domingo, 5 de mayo de 2024

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Dejémoslo de lado por ahora


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Aingero

Corrección y edición
Carlos
Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

???: Eso me puso realmente de los nervios, de hecho. Pero tuve que contenerme firmemente porque me lo pidió Subaru, supongo.
 
???: El Gran Maestro es superinvencible. Yo no estaba preocupada ni nada. De hecho, pensé que quizás la pequeñaja número dos estallaría en pedacitos de carne cuanto se puso detrás del Gran Maestro.
 
Meili: Ah, eh…
 
Al ver aquellos rostros subir lentamente por la escalera de caracol mientras se decían eso, las blancas mejillas de Meili se enrojecieron y sus labios se abrían y cerraban sin lograr articular palabra alguna.
Y notando esos cambios en Meili a su lado, Subaru levantó la mano y dijo Oigan a las figuras en la escalera.
 
Subaru: Gracias por estar en la retaguardia. Es un alivio haber podido evitar mi caída de algún modo.
 
???: … Si en verdad hubieras llegado a caer, Subaru, dudo mucho que ella fuera perdonada, sin importar lo que hubieras dicho, de hecho. Ha tenido suerte, supongo.
 
Se trataba de Beatrice, quien resoplaba un Jmf por la nariz mientras subía las escaleras sujetando el dobladillo de su vestido. Detrás de ella estaba también la silueta de Shaula, con las manos detrás de la cabeza; ambas volvían al cuarto piso desde muy abajo en la escalera de caracol.

Meili: ¿Q-q-qué…? ¿O-onii-san? Ellas dos… ¿Qué significa estoo?
 
Al ver las figuras de Shaula y Beatrice, Meili se giró atónita hacia Subaru.
Y viendo el desconcierto de la joven que no se esperaba todo esto, Subaru se cruzó de brazos.
 
Subaru: Bueno… no debería decirlo, pero el plan de hace rato era como andar sobre una cuerda floja… No me gusta verlo de esta forma, pero el PATTERN de ser empujado por ti y morir sin más era muy posible, ¿sabes? Todo salió bien porque, de casualidad, pude sujetar tus brazos con estilo mucho antes.
 
Meili: Pe-pero, onee-san también nos estaba vigilando, ¿noo?
 
Subaru: Obviamente ya sé que, pese a su peligrosa lindura, Emilia-chan es muy POWERFUL. Pero uno nunca sabe. No sería para nada gracioso si Emilia-chan también cayera al vacío intentando salvarme.
 
La verdad era que Subaru había caído desde gran altura junto a ella al final de la repetición anterior. La había abrazado, pero había sido incapaz de salvarla. ——Esto quedó grabado profundamente en su corazón.
Si llegara a ocurrir lo mismo, entonces Subaru empujaría a Emilia a un lugar seguro sin dudarlo… o eso es lo que le gustaría decir, pero no sabía a ciencia cierta si su cuerpo sería capaz de actuar apropiadamente en situaciones límite.
 
Subaru: Es por eso que tomé medidas para asegurarme de que tal emergencia no sucediera. Decidí que estaría bien si dos personas Beatrice y Shaula estuvieran vigilando desde abajo.
 
Había visto con sus propios ojos cuán habilidosa era Beatrice como maga; y en cuanto a Shaula, Subaru confirmó que ella poseía una fuerza impropia de su apariencia, aunque desconocía los detalles.
No tenía dudas al respecto, ya que Subaru, cuando pidió la cooperación de ambas, hizo que ella lo levantara sólo para asegurarse. Aunque haber sido cargado como una princesa ante Emilia y Beatrice le terminó dejando una fuerte impresión.
 
Meili: ¿Por qué ir tan lejos? Seguramente había formas más sencillas e inteligentes, ¿noo?
 
Meili susurró cabizbaja tras escuchar la explicación de Subaru. Su vergüenza por haber sido expuesta en tan bochornosa situación se estaba desvaneciendo, lo que sentía en su lugar era quizás la negatividad del castigo.
Ante sus palabras, Subaru dijo rascándose la mejilla con un dedo.
 
Subaru: Es tal y como dices, creo que había formas más sencillas e inteligentes. Seguro que sí, pero…
 
Meili: ¿Sí, peroo?
 
Subaru: Al nivel en que opera mi mente, sencillez y compromiso son dos caras de una misma moneda, y la inteligencia va de la mano con el juego sucio. Yo… sí, no quería recurrir al compromiso ni al juego sucio.
 
Meili: …
 
Al oír esas palabras, los ojos de Meili se entrecerraron y se mordió suavemente los labios.
Mirándola con una sonrisa amarga y forzada, Subaru apretó los puños.
Pensaba arreglar todo de alguna manera.
Deseaba arreglar todo de alguna manera.
A partir de ahora, con el fin de arreglar todo de alguna forma, quería hacer todo lo que estuviera dentro de sus capacidades.
 
Subaru: Por eso no dudé en pedir ayuda a Emilia, Beatrice o a los demás.
 
Emilia: Sí, es cierto. A mí también me sorprendió cuando Subaru me lo contó por primera vez.
 
Aún abrazando a Meili por detrás, Emilia pronunció esas palabras. Apoyó la barbilla en el pequeño hombro de Meili y, levantando la mirada suavemente hacia Subaru…
 
Emilia: Pero supe que Subaru iba muuuy en serio con una sola mirada. Además…
 
Subaru: ¿Además?
 
Emilia: … Me alegré de que Subaru lo consultara conmigo. Porque Subaru siempre hace muchos preparativos que llegan a su fin justo cuando me doy cuenta.
 
Subaru contuvo la respiración ante la joven chica de ojos amatistas que sonreía levantando la mirada.
Subaru tensaba las mejillas, mientras que Emilia las relajaba y asentía con la cabeza.
 
Emilia: Por eso me alegré de que esta vez él me preguntara qué hacer y dejara que lo pensáramos juntos desde el principio. Je je, eso es un poco raro, ¿no?
 
Subaru: … No hace falta decirlo, pero mi yo anterior me saca mucho de quicio. Pero, dado que mirar este rostro y escuchar esta voz es mi privilegio especial, ¿a mi yo anterior le pasó algo que lo mereciera…? ¿Qué dices, Emilia-chan?
 
Emilia: Perdón. No sé de qué estás hablando.
 
Aún sonriendo, y tras haber soltado su frívolo comentario, Subaru dejó caer los hombros.
Y entonces, las otras dos que subían por las escaleras finalmente se unieron a ellos tres.
 
Beatrice: Nuevamente, es un alivio saber que no pasó nada, de hecho.
 
Subaru: Decir que no pasó nada sería un pelín inexacto. Considerando los grandes cambios ocurridos en la consciencia de Meili… pues sí pasó algo.
 
Shaula: ¡O~h, como era de esperarse del Gran Maestro! No entendí ni un pepino de lo que dijo, pero cuando se trata de dar superbuenas vibras, ¡no hay nadie más genial!
 
Subaru: ¿Siquiera me guardas un poco de respeto?
 
Shaula parecía no inmutarse por nada de lo que se le decía, pero cuando Subaru le consultó sobre la idea de salvar a Meili, ella también había sido la primera en respaldarlo.
Naturalmente, también daba la sensación de que no le había dado muchas vueltas y que simplemente quería apoyar a Subaru en lo que quería hacer, pero también era cierto que su presencia lo había salvado.
 
Meili: Oye, Beatrice-chan… ¿no estás enfadada conmigoo?
 
Beatrice: Obviamente Betty está enojada, supongo. Pero milagrosamente Betty logró contenerse antes de convertirte en picadillo, de hecho. Considerando lo sucedido en las dunas, dejaré pasar lo de hace un momento, supongo.
 
Meili: …
 
Beatrice: ¡No obstante! Dejar pasar lo de hace un momento sólo aplica para este incidente en particular, de hecho. Aún cargas con el pecado de incendiar la Biblioteca prohibida en la antigua mansión, supongo. Mientras aún este eso pendiente, Betty probablemente nunca te perdonará, de hecho.
 
Con sus cortos brazos entrecruzados, Beatrice respondió a la duda de Meili con una mirada severa en los ojos. Meili detuvo la respiración ante sus palabras, pero Emilia rio de inmediato con un Je, je .
 
Emilia: Tal vez cuesta un poco captarlo, pero Beatrice acaba de decir «probablemente». Eso quiere decir que perdonará a Meili si se porta bien. Es muuuy amable, ¿verdad?
 
Beatrice: ¡Emilia! ¡No digas cosas innecesarias, supongo!
 
Meili: … Iré con tanto cuidado como puedaa.
 
Revelando lo que ocultaba en sus duros comentarios, Emilia comenzó a reírse de la ruborizada Beatrice. Y viendo tal interacción, Meili respondió en voz baja.
Presenciando la escena, Subaru asintió con la cabeza varias veces satisfecho.
 
Podría decirse que, por fin, había un progreso visible.
Como mínimo, había logrado que la joven dejara de pensar en matar a Subaru. Aun así, esto no era más que una de las tragedias que acontecerían en esta torre.
 
Shaula: … Entonces, ¿está superseguro de esto, Gran Maestro?
 
Subaru: ¿Mm?
 
Preguntó Shaula con un tono de voz despreocupado a Subaru, quien estaba inmerso en sus pensamientos. Con sus ojos oscuros entrecerrados mientras estaba de pie junto a Subaru, Shaula observaba la escena protagonizada por Beatrice y Meili, con Emilia de por medio.
Subaru frunció el ceño y ella prosiguió con el mismo tono.
 
Shaula: La chica intentó asesinarle, Gran Maestro. ¿Está superseguro de dejarla ir sin castigo?
 
Subaru: Sí que preguntas cosas peligrosas… Está bien así. Meili ya ha sido reprendida. Las cosas terminaron así porque nadie le enseñó el motivo por el cual fue reprendida. Se le deberá enseñar de ahora en adelante.
 
Shaula: Aunque diga eso, Gran Maestro, ¿y si eso lleva a que intente matarle otra vez?
 
Subaru: Eso sucederá si soy malísimo enseñando. Pero, como no seré el único haciéndolo…
 
Así respondió Subaru a las preguntas de Shaula.
Si Subaru pretendiera cambiar por sí mismo los principios morales de alguien criado para ser un asesino desde muy joven, sería extremadamente difícil y, sinceramente, él tampoco poseía la fuerza necesaria para asumir tal responsabilidad.
Sin embargo, Subaru no pensaba hacer todo eso por cuenta propia.
Había confiado también en Emilia y en los demás para detener el crimen de Meili. Y también haría que, a partir de ahora, Emilia y Beatrice lo acompañaran en esto.
 
Subaru: Desde luego, también contaré con tu ayuda, Shaula. Porque va a ser un largo camino en el que ella cuestionará valores como persona.
 
Shaula: … ¿Yo también?
 
Subaru: Por supuesto que sí. Tú… bueno, emanas cierta vibra de profesora, y no quiero excluirte de esto. Tu cuerpo rebosa maternidad, úsalo bien para abrirte paso hacia el obstinado corazón de Meili.
 
Declaró un Subaru relajado que se encogió de hombros ante la muy sorprendida Shaula, quien se señalaba a sí misma con el dedo.
Era un misterio por qué estaba tan asombrada, pero teniendo en cuenta que a menudo exageraba, Subaru no le dio muchas vueltas, pensando que simplemente era típico de ella.
Tras la afirmación de Subaru, Shaula se apretó la cara entre las manos, y entonces…
 
Shaula: Conque yo también. Yo también, juntos, con el Gran Maestro, yo también… Ee~h, eee~h. Eeee~h.
 
Subaru: Esto… ¿A ti qué te sucede?
 
Shaula: ¡Supernada! ¡Lo he decidido! ¡Tal y como el Gran Maestro ordenó, criaré a esa pequeñaja número dos hasta convertirla en una persona hecha y derecha!
 
Repentinamente, Shaula puso cara de felicidad, y después corrió hacia Emilia y el resto. Y, levantando el cuerpo de Meili con facilidad, la abrazó y la empujó contra su voluptuoso pecho.
 
Meili: ¡¿Kya~?! ¿Q-qué te sucedee, onee-san desnuda? ¡Me has asustadoo!
 
Shaula: Está bien, está bien; puedes portarte como una niña supermimada bajo mi cuidado tanto como gustes, pequeñaja número dos. O sea, mi pecho pertenece al Gran Maestro, pero lo compartiré con la pequeñaja número dos de momento. ¡Los que más tienen deben dar a los supernecesitados!
 
Meili: ¡Oye, onii-san! ¡Has vuelto a meter ideas extrañas en la mente de la onee-san desnuda, ¿verdaad?!
 
Al ser tratada por Shaula a su antojo, Meili alzó la voz pensando que se trataba de una jugarreta de Subaru.
 
Subaru: Bueno, considéralo una compensación por preocupar a todos, y déjate tratar con afecto y cariño. Descuida, por lo que veo, ella no tiene malas intenciones.
 
Meili: … Qué desastre… No tienen remedioo. Está bien, lo dejaré pasaar. Pero nadie más debe saber lo que pasó aquíí.
 
Atrapada entre los pechos de Shaula, Meili dijo eso con las mejillas infladas. Pero, ante el comentario de la joven, Subaru dijo Ah rascándose la cabeza.
Al ver su reacción, Meili frunció el ceño; y entonces, en lugar de Subaru, Emilia le respondió.
 
Emilia: Verás, Meili… Me es muuuy difícil decirte esto, pero…
 
Meili: … Tengo un mal presentimientoo.
 
Ya fuera que ese mal presentimiento de Meili hubiera dado en el blanco o no, la respuesta a esa pregunta pudo inferirse de inmediato por su reacción a las palabras que Emilia pronunciaría a continuación.
 
Emilia: … Subaru también lo consultó con quienes no están aquí ahora: Ram y los demás.
 
Meili frunció muchísimo el ceño.
 
 
    
 
 
Llamaban «Gran sala» a la sala que usaban para las comidas o las conversaciones; y, a su regreso a dicha sala, Subaru y compañía avistaron primero a Ram, quien estaba esperándolos de pie con las manos en la cintura.
 
Ram: Ya veo. Parece que todo se resolvió sin problemas. Nada mal, digno de elogio.
 
Recibiendo a Subaru y a los demás tras volver a salvos, Ram se dirigió a los cinco con una mirada que reflejaba tranquilidad.
Tratándose de ella, aquello seguramente era un gran cumplido, por lo que Subaru lo aceptó sin rodeos. Todo el incidente con Meili era algo de lo que podía presumir incluso ante ella. Y se sintió aliviado de que alardear de ello diciendo ¿Has visto? no lo metiera en apuros.
 
???: Quizá esté de más decirlo, pero ella ha estado todo este tiempo de pie esperando que regresaran.
 
Ram: … Eso en verdad estaba de más. Modérate, Echidna.
 
Echidna: Has tenido esa actitud desde que supiste que era yo quien controlaba este cuerpo. Qué agradable.
 
Dichas palabras, que hicieron que Ram frunciera la punta de sus cejas, habían sido pronunciadas por Echidna, quien estaba sentada sobre el suelo de la Gran sala. Ella aceptó las afiladas palabras de Ram con una sonrisa, y luego miró a Subaru y compañía.
 
Meili: Jmf.
 
Echidna: ¿Y a qué se debe ese mal genio?
 
Echidna señaló a Meili, quien iba sobre la espalda de Shaula.
Ignorando la pregunta de Echidna, Meili gruñó y siguió haciendo su rabieta mientras apartaba la mirada. Estaba actuando completamente malhumorada.
 
Echidna: Conque está enfadada porque su plan de asesinato fue interceptado. En ese caso, me preocupa un poquito dejarla ir sin ataduras ni nada…
 
Subaru: Ah, no no, no es eso, no es eso.
 
La ligeramente alarmante suposición de Echidna y la cautela que mostró hacia Subaru incluso en la repetición anterior——seguramente ambos se debían a su deseo de proteger a la mujer llamada Anastasia: la dueña del cuerpo que habitaba.
Para evitar que esto derivara en un extraño malentendido insoportable, Subaru negó con firmeza.
 
Subaru: Simplemente se siente incómoda porque sus pensamientos salieron a la luz y todo el mundo se ha enterado de ellos. ¿No te parece infantil y adorable?
 
Echidna: Considerando lo que intentó hacer, sería extraño considerarla infantil, pero… ya veo. Aun después de perder los recuerdos, supongo que la verdadera naturaleza de uno no cambia así como así. Nunca dejas de sorprenderme, Natsuki-kun.
 
Subaru: Es un honor si te sirvo de entretenimiento.
 
Ante la mirada de Echidna, Subaru le guiñó un ojo, pero entonces fue ridiculizado por un Ja de Ram por la nariz. Tras ello, Subaru pivotó para examinar la sala desde dentro, y entonces…
 
Subaru: ¿Eh? ¿Julius no está aquí? ¿Dónde está? ¿En el váter o algo…?
 
???: … Es perturbador que pienses en cosas tan triviales cuando estás envuelto en asuntos sumamente importantes.
 
Subaru: … No tiene por qué ser trivial. Quizá hayas estado haciendo algo importante, ¿sabes?
 
Al escuchar una voz desde atrás, Subaru curvó las mejillas y miró hacia el dueño de la voz. Y quien recibió su cínica sonrisa y se tocaba el flequillo era Julius.
En cuanto regresó al interior de la Gran sala, Emilia ladeó la cabeza extrañada.
 
Emilia: Julius, ¿tenías dolor de estómago?
 
Julius: Emilia-sama, no tome sus palabras y acciones al pie de la letra. Ciertamente, Subaru es su caballero número uno —la posición de aquel en quien debe confiar más que nadie—; pero en ciertas ocasiones, sus intolerables palabras y acciones son…
 
Subaru: Oye oye, no metas tales ideas innecesarias en la mente de Emilia-chan. En primer lugar, fuiste tú quien no estaba aquí. Mira que decir eso sólo porque he dicho que fuiste al váter un momento…
 
Julius: … Je.
 
Tras mirar fijamente con sus ojos amarillos al mordaz Subaru, Julius relajó los labios.
Reía como si se quedara sin aliento, lo cual encajaba con su aspecto de un modo que resultaba realmente presuntuoso, pero Subaru percibió que algo iba mal en aquella risa.
 
Echidna: Emilia y Natsuki-kun, no tienen de qué preocuparse. Después de la conversación anterior, Julius estuvo vigilando los exteriores. Verán, como Meili tiene el poder de controlar a las mabestias, en caso de que realmente tuviera la intención de lograr su objetivo, lo que debería verse como la mayor amenaza sería la presencia de mabestias en los alrededores de la torre.
 
Julius: Así que me puse a vigilar los exteriores de la torre desde el balcón que descubrí anoche. Para nuestra suerte, afuera no parecía haber nada extraño, y dentro también parecía estar bien todo, pero…
 
Mientras hablaba, Julius miró fijamente a Meili, quien estaba encima de la espalda de Shaula. Al notar su mirada, ella hizo una mueca de disgusto con los labios.
No obstante, al ver el comportamiento de Meili, Julius relajó repentinamente las mejillas.
 
Julius: Me alegro, parece que se pudo resolver de una forma segura. Aunque, cuando contaste que habías perdido tus recuerdos, sentí como si el mundo se estuviera viniendo abajo parcialmente…
 
Subaru: Qué exagerado. Aunque no es algo que yo, que perdí mis recuerdos, pueda decir.
 
Julius: Supongo que sí. Decir que el mundo se vino abajo parcialmente sería ir demasiado lejos; aunque sólo un poco. ——De todos modos, me alegro de que todos estén a salvo. Si hubiera acabado en fracaso incluso después de haber buscado la ayuda de Emilia-sama, entonces no hubiéramos podido recuperarnos.
 
Subaru: Sí, también me siento aliviado. ——Tú y yo somos lo suficientemente cercanos como para discutir así, ¿verdad?
 
Julius: … Je.
 
Julius soltó una risa presuntuosa por lo que dijo Subaru, quien le señalaba con el dedo.
Al sentir que esta sonrisa no tenía aquella leve vacilación de antes, Subaru también se sintió satisfecho.
 

 
Era la quinta vez que se encontraban desde que había perdido los recuerdos.
En todo este tiempo, no había tenido muchos momentos de tranquilidad, y la realidad era que pasó mucho más tiempo con Emilia y compañía. Seguramente, «Natsuki Subaru» tenía su propia forma de interactuar con ellas.
De ahora en adelante, Subaru quería seguir cuidadosamente los pasos de «Natsuki Subaru» para asegurarse de que no hubiera una diferencia demasiado grande, y que Emilia y los demás no se entristecieran.
 
No quería encarar directamente la realidad de que Emilia y los demás habían perdido a «Natsuki Subaru». ——Además, seguramente sería mejor no afrontar una realidad como esa.
Si Natsuki Subaru desapareciera y «Natsuki Subaru» regresara, entonces seguramente.
 
Subaru: De acuerdo, pues vayamos a conquistar la torre con nuestro recién renacido TEAM amistoso. ¿Alguna objeción?
 
Emilia: No, ninguna. Demos lo mejor de nosotros.
 
Beatrice: El nombre «TEAM amistoso» me causa un poco de repulsión, de hecho.
 
En cualquier caso, Emilia y Beatrice presentaban dos extremos de concordancia con la opinión de Subaru. Los demás tampoco parecían poner objeciones, lo que le alivió por el momento.
 
Julius: ¿Podemos asumir que no habrá ningún problema con ella de esta forma?
 
Subaru: Sí, está bien. No actuará imprudentemente ni intentará matarme a espaldas de todos. Ahora bien, que sea capaz de seguir así en el futuro dependerá de Meili a medida que crece viendo nuestras espaldas; así que asegúrate de que éstas no se vean patéticas o espantosas.
 
Julius: Ya veo. Conque es un tema de apariencias. Entonces quiero que lo dejes en mis manos.
 
Dirigiendo su mirada hacia Meili, Julius inclinó su fina barbilla y estuvo de acuerdo con lo que dijo Subaru.
Ciertamente Julius parecía la persona adecuada para tener a gente viéndole la espalda —es decir, convertirse en un modelo a seguir—; aunque llamar a eso «apariencias» quizá no fuera lo más correcto.
Aunque el Subaru actual no podía decir que había estado mucho con él, sí había sido testigo de que Julius poseía un fuerte sentido de abnegación y excelencia en cada una de sus acciones.
Esos fueron los frutos de su propio ingenio, una señal del entorno refinado en el que creció y, al mismo tiempo, una prueba de su esfuerzo aplicándose semejantes cosas.
 
Poniendo mucho empeño, él adquirió esas cualidades. Eran algo noble y de inestimable valor.
 
Emilia: … ¿Subaru, estás bien? ¿Crees que podamos conversar?
 
Subaru: ¡¿Uaah?!
 
Mientras Subaru contenía la respiración, Emilia tocó su brazo repentinamente y le miraba preocupada. Al ver lo cerca que estaba de ella, Subaru recobró los sentidos y saltó hacia atrás, nervioso.
Ante la reacción exagerada de Subaru, Emilia soltó un débil Ah… .
 
Emilia: Tengo la impresión de que, desde que despertaste… no, desde que dijiste que habías perdido los recuerdos, no dejo de sorprenderte, ¿no, Subaru? ¿Hay algo raro en mí? ¿Hay algo en mi cara?
 
Subaru: No, esto… Para nada. Sólo están tus lindos ojos, y tu linda nariz, y tus lindos labios, y tus lindas orejas.
 
Emilia: Lindos… je je, gracias. Pero si ese es el caso, ¿entonces por qué?
 
Subaru: Supongo que es porque siento que tu nivel de lindura, Emilia-chan, está por las nubes gracias a que tus rasgos individuales no son sólo PARTS sumadas, sino multiplicadas entre sí. Además, tu voz también es linda. Y tu pelo también lo es. No: eres un ángel.
 
Subaru se cubrió el rostro con las manos y miró a Emilia por entre sus dedos, como si ella fuera demasiado deslumbrante para mirarla. Al oír los comentarios de Subaru, Beatrice respondió repentinamente.
 
Beatrice: ¡—Gh! ¡Intenta decir eso más al estilo de Subaru, supongo!
 
Subaru: ¡¿Ah?! ¡¿Eh, qué cosa?!
 
Beatrice: Que digas que Emilia parece un ángel al estilo de Subaru, de hecho.
 
Subaru: ¡¿Qué clase de humillación pública es esa?! ¡No lo haré! ¡Es vergonzoso! ¡Beatrice, tú también eres tan linda como un ángel! ¡No te enfurezcas!
 
Beatrice: Es cierto que Betty es tan linda como un ángel, pero no se trata de eso, supongo…
 
Decepcionada, Beatrice bajó los hombros con desánimo. Y, sintiéndose culpable por esto, Subaru acarició la cabeza de Beatrice; y entonces, todos formaron un círculo en la Gran sala.
Habían conversado de esta manera muchas veces. Lamentablemente aún no habían logrado los avances reales que buscaban, pero Subaru pensaba que ya era hora de que la conversación progresara con mayor audacia.
 
Subaru: Dicho todo eso, Meili vuelve a ser parte de nuestro TEAM. Quiero salir de esta torre de arena lo antes posible, también por el bien de la gira social de Meili, ahora que ella ha entrado genuinamente en el mercado. ¿Objeciones?
 
Ram: Esa forma de hablar hace que uno en verdad se cuestione si realmente has perdido tus recuerdos o no… Aun así, la pérdida de recuerdos de Barusu es un problema pequeño comparado con otros más serios, pero sigue siendo un problema.
 
Emilia: Sí, es verdad. No es como que hayan desaparecido de la nada, así que tenemos que asegurarnos de que Subaru los recupere…
 
Subaru: Ah, sobre eso, ¿qué tal si lo dejamos de lado por ahora?
 
Luego de levantar la mano en busca de aprobación, Subaru interrumpió los comentarios de Emilia y Ram. Todos en la conversación, no sólo ellas dos, respondieron con un ¿Eh? de sorpresa.
La única no sorprendida era Shaula, pero ella estaba ocupada atendiendo a Meili después de aceptar fervientemente las peticiones de Subaru, así que ignorémosla por ahora.
 
Beatrice: Subaru… Por favor, no hagas a Betty y los demás preocuparse demasiado, de hecho. Tu pérdida de recuerdos ya nos sorprendió bastante, y decir que está bien no recuperarlos significaría autoabandonarte demasiado, supongo.
 
Emilia: Sí, es cierto, Subaru. ¿Acaso será que estás pensando en que no quieres causarnos problemas? Pero, Subaru, tú ya nos consultaste con lo de Meili, ¿no? Aquí es similar, pensaremos todos juntos en lo que respecta a los recuerdos de Subaru. Por favor, ¿sí?
 
Subaru: ¡Esa persuasión hace que me duela el corazón! No, ¡pero escúchenme por un momento! No es que esté diciendo esto por autoabandono. ¡Se debe a una buena razón!
 
Esa fue la excusa de Subaru ante la preocupación de Emilia y Beatrice. Prosiguiendo, Subaru dijo Escuchen levantando un dedo; y, asegurándose de que todos lo estuvieran viendo…
 
Subaru: Yo sí pienso que perder mis recuerdos repentinamente en esta situación es lamentable, y me hace muy feliz que todos deseen traerlos de vuelta. Sin embargo, ¿alguien aquí piensa que mi pérdida de recuerdos tiene algo que ver con la existencia de esta torre?
 
Shaula: Hubo una vez en la que el Gran Maestro se supergolpeó la cabeza contra la taza del váter y perdió los recuerdos. O sea, no tiene remedio.
 
Subaru: ¡Los observadores deben guardar silencio! ¡Tampoco deberíamos ignorar ese tema, pero eso ahora da igual!
 
Irritado por la interrupción de terceros, Subaru dijo ¡En fin! para retomar la conversación.
 
Subaru: Lo que quiero decir es que hay una relación entre la torre y mi pérdida de recuerdos. En otras palabras…
 
Echidna: … En otras palabras, al cumplir las condiciones para conquistar la torre, se podría obtener la causa de la pérdida de recuerdos de Natsuki-kun o la clave para ello. ¿Eso es lo que quieres decir?
 
Subaru: Ah, sí, así es, así es. ¡Eso es de lo que hablo!
 
Subaru asintió varias veces ante las palabras de Echidna, quien había leído sus pensamientos. Al oír la opinión de Echidna, Julius se llevó una mano a la barbilla y dijo Ya veo .
 
Julius: Si el mecanismo de la torre ha robado los recuerdos de Subaru, podríamos acercarnos a la respuesta conquistando la torre. O, por el contrario, el hecho de que Subaru perdiera los recuerdos podría deberse a que se acercó demasiado a la respuesta.
 
Echidna: Parece muy posible. Su perspicacia a la hora de conquistar Taygeta… por decirlo claramente, utilizó conocimientos que nosotros jamás podríamos tener. Debido al conocimiento que sólo Natsuki-kun poseía, se adelantó demasiado incluso a nosotros y perdió sus recuerdos como resultado.
 
Subaru: Esperen esperen esperen, eso sería sobrestimarme demasiado. Verán, sólo soy un recluido social. Me especializo en cosas como extender bien las sábanas y coser, ¿saben?
 
Emilia: Ah, mira, Subaru. El bordado en estas prendas lo hiciste tú. ¿Empezaste a recordar algo al mirarlo? Es bonito, ¿verdad? Es Puck.
 
Subaru: Mmm… el bordado de un lindo gato. Aun así, realmente no me viene nada a la mente.
 
Asimilando la conversación que requería de una gran capacidad de reflexión, Subaru negó hacia Emilia, quien acariciaba el dibujo de un gato bordado en su ropa.
 
—Tal vez es un gato que tuvo y al que incluso le puso un nombre. Parece que no lo ha traído a la torre, así que quiero que nos demos prisa en volver sanos y salvos para que ella pueda reunirse con su mascota.
 
En cualquier caso…
 
Ram: Barusu aprendió algo que no debía y, como resultado de precipitarse, perdió sus recuerdos. ——Es una teoría convincente.
 
Beatrice: La forma en que lo dice Ram es bastante cruda, pero Betty en general también está de acuerdo, de hecho. Además, la idea de Subaru sobre priorizar la conquista de la torre… me disgusta, pero tiene razón, supongo.
 
Subaru: Beatrice…
 
La insatisfacción de Beatrice quizá se dirigía a la situación de no dar la máxima prioridad a los recuerdos de Subaru, después de todo. Subaru se alegró de corazón de que ella pensara así, pero tenía sus propias razones para no darles prioridad: si pasaban demasiado tiempo buscando sus recuerdos, no llegarían a tiempo para evitar las tragedias de la torre.
No solo Subaru, sino todos juntos debían unirse y prepararse para las calamidades que sucedieron y que sucederían próximamente.
 
Subaru: Y por eso, quiero dar prioridad a la conquista de la torre. Y también quiero que todos lo entiendan.
 

 
Subaru: Yo tampoco creo que esté bien que las cosas sigan así. Es sólo que mi problema fue el último en aparecer. Si posponemos los problemas iniciales por problemas más recientes, jamás alcanzaremos nuestro objetivo. Quiero hacer lo que deberíamos hacer.
 
Así apeló Subaru a todos: con sinceridad y seriedad.
Puso todos los esfuerzos posibles para cubrir los deméritos de que «Natsuki Subaru» no estuviera aquí. Y, a cambio, quería que todos le prestaran sus fuerzas.
La petición de Subaru había dejado a todos sin palabras por un momento; sin embargo…
 
Ram: … En serio, qué tonto eres.
 
Ram suspiró y negó con la cabeza, para después mirar a todos con sus ojos color cereza.
 
Ram: Aunque perdiste tus recuerdos, tu deplorable intelecto sigue siendo el mismo. En otras palabras, aunque tus recuerdos regresen, Barusu, lo que podrías aportar sería casi lo mismo que ahora. Así pues, dar prioridad a los recuerdos de Barusu sólo sería una pérdida de tiempo. Conquistemos la torre y esperemos que, de paso, regresen.
 
Subaru: «De paso»… ¿no hay una forma mejor de decirlo?
 
Ram: No la hay. Perdiste tus recuerdos de paso mientras intentabas conquistar la torre, ¿verdad? En ese caso, encuéntralos de paso también. No causes problemas a Ram.
 
——Le prometió a Ram que recordaría, que los recuperaría, pase lo que pase.
 
Por ese motivo, no podía sopesar el impacto que debió de recibir el corazón de Ram cuando Subaru dijo que quería posponer los asuntos relacionados con sus recuerdos. Sin embargo, precisamente por esa promesa, Ram fue la primera en decir eso.
Ella había hecho la promesa con Subaru, a pesar de que él habituaba a incumplir sus promesas.
 
Echidna: Siguiendo con la conversación, no es como si tuviéramos un método para recuperar los recuerdos. Yo también estoy de acuerdo con lo que dicen Natsuki-kun y Ram. Siendo optimistas, también es posible que los recuerdos vuelvan con el tiempo.
 
Julius: Yo tan solo estoy parcialmente de acuerdo con eso. No le daré la máxima prioridad. Daré prioridad a la conquista de la torre. Pero, si encuentro una oportunidad de recuperar tus recuerdos, le daré prioridad. ——Emilia-sama y Beatrice-sama no deben verse tan tristes.
 
En respuesta a las palabras de Echidna y Julius, Subaru asintió profundamente.
Luego él miró hacia Emilia y Beatrice, quienes en respuesta dudaron un poco, pero…
 
Emilia: … Esta vez, aunque sea duro, seré paciente. Pero…
 
Subaru: ¿Pero?
 
Emilia: Perdóname por ser quien más se preocupa por ti a veces, Subaru.
 
Subaru: Oh… Lo siento.
 
Al darse cuenta de que eso equivalía a pedirle que dejara a un lado sus preocupaciones por él, Subaru inclinó la cabeza en respuesta a la petición de Emilia.
Y viendo a ambos, Beatrice suspiró.
 
Beatrice: Emilia dijo lo que Betty quería decir, supongo. Eso debería ser lo más efectivo, así que reflexiona adecuadamente sobre ti mismo, de hecho.
 
Subaru: … Sí, entendido.
 
A partir de entonces, con la aprobación de todos, Subaru reafirmó su determinación de conquistar la torre.
Y lo que Subaru quería proponer primero era…
 
Subaru: … ¿Qué tal si vamos todos y vemos si el libro de Reid está en la biblioteca de Taygeta?