domingo, 9 de septiembre de 2018

,

El bosque de Elior, congelado para siempre


Traducción:
Adrian
Robert

Corrección y edición:
Robert (Primer corrector)
Carlos (Segundo corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)

※ ※ ※ ※ ※

— El lugar había cambiado tan drásticamente que se podría olvidar cómo se veía originalmente.

Destrucción como un alboroto de gigantes y frenéticas serpientes. Todos los árboles convertidos a nada, algunos cortados desde sus raíces y danzando violentamente por el aire.
Varios cráteres, demasiado profundos para ver el fondo, abiertos en la tierra fracturada. La ruina era tan exhaustiva que la región entera podría derrumbarse inminentemente y transformarse en un pozo hacia el infierno. 

Toda esa destrucción era el trabajo de un hombre, parado en el punto muerto de la devastación. La sangre fresca se derramaba de su rostro; le faltaba el aliento, aunque se las arreglaba para mantenerse erguido. Este profanador había tomado un pecado capital impropio para sí mismo, su vida se agotaba lentamente a cambio de poder. 
Él era Geuse — Petelgeuse Romanee-Conti.

『 Geuse: … 』

Él respiraba agitadamente, y su rostro había perdido tanto color que había trascendido la palabra pálido.
Aun así, había recobrado más calma de la que tenía al comienzo del conflicto. Parecía como si, por el momento, ese furioso algo que había dentro de su cuerpo hubiera aceptado la incomodidad de su nuevo alojamiento temporal. 

Su carne y huesos ya habían sido destrozados por dentro, pero ahora el control de su cuerpo era confiado enteramente a Geuse, y el poder que estaba alquilando había aumentado en fuerza y precisión.

Ejerciendo esta autoridad, un abrumador poder destructivo. 
La fuerza de la Mano Oculta era inmensa, permitiéndole extender sus brazos a lugares que no podía tocar, contactar con la punta de sus dedos lo que no podía contactar, y enviar poder para golpear a quien él no debería tener esperanzas de oponerse.
El poder de Geuse, como líder de la facción moderada del Culto de la Bruja, nunca estaría a la altura de los extremistas, la facción contraria. Y aún menos cuando se trataba de la persona que poseía la mayor habilidad de combate en el Culto, el Arzobispo de la Codicia, Regulus Corneas.

Que Geuse lograse de alguna manera enfrentar a Regulus sin ser convertido instantáneamente en una masa sangrienta era inequívocamente el logro del Gen de Bruja que había absorbido.

Pero, la frenética resistencia de Geuse había,

『 Geuse: ¿Qué te parece… esto, DESu… hg. 』

Mirando adelante con sus ojos inyectados en sangre, hablaba con la voz ahogada mientras tenía sus temblorosos brazos en el aire.
La Mano Oculta producía una implacable e ininterrumpida tormenta de violencia concentrada. Al haber sido golpeado repetidamente sin descanso por ella, el enemigo desapareció bajo las densas nubes de polvo.

『 Regulus: Oh, ¿ya terminaste? 』

Cuando el humo se esparció, reveló a Regulus simplemente parado allí, luciendo aburrido con el dedo en la oreja.
Su figura de pie ahí, hurgándose rigurosamente la oreja, daba la impresión de que no encajaba con su entorno por cómo absolutamente ninguno de los ataques lo había afectado. Como si su figura hubiese sido colocada en mitad de una escena de aniquilación mediante Photoshop.

『 Geuse: ¡Incluso con… todo esto! 』

『 Regulus: ¿Qué tal si te relajas un poco y tomas un momento para darte cuenta? Para darte cuenta de la discrepancia. Para darte cuenta de que, entre tú y yo, hay una clara discrepancia de poder. Y puedes ignorar lo buena que podría ser hipotéticamente tu compatibilidad en contra de mí, porque esa ni siquiera es la cuestión aquí. No hay nadie en el mundo que pueda vencerme o herirme. Aunque absorbas un Gen de Bruja, y luego traigas al Dragón y al Santo de la Espada junto a ti, y aun así no servirá. 』

『 Geuse: …Aunque digas eso, parece que he… conseguido robarte mucho tiempo… DESu. 』

『 Regulus: Porque no necesito entrar en pánico para alcanzarte. ¿Acaso no lo ves? Solo estoy aquí en calidad de escolta. ¿Piensas que yo vendría a este lugar por otro motivo? Estar en mi mansión rodeado por mis esposas es suficiente para saciar la minúscula fracción de paz que deseo. Pero, bueno, debo decir que estaba empezando a aburrirme. 』

Regulus dio unos pasos hacia delante lentamente. 
Caminaba calmadamente a través del transfigurado bosque, descendiendo de su posición hasta que su mirada estuvo al nivel de los ojos de Geuse, e hizo un suave movimiento con su brazo. 

Era como si estuviera aplastando un insecto. Geuse se preparó para que pasara cualquier cosa.
Invocando la cosa oscura y retorcida dentro de sí mismo, él sacrificó su carne y sangre para ganar poder. Inhaló una vez, listo para usar la presión fluyendo de su interior para golpear a Regulus—

—y entonces, los brazos de Geuse salieron volando por los aires, cortados a la altura de los hombros. 

『 Geuse: ¿¡Qu!? 』

『 Regulus: Qué reacción tan aburrida. Con lo que me has estado molestando, ¿no crees que es simple cortesía que al menos te retuerzas agónicamente de manera que sea divertido verlo? Aunque supongo que no tenía sentido esperar nada. 』

『 Geuse: ¡¡aaaaaaAAAAAAAAAHHH!! 』

Con sus brazos expulsando sangre por los alrededores mientras caían al suelo, los ojos de Geuse se abrieron completamente mientras daba alaridos. 
Los cortes en sus hombros eran toscos, dejando una fea herida como si los colmillos de una bestia hubieran mutilado sus brazos. Su brazo derecho había sido cortado desde el hombro hacia abajo, mientras que su brazo izquierdo fue cortado desde la mitad de su húmero.

Geuse convulsionaba por el horrible dolor.
Una espuma sangrienta se derramaba de su boca; y el exceso de dolor hizo que apretase sus dientes tan fuerte, que se rompía diente tras diente tras diente. Sus piernas, ya escasas de fuerza en sus mejores tiempos, flaquearon y lo dejaron caer sobre sus rodillas. Su frente golpeó el suelo, y la desesperación gradualmente apareció en la expresión de Geuse. 

『 Regulus: Al final, tu resolución o tu determinación o tu lo que sea y todas esas otras cosas que supuse que íbamos a hablar, bueno, ya ves en lo que quedaron. Y es lo mismo para todos, así que no te molestes en preocuparte sobre eso. No hay nadie allí afuera que pueda vivir cargando más de lo que permiten sus brazos. Vivir satisfecho en tu pequeño propio mundo, pleno, centrado solo en tus propias preocupaciones. Acorde a tu calibre. Y ahora ni siquiera tienes brazos para sostener algo… la conclusión aquí es obvia, ¿no crees? 』

『 Geuse: ¡AAAH! AAAAAAahhh… 』

『 Regulus: Y siendo completamente honesto, no es como si estuviera disfrutando esto. Puede que me veas atormentándote así y quizás pienses que soy algún tipo de sádico que siente placer al infligir dolor a los demás, pero en realidad eso sería una increíble equivocación, y un gran insulto a la personalidad que poseo. No estoy haciendo esto porque quiero. En mi vida ya no hay nada que yo haga porque lo quiera hacer. Satisfecho como estoy, independientemente de si el matiz es bueno o malo, mi preferencia es rechazar la influencia de cualquier persona. No tengo ninguna necesidad. Estoy completamente pleno. No tienes ni el más mínimo derecho de resentirte conmigo. Simplemente estaba caminando, y tú simplemente te metiste en mi camino. 』

Los chorros de sangre disminuían su intensidad, y los ruidosos gritos de Geuse pasaron a ser más silenciosos.
Con los silenciosos y agitados jadeos de su respiración, los espasmos del cuerpo de Geuse recordaban un insecto segundos antes de morir mientras expulsaba espuma ensangrentada.

Las palabras de Regulus no cargaban malicia, ni hostilidad, ni nada en absoluto. 
Porque en lo que a él concernía, estaba expresando la absoluta verdad, y no existía razón para relacionarla con ninguna clase de emoción. Regulus no necesitaba ocultar nada, y realmente creía esto.
Las acciones desesperadas de Geuse habían afectado tan poco a Regulus Corneas que su flequillo ni siquiera se balanceaba en la brisa resultante.

『 Regulus: Hablando con completa sinceridad, todo esto fue muy anticlimático. Me hicieron venir, lo cual me hizo pensar que algo pasaría, y… bueno, no es como si hubiera habido alguna vez una situación que no haya resultado en un anticlímax para mí, pero si estoy siendo convocado al menos me gustaría que me mostrases algo que pudiera equilibrar el esfuerzo que pongo al caminar. 』

『 Pandora: Ofrezco mis disculpas, Arzobispo Regulus. Lo he molestado haciéndolo acompañarme, pero el viaje no ha logrado cumplir sus expectativas. 』

Pandora le habló a Regulus mientras él miraba abajo hacia el casi-marchito Geuse. 
Ella también había aguantado todos los violentos ataques de Geuse con la Mano Oculta mientras aún estaba en el mismísimo lugar en el que había aparecido al principio.
Igual que Regulus, su vestimenta no había cambiado ni una pulgada. Ni una mota de suciedad ensuciaba las blancas ropas que envolvían su pequeño y delgado cuerpo, preservando la pureza de sus prendas y sin que su hermoso rostro sufriera herida alguna.

『 Regulus: No pretendo decir que tiene la culpa, Pandora-sama. Solo estoy diciendo que toda esta gente del bosque y los idiotas en los moderados son unánimemente patéticos; basura sin siquiera la más mínima intención de mejorar. No son como yo, sentándome en alturas donde el mero concepto de mejora no alberga necesidad, ellos tienen estas actitudes mientras son mundana chusma cuyas vidas se terminan si alguna vez dejan de luchar. Ellos están rechazando la idea de conocer su propia capacidad, y desde mi perspectiva como Codicia debo decir que ese nivel de deseo es inconcebiblemente superficial. 』

『 Pandora: El caso es que no todas las personas existentes pueden considerar los asuntos de la misma manera que usted lo hace, o alcanzar los mismos dominios que usted tiene. Usted es más especial que nadie, y satisfecho de usted mismo. Usted es perfecto y glorioso. Mientras que ellos son imperfectos y también gloriosos. 』

『 Regulus: No se me dan bien los debates. No tengo escrúpulos para recibir sus elogios, pero tampoco puedo decir que los estoy buscando. Aunque, no había necesidad de traerme a mí y a la Serpiente Negra, ¿verdad? Usted podría dominar este bosque fácilmente por su cuenta, Pandora-sama. 』

La pestilente mabestia estaba en algún lugar de este bosque justo ahora.
La presencia de esa repugnante y maliciosa cosa provocaba el disgusto de Regulus, sin saber que, desde la perspectiva de todos los demás, él merecería ser considerado de la misma manera. Pandora asintió.

『 Pandora: Si lo estamos considerando en términos de anular la resistencia de estos individuos, entonces verdaderamente sería posible lograrlo por mí misma. Sin embargo, esos no son los términos en consideración. Ya que ciertamente no vine aquí con el objetivo de perjudicar a los habitantes de este bosque. 』

『 Regulus: ¿Eso es lo que dice después de traer aquí a la indiscriminada Serpiente Negra y dejarla libre a su voluntad? Estoy seguro de que está siendo enteramente honesta sobre no querer causar daño… ¿Entonces ha llegado a la conclusión de que las fatalidades son simplemente inevitables? 』

『 Pandora: Para que nazca un objetivo noble, es esencial sacrificar algunas vidas. Aun así, uno no puede ignorar el afán de rebelarse contra ese malvado destino. Yo creo que la belleza de tal espíritu no puede ser descartada. 』

『 Regulus: Está desviándose del punto en cuestión, pero esencialmente está hablando sobre matar gente para lograr sus objetivos. Jajaja. Si eso es lo único que estamos discutiendo, entonces yo preferiría que se dijera explícita y claramente. Comparado a hacerme gastar un día de mi tiempo atormentando mi cerebro inútilmente, lo prefiero mucho más. 』

『 Pandora: Me gusta mucho su enfoque. 』

Pandora dio una encantadora sonrisa, mientras que Regulus se encogió de hombros. 
Él bajó su mirada hacia Geuse, quien probablemente moriría si se le dejara solo, y empezó a caminar para asestar el golpe de gracia.

『 Regulus: Bueno, no es como si pensara que morirías por ese cuerpo desfalleciente, pero extraer tus órganos internos e inmovilizarte hace que nuestras operaciones sean más fáciles. Aunque es bastante extraño estar hablando sobre inmovilizar a alguien que no tiene cuerpo. 』

Regulus alzó una pierna, listo para pisar y aplastar el cráneo de Geuse hasta hacerlo pedacitos. Pero, justo antes de que pudiera llegar a tocarlo, una voz entró en escena. 

『 ???: ¡¡AL HUMA!! 』

Obedeciendo al canto, la materia tomó el maná del mundo para adquirir forma. 
Junto al explosivo ruido, apareció una bola de hielo tan gigantesca que abarcaba todo el cielo visible. Los árboles fueron derribados y el panorama del cielo era fácilmente observable, pero la única cosa para observar era una vasta capa de pálido hielo azul.

『 Regulus: Ah… en serio, qué gente tan pesada. 』

Regulus alzó la vista para ver el continente de hielo flotando sobre él, y chasqueó su lengua.
Inmediatamente, la inmensa bola de hielo cayó directamente sobre él —

— El temblor, y la inevitable onda de choque, golpearon a Regulus de lleno.

Esta explosión de aire y el ruido de tierra empeoraban aún más el colapso de este bosque, antes solamente descriptible como “zona de desastre”.
La capa de hielo se rompió en fragmentos y, junto con los aplastados árboles y rocas, el suelo se pulverizó bajo esta masa increíble, cambiando su forma una vez más en este día. 

Fragmentos de hielo blanco danzaban por el aire, centelleando.
Entre esos destellos había un hombre derribado y sin fuerzas, con una mujer de cabello plateado sacudiéndolo.

『 Mujer: ¡Geuse! ¡Geuse, aguanta! Esto es… ah, ¡¿qué debo h…?! 』

『 Geuse: ¿For, tuna… -sama… DESu…? 』

Una débil luz regresó a los casi muertos ojos de Geuse. 
Su vida igualmente permanecía en peligro, pero aún así se las arreglaba para mantenerse a duras penas consciente. Fortuna asintió.

『 Fortuna: Sí, sí, soy yo. Geuse, estás… 』

『 Geuse: Estoy bien, DESu… esta carne se, marchitará algún día… El dedo que confió en mí, y me lo encomendó, entenderá… Más importante, ¿Emilia-sama? 』

『 Fortuna: La dejé con alguien de confianza y escaparon del bosque. Ella está bien. 』

『 Geuse: Ya, veo… Me… alegra, DESu… 』

『 ???: —¡¡Excepto que no hay nada de lo que estar feliz en absoluto!! 』

Justo cuando la cara pálida de Geuse se había relajado en alivio, la voz de un enojado Regulus le gritó. 
Habiendo sido golpeado por una masiva bola de hielo, la expresión de Regulus era de furia. Se peinaba el pelo con la mano y sus ojos albergaban un claro resentimiento.

『 Regulus: En el mismísimo segundo en que regresaste, ¿quién te crees que eres para hacer eso? ¡Estaba a punto de pisar la cabeza de ese tipo, yo, estaba! ¡¡Con qué derecho, con el permiso de quién, estás metiéndote en mi… mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mi mimimimimimimimimimimi!! ¡¡Camino!! ¡¡Entrometiéndote!! 』 

Gritando como en un berrinche, Regulus se agachó y puso sus manos en el suelo. Después levantó las manos, lanzando tierra por los aires hacia Fortuna y Geuse.
La cantidad de tierra dispersada no era especialmente grande. Era el tipo de cosas que un niño haría, tirando arena sobre un arenero, la encarnación de la cruda e infantil furia. 

Fortuna miró esa tierra e ignoró todo eso mientras inmediatamente concentraba su magia para un contraataque.
Pero,

『 Geuse: ¡¡No debes!! Si te descuidas… de evadir, toda la tierra… 』

『 Fortuna: ¿Eh? 』

Geuse interrumpió el canto de Fortuna, empujándola con un cabezazo. Los dos cayeron al suelo indefensos, y Geuse se forzó a sí mismo a usar la Mano Oculta y tirar a ambos aún más atrás.

En vez de interceptar o defenderse contra esa tierra, él optó por que cayeran desordenadamente al suelo. Justo cuando Fortuna estaba a punto de gritarle qué narices estaba haciendo, ella lo vio.

En cuanto la tierra y las piedrecitas que Regulus tiró cayeron al suelo, sonó el entrecortado ruido de gotas de lluvia golpeando en una azotea mientras incontables pequeños hoyos se perforaron a través de la tierra.
Cada hoyo solo era del tamaño de un grano de arena, pero la densidad y la perforación propios de ellos presentaba un gran problema.

El misterioso ataque había sido concluido con sólo abrir la tierra, pero un fragmento del ataque llegó a un árbol que precariamente conservaba su forma original.
Este árbol, cuyo tronco era tan grueso que era cuestionable si Fortuna podría rodearlo con sus brazos, se abrió con incontables pequeños hoyos y se rompió en añicos. 

Era fácil imaginar eso golpeando a alguien y hacerlo explotar inmediatamente después, salpicando sangre. Y lo más aterrador era,

『 Regulus: ¡Por qué carajos lo esquivaron! ¡Sólo reciban el ataque, conviértanse en sangre y sean comida para los bichos! Eso va para ti, Petelgeuse, tú, pila de escoria, y también para esa mujer. Estaba pensando que podría estar bien tomarte como mi septuagésima novena (79) esposa, ¡y entonces vas y haces esta porquería! 』

Regulus se inclinó y movió los brazos hacia el suelo como antes.
Lo más aterrador era que, para Regulus, bastaba con tan solo tirar suciedad alrededor para provocar una destrucción de este calibre — y no tomaba más esfuerzo que eso; un juego de niños. 

El enfurecido y beligerante Regulus había recibido un golpe directo del enérgico ataque de Fortuna, y aun así no le pasó nada. Aberrante, esa era la palabra para describirlo. 
Regulus Corneas poseía poderes trascendentales en ataque y defensa. Y ese increíble poder estaba encerrado en un cuerpo que albergaba una mente ególatra e infantil. 
Una entidad peligrosa, como si un poder idéntico al del Dragón fuera dado a un niño petulante — así fue como Fortuna juzgaba a este monstruo. 

『 Regulus: ¡Si no están interesados en ser trozos ensangrentados, ¿qué tal si arranco sus extremidades y las pongo como decoración?! Los haré arrepentirse de haberse burlado de mí… ¡de Codicia! 』

『 Pandora: Por favor espere, Arzobispo Regulus. 』

Justo cuando Regulus se preparaba para arrojar a Geuse y Fortuna otro puñado de tierra, Pandora le pidió que se detuviera. Con sus manos aun tocando el suelo, Regulus volteó la cabeza para mirarla. La furia permanecía en su expresión, sin signos de apaciguarse, ni siquiera al encararse a Pandora, a quien él había tratado respetuosamente. 

『 Regulus: ¿…Qué, Pandora-sama? Justo ahora, estoy a medio camino de estremecerme de furia ya que mis derechos están siendo violados. ¿Tiene algún cometido conmigo, cuando estoy así? ¿Qué está conspirando, tratando de detenerme? Piense cuidadosamente sus palabras y, en este instante, respóndame… 』

『 Pandora: Por favor cálmese, Arzobispo Regulus. No le permito matarlos aquí. ¿Acaso no hay nada que sienta al verlos? 』

『 Regulus: Al verme justo ahora, ¿crees que me veo como si no sintiera nada? … ¡El hecho de que sea respetuoso contigo, no quiere decir que puedas hacer lo que sea que te dé la puta gana, mujer! 』

Aparentemente olvidando que eran aliados, Regulus alzó sus manos convirtiendo en objetivo a Pandora. Lanzó el puñado de tierra, cortando directamente y diezmando los árboles en su camino para alcanzar a la mujer. E impactó, explotando el cuerpo de Pandora en cientos de pedacitos de carne y sangre.

『 Fortuna: …No puede ser. 』

Fortuna murmuró con asombro mientras presenciaba la evisceración de Pandora. La persona a quien ella odiaba acababa de ser asesinada despiadadamente debido a una ruptura de relaciones internas.
Fortuna estaba segura de que Pandora tendría algún as para evitar incluso los ataques de Regulus, pero ahí estaba ella: desparramándose en pedazos escarlatas por el suelo, fertilizante para la arruinada tierra.

『 Regulus: Esto es lo que pasa cuando me dicen mierdas sin sentido. ¿Cómo es que nadie puede practicar ninguna maldita forma básica de consideración? No se metan en mi camino. No obstruyan mi sendero. No interfieran con mis acciones. No se rebelen contra lo que yo haga. ¿Realmente estoy pidiendo algo tan difícil? Díganme, ¿cuál es su opinión sobre esto? 』

Regulus volteó hacia Geuse y Fortuna, con un destello sombrío en sus ojos. 
Este no era el momento de celebrar la disminución de enemigos. Si el rival que quedaba después de una reducción de enemigos era una persona de fuerza absoluta, entonces la situación no había cambiado nada de nada. 

Fortuna había usado el poder más grande a su disposición para golpear a Regulus con ese ataque sorpresa. E incluso después de ser golpeado con eso, el cuerpo de Regulus no sufrió heridas y sus ropas ni siquiera tenían alguna arruga. Era frustrante admitirlo, pero Fortuna no podía derrotar a Regulus. 
Geuse también había sido tan arrinconado que su cuerpo se había roto. Incluso si Fortuna le pidiera hacer lo imposible y luchar en su lecho de muerte, el combate seguiría siendo desigual.

Fortuna sólo podía atraer la furia de Regulus, y así ganar tiempo para que su hija escapara.

『 Geuse: Déjeme, lidiar con esto… Fortuna-sama. 』

『 Fortuna: Pero Geuse, tú… 』

『 Geuse: No importa cuánta… sangre haya derramado, mientras alguno de mis cuerpos siga vivo, yo podré… seguir. Y-yo, debo ganar tiempo, para que… huyas… 』

『 Fortuna: No digas esas ridiculeces. 』

Las mejillas de Fortuna se relajaron mientras Geuse intentaba levantarse apoyándose en los brazos de ella. Le desconcertaba que ella misma pudiera sonreír en un momento como este. Ella preferiría fanfarronear.

『 Fortuna: ¿Estás diciéndome que te deje aquí y corra? Si fuera a hacer eso, no hubiera regresado. Me separé de Emilia para regresar aquí, decirme ahora que me vaya es imposible. 』

『 Geuse: Sin, embargo… entonces, si es así, ¿por qué… has, regresado? Y-yo… 』

『 Fortuna: Para evitar que mueras. Y si mueres, entonces para estar a tu lado. 』

Con los ojos amatistas de Fortuna mirándolo, los ensangrentados ojos de Geuse se abrieron con dificultad. 
Fortuna acercó más el cuerpo de Geuse, el cual era considerablemente más ligero ahora que había perdido sus brazos, para decirle a una distancia en la que podían juntar sus respiraciones:

『 Fortuna: En un mundo sin ti, en un bosque que ya no visites más, ¿qué hay para mí? Soy débil. No puedo sobrevivir un largo período de tiempo sin ti aquí. 』

『 Geuse: No eres débil en ab— 』

『 Fortuna: Soy débil. Actúo fuerte cuando estoy contigo y Emilia, eso es todo. 』

Dicho eso, Fortuna ayudó al tembloroso Geuse a levantarse, manteniéndolo contra su cuerpo para darle apoyo.
Viendo a la pareja pararse en lo que podría ser casi un abrazo, el rostro de Regulus se tornó resignadamente disgustado.

『 Regulus: Miren cuán entusiasmados están después de tanto rato ignorando mi pregunta. ¿Qué carajos podría estar pasando? ¿Qué carajos podría ser esto? Después de que les mostré cuán increíble es la diferencia de poderes entre nosotros, después de que les enseñé en tan concisos y simples términos, ¿cómo pueden pensar que pueden hacer algo? ¿Qué carajos están pensando? 』

『 Fortuna: Qué charlatán. Después de haber visto nuestra actitud, seguramente ya te has dado cuenta, ¿verdad? Gracias por todos los sermones, pero nosotros tenemos sólo una respuesta. 』

『 Geuse: En efecto, DESu… 』

Los dos se miraron, y dijeron al unísono:

『 Ambos: —Como si nos importara, idiota. 』

Sus voces coincidieron, y ella lanzó a Regulus el insulto como bonus.
Así pues, Fortuna y Geuse juntaron cualquier poder que tuvieran disponible. 
El rostro de Regulus se puso rojo de furia.

『 Regulus: ¡¡—!! ¡Muy bien! ¡Los tomaré a los dos, destrozándolos en pedazos indistinguibles, arrojándolos a las sucias fauces de la Serpiente Negra— 』

『 ???: Le dije que espere, Arzobispo Regulus. 』

Por tercera vez, una interrupción a los planes de Regulus. 
El brazo de Pandora descendió desde arriba para presionar la cabeza de Regulus, y su cuerpo se hundió en la tierra sin resistencia alguna. Enterrado hasta la barbilla en un segundo, Regulus miró hacia arriba a Pandora mientras ella aterrizaba a su lado. 

『 Regulus: ¡Una y otra vez…! 』

『 Pandora: Si es necesario que bloquee tus deseos, lo haré. Por ahora, mis objetivos al haberle traído aquí han sido logrados satisfactoriamente. Ha hecho bastante y apreciaría que regresara a su casa. 』

『 Regulus: Trae a alguien a todo esto, ¿pero en el segundo en que está satisfecha pide que se marche? ¿Piensa que alguien podría estar de acuerdo con esas ideas suyas? Hasta que haya descargado esta irritación y regrese a ser mi yo usual, yo ciertamente nunca— 』

『 Pandora: Ya veo. Entonces lo haré. No es posible que el Arzobispo Regulus esté aquí. Él está en su mansión, pasando su tiempo con sus esposas.

『 Regulus: ¡Espe—! 』

En el siguiente instante, justo cuando Regulus iba a gritar algo, desapareció de vista.
No es que haya sido hundido por completo en la tierra. Él en verdad había desaparecido de esta escena en un parpadeo. En el lugar donde había estado, desapareció el hueco donde estuvo enterrado en la tierra. 
Todo era como si se afirmara la sentencia de Pandora, que no es posible que él esté aquí.

『 Pandora: Ya que el escandaloso ha dejado la escena, podemos discutir ahora a un ritmo más tranquilo. 』

『 Fortuna: ¿…Puedo preguntarte algo primero? ¿Cómo es que estás aquí? Sé que te vi morir hace tan sólo un minuto. 』

Pandora estaba allí como si fuera algo completamente normal. 
Se suponía que esta chica, con una sonrisa calmada en su rostro, debería ser un montón de restos de sangre. Fortuna miró hacia donde sus restos estaban desparramados, y tragó saliva.
No quedaba ni el más mínimo rastro del sangriento desastre. Al igual que Regulus había desaparecido, su cadáver también.

Fortuna enmudeció completamente. Pandora ladeó la cabeza. 

『 Pandora: ¿Podrían tus ojos haberte traicionado? 』

『 Fortuna: ¡—! 』

Fortuna se estremeció. 
Esto no debería ser posible. Pero el mundo se había reformado a sí mismo de una forma que justificaba las palabras de Pandora. Invalidando lo que Fortuna supuestamente había visto, y sobrescribiéndolo todo con algo extraño y desconocido. 

El cadáver ya no estaba, Pandora había resucitado. Regulus ya no estaba, y tampoco las secuelas de sus actos. Inmediatamente después de darse cuenta de esto, Fortuna miró a su costado y casi gritó ante el sorprendente suceso que había ocurrido.

Parado a su lado, los brazos de Geuse — los brazos cercenados de Geuse habían regresado a la normalidad.

『 Pandora: Ya que el Arzobispo Regulus no está aquí, las consecuencias de sus acciones han desaparecido. Todo es bastante simple. Aunque, la recuperación de los brazos del Arzobispo Petelgeuse es resultado de mi benevolencia. 』

Geuse movía sus recobrados brazos para confirmar que los tenía nuevamente, y los ojos de Fortuna vacilaban al mirarlo.

『 Fortuna: Geuse, tus brazos… 』

『 Geuse: Siento que puedo moverlos sin problema, DESu. Mi cuerpo, también… todo bien, exceptuando mi interior. 』

『 Pandora: No he reescrito hasta el punto de cambiar tu ingestión del Gen de Bruja. Me gustaría elogiar esta acción tuya, y las acciones de ella, que regresó por ti. Por favor consideren esto como una muestra de mi sinceridad. 』

Pandora era un símbolo de odio para Fortuna. Eso no había cambiado; y seguramente, en cuanto posara los ojos en ella, no podría retener su furia. 
Pero Fortuna no había imaginado que Pandora sería una misteriosa y enigmática oponente.

Ella no tenía ni idea de lo que había ocurrido. No podía comprender lo que estaba pasando. Todo lo que había pasado hoy en este bosque trascendía las imaginaciones de Fortuna. La única cosa que entendía era que, gracias a todos esos sucesos incomprensibles, todo estaba al borde de terminar.

『 Geuse: ¡Fortuna-sama, recompóngase! 』

Un grito cruzó por la aturdida mente de Fortuna justo cuando empezaba a estancarse.
El dolor de su mejilla abofeteada le hizo parpadear, y encontrar a Geuse justo allí, mirándola. Él la sujetó de sus hombros.

『 Geuse: Estoy seguro de que tienes dudas y estás confundida. Sin embargo, debes dejar eso de lado por ahora, DESu. ¡Lo crucial es proteger este bosque, proteger a Emilia-sama, DESu! Y… ¡La derrota de esa mujer debe lograr tales cosas, DESu! 』

『 Fortuna: …Geuse. 』

La fuerza regresó a los ojos de Fortuna, y miró a Pandora. 

Sí. Él tenía razón. Ella podría ser extraña y desconocida, y la incapacidad para anticipar lo que pasaría después era espantosa. Aun así, Pandora había eliminado al poderoso Regulus de la escena, y regresado los faltantes brazos de Geuse.
Ella tontamente había debilitado sus propias fuerzas de combate y rejuvenecido las del enemigo. Probablemente ni siquiera se había dado cuenta de que se había arrinconado a sí misma.

『 Fortuna: Tienes toda la razón, Geuse. Pensar en qué es lo que está pasando puede ser dejado para después. ¡Ahora es cuando—! 』

『 Geuse: ¡—Combinamos nuestra fuerza, y la derrotamos, DESu! Si la repelemos, los cultistas restantes en el bosque también se retirarán, DESu. …¡Podemos salvar a Emilia-sama, DESu! 』

La imagen de su hija pasó por la mente de Fortuna.
Ella se había preparado mentalmente para que su previo adiós quizás fuera el último. Y en efecto, ella había estado actuando hasta ahora con esa resolución. Pero ahora, veía una nueva esperanza.

Emilia será salvada. Y por nadie más que los poderes de Fortuna y Geuse.

『 Fortuna: —Frígido blanco, captor del tiempo, palma mágica de puro hielo. 』

La magia que golpeó a Regulus aún se arremolinaba dentro de Fortuna, buscando un lugar donde detonar. Su canto presentaba ese poder con una forma, con un objetivo, mientras el maná interactuaba con el mundo. 

Sonó un “crack” mientras se formaba un carámbano de punta afilada, siendo tan grande que múltiples gigantes lo cargarían en procesión; era una enorme lanza de hielo. 
Apuntaba a Pandora. Si la lanzaba y acertaba, sería mutilada, sus restos se esparcirían por todos lados y se congelaría más allá de cualquier esperanza de reparación.

Junto a Fortuna, Geuse se abrazó los hombros mientras una presión surgía también de él.
El poder corría frenéticamente bajo sus andrajosas vestiduras, las heridas, excepto las de sus brazos restaurados, se reabrían. Incluso en tal doloroso estado, gastaría la plenitud de su espíritu por el bien de aquellos en los que él creía. 

Frente a la manifestación de sus poderes, Pandora ni siquiera tomó una postura de combate, tan sólo sonreía.

『 Pandora: Ahora, por favor vengan. —Permítanme saborear su determinación hasta su verdadero límite. 』

Los poderes de la pareja hicieron temblar el mundo, todo en un esfuerzo para borrar la sonrisa de Pandora.
Y,

※ ※ ※ ※ ※

Emilia se despertó en la depresión del terreno y sacudió la cabeza, tratando de recordar su ubicación mientras miraba toda el área.

『 Emilia: Cierto… Yo… 』

Estaba cubierta de barro y en un escenario desconocido. Sus rodillas estaban raspadas, y sus piernas le dolían por correr excesivamente. 
Todo eso pesaba sobre ella mientras recobraba la consciencia, con el pánico apretujando su pecho y sus rejuvenecidos recuerdos informándola de que esto no era ni una mentira ni un sueño.

『 Emilia: Madre… Geuse… Archi… 』

Personas preciadas, quienes arriesgaron su propia vida para que ella pudiera escapar. 
Mientras se acordaba de sus rostros en secuencia, Emilia recordó que debía hacer algo. Todos los que habían intentado protegerla le dijeron que corriera.
Que ellos querían que corriera sin detenerse, y escapara del bosque.

Pero, Emilia también pensó esto: “Debe haber algo que pueda hacer por todos”.

『 Emilia: Es, cierto… ¡El seio, el seio! 』

Sello. La palabra persistía en su memoria desde antes de perder la consciencia. 
Fortuna tuvo una severa discusión con Archi, acerca de cómo los que daban miedo vinieron para buscar el sello en el bosque.

Aquel sello se ocultaba adentrado en las más profundas espesuras del bosque donde Emilia vivía. Una puerta misteriosa que no conducía a ningún lado, sólo era una puerta metálica en el medio del bosque.
Los adultos llamaban al lugar “sello”. Emilia conocía su ubicación.

『 Emilia: Tengo que ir allí. 』

Ir allí no daría a Emilia nada que pudiera hacer.
No sabía cómo abrir la puerta, y ni siquiera sabía con exactitud qué significaba la palabra “sello”. Pero ella sabía que había algo extremadamente importante allí, y sabía su ubicación; lo cual era más que suficiente para ella. 

Lo que la estimulaba a actuar no era lo que ella pensaba que podría hacer.
Lo que la empujaba a avanzar era la esperanza de que ir allí haría cambiar las cosas.

『 Emilia: El seio debería estar… pero ¿por dónde era? 』

Después de haberse despedido con lágrimas de Geuse, haberse despedido con lágrimas de Fortuna, y correr por el bosque en los brazos de Archi, Emilia corrió directamente por un lugar desconocido, sola. 
Éste podía ser el bosque donde ella vivía, pero ya no era el bosque que conocía. La región en la que jugaba se limitaba sólo a los alrededores de la aldea. Ella no podía siquiera poner un dedo donde su madre o Geuse estarían, y ya ni hablar de la localización del sello.

『 Emilia: Auh, hah… 』

Emilia lloraba por su propia impotencia.
Ella sabía qué necesitaba hacer, pero carecía de la fuerza para lograrlo. Ahora no tenía una madre a la que apegarse cuando tuviera problemas. Ella tenía que ser la que actuara y salvara a su madre. 

『 Emilia: …¿Hm? 』

Los sentimientos más sinceros de Emilia estimulaban a aquellos que la veían a ponerse en movimiento. 
Ella se limpió las lágrimas; y entonces, tenues luces pasaron por su rostro y le hicieron parpadear. Al levantar la mirada, bastantes luces brillantes inundaron su visión.

『 Emilia: ¿Las, hadas? 』

Emilia las llamaba hadas. Fortuna y Geuse llamaban espíritus a esas entidades supernaturales.
Supuestamente carecían de algún lenguaje o voluntad, pero los espíritus menores respondían a las peticiones de la joven niña. 

Danzaban en círculos delante de la paralizada chica. Se movían en una dirección y luego volvían, entonces volvían otra vez, una y otra vez, mostrando el rumbo.
La voz de Emilia temblaba al darse cuenta de qué trataban de decirle los espíritus. 

『 Emilia: ¿Están diciéndome, a dónde ir? 』

No contestaron. Pero se movieron de arriba abajo, como afirmándolo. 

『 Emilia: Si voy por ahí, ¿encontraré el seio? ¿Seré capaz de salvar a Madre y a todos? 』

Los espíritus parpadearon brillantemente.
Emilia volvió a limpiarse las lágrimas mientras sacudía la cabeza.

No era el momento de andar parloteando. Su madre, Geuse y mucha la gente la había ayudado; y cuando empezó a llorar, incluso las hadas vinieron para animarla. Después de todo esto, no podía perdonarse a sí misma por acobardarse allí indefinidamente. 

『 Emilia: Sí… vale, sí. 』

Los espíritus se movían alrededor, como confirmando si Emilia estaba bien. Ella asintió para responder y, con su pequeña figura balanceándose, rompió a correr. Siguió la guía de los espíritus, corriendo desesperadamente sobre la áspera tierra.
Pasó sobre huecos, escaló pendientes inclinadas y pasó a través de las brechas de los árboles.
En muchos puntos durante el camino había áreas donde los espíritus podían pasar a través, pero Emilia no. Se trastabilló, las ramas rasparon sus mejillas y cayó golpeándose de cara contra la tierra, la cual escupió antes de levantarse otra vez.

Su respiración era pesada, lágrimas de miedo y dolor fluían nuevamente. 
Ella se sorbió de vuelta los mocos que se le salían, limpió sus lágrimas con sus mangas sucias, dio a sus raspadas rodillas una palmada y corrió.

Ella soportaba el daño y el dolor, corriendo con toda su fuerza mientras los recuerdos pasaban por su mente.

Recuerdos del tiempo que ha vivido en este bosque, desde que tuvo conocimiento por primera vez.
Fortuna era una madre severa y nunca la mimó en lo más mínimo. No era la madre real de Emilia. Ella tenía padres reales, como es normal. 
Tal cosa era algo que Fortuna decía comúnmente, una y otra vez, cosa que Emilia creía y no creía a la vez. Tener padres reales la hacía feliz; pero Fortuna también era su madre real. Y en lo que a Emilia concernía, eso era una verdad incuestionable. Ella verdaderamente entendió eso a raíz de los sucesos de hoy.

Recordaba ser regañada. Recordaba noches en las que Fortuna abrazaba a una llorosa y arrepentida Emilia, y dormía junto a ella. Sabía que Fortuna siempre acariciaría su cabeza desde que se levantaba hasta la hora de ir a dormir, para que Emilia no se sintiera sola. 
Emilia sabía mejor que nadie que su madre la amaba. 

Todos los aldeanos habían sido amables con ella. 
Siempre hubo un tipo de alienación, por la cual se sentía como si estuvieran manteniendo su distancia, y no estaban seguros de cómo interactuar con ella. Pero, aun así, nunca dijeron nada que la hiriera, y siempre trataron bien a Fortuna.
Ella sabía que todos se habían esforzado mucho para asegurarse de que incluso la Habitación de la Princesa fuera un buen lugar para que Emilia pasara el tiempo. Ellos prepararon juguetes para que no se sintiera sola al estar dentro, y le cosieron montones de muñecas. La cantidad de muñecas se multiplicaron día a día, y hacía bastante tiempo que Emilia ya no tenía suficientes dedos ni de las manos ni de los pies como para jugar con todas ellas. Todas esas muñecas, cada simple puntada de hilo, era prueba de su cuidado hacia Emilia.

Ella había odiado a Geuse al principio, ya que todos se distanciaban de ella y la encerraban en la Habitación de la Princesa siempre que el grupo de Geuse llegaba de visita. Los adultos le ocultaban cosas a ella para que ellos pudieran hacer algo divertido. Cuando se escapó por primera vez de la Habitación de la Princesa y vio a Geuse y Fortuna hablando, y observó que Fortuna le sonreía a él, Emilia se puso celosa de Geuse.
Ella pensó que nunca lo perdonaría. Pero él rompió en llanto al conocerla. Lloró y lloró, derramando lágrimas de felicidad, y Emilia lo perdonó.
Después de todo, esas fueron lágrimas de afecto. Recordó cuán tranquila se sintió cuando Fortuna la abrazaba y palmeó suavemente la cabeza de Geuse. Ella se mantuvo a su lado mientras él lloraba para que no se sintiera sólo cuando las lágrimas parasen. “No tiene remedio”, pensó ella.

“Sí que no tiene remedio”, pensó ella.

『 Emilia: Yo… con todos, otra vez… 』

Quería dormir con Fortuna otra vez.
Quería invitar a todos a la Habitación de la Princesa. 
Quería tomar a ese impertinente Geuse, quien trataba de protegerla, y definitivamente pisarle fuerte sus pies. 

Ella quería ver a todos otra vez. 

『 Emilia: Porque soy, una buena niña… 』

Las lágrimas empañaron su visión mientras corría y, después de pasar por un puñado más de árboles, Emilia descubrió el sello que había estado buscando y—

『 ???: Bienvenida. 』

Una chica con cabello de color platino estaba delante de la puerta, con los brazos abiertos para recibir a Emilia.

※ ※ ※ ※ ※

『 Chica: Qué bien. Fuiste la primera en llegar. Estaba feliz de haber encontrado el sello finalmente, pero no podía encontrar la llave esencial. Estoy realmente aliviada de haberte encontrado a salvo. 』

『 Emilia: ¿Por qué… estás, aquí…? 』

La chica, Pandora, se dirigió a Emilia con tono familiar y una presión extraña. La garganta de Emilia tembló al hacer la pregunta, y Pandora dio un pequeño aplauso con sus manos.

『 Pandora: Juju, debes estar sorprendida. Todo es bastante simple. Este sello es bastante importante para mí. Y por eso, siempre he estado buscándolo. Esa es una de las razones por las que he venido al bosque hoy. Lo que significa que necesito estar aquí. 』

La respuesta de Pandora no era lo que Emilia estaba buscando. 
Emilia estaba intentando preguntarle sobre su razón de estar allí, en ese punto del bosque. La última vez que la vio, Geuse bloqueó su camino y el de Regulus.
Si ella estaba aquí, entonces eso significaba que Geuse…

『 Emilia: ¿Por qué… estás, aquí…? 』

Quizás dándose cuenta de cuán cerca estaba de romperse el corazón de la niña, los ojos de Pandora se abrieron de sorpresa. Puso su mano en su pecho mientras parecía reflexionar en lo que acababa de decir. 

『 Pandora: Me disculpo. La respuesta que te di fue extraña. No soy la persona por la que estás preguntando, lo haces por el Arzobispo Petelgeuse y tu madre. 』

Pandora se demoró en entenderlo, pero terminó por alcanzar la respuesta correcta.
Si ella no lo hubiera comprendido, Emilia podría haber terminado todo esto sin tener una respuesta para su pregunta. Aunque ni ella misma sabía qué estaba buscando con todo esto.

Pandora sonrió tiernamente.
Esa sonrisa no llevaba malicia o malevolencia, más bien desbordaba amabilidad, luciendo como un honesto intento de disipar la ansiedad de Emilia.

『 Pandora: Por favor no te preocupes. Estás preocupada por el Arzobispo Petelgeuse y tu madre. Ambos están a salvo. 』

『 Emilia: ¿Eh? 』

『 Pandora: No hay necesidad de estar tan preocupada, aunque habría sido mejor si hubieras preguntado eso originalmente. Ni los miembros del culto ni yo hemos venido para dañar a la gente del bosque. Es como he dicho, visito este lugar ya que tengo cosas que hacer con ese sello. No soy tan tonta como para hacer sacrificios innecesarios. 』

Las palabras de Pandora eran amables, y se apilaban una sobre otra en el sobrecargado corazón de Emilia. Si confiaba en lo que Pandora decía, entonces Fortuna y Geuse estaban a salvo. Quizás lo que le pasaba a la gente del bosque no era algo tan malo como pensaba. De hecho, esta chica acababa de decir que tenía cosas que hacer con el sello; lo cual significaba que cuando hubiera terminado con eso—

『 Emilia: Cuando hayas terminado con el seio, ¿podrías por favor irte a casa...? 』

Pandora no dijo nada. 

『 Emilia: C-cuando termines con el seio, ¿podrías por favor dejar el bosque e irte a casa? ¿Sin hacerle nada malo a nadie? 』

『 Pandora: …Sí, por supuesto. Tampoco deseo sacrificios innecesarios. 』

Pandora asintió profundamente, como si hiciera una promesa.
Entonces señaló al sello, y ladeó su cabeza a la llorosa Emilia. 

『 Pandora: Lo que significa que me gustaría que me dieras la llave, por favor. Si abrimos esta puerta, nos retiraremos del bosque inmediatamente. 』

『 Emilia: ¿Llave…? 』

『 Pandora: Sí. Una llave. Considerando que el sello tomó la forma de una puerta, es necesaria una llave para abrirla. Tú estarías en posesión de esa llave. 』

『 Emilia: Yo, no sé nada sobre eso… 』

Emilia negó con su cabeza.
Ella realmente no tenía idea de a qué se refería Pandora. No recordaba a nadie dándole algo como una llave y, en primer lugar, el sello debía haber sido mantenido como un secreto para Emilia. 
No había manera posible de que Emilia poseyera una llave para un sello que se había mantenido en la oscuridad para ella. Esta conclusión era tan natural, que ni siquiera había que pensar.

Emilia volvió a negar con la cabeza.
Pandora también negó con su cabeza. 

『 Pandora: No hay necesidad de secretos. 』

『 Emilia: N-no estoy escondiendo secretos… ¡De verdad, verdad que no lo sé! ¡No tengo ninguna llave! ¡No he recibido ninguna llave! ¡Yo, no puedo abrir el seio! 』

『 Pandora: Ya veo… Entonces, tendré que excavar el bosque para ver si así encuentro la llave. 』

La expresión de Pandora se veía extremadamente afligida. Bajó la mirada. 
Aunque sus acciones y tono eran amables hacia Emilia, seguramente Pandora haría exactamente lo que dijo que haría, debido a su rígida mentalidad. Emilia tembló. 

Si ella no podía abrir el sello justo aquí y ahora, esta chica cavaría a través del bosque. Excavar, era una decoración simple y vana. Para obtener la llave, Pandora iba a excavar el bosque; incluyendo la gente viviendo en él, Fortuna, los aldeanos y el grupo de Geuse.

Esta entidad era anormal.
Tan anormal, que Emilia estaba convencida que ni siquiera Fortuna sería competencia para ella. 

『 Emilia: ¡L-lo abriré! ¡Lo abriré! 』

Así pues, Emilia gritó antes de que Pandora pudiera empezar a actuar.
El rostro de Pandora se iluminó.

『 Pandora: ¿De verdad lo harás? Qué bien. Así que después de todo la llave sí estaba en tu posesión. Pensé que así sería. Después de todo, no puedes negar que eres la hija de la bruja. 』

『 Emilia: ¿De, la bruja…? 』

『 Pandora: En efecto, sí. Ahora, ¿te gustaría mirar al sello? Si puedo investigar lo que hay en el interior de esa puerta, nos retiraremos inmediatamente. 』

Señalando con su mano la escena a Emilia, Pandora esperó eufórica a que ella actuara.
Si bien los términos que ella mencionaba desgarraban en su pecho, Emilia no podía retirarse, y por eso dio unos pasos hacia delante. Por mucho que la pequeña Emilia mirase hacia arriba, no podía ver la parte superior de la puerta. 
Era como una puerta gigante que un gigante hizo para que un gigante más gigante pudiera pasar a través de ella. Que la diminuta Emilia tuviera que abrir esa cosa era una especie de fantasía hueca y vacía.

Ella se paró delante de la puerta. Hasta ahí todo bien, pero no tenía ni idea de cómo abrirla. Recordando cuando la encontró, ella pensó ideas usuales para abrir la puerta. Ya lo había intentado empujándola, tirando de ella e incluso trepándola; hacía bastante tiempo. 
El pequeño cuerpo de Emilia no pudo hacer que esta antigua puerta se moviera ni una pulgada; ni siquiera pudo hacerla chirriar, y mucho menos abrirla. 

Hoy ocurriría lo mismo.
Aunque pudiera alcanzarla y tocarla, no daba la más mínima indicación de moverse.

『 Emilia: Hahh… hauh, hahhh… ahh… 』

Su pulso se aceleró de manera anormal, su sangre se agitaba violentamente en su cabeza.
Su pecho se calentaba, y su corazón palpitante podría salirse por su boca en cualquier momento. Pero sus extremidades estaban muertas de frío, pesadas, como rellenas de plomo.

Ella tenía que moverlas, pero no podía.
Si no abría esta cosa, algo terrible le pasaría a todos.

Y ella lo sabía, pero no podía hacer nada.
El terror y la desesperación dejaron su mente en blanco, difuminando la existencia llamada Emilia.

『 Pandora: …Por favor considera pensar: Soy una llave. 』

La voz era terriblemente suave mientras se deslizaba dentro de la oreja de la desesperada Emilia.

Soy una llave.

Como si fuera una orden, Emilia se concentró solo en esa imagen.
En ese instante, Emilia sintió un peso en sus manos. Al mirarlas, vio que estaba agarrando una larga y antigua llave de plata. 

『 Emilia: Una llave… 』

『 Pandora: ¿Es visible para ti ahora? Si es así, entonces en verdad tú eres la llave. 』

Dijo Pandora felizmente.
Pero había algo antinatural en lo que dijo. Parecía como si Pandora no pudiera ver la llave en las manos de Emilia.

『 Emilia: ¿No… puedes, verla? 』

『 Pandora: …No, no puedo. Esa llave será entregada sólo a las manos de los calificados. Estoy segura de que, en este mundo, solamente hay dos personas capaces de abrir esa cerradura. 』

Pandora parecía encontrar envidiable esa posición. Y, de hecho, su mirada no estaba fija en la llave de la mano de Emilia. Aunque no estaba segura de qué significaba que ella no pudiera ver una llave que era tan perceptible como pesada, Emilia volteó hacia la puerta.

Una repentina llave — pero Emilia no encontraba nada que se viera como una cerradura.
Esta puerta ni siquiera tenía un pomo. Y aunque la llave era grande, era diminuta en comparación a la puerta. ¿Esta sucia y antigua llave realmente podía abrirla?

『 Emilia: …Ah, 』

Entonces, Emilia instintivamente descifró cómo usar la llave.
No necesitaba buscar una cerradura. La puerta misma era como una cerradura.

Esta puerta no aplicaba el sello.
Simplemente actuaba como una tapa para el sello. La puerta no estaba sellando nada. El sello era algo más insustancial, operando dentro de esta puerta. 

『 Pandora: Vamos, ábrela por favor. 』

Aceptando la petición de Pandora, Emilia dio un paso hacia delante.
Bastaría con presionar la llave contra la puerta y desear que se abra. Con tan solo eso, esta puerta sería liberada de su largo, largo encargo. 

Si abría esta puerta, todos serían salvados.

『 Pandora: …¿Pasa algo? 』

Pero, justo antes de presionar la llave contra la puerta, sus brazos extendidos se detuvieron.
Al ver que los dedos de Emilia habían parado de temblar, Pandora frunció el ceño levemente. 

Emilia no contestó, solo vio la llave en sus manos.
Si presionaba la llave contra la puerta, el sello se abriría.
Pero —

«Fortuna: Emilia. —Una promesa.»

Ella escuchó en su mente estas palabras susurradas durante la despedida de su madre.

Su conversación de ese entonces no había sido sobre el sello.
Pero Emilia recordaba. Que le prometió a su madre que mantendría sus promesas.

Ella no sabía sobre este sello. Ella no debía saber sobre este sello.
Emilia no sabía sobre este lugar, y no debería interferir con él.

Ella se lo prometió a Fortuna. Mantener esa promesa debía ser lo más prioritario. Ella estaba traicionando su confianza, y no debía hacerlo.
Nadie perdonaría a Emilia si ella era una niña mala. Nadie sería capaz de perdonarle.

Así que, ella no debía abrir este sello. 

『 Emilia: N-no la abriré… 』

『 Pandora: ...¿Por qué? 』

『 Emilia: La promesa… porque, lo prometí. No tengo nada que ver con el seio. No tengo permitido abrirlo. 』

『 Pandora: Ya veo. Las promesas en verdad son importantes. Creo que es bastante espléndido y grandioso que quieras mantener tu promesa. Sin embargo… también son cosas que dependen de la situación. 』

Pandora fijó su mirada en Emilia, quien negó con la cabeza. Ella acarició el cabello plateado de Emilia. 

『 Pandora: Sospecho que es una promesa entre tu madre y tú. Tu madre es una persona maravillosa. Te ha enseñado algo venerable y correcto. Tu voluntad es preciosa y merece ser protegida. 』

『 Emilia: E-entonces… 』

『 Pandora: Pero hay momentos en los que debes tomar una decisión contraria a una promesa. Quizás es cruel que yo esté intentando que tomes una decisión así cuando aún eres joven. Sin embargo, el destino y sus inminentes decisiones no tomarán en consideración las circunstancias de aquellos a quienes lo toman como algo trivial. El destino ama a aquellos que se resisten a sus movimientos, e inspira esperanza en el resultado de la decisión. ¿Cuál es la esperanza que buscas? 』

『 Emilia: ¿Cuál, esperanza? 』

Pandora asintió, sonriendo maternalmente.

『 Pandora: Sí, 』

Ella le mostró sus manos a Emilia.

『 Pandora: Primero está la esperanza de mantener tu promesa con tu madre, proceder sin abrir el sello, confrontar a mi grupo y superar esta adversidad. 』

Pandora alzó su mano derecha, como si sostuviera esta cosa invisible llamada esperanza

『 Pandora: Y la segunda esperanza consiste en renegar de la promesa con tu madre, abrir el sello, conceder los deseos de mi grupo y que la situación se resuelva sin más heridas. 』

Pandora alzó su mano izquierda, mostrando otra vez a Emilia esta invisible esperanza.

『 Emilia: ... 』

Ante esas dos manos, Emilia se puso rígida y era incapaz de hablar. 
No podía siquiera notar su propia respiración, ya que sentía que sus pulmones se habían congelado. Si decía algo descuidado, Pandora podría retirar ambas manos instantáneamente.
Si no tocaba alguna de las esperanzas mostradas a ella, quizás ambas terminarían desapareciendo de la vista de Emilia. 

— El terror sujetó firmemente el corazón de la joven niña, sin soltarla en absoluto. 

『 Pandora: ¿Cuál opción escogerás? —Dejo la decisión en tus manos. 』

La esperanza de la derecha. La esperanza de la izquierda. 
La esperanza resultante de romper la promesa. La esperanza resultante de mantener la promesa.

La dulce y seductora voz de Pandora.
El amable pero severo llamado de Fortuna.

Ella no podía siquiera escuchar los latidos de su propio corazón bajo todo este ruido. 
El sonido desaparecía del mundo, dejando a Emilia sola en una tierra sin color.

Ella estaba pensando. Deliberando. Sus pensamientos estaban ardiendo, y su cerebro podría hervir en cualquier momento.
Concentró toda función corporal que tenía en pensar, dando la impresión de que todo desde su cuello para abajo había muerto. No podía oír su pulso, sus extremidades estaban completamente inmóviles y eran ajenas a su voluntad.

No sé qué elegir, no sé qué elegir, no sé qué elegir no sé qué elegir noséquéelegirnoséquéelegir.

¿Cuál opción salvaría a todos? ¿Qué debería hacer para ayudar a todos? ¿Qué podía hacer para volverme la fuerza de todos? ¿Qué debería hacer? Que alguien me lo diga.

『 Emilia: —ah. 』

『 Pandora: Ya veo. Así que esta es tu decisión. 』

Cuando sus pensamientos se unificaron y su visión se nubló, Emilia dejó escapar un pequeño sonido.
Al ver su decisión, los ojos con largas pestañas de Pandora bajaron la mirada.

— Los dedos de Emilia tocaban la mano derecha de Pandora. 

La opción de no romper la promesa, no abrir el sello, y desear el rescate de todos.

『 Emilia: Yo… prometí, a mi… mamá que, mantendría… mis, promesas, así… madre… 』

『 Pandora: Hasta el mismísimo final, confiaste en las palabras de tu madre, tu brújula. La respuesta que has alcanzado siguiendo tu indecisión, y el resultado que tu vida ha creado, debo respetarlo. 』

Mientras los ojos de Emilia se llenaban de lágrimas, Pandora asintió con conformidad y liberó su mano del agarre de Emilia, la cual calló sobre sus rodillas mientras Pandora la miraba de forma misericordiosa.

Si ella quisiera, podría simplemente haber empujado las manos de Emilia hacia la puerta mientras sostenía la llave.
Si bien eso no tenía nada que ver con si Emilia hubiera querido que la puerta se abriera, ya que ella había estado buscando algún tipo de apoyo, habría bastado con eso para llevarla a su límite. Pandora lo sabía, pero no lo hizo. 
Eso único era algo honesto de parte de esta chica completamente extraña.
Sin embargo,

『 Pandora: Entonces, 』

『 Emilia: ¿…eh? 』

『 Pandora: Por favor respeta mi decisión al considerar métodos para abrir el sello. 』

Emilia alzó su cabeza, pasmada. 
Pandora no miraba a Emilia. Su mirada se dirigía a algún lugar detrás de ella. Siguiendo su línea de visión, Emilia encontró una silueta empujando los arbustos mientras aparecía repentinamente en escena.
Con su corto cabello plateado, 

『 Mujer: ¡¡PANDORAAA!! 』

Y cubierta de sangre, era Fortuna. 
Comparada a cuando Emilia la vio por última vez, estaba llena de heridas. Aun así, ya que había estado convencida de que no podrían volver a reunirse otra vez, el sólo saber que estaba viva era un alivio para el corazón de Emilia.

『 Fortuna: ¡¡Toma esto!! 』

Aparentemente sin haberse dado cuenta de la presencia de Emilia, Fortuna disparó seis lanzas de hielo, atacando a Pandora sin la más mínima misericordia. 
El cuerpo de Emilia se puso rígido ante el peligro, pero entonces Pandora se deslizó delante de ella, protegiéndola.

『 Pandora: Es muy peligroso comenzar tu ofensiva sin observar primero el área. 』

Tras decir eso, una lanza atravesó el pecho de Pandora. Su delgada cintura, su brazo derecho, su pie derecho, todo fue empalado con carámbanos, el último de los cuales mandó a volar su cabeza de color platino.

Emilia gritó al ver el pequeño cuerpo de Pandora ser ensartado con hielo. El cuerpo de Pandora se tambaleó, cayendo para aterrizar sobre Emilia. 
La niña atrapó el decapitado cuerpo chorreante de sangre. Gritó. Todo era demasiado surrealista.

『 Fortuna: ¿…Emilia? 』

Al escuchar el grito, Fortuna susurró estupefacta mientras parecía regresar a sus sentidos.
Los ojos de Fortuna no expresaban logro por haber superado a una detestada enemiga, sino que vacilaban con contrariedad al darse cuenta de que su hija estaba presente en la escena.

『 Fortuna: ¿Por qué Emilia está…? Se suponía que había escapado del… 』

『 Pandora: Cuestionarse el porqué es algo más bien terrible. Tu hija estaba preocupada por ti, deseando ayudarte de todo corazón mientras corría hasta este lugar. ¿Cómo es que tú, su madre, puedes proceder sin elogiar su pureza intrínseca? 』

『 Fortuna: ¡—! 』

La voz de Pandora se escuchaba directamente desde el costado de Fortuna.
Sus ojos amatistas se abrieron completamente por lo inesperado de eso, y por el hecho de que el cadáver de Pandora se había desvanecido de los brazos de Emilia. 

『 Pandora: Cuando te ves tan sorprendida como ahora, de verdad se parecen ustedes dos. Madre e hija en efecto. 』

『 Fortuna: ¡—! ¡Emilia y yo no somos parientes de sangre! ¡Su adorable rostro es por mi cuñada! 』

『 Pandora: Me disculpo por eso. 』

La boca de Fortuna se retorció con furia a la vez que una espada de hielo se formaba en su mano levantada. Su corte radical rebanó diagonalmente el torso de Pandora, derramando sangre por todas partes. Sin mover ni un músculo, Pandora cayó de espaldas, inerte.

『 Pandora: Lo que significa que su madre adoptiva es su Madre. Siendo así, tus métodos para criarla no han sido incorrectos. Tu hija ha crecido para ser una muy honesta y buena niña. Sus verdaderos padres, tu hermana y hermano, seguramente estarían llenos de alegría. 』

『 Fortuna: ¡¡No te atrevas a hablar sobre mi hermano y mi cuñada!! 』

El cadáver caído desapareció mientras Pandora decía eso a Fortuna, como si esto fuera normal. Ella enarboló su espada para cortarla en dos, y la decapitó con un corte de revés. 
Ella inmediatamente miró hacia atrás para matar a la resucitada Pandora con una estocada. La empujó hacia atrás, golpeándose con el tronco de un árbol, atrapada.

『 Fortuna: ¡¡El Hyuuma!! 』

Una capa de frígida niebla envolvió a la atrapada Pandora, transformándola en una escultura de hielo.
Había creado una escultura humanoide, sellando a Pandora —de por sí ya lo bastante hermosa para ser una obra maestra de los dioses— eternamente en el bosque como una pertenencia de la naturaleza.

『 Pandora: Este indiscriminado uso de magia solamente va a cansarte. ¿Te gustaría tomar un momento para calmarte, y para que nosotras podamos intentar hablar de nuevo? 』

『 Fortuna: ¡—! ¡Charla tediosa! 』

La escultura de hielo permanecía, solo que Pandora había escapado de su interior y había empezado a caminar. Cuando Fortuna giró y encontró a Pandora parada allí, lanzó su puño descuidadamente para golpearla. Ni siquiera fue un ataque mágico. Solo un puñetazo resultante de un esfuerzo vano.
Acertó en el rostro de Pandora como si hubiera sido atraído directamente. 

『 Emilia: —aagh, 』

『 Fortuna: ¿¡E-Emilia!? 』

Lanzada lejos por el golpe de su madre, Emilia falló en sostenerse y cayó revolviéndose por el suelo. Habiendo golpeado a su hija sin querer, el rostro de Fortuna palideció mientras se acercaba corriendo hacia la caída niña.

『 Fortuna: ¡No! ¡Emilia! ¡Lo lamento tanto! ¡No quise hacerlo! ¡Eso no era lo que yo…! 』

『 Pandora: Este es el dolor que sientes cuando golpeas. Seguramente un dolor equivalente a ser golpeada ha pasado por tu corazón. ¿Empiezas a entender cuán descorazonadas son tus acciones? 』

Sus manos sostenían a una levantada Pandora, Fortuna chilló mientras la empujaba. Se levantó y miró alrededor para encontrar a Emilia parada junto al sello como lo había estado todo este tiempo. No había trazos de haber sido golpeada sobre su blanca mejilla. 

『 Fortuna: ¡Has estado diciendo mucha basura absurda, una y otra vez! 』

『 Pandora: Pero esta vez fue diferente, y te apaciguó. ¿Eres incapaz de dedicar una fracción de esa emoción a alguien que crees que odias? No estoy diciendo que ames a todos ahí afuera de la misma manera que amas a tu hija. Pero, algunos cambian después de recibir tan sólo el más mínimo cuidado. Si yo pudiera ser parte de esos pocos, entonces me gustaría proceder sin presentarte tragedias repetidamente. 』

『 Fortuna: ¿¡Quién carajos te crees que eres para demandar amabilidad de mí!? ¡Los padres de Emilia… 』

Notando la mirada de Emilia en ella, Fortuna rápidamente cerró la boca. 
Emilia miró fijamente al rostro tenso de su madre. Sin importar cuán detestado fuera el enemigo, había algunas cosas que no debían ser dichas en presencia de su hija. 

『 Pandora: Entonces deberíamos hacer lo siguiente. ¿Te gustaría intentar ser la que persuada a tu hija? He confirmado que posee la llave, pero parece que no abrirá la puerta, ya que está manteniendo su promesa contigo. 』

Fortuna no dijo nada.

『 Pandora: Si rescindes tu promesa, no habrá cadenas que aten su testarudo corazón. Prometo que, si puedo deshacer el sello, nosotros dejaremos este bosque sin hacer nada más. En efecto, lo prometo. Mantendré mi promesa… Que palabras tan bonitas. 』

Seguramente esos eran sus sinceros pensamientos, dichos sin ningún indicio de broma.
Pero existían declaraciones y acciones que se convertían en abrumadoramente sarcásticas debidas a su falta de mala voluntad.

Fortuna había visto más que suficiente para juzgar las declaraciones de Pandora de esa forma.

Fortuna miró a Emilia. 
Emilia simplemente apretó sus manos y esperó a que su madre hablase. Sus manos parecían estar agarrando algo, lo cual seguramente era porque estaba sosteniendo la llave de la puerta.

Emilia había terminado por reconocer la llave. Y si Fortuna pronunciaba una sola palabra para rescindir la promesa, ella seguramente abriría la puerta, creyendo que hacer eso salvaría el bosque.

『 Fortuna: —No digas estupideces. 』

『 Pandora: ¿Estupideces, dijiste? 』

『 Fortuna: ¿Se retirarán? ¿No harán nada más? ¿Cómo podría beneficiarnos que hagas eso? Con todo lo que ustedes han destruido, todo lo que han arruinado, todas las cosas que protegíamos y que ustedes aplastaron con sus pies, con incluso nuestro orgullo roto y deformado… ¡¿Qué nos queda?! 』

『 Pandora: Cosas podrían nacer de lugares áridos. ¿No consideras esa la magnificencia de la vida? 』

『 Fortuna: ¡Esas palabras son superficiales y vacías cuando las dicen los saqueadores! 』

Fortuna rugió, señalando a Pandora con el dedo. Ésta ladeó la cabeza, sin parecer poder entender lo que Fortuna decía. 

『 Fortuna: El esfuerzo es hermoso. No hay nada más respetable que desear vivir… Basta de esta charla superficial. No nos des discursitos condescendientes después de habernos robado la paz por la que hemos arriesgado nuestras vidas. Teníamos comodidad y felicidad y todo aquí. ¡Ustedes son los que lo arruinaron! 』

『 Pandora: Nuestras opiniones parecen diferir. 』

『 Fortuna: Cuando las posiciones no son las mismas, las cosas que ves tampoco lo son. Con la forma en la que siempre estás mirándonos desde arriba, ¡estoy segura de que ves el cielo como una altura diferente a la que nosotros lo vemos! 』

Escupió Fortuna. 
Pandora se veía horriblemente triste, pero Fortuna no iba a responder a eso. En vez de eso, mantuvo su precaución hacia Pandora mientras se acercaba corriendo a Emilia, quien seguía al lado del sello.
Después de confirmar de que definitivamente era su hija, Fortuna cayó sobre las rodillas y abrazó a la pequeña niña. 

『 Fortuna: Oh, Emilia… Emilia, lo siento. ¿Por qué estás…? ¿Dónde está Archi? 』

『 Emilia: Archi… me dijo, que corriera hacia las flores blancas… así, que, yo corrí… 』

Al escuchar esto, Fortuna supuso la muerte del joven elfo. 
Fortuna abrazó a Emilia, evitando que la niña viera sus lágrimas. ¿Cuántos habían perecido en este bosque debido a la siniestra violencia del culto?
Realmente, este bosque nunca volvería a ser lo que era antes.

『 Fortuna: Emilia, Emilia… hiciste bien en mantener tu promesa. Eres asombrosa, asombrosa. 』

『 Emilia: Madre… Madre, yo, yo… 』

『 Fortuna: Emilia… eres mi orgullo. Mi tesoro. 』

Una hija aferrada, con su madre abrazándola. 
Pandora vio esto con una expresión embriagada. Su rostro se veía casi como si monopolizara la más hermosa vista en el mundo, toda para ella misma. 

『 Pandora: He disfrutado viendo este hermoso amor familiar. El verdadero afecto mutuo es magnífico. 』

『 Fortuna: Es repugnante escuchar eso cuando eres tú la que lo dice… El sello se queda como está. No te daré a Emilia. Anda y conviértete en un trozo de hielo, y marchítate aquí. 』

『 Pandora: Esa frase, ¿no sería usualmente cuando le aconsejas al rival que es mejor que huya? 』

『 Fortuna: Lo único que quiero ahora es arrojar los fragmentos de tu cadáver congelado por la Gran Cascada. 』

Vociferando maldiciones que Emilia nunca antes había escuchado, Fortuna una vez más empezó a preparar su magia. Pandora frunció los labios, pareciendo adolorida.
Y entonces:

『 ???: ¡Finalmente te he atrapado, DESu! 』

Su voz sonaba algo loca, un hombre gritó sobre los árboles para llegar hasta este lugar del bosque. 
Él saltó sobre los altos árboles, con un impulso similar a haber sido arrojado, llegando a la escena con sus sagradas vestimentas llenas de sangre. Era Geuse. 

『 Fortuna: ¡Geuse! 』

『 Geuse: ¡Fortuna-sama! 』

Con sólo una llamada al nombre del otro, los dos se coordinaron perfectamente. 
Ellos estaban posicionados a cada lado de Pandora, la cual ocupaba el centro del claro; los dos comenzaron con su ataque por ambos lados.

La mano izquierda de Fortuna apretaba firmemente la mano derecha de Emilia, la cual miró al rostro de su madre. 
— Su expresión al mirar penetrantemente a su enemiga era tan hermosa que ella podría temblar.

『 Fortuna: ¡¡Al Hyuuma!! 』

『 Geuse: ¡¡Mano Oculta!! 』

Fortuna conjuró magia del grado más poderoso, mientras que Geuse llamaba a todos los poderes del Gen de Bruja en este momento final para utilizar esta habilidad oculta. 
Los abrumadores poderes surgieron, y —

『 Emilia: …¿Madre? 』

— Con la Mano Oculta perforando su pecho, la sangre de Fortuna llovió sobre Emilia. 

 
※ ※ ※ ※ ※

La fuerza decaía de la mano que agarraba a Emilia mientras ella veía al cuerpo de Fortuna caer flojamente.

『 Geuse: ¡Ahora es tu final, DESu! 』

Geuse hizo un violento aterrizaje mientras gritaba, moviendo sus maltratados brazos hacia un lado. Como si fuera empujada por esos gestos, el cuerpo de Fortuna danzó por el espacio a lo largo de la misma trayectoria. Sus extremidades se movieron como las de una muñeca, y su cuerpo cayó por el suelo como si hubiera sido desechada. La sangre salió disparada como un géiser de su convulsionante cuerpo, pintando la hierba de rojo en un instante.

『 Geuse: Eso fue, efectivo DESu… Si lo hago, esta vez sí que… 』

Con un suspiro agitado, Geuse cayó de rodillas. 
Emilia no veía que Geuse miraba a la caída Fortuna con precaución.

Ella simplemente se acercaba, tambaleándose, a Fortuna, quien yacía boca abajo. 
Había un agujero abierto a través del pecho y la espalda de Fortuna. La herida era tan grande, que los órganos de su arruinado cuerpo eran visibles. La fuerza del sangrado disminuía, dejando a Emilia sentada en un charco de sangre.
Ella abrazó el rostro pálido de su madre, logrando de alguna manera colocarla en su regazo. Manchas rojas manchaban el bonito cabello plateado de Fortuna, y Emilia intentaba limpiarla frenéticamente alejando la suciedad con sus dedos. 
Pero los dedos de Emilia ya estaban sucios con sangre, y cuanto más tocaba, más se llenaba de sangre el cabello de Fortuna.

『 Geuse: ¡Fortuna-sama! ¡No baje la guardia, le pido que se mantenga alerta! Cuando verifique… 』

『 Emilia: ¿Geuse? 』

『 Geuse: ... 』

Con un brusco aliento, Geuse se levantó con la palma de su mano dirigida a Fortuna. Al escucharlo, Emilia dijo su nombre. Después de un momento de mirar distantemente a la nada, parpadeó,

『 Geuse: ¿Emilia-sama? 』

Parecía que él recién notó a la chica sentada en medio del charco de sangre.
Su mirada bajó, hacia donde el regazo de Emilia albergaba la cabeza de la mujer, con aquel cuerpo inerte yaciendo allí inútilmente.
Sus ojos, se abrieron de golpe. 

『 Geuse: …Absurdo. 』

Geuse negó con la cabeza con una expresión de incredulidad.
Entre su propio pesado ser y la caída Fortuna, había una chica de cabello platino.

Pandora sonrió a Geuse mientras éste la miraba.

『 Pandora: Me temo que no hay nada que hacer. Tus ojos simplemente te han engañado. 』

『 Geuse: ¿¡aaaAAAHH… AAAAaAAAAAAAAAAHHHHHHH!? 』

Poniendo las manos en su rostro, Geuse clavó despiadadamente las uñas en su propia piel, tallando cortes de color carmesí. La fuerza era tal que sus uñas se salieron, la sangre brillante que salía de sus mejillas pintaba su rostro de escarlata.

『 Geuse: ¿¡Absurdo absurdo absurdo absurdo absurdo absurdo!? ¿¡Qu-qué, qué estoy, qué estoy haciendo, DESu!? ¿Qué he hecho DESu? ¿¡Por qué, porquéporquéporquéporquéporquéporquéporquéporquéporqué!? Entonces por qué propósito yo he… qué… ¡ahh! ¿¡Ahhhh!? ¡¡AaaAAAAAAAAHHHHHHH!! 』

Geuse había introducido un Gen de Bruja en su cuerpo, y mantuvo contenido el poder discordante de esa cosa a base de fuerza de voluntad.
Pero el apoyo más importante para esa voluntad había desaparecido. Todo el interior de Geuse se estaba desmoronando sin dejar nada en pie.

Porque los poderes que había obtenido arriesgando su vida habían destruido a la persona por la cual arriesgó su vida para proteger.
Geuse sufría un daño mental irreparable, gritando mientras perdía su cordura.

『 Geuse: ¡¿Con qué propósito… hice todo?! 』

『 Pandora: Todo, por amor. 』

Los ojos de Geuse se abrieron completamente, y la espuma se derramaba de su boca mientras miraba al cielo.
La tranquila voz de Pandora respondió a los gritos de su alma. 

『 Pandora: Has sacrificado tu alma para salvar a la persona que amabas. Eso no es nada ordinario. Todo el largo, largo tiempo que has invertido apoyando al Culto de la Bruja también era por el bien de ese amor. Todas tus acciones son el resultado de ese amor. El más excelente, camino de amor. 』

『 Geuse: ¡Amor… AMOR… amoramoramoramor…! 』

『 Pandora: Exacto. No hay necesidad de temer o arrepentirse de nada. Todo fue inevitable. Todo fue acorde al sendero del destino. El camino ha continuado su curso para llegar hasta este punto. Todo, por amor. 』

『 Geuse: Por, amor… 』

Mientras murmuraba repitiendo delirantemente esas palabras, la mente de Geuse se rompió en pedazos.
Sus ojos perdieron su color. Se puso como en trance, inmóvil.

Él murmuraba inaudibles susurros sin parar, un cadáver viviente. 
Al ver la mente de Geuse completamente rota, Pandora suspiró satisfecha.

『 ???: Emi, lia… 』

Mientras la esencia de Geuse se rompía en pequeños pedazos, la flama de otra vida empezaba a apagarse.

『 Emilia: Madre. 』

Emilia respondió atónita al llamado de esta voz tan frágil que podría desaparecer.
Sus temblorosos brazos acercaron a su madre, para encontrar deprimentemente que ella era considerablemente más ligera. En algún momento, la sangre había parado de salir.

Lo que significa que Madre está bien ahora, ¿verdad?
Emilia no era tan inmadura como para pensar eso y proteger su mente. Fortuna, demasiado débil para moverse, claramente tenía el rostro de una mujer muerta.

『 Fortuna: …Lo, siento, hermano… 』

『 Emilia: Madre. 』

『 Fortuna: No logré… proteger, ni, una sola cosa, de las que… me dijiste… 』

Dicho como una niña pidiendo disculpas, Fortuna pronunció sus arrepentimientos.
La sangre ya no salía de su cuerpo, pero las lágrimas sí que se vertían de sus ojos. Emilia sintió las gotas calientes caer en sus dedos, y se esforzó para juntarlas. 
Porque Emilia inevitablemente sentía que esas lágrimas componían la totalidad de la actual fuerza de su madre para vivir.

『 Fortuna: Sé que, tú… estarás molesta, hermana… Sé que, no, me perdonarás… 』

Al escuchar a Fortuna murmurar incoherentemente, Emilia finalmente se dio cuenta.
Hacía tiempo que los ojos amatistas de Fortuna ya no reflejaban ninguna luz.
Habiendo perdido la vista, sus ojos se habían degradado a simples órganos que derramaban lágrimas. Ni siquiera estaba mirando al rostro de Emilia. No había notado siquiera que Emilia estaba justo a su costado.

Emilia podía tocarla y abrazarla, pero no la alcanzaría. 
Frente a Fortuna, quien sollozaba como una niña y buscaba perdón, Emilia—

『 Emilia: ...Te perdono, Madre. 』

『 Fortuna: ... 』

『 Emilia: Tú eres mi… fuiste tan buena para mí… ni mi padre ni mi madre pueden vencerte con lo tanto que me quisiste… 』

『 Fortuna: ... 』

『 Emilia: Así que, no tienes que disculparte. No tienes que hacerlo. Yo siempre, siempre te amaré, Madre Fortuna. Te amaré. Te amaré, te amaré… te amaré… 』

La presa estalló.
Su voz perdió su tono usual, las lágrimas gotearon una a una sobre el rostro de Fortuna.

Si las lágrimas componían la fuerza para vivir, entonces el milagro final aquí era la fuerza concedida por las lágrimas de Emilia.

『 Emilia: ¿…Madre? 』

『 Fortuna: Lia. 』

Su mano se alzó lentamente, para tocar la mejilla de Emilia. 
Una mano que no debería ser capaz de moverse acarició las mejillas de Emilia, sus orejas y su cabello. Como si tocasen algo preciado, con cuidado de no romperlo, cariñosamente.


『 Fortuna: Tú, gran llorona. 』

『 Emilia: ... 』

『 Fortuna: Te amo, taaanto… 』

La fuerza desapareció de ella.
Su brazo hizo un ruido sordo al caer al suelo. 

Emilia sintió que el cuerpo de Fortuna se había aligerado. 
Al perder su fuerza, debería agravar el peso en el regazo de Emilia, pero Fortuna definitivamente se había vuelto más ligera estando en los brazos de su hija. 

La parte más importante de su madre que no debería perderse, se había perdido.
Incluso Emilia podía entender eso.

『 Emilia: ... 』

Ella había perdido a Fortuna, su madre. 
Geuse, Petelgeuse Romanee-Conti, había perdido su cordura.
Y Emilia,

『 Pandora: Entonces, ¿te has preparado para escoger la esperanza que sigue a la apertura del sello? 』

Preguntó Pandora después de caminar hacia Emilia, quien sostenía el cadáver de Fortuna.
Ella observó a Emilia sentarse, teniendo esa expresión calmada y esperando silenciosamente por su respuesta.

Finalmente, Emilia entendió. 

『 Emilia: ¿Abrir, el seio? 』

『 Pandora: Sí. A pesar de que es muy desafortunado, tu madre, con la que compartiste tu promesa, ha fallecido. Ya no hay necesidad de promesas que te mantengan encadenada. ¿Qué piensas? 』

Al escuchar a Pandora hablar con su descabellada lógica, como si fuera normal, Emilia comprendió qué quería conseguir este demonio disfrazado de humano al realizar este truco.

Este demonio hizo lo que hizo para que Emilia rompiera su promesa.
Con el objetivo de hacer que Emilia perdiera de vista la importancia de una promesa, Pandora causó la muerte de Fortuna, atormentó la mente de Geuse y aniquiló el bosque. 

『 Pandora: Cierto, lo olvidé. 』

『 Emilia: ... 』

『 Pandora: Dudo que ellos vuelvan a ser necesarios para ti. 』

Pandora estiró su mano hacia el inmutable rostro de Emilia. Unas luces tenues empezaron a brillar, rodeando a Emilia, antes de elegir posarse en el brazo de Pandora como si fuera su hogar.

Eran espíritus menores.
Las hadas que habían guiado a Emilia al sello y le mostraron el camino.
Por algún motivo, estaban yendo hacia Pandora.

『 Pandora: Dudaba de que vinieras aquí por tu cuenta, así que pedí su ayuda. No se comunican con palabras, pero han sido muy útiles. 』

Pandora sonrió mientras daba las gracias a los espíritus, y entonces ellos danzaron por el aire.

Emilia ni siquiera estaba segura de cuándo había empezado todo esto.

La cabeza de Emilia vacilaba al mirar a la puerta del sello.
Pareciera como si la puerta se acercara, ansiando abrirse algún día y observando a Emilia, quien sentía el peso de la llave en sus manos. Pensaba que la había soltado por ahí, pero nuevamente estaba en sus manos. 

『 Pandora: Tienes la llave. Entonces, sabes qué hacer. 』

Pandora asintió. Emilia se levantó lentamente. 
Bajó la cabeza de su madre de su regazo y silenciosamente la colocó sobre la hierba. Enroscó sus dedos en el flequillo, arreglando amablemente el hermoso rostro de su orgullosa madre.
Y,

『 Emilia: Muere. 』

— Una espada de viento helado silbó por el aire, rebanando el cuerpo de Pandora en pedazos.

La sangre que chorreó se congeló en un instante. Flores de carmesí congelado florecieron furiosamente. 
Con un simple carámbano estando en el medio de ellas, esparciendo los pétalos salpicados de sangre; una obra de arte de hielo y muerte.

『 Pandora: Eso fue bastante peligroso. ¿A qué ha venido eso—? 』

『 Emilia: Muere. 』

Varas de hielo cayeron para empalar las extremidades de Pandora, una lanza de hielo se disparó desde el suelo para perforar a Pandora desde la ingle hasta la corona; su congelado cuerpo chilló al hacerse añicos.

『 Pandora: Por favor cálmate. Estoy segura de que nos entenderemos si conversamos. 』

『 Emilia: Muere. 』

Bolas de hielo se acercaron desde ambos lados, aplastando a Pandora entre ellas y transformándola en salpicaduras de sangre.

『 Pandora: Deberíamos parar. Eres amable por naturaleza y no una niña capaz de dañar a los demás. ¿Tu madre nunca te había dicho eso? 』

『 Emilia: Muere. 』

Una cuchilla giratoria de hielo cortó a Pandora desde los pies hacia arriba, arrojando una lluvia de sangre roja.

『 Pandora: A tu madre le entristecería verte así. Ni tus auténticos padres, ni el Arzobispo Petelgeuse, desearían esto. 』

『 Emilia: ¡MUEREEEE! 』

Una niebla blanca cubrió el cuerpo de Pandora, transformándola en una escultura de hielo. En el instante siguiente, una espada gigante de hielo que la golpeó, quebrándola en vez de cortarla, arrojando la escultura de Pandora contra el suelo.

Pero, a pesar de esta tormenta de destrucción y sed de sangre,

『 Pandora: Menudo problema. Pareciera que los efectos fueran lo opuesto a mis intenciones. 』

『 Emilia: ¡¡Muere, muere, muere, muere!! 』

Gritando y moviendo los brazos, Emilia lanzó una destrucción glacial sobre Pandora.
Pero, aunque todos los ataques acertaban y moría de manera espantosa, ella regresaba continuamente, completamente restaurada en un abrir y cerrar de ojos.

『 Emilia: ¡Hahhh! ¡Hahhh! ¡Hauhhh! 』

Emilia estaba alcanzado su límite por usar tanta magia.
Con sus repetidos lanzamientos de magia inadecuados para ella, el cuerpo pequeño de Emilia empezó a congelarse. El vasto maná enjaulado dentro de su joven cuerpo estaba desenfrenado y no lograba escapar a tiempo.

『 Pandora: La manifestación de poderes que sobrepasan tus capacidades, como cuando ni siquiera puedes evadir los daños en tu propio cuerpo, podrían ser debidos a tu linaje. La sangre de una bruja no puede escapar de ese karma… Quizás este bosque había sido necesario para que no despertaras este poder. 』

Emilia sacudió la cabeza en rechazo a ese ruido. Su pierna derecha estaba totalmente congelada, y era cuestionable si ella podía siquiera tolerarlo. Cayó de rodillas, con sus ojos rebosantes de sed de sangre al mirar a Pandora.

Al ver ese agudo y siniestro brillo, Pandora negó con la cabeza.

『 Pandora: Estoy a punto de lograr mi más ansiada meta, pero desafortunadamente creo que debo dejarlo por hoy. Al parecer, no desearás escuchar nada más sobre abrir la puerta amablemente. 』

『 Emilia: ¡¡Muere, muere, muere, muere!! 』

『 Pandora: Por hoy ya está bien; he descubierto la presencia de tu linaje y ha nacido un nuevo Arzobispo del Pecado. Alcanzaré mi objetivo en otro momento. 』

Una lógica egocéntrica, ignorando a los demás y totalmente centrada en sí misma.
Era como si Pandora se desentendiera de la situación; y entonces, unos copos blancos revolotearon por su visión.

Nieve.

Los atroces poderes mágicos de Emilia estaban enloqueciendo, deformando el clima hasta el extremo y haciendo nevar.
Al principio simplemente rociaba, pero la nieve aumentaba progresivamente en fuerza e intensidad, y poco después llegó acompañada de vientos lo suficientemente feroces para considerarlo una tormenta de nieve.

『 Pandora: Parece que, cada vez que vayamos a hablar a partir de ahora, tendré que empezar por hacerte expulsar todo antes de que podamos siquiera mirarnos. 』

Pandora miraba desde arriba mientras caminaba hacia Emilia, quien respiraba blancas bocanadas. Aunque veía a un odiado enemigo acercándose, Emilia no podía moverse. Su cuerpo ya se había congelado hasta la cintura, y ya ni siquiera podía levantar sus manos.

『 Pandora: Tú causaste este frenesí de poder, y procederás a caer en un largo sueño. ¿Se agotará completamente el maná de este bosque congelado, o quizás una entidad que posea un poder comparable al tuyo lo contrarrestará? Tanto en un caso como en el otro, sospecho que pasarás bastante tiempo debajo del hielo. 』

『 Emilia: ¡Muere, muere! 』

『 Pandora: Lamento decirte que no moriré. Sospecho que tanto tú como yo seguiremos saludables cuando el hielo se derrita y nos encontremos otra vez. Y cuando ese momento llegue, la historia no debe proceder tal y como está ahora. Y por eso… 』

El dedo blanco de Pandora tocó fríamente la frente de Emilia.
Los ojos amatistas de Emilia hirvieron de aversión, mientras que Pandora sonrió sin ninguna malicia.

『 Pandora: Todos tus recuerdos que lleven a este día serán completados sin mi presencia en ellos. 』

『 Emilia: —Ah. 』

『 Pandora: Siéntete libre de complementarlas de la manera que desees. En efecto. Te esforzaste al máximo para mantener tu promesa. Me haría feliz si ese hecho pudiera ser grabado en tu corazón y tú pudieras seguir siendo como eres actualmente. 』

El cuerpo de Emilia estaba congelado hasta el esternón, su rostro retrocedió y su mirada temblaba y estaba desenfocada.

Sus ojos giraban y se le salía la saliva de la boca mientras la mente de Emilia era saqueada.

Se desmoronaba.
Indiscriminada e insensiblemente, el papel pintado de sus recuerdos era reemplazado.
Las conversaciones que había tenido se desvanecían en la distancia, mientras que los insultos que nunca recibió la asaltaron.

Las promesas son importantes y no desaparecen.
Ella mantuvo su promesa, y eso era lo que nunca olvidaría. Y ella tampoco olvidaría mantener sus promesas, jamás.

Ella mantuvo su promesa. La promesa fue mantenida.
Nadie tenía ninguna razón para reprocharla por mantener su promesa.

『 Pandora: ¿A qué conclusiones llegará tu corazón, y qué sonrisa me mostrarás cuando volvamos a encontrarnos? Estaré esperando ansiosamente nuestra maravillosa reunión. 』

La ventisca se extendía por el bosque. Pandora sostenía su largo y despeinado cabello y comenzó a caminar.
Habiendo permanecido de rodillas estupefacto, Geuse estaba medio enterrado en la nieve. Cuando Pandora le susurró algo, se levantó con expresión de impotencia.

Los dos, Pandora y Geuse, caminaban uno al lado del otro mientras salían del bosque nevado.

Emilia sólo podía ver cómo se marchaban.
La congelación ya había llegado a su rostro, y su consciencia permanecía sólo en sus ojos.

Al bajar la mirada, Emilia se dio cuenta de algo.

En el suelo ante ella, había un montón de nieve antinatural.
Como si, en medio de este paisaje de nieve blanca, alguien la estuviera abrazando.

『 Emilia: ... 』

Su boca no se movía. Ya ni siquiera podía cerrar los ojos.
Su cuerpo estaba congelado, y su corazón se estaba congelando. Entonces, la consciencia de Emilia—

『 Emilia: —adre. 』

—pasaría un siglo encerrada en el hielo sin derretirse.

Hasta que un espíritu la encontró, un espíritu que la buscaba, un espíritu al que se le otorgó el don de la vida únicamente por el bien de ella.

Hasta ese momento, Emilia permaneció congelada en el hielo.

※ ※ ※ ※ ※

Después de haber sido testigo de todo y viéndose a sí misma congelada, Emilia se quedó completamente quieta.

Ella recordaba todo lo que pasó.
Esas escenas del pasado que habían surgido lentamente desde que se despertó.

Todos aquellos recuerdos habían perdido su falso velo superficial y empezaron a fluir.
La joven Emilia había visto de todo ese día: cómo Fortuna murió en sus brazos, cómo la mente de Geuse se quebró y enloqueció, y fue testigo de la culpable de todo ese mal.

¿Lo olvidé por mi propia debilidad y deseo de olvidarlo?

『 Echidna: Sería un error culparte por la falsificación de tus recuerdos. 』

『 Emilia: ... 』

La chica de pie junto a Emilia, Echidna, se dirigió a ella.
Emilia experimentó sus recuerdos indirectamente, y Echidna fue testigo de todo lo que sucedió de principio a fin.
Ella miró a Emilia, quien observaba la nieve.

『 Echidna: Esa cosa a la que te enfrentaste era la Bruja de la Vanagloria, Pandora. Ella ejerce una lógica superficial y egoísta, reescribiendo los acontecimientos como sus caprichos y placeres le dicten. La disminución de su influencia sería el resultado del paso del tiempo y de tu propia fuerza. 』

『 Emilia: Mi, fuerza... 』

『 Echidna: Como puedes ver, tu fuerza es tan inmensa que no puedes controlarla completamente. Si estamos hablando únicamente en términos de combate, superaste a Pandora incluso cuando eras joven. Pero las batallas no son tan simples como para que puedas prevalecer sólo con la fuerza. Sobre todo cuando Pandora es una bruja con gran tendencia a sobrevivir. 』

Parecía que Echidna conocía sobre Pandora, pero no estaba claro hasta dónde alcanzaba su conocimiento.
Sin embargo, la expresión de Echidna mientras hablaba con Emilia mostraba tanto resentimiento y amargura como siempre, y Emilia dudaba que obtuviera una respuesta honesta si le hiciera alguna pregunta.

『 Emilia: ... ¿No me estás insultando como antes? 』

『 Echidna: Esa es la clase de cosa que odio de ti. Por supuesto que soy lo suficientemente amable como para tener consideración con alguien que acaba de recordar la muerte de su madre. Incluso si ese alguien es una sucia puta despreciable. 』

『 Emilia: Gracias. 』

Echidna suspiró, sin dar más consuelo.
Al notar que estaba a punto de sonreír ante la actitud de Echidna, Emilia se dio cuenta de que había estado intentando desviar su atención del espantoso recuerdo ante ella, lo cual era una muestra de debilidad.

Estos recuerdos resucitados habían sacudido la perspectiva que Emilia tenía del mundo.
Habían cambiado la vida de Emilia desde su comienzo.

Después de todo, Emilia iba a salvar a todos aquellos que permanecían en el bosque — y ese fue su razonamiento para dedicarse a la Selección Real, pero,

『 Emilia: Me pregunto si alguien sigue vivo... en este bosque congelado. 』

Emilia había sido testigo de las muertes de Fortuna y Archi.
El ataque de la Serpiente Negra era información que había estado oculta en la memoria de Emilia. Ella conocía el poder de esa mabestia y la perniciosa característica que poseía.

La mabestia de la destrucción, la Serpiente Negra, infecta a las criaturas vivas con un centenar de enfermedades con tan sólo tocar a sus víctimas, y maldice la tierra que recorre, transformando la región en un lugar de muerte donde sólo las mabestias pueden vivir.

¿Cuánta gente había sobrevivido antes de que la aldea fuera sepultada en la nieve?
Y los que sobrevivieron y ahora estaban encerrados en hielo, ¿estaban infectados por la pestilencia de la Serpiente o no?

La respuesta a esas preguntas podrían hacer que Emilia perdiera su razón para luchar.

De hecho, ella podría estar de acuerdo con que estos recuerdos estuvieran sellados.
Incluso si Pandora no hubiera interferido, quizás Emilia hubiera querido olvidarse de estos acontecimientos.

Así de desesperanzadores eran estos recuerdos.

『 Echidna: ...Permanecer aquí indefinidamente no concluirá la Prueba. 』

Echidna contempló el silencioso mundo sumergido en la nieve.

『 Echidna: El pasado pasó sin problemas. Como desafiante de la Prueba, debes haber reconocido tu más grande arrepentimiento. Ahora necesitas presentar una respuesta. 』

『 Emilia: ¿Presentar una respuesta para la Prueba? 』

『 Echidna: La primera Prueba es superada al demarcar un fin al símbolo de tu arrepentimiento. ¿Confirmas las acciones de tu pasado o las rechazas? Si eres incapaz de aceptar plenamente esto y rechazas la pregunta, todo esto terminará sin que la Prueba sea completada. 』

Ante las palabras de Echidna, Emilia suspiró profundamente.
Ella se había preguntado una y otra vez qué necesitaba para superar la Prueba.

Cuando se enfrentó a los falsos recuerdos, se preguntó por qué no era capaz de superarlos.
Perder a Puck, y tener que hacerse cargo de las partes de sí misma que ella le había confiado, fue lo primero que hizo que los recuerdos de Emilia se desataran.

Ahora, Emilia finalmente estaba en el punto de partida de la Prueba.
Pero, aunque sus piernas habían alcanzado la línea de salida, ella había perdido de vista la línea de salida en su propio corazón.

Ella se fue del bosque porque quería salvar a todos; salvar a su madre.
Resultó que esas ideas ni siquiera eran idealistas; eran meras fantasías.

Su madre estaba muerta, y no sabía si los aldeanos estaban a salvo.
Si perdía la razón por la que emprendió este camino, ¿qué le quedaba a Emilia?

『 Emilia: — Eso ya me lo han enseñado. 』

Justo cuando parecía que su corazón estaba comenzando a vacilar, una mano se extendió desde la luz y la detuvo.
Un brazo poderoso; para empujar a Emilia hacia adelante cuando estuviera perdida sin saber cuál era su destino.

« No te rindas. Mira hacia adelante, levanta la cabeza, mírame. »

Él le había dicho eso repetidamente, una y otra vez.

Él sabía que Emilia era débil, pero le gritó que no permaneciera siendo débil.
Cuando Emilia agitó la cabeza e insistió que todo había terminado, él dijo que nada había terminado y tiró de ella para levantarla de nuevo.
Cuando Emilia quiso rendirse, pensando que era inútil, él afirmó infundadamente que ella era la mejor.

El ínfimo dolor de sus dientes chocándose entre sí, y el calor de sus labios cubiertos por los del otro, encendieron una llama en el corazón de Emilia.

『 Emilia: Mi madre me amaba. 』

『 Echidna: ... 』

『 Emilia: Yo quería ayudar a madre Fortuna. Quería que me abrazara de nuevo mientras dormíamos en la misma cama. Quería decirle, innumerables veces, que la amo. 』

『 Echidna: ¿Entonces te arrepientes? 』

Echidna le estaba preguntando por el momento de la decisión de Emilia, con dos esperanzas.
En aquel entonces, si Emilia hubiera tomado la mano de Pandora y roto la promesa, quizás el grupo de Pandora se habría retirado del bosque y no le habrían arrebatado a Fortuna ni a Geuse.

Si reflexionase sobre el pasado usando palabras como quizás, si, suponiendo, entonces tal vez ese sería el caso.

『 Emilia: No me arrepiento de nada. 』

『 Echidna: ... 』

『 Emilia: No me arrepiento de haber mantenido mi promesa, y de haberme quedado en mi tierra en aquel entonces... De lo que sí me arrepiento es de no haber sido lo suficientemente fuerte, y de no haber podido considerar las cosas más sabiamente. Nunca me arrepentiré de haberme mantenido fiel a las enseñanzas de Madre, ni de no haber escuchado nunca a Pandora; jamás haría eso. 』

Después de todo, Fortuna le había dicho qué ella estaba orgullosa de Emilia, quien había decidido cumplir su promesa, y que ella era su tesoro.

Esas palabras eran un tesoro en sí mismas, y permanecerían dentro de Emilia para siempre.

『 Echidna: ¿Tu lucha no ha perdido su significado? 』

『 Emilia: No. Yo... no pude salvar a Madre. Pero todavía no conozco a todos en la aldea. Quizás todo el mundo está esperando allí, esperando el rescate bajo la nieve. Soy la única que puede salvarlos. 』

『 Echidna: Esa tierra ha sido contaminada por la Serpiente Negra. Aun suponiendo que haya aldeanos vivos bajo el hielo, dudo que sobrevivan mucho tiempo después mientras albergan la infección. 』

『 Emilia: Así es como te imaginas que será. Una especulación bastante desagradable. Todo el mundo está esperando ser rescatado bajo la nieve. Voy a sacarlos de allí rápidamente, y todos me regañaran. Y luego se reirán, contentos de estar vivos. 』

『 Echidna: Un delirio imbécil. 』

『 Emilia: ¡No, es un pronóstico para un futuro feliz! 』

Emilia dio un paso adelante.
Se enfrentó a Echidna e hizo un gesto hacia el paisaje de nieve.

『 Emilia: ¡No dejaré que reniegues de algo que nadie ha visto todavía! ¡No aceptaré que las cosas que Madre me dejó terminen tan tristemente! ¡Voy a cumplir los ideales de mi Madre! 』

『 Echidna: ¿Ideales? ¿Tu madre quería lograr algo? 』

『 Emilia: Ella lo dijo, que un día todos saldrían del bosque y podrían vivir una vida normal. ¡Al igual que el grupo de Geuse y todos los aldeanos se llevaban bien, e igual que Subaru me dijo que yo le gusto, un día llegará ese mundo que se suponía que Madre y Geuse recorrerían juntos! 』

『 Echidna: ¿Y los aldeanos congelados serán incluidos en ese mundo? ¿Después de que tú los apresaras en el hielo? 』

『 Emilia: Me siento muuuy mal por eso. ¡Me disculparé una y otra vez, una y otra vez, hasta que me perdonen! Y una vez que me perdonen, les mostraré el mundo. Les diré que ya no tienen que vivir en secreto. ¡Que este es el mundo del que hablaba Madre Fortuna! 』

『 Echidna: ... 』

Emilia gritó después de respirar hondo.
Ya no estaban en la nieve, sino en un mundo de luz blanca.

Sin prestar atención a la ausencia del intenso frío, y a la partida de la escena compuesta por sus arrepentimientos, Emilia levantó su voz.

『 Emilia: ¡Gritaré mis sueños hasta quedarme ronca, para que mi Madre en el cielo pueda oírlos! 』

『 Echidna: ... 』

『 Emilia: ¡Soy feliz en el mundo que mi Madre amaba! 』

El mundo se fracturó.

Al ver las fisuras que recorrían el espacio blanco, Emilia finalmente se dio cuenta del cambio de ubicación. Sus ojos se abrieron de sorpresa y Echidna juntó las manos.
Aplaudiendo.

『 Echidna: Ya veo, entiendo. Pensaba que sabía qué ocurriría, pero esto excede todo lo que imaginaba. Eres una vendedora agresiva, insistente, arrogante, complaciente, egoísta e hipócrita. 』

『 Emilia: Exactamente. ¿Tiene algo de malo? 』

『 Echidna: No, realmente no me importa. Pero también eres igual a tu madre en este aspecto. 』

Echidna frunció el ceño mientras respondía a la pregunta de Emilia.
Porque ella sonaba igual a,

『 Emilia: Mi, madre... no te refieres a Madre Fortuna, ¿sabes algo de mi otra madre? 』

『 Echidna: La conozco. Ella es parte de la razón por la que me pongo tan emocional cuando trato contigo. Aunque todavía hay algún tipo de resentimiento irracional, como si me lamentara: ¿por qué siempre pasa sólo contigo? 』

Echidna se encogió de hombros, y su forma empezó a desvanecerse.
Emilia sintió una especie de vaga presión sobre su consciencia; una sensación pasajera, como si se despertara de un sueño que circundaba a su alrededor.

『 Echidna: Este es el final. No importa cuán complaciente sea tu lógica, te has reconciliado con tu pasado y no hay más que hablar. Sólo tienes que bailar con torpeza mientras tomas la decisión de tu madre de sacrificarse y la usas como tu racionalización. 』

『 Emilia: Puedes decir lo que quieras. Yo, me he acostumbrado a tus insultos. 』

Echidna no se olvidó de dar un último golpe; pero, con la mano en la cadera, Emilia mostró compostura ante ella. Y, al apartar la mirada, Echidna—

『 Echidna: Aún quedan dos Pruebas, pero... frustrantemente, dudo que sean un obstáculo. 』

『 Emilia: ¿En serio? 』

『 Echidna: Ser siempre seria y resoluta es el némesis del auto-cuestionamiento. Estas pruebas que invaden tu interior tienen una terrible compatibilidad con la presente tú. Podrías llamarlo un favor resultante de tu total omisión de pensar. 』

『 Emilia: En verdad es muuuy doloroso cuando hablas de una manera que suena como si yo no estuviera pensando. 』

Emilia mostró su disgusto.
En cualquier caso, su conversación aquí estaba a punto de llegar a su fin.

Echidna estaba prácticamente fuera de vista y la cabeza de Emilia estaba empezando a nublarse. Ya no podía mantenerse consciente por más tiempo.



『 Echidna: ...Te odio. 』




『 Emilia: Pero yo realmente no te odio. 』

Aunque Emilia no vio la expresión que hizo Echidna en ese momento, tuvo la sensación de saberlo.

Su consciencia, ascendió.

※ ※ ※ ※ ※

Emilia recuperó la consciencia y gimió, sintiendo algo duro en su espalda.

Detrás de ella había una pared. Parecía que ella había colapsado contra esta pared, quedándose apoyada contra ella y cayendo inconsciente tal cual se había quedado su cuerpo.
Ella extendió su mano para tocar la pared y comprobar la escritura rudamente grabada allí. Se encontró directamente con un te amo, y terminó sonriendo en el momento perfecto.

Ahora mismo, Emilia quería que las palabras de él fueran las que la soportasen más que las de nadie.

『 Emilia: ...Lo siento, Madre. 』

Su sonrisa se retorció, mientras su voz se resbalaba, ahogada, a través de su boca.
Su disculpa resonó por toda la oscura habitación, al igual que el ruido de su llanto.

Las lágrimas fluyeron una tras otra, imparables. Incontenibles.
Ella había elegido actuar de manera fuerte, ser testaruda, y no dejar que la bruja la viera llorar. Dentro de esta tumba, donde no había que preocuparse de que hubiera algún espectador, Emilia presionó su rostro contra la pared y lloró magníficamente.

『 Emilia: Madre... madre... 』

Las lágrimas se derramaban.
Acumuladas desde hace mucho. Lágrimas que ella necesitaba llorar hacía cien años.

En esta pequeña sala, donde nadie se enteraría, Emilia pudo al fin llorar la muerte de su madre; algo que nunca había sido capaz de hacer porque ella lo había olvidado. 

Para que, cuando saliera, nadie supiera cómo se veía su cara cuando lloraba.
Para que ella pudiera terminar con esto, sin que el muchacho que le dijo a su débil yo que la amaba, la viera siendo débil.

Ella lloró, y lloró, y lloró, y lloró.
Todo mientras lloraba los recuerdos de su madre, el afecto de su madre y todo lo que ella le había dado.

Emilia se quedó exactamente así, continuando su llanto con el rostro apretado contra las palabras "te amo".