domingo, 9 de julio de 2017

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El mundo que llegaba a su final


Traducción:
Parte 1: Diego
Parte 2: Greenie

Corrección y edición:
Pretinaverse

※    ※    ※    ※    ※

Sintió el presagio del inminente dolor.
Era una sensación desagradable, pero desde que había llegado a este mundo, nunca hubo un déficit de lesiones que atentaran contra su vida. Esa sensación le decía: en los siguientes segundos se decidiría la victoria o la derrota.

Mientras el grito de Petra hacía eco en el estrecho pasillo, Subaru llevo su mano hacia las dos cosas parecidas a pinchos que salían del lado izquierdo de su cintura. Sabía que en el instante en que los tocara, empezaría. Por lo que, antes de eso, Subaru forzó su mente a girar a una velocidad increíble.

Dos dardos, sin causar heridas fatales. Aún quedaban algunos segundos antes de que el dolor apareciera. Petra estaba congelada en el lugar. ¿De dónde vino el ataque? Su mano aún estaba tocando la puerta. El agudo eco continuó. Y, en medio de este, una voz asesina se había escabullido en los tímpanos de Subaru.

——Elsa

Ante sus ojos, vio una sombra acechando en el oscuro vacío. Su postura era baja, casi arrastrándose, como si estuviera a punto de atacar. Era Elsa, el proyectil que le atravesaba la cintura fue arrojado desde el otro lado del pasillo. Ese control, preciso y repugnante, apuntaba directamente a las entrañas, como una cuestión de doctrina. Subaru casi quería aplaudirlo.

Un pensamiento estúpido, una idea frívola. ¿Por qué Elsa estaba aquí ahora? Debería de haber un período de gracia. ¿Por qué se estaba ocultando en un pasaje escondido que se suponía nadie debía conocer? ¿y cómo es que ella lo conocía? Todo eso podía esperar. Las preguntas podían venir después. En este momento solo se enfocaba en sobrevivir y forzar a arder todas las células de su cerebro—

『 Subaru: --¡¡SHAMAAAAAAAAC!! 』

Sin armas, sin medios para interceptar. Horriblemente desprevenidos y desprotegidos. Enfrentado esta situación en una fracción de segundo, Solo había una cosa que Subaru podía hacer —o, mejor dicho, ya había decidido en su corazón que tomaría esa única acción en el momento en que se encontrará con Elsa, independientemente de su apariencia.

Respondiendo al llamado de Subaru, su puerta dañada reunió todo el maná de su cuerpo. El humo negro salió de la punta de la mano derecha de Subaru— cubriendo el pasillo en oscuridad.
Un tono tan negro de oscuridad que engullía la luz del estrecho espacio. Dividió instantáneamente a Subaru y la amenaza inminente frente a él. El humo expulsado no tenía el efecto de restringir el movimiento. Lo único que hacía era cargar hacia adelante, y tomar la forma de una débil niebla. Pero,

 『 Subaru: ¡PARED DE INCOMPREHESIÓN! ¡SI PIENSAS QUE PUEDES PASARLA, ME GUSTARÍA VERTE TRA—Gaaaagghhhh! 』

Antes de que pudiera terminar su burla, un retrasado ataque asaltó a Subaru con un agudísimo dolor. Empezando con el lado izquierdo de su cadera, un calor abrasador recorría todo su cuerpo, y los gritos sonaban como si las raíces de su cerebro y la parte inferior de su cintura estuvieran atravesadas por brasas al rojo vivo. Por encima de esto, estaban las consecuencias de haber lanzado el conjuro en su estado dañado. Utilizando más maná del que su cuerpo podía permitirse, sintió vaciarse toda la fuerza de su cuerpo, y, vencido por el agotamiento y la fatiga, cayó de rodillas.
Sin embargo, fue entonces cuando algo lo sacó del borde del colapso

『 Petra: ¡Subaru——! 』

Una pequeña y suave sensación se agarraba de su mano sin vida. Se volteó, y vio a Petra preocupándose por él, sus largas pestañas temblaban al borde de las lágrimas.
Dentro de sus ojos, se podía ver el miedo por las circunstancias que estaban más allá de su comprensión, así como el rechazo a la absurda existencia de la amenaza que se cernía frente a ella. Pero, sobre todo, tenía los colores de preocupación por la seguridad de Subaru.

Al momento de darse cuenta de esto, el dolor palpitante de sus destrozados nervios y la sensación perdida de su alma se olvidaron en un instante y antes que el efecto pudiera desvanecerse, volvió a apretar la mano de Petra.

『 Subaru: Como sea, ¡subamos——! 』

Debido a que no podían seguir adelante, su único escape estaba en volver por el mismo camino por el que llegaron. Incluso el mismo Subaru no estaba seguro de cuánto tiempo duraría Shamac. Hasta ahora, su único logro era que su cuerpo no había decaído después de hacer explotar todo su Maná, ya que su cuerpo debía haberse acostumbrado después de tantos usos. Sin embargo, no debía permitir que la oportunidad que había ganado por la cobertura de la niebla negra se escapara—

『 Subaru: Gukk……. Aagahhh!? 』

En el momento en que dio un paso adelante para correr, nuevamente se sintió golpeado por el dolor de algo afilado cavando entre su carne.
Girando los ojos a la fuente del dolor, encontró cuatro dardos metálicos más, clavados en su espalda, desde su hombro derecho hasta la base de su cuello. Afortunadamente, las heridas penetrantes no eran tan profundas, pero el dolor de tener múltiples dardos tan gruesos como su meñique enterrados en su carne solo se intensificó por haberlos visto.

『 Subaru: ¡¿Ella puede ver…?! 』

¿Podría ella ver a través del humo de Shamac? Por un instante, Subaru pensó en esto, pero inmediatamente se dio cuenta de que no podía ser así. Entonces, intuitivamente entendió que Elsa debía haberlo hecho desde el otro lado de la niebla.
Juzgando que el humo negro podría ser una amenaza y decidiendo que zambullirse en él podría ser peligroso, Elsa los había arrojado a ciegas a través de la niebla sin apunar a nada en particular.

El pasillo estaba lo bastante estrecho como para llenarlo con 3 Subarus acomodados hombro con hombro. Si ella podía apuntar al centro del pasillo, había una alta oportunidad de golpear en algún lugar de su espalda.
En el momento en que se dio cuenta de esto, Subaru tiró del brazo de Petra y la abrazó contra su pecho. 『 ¡Hya! 』 ella gritó. Y justo cuando ella salía del camino, más de los mismos dardos metálicos que estaban encajados en el cuerpo de Subaru pasaron por delante. Si no la hubiera apartado, los dardos se hubieran alineado precisamente con su cabeza.

『 Subaru: ¡Vaya mierda……! 』

Escupiendo saliva con sangre, Subaru sacudió la cabeza mientras corría por aquel pasaje hacia la mansión, tirando del brazo de Petra, que estaba rezagada, forzándola a seguir adelante.
Su visión vacilaba del dolor. El mundo estaba destellando entre negro y rojo. Una pequeña luz azul brillaba desde el oscuro pasadizo. Eso y el alternar entre rojo y negro se mezclaron en uno mientras el mundo se volvía indistinto.

Solo un momento de ataque y defensa había agotado completamente la energía y estamina de Subaru. Incluso si regresaba a la mansión así, no tendría medíos inmediatos para crear una apertura en esta situación. Y, confiando solo en la esperanza frente a sus ojos, apretó su mandíbula y continuó corriendo.

El terror que recorría su cuello en ese instante era tal vez la sensación de la muerte inminente que solo era perceptible debido a sus múltiples experiencias en “morir”

『 Subaru: ———¡! 』

El terrible miedo que guiaba su cuello a girar, sus negras pupilas veían las huellas de la muerte.
“Cortando a través del aire” sería una descripción demasiado simple para la cuchilla que venía volando en dirección a ellos.  La cuchilla curva era la más grande y más vil arma en el arsenal de Elsa —la navaja Kukri, avanzando rápidamente bajo su propia inercia, giraba verticalmente con una velocidad tremenda hacía las espaldas de Subaru y Petra.

Una velocidad imposible de reaccionar. Un poder absoluto impensable de esquivar. Frente a tal cosa, el hecho de que Subaru pudiera hacer este repentino movimiento con su brazo no era nada menos que un milagro.

Expandió su mano derecha para atrapar la punta del cuchillo con sus dedos, y, de hecho, logró pellizcarlo entre sus dedos índice y medio —pero sin siquiera poder reducir una fracción de la velocidad o la potencia de la hoja, el dedo medio, el anular y el meñique de la mano derecha de Subaru se dispersaron por el aire. La navaja continuó cortando verticalmente a través del brazo de Subaru, desde la muñeca hasta el hombro, separándolo en dos a lo largo. La solapa cortada de su brazo golpeó contra la pared, mientras la niebla de sangre teñía el pasillo y a Subaru con puntos rojos. Gritando. Chillando. Creando un ruido que hacía que uno se preguntara si su garganta se rompería, rasgaría y agrietaría.
Su visión teñida de rojo, y sus molares fracturados por la fuerza de sus mandíbulas apretadas. Levantó el brazo medio cortado. Estaba cubierto de rojo. Solo rojo. Vio algo blanco. Pero instantáneamente se volvía rojo. No podía pensar que aquello le perteneciera más. Solo era un objeto innecesario, desprendiendo dolor.

Córtate. Vete. No tengo ningún uso para un órgano que solo me da dolor. ¡No te quiero!, ¡vete!, ¡fuera de aquí!, ¡vete a la mierda! ¡Solo muérete! ¡Muere! ¡Muere!  —un toque.
Era el toque de una mano sosteniendo la suya. Contrario al miembro que no traía más que dolor, aún había calor ahí. Al momento de sentirlo, sus gritos se detuvieron. Su garganta estaba quebrada. Las neuronas en su cerebro habían ido más allá de su capacidad para sentir dolor, estalló. Olvidó el dolor, pero no esa calidez.

Acercando su brazo, aceleró aún más sus pasos, y aclarando su garganta, que había perdido la voz, Subaru corrió por el pasillo pintado con sangre. Piernas. Tan pesadas. Brazos. Tan pesados, él los estaba moviendo, o había alguien jalándolo. No lo sabía. Y tampoco quería saberlo.

Habían llegado al final del pasaje. De vuelta a la escalera. Una vez subida la espiral, estaría en la mansión. ¿Qué hará una vez que esté en la Mansión?
¿Quién, quién podría, quién podría ayudarlo allí, Emilia, Rem——?

『 Subaru: yo… voy… a…! 』

No dejes que termine aquí. No ha terminado aún. No puede terminar todavía.
No podía encontrar una manera. No podía encontrar nada. Trató de entenderlo, pero no había comprendido nada. Pero ¿Cómo podría abandonar todo aquí?

Miró hacia arriba. Era un largo camino hasta la cima de la escalera en espiral. Sus piernas estaban enredadas, su lengua estaba entumecida. Su vida se drenaba por la sangre que goteaba de su brazo. Erosionándose, desvaneciéndose, se aferró al calor de su mano izquierda. Y,

『 ¿¿??: ——baru-sama!!! 』

La llamada de una bestia salvaje. Y el sonido de un objeto pesado que aterrizaba desde encima. En los peldaños delante de los ojos de Subaru, vio una espalda ancha. Envuelto entre humo y polvo, estaba un costoso delantal negro. Su largo cabello dorado se balanceaba con el viento helado, ella se levantó de su posición agachada.

『 Subaru: Fre… derica… 』

『 Frederica: ¡No hable! Esas heridas son…… muy serias 』

Justo cuando la reconoció y trató de llamar su nombre, el rostro de Frederica palideció al ver las heridas de Subaru. Miró dolorosamente el brazo derecho medio cortado de Subaru, y entonces, arrastrando sus ojos por la sangre que cubría la mitad de su cuerpo,

『 Frederica: a…. 』

Con un jadeo tan silencioso como para desaparecer, ella contuvo su aliento. Así de espantoso era probablemente el estado de Subaru. Por ahora, debido a los anestésicos endógenos que llenaban su cerebro, Subaru por sí mismo había perdido toda sensibilidad al dolor. Respirando con rudeza, la saliva corría sin parar por el borde de su boca. Escupiendo la enorme cantidad de espumosa sangre en su boca, Subaru intentaba decirle algo a Frederica,

『 Subaru: ¡auuoAgh--! 』

『 Frederica: ——¡¡Con cuidado!! 』

Desde el otro lado de la oscuridad, la navaja Kukri vino cortando una vez más. La navaja giratoria cargada con muerte estaba apuntando directamente a la cabeza de Frederica. Viendo el brillo del acero, Subaru levanto la voz, y Frederica reaccionó sacando algo de su cintura. Con un destello—la oscuridad del pasadizo fue esparcida por las chispas, y la navaja curva fue desviada con un agudo anillo. La que había logrado esto era,

『 Frederica: Parece que tenemos un intruso 』

Cruzando los brazos al decir esto—ahora había guanteletes desgarrados en las manos de Frederica. Desde aquella reacción tan calmada, parecía como si estuviera enfrentando a una presa familiar. 
En cierto modo, ese equipo robusto era demasiado apropiado para alguien como Frederica. Rasgando el aire mientras preparaba los brazos delante de ella, Frederica volvió a mirar a Subaru,

『 Frederica: Entren a la Mansión. Haga una señal cuando lleguen en la parte superior. Entonces me retiraré 』

『 Subaru: Pe…ro… 』

『 Frederica: Con sus heridas solamente se interpondrá en el camino. —Por favor, encárguese de Petra 』

A pesar de que se quería quedar, las últimas palabras de Frederica terminaron por convencer a Subaru. Tragándose el resto de lo que quería decir, Subaru levantó el pequeño cuerpo de Petra en medio de su brazo. Comparado con arrastrarla tirando de su mano, sería mucho más rápido si la cargaba. Petra se dejó sujetar por su brazo sin resistencia y Subaru siguió camino a las escaleras.

※    ※    ※    ※    ※

 『 Subaru: N…o mueras……. 』

『 Frederica: Pero claro que no—— Ni siquiera he empezado. 』

Arrastrando las piernas, resistiéndose a dejarla, Subaru se apresuró a subir las escaleras con su mirada puesta al final de ésta.  Continuando su subida por la espiral, los sonidos de espada chocando contra espada vinieron de abajo. El estrecho espacio robaba la capacidad de moverse de Elsa, así que en un enfrentamiento directo sería una pelea de fuerza bruta. En ese caso, Frederica tal vez pueda tener una oportunidad—— Al menos, eso era lo que Subaru quería pensar.

Escupiendo sus molares destrozados, Subaru maldijo a sus inútiles piernas. Rápido, con agilidad, cada segundo que gastaba subiendo un escalón, llevaba a Frederica un paso más cerca a su destino. Rápido, más rápido, arriba, arriba, arriba, arriba ——

『 Subaru: ¡¡Es…toy…… Aquí!! 』

Llegando a su destino, jadeando andrajosamente, sus rodillas se lanzaron en la alfombra. Arrastrándose en ese estado de colapso, metió la cabeza en el pasillo y gritó por las escaleras

『 Subaru: ¡Fre, Derica! ¡AHORA——¡! 』

Tan pronto como Frederica suba las escaleras, podrán sellar el pasaje para cortarle el paso a Elsa. Dándose cuenta de esto mientras gritó, Subaru se dirigió y se balanceó hacia el interruptor de la estatua que controlaba la puerta. Aguantando su cabeza en sus manos, esperó por Frederica para salir del hueco. Pero——

『 Subaru: ——Qu 』

El arrollador sonido aplastante de un tremendo impacto y subsecuente colapso azotaron los oídos de Subaru. Materiales de construcción cayendo y rompiéndose unos contra otros arrojaron un remolino de humo, así como también temblores por toda la mansión. ¿Qué pasó?... Subaru se marchó del lado de la estatua y regresó al pasaje. Entonces, mirando adentro—— Vio que las enrolladas, escaleras espirales habían colapsado como si se hubieran desvanecido sin ningún rastro.

『 Subaru: Esto…….a 』

Esta destrucción no fue por consecuencia de arquitectura barata. Desprendiéndose tan limpiamente sin causar el mínimo daño al pasaje en sí, No fue para nada como un colapso inesperado. Debió haber sido por diseño que las escaleras se colapsaran cuando algún mecanismo fuera activado.
Tal vez fue hecho para cubrir los rastros después de escapar, o, como ahora, para defender el pasaje en caso de que sea usado como una ruta de invasión, Aunque no podía estar seguro de cual. La única cosa de la que podía estar seguro era esta.

——En una situación como esta, Frederica no iba a regresar.

La posibilidad de que Elsa viniera subiendo las escaleras había sido eliminada, aunque también significaba que Frederica se había condenado. Tal vez ella pueda derrotar a Elsa con pura fuerza de combate y volver por los alrededores de la montaña, pero las entrañas de Subaru le decían que esto era imposible.

En el momento en que Subaru pensó en esto, sus ya olvidadas heridas lo retorcieron de dolor mientras escupía coágulos de sangre. Los dardos que se alojaron en su cuello, hombros y cintura empezaron a comerse su carne. Trató de sacarlos, pero sus dedos seguían resbalándose, y el miedo de una inminente hemorragia masiva hizo que estos temblaran y no respondieran.

『 Subaru: No… este no es el… Tiempo de hacer esto… Idiota, yo… 』

No había tiempo de detener sus piernas o sus pensamientos, Aunque la supervivencia de Frederica estuviera condenada, eso aún dependía de las siguientes acciones de Subaru. 
Aguantando el dolor y apoyándose en sus rodillas, Subaru trató de levantarse. Pero de repente, recordó a Petra, quien debería estar en sus brazos. Él estaba cargándola mientras subía por las escaleras de vuelta a la oficina, pero dónde estaba ella—

『 Subaru: Pe, tra……? 』

Volteando la cabeza, Subaru la encontró en el lado opuesto de la habitación—— Petra estaba cerca de la estatua. Estaba al lado de ella como si durmiese, Subaru debió inadvertidamente soltarla en el caos.
Tal vez perdió el conocimiento por el cansancio, y por eso no respondía a los llamados de Subaru. Probablemente, en un estado de fatiga y miedo extremo, se había desmayado.

Sin importar cuan preocupado estuviera por la seguridad de Frederica, debía seguir sus órdenes, y mantener a Petra a salvo. Forzando sus temblorosas rodillas a levantarse, Subaru arrastró sus piernas hasta donde Petra se había caído. Y, recogiendo a la pequeña niña del suelo,

—— Vio la curvada cuchilla alojada en la parte trasera de la cabeza de la niña hasta la raíz de su cuello.

Largos litros de sangre se habían filtrado desde la herida, y una parte de su cerebro se había derramado por la fractura en la parte trasera de su cabeza. Su suave cabello castaño había sido teñido con un profundo tono de sangre, y su suave, caliente mano no se volvería a mover.
Levantó su brazo derecho. Un miserable cúmulo de carne al que le faltaban tres de sus dedos. Cuando detuvo la cuchilla, esta había pasado directamente por su brazo, dándole finalmente a Petra...
Incluso con lo que tuvo que sacrificar, no había protegido nada. 

『 Subaru: —¡¡¡aaaaaaaaaAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH!!!!!! 』

Con su destrozada garganta, dejó salir ese ensangrentado grito.

Cojeando a través de la alfombra de la mansión, Subaru se dirigió hacia el extremo oeste con la expresión de un fantasma. Acunada en sus brazos estaba el cuerpo de Petra. La había cubierto con una capa blanca, de tal manera que nadie tuviese a la vista su muerte. La mirada de sorpresa estaba aún congelada en su rostro sin vida, lo cual probaba, como un pensamiento de consuelo, que su muerte fue instantánea. Hubiese sido muy cruel si ella hubiera tenido que experimentar el mismo dolor que Subaru al perder su vida. Pero él no la salvó, no había lugar donde buscar consolación.

 『 Subaru: ilii…… 』

¿Acaso no volvió él para poder salvar a todos en la mansión? ¿Acaso no se propuso hacer todo lo que estuviera en su poder para ayudarlos? 
Una vez más, había permitido que Petra quedara atrapada en esta espiral de muerte. Esta era ya la tercera vez que Subaru había visto a Petra morir—— y en todas estas ocasiones él podría haber hecho algo para prevenir la forma en que terminaba.

Pero, a diferencia de la última vez, que todo fue iniciado por el culto de la bruja, esta vez, había una decisiva diferencia.
Si Subaru hubiese querido evitar que Petra fuera arrastrada a esta espiral de muerte, lo único que tendría que haber hecho era oponerse a la decisión de Frederica de tomar a Petra como aprendiz.
Tendría que haber imaginado el peligro que significaba estar al lado de Emilia y él.

『 Subaru: Si yo… Si tan solo…… No hay fin para ellos 』

Si fuera a ponerse a pensar en lo que debió o en lo que pudo hacer, sería eterno. Subaru sabía esto, y, aun así, a pesar de que lo supiera, la debilidad de Subaru era tal que no podía soportar más que pensar en ello.

En conformidad con esos pensamientos rotos, sus pasos se arrastraban pesadamente. El imparable flujo de sangre dejaba un rastro de puntos rojos en la alfombra, y cada paso enviaba un afilado dolor desgarrador a sus nervios.
Un paso, luego otro, el sonido de su carne y espíritu rasgándose, dolor. Incluso recibir este castigo fue una gracia. Si Subaru había pecado, entonces Subaru merecía ser castigado.
Entonces, la chica en sus brazos, la mujer que se quedó atrás para que Subaru pudiera escapar, y——

『 Subaru: Rem…… 』

Al final de su camino, la chica que había caído en un profundo sueño—— Ninguna calamidad debía permitirse tocarla.

El ala oeste. Al final, había llegado a los alojamientos de los sirvientes. A pesar de haber escogido el camino más corto desde la oficina en el piso más alto, se sintió como si le hubiera tomado una vida entera para arrastrar su cuerpo herido hasta aquí. La habitación que estaba tratando de alcanzar estaba al lado opuesto de las escaleras, en lo más lejano del pasillo.
Qué haría una vez que llegara allí no pasaba por su mente, incluso ahora. Su único objetivo era llegar. Su único objetivo era tocar a la chica dormida—— Porque ya había perdido la voluntad de vivir.

Había perdido mucha sangre, ese constante flujo se había llevado su determinación, y su propósito ya había sido extraído de su cuerpo. Esta vez había perdido mucho. Envuelto en este sentido de perdida, no parecía tener ni siquiera la capacidad de levantar la cabeza mientras caminaba.
Así que, por lo menos, terminaría a su lado.
Al lado de la única chica en este mundo a quien Subaru podía revelar su debilidad.

Dejando con cada paso un rastro de sangre detrás de él, medio apoyado en la pared, convirtiendo esa pobre intención en obsesión, el cuerpo de Subaru llegó a su habitación destinada—— en frente de la habitación de Rem. Poniendo a la acunada Petra contra la pared, apartó la capa y cerró sus parpados. Era la única cosa que podía hacer para acomodar su apariencia en la muerte. Tocando sus mejillas, y suavemente acariciando con un dedo sus labios, bajó la cabeza mirando su frío y vacío recipiente,

『 Subaru: Lo siento…… Lo siento tanto…… Soy un estúpido… Inútil……h 』

Debería de haber habido una forma, pero la propia estupidez de Subaru no le permitió verlo. El resultado fue Petra siendo sacrificada, y sus palabras de disculpa ya no le podrían llegar.
Sus lágrimas caían en las rodillas de Petra, Subaru sacudió la cabeza, y levantó la capa sobre el rostro sin vida de ella una vez más. Entonces, levantándose, se dio la vuelta.

『 Elsa:—— Creo que fue un poco rudo dejarme allí de esa manera 』

En el otro extremo del pasillo, pisando la misma escalera que Subaru acababa de subir, había una vistosa mujer de cabello negro. Jugando con los extremos de su larga trenza negra con los dedos de una mano, mantenía colgando su Kukri ensangrentado con la otra.
Una manta oscura, sobre un traje oscuro. Estaba vistiendo la misma combinación de cuando la vio en la capital. Se suponía que debería estar peleando con Frederica, Pero no había ni una pequeña marca de batalla a la vista, ya sea en términos de fatiga, o de heridas.

El hecho de que ella apareciera aquí—— Y la forma en que apareció, demostraba indudablemente lo que probablemente le había ocurrido a Frederica.
Añadiendo a alguien más a su lista de personas las cuales sus disculpas nunca podrían alcanzar, Todo lo que Subaru podía hacer era mirar al techo, maldiciendo su propia incompetencia.

『 Elsa: Te las arreglaste para caminar hasta aquí con esas  heridas. Estoy muy impresionada 』

『 Subaru: Hay… ¿Algún premio por eso? Tu vida estaría bien…… 』

『 Elsa: ¿Puedo tomar eso como una confesión de amor?  ¿Que mi vida es el deseo de tu corazón? 』

『 Subaru: La pisaré hasta hacerla puré… así que puedes entregármela…… 』

Queriendo vomitar a la respuesta sin sentido de Elsa, Subaru miró a la asesina mientras se levantaba contra la pared. Levantando la mirada, enfocó su visión en la cara de Elsa. Sus ojos estaban mirando de arriba abajo el cuerpo malherido de Subaru.

『 Elsa: El aroma de la sangre, la esencia de rabia, la fragancia de la muerte…… Ahh, eres exquisito en cada sentido. Tus intestinos son exactamente de mi gusto también, debo decir que es bastante agradable 』

『 Subaru: Maldita anormal… ¿Qué te traes entre manos?... 』

Abrazándose a si misma con una expresión de éxtasis en su rostro, Elsa señaló a Subaru con su mirada que no podía contener la excitación. A pesar de ser una mujer hermosa, esos anormales, trastornados ojos inyectaban solo disgusto y horror en Subaru.
Viendo una emoción de rechazo emergiendo en el rostro de Subaru, Elsa retuvo ese glamour desvergonzado en sus mejillas.

『 Elsa: Es agradable hablar contigo, pero…… No quisiera que me regañaran por perder de vista mi objetivo. Ese espíritu y esa semibruja que conocí en la Capital, ¿De casualidad están en casa? 』

『 Subaru: Debiste de haber llamado antes de venir. Te habríamos ahorrado la molestia, habríamos contratado algunos mercenarios y te habríamos dado una gran bienvenida. 』

『 Elsa: No vas a responder. Entonces, mejor le preguntaré a tus intestinos 』

Abriendo sus labios de color rojo, mojándolos sensualmente con su lengua color melocotón, levantó su cuchilla y sonrió en éxtasis mientras lamía las gotas de sangre de uno de los lados de su Kukri.
Entonces, bajando su postura, hizo que su cuchilla gritara mientras se deslizaba adelante como una araña. Demasiado rápido. No había forma de interceptarlo. Pero,

『 Subaru: ¡Ni por un demonio moriré a tus manos! 』

Diciendo esto, Subaru empujó la puerta de la habitación de Rem.
Elsa frunció el ceño ante la acción de Subaru, incapaz de comprender el por qué lo hizo. Él sintió una pequeña satisfacción al ver esa reacción.

Él ya se había resignado al hecho de que no había salida. Sus heridas eran profundas, y no podía evitar que su vida se escapara. El destino de este bucle era como la llama de una vela en el viento. En ese caso, al menos no le daría la satisfacción a Elsa.
Él había deseado no morir ante esas cuchillas. Si iba a caer en manos de Elsa, preferiría morir primero. Pero antes de eso, no dejaría que ella fuera violada.
Sería un eufemismo llamarla "una elección amarga", pero no era más que una decisión unilateral de suicidarse con su amada.

Si la alternativa era la forma en que Petra y Frederica cayeron ante las manos de Elsa, entonces, en este mundo que estaba terminando, al menos la ejecutaría con sus propias manos——

『 Subaru: Y te seguiré después…… 』

Ella se iría primero, y él la seguiría después. Con esto en mente, se volteó hacia el dormitorio de Rem——

『 Subaru:——¿huh? 』

—Completamente llena de libreros, filas y filas de ellos. La biblioteca prohibida abrió sus puertas a Subaru, mientras éste se preparaba para morir.