tu espada me alcanzara fue pura casualidad. Si este hubiere sido mi cuerpo, alguien como tú ni siquiera estuviere en condiciones de restregar mocos a otros. 』
 
『 Julius: Para empezar, yo no haría tal cosa... 』
 
『 Reid: ¡Jah! ¡Qué aburrido! 』
 
Escupiendo, Reid golpeó el hombro de Julius con la mano con la que había tocado su propio pecho.
Julius tensó el cuerpo ante ese impacto e inhaló profundamente.
 
Aún no había aceptado todo; no había asimilado todo.
Sin embargo, consideraba que perder la compostura y experimentar turbulencia ante los acontecimientos frente a sus ojos, sería mucho más insoportable.
Las grietas crecieron, el final ya era visible.
Por lo tanto, Julius alzó ante su rostro su espada de caballero que había desenvainado, y entonces...
 
『 Julius: Desde el fondo de mi corazón, respeto tu habilidad con la espada. 』
 
『 Reid: No necesito la admiración de un bastardo. ――Me marcho con mi victoria, Julius. 』
 
『 Julius: ... 』
 
Cuando él pronunció su nombre en sus últimas palabras, Julius observó con asombro.
Sin embargo, conforme a la resolución en su corazón de no dejarse perturbar, ocultó esa sorpresa tras una sonrisa e hizo una reverencia.
 
Haciendo justicia a lo que había proclamado con confianza ante este ser legendario, se mostró como el más caballero de los caballeros.
Era como si los ideales de Julius Euclius hubieran sido moldeados con el solo propósito de no avergonzar el objeto de su admiración.
 
『 Julius: Sí, hasta el final... Es tu victoria, Reid Astrea. 』
 
『 Reid: Jah, esa cara que pones ahora es buena, maldito perdedor. 』
 
Con esas palabras finales, las grietas de Reid Astrea crecieron...
 
 
△▼△▼△▼△
 
 
『 ???: ... 』
 
A diferencia de su impresión visual, las grietas que crecieron hasta el final no estuvieron acompañadas de sonido.
A diferencia de cómo se rompe el vidrio, el gran hombre de cabello rojo se extinguió como una luz que se desvanecía... y, en su lugar, sobre el blanco piso colapsó un joven de complexión pequeña, con los ojos en blanco.
 
Aquel que comía los recuerdos y nombres de otros y los manejaba a su antojo, el pecador de Paladar vulgar.
El arzobispo del pecado de la glotonería, Roy Alphard, había colapsado, derrotado.
 
『 Roy: ... 』
 
Vivo o muerto, Glotonería permanecía inmóvil.
Sin embargo, al igual que Reid, tenía la profunda herida en el lado izquierdo de su pecho, cuya letalidad era incontestable.
Confirmando solo eso con sus ojos, Julius bajó la espada de caballero que había alzado como muestra de honor, la envainó en la funda que portaba y se dio la vuelta.
 
La aurora se había desvanecido, y alrededor de Julius había seis espíritus con un brillo aumentado.
Sin la fuerza de estas chicas, que habían florecido de brotes a doncellas, el que seguramente estaría yaciendo sobre el blanco piso de esta manera habría sido él, en lugar del oponente.
Por eso, debía transmitir su gratitud y aprecio concienzudamente.
Sin embargo, con disculpas a esas chicas, debía posponer esa demostración de gratitud.
 
Con paso firme, Julius avanzó.
Delante, en la dirección hacia la que se dirigía, había una hermosa y esbelta mujer pequeña observándolo fijamente con ojos azul turquesa. Cabello lila ondulante, una figura adornada con un atuendo blanco que no encajaba con las dunas.
A sus pies, había un zorro blanco, con las pupilas de sus ojos temblando de expectación.
 
La presencia de su figura, que siempre se había hecho pasar por una mera piel de zorro, tenía un significado importante.
Al tomar consciencia de ello una vez más, Julius cerró los ojos.
Y entonces...
 
『 Julius: ... Encantado de conocerte. 』
 
Pronunció de nuevo lo que había dicho al Santo de la Espada como retador hacía un momento.
Pero la sensación profunda en su pecho en estos momentos difería del impulso previo a una batalla.
Sin embargo, también había algo que permanecía igual.
 
Era como abrir una nueva página en una historia de aventuras, el corazón aventurero de un joven que anhelaba ser caballero.
 
『 Anastasia: Soy... 』
 
Arrodillado en ese lugar, Julius pronunció las primeras palabras, a las que respondió la otra persona.
Manteniendo su postura agachada, Julius esperó las palabras que vendrían. Consideró que podía esperar el tiempo que fuera necesario.
Qué felicidad daba tener la fe de que, si esperaba, seguramente escucharía sus palabras.
 
『 ???: ... Soy Anastasia Hoshin. 』
 
『 Julius: ... 』
 
『 Anastasia: Quiero to’o en este mundo... Así que, gran y genial onii-san, ¿cuál es tu nombre? 』
 
Con elegancia, ella sonrió, y él pudo percibir cómo ella ladeaba la cabeza después.
Permaneciendo arrodillado y con el rostro agachado y oculto, Julius tomó una breve inspiración con un 『 Ja 』, y entonces...
 
『 Julius: Soy Julius Euclius: tu único e inigualable caballero. 』
 
『 Anastasia: ... 』
 
『 Julius: Puede que lo hayas olvidado. Sin embargo, soy alguien que ha dedicado su espada a ti. Alguien que consagra toda su fuerza por ti y apoya tu voluntad. 』
 
Con una reverencia respetuosa y colocando la espada de caballero en el suelo, Julius finalmente alzó el rostro.
Ante él, sin importar qué mirada tuviera su líder, no se arrepentiría.
 
No era propio de un caballero perder la compostura, estar confundido o con el rostro agachado.
Porque Julius admiraba y anhelaba a los que se esforzaban al máximo por mantener las apariencias y buscaban poseer un aire genial y encantador.
Y, entrecerrando sus redondos ojos mientras miraba hacia abajo a Julius...
 
『 Anastasia: ¿De verdad? No lo recuerdo; pero... 』
 
『 Julius: ... 』
 
『 Anastasia: Lo primero que pensé al verte fue... que tengo que hacer que este onii-san sea mío. 』
 
Los ojos ardientes y brillantes de su señora estaban muy cerca de él, mostrando una avaricia eterna y revelando la intención de no renunciar a nada.
 
Julius Euclius dedicó su espada una vez más a esa codicia que buscaba obtenerlo todo.
Era una escena sublime, como el cuento de un líder y un caballero en la ficción.
 
La restauración del vínculo líder-vasallo robado se hizo realidad en el segundo piso, Electra.
Esto fue el logro de eliminar uno de los cinco obstáculos establecidos por Natsuki Subaru.
 
 
La Gran Biblioteca Pléyades, el segundo Examen... quedó así concluido.