domingo, 31 de diciembre de 2017

El invitado de honor se ha marchado


Traducción:
Robert

Corrección y edición:
Jagaro (Primer corrector)

Carlos (Segundo corrector)
Pretinaverse (Detallitos por aquí y por allá)


※ ※ ※ ※ ※

『 Sekhmet: Me pregunto si te parece bien —haa— dejar que se vayan así —huu. 』

『 Echidna: Fue su decisión, su elección. Preferiría respetar eso... Aunque sí tengo pensamientos muy desagradables con respecto a que él se fuera mientras cogía la mano de esa cosa. 』

Echidna se encogió de hombros como respuesta a la apática voz de Sekhmet.
Como siempre, las dos estaban dentro del castillo de sueños, y el cielo azul permanecía sin ninguna alteración. La fresca brisa soplaba ligeramente, acariciando el pelo de las brujas, de nuevo, sin cambios.

—Después de que el mundo fracturado se tragara a Subaru y a Satella, liberándolos del sueño, el mundo se reconstruyó inmediatamente.

Por supuesto. Ese espacio indestructible atado al alma de Echidna permanecería en ese estado mientras Echidna existiera. Todo eso no fue más que una producción extravagante, con aquellos dos personajes siendo arrojados fuera del escenario.

『 Echidna: Con eso dicho, cuando das esos golpes tan abrumadores, el resultado es que siento algo de fatiga. Sería de gran ayuda si intentaras moderarte un poco más cuando te vuelves loca con la sanación. 』

『 Minerva: Estaba siguiendo mi credo, curando las heridas que podía ver. ¡No discrimino entre humanos, brujas, animales, pájaros, peces, bichos o mabestias, las heridas de cualquier ser vivo son mi enemigo! 』

『 Echidna: Sí, pero a diferencia de cuando estabas viva, la carga de tus acciones se me impone a mí. Cuando estabas viva, el mundo soportaba la carga, así que estoy segura de que tu imaginación puede suponer lo difícil que es para mí sola soportarlo. 』

『 Minerva: Esa fatiga o cualquier tipo de invisible bla-bla-bla realmente no me importa. Curo heridas. Así que, si acorta la vida del mundo o lo que sea, no es mi problema. 』

Mientras cruzaba los brazos, acentuando su abundante pecho, las otras brujas sonrieron irónicamente al comentario de Minerva.
A primera vista, la Bruja de la Ira, Minerva, sería la bruja del pecado con quien era más fácil simpatizar —incluso podrías llamarla una bruja inofensiva.
La totalidad de sus acciones sólo eran de sanación, y enumerar el número de vidas que salvó durante su vida requeriría un número de más de cinco dígitos.

Sin embargo, también fue Minerva quien causó daños colaterales de igual magnitud.

Toda la energía destructiva de golpear, patear, morder, etc. se convertiría en energía sanadora una vez saliera expulsada de ella. Este algoritmo era la Autoridad de la Ira, y, por lo tanto, sólo Minerva era capaz de ejecutarlo. Ni siquiera Echidna, que entendía su construcción, podía reproducirla.
Los ataques curativos de Minerva alejaban a todas las criaturas vivientes de los amenazantes peligros. —En cierto sentido, su autoridad parece grandiosa, pero ese pensamiento estaría equivocado.

El poder sanador que desencadenaban los puños de Minerva era el resultado de un algoritmo represivo que retorcía el karma, y requería un inmenso costo de Maná por cada golpe. Ese requisito de Maná no era un volumen que un solo humano pudiera soportar, e incluso para la misma bruja y sus mágicos cimientos, Minerva, la carga era imposible… o lo sería de no ser porque ella obtiene el Maná directamente del núcleo del mundo. 


Normalmente, cuando la gente usa magia, absorbe el Maná en la atmósfera a través de sus puertas, lo convierte en energía mágica y lo libera de nuevo a través de sus puertas para lanzar magia.
En el caso de Minerva, la puerta no absorbe de la atmósfera, sino que tiene un vínculo directo con el núcleo del mundo. En términos más complicados, el núcleo del mundo es una concentración sobrenaturalmente grande de maná —Se podría decir que es el lugar donde se crea el Maná.
Los ataques de Minerva toman el Maná de allí, convirtiéndolos en golpes de sanación.

Al hacer eso repetidas veces, el maná que debería estar acumulándose en algún lugar del Mundo se vuelve incapaz de llegar hasta algunos lugares. El maná cumple un papel muy importante en la construcción del mundo, y, si hubiera una escasez de éste, habría una posibilidad extremadamente peligrosa de que esas regiones no abastecidas sufrieran desastres naturales o calamidades.
El número de personas que Minerva había golpeado directamente hasta sanarlas superaba los cinco dígitos.
—Pero el número de vidas que indirectamente había apagado al provocar desastres naturales estaba a la par.

Y así, la Bruja de la Ira, Minerva, era considerada como la bruja más peligrosa, y considerada una enemiga por todas las naciones.

『 Minerva: Estando aquí, el único Maná que puedo tomar es la cantidad que tiene Echidna. Sólo puedo curar y sanar hasta que te quedes seca, lo cual es bastante patético. 』

『 Echidna: Para empezar, no debería haber ninguna razón para que las personas sufran heridas aquí. Pero con todo el alboroto habido aquí últimamente, casi podrías olvidarlo. 』

『 Minerva: Sí... Hacía mucho tiempo que no había un alboroto. 』

La energía de Minerva se desvaneció, su adorable rostro se hundió en una evidente tristeza mientras miraba al cielo.

『 Minerva: ¿Crees que él estará bien? Estoy taaan preocupada. 』

『 Echidna: Lo que sin duda hubiera salido bien era que hubiera tomado mi mano, la cual rechazó. A pesar de todo, él luchará frenéticamente para que todo salga bien. Aunque parece que todavía no puede alcanzar la respuesta. 』

『 Minerva: ¿Qué fue eso? ¿Y esa frase? Lo guiaste para que te rechazara, ¿y luego intentas ocultarnos tus sentimientos, cuando nosotras sabemos lo que realmente estás pensando? Eso no tiene ningún sentido. 』

『 Echidna: En realidad no estaba intentando que me rechazaran. —Ya que me habría alegrado tanto si él lo negara como si lo aceptara. 』

Echidna se sentó en la regenerada mesa, chasqueando sus dedos para producir una humeante taza de té, llevándola a su boca.

『 Echidna: Reafirmo las decisiones, y los resultados de esas decisiones. No pienso en cuán problemático será este resultado. La realidad de haber elegido, la realidad de no haber elegido, eso es lo importante. Sea un resultado malo o bueno, puedo presumir de mi disposición para disfrutar de cualquiera de los dos. 』

『 Daphne: Pero eso no, significa que no, tengas tus pre-fer-en-cias. 』

Un ataúd negro se detuvo tranquilamente al lado de Echidna, quien continuaba tomando su té. Daphne se había acomodado de nuevo dentro del ataúd, devorando como un perro los dulces que tomó de la mesa.

『 Daphne: Dices que res-pe-tas los re-sul-ta-dos, pero Dona-Dona no du-da-rí-a en guiar la situación hacia un resultado que Dona-Dona preferiría ver. Probablemente sea verdad que te alegrarías con cualquiera de los dos, pero apuesto a que no es verdad que te da lo mismo el resultado. 』

『 Echidna: Tienes tan poco interés en los demás, y aun así consigues dar en el blanco, ¿eh, Daphne? 』

『 Daphne: Comparado con el hambre que me atormenta cons-tan-te-men-te, no tiene nada de malo pensarlo. Haa, haa, ñamñam. 』

Daphne continuó con los dulces y terminó por comerse el plato también. Echidna suspiró hacia ella, y luego giró su atención hacia las otras brujas, quienes llegaban en ese momento, comenzando a sentarse en las sillas restantes.
Indiferente, claramente indignada, tímida —y con una mirada extraordinariamente seria en sus ojos.

『 Echidna: Sí que pareces enfadada, Typhon. 』

『 Typhon: Es porque no eres honesta —Dona. No ser honesta —¿Significa que eres una mentirosa? Y los mentirosos son malos. Dona—¿Eres mala? 』

『 Echidna: Actúo sinceramente de acuerdo con lo que quiero. No recuerdo haber dicho mentiras. 』

Echidna contestó sin fraseologías a la inocente y directa Typhoon. Si Echidna ponía a Typhon de mal humor, sabía que todos los presentes estarían en peligro.
Condenar a los criminales y juzgar a los pecadores no era más que una parte de la Autoridad del Orgullo de Typhon.

Pero, al ver a Typhon inflar sus mejillas y aceptar la cuerda floja sobre la que había caminado Echidna imaginariamente, la siguiente en hablar fue una bruja enterrada bajo una maraña de pelo.

『 Sekhmet: Esconder tus verdaderas intenciones mientras hablas —haa— hace que lo que estás diciendo no sea una mentira —huu. Muy conveniente para ti —haa. 』

『 Camilla: E-Echidna-chan... es, realmente es... una enorme, molestia... n-no es así... 』

『 Echidna: Ustedes dos... 』

Echidna arrugó su cara bajo el concentrado ataque. Al verlo, las otras brujas sonrieron.
Minerva era la única cuya expresión permanecía áspera mientras observaba todo eso.

『 Sekhmet: ¿Piensas ser una cobarde para siempre, Minerva? —haa— Claro que todas estaríamos hablando —huu. Sabías que esto pasaría si llegaba un candidato a sabio... —haa. 』

『 Minerva: Sí, lo sé, cállate. Estoy diciendo que estoy de acuerdo con tener una verdadera conversación. A diferencia de ustedes, yo no estoy en una posición en la que pueda pensar de manera lógica acerca de ello. Me gustaría que lo entendieras. 』

『 Daphne: Tomando en cuenta que Met-Met se la pasa todo el tiempo con Ty-Ty, no creo que lo entienda. El problema es que todo el mundo pasa demasiado tiempo de su vida haciendo otras cosas que no sean comer. 』

Minerva y Sekhmet suspiraron disgustadas ante Daphne.
La fiesta de té entre brujas conservaba su particular equilibrio, pero las asistentes seguían siendo personas con disposiciones egoístas. La mayoría de las veces fallaban en verse a los ojos, y no era nada raro que la conversación se convirtiera en controversias como ésa.
Particularmente Minerva, propensa a golpear a cualquiera, y Sekhmet, a quien no le gusta el conflicto, habían tenido más que unas cuantas trifulcas verbales. Cada vez, Daphne interrumpía el ambiente conversacional como si fuera un incordio, golpeando directamente al punto del asunto. Que las conversaciones terminaran así, sin ninguna conclusión real, era bastante ordinario.

Minerva se enoja, Sekhmet entretiene su conversación, Daphne interviene con burlas, Camilla calma a Typhon para que no explote, Echidna mira con alegría desde un lado —y Satella las vigila, sonriendo porque las otras seis están a salvo.
Esos fueron los días de hace cuatrocientos años, que no volverían nunca más.

Satella se volvió loca por el gen de la bruja, Minerva murió enloquecida en una trampa, Camilla ardió hasta las cenizas en un gran incendio, Daphne murió de hambre en un desierto, Typhon se ahogó en una inundación, Sekhmet murió al caer de la Gran Cascada mientras le daba una paliza al Dragón, Echidna reunió sus almas y aún permanecía atada a ese mundo solo con su alma.

Esa era una reproducción imperfecta de aquellos días que ya nunca volverán.

『 Camilla: T-Te ves, triste... Echidna-chan. Te ves, muy... triste. 』

『 Echidna: ¿Hm? No hay razón alguna para que esté triste. Estás aquí, y tengo la oportunidad de interactuar con el exterior. —No hay ninguna razón, en absoluto. 』

『 Camilla: ¿Es-tás, estás... bien, con eso? Nosotras somos... n-nosotras solo, somos almas, así que... en realidad, no somos nosotras. Estamos... mmm, y-ya... muertas. No hay... nadie... realmente con…, contigo... Echidna-chan. 』

Las palabras tartamudeantes de Camilla golpearon a Echidna, quien momentáneamente quedó en silencio.

—El poder de Echidna fue lo que dio a las brujas, quienes perdieron sus cuerpos y existían sólo como almas, sus formas temporales en forma de cuerpos mentales.

Echidna preparó recipientes, y depositó aquellas almas allí dentro.
Pero las almas estaban congeladas en el estado que permanecieron cuando murieron, sin ningún cambio posterior.
¿Acaso el rostro de Camilla que Echidna estaba viendo realmente pertenecía a Camilla?
Tomando de sus almas las reacciones previas a su muerte, manipulando sus cuerpos para crear un espectáculo —¿No sería acaso una forma de jugar a las muñecas, provocado por los deseos de Echidna?

Las brujas compartían el conocimiento de Echidna porque sus existencias fueron producidas desde el interior de Echidna. —Dicho esto, ese dilema era algo que Echidna ya había pensado hasta el cansancio incontables veces.

『 Echidna: Eres un cúmulo de narcisismo, a pesar de que eres mi amiga, es inusual que te preocupes por mí... ¿Podría ser que tú también fuiste influenciada por lo escandaloso y sencillo que es él? 』

『 Camilla: Au, gh... Ya no me importa... Echidna-chan, eres una idiota. 』

Dijo Camilla, con una expresión decepcionada, en respuesta al intento de Echidna de distraerse de sus verdaderos sentimientos.
Echidna involuntariamente chasqueó su lengua mientras se reía de la respuesta de Camilla.
La actitud de Echidna atrajo las miradas de las demás brujas, quienes no habían estado prestándole atención.
Siendo el centro de atención, Echidna extendió sus brazos.

『 Echidna: En fin, estoy segura de que la fiesta del té volverá a pertenecerle sólo a las brujas por un tiempo. Seguramente Natsuki Subaru no volverá a pasar por este lugar. 』

『 Minerva: ¿Y eso te parece bien? No es que me preocupe que te sientas sola, pero sí que dijiste algo al final de todo eso. Se supone que tienes que estar muy molesta por no conseguir una compensación o lo que sea por eso. 』

『 Echidna: Compensación... aah, también había eso. Ese fue mi regalo de despedida para él y su previsible tribulación. —Si les dijera algo así, ¿se reirían de mí? 』

Echidna colocó su mano en la barbilla mientras reflexionaba. Las otras brujas compartieron una mirada.
Y las brujas asintieron, abriendo simultáneamente la boca para hablar.

『 Brujas: —Nope. 』

『 Echidna: Vaya vaya, más personas de las que pensaba han reconocido la bondad en mí... 』

『 Minerva: Después de todo, no recibiste ninguna compensación, y nunca ayudarías solo por ayudar. 』

Dijo Minerva con los brazos cruzados, ante lo cual asintieron las otras brujas.
Echidna cerró los ojos ante su consenso, y tosió.

『 Echidna: Pensé que tenía muchos casos increíbles que requerían de una discusión cuidadosa con todas ustedes. De verdad, ¿qué es lo que ustedes piensan de mí? 』

『 Brujas: — 』

『 Echidna: Bueno… 』

Ante el silencio de las brujas, Echidna acabó de tomar su taza, con su lengua roja lamiéndose sus labios lascivamente.

『 Echidna: —No se equivocan en lo más mínimo. 』