domingo, 24 de marzo de 2024

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Tú, que aguardas el deshielo


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Krry
Carlos

Corrección y edición
Carlos
Pretinaverse

※ ※ ※ ※ ※

——Había una oscuridad negra, turbia, distante, densa, profunda, pesada y amarga.
 

 
Sentía que esa oscuridad aplastante y asfixiante estaba envolviendo todo su cuerpo, como si de una tosca mezcla heterogénea de todas las cosas negativas de este mundo se tratase.
Su rostro, su cuerpo, sus extremidades, su supuesta piel… todo estaba corrompido por esa oscuridad; su sangre se derramó como si fuera fango, y, acompañándolo, una sensación de incomodidad que parecía llamar a su sed.
Su rostro, su cuerpo, sus extremidades, su supuesta piel… estando todo corrompido por esa oscuridad, sangre emergió como lo haría el fango junto con una eterna sensación de incomodidad que se parecía a la sed.
 
Sea imaginable o no, se sentía como si todo su cuerpo estuviera completamente cubierto de costras.
Su piel se volvió rígida y, al tacto, no se sentía como la piel de un humano; para empezar, incluso los dedos que palpaban las costras también estaban cubiertos por costras, y ya no sabía qué forma tenía su propio «ser».

——No, lo que realmente no podía comprender no era meramente su apariencia externa.
 

 
Algo más profundo en su interior, como su esencia.
Dicho de otro modo, lo que se debería llamar alma.
 
Perdiendo de vista la forma y el estado de su propia alma, después de deambular múltiples veces sin esperanza, finalmente tuvo la sensación de que empezaba a ver fragmentos de sus dedos.
Y su reacción a esos dedos cubiertos de costras, como ya se dijo antes… aunque no fue una de haber hecho un esfuerzo en vano, sí fue una de inquietud y repugnancia. ¿Realmente estaría bien traer hacia sí mismo algo así?
 

 
¿Se encontraba su «ser» —al que buscaba— realmente frente a él?
Antes de haber sido arrastrado hacia adentro, cuando alcanzó este lugar, ¿acaso un nuevo yo no había tomado forma? Aunque era extraño de imaginar, no era algo totalmente inverosímil. Realmente los acontecimientos dentro de su cuerpo daban una sensación abrupta que se inclinaba a que ese era el caso, y dio como resultado irrealidad.
Agarrándolo como si fuera suyo y aceptando la prueba impuesta frente a él, buscó el panorama que se vería una vez que dicha prueba fuera superada. ——¿Cuánto tiempo había invertido en tan solo eso?
 

 
Fue por eso que sintió una fuerte inquietud.
¿Debía realmente ir más allá de este punto? ¿Se encontraría realmente allí el lugar en el que sería recibido, aceptado y deseado?
 
Confianza, perdón, fe, deseo… ¿Se encontraría su «ser» —que se había comprometido con todo aquello— en aquel lugar?
 
——Te amo.
 
——Tal inquietud incomparable se desvaneció por esta voz que parecía estar guiándole.
 

 
——Blanca, brillante, alta, preciada, hermosa y dulce; así era la luz que tenía de frente.
 
Y esa alma era…
Natsuki Subaru era…
 
 
    
 
 
En ese instante, Natsuki Subaru resucitó y su consciencia volvió a despertar del más profundo de los letargos.
 
Subaru: ——Ah.
 
Lo primero que escapó de su boca fue un débil suspiro.
Era su propia voz, aunque ronca y desprovista de energía. Pero, con esto, comprendió que él no había sido reencarnado en un organismo unicelular incapaz de hablar.
Esto suponía no más que un único paso hacia adelante. En cuanto al resto, si pudiera confirmar que él no fuera ahora una persona con un conjunto de valores totalmente distintos…
 
???: ——¿Estás despierto, Subaru?
 
Subaru: …
 
Una voz que recordaba al sonido de una campanilla de plata había estado observando la oreja y la frente de Subaru desde un costado, inmediatamente junto a él.
Era una voz refrescante, amable, pacífica y encantadora.
 
La voz que había oído justo hace unos momentos mientras se encontraba en una condición terrible.
Su corazón le dio un vuelco al escucharlo. Soportando el dolor en el pecho, Subaru se giró hacia su costado.
 
Subaru: …
 
——Lo que le aguardaba allí era el resplandor amatista de unos ojos teñidos de preocupación.
 
Subaru: … ¿Emi… lia?
 
Emilia: Sí, eso es. Subaru, ¿estás bien? ¿Puedes incorporarte? ¿Puedes hablar bien?
 
Subaru: Esto…
 
Escuchando su nombre, la propietaria de los ojos amatista —Emilia— se humedeció los labios e inclinó la cabeza. Hermoso pelo plateado se deslizaba por sus hombros. Parecía como si el brillo de la luna nadara elegantemente en su luz; su gran belleza hizo arder el corazón de Subaru.
 
——Allí había una chica demasiado hermosa como para pensar que fuera de este mundo.
 
Subaru: Ua…
 
Cuando Subaru fue consciente de ello, el flujo sanguíneo de Subaru rejuveneció con gran vigor.
Su cara se volvió más cálida y colorada, mientras que sus ojos se movían rápidamente en todas direcciones, incapaz de alzar la voz. Se sonrojó tan intensamente que sus orejas casi comenzaron a doler, y un Ajaja… ajaja… se le escapó a través de sus labios.
 
Emilia: ¿Ajaja?
 
Al ver que su estado mental estaba gravemente alterado, Emilia frunció sus finas cejas. Incluso el más mínimo de sus gestos parecía una obra de arte pintada con extremo detalle por un artista.
Presenciando eso desde tan cerca que podían sentir el aliento el uno del otro, los latidos del corazón de Subaru —que estaban acompañados del dolor que todavía sentía en el pecho— aumentaron en ritmo y fuerza.
 
Subaru: …
 
—¿Qué es esto? ¿Qué rayos es esto?
 
—¿Esto es real? ¿Esto no es un espejismo o una ilusión? Hablando de espejismos en medio de un desierto, a eso se le llamaría «oasis»——es decir, lo que ves en ese momento es lo que más deseas.
 
—Entonces, según esa RULE, esto debería ser un espejismo. Qué ilusión tan extravagante…
 
Emilia: ¿E-estás bien, Subaru? Aunque supongo que no todo está bien. Al fin y al cabo, te habías desmayado.
 
Subaru: ¡Hiyah!
 
Emilia: ¿Ves? ¡Acabas de decir «Hiyah»!
 
Subaru estaba atrapado en un vórtice de confusión, mientras el dorso de una mano posada sobre su frente temblaba.
Al presenciar eso, Emilia parpadeó con sus relucientes ojos para confirmar cualquier posible herida de Subaru, quien —viendo que su «Teoría de la Emilia ilusoria» fue refutada— sentía una seriedad equivalente a la que sintió el académico que refutó la teoría Ptolemaica.
 
Sin embargo, él ciertamente sentía el contacto. La realidad afirmaba que Emilia realmente existía.
Y, dada esa realidad, también debía ser verdad que él era Natsuki Subaru.
Y sobre todo…
 
???: No hablen tanto rato ignorando a Betty, supongo. Cielos, ni que Emilia fuera la única preocupada, de hecho.
 
Subaru: ——Gh.
 
En el lado opuesto a Emilia, la voz de una joven aparentemente descontenta sonó y se giró.
El campo de visión de Subaru se dirigió rápido hacia esa figura girada, la cual pertenecía a una chica joven con las mejillas hinchadas lindamente.
 
Subaru: Beatrice…
 
Beatrice: Otra vez ese tono de voz tan bajo, supongo… Tienes cara de no poder creer que la linda Betty está aquí presente, de hecho.
 
Aceptando ese llamado tenue, Beatrice relajó sus cejas fruncidas. Aunque las palabras eran duras, su voz albergaba preocupación y alivio.
Alivio por el despertar de Subaru, y la preocupación por su desmayo. Dando esa impresión, la actitud de Beatrice——no, todo su ser dio un vuelco al corazón de Subaru. Lo que significaba que…
 
Beatrice: ——¡¿Nyah?!
 
Agarrando el ligero cuerpo de Beatrice, Subaru inmediatamente la llevó hacia su pecho. Ligero. Su cuerpo era realmente ligero.
Incapaz de resistirse ante tal inesperada acción, Beatrice se vio completamente rodeada por los brazos de Subaru mientras ella abría los ojos de par en par. Encima de la cama hecha de verde hiedra, Subaru confirmaba con todas sus fuerzas su existencia.
 
Subaru: ¡Beatrice, Beatrice, Beatriceeee!
 
Beatrice: ¡¿Q-q-q-qué pasa, supongo?! ¡¿Qué ha pasado, de hecho?! ¡Esto es demasiado repentino, supongo!
 
Subaru: Tú… tú… ¡De verdad que tienes una carita realmente tranquilizadora! Una hermosura que le da la bienvenida a cualquiera a la casa de sus papás. Podría enamorarme de ti.
 
Beatrice: ¡¿Acaso crees que eso es un cumplido, de hecho?!
 
Dijo Subaru en serio, abrazando y mirando la cara de Beatrice. Sonrojándose a causa de sus acciones y sus palabras, Beatrice puso su mano en la cara de Subaru con fuerza.
Mientras Subaru disfrutaba el adorable dolor que le producían los deditos de la joven sobre su mejilla y su oreja, Subaru realmente y con certeza sentía la existencia de la joven chica llamada Beatrice.
 
Emilia: ¡Pero bueno! ¡Subaru no empieces a hacer bobadas recién despertado! Aún ni sabemos por qué te desmayaste…
 
Y, al ver a Subaru abrazando alegremente a Beatrice, Emilia se sintió un poco ignorada y se metió en la conversación.
Preocupada por el cuerpo de Subaru, Emilia trató de agarrar su hombro, pero se detuvo.
 
Emilia: … ¿Subaru?
 
Más que enfadada, Emilia lucía profundamente preocupada. Sus emociones mezcladas dentro de su voz cambiaron a un tono de preocupación. Sus ojos, teñidos de sorpresa, miraban a Subaru a quien había tratado de agarrar.
Vio temblar el hombro de Subaru, quien estaba temblando ligeramente y llorando.
 
Subaru: … U… kh…
 
Beatrice: ¿Subaru? Subaru, que ha ocurrido, supongo? Betty está justo aquí, de hecho. Ya está, ya está, supongo. No tienes por qué llorar, de hecho.
 
Percatándose de que Subaru estaba sollozando y que su voz se había quedado atorada en su garganta, Beatrice borró completamente la confusión en su rostro y acarició la mejilla de Subaru, manchada de lágrimas.
Sus manos ligeramente temblorosas trataban de soltar al joven y pequeño cuerpo de Beatrice, quien comprendió que el miedo y la ansiedad eran los causantes.
 
Por lo tanto, Beatrice amablemente hizo un llamado a su corazón.
Que no tenía que llorar. Que ella estaba justo aquí. Que él estaría bien.
 
Emilia: No llores, Subaru. No hay prisa. Despacito, respira hondo, calma. Beatrice y yo estamos aquí contigo.
 
Al igual que Beatrice, Emilia consoló a Subaru, quien aún estaba encima de la cama.
Su mano, la cual anteriormente se había detenido dudosa, ahora tocaba el hombro de Subaru; la voz de Emilia, como el tintineo de una campanilla de plata, respetó las acciones de Subaru y sus decisiones.
 
Subaru: …
 
Las existencias y las formas de ser de ellas dos no habían cambiado.
Esas dos sublimes chicas no cambiaron; incluso en un mundo en el que todo se había arruinado y perdido irremediablemente, ellas todavía dieron preferencia a los demás——a Subaru en vez de a ellas mismas, aunque se encontraran ante las puertas de la muerte.
 
Habiéndolo confirmado y habiéndolo reconocido, esta vez sí o sí se esforzaría para abrirse paso.
Natsuki Subaru, con tal de reclamar todo como «Natsuki Subaru»…
 
Subaru: He… vuelto.
 
Con una sollozante voz acompañada de una actitud desaliñada que en otras situaciones no podría haber sido más patético ni más indecoroso…
 
——Natsuki Subaru comenzó otra repetición para rescatarlo todo.
 
 
    
 
 
Subaru: Y por eso, parece que en realidad he perdido los recuerdos en la Biblioteca Taygeta. Comprendo que esto podría no sentar bien a todos de muchas maneras, y por tanto resulte ser un gran problema, pero por favor sean comprensivos.
 
Todos: …
 
En la mesa del desayuno, Subaru inclinó su cabeza cortésmente ante todos sus camaradas, quienes estaban sentados en un círculo.
Tales palabras explosivas de Subaru provocaron todo tipo de reacciones entre los presentes. Aun así, las más prominentes de todas —confusión, caos o dolor— habían sido aparentemente pospuestas para más tarde.
 
Emilia: Todos están muuuy preocupados por Subaru. Pero Subaru es quien más está preocupado por nosotros, así que…
 
Ram: ——Aunque Emilia-sama diga eso…
 
Emilia continuó con una expresión preocupada pero de comprensión junto a Subaru, quien seguía con la cabeza inclinada hacia los demás.
Sin embargo, las palabras de Emilia fueron vistas con escepticismo por Ram, quien se cruzó de brazos y, mirando a Subaru con sus ojos color cereza…
 
Ram: Ram no ve que Barusu sea quien está más preocupado. Más bien, Barusu, ¿a qué viene esta farsa?
 
Subaru: No es ninguna farsa. Estoy dejando salir todos mis sentimientos respecto a mi preocupación y la verdad con total sinceridad. Mi pecho está a punto de explotar sólo con la idea de ser tozudo y no decir nada, considerando la tragedia que eso dará lugar.
 
Ram: …
 
La mirada de Ram demostraba que cada vez sospechaba más de la respuesta de Subaru, mientras él respondía con una expresión desalentadora.
Emilia se apresuró a dar una respuesta ante la severa interacción entre ambos, habiendo escuchado la situación momentos antes en la Sala verde. Al oír sobre su «amnesia», Emilia y Beatrice quedaron perplejas, pero lo aceptaron con preocupación por la seguridad de Subaru——esta vez, la secuencia también siguió los pasos de lo que había ocurrido anteriormente, y Subaru le había pedido ayuda para que le diera apoyo mientras se sinceraba.
 
——Habiéndose retirado de aquel horrible entorno anterior, Natsuki Subaru ahora se enfrentaba a un entorno completamente nuevo.
 
Debería decirse que, de manera elegante, había fortalecido su decisión de comenzar su vida en un mundo diferente desde cero una vez más, pero las circunstancias actuales no eran nada tan maravilloso.
Era bueno que estuviera decidido, pero cuando deseó la muerte podría haber sido el fin definitivo para él.
 
Dado que eso no le había pasado y había obtenido una oportunidad de comenzar de nuevo gracias a Retorno por muerte, Subaru sentía ahora un alivio y gratitud irreprimibles. ——Sin embargo, no tenía intención de depender completamente de ello.
 
El poder de Retorno por muerte que residía en el cuerpo de Subaru era un poder inmenso capaz de distorsionar al mismísimo destino.
Que la muerte fuera el detonante era duro para el usuario —Subaru—, pero esto debería considerarse como una compensación por distorsionar el destino; por tanto, esto era lo mínimamente apropiado.
 
Una compensación——sí, Subaru pensaba en la muerte como en nada más que una compensación.
Era natural que un poder tan grande necesitara una compensación equivalente. Por supuesto, Subaru asumió que ese era naturalmente el caso con su Retorno por muerte.
 
—Muy probablemente hay un límite en el número de repeticiones, o quizá la necesidad de sacrificar algo cada vez que retorno.
 
Subaru pensaba que la diosa del destino no le consentiría tanto como para concederle un número infinito de intentos. La única experiencia que había tenido en ser amado era aquella de haber sido amado por sus padres, ese era el único caso que podía asegurar con certeza.
 
Pero, en ese caso, hacer prueba y error para aprender los límites de Retorno por muerte——acumular muertes por su propia elección no sería lo que escogería normalmente. No sería en absoluto extraño si ésta fuera su última oportunidad.
Y si siguiera el patrón de tener que sacrificar algo, lo común sería abandonar algo o alguien preciado o algún recuerdo importante.
Desafortunadamente, para este Subaru amnésico, las únicas personas preciadas —aparte de su familia en el mundo en el que estuvo anteriormente— eran únicamente Emilia y los demás del grupo que también se encontraban con él en la atalaya.
 
Y cuando sus pensamientos llegaron hasta este punto…
 
Subaru: No puede ser… Más me vale que la desaparición de mis recuerdos no sea la compensación para Retorno por muerte.
 
Aunque era aterrador de solo pensarlo, era bastante probable. Sacrificar recuerdos como compensación para Retorno por muerte era una idea bastante despiadada; pero, en primer lugar, Retorno por muerte era un poder de muy mal gusto.
Lo más aterrador de todo era que no había forma de comprobar si esto era cierto o no.
 
En verdad, la relación entre la amnesia de Subaru y Retorno por muerte era totalmente desconocida. Por el momento, Subaru estaba seguro de que no había perdido recuerdos de las cuatro veces que había muerto tras darse cuenta de su «amnesia».
Mientras volvía de la tienda, él despertó en la atalaya——el recuerdo de ese comienzo era vívido.
 
—No puede ser… Espero que no haya múltiples repeticiones olvidadas entre medias.
 
Ram: ——Oye, ¿estás oyendo, Barusu?
 
La voz de Ram, afilada como una hoja, trajo a Subaru de vuelta a la realidad tras haberse perdido completamente en sus pensamientos. Ante su mirada, Subaru emitió un Qu… desde el fondo de su garganta.
 
Subaru: Sí, estoy oyendo. Sé que te he sorprendido. Sé que esto es demasiado repentino, y comprendo que no lo creas, pero…
 
Ram: ¿Pero?
 
Subaru: Yo…
 
Beatrice: Subaru no tiene motivos para contar una mentira de tan mal gusto, de hecho. Ram, tú también deberías tener un mínimo de confianza en los planes de Subaru, supongo.
 
Subaru estaba ocupado eligiendo qué palabras decir a Ram, pero Beatrice se le adelantó y se sentó educadamente al lado de Subaru. En la Sala verde, ella aceptó la situación y, desde entonces, había apoyado completamente a Subaru.
 
Ram: Beatrice-sama…
 
Beatrice: Lo que Emilia ha dicho tampoco es totalmente falso, de hecho. Habiendo perdido los recuerdos, Subaru es quien está más preocupado ahora, supongo. Por eso ha llorado como un niño pequeño, de hecho.
 
Subaru: Hablar de ese EPISODE lo hace aún más vergonzoso.
 
Subaru se rascó la mejilla ante esa inesperada revelación, e hizo que la razón tras sus lágrimas fuera «esto».
En realidad, había sido porque había podido volver con Retorno por muerte; porque había podido reunirse con ellas; porque se le había otorgado la oportunidad de empezar de nuevo.
Aquellas lágrimas se debían a múltiples factores; pero las lágrimas son lágrimas. No tenía sentido investigar la razón detrás de las lágrimas de un hombre.
 
Sea como fuere, su gratitud hacia Beatrice al estar ella ahora de su parte era irreprimible.
Al igual que Emilia, Beatrice se había sentido confusa al escucharle en la Sala verde, pero no solo le llevó más tiempo que a Emilia digerir lo que había dicho, sino que había prometido apoyarlo con sabiduría y sensatez impropias de su apariencia.
 
——Y, tan sólo por eso, al recordar el efímero alivio que Beatrice le había mostrado y las palabras «sacar a Betty» que ella había dicho al final de la última repetición, Subaru sintió una agonía como si su corazón estuviera siendo apretado por cadenas.
 
—¿Qué demonios le hizo «Natsuki Subaru» a Beatrice?
 
Debido a que no lo sabía, Subaru se sintió culpable por depender de su fe. Si lo aceptara como si nada a la ligera, Subaru se reprendería a sí mismo.
 
Subaru: Siendo sincero, sería rudo rechazar rotundamente la teoría de que no tengo motivos para mentir en este momento acerca del DELICATE asunto de mi pérdida de recuerdos, pero me gustaría que lo aceptaras.
 
Ram: Que lo acepte, dices…
 
Subaru: Así pues, hablemos de algo constructivo. Por suerte, ahora yo miro hacia adelante. Agradecería mucho hablar sobre avanzar hacia adelante… pero si tienes otra cosa que decir, escucharé atentamente.
 
Bajo la cubierta de los comentarios de Beatrice, Subaru dijo eso e inclinó la cabeza de nuevo. Para apoyar a Subaru, Emilia dijo Por favor, confíen en él. inclinando también la cabeza.
 
Ram: …
 
Al presenciar las actitudes dóciles de Emilia, Beatrice y Subaru, incluso Ram estaba falta de palabras para refutar. Y, tras la instintiva reacción de sorpresa inicial, vendría la natural confusión.
 
Por supuesto, Ram no era la única impactada por la «amnesia» que Subaru juraba tener. Subaru vio no sólo que Ram era quien había tenido la reacción más notable, sino también que las reacciones del resto de personas junto a ella —Echidna, Julius y Shaula— coincidían con las que él había visto en dos repeticiones anteriores.
 
Subaru: …
 
Realmente, solo su reunión con Emilia y Beatrice ya había sido todo un acontecimiento; pero, cuando se vio reunido con todos los presentes juntos en este lugar, su corazón dio un feroz vuelco.
Julius, a quien había dejado en el vestíbulo junto con Reid. Echidna, cuyas piernas salieron volando y perdió la vida mientras se disculpaba por haber dudado de Subaru. Shaula, a quien no se la pudo ver dentro de la atalaya durante todo el caos y la confusión. Y finalmente Ram, quien había dirigido todas sus sospechas hacia Subaru, y con quien no se había encontrado posteriormente.
Todos, todos estaban aquí. Se le había concedido la oportunidad de intercambiar palabras con ellos una vez más.
 
Y sobre todo, aquella persona a la que Subaru había estado prestando más atención, y que era…
 
Meili: ——Aun asíí, onii-san es una persona que siempre está en problemaas.
 
Subaru: … Gh.
 
Meili: ¿Aa qué viene esa reacción? ¿Poner cara de haber visto a un muerto no es terriblemente groseroo?
 
Eso dijo una niña que no estaba muy sorprendida por lo que Subaru había dicho.
Era Meili: la joven asesina que portaba un elegante conjunto negro y cuyo pelo índigo estaba hecho una trenza.
Meili Portroute estaba ciertamente allí, moviéndose y hablando.
 
Subaru: Meili…
 
Meili: ¿Ooh? Recuerdas mi nombre, ¿no es asíí? … De hecho, no sé qué hay de diferente con onii-san comparado con circunstancias normales, así que ¿qué olvidastee?
 
Subaru: … Cierto, es un poco complicado. Ahora mismo puede parecer que no estoy teniendo problemas al conversar, pero si indagas más profundo se vuelve un desastre. En otras palabras, es lo que se le llama una pérdida de memoria episódica, recuerdo nombres de cosas bastante bien, pero los recuerdos con gente son bastante borrosos.
 
Meili: … Te refieres, por ejemplo, a lo que ocurrió ayeer?
 
Subaru: … Así es.
 
Meili entrecerró los ojos mientras su voz se volvía más profunda. Subaru dudó no más de un segundo ante su pregunta, pero respondió sin sucumbir a la presión.
Quizá podría haber llevado la situación con una excusa cualquiera, pero no lo hizo. Había decidido no hacerlo——Subaru se mantendría honesto con ellos todo el tiempo que le fuera posible.
 
Julius: … Conque has olvidado lo de… ayer. Eso es… es… cierto.
 
Subaru: …
 
Al escuchar la respuesta de Subaru, Julius —acompañado únicamente por Echidna— susurró algo sospechosamente, como si hubiera recibido un shock mayor que su declaración de «amnesia» en cierto sentido.
Sin embargo, dejando sus reacciones a un lado…
 
Shaula: Gran maestro, ¿ha vuelto a perder los recuerdos? ¿Cuántas veces se olvidará de mí hasta estar supersatisfecho? ¡Qué vergüenza, señorita Machiko~!
 
Dijo Shaula apretando sus voluptuosos senos mientras hacía un mohín con los labios mostrando insatisfacción.
Los comentarios bobos de Shaula siguieron el mismo estilo que la última vez; pero, habiendo llegado a este punto, había una fuerte sensación de que no debía ignorar lo que ella acababa de decir.
 
Subaru: Indagar en lo profundo de tus tonterías también se siente raro, pero ¿de verdad que este Gran maestro tuyo no paraba de deshacerse de sus recuerdos así?
 
Shaula: ¿—? Claro, solía deshacerse de ellos bastante. Cuando se despertaba por las mañanas y le saludaba, decía «¿Y tú quién eres? No te recuerdo. No te conozco» y me trataba como a una mujer de forma muy anticuada.
 
Subaru: Mmm… si era hasta ese punto, entonces es difícil de determinar si era simplemente un chiste de mal gusto o qué.
 
Si, a partir de ahora, Subaru se volviera cercano a Shaula en el día a día, entonces esa clase de interacción frívola sería posible.
Sin embargo, Subaru era consciente de que existía un «yo» suyo que había perdido sus recuerdos y había escondido ese hecho a Emilia y los demás, y eligió no decir nada de que había perdido los recuerdos. También podría tratarse de una broma de mal gusto para disimular el hecho de que había perdido los recuerdos.
Aunque, desde su punto de vista, eso sería mortalmente difícil. Y, habiendo muerto ya cuatro veces, esto tampoco sería una broma.
 
Echidna: Se entiende la anteriormente mencionada amnesia. Sinceramente, creo que eso es algo que cuesta tiempo aceptar completamente, pero… si hay algo como trampas en esta atalaya que sean capaces de posiblemente provocar este fenómeno, entonces parece que sería mejor actuar teniendo eso en consideración.
 
Subaru: El lugar con mayores posibilidades de ser la escena del crimen es la Biblioteca Taygeta, donde Emilia-chan me halló desmayado. También parece ser el lugar con más historias sospechosas.
 
Emilia: «Chan»…
 
Subaru: ¿—?
 
Echidna comenzó la discusión con expresión seria, y Subaru asintió estando de acuerdo. Sin embargo, en medio de todo ello, lo que más le llamó la atención fue el murmuro solitario de Emilia.
En repeticiones anteriores, ella también había mostrado reacciones así en medio de conversaciones con Subaru. Al final, la razón de ello todavía no estaba clara.
¿Había pasado por alto quizá algo de vital importancia? ——La idea era aterradora.
 
Subaru: ——Como sea, siento sorprenderles a todos. Pienso que no tiene sentido decirles que lo acepten súbitamente y continuar donde estaban. Tomémonos un descanso por ahora. En ese tiempo, iré a sacar agua con Ram o algo.
 
Ofreciendo esa sugerencia, Subaru se puso en pie. Ram alzó las cejas al escuchar lo que dijo, mientras que Emilia y Beatrice miraban a Subaru con ansiedad.
Sin embargo, asintiendo ante la mirada de las dos, Subaru giró sus oscuros ojos hacia Ram, y…
 
Subaru: Vamos, Ram. ——Tu cara me estaba diciendo que fuera a recoger agua contigo.
 
Ram: ——Asqueroso.
 
Apartando la mirada, Ram susurró como respuesta a la invitación de Subaru.
 
 
    
 
 
Ram: ¿Y bien, qué significa la farsa de antes? Ahora que te has llevado a Ram afuera así, tienes intención de hablar sobre ello ahora, ¿verdad?
 
Con un balde en la mano, Ram y Subaru se dirigieron hacia donde estaba el agua, lejos del lugar de reunión. Y, juzgando que se habían alejado lo suficiente de Emilia y los demás, Ram disparó su pregunta.
 
Que ella no aceptara en absoluto las declaraciones de Subaru respecto a la «amnesia» era algo que había ocurrido en cada repetición. No estaba simplemente siendo tozuda o siendo escéptica de la evidencia, sino que se debía a una razón más importante: la existencia de Rem, la querida hermana menor de Ram que permanecía dormida.
 
Preocupada por ella, Ram era incapaz de aceptar la «amnesia» de Subaru.
Por eso ella había negado persistentemente la «amnesia» de Subaru. No tenía idea de los detalles, pero sin duda alguna Subaru tuvo algún tipo de conexión con Rem cuando ella estaba despierta.
Y eso había sido un punto de apoyo inmenso para Ram, para su existencia como la hermana mayor.
Por eso era que…
 
Ram: Deja de confiar tantos roles importantes a Emilia-sama o Beatrice-sama. Dejando a Beatrice-sama a un lado, sería demasiada carga para Emilia-sama. Por eso es que sería de apreciar si involucraras a Ram ahora. Dime los detalles…
 
Subaru: ——Ram, es cierto que he perdido mis recuerdos. No es una mentira ni un engaño ni un plan.
 
Ram intentó que Subaru dependiera de ella, aferrándose a ese fino hilo; sin embargo, Subaru debía rechazarla.
 
Ram: …
 
Las palabras de Ram se vieron interrumpidas por la declaración directa de Subaru, y entrecerró los ojos color cereza que albergaban confusión, miedo… y una chispa de furia.
El fuego que nació de esa chispa desató un incendio que amenazaba con calcinar y quemar el alma de Subaru. Y la razón de su existencia, eran sus sospechas de Natsuki Subaru.
Ciertamente, éste podría ser un ejemplo de que las acciones de uno podrían llevarlo a la muerte.
 
Subaru: He perdido mis recuerdos. Recuerdo un poco los nombres y las relaciones de todos dentro de la atalaya, pero no puedo recordar lo más mínimo fuera de eso. Eso también es cierto.
 
Ram: Basta ya.
 
Subaru: Ciertamente hablé con Emilia y Beatrice antes, pero les dije lo mismo. No tengo nada más que expresar. Ahora mismo, mis manos están completamente vacías.
 
Ram: Basta ya, Barusu. Si dices algo más…
 
Subaru: Sé que vinimos a esta atalaya para recuperar muchas cosas que nos arrebataron. Y también que estamos en medio de un examen. Eso es todo. Mi motivación es…
 
Ram: Barusu, como digas algo más…
 
Subaru: ——a Rem yo también la he…
 
Ram: ¡¡Barusu——!!
 
«olvidado» iba a decir Subaru con gran pesar a Ram.
La actitud de Ram denotaba que lo negaba y que no quería escuchar las palabras de Subaru; y, tras oír la disculpa de Subaru, Ram agarró furiosa a Subaru.
 
Subaru: ¡Gh!
 
Agarrado por la solapa de su camisa, fue lanzado contra la pared. Con una fuerza física tan grande que nadie pensaría que provenía de semejante constitución, Ram sujetó a Subaru contra la pared y lo miró fijamente desde cerca.
Comprendió que el fuego que ardía en sus ojos color cereza ardía con fuerza, amenazando con abrasar tanto a Subaru como a ella misma.
 
Cuando este fuego abrasara a Subaru——o más bien, cuando abrasara a Ram, la tragedia volvería a repetirse.
 
Ram: ¡¿Qué pretendes contando una mentira tan… tan estúpida?!
 
Subaru: No es… una mentira. Para mí, mentirte sería…
 
Ram: ¿Entonces estás diciendo que no has mentido? Entonces, según tú, ¿qué habría que hacer? ¿Crees que Ram debería creerte? Que Barusu olvidó a Rem… ¡Menuda ridiculez!
 
Subaru: Ram…
 
Afilando aún más sus ojos, Ram miraba a Subaru con el ceño fruncido a una distancia tan corta que sus labios podrían tocarse. Finalmente, Subaru se percató de que ese fuego estaba hecho no de furia, sino más bien de lágrimas.
 
Su conflicto era mucho más profundo de lo que Subaru jamás hubiera imaginado.
Pero, tras cuatro repeticiones, Subaru finalmente fue capaz de comprenderlo. ¿Qué tan considerado debía ser uno, para comprender realmente las emociones y las heridas que los demás albergaban en el pecho?
 
Subaru se dio cuenta de esto tras repetir la misma mala jugada cuatro veces, mientras que Emilia y los demás se habían percatado de ello de inmediato, lo que parecía deslumbrante para él.
Negándose a meramente ser abrasado, Subaru…
 
Subaru: ——Traeré a Rem de vuelta sí o sí.
 
Ram: ¡——Gh!
 
Devolviendo la mirada a esos ojos color cereza, Subaru puso fuerza en su garganta y dijo eso claramente.
Al escucharlo, los ojos de Ram se abrieron de par en par de sorpresa, pero la furia fue capaz de ocultarlo rápidamente.
 
Ram: Cómo puedes hablar… de traerla de vuelta o lo que sea, Barusu, ¡si te has olvidado de Rem!
 
Subaru: Aun así, la traeré de vuelta. Rem, mis recuerdos, el objetivo de venir a esta atalaya… todo, lograremos absolutamente todo y volveremos todos juntos. ——Es natural que, como mínimo, te garantice eso.
 
Ram: ——¿Barusu?
 
Subaru: Es natural… cuando piensas en todo lo que ha ocurrido en esta atalaya.
 
Se le hacía difícil respirar. Aun así, Subaru tensó las mejillas por una razón diferente. Ram alzó las cejas ante la reacción de Subaru, y relajó ligeramente las manos que lo estaban agarrando de la solapa.
Ahora, Subaru tomó sus manos con las suyas, y las separó. Al mismo tiempo, sus cuerpos intercambiaron posiciones.
 
Ram: ——Asqueroso. Suéltame.
 
Viéndose sujeta contra la pared una vez sus posiciones se intercambiaron, Ram dijo eso a Subaru mientras se miraban a los ojos muy de cerca.
Sin embargo, aunque no tuviera fuerza, Subaru no reculó en decir las palabras que tenía intención de transmitir.
 
Subaru: Ram. Definitivamente traeré de vuelta tanto mis recuerdos como a Rem. Para ello, préstame tu fuerza, por favor.
 
Ram: …
 
Subaru: Necesito la fuerza de todos. El «Natsuki Subaru» que estaba aquí hasta ayer, a quien todos ustedes conocían, quizás no diría algo tan patético. Pero mi yo actual…
 
Julius había confiado en él, Beatrice había creído en él, Echidna le había perdonado, Emilia había deseado tenerlo a su lado.
Y quizá «Natsuki Subaru», de quien todos tenían expectativas, podría haber cambiado este punto muerto por sí solo.
Sin embargo, el Natsuki Subaru actual no era capaz de ello. Y la gente dentro de esta atalaya le querían demasiado como para que él hiciera una rabieta y se rindiera, diciendo que era incapaz de hacer nada.
 
Subaru: Sé que no me creerás o me perdonarás por haber olvidado a Rem. Pero, por favor, ahorra esa furia tuya para más tarde. A cambio de ello, te lo prometo.
 
Ram: ¿Qué prometes?
 
Subaru: Que lo superaré, sin importar qué. Me lo tragaré todo, sin importar cuántos intentos lleve. Si rompo esta promesa… si me rindo frente a ti, entonces siéntete libre de hacer conmigo lo que te plazca: hiérveme, ásame o lo que sea.
 
Ram: …
 
Los ojos de Ram se agrandaron, y la llama de la furia dentro de ellos se debilitó, dejando de eclipsar y ocultar otra emoción.
Mientras presenciaba eso, Subaru echó la cabeza hacia atrás y continuó con su acercamiento directo con ella——continuó sus palabras desde la misma distancia que cuando sus miradas se enlazaron cuando estuvo atrapado en la jaula de hielo.
 
Subaru: Esa es mi decisión.
 
Ram: … ¿Por qué irías tan lejos? Si Barusu realmente ha olvidado a Rem, entonces no deberías estar pensando tanto en traerla de vuelta.
 
Subaru: …
 
Ram: Una vez olvidas, todo se vuelve un vacío. Se convierte en un vacío enorme, y los sentimientos por aquello que solía estar desaparecen. Todo desaparece. Amor, odio, calidez, soledad, todo.
 
Su tono bajo estaba simulando una actitud fría.
Pero, en realidad, aquellas terribles palabras hablaban desde la experiencia, quizá del vacío que ella misma había experimentado. Por eso a ella le resultaba difícil creer en la decisión de Subaru.
Creía que era imposible poseer un deseo tan fuerte mientras se estaba envuelto por ese vacío.
 
Subaru: Lo cierto es… que tienes razón. Mi memoria está en blanco, y los sentimientos que mi yo de ayer sentía por Rem se me han escapado de las manos, pero…
 
Ram: Entonces, ¿por qué?
 
Subaru: Pero sé que aprecias a Rem, y deseas con desesperación recuperarla.
 
Había visto la figura de Ram sufriendo, deseando desesperadamente recuperar a su querida hermana menor, Rem.
Al presenciar un deseo y amor tan potentes con sus propios ojos, Subaru se había visto sobrecogido. Y, debido a que la desesperada Ram era una de las personas que Subaru quería que también fuera salvada…
 
Subaru: Ahora mismo, la razón por la que quiero traer de vuelta a Rem es por «Natsuki Subaru» y por ti.
 
Ram: …
 
Subaru: Por eso es que cuento contigo para cuando yo me rinda. Haz lo que quieras con mi cabeza, esa será mi expiación, la del yo que te hizo llorar.
 
Ram: Ram nunca ha llorado, no digas tonterías.
 
Subaru: ¡Eso duele!
 
Recibiendo una dura bofetada en la cara, Subaru se derrumbó al suelo justo donde estaba.
Tocándose con su propia mano la mejilla que se estaba enrojeciendo, Subaru miró a Ram como si estuviera viendo algo increíble.
 
Subaru: A-ahora que yo… estaba… diciendo… algo bastante valiente, vas tú y…
 
Ram: Emocionándote por tu propia cuenta… ¿cómo que diciendo algo valiente? Primero de todo, que Barusu haga una promesa ya es risible. Es bastante impresionante que tú mismo propusieras lo último en lo que se puede confiar en este mundo.
 
Subaru: Emilia-chan me dijo lo mismo, ¡¿se puede saber cuántas promesas rompió mi yo de ayer?!
 
Ram: ¿Acaso hubo alguna promesa que se mantuviera?
 
Subaru: ¡¿Hasta ese punto?!
 
Denigrado por la voz que se había vuelto más fría, Subaru reevaluó a «Natsuki Subaru». Aunque sus acciones habían subido y bajado rápidamente para bien o para mal, romper promesas era un factor que las hacía bajar significativamente.
Primero que todo, si alguien hace una promesa, como mínimo debe esforzarse por cumplirla.
Las personas están dispuestas a invertir —aun a riesgo de sufrir pérdidas— porque creen que las promesas que se les hicieron serán mantenidas incluso si nadie vigila que se cumplan. Esto demuestra que su espíritu era deficiente.
 
Subaru: Como me imaginaba, «Natsuki Subaru» no era alguien ni medio decente después de todo…
 
Ram: Sí, exacto. Parece que lo malentendiste, pero el Barusu de ayer tampoco era un hombre capaz de manejarlo todo por sí solo. Más bien, era un mentecato cuya especialidad era que, cuando trataba de manejar cualquier cosa por sí mismo, no haría más que hacer más daño al final. Ram también se vio involucrada en muchos problemas.
 
Subaru: ¿Lo dices en serio? ¿Por qué trajeron a un tipo como ese a la atalaya?
 
Ram: Se invitó él solo. Además, era un hombre de mucho hablar y poco hacer. Habilidoso a su modo, y esperaba que se le confiaran tareas. También se le daba bien animar a Emilia-sama y Beatrice-sama, diría yo. Más allá de eso…
 
Sentado con las piernas cruzadas en el piso, Subaru se sintió demasiado incómodo.
Aunque no se tratara de él, le estaban regañando por su otro yo. Que Emilia y los demás le contaran cosas buenas sobre «Natsuki Subaru» también se sentía doloroso de una forma complicada, pero que Ram fuera implacable con sus palabras y hablara mal de «Natsuki Subaru» así también se sentía… complicado.
Subaru se puso serio, decidido a escucharlo todo hasta el final esta vez, y…
 
Subaru: ¿Qué más? ¿Piernas cortas, malo en recordar cosas, dieta poco saludable, cabezota?
 
Ram: Tenía las piernas cortas, tenía mala memoria, tenía una dieta poco saludable y era cabezota.
 
Subaru: Me lo imaginaba…
 
Ram: ——Y él también… atesoraba mucho a Rem.



Subaru: …
 
De repente, el tono de la fría voz de Ram cambió, albergando ahora coloridas emociones.
Si la calidez de la voz tuviera un color, sería un suave y tierno color cereza envolvente.
Tal era su afecto por su hermana menor Rem en su voz; y, recordando a «Natsuki Subaru» que solía estar al lado de su hermana menor, captó un atisbo de un tierno amor que nunca desaparecería.
A Subaru le dio la impresión de que ese suave color cereza era el color de la bondad.
 
Ram: Barusu. ——Realmente has olvidado a Rem, ¿verdad?
 
Subaru: … Sí.
 
Los ojos de Ram reflejaban a Subaru, y ella nunca los apartó. Era verdaderamente respetable.
En este tipo de situaciones, obligado a escuchar las palabras que no quería oír, Subaru probablemente apartaría la mirada. Sin embargo, Ram no intentó apartar la mirada ni una sola vez.
 
Ram: Barusu. ——Realmente recordarás a Rem otra vez, ¿verdad?
 
Subaru: Sí, la recordaré otra vez. Y no sólo a Rem, sino a todos y a todo.
 
Ram: Aunque no lo recuerdes todo, no sería tan malo. Simplemente debes recordar de nuevo a Rem.
 
Subaru: No digas locuras. Déjame recordarlo todo otra vez.
 
Ram: Repito: simplemente debes recordar de nuevo a Rem, aunque tengas que morir para lograrlo.
 
Subaru: Vale, lo prometo. ——Aunque muera intentándolo, recordaré todo otra vez.
 
Recordarlo todo de nuevo, aunque tuviera que morir, literalmente.
Natsuki Subaru recuperaría todo lo que «Natsuki Subaru» había visto, oído, sentido y logrado para llegar hasta este punto en este mundo diferente.
 
Ram: … Está bien. Te permito marcharte.
 
Al oír esa respuesta, el aura intimidatoria que rodeaba a Ram desapareció de repente.
Y, al percibirlo, Subaru preguntó ¿Estás segura? mientras permanecía sentado con las piernas cruzadas en el piso.
 
Subaru: Sé que fui yo quien lo pidió, pero ¿estás segura?
 
Ram: Sé un hombre y acéptalo sin rechistar. Ram ha oído tu decisión. Además, dijiste que —si te rendías— te podría hacer lo que quisiera: hervirte, asarte, quitarte la piel, perforarte con la mano, arrancarte, golpearte… Si eso te parece duro de oír, entonces el corazón maternal y afectuoso de Ram sospechará de ti.
 
Subaru: No recuerdo haber mencionado el resto de procesos tras hervir y asar…
 
Ram: ¿Qué has dicho?
 
Subaru: Nada.
 
Sacudiendo la cabeza lentamente, Subaru respondió amablemente a Ram.
El término «afecto maternal» era bastante disuasivo; pero, teniendo en cuenta la frase hecha «incluso Buda se enfada si le tocan la cara tres veces», Subaru ya había comenzado su quinto desafío que ni siquiera Buda podría perdonar.
Y si no pudiera depender de un dios o Buda, entonces tal vez sería divertido que, en su lugar, sea este afecto maternal lo que juzgue.
 
Ram: Levántate, Barusu. Ram no permitirá que te rindas ni te arrodilles.
 
Subaru: No incluyas en eso el estar sentado en el piso. Aupa.
 
Levantándose con energía, Subaru se sacudió el polvo del trasero y se encaró hacia Ram.
Apoyando la espalda en la pared, Ram se acomodó la ropa desaliñada, se cruzó de brazos y miró fijamente a Subaru con una postura que daba la impresión de que ella había regresado a su compostura «habitual».
 
Ram: … ¿Les has dicho lo mismo a Emilia-sama o Beatrice-sama?
 
Subaru: Ellas dos… daban la impresión de que ni siquiera consideran la posibilidad de que yo me rinda; así que…
 
Ram: Cierto. ——El Barusu malo las ha infectado.
 
Subaru: Por eso no se lo pediré a ellas dos. Y, emocionalmente, tampoco a Julius ni a Echidna.
 
A raíz de los sucesos de la anterior repetición, Subaru creía saber qué responderían Emilia, Beatrice, Julius y Echidna.
Por eso, Subaru procedería a comprobar las respuestas restantes.
 
Subaru: Por cierto… Según lo que dijiste, parece que mi yo de ayer tampoco era un tipo impresionante.
 
Ram: Para Ram, tu valía depende inmensamente de si tienes los recuerdos de Rem o no. Ten cuidado con tu manera de hablar.
 
Con esa fría afirmación, Ram dio la espalda a Subaru y empezó a caminar.
Se suponía que ellos dos no iban a detenerse mientras iban a por agua; pero, si encima de eso, volvían con las manos vacías, preocuparían innecesariamente a Emilia y a los demás.
Con balde en mano, Subaru movió las piernas para alcanzar a Ram y caminar a su lado.
Y entonces…
 
Subaru: Yo estaba… «Natsuki Subaru» estaba realmente aquí, ¿verdad?
 
Con voz débil, Subaru dirigió su pregunta hacia el perfil de Ram.
Era más un grito ansioso que una búsqueda de confirmación; unas palabras inadecuadas para alguien que acababa de prometer que no se rendiría.
Y por eso, no le extrañaría que Ram le reprendiera antes de que su lengua se secara.
 
Ram: Qué tonto.
 
Sin embargo, sin hacer nada por el estilo y sin detener sus pies, Ram menospreció a Subaru con aparente afecto y…
 
Ram: Ahora mismo, simplemente se ha vuelto invisible temporalmente. Simplemente se siente como si se hubiera perdido por estar bajo un montón de muchas cosas acumuladas. Como flores enterradas bajo la fría nieve, y que volverán a ser visibles cuando llegue el deshielo. ——De seguro eso es todo.
 
En este momento, Subaru no podía mostrar su cara a Ram, que ocultaba la suya.
¿Cómo podría mostrarle una expresión tan patética, justo después de actuar tan audazmente?
Por eso, que Ram permaneciera callada sin siquiera intentar mirarle en este momento, realmente le parecía a Subaru el afecto de una madre.
 
 
    
 
 
La situación había cambiado en gran medida… o eso quería pensar Subaru, pero los cambios no eran tan grandes.
Ésta no era la primera vez que Subaru confesaba haber perdido sus recuerdos, y el impacto que todos sentían era también un espectáculo del que él ya había sido testigo antes.
Pero, si cambiaba su actitud y postura, el punto de vista de los demás también cambiaría.
La vez anterior, Subaru desconfió mucho de Emilia y los demás, y eso se había debido a varios factores, como sus acciones, actitudes y palabras. Creía firmemente que todos habían estado tramando algo.
Sin embargo, al deshacerse de esos recelos, se dio cuenta de que sus acciones, actitudes y palabras habían sido todas en preocupación por él, y se reprendió a sí mismo.
Es decir, que se contuvieron para asegurarse de que Subaru no se sintiera inquieto.
Sospechar de tales acciones fue un problema enteramente de Subaru.
 
Subaru: Hagámoslo bien. Hazlo bien, Natsuki Subaru.
 
Diciéndoselo a sí mismo, Subaru se miró la palma de la mano fijamente.
Seguramente la causa de la desaparición de los recuerdos de Subaru estuviera en Taygeta.
Aunque superar el examen también era importante, investigar la causa de esta amnesia también era un asunto urgente, ya que no había ninguna garantía de que no acabaría convirtiéndose en una situación ridícula en la que, al igual que Subaru, todos se olvidarían de los demás y se saludaran diciendo Hola, ¿quién eres? al verse.
Además, no tenía mucho margen de tiempo para proceder.

 
Subaru: En la última y en la penúltima repetición, dentro de la atalaya se desató un caos total.
 
En la penúltima repetición Subaru descubrió sucesivamente los cadáveres de Emilia y de los demás… no, de todos menos de Emilia y Beatrice.
En cambio, la última repetición fue diferente: pudo presenciar con sus propios ojos la muerte de sus compañeros uno tras otro, y su corazón se sumió en la desolación y la ruina.
Sin embargo, todas esas situaciones anormales eran desastres que ocurrirían dentro de la atalaya en un futuro cercano.
Y siendo consciente del daño que acarrearían estos desastres, Subaru intentaría evitar que ocurrieran.
Para ello, se emplearía a fondo. Y por eso, antes que nada, Subaru lo haría.
 

 
Una tenue respiración apareció detrás de Subaru, quien estaba de pie al borde de una caída desde una gran altura.
Era un nivel moderado de ocultación de la presencia; percibirlo era posible si uno era consciente de ello.
Y gracias al conocimiento que poseía de antemano, percibió tal jugada rastrera y se apartó hábilmente estando aún en el borde.
 
???: Gh.
 
Subaru: Ups, eso fue peligroso. ——No te caigas en vez de caer yo.
 
Los brazos estirados hacia delante de otra persona perdieron el objetivo que querían empujar, haciendo que la inercia arrastrara a la dueña de esas manos hacia el vacío que había delante; así que, para evitar que cayera, Subaru estiró un brazo apresuradamente y tiró de ella para salvarla de la caída.
Aquel cuerpo era ligero. No ligero en un sentido figurado y ominoso, sino ligero acorde con la apariencia de la joven… sí, llamarla joven sería adecuado.
 
Subaru: Bien, hablemos. Haré que te responsabilices por matarme.
 
Al decir esto, Subaru sonrió a la joven Meili cuyo codo había agarrado, comenzando así el clímax de este misterio de atrapar a la criminal que le había empujado dos veces en el pasado.